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\nEl pasado verano realic\u00e9 uno de los sue\u00f1os que ten\u00eda desde hace varios a\u00f1os, peregrinar hasta Santiago de Compostela. Hace diez a\u00f1os que hab\u00eda visitado Santiago por primera y \u00fanica vez, con motivo de una gran peregrinaci\u00f3n que se hizo desde mi Navarra natal. En aquella ocasi\u00f3n yo realic\u00e9 el viaje en tren, pero al llegar all\u00ed y ver a los peregrinos, una voz, que me animaba a intentar esta aventura humana y espiritual, comenz\u00f3 a surgir en mi interior.
\nPor fin, este verano se present\u00f3 la ocasi\u00f3n ideal para poder emprender la marcha. Lo fui comentando entre las personas m\u00e1s cercanas y nadie se animaba a acompa\u00f1arme, unos por falta de tiempo, otros… Estaba decidido incluso a ir solo. Una pareja de amigos se anim\u00f3 con la idea y comenzamos a planear finalmente el viaje.
\nVas un poco a ciegas, porque no sabes lo que significa estar tantos d\u00edas por ah\u00ed, a la buena de Dios; eres consciente adem\u00e1s de que f\u00edsicamente es un esfuerzo que no sabes si tu cuerpo va a aguantar por la vida tan sedentaria a la que estamos acostumbrados… Pero la ilusi\u00f3n no falta, y comenzamos a preguntar a gente que ya hab\u00eda hecho la experiencia, a buscar gu\u00edas y documentaci\u00f3n que nos ayudaran a preparar los itinerarios, las etapas, el kilometraje diario, los d\u00edas que nos iba a llevar… es la primera fase del camino.
\n
\nY as\u00ed lleg\u00f3 el 3 de julio, d\u00eda escogido para comenzar esta gran experiencia. Lo primero que hicimos aquella tarde fue encomendar nuestro viaje al\u00a0Maestro<\/em>\u00a0en la Colegiata de Roncesvalles. Comenzaban as\u00ed 30 d\u00edas de caminos, para cubrir los casi 750 Kms. de recorrido. Preferimos hacer m\u00e1s d\u00edas, a una media de unos 25 Kms. diarios, para ir tranquilos y disfrutando de lo que el camino te va ofreciendo, que es mucho y muy variado.
\nA mitad del recorrido paramos en un lugar en el que tuvimos contacto con un grupo de j\u00f3venes que estaban de campamentos. Compart\u00ed una Eucarist\u00eda con ellos y el sacerdote que la presid\u00eda, me invit\u00f3 a que comentara algo de la experiencia del camino. Recuerdo que entonces, as\u00ed a bote pronto, no sab\u00eda c\u00f3mo comunicar todo lo que estaba suponiendo para m\u00ed de forma resumida y ordenada. Al final coment\u00e9 que el camino de Santiago es un \u00abcamino de encuentro\u00bb, y eso es lo que quiero comentar tambi\u00e9n ahora.
\n
\nq\u00a0Encuentro con las limitaciones<\/strong>
\nAl comenzar a caminar, yo era consciente que no sab\u00eda hasta d\u00f3nde iba a llegar. Otras veces hab\u00eda hecho la \u00abJavierada\u00bb, pero aqu\u00ed la experiencia era distinta. As\u00ed que sales con la idea de llegar, pero a la aventura, sabiendo que puedes quedarte tirado. Adem\u00e1s, a medida que vas andando los primeros d\u00edas y van saliendo las agujetas, las ampollas, rozaduras… vas viendo lo limitados que somos y que el camino, adem\u00e1s de otras cosas, es sacrificio. A pesar de todo, sigues caminando y anim\u00e1ndote con cada etapa que pasa.
\n
\nq\u00a0Encuentro con la gente<\/strong>
\nCon mucha gente y muy diversa.\u00a0Gente del camino,<\/em>\u00a0de los pueblos por donde pasas… gente amable, acogedora, a la cual tu presencia acaba interrogando. Gente acostumbrada al paso de los peregrinos y no por ello descuida el saludo, la sonrisa y el \u00e1nimo.
\nGente que conoces<\/em>\u00a0y que vas visitando a medida que llegas a sus lugares. Con la historia del camino de por medio, se comunica de manera distinta. Te ofrecen hospitalidad como nunca y les dejas con la envidia a flor de piel.
\nGente que se encarga de acogerte<\/em>\u00a0d\u00eda tras d\u00eda en los albergues del camino, de tener todo dispuesto para que puedas descansar. Gente voluntaria que trabaja con ilusi\u00f3n para que puedas realizar tu sue\u00f1o y que, por lo tanto, tambi\u00e9n participan de \u00e9l.
\n
\nq\u00a0Encuentro con los peregrinos<\/strong>
\nHacer solo el camino es una idea ingenua, ya que d\u00eda a d\u00eda te vas encontrando con un mont\u00f3n de personas que hacen el mismo recorrido. Con ellas compartes muchas cosas, muchas vivencias. Como dijo uno de ellos \u201cesa cuadrilla de locos que ven la vida a cinco por hora\u201d. Sin quererlo surgen conversaciones de todo tipo, a\u00fan sin conocer de nada a los interlocutores, y te adentras con tranquilidad en temas \u00edntimos, dando y recibiendo. Son\u00a0\u00a0relaciones breves, pero intensas, y ah\u00ed queda el recuerdo de tantos y tantos peregrinos con los que hemos coincidido y con los que hemos intercambiado amistad y direcciones para seguir en contacto. Es curioso escuchar las mil y una motivaciones que nos han llevado a realizar el camino…, \u00a1tan distintas!
\n
\nq\u00a0Encuentro contigo mismo y con Dios<\/strong>
\nSon muchas las horas de soledad al caminar o reflexionar en los momentos de descanso. Horas en las que tienes tiempo para pensar en ti, en tu vida, en tu mundo, en las personas con las que te relacionas… Son horas en las que pasan por tu mente las distintas im\u00e1genes de tu vida y en las que intentas organizarlas y darlas sentido. Son horas en las que Dios se hace presente en el peregrino que te acompa\u00f1a y te ofrece su amistad y su ayuda, o en las maravillas de la naturaleza del variado paisaje con el que se puede disfrutar a lo largo de todo el camino, o en las obras de arte que van salpicando el camino, con iglesias preciosas que nos sit\u00faan en la verdadera historia del camino de Santiago.
\n
\nSe trata en definitiva de un momento de gracia en el que puedes disfrutar de todos estos encuentros que tanto te llenan y te transforman. Y al final, despu\u00e9s de todos esos d\u00edas, el encuentro con el Ap\u00f3stol y con el\u00a0Padre<\/em>\u00a0en Santiago… \u00bfC\u00f3mo expresar la inmensa alegr\u00eda al llegar al destino marcado, al encontrarte all\u00ed con otros peregrinos con los que has coincidido en el camino y disfrutar de la misa del peregrino, habiendo realizado el sue\u00f1o…
\nNo me queda m\u00e1s que animar a todos a los que les ronde la idea por la cabeza, ya que la experiencia merece la pena. Y me despido con la pena de no poder alargar m\u00e1s esta comunicaci\u00f3n y con los versos que una buena se\u00f1ora del Camino me entreg\u00f3 (Rosario N\u00fa\u00f1ez Estanquera en Carri\u00f3n de los Condes) y que tanto me hicieron pensar al recitarlos.
\n
\n
\n\u00bfQu\u00e9 buscas en el camino
\no qu\u00e9 llevas ofreciendo?
\n
\nPuede ser que ofrezcas gozos,
\npuede ser que ofrezcas duelos,
\npuede ser que profundices,
\nen tantos, tantos misterios,
\nque la vida nos esconde
\ny saberlos m\u00e1s queremos.
\n
\n\u00a1Tantas cosas pueden ser,
\ny tantas ir\u00e1n saliendo!…
\n
\n
\nLo que buscas no lo s\u00e9,
\nlo que encuentras, casi cierto.
\n
\nEncontrar\u00e1s mucha paz,
\nte llenar\u00e1s de contento,
\ny el Se\u00f1or sabr\u00e1 premiar
\ntus sudores y tu esfuerzo.
\n
\nY al abrazar al Ap\u00f3stol
\nseguro que, sonriendo,
\nle contar\u00e1s el camino
\ny el te contar\u00e1 el Cielo.
\n
\n
\nENRIQUE JIM\u00c9NEZ FORCADA
\nBarakaldo
\n
\n <\/p>\n\n
\nPara m\u00ed el\u00a0Camino<\/em>\u00a0es un r\u00edo de almas, un goteo incesante de caminantes que convergen en Santiago de Compostela. En la mochila de cada uno est\u00e1n las razones que le conducen a caminar, algunas veces son razones difusas y otras veces claras y luminosas motivaciones.
\nEl Camino tiene y es vida. Yo, en el Camino, me he visto retratada a m\u00ed misma. Fue una\u00a0visi\u00f3n,<\/em>\u00a0como un sopapo fuerte en la cara. El Camino es como un breve e intenso experimento de vida. Tiene todos los ingredientes: un comienzo claro, un objetivo, que al principio es difuso pero con el correr de los d\u00edas va haci\u00e9ndose m\u00e1s y m\u00e1s claro y lleno de sentido, y \u2014en el caminar\u2014 las ense\u00f1anzas que te permiten seguir caminando con nuevos br\u00edos.
\n
\nEstos d\u00edas de Camino para m\u00ed han sido un camino interior, un di\u00e1logo con mi persona. He andado\u00a0\u00a0durante todo el d\u00eda en compa\u00f1\u00eda silenciosa, la mayor parte de las veces. De mis compa\u00f1eros, Keital \u2014un japon\u00e9s de 27 a\u00f1os\u2014 y Albano \u2014un asturiano de 20 a\u00f1os\u2014, he aprendido actitudes de vida; esas que me producen ternura y paz interior, esas actitudes que salen directamente del alma de cada uno y que muestran su naturaleza.
\nKeital era capaz de sonre\u00edr a\u00fan cuando estuviese tan cansado como para dolerle las comisuras de los labios; era incapaz de quejarse. Su amabilidad era exquisita y su disfrute de las peque\u00f1as (o grandes) cosas me hac\u00eda sonre\u00edr. Ese disfrutar consist\u00eda en que, de repente y al caminar, su cuerpo se ergu\u00eda, daba la vuelta y miraba extasiado al amanecer o comenzaba a tararear una canci\u00f3n que le suger\u00edan los \u00e1rboles. \u00c9l caminaba para reflexionar, porque necesitaba distancia de su quehacer diario, \u00e9l en cada paso buscaba respuestas para las inquietudes de su vida.
\nCreo sinceramente que las experiencias del camino convivir\u00e1n en mi corazoncito durante mucho tiempo. No puedo olvidar con facilidad la forma de enfrentarse al cansancio de mi compa\u00f1ero Albano. Tampoco olvidar\u00e9 la sonrisa y el entusiasmo con que me acogi\u00f3 a las 11 de la noche de un d\u00eda agotador, un peregrino… Quiero que se me entienda: no son experiencias tan s\u00f3lo tiernas o emocionantes sino que son experiencias de vida que a m\u00ed me han ense\u00f1ado a enfrentarme al cansancio, a racionalizar mis propias limitaciones, a trabajar en equipo, a ser receptiva a todos y a todas, en fin, a vivir.
\nINMA
\nBilbao
\n <\/p>\n\n
\nCasi un mes fuera de casa. Hemos llegado a Santiago, a nuestra meta, y es hora de \u00abvolver a\u00bb, volver a la antigua vida, a la rutina diaria.
\nLlevo veinte d\u00edas andando con una mochila, durmiendo en el suelo entre la multitud: volver a dormir en mi cama, en mi habitaci\u00f3n, \u00bfc\u00f3mo hacerlo? Las primeras noches no pod\u00eda pegar ojo, era tan ins\u00f3lito el silencio: ni un ruido, ni una respiraci\u00f3n fuerte, ni un ronquido, ni alguien hablando en sue\u00f1os, ni… Yo, solamente yo.
\nToda esa ropa en mi armario: \u00bfpor qu\u00e9? Me hab\u00eda dado cuenta de que todo lo necesario para vivir feliz cabe en una mochila. De hecho me cost\u00f3 meses volver a la c\u00f3moda sociedad en que vivimos; una sociedad que, a partir de entonces, miro de una forma m\u00e1s cr\u00edtica.
\n\u00bfLa gente? Eso era lo peor, todos hab\u00edan cambiado, eran distintos. \u00bfO era distinto yo? S\u00ed, yo hab\u00eda cambiado, de eso no hab\u00eda duda; hab\u00eda crecido de repente. Por lo menos ahora sab\u00eda qui\u00e9n era. La gente, a mis ojos, era distinta porque mi capacidad de percepci\u00f3n era distinta; lo que hab\u00eda cambiado, m\u00e1s bien, era la forma de percibir mi entorno, los valores que miraba y admiraba.
\n
\nTodo esto me asust\u00f3 y me hizo refugiarme en la gente que sent\u00eda lo mismo, que me entend\u00eda. Les necesitaba, hab\u00eda vivido con ellos y eran como mi segunda familia. Quiz\u00e1 fue la intensidad con que convivimos esos d\u00edas o la fuerza de lo que sentimos lo que nos un\u00eda. Solo s\u00e9 que su compa\u00f1\u00eda era una necesidad tan grande como cualquier necesidad vital.
\nCuando entr\u00e9 en la Catedral de Santiago de Compostela y mi mirada se cruz\u00f3 con la de otro y vi tanta profundidad en sus ojos, supe que sent\u00edamos lo mismo. En esos instantes pasaron los veinte d\u00edas por mi mente y entonces comprend\u00ed.
\nDespu\u00e9s…, un deseo intenso de que todo el mundo sintiera lo que yo. Ya no hab\u00eda miedo, s\u00f3lo alegr\u00eda. Descubr\u00ed que verdaderamente \u00abEl Camino\u00bb no hab\u00eda acabado all\u00ed, la llegada a Santiago s\u00f3lo fue el comienzo. Todo empieza ahora, el camino es la\u00a0Vida.<\/em>
\n
\nRAMIRO
\nLogro\u00f1o
\n <\/p>\n\n
\nq\u00a0Juan 14, 1-2.6
\n\u201cNo se turbe vuestro coraz\u00f3n. Cre\u00e9is en Dios; creed tambi\u00e9n en m\u00ed. En la casa de mi Padre hay muchas moradas…; voy a prepararos un lugar… Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por m\u00ed\u201d.
\nJes\u00fas es el acceso a trav\u00e9s del cual los disc\u00edpulos llegan al Padre. La marcha de Jes\u00fas y su retorno son determinantes para ellos: se les prepara un lugar y son\u00a0tomados<\/em>\u00a0del mundo. La comuni\u00f3n con Jes\u00fas es garant\u00eda de la comuni\u00f3n definitiva con Dios. Jes\u00fas es Camino, Verdad y Vida. O dicho de otra manera, Jes\u00fas es el Camino que conduce a la Vida verdadera y a la Verdad que sacia el coraz\u00f3n del hombre.
\n
\nq\u00a0Salmo 122, 2
\n\u201cYa est\u00e1n pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusal\u00e9n\u201d.
\nEl peregrino, que ha hecho ya muchos kil\u00f3metros, no pierde nunca de vista la meta y desde ella se hace comprensible su fatiga y cansancio. Y al divisar el t\u00e9rmino desde el\u00a0Monte del Gozo<\/em>\u00a0puede cantar como el hijo de Israel al llegar a Jerusal\u00e9n: \u201cYa est\u00e1n pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusal\u00e9n\u201d. Revivir hoy el significado del Camino de Santiago es un motivo para recordar que la vida humana se inscribe en las dos coordenadas de la fe en Dios y de la esperanza en la Vida eterna.
\n
\nq\u00a0G\u00e9nesis 12, 1
\n\u201cVete de tu tierra y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostrar\u00e9\u201d.
\nEn la concepci\u00f3n cristiana de la vida como peregrinaci\u00f3n ha ejercido un influjo permanente la llamada de Dios a Abraham: \u201cVete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostrar\u00e9\u201d. La actitud de Abraham es modelo de creyentes. Los descendientes de Abraham fueron forasteros en tierra extra\u00f1a y esclavizados durante cuatrocientos a\u00f1os. Esta dura experiencia del \u00e9xodo, del desierto y de la entrada en la tierra marc\u00f3 hondamente la experiencia de Israel.
\n
\nq\u00a0Hebreos 13, 14
\n\u201cPorque no tenemos aqu\u00ed abajo ciudad permanente, sino que buscamos la futura\u201d.
\nEl peregrino es una persona que est\u00e1 en continua b\u00fasqueda y su condici\u00f3n es precisamente la de no permanecer en las diversas realidades que encuentra. El camino no es la meta final, pero es el paso que lleva a ella. Sabemos que esa ciudad futura es algo que todos deseamos y queremos, pero que se gesta en el d\u00eda a d\u00eda. Las exigencias, las durezas y dificultades del camino son precisamente el momento para poner las bases y asegurar la construcci\u00f3n de esa ciudad. El cristiano que peregrina tambi\u00e9n se puede perder o extraviarse del camino, y para que eso no ocurra tendr\u00e1 que nacer de nuevo. Esta renovaci\u00f3n nos hace contemplar y vivir en el mundo con ojos nuevos y con criterio evang\u00e9lico. La humildad le descubre al peregrino que el encuentro con Dios transforma su coraz\u00f3n y le compromete a vivirlo con amor y coherencia.
\n
\n
\nq\u00a0Lucas 24, 14
\n\u201cMientras conversaban y discut\u00edan, Jes\u00fas en persona se acerc\u00f3 y se puso a caminar con ellos\u201d.
\nJes\u00fas, el Hijo Peregrino, nos trae el testimonio del hombre nuevo, imagen de la criatura nueva que Dios hab\u00eda modelado con el soplo del Esp\u00edritu y que rescat\u00f3 a precio de su sangre. Fue enviado a nosotros para que caminemos con \u00c9l hacia el Padre. Por eso, la peregrinaci\u00f3n es la expresi\u00f3n m\u00e1s cumplida de la existencia humana que camina hacia el Dios invisible. Y la sorpresa del\u00a0Camino<\/em>\u00a0es Jes\u00fas que nos acompa\u00f1a para caminar con cada uno de nosotros. La peregrinaci\u00f3n es encuentro con el Se\u00f1or que invita a preguntarse, cuestionarse, convertirse, para acabar confesando nuestra fe apost\u00f3lica. \u00c9l nos lleva a la relaci\u00f3n con Dios Padre: \u201cSi alguno me ama, guardar\u00e1 mi palabra, mi Padre lo amar\u00e1, vendremos a \u00e9l y haremos morada en \u00e9l\u201d (Jn 12, 23).
\n
\nq\u00a0Juan 4,24
\n\u201cAdorar a Dios en Esp\u00edritu y en verdad\u201d.
\nEl hacer memoria de la tradici\u00f3n apost\u00f3lica nos lleva a recuperar la originalidad\u00a0\u00a0de la fe y por ello a adorar a Dios en Esp\u00edritu y en verdad. Esta es la verdadera credencial de todo peregrino que quiere encontrarse con Dios. Y el Camino de Santiago es para ello la ocasi\u00f3n de poder adorar a Dios en cada paso, desde cada encuentro con otros peregrinos, en los grandes momentos de soledad y silencio, desde el templo de cada persona que vive, camina y siente, y desde el templo de la creaci\u00f3n. As\u00ed, es como vivimos la filiaci\u00f3n divina, caminamos en la luz y obramos en caridad. La peregrinaci\u00f3n a la tumba del Ap\u00f3stol Santiago ayuda a despertar la fe adormecida, a robustecer el esp\u00edritu vacilante y a confirmar el testimonio cristiano.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"