{"id":12284,"date":"1998-12-01T09:01:41","date_gmt":"1998-12-01T07:01:41","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12284"},"modified":"1998-12-01T09:01:41","modified_gmt":"1998-12-01T07:01:41","slug":"interioridad-y-fe-cristiana","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/interioridad-y-fe-cristiana\/","title":{"rendered":"Interioridad y fe cristiana"},"content":{"rendered":"

\u00c1lvaro Ginel<\/strong>\u00a0es profesor en el Instituto Superior de Teolog\u00eda \u00abDon Bosco\u00bb (Madrid) y director de la revista \u00abCatequistas\u00bb. Miembro tambi\u00e9n del Consejo de Redacci\u00f3n de\u00a0\u00abMisi\u00f3n Joven\u00bb.<\/strong>
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\nS\u00edntesis del Art\u00edculo:
\nLa interioridad, ese tomar \u00aben profundidad\u00bb cada uno la vida en sus manos, en muchos casos, resulta una \u00abdimensi\u00f3n perdida\u00bb. El art\u00edculo considera algunos elementos fundamentales para, desde la fe cristiana, educar en y para la interioridad-interiorizaci\u00f3n: radicar la fe y la persona en la historia, unir vida y \u00e9xodo y recuperar el silencio.
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  1. An\u00e9cdota y par\u00e1bola<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    \u00a0<\/strong>
    \nMes de septiembre de 1998. Me encuentro con un grupo de catequistas. Hablamos del silencio. Al final, se me acercan varios y me dicen:
    \n-H\u00e1blanos del silencio. Mejor, ens\u00e9\u00f1anos a hacer silencio.
    \nMe quedo mir\u00e1ndolos. No digo nada.
    \n-Danos aunque no sean nada m\u00e1s que unas pautas para hacer silencio.
    \nCallo de nuevo, los miro.
    \n-Tenemos hambre de silencio.
    \n-Y de profundidad.
    \n-No se puede vivir en el vac\u00edo.
    \n-Estoy en una etapa de la vida en la que el Dios que ten\u00eda no me sirve. Dios no puede ser como el que yo tengo. Intuyo que tiene que ser mucho mayor, de otra manera. Se me ha quedado muy peque\u00f1o. Por favor, ay\u00fadame a encontrar a Dios, a descubrir al Dios grande. El Dios grande creo que tiene que ser inmensamente bueno y todo amor.
    \nDe nuevo me quedo en silencio. Veo que mi silencio y mi mirada va haciendo surgir la palabra en ellos. Por dentro nada me es indiferente. Me digo que estoy asistiendo a un acontecimiento: un grupo de adultos que clama pidiendo una educaci\u00f3n en el silencio.
    \n 
    \nEn otro tiempo, hace mucho, cuando Dios hab\u00eda terminado la creaci\u00f3n del mundo, quiso dejar al hombre una parte de su propia divinidad, una chispa de su ser, una promesa hecha al hombre de lo que podr\u00eda llegar a ser, si lo quer\u00eda con todas sus fuerzas. Busc\u00f3 un sitio donde esconder esta chispa divina, porque, dec\u00eda, lo que el hombre encuentra muy f\u00e1cilmente no lo aprecia en su justo valor.
    \n-Entonces, ten\u00e9is que esconder la chispa divina sobre la cima m\u00e1s alta del mundo, dijo uno de sus consejeros.
    \n-No, porque el hombre es un ser aventurero y aprender\u00e1 pronto a escalar el pico m\u00e1s alto.
    \n-Escondedlo, oh Eterno, en las profundidades de la tierra.
    \n-No creo que eso convenga, dijo Dios, porque un d\u00eda u otro el hombre descubrir\u00e1 que puede cavar hasta lo m\u00e1s profundo de la tierra.
    \n-En medio de los oc\u00e9anos, Maestro.
    \nDios movi\u00f3 la cabeza de nuevo.
    \n-Vosotros sab\u00e9is que he dado inteligencia al hombre y un d\u00eda y otro aprender\u00e1 a construir barcos y a cruzar los oc\u00e9anos m\u00e1s fuertes.
    \n-Pero, \u00bfd\u00f3nde, entonces, Maestro?
    \n-La esconder\u00e9 en el lugar m\u00e1s inaccesible, un lugar a donde el hombre no ir\u00e1 buscar f\u00e1cilmente. La esconder\u00e9 en el mismo hombre.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. \u00abMonici\u00f3n de entrada\u00bb<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      \u00a0<\/strong>
      \nAmigo lector, no s\u00e9 lo que buscas en este art\u00edculo ni por qu\u00e9 te has puesto a leerlo. A lo mejor te parece que no buscas nada. Seguro que no es verdad. Quiz\u00e1s no buscas nada concreto, por eso mismo estoy seguro que estar\u00e1s abierto a lo que sea. Estar abierto \u00aba lo que sea\u00bb no significa que \u00abte vas a tragar lo que sea\u00bb, sino que est\u00e1s dispuesto a dispuesto a dialogar con lo que sea.
      \n 
      \nTe quiero adelantar que he gozado al hacer este art\u00edculo. Ha disfrutado mientras lo hac\u00eda. Y te confieso que, al final, su relectura me ha dejado un poco decepcionado. Me he preguntado el porqu\u00e9 de esta aparente contradicci\u00f3n. Y me he dado una explicaci\u00f3n: he gozado porque el tema me interesa y me llega muy dentro, porque he dicho lo que quer\u00eda decir, porque he tra\u00eddo a la memoria hechos de mi vida, porque lo escrito no es ajeno a mi existencia concreta. Y me he decepcionado porque al repasar lo escrito no he descubierto toda la claridad que yo deseaba. Hay frases que son una especie de concentrado que no se puede digerir tal cual sin diluirlo en agua. Me temo que vas a tener que echar t\u00fa mucha agua en algunos momentos… Es una labor que te encomiendo y por ello te pido excusas. Quiz\u00e1 me atrev\u00ed a escribir algo y todav\u00eda no lo ten\u00eda yo demasiado claro…
      \n 
      \nNo obstante, creo que aqu\u00ed hay palabras que te pueden hacer\u00a0cosquillas,<\/em>\u00a0te pueden sugerir y te llevar\u00e1n, sin duda, a adentrarte en el mar abierto de tu existencia, de tu experiencia, de tus ansias de vida realizada en plenitud. El tema tiene mucha tela que cortar.
      \nEntra, si quieres, en unas reflexiones que me son muy queridas. Te las dejo como regalo, como invitaci\u00f3n, como provocaci\u00f3n, como \u00e9xodo, como interrogaci\u00f3n. En alg\u00fan kil\u00f3metro nos encontraremos. Gracias por la compa\u00f1\u00eda.
      \n 
      \n <\/p>\n

        \n
      1. La fe cristiana es historia<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nLa primera reflexi\u00f3n que me surge al afrontar el tema de la\u00a0interioridad<\/em>\u00a0es una confesi\u00f3n en el Dios de Jes\u00fas que es un Dios que\u00a0interviene en la historia, en mi historia, en nuestra historia.<\/em>\u00a0Decir creo no es una confesi\u00f3n de fe filos\u00f3fica o intelectual. Es aceptar y dejar que Dios, con toda naturalidad, entre en mi historia, en mi vida, y que yo, desde mi libertad, le deje entrar. El \u00ablugar de operaciones\u00bb de Dios siempre ha sido las historia de los hombres.
        \nDecir\u00a0historia<\/em>\u00a0es hablar de espacio y de tiempo, de una sucesi\u00f3n de hechos cuyo escenario es un aqu\u00ed y un ahora, con una cadencia r\u00edtmica: unos acontecimientos explican a los otros, nada es porque s\u00ed. En la historia todo tiene explicaci\u00f3n. A primera vista nos surge un \u00abesto no hay quien lo entienda\u00bb. Pero la historia se entiende, se explica, se concatena; no es pura fragmentaci\u00f3n. Nuestro actual \u00abcaos vital\u00bb algunos lo describen comofragmentaci\u00f3n<\/em>. La fragmentaci\u00f3n todav\u00eda no es la creaci\u00f3n; la creaci\u00f3n y la vida son orden, sucesi\u00f3n en la que unas cosas se trenzan con otras y unas realidades se cimientan sobre otras.
        \n 
        \nEn la vida nos sucede con frecuencia que nos sorprendemos dici\u00e9ndonos,\u00a0de otros m\u00e1s que de nosotros mismos:<\/em>\u00a0\u00abahora caigo en la cuenta\u00bb, \u00abahora comprendo\u00bb, \u00abahora entiendo aquel gesto, aquella palabra, aquel comportamiento de fulanito que me sorprendi\u00f3…\u00bb Lo que en un momento nos parec\u00eda\u00a0extra\u00f1o, fuera de l\u00f3gica, desencajado\u00a0<\/em>de la trayectoria ordinaria que ten\u00edamos de una persona, se nos revela, de pronto, l\u00f3gico. Lo \u00fanico que nos pasaba es que nos faltaban elementos para\u00a0encajar<\/em>\u00a0los hechos en una l\u00f3gica hist\u00f3rica. Cuando los poseemos, ya todo brilla di\u00e1fanamente.
        \nEste ejercicio de l\u00f3gica de los acontecimientos hist\u00f3ricos es siempre m\u00e1s f\u00e1cil realizarlo con otros que con nosotros mismos. Dar unidad a nuestra propia vida supone siempre una dificultad mayor que verla en la vida de los dem\u00e1s. Entrar en el secreto de nuestra vida\u00a0tiene su secreto y su misterio\u00a0<\/em>y no nos resulta tarea f\u00e1cil. Es posible llegar al final de la vida sin haber tomado nuestra vida en la mano, sin haber atisbado el hond\u00f3n de nuestro propio ser.
        \n 
        \nEn la Biblia, cuando los que gu\u00edan al pueblo tienen que invitarle a seguir creyendo, siempre recuerdan la\u00a0historia de fidelidad de Dios, siempre hacen ver al pueblo los acontecimientos hist\u00f3ricos que muestran la intervenci\u00f3n de Dios. Son los hechos los que definen a Dios de tal manera que se le puede llamar<\/em>\u00a0\u00abel fiel\u00bb.<\/em>
        \n 
        \n\u00be\u00a0En la entrega del Dec\u00e1logo, Mois\u00e9s dir\u00e1 al pueblo lo que Dios le orden\u00f3:\u00a0Yo soy el Se\u00f1or, tu Dios, que te saqu\u00e9 de Egipto, de la esclavitud\u00a0<\/em>(Ex 20, 2).
        \n\u00be\u00a0En la renovaci\u00f3n de la alianza, Josu\u00e9 construye una lista cronol\u00f3gica de las intervenciones de Dios, es decir, de la fidelidad de Dios con su pueblo, desde Abrah\u00e1n hasta el d\u00eda presente (Jos 24).
        \n\u00be\u00a0El salmo 135, que la Liturgia de las Horas coloca en las v\u00edsperas de la cuarta semana, canta las maravillas de Dios a favor de su pueblo.
        \n\u00be\u00a0El evangelio de Mateo comienza con una genealog\u00eda cuyo sentido esencial es dar una continuidad de presencia de Dios que se hace \u00abplenitud del tiempo\u00bb en Jes\u00fas.
        \n\u00be\u00a0Pablo, en la carta a los romanos, se esfuerza en hacer ver la l\u00ednea ascendente de historia de salvaci\u00f3n hasta el acontecimiento de Jes\u00fas (Rm 9 y 10).
        \n 
        \nTener historia es tener ra\u00edces y, por eso mismo, futuro. Tener historia no es aferrarse a un momento y paralizarse en \u00e9l, absolutiz\u00e1ndolo. Cuando as\u00ed se obra, se comienza a romper y trocear la l\u00ednea de continuidad, se deja de tener historia. \u201cNuestro propio ser posee una dimensi\u00f3n hist\u00f3rica que afecta no s\u00f3lo a su apariencia exterior sino a su n\u00facleo m\u00e1s \u00edntimo. Por tanto, yo puedo penetrar \u00fanicamente en el ser en que me he convertido a trav\u00e9s de mi pasado individual y colectivo. La primera tarea de una vida interior consiste en\u00a0recordar\u00a0<\/em>ese pasado (…). La introspecci\u00f3n sigue siendo completamente in\u00fatil a menos que antes aprendamos a recordar\u201d<\/a>.
        \nDesde esta perspectiva, podemos definir la interioridad\u00a0como la capacidad que la persona alcanza para tomar su vida en las manos y descubrir la trama que va cosiendo todo su devenir.\u00a0<\/em>El hoy se apoya y entiende desde el ayer. El hoy lanza a la persona hacia el futuro. En esa historia, es posible reconocer momentos puntuales determinantes, precedidos de peque\u00f1os signos. Ordinariamente los momentos verdaderamente determinantes en la historia personal no son muchos. Como en Abrah\u00e1n, padre de los creyentes, existe un momento de aceptaci\u00f3n del \u00e9xodo que su coraz\u00f3n le dicta. Todo lo dem\u00e1s se entiende y explica a partir de esa decisi\u00f3n. Decisi\u00f3n que no es para nada te\u00f3rica, sino que es pr\u00e1ctica, vital, hist\u00f3rica.
        \nEn los grandes creyentes se suele se\u00f1alar un acontecimiento que explica toda la trama y toda la aventura de su vida. Tambi\u00e9n en nuestra existencia de personas concretas, ni demasiado espectaculares ni demasiado anodinas, se da la misma realidad: acontecimientos referenciales que explican la orientaci\u00f3n radical de nuestra vida. Cuando no hay referencias o cuando las referencias son un puro vaiv\u00e9n, es que la vida personal no est\u00e1 centrada, no tiene ni ra\u00edz ni consistencia.
        \nHoy muchos hombres y mujeres sienten, en el fondo de su coraz\u00f3n, el anhelo de un cambio, la llamada a emprender un \u00e9xodo, el fin de una etapa de la vida, la sospecha de una ruptura para comenzar algo nuevo. Ser fieles a los dictados del coraz\u00f3n es la mayor coherencia que podemos exhibir ante nosotros mismos y ante los dem\u00e1s. Esta fidelidad es la que nos hace din\u00e1micos y en constante proceso de crecimiento personal. Muchos estancamientos y portazos al crecimiento personal radican en saber escuchar las palabras del coraz\u00f3n o no tener fuerzas para escucharlas y\u00a0realizarlas.<\/em>\u00a0Miedos y circunstancias diversas hacen que, a\u00fan sintiendo el aguij\u00f3n interior, siga la rutina de una vida que ni llena y ni deja crecer. Emprender un \u00e9xodo es renacer de nuevo. A la ahora de partir, todas las resistencias se concentran formando una barrera que s\u00f3lo atrevidos saben atravesar.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. La dimensi\u00f3n perdida<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

           
          \nPaul Tillich escribi\u00f3 un precioso libro, que he conservado siempre como una joya cada vez que hac\u00eda\u00a0barrido<\/em>\u00a0en mi biblioteca personal y lo rescataba para ponerlo en primera fila. El libro se titula\u00a0La dimensi\u00f3n perdida
          <\/a>.<\/em>\u00a0Carlos Castro Cubells, en la Universidad Pontifica de Salamanca, me ense\u00f1\u00f3 a entrar en \u00e9l con la\u00a0lecci\u00f3n,<\/em>\u00a0es decir, \u00ablectura del libro\u00bb que nos hac\u00eda en clase. Dice Paul Tillich:
          \n\u201cExisten numerosos an\u00e1lisis del hombre actual y de la sociedad moderna. Pero la mayor\u00eda de ellos no pasan de ser una diagnosis de las caracter\u00edsticas m\u00e1s notables, y s\u00f3lo pocos consiguen encontrar una clave para la comprensi\u00f3n de nuestra actual situaci\u00f3n. Aunque no es ello cosa f\u00e1cil, quisiera yo intentarlo y comenzar con una afirmaci\u00f3n que, de momento, podr\u00e1 parecer ininteligible: el elemento decisivo en la actual situaci\u00f3n del hombre occidental es la p\u00e9rdida de la dimensi\u00f3n de profundidad. \u00abDimensi\u00f3n de profundidad\u00bb es una met\u00e1fora espacial; \u00bfqu\u00e9 significa cuando se la aplica a la vida espiritual del hombre, y se dice que es algo que \u00e9ste ha perdido? Significa que el hombre ha perdido la respuesta a la pregunta por el sentido de su vida, la pregunta por el de d\u00f3nde viene y a d\u00f3nde va, la pregunta por lo que hace y debe hacer de s\u00ed en el breve espacio entre nacimiento y muerte. Estas preguntas no encuentran ya respuesta alguna; m\u00e1s a\u00fan, ni siquiera son planteadas cuando se ha perdido la dimensi\u00f3n de profundidad Y esto es precisamente lo que ha acontecido en nuestra \u00e9poca. Nuestra generaci\u00f3n no tiene ya coraje para plantearse tales cuestiones con la incondicional seriedad con que lo hicieron generaciones pret\u00e9ritas; y tampoco tiene ya el coraje de escuchar ninguna respuesta a estas cuestiones. […] Ser religioso significa preguntarse apasionadamente por el sentido de nuestra vida y estar abierto a una respuesta, aun cuando ella nos haga vacilar profundamente\u201d
          <\/a>.
          \n 
          \nLa cita es un poco extensa, pero vale la pena. Escrito el libro en la d\u00e9cada de los sesenta, tiene una actualidad di\u00e1fana. Cuando lo esencial no interesa, se pierde el sentido mismo de la persona. Cuando lo esencial de la persona no es ella misma en la radicalidad de sus preguntas, ya no hay respuestas que valgan ni respuesta luminosas. Se vive sin respuestas. Se vive s\u00f3lo en la superficie y a merced de los vientos del momento. No es que los hombres y mujeres de hoy seamos mejores o peores que los de otro tiempo. Todos tenemos el mismo barro y la misma denominaci\u00f3n de origen: \u00abhijos de Ad\u00e1n y Eva\u00bb. La novedad de nuestro hoy es dif\u00edcil explicarla; es una realidad compleja. S\u00ed que podemos apuntar un dato: la persona hoy influye tanto y tan decisivamente en el mundo que lo va transformando, pero esta transformaci\u00f3n no es algo que se quede fuera de la persona, sino que reviene sobre la persona y la influye y la modifica con el peligro de que la persona se convierta en un instrumento m\u00e1s. Esto es vivir en superficialidad o en horizontalidad: convertirnos en instrumentos. Cargados de haceres y de quehaceres ya no tenemos tiempo para nada y menos para preguntarnos qui\u00e9nes somos. Adem\u00e1s, no interesan estas preguntas porque se\u00a0sospecha<\/em>\u00a0que la respuesta puede\u00a0afectarnos<\/em>\u00a0vitalmente.
          \n 
          \nUna palabra m\u00e1s sobre la profundidad. Vuelvo a la experiencia observable cada d\u00eda. Me detengo en nuestras conversaciones. Los inicios de muchas conversaciones suelen ser muy interesantes:\u00a0\u00bfQu\u00e9 tal est\u00e1s? \u00bfEst\u00e1s bien?<\/em>\u00a0Y nos excusamos as\u00ed:\u00a0Perdona, no te he preguntado c\u00f3mo est\u00e1s.\u00a0<\/em>Una de las cosas que m\u00e1s nos preocupa a los humanos es la salud. Por eso hablamos de ella. Es un \u00abbien\u00bb fr\u00e1gil. Fij\u00e9monos ahora en las respuestas: Vamos tirando, no me puedo quejar, estoy a tope, \u00a1tengo los nervios…!, \u00a1tengo un cansancio!, muy cansado, me ha dicho el m\u00e9dico que me tengo que cuidar, etc<\/em>.
          \nLlevamos una vida que nos\u00a0cansa,<\/em>\u00a0sobre todo en las grandes aglomeraciones. \u00bfQu\u00e9 tiene que ver esto con la profundidad? Pues tiene mucho que ver: la salud y el sufrimiento son uno de los\u00a0lugares desde donde la persona se asoma a la profundidad<\/em>. El salmista grita: \u201cDesde lo hondo a ti grito, Se\u00f1or. Se\u00f1or, escucha mi voz\u201d (Sal 129, 1).
          \n 
          \nLa profundidad no es ni superficie ni altura. La profundidad es un camino hacia adentro, hacia el propio coraz\u00f3n. Un camino en el que uno reconoce que lo que se ve tiene muchas veces algo que ver con lo que no se ve. La profundidad es el camino que lleva a dejar a un lado todo lo que nos parece importante, urgente, inmediato y a emprender otro \u00abmenos eficaz\u00bb, pero camino esencial: \u00bfQu\u00e9 sentido tiene esto que estoy haciendo? \u00bfPor qu\u00e9 hago lo que hago? \u00bfPor qu\u00e9 sufro? \u00bfQu\u00e9 es lo que realmente mi coraz\u00f3n me grita? \u00bfQu\u00e9 es realmente lo que vale la pena cuando palpo de cerca el dolor y las cosas que tengo no me solucionan nada? \u00bfQui\u00e9n soy yo? Muchas veces he dicho a mis mejores amigos: \u201c\u00a1Ay, c\u00f3mo te deseo que el sufrimiento te visite!\u201d La verdad es que no quiero ver sufrir a nadie. Pero he experimentado que hay personas que s\u00f3lo se asoman al camino de la profundidad y del sentido cuando les visita el sufrimiento y saben plantarle cara.
          \n 
          \n <\/p>\n

            \n
          1. Unidad de vida y \u00e9xodo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

             
            \nNo me alejo todav\u00eda del pensamiento de Tillich. La experiencia personal y la experiencia escuchada a otros lleva a descubrir el malestar interior entre lo que la persona vive y su entorno. Escribe Paul Tillich: \u201cEl problema de la unidad de la vida no puede quedar reducido a s\u00f3lo el hombre. En \u00e9l se ponen de manifiesto todos los elementos que se dan tambi\u00e9n en los procesos vitales de los dem\u00e1s vivientes; y por eso, si se quiere entender al hombre y a la unidad de su vida, habr\u00e1 de entenderse la unidad de la vida en todas sus dimensiones y \u00e1mbitos\u201d
            <\/a>.
            \nMe parece importante la intuici\u00f3n y explica muchas desazones y muchos comportamientos personales. La\u00a0conversi\u00f3n<\/em>\u00a0de Abrah\u00e1n (d\u00e9jeseme hablar as\u00ed) no s\u00f3lo fue un acontecimiento\u00a0de<\/em>\u00a0su coraz\u00f3n y\u00a0en<\/em>\u00a0su coraz\u00f3n. Fue un acontecimiento que le cambi\u00f3 enteramente la trama de la vida y, adem\u00e1s, le cambi\u00f3 de geograf\u00eda.<\/em>\u00a0El \u00e9xodo espiritual tuvo una plasmaci\u00f3n concreta en un \u00e9xodo f\u00edsico. No s\u00f3lo sali\u00f3 de sus dioses, sino de la tierra que habitaban los dioses en los que cre\u00eda. Y se fue a la tierra de libertad, tierra sin nombre y sin espacio geogr\u00e1fico fijo, tierra din\u00e1mica y n\u00f3mada, del Dios verdadero que le solicit\u00f3 y que \u00e9l admiti\u00f3 como verdadero y \u00fanico. La nueva organizaci\u00f3n de valores en su coraz\u00f3n y en su existencia le llev\u00f3 a organizarse en el universo de otra manera y a encontrar otra armon\u00eda con todo el entorno.
            \n 
            \nHay elecciones de maneras de existir y dar sentido a la vida que s\u00f3lo son posibles cambiando de escenario, cambiando de geograf\u00eda.
            \nCuando hoy los hombres y mujeres de las grandes aglomeraciones buscan momentos para dejar los lugares de trabajo y de \u00abla vida ordinaria\u00bb, \u00bfqu\u00e9 es lo que buscan? \u00bfS\u00f3lo el \u00e9xodo por el \u00e9xodo? Creo que es algo m\u00e1s profundo. Corren tras un deseo de cambio y de armon\u00eda, sentidos en lo m\u00e1s \u00edntimo, pero no descubiertos como pregunta fundamental. De ah\u00ed que el \u00e9xodo de cada fin de semana o cada puente sea m\u00e1s una evasi\u00f3n que un \u00e9xodo signficativo.
            \n 
            \nDesde esta clave posiblemente haya que leer la demanda de lugares de silencio y las opciones de aquellos que han dejado todo para volver a la naturaleza o los imperativos de quienes tras una conversi\u00f3n sienten la urgencia de cambiar de lugar de vida. A niveles m\u00e1s sencillos y cercanos, la\u00a0limpieza<\/em>\u00a0que hacemos en nuestra propia vivienda cada cierto tiempo, la urgencia de cambio de mobiliario o de vestuario, lo que vemos que nos sobra o estorba, las opciones que tomamos en la vida y los nuevos amigos y ambientes que frecuentamos, las preguntas que nos hacemos despu\u00e9s de peque\u00f1as opciones: \u00bfpara qu\u00e9 quiero yo ahora esto?, etc. son manifestaciones semejantes a las de \u00e9xodos llamativos parecidos a los de Abrah\u00e1n. La realidad de fondo es la misma: adecuaci\u00f3n armoniosa entre lo que vivimos por dentro y el espacio o escenario que habitamos.
            \n 
            \n <\/p>\n

              \n
            1. El silencio<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

               
              \n\u201cNo digas nada si no eres capaz de mejorar el silencio\u201d, dice el poeta. El concepto m\u00e1s \u00edntimamente unido a la interioridad y a la profundidad es el concepto de\u00a0silencio<\/em>. Silencio no es callar o ausencia de palabra. Silencio es espacio para la palabra personal.
              \nEl silencio que aburre es el silencio de los que mandan callar, de los que no dejan hablar, de los que no dejan pensar, de los que prohiben la palabra verdadera, la palabra que nace en el silencio. \u00c9se es un silencio ordenado desde fuera, exterior y ante el que todos nos rebelamos. El exponente mejor de este tipo de silencio, acallamiento podr\u00edamos denominarlo, est\u00e1 en las dictaduras.
              \nEl silencio verdadero es distancia de lo que nos rodea, distancia de las llamadas inmediatas. La distancia, concepto tambi\u00e9n espacial como el de profundidad, no es nada m\u00e1s que \u00e9xodo o camino desde la superficialidad hacia uno mismo, hacia sus preguntas, hacia su propia palabra. Lo que realmente el silencio nos permite es encontrar nuestra propia palabra, no las palabras de otros; vivir con nuestra propia palabra, no con las palabras de otros; tener palabra, que es lo contrario de vac\u00edo. El vac\u00edo es ausencia de palabra personal.
              \n 
              \nEl silencio se hace dif\u00edcil porque no es parada, estacionamiento, vac\u00edo o nada. El silencio es camino hacia lo m\u00e1s original de uno mismo.
              \nEl silencio no es cerrar puertas, sino abrir la puerta, asomarse y recorrer el camino que llega donde est\u00e1 lo m\u00e1s nuestro, lo \u00edntimo nuestro. El silencio es apertura.
              \nEl silencio no es lejan\u00eda de las cosas, sino encuentro con las personas y las cosas desde el centro de nosotros mismos. Haber llegado al centro de nosotros mismos nos permite, despu\u00e9s, crear distancias, existir desde la alteridad y posibilitar el di\u00e1logo y la relaci\u00f3n con las cosas. El di\u00e1logo y la comunicaci\u00f3n, para que realmente existan, piden la alteridad. Si \u00e9sta no se da, la \u00fanica relaci\u00f3n posible es la confusi\u00f3n, la mezcla indiscriminada, el caos.
              \n 
              \nAlgunos confunden el silencio con posturas corporales. Es cierto que hay posturas corporales que ayudan al silencio. Pero el silencio no es una postura corporal, sino una manera de vivir personal que nos permite acercarnos al centro de nosotros y escuchar las palabras que all\u00ed se pronuncian y est\u00e1n esper\u00e1ndonos.
              \nLa persona, toda persona, siempre es esperada, siempre hay Alguien que nos espera porque nuestro origen es la Palabra y \u00e9sta espera nuestra palabra.
              \nLo que el silencio nos ofrece no es tanto espacio para pronunciar palabras cuanto para escuchar las palabras que ya se est\u00e1n en nuestro \u00edntimo secreto. Las personas, en el fondo, no somos seres inhabitados, sino habitados por una palabra, por un germen de vida que tiende a la explosi\u00f3n: la comunicaci\u00f3n.
              \n 
              \nPara entender este concepto de silencio hay que acudir al momento de la creaci\u00f3n y al pr\u00f3logo de san Juan. Hechos a imagen y semejanza de Dios, no de cualquier manera, no de otra manera, los hombres y las mujeres, en nuestro origen, somos palabra, creados y recreados por la Palabra: \u201cAl principio ya exist\u00eda la palabra […] Mediante ella se hizo todo […] y las tinieblas no la han escuchado\u201d (Jn 1, 1-5).
              \nLa educaci\u00f3n en el silencio trata justamente de aprender a manejarse con las tinieblas y en las tinieblas hasta llegar al lugar de la luz, que es tambi\u00e9n el lugar de la Palabra.
              \n 
              \n\u00a0<\/strong><\/p>\n

                \n
              1. \u00abMonici\u00f3n final\u00bb<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                 
                \nUna de las tragedias educativas con la que hoy se encuentran los educadores y los educadores en la fe es que los educandos manifiestan dificultades grandes para llevar una vida unificada, es decir, interior. Y las generaciones m\u00e1s j\u00f3venes s\u00f3lo son un reflejo de lo que est\u00e1 pasando en generaciones m\u00e1s adultas.
                \nEs dif\u00edcil anunciar el evangelio en la tierra sin labrar de muchas personas. All\u00ed la semilla del reino no tiene condiciones para crecer.
                \nSe imponen tareas urgentes que posibiliten a la persona ser persona, ser ella misma, tener conciencia de ser ella misma. La misi\u00f3n de anunciar el evangelio a todas las gentes conlleva la de hacer que las personas alcancen su condici\u00f3n de persona.
                \nEs justamente la urgencia del evangelio la que se convierte en urgencia humanizadora. No se puede tener palabra personal con el Dios que nos solicita si no somos aquello que estamos convocados a ser. Nuestro di\u00e1logo con dios depende de nuestra madurez personal.
                \n 
                \nLa fe cristiana y el anuncio de la Palabra son, en primer lugar, una convocaci\u00f3n a madurar personalmente, a ser capaces de entablar di\u00e1logo con Dios. Esta tarea de maduraci\u00f3n puede ser previa o concomitante al mismo anuncio.
                \nEn la actual situaci\u00f3n hist\u00f3rica se detectan \u00abagujeros negros\u00bb que preocupan y que comprometen la globalidad de la maduraci\u00f3n personal. Bajo el concepto de interioridad acabamos de describir algunos focos en los que conviene unir esfuerzos. La descripci\u00f3n hecha es ya una invitaci\u00f3n y orientaci\u00f3n para encauzar la tarea educativa.
                \nLa interioridad, entendida como una manera de ser y no como cualidad espiritual, es fin supremo de toda educaci\u00f3n, de todo proyecto verdaderamente personal, por eso de todo proyecto pastoral. Hacerse transparente a s\u00ed mismo, romper la opacidad de su propio yo es la mejor manera que la persona tiene de descubrir el horizonte de relaciones posibles con los dem\u00e1s, con las cosas y con Dios.
                \nEl camino exige un proceso lento y sistem\u00e1tico hasta que la persona llegue a ser poseedora de s\u00ed misma, de su sentido. Para alcanzar la meta la persona necesita de otros, y, en todo caso, del Otro. S\u00f3lo el di\u00e1logo con alguien permite que yo descubra lo que soy y lo que puedo ser.
                \n 
                \nTermino con unas palabras de Tillich:
                \n\u201cNuestros intentos por evitar el camino que nos lleva a esa profundidad, resultan comprensibles. Uno de los m\u00e9todos para dejarla de lado consiste en afirmar que las cosas profundas resultan excesivamente alambicadas como para que pueda entenderlas una inteligencia iletrada. Pero la caracter\u00edstica de una aut\u00e9ntica profundidad es su sencillez. Si dec\u00eds: \u00abme resulta demasiado profundo, no alcanzo a comprenderlo\u00bb, os est\u00e1is enga\u00f1ando a vosotros mismos. Porque habr\u00edais de saber que nada de lo que tiene aut\u00e9ntico significado resulta demasiado dif\u00edcil de comprender a cualquier persona. No se elude la verdad porque sea demasiado dif\u00edcil, sino porque es inc\u00f3moda. No confundamos, pues, las cosas alambicadas con las cosas profundas de la vida. Ning\u00fan alambicamiento nos ata\u00f1e incondicional y \u00faltimamente; y, por eso, es indiferente el que lo entendamos o no. Pero todo lo profundo ha de inquietarnos siempre, porque es para nosotros de significado infinito el que podamos aprehenderlo o no\u201d
                <\/a>.\u00a0\u00be
                \n 
                \n\u00c1lvaro Ginel<\/strong>
                \n 
                \n
                <\/a>\u00a0L. DUPR\u00c9,\u00a0Educaci\u00f3n cristiana en orden a la ainterioridad,\u00a0<\/em>en \u00abEducar al hombre interior\u00bb, Cuadernos de la OIEC n. 2, Jornadas Mundiales de Estudio, febrero 1986, 27.
                \n 
                \n
                <\/a>\u00a0P. TILLICH,\u00a0La dimensi\u00f3n perdida,\u00a0<\/em>DDB, Bilbao 1970.
                \n
                <\/a>\u00a0Ib\u00edd., p. 12.
                \n
                <\/a>\u00a0Ib\u00edd., p. 59.
                \n
                <\/a>\u00a0Ib\u00edd. p.118.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

                \u00c1lvaro Ginel\u00a0es profesor en el Instituto Superior de Teolog\u00eda \u00abDon Bosco\u00bb (Madrid) y director de la revista \u00abCatequistas\u00bb. Miembro tambi\u00e9n del Consejo de Redacci\u00f3n de\u00a0\u00abMisi\u00f3n Joven\u00bb.   S\u00edntesis del Art\u00edculo: La interioridad, ese tomar \u00aben profundidad\u00bb cada uno la vida en sus manos, en muchos casos, resulta una \u00abdimensi\u00f3n perdida\u00bb. El art\u00edculo considera algunos elementos […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[126,142,339,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12284"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12284"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12284\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12284"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12284"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12284"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}