{"id":12352,"date":"1998-10-01T08:02:01","date_gmt":"1998-10-01T06:02:01","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12352"},"modified":"1998-10-01T08:02:01","modified_gmt":"1998-10-01T06:02:01","slug":"12352-2","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/12352-2\/","title":{"rendered":"Adolescentes y Reconciliaci\u00f3n"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Ignacio Garc\u00eda Sa\u00f1iz,\u00a0<\/strong>psic\u00f3logo y director espiritual del Colegio \u00abSan Jos\u00e9\u00bb de Valladolid. [vc_row][vc_column][vc_column_text]Ignacio Garc\u00eda Sa\u00f1iz,\u00a0psic\u00f3logo y director espiritual del Colegio \u00abSan Jos\u00e9\u00bb de Valladolid. S\u00edntesis del Art\u00edculo: El autor, arrancando de un modelo espec\u00edfico y con un claro objetivo educativo-pastoral, formula una propuesta concreta para celebrar el\u00a0\u00absacramento de la reconciliaci\u00f3n\u00bb\u00a0con adolescentes en la ESO. Una propuesta que esencialmente trata de poner el acento en la esperanza […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[126,314,315,94],"tags":[],"class_list":["post-12352","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1998-mision-joven-2","category-estudios-261","category-ignacio-garcia-saniz","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12352","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12352"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12352\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12352"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12352"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12352"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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\nS\u00edntesis del Art\u00edculo:
\nEl autor, arrancando de un modelo espec\u00edfico y con un claro objetivo educativo-pastoral, formula una propuesta concreta para celebrar el\u00a0\u00absacramento de la reconciliaci\u00f3n\u00bb\u00a0con adolescentes en la ESO. Una propuesta que esencialmente trata de poner el acento en la esperanza cristiana y en el perd\u00f3n como claves educativas para que los adolescentes construyan arm\u00f3nicamente su propia personalidad.
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\nLa confesi\u00f3n ha tenido diferentes formas a lo largo de la historia y se ha ido adaptando a las necesidades de los fieles. La primitiva Iglesia la tom\u00f3 exclusivamente como salvaguarda de la comunidad ante contados esc\u00e1ndalos de algunos de sus fieles, que recobraban la comuni\u00f3n en la fe tras el perd\u00f3n de los creyentes. Los monjes medievales irlandeses la usaron como medio de reconciliaci\u00f3n con Dios casi exclusivamente en el terreno de lo individual.
\nCabe que, en los ambientes educativos donde trabajamos, estudiemos las posibilidades de adaptar la confesi\u00f3n, con ciertos retoques de procedimiento, para que se transforme en instrumento de crecimiento y afianzamiento personal y colectivo en la fe y pr\u00e1ctica cristianas de nuestros educandos. Se trata, pues, de hacer conscientemente de la confesi\u00f3n un instrumento de educaci\u00f3n cristiana.
\nEn estas p\u00e1ginas explico e intento justificar en el plano de la doctrina y de la psicolog\u00eda unos pocos elementos concretos, con los que ir configurando la confesi\u00f3n de los adolescentes como ese instrumento de educaci\u00f3n cristiana. Apenas se tocan otras realidades m\u00e1s\u00a0ambientales<\/em>\u00a0que describen la fenomenolog\u00eda de la vida del adolescente y que est\u00e1n claramente aparte del marco estricto del sacramento como acto lit\u00fargico. Cierto que esas realidades est\u00e1n relacionadas e \u00edntimamente ligadas a cuanto aqu\u00ed se comenta. El educador que es tambi\u00e9n confesor tiene una doble raz\u00f3n para preocuparse por dichas implicaciones que no desarrollamos en nuestro estudio.
\nEl tratamiento de la confesi\u00f3n aqu\u00ed esbozado se aplicar\u00eda concretamente a partir de la \u00faltima confesi\u00f3n de alumnos\/as del primer ciclo de la ESO y hasta el final del segundo ciclo. He preferido no quedarme en puras consideraciones te\u00f3ricas. Pero quiero que las soluciones y sugerencias concretas indicadas a continuaci\u00f3n, se tomen exclusivamente como marco de los razonamientos y reflexiones que vienen m\u00e1s adelante. Estos razonamientos\u00a0\u00a0son lo que de verdad importa a la hora de tomar decisiones v\u00e1lidas, en el sentido que parezca m\u00e1s oportuno despu\u00e9s de considerarlos en profundidad y tras discutirlos entre los responsables directos en el centro.
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0MODELO PARA LA PREPARACI\u00d3N DE LA CONFESI\u00d3N (14 A\u00d1OS)<\/strong>
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\nLa confesi\u00f3n que ahora vamos a hacer ser\u00e1 provechosa y \u00fatil si:
\nn\u00a0Primero,<\/em>\u00a0damos gracias a Dios por todo lo que hemos hecho bien y ello nos hace pensar que \u00c9l est\u00e1 satisfecho con nosotros porque nos siente cada vez m\u00e1s cercanos.
\nn\u00a0Segundo,<\/em>\u00a0le confesamos y le pedimos perd\u00f3n por lo que estamos arrepentidos de haber hecho mal.
\n
\nDios quiere contar con nuestra capacidad de reflexionar para que le\u00a0obsequiemos<\/em>\u00a0con nuestro esfuerzo para ser mejores, de una manera que nos convenza a nosotros mismos por parecernos razonable y conveniente. Repasa, pues, el cuestionario que sigue a continuaci\u00f3n, teniendo en cuenta que lo vas a usar de este modo:
\nn\u00a0Piensa en las dos o tres cosas que crees son las m\u00e1s importantes tanto en lo bueno que has hecho (1\u00ba) como en lo que has fallado (2\u00ba). No m\u00e1s de seis cosas en total. Sin angustiarte, si es que olvidas algo.
\nn\u00a0Cu\u00e9ntaselo al confesor, que te animar\u00e1 -de parte de Dios- a darle gracias por lo bueno que has hecho con su ayuda… y a mejorar en lo que no es tan bueno. El perd\u00f3n de Dios es para siempre, o sea, que ya no tendr\u00e1 en cuenta los pecados nunca m\u00e1s. Este es el gran regalo que \u00c9l nos hace en la confesi\u00f3n.
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/strong>o\u00a0Relaciones con Dios<\/strong>
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\nn\u00a0\u00bfHe acompa\u00f1ado con alegr\u00eda a mi familia o a mis amigos para ser fiel a mi cita con Dios cada domingo? \u00bfO me he dejado llevar por la pereza, la desgana o la comodidad?
\nn\u00a0En mis comuniones, \u00bfhe procurado concentrarme y alegrarme con Jes\u00fas?
\nn\u00a0\u00bfHe rezado mis breves oraciones antes de acostarme?
\nn\u00a0\u00bfMe he acordado de poner todos mis problemas en manos del Dios bondadoso?
\nn\u00a0\u00bfHe utilizado los nombres de Dios o de la Virgen poco respetuosamente?
\nn\u00a0Sobre todo, \u00bfme creo que quien m\u00e1s interesa -que es Dios-, me conoce por mi nombre, me lo ha dado todo, me ama personalmente a m\u00ed hasta la locura y tiene sus planes para mi vida de modo que yo sea siempre feliz y haga m\u00e1s felices a los dem\u00e1s?
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/strong>o\u00a0Relaciones con mis amigos, profesores y familiares<\/strong>
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\nn\u00a0\u00bfMe gusta decir siempre la verdad o he mentido cuando me interesaba?
\nn\u00a0\u00bfAgradezco el aprecio y el cari\u00f1o que me muestran mis padres, familiares, profesores y amigos?
\nRespondiendo ahora a las cinco preguntas siguientes ver\u00e1s si haces todo lo que est\u00e1 en tus manos para merecer ese aprecio y cari\u00f1o que esperas de los que Dios te ha dado como amigos y familiares:
\nn\u00a0\u00bfDigo sinceramente\u00a0\u00abmuchas gracias\u00bb\u00a0a mis padres, profesores y siempre que alguien o me ha hecho favores o me ha atendido o dedicado su tiempo y esfuerzo?
\nn\u00a0\u00bfHe intentado ayudar a los dem\u00e1s cuando puedo o s\u00f3lo me he ocupo de lo m\u00edo?
\nn\u00a0\u00bfAcepto en mi grupo de amistades s\u00f3lo a los simp\u00e1ticos o que me convienen? \u00bfO me preocupo por los chicos y chicas que no tienen amigos, que est\u00e1n solos, que no se atreven a decir ante los dem\u00e1s qu\u00e9 es lo que prefieren?
\nn\u00a0\u00bfRespeto los gustos, opiniones y preferencias de todos? O \u00bfpretendo tener la raz\u00f3n en todo imponi\u00e9ndome a los dem\u00e1s?
\nn\u00a0\u00bfAyudo a todos en casa incluso cuando no me lo piden? \u00bfO pretendo seguir con las ventajas del ni\u00f1o peque\u00f1o y mimado que tiene s\u00f3lo derechos y nunca la obligaci\u00f3n de colaborar en lo que puedo y hacer m\u00e1s agradable la vida familiar?
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/strong>o\u00a0Relaciones conmigo mismo<\/strong>
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\nn\u00a0\u00bfEstudio todo lo que puedo? \u00bfO, como muchos, s\u00f3lo me preocupo de aprobar, de cumplir pasando sin esfuerzo ni ilusi\u00f3n?
\nn\u00a0\u00bfQuiero de verdad aprender, prepararme para estudios m\u00e1s dif\u00edciles, asimilar lo me va a servir para poder dejar de ser una carga en la familia?
\nn\u00a0\u00bfIntentas dominar las lecciones mal aprendidas estudiando a tiempo en casa? \u00bfO te escapas a la calle o te distraes con la televisi\u00f3n dejando sin acabar tus deberes y tu estudio a solas en casa?
\nn\u00a0\u00bfPongo empe\u00f1o en controlar y mejorar mis sentimientos? \u00bfEn cuidar de m\u00ed mismo respetando y controlando mi cuerpo y sus impulsos?
\nn\u00a0\u00bfMe esfuerzo en hacer de m\u00ed una persona responsable en el trabajo, que es de fiar cuando doy mi palabra, que goza siendo amable con todos?
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\nConforme a este modelo, a partir de la \u00faltima confesi\u00f3n del primer ciclo se introducir\u00edan los cambios apuntados. Los dos m\u00e1s significativos se refieren a la introducci\u00f3n de sentimientos de acci\u00f3n de gracias a Dios (1\u00ba) y a centrarse en unos pocos fallos m\u00e1s importantes o graves (2\u00ba), donde concentrar los esfuerzos a corto plazo. Al ser los m\u00e1s importantes o graves, la integridad de la confesi\u00f3n queda a salvo. No estar\u00e1 de m\u00e1s que se haga caer en la cuenta de este extremo a los confesandos.
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\nCualquier cambio puede implicar desconcierto y distracci\u00f3n en actos que requieren la m\u00e1xima concentraci\u00f3n. Si se introducen en el tema de la confesi\u00f3n, requerir\u00e1n una explicaci\u00f3n razonada previa ante los alumnos. A continuaci\u00f3n se aportan ideas m\u00e1s que suficientes para poder hacerlo. Todo ha de ser sopesado y cuidado en los detalles antes de ponerlo a funcionar. Los experimentos a bote pronto se hacen con gaseosa, nunca con champ\u00e1n.
\n <\/p>\n\n
\nEn los a\u00f1os anteriores el ni\u00f1o o preadolescente ha conseguido expresar con claridad suficiente sus fallos y deficiencias respecto a sus obligaciones morales y religiosas. Su sentido de culpabilidad es agudo y su sinceridad conmueve. El confesor que trata con ni\u00f1os, probablemente se ha visto obligado m\u00e1s de una vez a atemperar el sentido excesivo de autoinculpaci\u00f3n de sus juicios morales. Quiz\u00e1 ha tenido que decir expresiones como:\u00a0\u00abme dices\u00a0a veces no obedezco,<\/em>\u00a0y yo interpreto que\u00a0s\u00f3lo a veces no obedeces, pero casi todas las veces obedeces<\/em>\u00bb.<\/em>\u00a0Una interpretaci\u00f3n muy probablemente justa por parte del sacerdote y que el ni\u00f1o o la ni\u00f1a sin duda agradecer\u00e1n.
\nNi\u00f1os y preadolescentes encuentra dificultades para modular la frecuencia o gravedad de sus faltas. Sus juicios sobre s\u00ed mismo y los dem\u00e1s adolecen de esa misma falta de ponderaci\u00f3n y tienden a ser excesivamente duros. El confesor comprensivo ha intentado compensar esas deficiencias; ha ayudado a que las vivencias del ni\u00f1o sobre la confesi\u00f3n sean positivas.
\nEn la horquilla de los 14 a 16 a\u00f1os, o incluso antes, los confesandos han dado un salto cualitativo en su personalidad y han entrado en la que se ha llamado\u00a0\u00abedad cr\u00edtica\u00bb. Refiri\u00e9ndonos a \u00e9sas y posteriores edades, se habr\u00eda de intentar un doble objetivo:
\nn\u00a0Mejorar las capacidades de emitir juicios equilibrados sobre s\u00ed mismo y sobre los dem\u00e1s, modulados ahora -como comprobaremos m\u00e1s adelante- con nuevos elementos de su percepci\u00f3n de los adultos.
\nn\u00a0Reforzar la confianza del adolescente en el confesor. Darle\u00a0cancha<\/em>\u00a0para que pueda fiarse de \u00e9l. Intentar que el adolescente contin\u00fae manteniendo la sinceridad y franqueza de la infancia, ya que no su espontaneidad.
\nA este doble objetivo aluden las referencias a Dios\u00a0(Dios quiere contar…)<\/em>\u00a0y al confesor\u00a0(Cu\u00e9ntaselo al confesor…)<\/em>\u00a0se\u00f1aladas en el\u00a0modelo.<\/em>\u00a0En las primeras se aplica y adapta a la situaci\u00f3n que nos ocupa el principio general de moral cristiana que expone San Pablo en Rom 12,1\u00a0(rationabile obsequium vestrum):<\/em>\u00a0todo cuanto dais a Dios que est\u00e9 puesto en raz\u00f3n, que se corresponda con lo que la naturaleza se\u00f1ala como conveniente, aunque la fuerza del Esp\u00edritu pueda tambi\u00e9n llevarnos a posiciones mucho m\u00e1s audaces e insospechadas. Ese mismo Esp\u00edritu inspirador y gu\u00eda es calificado en Sab 7,23 como\u00a0spiritus intelligentiae sanctus… humanus:<\/em>\u00a0\u00abhumano\u00bb\u00a0o conforme con todo lo mejor del hombre. Cristo toma nuestra humanidad para salvarla y acercarnos a su divinidad.
\nPasando esa doctrina a nuestro caso, es claro que se habr\u00e1n de tener en cuenta las capacidades crecientes del adolescente para aprehender los aspectos morales, juzgarlos y decidir sobre ellos dentro del proceso de su maduraci\u00f3n moral.
\nEste es el planteamiento que va impl\u00edcito en la invitaci\u00f3n que se hace al confesando a recordar sus logros y sus faltas y tomar la iniciativa para establecer un orden adecuado y reflexivo de prioridades.
\n
\n
\nSe trata, entonces, de buscar entre todos respuestas v\u00e1lidas a ese doble objetivo y cuestionamiento: \u00bfC\u00f3mo hemos de reflexionar los educadores y confesores y sobre qu\u00e9 elementos de la psicolog\u00eda evolutiva del adolescente? \u00bfC\u00f3mo y sobre qu\u00e9 aspectos de su vida hemos de hacer reflexionar a los adolescentes?
\nPrecisamente en la frontera de estos a\u00f1os, es donde el abandono de la pr\u00e1ctica religiosa se generaliza. \u00bfNo ser\u00e1 oportuno el cuestionarse si estamos o no acertando con las vetas, con los puntos de apoyo, con la sinton\u00eda de sus actitudes m\u00e1s profundas? \u00bfO es que no tendremos que repensar y redescubrir las razones que determinan su rechazo? \u00bfNo es nuestra obligaci\u00f3n m\u00e1s seria intentar por todos los medios dar toda la potencialidad al regalo del perd\u00f3n de Dios cualquiera sea el envoltorio de ceremonias con que lo presentemos?
\nParece razonable y conveniente que, al final del primer ciclo de la ESO, se introduzca oportunamente esa luz de Dios que nos ayude a discernir, buscando en todo su voluntad con humildad y sinceridad. Que no nos asustemos por lo que tiene de nuevo y diferente. Que a su debido tiempo se sopese todo y se contrasten los resultados con la experiencia.
\n <\/p>\n\n
\nEl adolescente necesita un campo de autoexplicaci\u00f3n m\u00e1s amplio que el de la simple relaci\u00f3n de sus fallos. Estos fallos los va percibiendo ahora como reiterativos. Insistir en el mismo procedimiento que el seguido en su infancia puede llevarle progresivamente a una cierta desorientaci\u00f3n y hasta la experiencia personal de una profunda frustraci\u00f3n. Puede tener una sensaci\u00f3n, cada vez m\u00e1s claramente percibida y sentida, de que no avanza y llegar en un determinado momento, consciente o inconscientemente, a la conclusi\u00f3n -quiz\u00e1 s\u00f3lo subjetiva, pero v\u00e1lida en el mundo interior de su percepci\u00f3n de valores- de que la confesi\u00f3n no le sirve de gran cosa. De hecho vemos que es as\u00ed.
\nEn este momento percibimos que el adolescente est\u00e1\u00a0desmoralizado.\u00a0<\/em>Quiz\u00e1 porque no hemos conectado con la absoluta necesidad de abrirle el horizonte de esperanzas, que \u00e9l o ella intuye le corresponde en el momento en que se le abren todas las posibilidades en la vida. No hemos entrado suficientemente en sinton\u00eda con su apasionado inter\u00e9s por adivinar en qu\u00e9 puede consistir su futuro y c\u00f3mo puede comenzar ya a cimentarlo y construirlo. No hemos enfatizado lo bastante y puesto de relieve ante sus ojos que en sus manos est\u00e1 el poder escoger y decidir lo mejor ya desde ahora. Posiblemente no hemos sabido hacerle so\u00f1ar hasta d\u00f3nde puede llegar en el camino del bien, con s\u00f3lo mantener una actitud permanente de reflexi\u00f3n personal, particularmente en la confesi\u00f3n.
\nY esto nos ha podido ocurrir porque no hemos empezado centrando su atenci\u00f3n en la mejora de sus capacidades personales de todo orden, y en los avances y logros conseguidos, de los que con raz\u00f3n est\u00e1 profundamente satisfecho y por los que deber\u00eda, como buen nacido, estar agradecido a sus padres y educadores, a sus amistades y, sobre todo y antes que a nadie, a Dios.
\nEn la medida en que no hayamos cumplido los anteriores supuestos, habremos de admitir que no hemos sido capaces de sintonizar afectivamente, o sea efectivamente, con su mundo de percepciones y actitudes. Y muy posiblemente habremos empezado a perder el rumbo cuando nos hemos centrado, siguiendo rutinariamente procedimientos tradicionales del sacramento de la penitencia, \u00fanicamente en el aspecto negativo de sus fallos.
\n\u00bfAs\u00ed, no hemos podido haber traicionado un poco la generosidad y la grandeza de los planes de Dios sobre el educando?
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\n
\n
\nSu sensaci\u00f3n de frustraci\u00f3n o desapego es tanto m\u00e1s probable por cuanto puede interferir o chocar duramente contra otros aspectos propios de la psicolog\u00eda espec\u00edfica del adolescente. Indicamos a continuaci\u00f3n algunos de esos elementos de posible conflicto.
\n <\/p>\n\n
\nEl adolescente tiene una muy clara percepci\u00f3n de que su propia personalidad aflora ahora con fuerza. Muy posiblemente no sepa articular ante los dem\u00e1s la presencia de esta su nueva realidad existencial, pero la sentir\u00e1 en su interior con toda su fuerza y tender\u00e1 a apoyarse en esa sensaci\u00f3n con creciente ardor, incluso con obstinaci\u00f3n, para presentarse as\u00ed ante los dem\u00e1s como \u00fanico due\u00f1o indiscutible de sus propias decisiones.
\nSin embargo a\u00fan no es muy capaz de sopesar serenamente la necesidad de pactos y acuerdos con su entorno social y familiar.
\nPor otro lado, la seguridad en s\u00ed mismo es a\u00fan d\u00e9bil y fluctuante. No tiene totalmente cogida la medida de su propia fuerza, independencia y poder de decisi\u00f3n personales. Su pugna contra los mayores es expresi\u00f3n de una inmadurez latente.
\nLas reacciones del adolescente ante esta mezcla de fuerza y debilidad pueden llegar a parecernos, al menos, desconcertantes. Exigir\u00e1 brusca o soterradamente un trato de parte de los adultos, sobre todo los m\u00e1s cercanos a \u00e9l, que tenga en cuenta sus preferencias y su capacidad de decidir por s\u00ed mismo sobre asuntos que va considerando exclusivamente propios.
\nEn otros contextos diferentes, podr\u00edan tomarse a la ligera estas actitudes extremosas del adolescente. En la confesi\u00f3n se han de tomar en lo que tienen de m\u00e1s serio: la afirmaci\u00f3n de su personalidad. Se ha se\u00f1alado, no sin raz\u00f3n, que el tipo de vida y de persona se van a decidir fundamentalmente en esos pocos a\u00f1os. De una manera impl\u00edcita y, en ocasiones, muy expl\u00edcita, el adolescente tiene ya clara conciencia de lo que quiere ser. El peso y transcendencia de esta toma de postura no va a ser en absoluto banal.
\nEl que ayuda a preparar las confesiones debe tener todo esto muy en cuenta. Concretamente debemos advertir al adolescente que son precisamente sus problemas m\u00e1s \u00edntimos y personales los que ha de presentar al confesor, quien le ha de ayudar a pensar para tomar responsablemente las decisiones m\u00e1s convenientes y correctas. Est\u00e1 en juego la definici\u00f3n de lo que va a ser su vida. Si algo importa realmente es su vida. Y si se lo planteamos con sinceridad y confianza veremos que es lo que de verdad m\u00e1s interesa al propio adolescente.
\n\u00c9l o ella se sentir\u00e1n entonces a salvo, con su personalidad reafirmada. Si, despu\u00e9s, su decisi\u00f3n entra en terrenos de actitudes vitales, de su formaci\u00f3n como persona -no s\u00f3lo de sus prop\u00f3sitos de estudiar m\u00e1s y mejor, aunque tambi\u00e9n en ellos-, de preocupaci\u00f3n por aspectos de su car\u00e1cter, del modo de afrontar una realidad familiar complicada o penosa, etc.,\u00a0\u00a0el adolescente ir\u00e1 form\u00e1ndose una idea de s\u00ed mismo cada vez m\u00e1s articulada, coherente y madura.
\nEn cada una de las posibles situaciones aludidas, y en muchas otras m\u00e1s, el confesor tiene la oportunidad de incluir el\u00a0\u00abpapel de Dios\u00bb\u00a0con decisi\u00f3n y naturalidad. M\u00e1s a\u00fan, la posible soluci\u00f3n deseada s\u00f3lo vendr\u00e1 si la situaci\u00f3n se encuadra dentro de los planes de Dios sobre cada persona.
\n
\n
\n
\nEn cualquier caso, ninguna de las seis confesiones que el adolescente previsiblemente puede hacer como media en dos a\u00f1os de su vida, deber\u00eda ser simplemente reducidas a la soluci\u00f3n de problemas que el adolescente puede considerar intranscendentes. En el contexto \u00edntimo de sus vivencias, utilizar de ese modo la confesi\u00f3n, se interpreta como una tomadura de pelo.
\n <\/p>\n\n
\nEl sentimiento de culpabilidad del adolescente ya no es simple y candoroso como lo fue en el ni\u00f1o. El adolescente se ve impulsado por la necesidad, interiormente muy sentida, de crear en su entorno la sensaci\u00f3n de que es fiable a la hora de tomar sus propias decisiones. En esta especie de pugna de competencias, cuando adviene el fallo o el error, el adolescente puede tender, justa o injustamente, a echar sobre los mayores toda la culpa o parte de ella.
\nAhora va percibiendo con mayor claridad los fallos y deficiencias de los adultos, incluso nuestra tendencia a exculparnos de los fallos y a disimular los errores. Y, claro est\u00e1, tiende a copiar cuanto aprende de los adultos, tambi\u00e9n los aspectos m\u00e1s negativos. El adolescente no hace lo que se le dice -tiene una independencia terca y reci\u00e9n nacida-, hace lo que aprende de los que le son m\u00e1s cercanos f\u00edsica o\u00a0emocionalmente.<\/em>
\nDefinitivamente, el de la imposici\u00f3n sin m\u00e1s explicaciones o el de la norma no son los caminos adecuados. S\u00ed lo es, cuando el adolescente est\u00e1 estrenando todo tipo de nuevas relaciones humanas, el de un trato con afecto.
\nParticularmente, su acercamiento a Dios depende de una\u00a0religaci\u00f3n\u00a0<\/em>afectivamente c\u00e1lida o de una\u00a0religi\u00f3n<\/em>\u00a0que no se dar\u00e1 nunca o se dar\u00e1 muy dif\u00edcilmente si no entran en juego elementos afectivos. Incluso las clases de religi\u00f3n que no se dan con un verdadero sentimiento por parte de la persona que las imparte van a ser muy poco efectivas. El adolescente -y en esto contin\u00faa siendo poco m\u00e1s que un ni\u00f1o- necesita una\u00a0cosmovisi\u00f3n<\/em>amiga y entra\u00f1able, o no entrar\u00e1 siquiera en el\u00a0juego.<\/em>
\nEs importante notar que pedir al confesando que nos diga, en primer lugar y antes de cualquier otra tema, en qu\u00e9 cosas piensa que Dios est\u00e1 satisfecho con \u00e9l o ella se evitan consecuencias o efectos irreparables y catastr\u00f3ficos desde el punto de vista de la delicadeza y respeto con que debe ser tratada cualquier persona con una inseguridad\u00a0cuasi<\/em>\u00a0constitucional en s\u00ed misma, como es la del adolescente.
\nLa selecci\u00f3n de temas hecha por el adolescente nos orienta sobre su capacidad de discernir, de razonar, etc., incluso acerca de su sinceridad y verdadera disposici\u00f3n al cambio o a la mejora.
\nSe crea de este modo una situaci\u00f3n favorable para abrir un di\u00e1logo en el que nuestro interlocutor es quien antes y m\u00e1s ha de hablar. Jam\u00e1s hemos de interrumpir a nadie cuando nos ha escogido como persona adecuada a la que se conf\u00edan las confidencias m\u00e1s \u00edntimas. Jam\u00e1s responder a la ligera, como con prisas, d\u00e1ndole la impresi\u00f3n de que sus problemas nos parecen irrelevantes. Tanto como lo que vamos a decir, interesa explotar los tiempos de nuestro silencio.
\nPor elementales principios de educaci\u00f3n, no podemos quedarnos fr\u00edos cuando alguien nos habla como a Dios. Una asignaci\u00f3n de papeles que desde luego nadie merece sin m\u00e1s. Esta situaci\u00f3n no nos ha de llenar del sentido de poder o prepotencia; nos ha de mover, arrastrar al amor del confesando, haci\u00e9ndonos compartir sus\u00a0depresiones<\/em>\u00a0-tan frecuentes en esta edad, aunque no se hagan notorias-, sus pesimismos, sus p\u00e1nicos, sus desconciertos. Claro est\u00e1 que con m\u00e1s entusiasmo, si cabe, hemos de acoger todos los \u00e9xitos con los que \u00e9l o ella nos alegran de verdad.
\nEl\u00a0desconcierto,<\/em>\u00a0ante ciertas cosas que Dios permite en nuestras vidas, es simplemente desconcierto. Mar\u00eda y Jos\u00e9, y casi todo el mundo despu\u00e9s de ellos, han sufrido toda clase de desconciertos. Podemos encontrar poderosas razones para que el confesando intente aceptar cuanto Dios decide. Nunca que acepte una realidad cuyo mejoramiento sea posible, y muchas veces lo es. Desde Abraham e Isaac, sabemos que Dios no acepta cierto tipo de sacrificios. Es conocido el fort\u00edsimo sentido de justicia que tiene el adolescente. Explicitemos en todo que s\u00f3lo se pretende hacerle justicia. No induzcamos nunca al victimismo que acaba en rechazo.
\nEl confesor ha partido de un\u00a0\u00abcuadro cl\u00ednico\u00bb\u00a0hecho con luces y sombras, pero m\u00e1s completo, m\u00e1s interpretable, m\u00e1s ponderado sobre la situaci\u00f3n de salud moral del confesando que el que pueda poner delante cualquier adolescente.
\nSobre todo si se le felicita cordialmente por los avances logrados, partiremos con una buena posici\u00f3n de salida para animarle a reafirmarse en lo positivo. Pero este tema merece un nuevo apartado.
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\nConstatamos, por todo lo anteriormente dicho, que el adolescente ha pasado a ser, m\u00e1s que mero objeto de educaci\u00f3n, sujeto y protagonista de la misma.
\nLa afirmaci\u00f3n y relativa consolidaci\u00f3n de su personalidad, incluso cuando es una mera exigencia de decidir por su cuenta al margen de los mayores, es un dato positivo de su desarrollo como persona. Y as\u00ed hay que reconoc\u00e9rselo o d\u00e1rselo a entender sin remilgos, incluso con el orgullo y la emoci\u00f3n de quien sabe que al confirmarle, por as\u00ed decirlo, est\u00e1 colaborando en dar a luz una criatura nueva.
\nEl aspecto m\u00e1s creativo de este crecimiento cualitativo o signo de maduraci\u00f3n -y hay que d\u00e1rselo a conocer y sentir igualmente- es la responsabilidad, que pasa gradualmente a depender del adolescente. Actuar con responsabilidad quiere decir intentar por todos los medios que las decisiones personales sean obligadamente justas y justificables ante mi conciencia -reducto \u00faltimo de moralidad- y ante los dem\u00e1s, si de alguna manera quedan implicados en las consecuencias de ciertas decisiones. Eso ocurrir\u00e1 de una u otra manera en la mayor\u00eda de los casos. Posiblemente no lo percibir\u00e1n as\u00ed, pero nuestra tarea consiste precisamente en hac\u00e9rselo ver con la evidencia de los hechos.
\nLas decisiones ser\u00e1n justas s\u00f3lo si han sido tomadas con criterios objetivos y objetivables. No vale simplemente decidir por cuenta propia; hay que aprender a decidir lo razonable. Y lo razonable es adem\u00e1s lo que es justo y conveniente para m\u00ed y para los dem\u00e1s. Incluso Dios no quiere de m\u00ed nada que no sea razonable.
\nLo razonable ser\u00e1 tambi\u00e9n lo que es oportuno, no antes ni despu\u00e9s de su tiempo, sino lo acertado despu\u00e9s de reflexionar, comparar y prever las consecuencias. En definitiva, aquello que me va a llevar al \u00e9xito como persona que va logrando cada vez un mayor equilibrio personal y una mejor adaptaci\u00f3n al entorno.
\nEs precisamente ahora, en la confesi\u00f3n, una vez que el penitente ha escogido los temas que m\u00e1s le llegan o preocupan, cuando el confesor, seg\u00fan la capacidad y receptividad del adolescente all\u00ed presente, har\u00e1 un ejercicio de respeto, acercamiento y aplicaci\u00f3n a la realidad concreta que se le presenta, para ayudarle en la formaci\u00f3n y toma de decisiones morales y cristianas. En realidad, es el penitente quien va a decidir, aunque sea\u00a0\u00a0imprescindible un di\u00e1logo con \u00e9l.
\n <\/p>\n\n
\nEl desarrollo de relaciones hacia los dem\u00e1s en los adolescentes es complejo y var\u00eda mucho de unos a otros. Los psicoanalistas lo contemplan estrechamente ligado a las reacciones sexuales del individuo. Sin negar que hay en ello mucha verdad, es una l\u00e1stima que no tengan m\u00e1s en cuenta su importancia dentro del desarrollo global de la persona.
\nEs cierto que hay buenas posibilidades de que el adolescente ande perdido en busca de un objeto o sujeto de su afectividad creciente y desconcertada. Se asocia a sus amigos buscando apoyo, v\u00e1lvulas de escape y, para bien o para mal, aprendizaje y orientaci\u00f3n.
\nQuiero insistir particularmente en el hecho de la enorme influencia que el grupo de amigos ejerce quienes lo forman. M\u00e1s concretamente en la dependencia afectiva que cada adolescente tiene con sus amigos del grupo.
\nPensemos en los enormes dramas personales cuando un o una adolescente se siente rechazado por alguien que consideraba amigo. Este sentimiento fort\u00edsimo de fidelidad entre adolescentes, \u00bfc\u00f3mo y porqu\u00e9 no puede ser empleado para referirlo a Dios; precisamente, cuando la fidelidad del adolescente va ser puesta duramente a prueba? \u00bfPorqu\u00e9 no hacerle reflexionar sobre ello?
\nUna vez que se les ha hecho conscientes del problema, apoy\u00e1ndose en que han podido sufrir las consecuencias en su propia carne, conviene recordarles que la fidelidad no se nos da gratis, sino que se crea y afianza a golpe de reflexi\u00f3n y generosidad. Quien no es fiel con los amigos, no lo ser\u00e1 con sus padres. Quien no es fiel con los hombres, no lo ser\u00e1 con Dios.
\nDios es fuente de todo amor. Quien es fiel con \u00c9l, lo ser\u00e1 con los suyos.
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\nEl adolescente que es invitado a hacer su nueva\u00a0\u00abprimera confesi\u00f3n\u00bb\u00a0debe ser informado al detalle del\u00a0nuevo<\/em>\u00a0procedimiento. Esto hemos intentado con el modelo presentado, que debe ser repartido cuando acceda a la capilla para repasar personalmente y preparar seriamente cuanto ha de decir en confesi\u00f3n.
\nHay que recordar, en \u00e9sta y en las sucesivas confesiones, que a esta edad se decide la actitud definitiva ante la vida y su confesi\u00f3n ha de tener ese alcance.
\nPor tanto, es muy conveniente que se aduzcan ejemplos concretos conforme se repasan los puntos del examen de conciencia (es m\u00e1s serio haber\u00a0dejado<\/em>\u00a0una misa dominical que un d\u00eda las oraciones de la noche, etc.), de manera que les induzcamos siempre a confesar lo m\u00e1s importante. Invitarles tambi\u00e9n a contar, entre los elementos negativos, toda clase de problemas personales con el entorno familiar y escolar. Introducir, motivar y crear en \u00e9l o ella sentimientos de agradecimiento por sus propios logros. Si no los encuentra, que se acuerde de los vinculados a otras personas, expresando su agradecimiento y recordando hechos lo m\u00e1s concretamente posible.
\nSe puede sugerir, entre muchos otros motivos concretos, el agradecimiento a los padres que hasta ahora les han mostrado la imagen de Dios, acompa\u00f1ado y apoyado a cumplir con el precepto dominical, etc. Tambi\u00e9n cualquier tipo de satisfacci\u00f3n nueva en casa o en el colegio.
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\nIncluso en la confesi\u00f3n de cada trimestre, m\u00e1s adelante, podr\u00e1n se\u00f1alarse y profundizar temas concretos. Pero la primera vez ha de procurarse la mayor sencillez y claridad, no dejando cabos sueltos que induzcan a la confusi\u00f3n.
\nPor tanto, esta primera vez, el adolescente necesita todas las ayudas. Dedicar un buen rato de reflexi\u00f3n previa a fijar detalles claros y concretos. Cuidar que la exposici\u00f3n sea ordenada. Ayudarles a reflexionar. Despertar su confianza en el confesor. De todo ello depender\u00e1 que la primera experiencia sea positiva.\u00a0n
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\nIgnacio Garc\u00eda Sa\u00f1iz<\/strong>[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"