{"id":12389,"date":"1998-09-01T09:49:22","date_gmt":"1998-09-01T07:49:22","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12389"},"modified":"1998-09-01T09:49:22","modified_gmt":"1998-09-01T07:49:22","slug":"vale-mucho-una-buena-educacion-criterios-de-calidad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/vale-mucho-una-buena-educacion-criterios-de-calidad\/","title":{"rendered":"Vale mucho una buena educaci\u00f3n: criterios de calidad"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Jos\u00e9 Luis Corzo<\/strong>, Escolapio, es Catedr\u00e1tico de Pedagog\u00eda de la Religi\u00f3n en la Facultad de Teolog\u00eda \u00abSan D\u00e1maso\u00bb y profesor en el Instituto Superior de Pastoral, ambos de Madrid.
\n 
\nS\u00edntesis del Art\u00edculo
\nDos historias, dos vidas \u2013tres con la propia del autor-, son el fondo donde aparece \u00ablo mucho que vale una buena educaci\u00f3n\u00bb. Para serlo, el art\u00edculo revisa primero algunas claves: educaci\u00f3n e instrucci\u00f3n, asumir a cada chico y chica como son e integrarlos en una colectividad viva, unir escuela y vida, educaci\u00f3n y afecto, y hacer posible que\u00a0nos<\/em>\u00a0eduquemos juntos. En segundo lugar, se concretan seis criterios para valorar la calidad de la educaci\u00f3n, seguidos de otras tantas claves para verificar y contrastar las diversas situaciones.
\n 
\nMe veo hu\u00e9sped una vez m\u00e1s de\u00a0Misi\u00f3n Joven<\/em><\/strong>\u00a0y bien que me alegro. Lo fui asiduamente con un tema similar (Claves educativas<\/em>) durante todo el a\u00f1o 1993 y despu\u00e9s en alguna que otra ocasi\u00f3n suelta. Aquellas claves se convirtieron en el libro\u00a0Educar(nos) en tiempos de crisis<\/em>\u00a0(Ed. CCS, Madrid\u00a02<\/sup>1996), y dieron t\u00edtulo a la revista del \u00abGrupo Milani\u00bb que ahora dirijo,\u00a0Educar(Nos);<\/em>\u00a0conten\u00edan -hasta entonces- mi concepto de la acci\u00f3n de educar. Me ser\u00e1 imposible no recuperar alguna de las notas de aquel concepto, pero confieso que he vivido m\u00e1s y la idea de educaci\u00f3n se me ha movido.
\n 
\nAhora s\u00e9 m\u00e1s, es decir, menos. Estoy cada vez m\u00e1s cierto de no poseer una idea completamente clara y distinta de educaci\u00f3n: se mezcla con la de crecimiento, relaci\u00f3n y vida humanas. Y al mismo tiempo -como ya sucedi\u00f3 cuando empec\u00e9 en el gremio- me siento muy ajeno a cierta forma de hablar y escribir en el oficio: suele usarse educar como acci\u00f3n transitiva, como si de dar algo se tratara y sin duda ya estuviera pose\u00eddo o debiera estarlo por quien se afana en educar a otros.
\nEn relaci\u00f3n con ello veo a muchos educadores temerosos del futuro que viene describir el presente como una hecatombe de los valores tradicionales que a toda costa pretenden inculcar. Me siento ajeno a ello y sospecho que si aprueban los resultados educativos logrados en algunos de sus mejores j\u00f3venes, a m\u00ed me resultar\u00e1n poco envidiables.
\n 
\nPero vayamos por partes y metamos un poco m\u00e1s de carne en el asador para no especular en fr\u00edo sobre asunto tan vivo y valioso como es educar.<\/p>\n

<\/h3>\n

1\u00a0\u00a0Cipriano<\/h3>\n

 
\nA\u00a0Cipriano<\/em>\u00a0lo conoc\u00ed una ma\u00f1ana que lo trajo su madre a nuestra Casa-escuela por mediaci\u00f3n de una asistente social de la Junta. Dificultades en casa por la bebida del padre que trastocaba todo. La madre, de m\u00e1s hijos, se ve\u00eda en la cara que era una sufridora profesional. El chico tendr\u00eda 14 a\u00f1os y cara de viejo. Atrasado en los estudios. Tampoco su cuerpo estaba bien configurado y le sobraba y le faltaba incoherentemente de todo, de piernas, de brazos, de espalda, de estatura, de proporciones en general.
\nMe decid\u00ed a quererle. No se puede educar sin amar me hab\u00edan dicho y lo asimil\u00e9 mucho desde el principio; cuando Cipriano, yo ya no era un novato. Le di cancha, le tuve en cuenta, le hice participar, le prest\u00e9 atenci\u00f3n, le proteg\u00ed de cualquier menosprecio de los compa\u00f1eros y le encomend\u00e9 a los mejores profesores voluntarios de la casa. Me enfrent\u00e9 a su familia, que lo descuidaba en la ropa, en la higiene, en atenci\u00f3n.
\nNo se abri\u00f3 f\u00e1cilmente, pero era alegre de vez en cuando y disfrut\u00f3 con los compa\u00f1eros que m\u00e1s se le acercaron y de los que supo ser amigo. Se le ve\u00eda contento de ser alguien en la casa y me gustaba verle intervenir e interesarse en la sesi\u00f3n diaria de lectura de noticias del peri\u00f3dico despu\u00e9s de cenar.
\nEs una suerte\u00a0educar a<\/em>\u00a0los pobres; enseguida se ven los beneficios, las huellas de tu acci\u00f3n y de tu entrega. Guardo una carta suya de a\u00f1os despu\u00e9s, cuando el conflicto del Golfo P\u00e9rsico, en la que echaba de menos aquellas sobrecenas interrog\u00e1ndonos porqu\u00e9s y c\u00f3mos sobre la informaci\u00f3n y lo informado. Buscaba, como entonces, el nombre verdadero que dar a cada cosa.
\nTermin\u00f3 con nosotros la FP agraria y aprendi\u00f3 otro oficio por su cuenta del que ahora vive. Ha ganado dinero, me llama con frecuencia y me invita a cenar. Est\u00e1 solo y bebe con exceso. Como todos, lo niega y se busca una ruina cada noche que sale. Sufre.
\nDestila pesimismo y desconfianza hacia los suyos. No acaba de asentar. Necesita una novia me digo siempre, pero no hay rastro de ello y va haci\u00e9ndose mayor. A veces me ha llamado con la \u00fanica intenci\u00f3n de hacerme saber que sigue vivo. No parece muy apegado a ello y alude vagamente algunas veces a cortar por lo sano, como otro conocido suyo del que me habl\u00f3. \u00bfQu\u00e9 queda ahora en Cipriano de lo nuestro? me pregunto insistente.
\n\u00bfQu\u00e9 m\u00e1s tuve que hacer? Jesucristo tal vez le hubiera reconciliado con su aspecto, con su padre y su vino, con su soledad propia, pero Cipri se mantuvo distante, aunque yo no le ahorr\u00e9 ni una misa de s\u00e1bado durante aquellos a\u00f1os. Me oy\u00f3 hablar de \u00e9l.<\/p>\n

\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02\u00a0\u00a0Juan Pedro<\/h3>\n

 
\n 
\nA\u00a0Juan Pedro<\/em>\u00a0lo conoc\u00ed con padre y madre un inicio de curso. Ya era agricultor de vocaci\u00f3n y se inscrib\u00eda en la escuela normalmente. Quer\u00eda ser m\u00e1s. Defender su tarea. Debi\u00f3 gustarles a toda la familia nuestro eslogan necesario entre aquellas penurias:\u00a0ser agricultor es una profesi\u00f3n, no una condena.<\/em>
\nEl padre era el alcalde y hab\u00eda decidido lo que su hijo ten\u00eda que aprender de nosotros. Ni un c\u00e9ntimo m\u00e1s; era seguro de s\u00ed y nos trataba con amabilidad hasta el borde de servilismo que se debe a los maestros, pero ning\u00fan posicionamiento para el chico deb\u00eda ser distinto de los suyos. El propietario de su hijo era \u00e9l y lo dejaba bien claro cuando lo devolv\u00eda a la casa-escuela tras las salidas al pueblo una vez al mes.
\nJuan Pedro se aprovech\u00f3 de nuestras ense\u00f1anzas y opin\u00f3 en todo como su padre hubiera hecho: gobierno socialista o\u00a0ucedero<\/em>, \u00c1frica hambrienta o\u00a0safariana<\/em>, Reagan o Gorbachov, este compa\u00f1ero necesitado o aqu\u00e9l otro juerguista y marrullero, no eran m\u00e1s que obst\u00e1culos a esquivar si amenazaban la tranquilidad propia, el modelo previsto que hab\u00eda que alcanzar: un\u00a0status<\/em>\u00a0social seguro y confortable, una hacienda agraria cada vez mejor, sin apariencias, una vida casera y aldeana con buen coche para los traslados y una regular astucia cultural para defenderse de las trampas habituales entre los agentes del mundo agropecuario.
\nNi una vez en los dos o tres a\u00f1os de convivencia asidua se equivoc\u00f3 Juanito. \u00a1Era su padre mismo! Yo tampoco me equivoqu\u00e9 del todo. Nunca fui a su casa y puse cara seria si el padre me estimulaba la satisfacci\u00f3n propia haci\u00e9ndome saber que las notas eran excelentes y que ya le hab\u00eda dicho como alcalde al jerarca tal o cual de la comarca que su hijo estaba educ\u00e1ndose con los escolapios.
\nNecesita una novia que le meta en danza, me dije alguna vez alucinando\u2026, y seguro que ya la habr\u00e1n encontrado. Tambi\u00e9n Juanito se mantuvo aparentemente distante de Jesucristo en la misa semanal.
\nNunca me ha escrito ni he vuelto a verle pero seguro que le ha ido bien y ser\u00e1 un hombre de provecho. La educaci\u00f3n paterna creo que le ha bastado y protegido. \u00bfLa nuestra? \u00bfHabr\u00e1 contribuido a la del padre?
\n <\/p>\n

\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03\u00a0\u00a0Releer la vida<\/h4>\n

 
\nReleo estas dos escenas de mi experiencia educadora para anotar las reflexiones que contribuyan a comprender mejor el hecho educativo.
\n 
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.1. Ense\u00f1anza e instrucci\u00f3n<\/em><\/strong>
\n 
\nUn m\u00ednimo imprescindible es diferenciar la educaci\u00f3n de la instrucci\u00f3n o ense\u00f1anza. \u00a1Ojal\u00e1 \u00e9sta \u00faltima ayude a educar y el progreso en adquirir conocimientos programados tambi\u00e9n eduque! Pero me temo que no. No me conformo con un buen estudiante y no estoy dispuesto a eliminar a uno s\u00f3lo de los malos.
\nCipriano necesitaba educaci\u00f3n, no buenas notas. Y Juan Pedro tambi\u00e9n, por el extremo opuesto. Hubiera sido un desastre proporcionar al primero en su corta vida un nuevo fracaso escolar y para ello se necesitaba el \u00e9xito. No s\u00e9 si logramos que el segundo entendiera esta diferencia: muchos colegios y familias igualan lo acad\u00e9mico con el desarrollo personal, pero la educaci\u00f3n va m\u00e1s honda.
\n 
\n 
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.2. Asumir a cada chico como es<\/em><\/strong>
\nAsumir a cada chico tal cual es parece tambi\u00e9n una observaci\u00f3n de principiantes. Pero \u00a1qu\u00e9 dif\u00edcil!
\n\u00bfQui\u00e9n sabe en una evaluaci\u00f3n inicial o previa hacerse cargo de la complejidad de Cipriano? La lista de sus experiencias m\u00e1s \u00edntimas, familiares, sociales, laborales, incluso biol\u00f3gicas, que hab\u00edan marcado sus 14 a\u00f1os, ya desentonaba elocuentemente de la m\u00eda. Suponiendo que hubiera sido capaz de detectarlas pronto, sin la confidencia y el paso muy atento del tiempo, no me hubiera sido f\u00e1cil reconstruirlas en m\u00ed mismo y llegar a entenderlas.
\nA decir verdad me sucede lo mismo con Juanito y su familia, su medio social; la cultura rural y agraria de esos peque\u00f1os pueblos castellanos me era completamente ajena.
\n 
\nDurante mis primeros a\u00f1os salmantinos cre\u00ed que me har\u00eda con ella f\u00e1cilmente, pero en veinte a\u00f1os no lo logr\u00e9 del todo. Baste un ejemplo. El disimulo y el silencio me parec\u00edan despreciables e inculcaba en los chicos la denuncia, el paso al frente y el dar la cara.
\nUn d\u00eda supe que la convivencia familiar simult\u00e1nea de varias generaciones en el medio rural convert\u00eda la transigencia y el callar en virtudes aquilatadas para la solidaridad y la buena vecindad tan necesarias.
\nPues bien, en el plano individual la dificultad de comprender y asumir se acent\u00faa. Cualquier ni\u00f1o se identifica con las manos cari\u00f1osas de sus padres, rugosas o no, con el olor de casa (a establo, a vino, a detergente), con el rostro aseado, sudoroso o sin afeitar del padre m\u00e1s grande de todos los posibles. Asume el gusto ornamental de la familia, el comedor a\u00f1ejo, las fotos de su historia, las servilletas de los d\u00edas grandes, las colchas y las enormes camas de la alcoba. Tambi\u00e9n en las chabolas o en los carromatos de los z\u00edngaros sucede as\u00ed.
\nLos ni\u00f1os hacen buenas las formas aprendidas, las opiniones de sus padres y el modo de comportarse con lo ajeno y lo propio. Captar todo eso, asumirlo y valorarlo no es nada f\u00e1cil, aunque imprescindible; destrozarlo con nuestras opiniones y condenas, con nuestro estilo est\u00e9tico y nuestras normas de urbanidad es la cosa m\u00e1s sencilla e infame del mundo. Me pregunto si la colonizaci\u00f3n no se habr\u00e1 llamado tambi\u00e9n educaci\u00f3n alguna vez.
\nMe hubiera gustado colonizar a Juanito, pero su padre me lo impidi\u00f3. (En educaci\u00f3n la familia est\u00e1 siempre por medio, pero no es la \u00fanica que educa ni la que debe someter a los dem\u00e1s: el ni\u00f1o no es propiedad de nadie, ni de la familia ni del Estado, el ni\u00f1o es suyo y ojal\u00e1 sepa poco a poco concertar en s\u00ed mismo a los diversos instrumentos educativos).
\nDe Cipriano en cambio, yo hubiera aceptado mediante cualquier rito inici\u00e1tico ser guiado hasta \u00e9l para comprenderle y quererle as\u00ed, como se merec\u00eda, con su familia y todo (aunque con ella tampoco hubo s\u00f3lo rosas).
\n 
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.3. Integrar en una colectividad viva<\/em><\/strong>
\n 
\nEntre la educaci\u00f3n ideal, que asume el mundo del muchacho para que responda por s\u00ed mismo y viva, y la educaci\u00f3n que lo transporta hacia otros intereses ajenos, ha de haber una tercera v\u00eda: integrarlo en una colectividad viva que se hace expl\u00edcita conciencia de la disyuntiva universal: \u00bfse trata de un s\u00e1lvese qui\u00e9n pueda o cuentan los dem\u00e1s, de instalarse en lo adquirido o de progresar juntos, de mantenerse o liberarse?
\nNo es s\u00f3lo cuesti\u00f3n de plantear las preguntas, sino de vivirlas. Al fin y al cabo, la vida no se vive en solitario, sino con otros, y la educaci\u00f3n igual. No me parecer\u00eda poco que Cipriano y Juan Pedro hubieran\u00a0convivido<\/em>\u00a0con nosotros una parte de su vida, ya que apenas logramos nosotros compartir la suya: con Juanito no me interes\u00f3 y con Cipriano no supe.
\nEn proporci\u00f3n con la dificultad de comprender a cada chico est\u00e1 la de programar bien sus objetivos finales. \u00bfQu\u00e9 era lo m\u00e1s necesario para Cipri? \u00bfUn oficio? Se arregl\u00f3 por su cuenta al margen del que le ofrecimos nosotros. Sin duda le vinieron bien nuestras ense\u00f1anzas, pero lo esencial era que ganara confianza en s\u00ed mismo y se sintiera acogido e integrado en una colectividad viva e interesante.
\n\u00bfY a Juan Pedro qu\u00e9 men\u00fa deb\u00edamos ofrecerle? Su comanda familiar estaba clara desde el principio, pero me sab\u00eda a poco y hasta a ego\u00edsmo y yo no la quer\u00eda compartir. Lo \u00fanico importante era que los dos respondieran por s\u00ed mismos a llamadas que su vida les hac\u00eda -y que apenas nosotros sab\u00edamos o\u00edr-. Tal vez Juan Pedro se haya enfrentado ya con el alcalde.
\n 
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.4. Escuela y vida<\/em><\/strong>
\n 
\nNuestra vida de entonces -como en cualquier escuela o internado- se impone sin muchas dificultades a los chicos. Se trata de estructuras fuertes, por las que ya han pasado muchos otros y obligan a chicas y chicos a adaptarse. Otro riesgo, m\u00e1s que una cualidad de las instituciones educativas. Sorprende ver en ellas tanta actividad, tanto educador y educadora desbordados de trabajo y tan perfectamente ajenos a la actualidad del mundo. Basta hablar con sus alumnos para comprender que viven ajenos, como en un mundo exclusivo de adolescentes, con el que no se mezclan las cosas adultas.
\nEl ant\u00eddoto no puede ser otro que verificar una y otra vez que palpamos la\u00a0vida<\/em>\u00a0y no inventos y artificios. Cipri y Juanito tra\u00edan la suya y ninguno de los dos deb\u00eda dejarla en el perchero de la entrada. Sus padres, nos gustaran o no, merec\u00edan atenci\u00f3n y opini\u00f3n y sitio y voz y voto (algunas veces). Tambi\u00e9n lo merec\u00edan los acontecimientos de la cr\u00f3nica diaria nacional e internacional, que nos acercaba el peri\u00f3dico diario. Tambi\u00e9n los hu\u00e9spedes que invit\u00e1bamos cada viernes por la tarde a dejarse preguntar por todos nosotros; \u00a1una sesi\u00f3n maravillosa para conocer gente nueva y modos de vivir y resolver nuevos problemas!
\n 
\n 
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.5. Educaci\u00f3n y afecto<\/em><\/strong>
\n 
\nMe sorprende releer dos veces en mis relatos el recurso a una novia eficaz, talism\u00e1n afectivo que sin duda esconde alg\u00fan poder curativo. Y es que nada puede hacerse en educaci\u00f3n sin los sentimientos (de gusto o disgusto, de agrado o de rabia) ni sin los afectos recibidos y entregados, compartidos con quienes se crece y se vive.
\nCon Cipriano, tal vez ese v\u00ednculo liviano de cartas y tel\u00e9fono, de alguna cena juntos, es la marca mejor de haber crecido los dos alguna vez, de tener algo a medias.
\nLo malo es que los afectos no se inventan ni se improvisan ni pueden multiplicarse al libre antojo.
\nUno no puede querer a todos, ni a cualquiera, sin inventarse una forma abstracta y seguramente inhumana de querer; una forma enseguida contradictoria de pretender apoyar al que oprime y desear al mismo tiempo la libertad del oprimido. Seguramente una forma sutil y c\u00f3moda, de tan universal, de camuflar la ausencia de un solo amor concreto en la vida de tantos educadores imposibles. Por el contrario, no es extra\u00f1o que algunos de ellos hayan agotado su capacidad de asumir m\u00e1s chicas y chicos en sus vidas, que hayan saciado su capacidad de relaciones personales aut\u00e9nticas y ahora s\u00f3lo sean buenos profesores y basta.
\nLlamarse al ejemplo de Cristo equivale (como en mis relatos) a olvidar que su presencia transita en su Esp\u00edritu y su Palabra a trav\u00e9s nuestro. Es improbable que pida de nosotros un amor sin coraz\u00f3n concreto ni opciones preferentes claras. Como dir\u00eda Paulo Freire, conviene saber que en este mundo nuestro tan sangrante siempre se educa irremediablemente a favor y en contra de alguien a la vez. Ignorarlo puede ser fatal.
\nPor otra parte, qu\u00e9 mal se entiende la educaci\u00f3n con estructuras mastod\u00f3nticas saturadas de gente y qu\u00e9 bien con los peque\u00f1os grupos, incluso de internado temporal, que sin anular la familia la relativice.
\n 
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.6. Tambi\u00e9n nosotros nos educamos<\/em><\/strong>
\n\u00a0<\/em><\/strong>
\nEsos dos episodios -y tantos otros- me han salido del alma, como debe ser, porque tambi\u00e9n yo me eduqu\u00e9 en ellos. Cipriano ha construido alguna parte de m\u00ed mismo, como Juan Pedro, aunque me parezca secundario y semiolvidado. Ambos configuraron parte de lo que soy ahora y, sin embargo, ninguno de los tres estamos acabados. Educar, sin duda, admite intensidades muy variadas e inacabables. Hay situaciones educativas y destructoras, saberes con los que se vive y se crece y saberes que matan, personas que hacen vivir con abundancia (Jn 10,10) o con raquitismo.
\n <\/p>\n

\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a04\u00a0\u00a0Criterios de Calidad<\/h3>\n

 
\n1<\/strong>\u00a0Es mala la educaci\u00f3n bancaria, la que da saber sabido y acotado, valores pose\u00eddos de antemano al margen de la bolsa. Es buena la educaci\u00f3n adherida a la vida misma, esa red de relaciones entretejidas, que hacen consistir al chico, su familia y su mundo como a todos nosotros, desde lo pr\u00f3ximo a lo m\u00e1s lejano. Si no se logra compartir su red, bueno ser\u00e1 que los chicos puedan compartir la nuestra, si es real.
\n 
\n2<\/strong>\u00a0Es mala la educaci\u00f3n que arroja in\u00fatiles por la borda, que selecciona, que no vence el fracaso. Ni con aprobar basta. Hay que asegurar un nivel m\u00e1s profundo de atenci\u00f3n a cada uno.
\n 
\n3<\/strong>\u00a0Es buena la educaci\u00f3n que revisa una a una las relaciones vitales para darle a cada cosa su nombre y cambiarlo cuando haga falta. Revisa la familia, la tele, las noticias, las diferencias Norte-Sur, las decisiones que se van tomando en casa, en el grupo, la escuela y uno mismo. Tonta la educaci\u00f3n que no se entera de nada o se cree neutral y al margen.
\n 
\n4<\/strong>\u00a0Es mala educaci\u00f3n la que responde a todo, y buena si deja interrogantes, acent\u00faa sorpresas, se\u00f1ala los misterios, inquieta el alma, da tiempo al tiempo y aprende a esperar. (Si quiere ser cristiana, ense\u00f1ar\u00e1 bien este mundo para que sea transl\u00facido y aparezca el Se\u00f1or, presente en el amor, la sed, el hambre, la injusticia de muchos\u2026).
\n 
\n5<\/strong>\u00a0Es buena si hay afectos, v\u00ednculos personales, amor concreto y defensa de real de los \u00faltimos, opci\u00f3n preferencial inexcusable. (No es mala la educaci\u00f3n si se notan estas preferencias y no se disimulan).
\n 
\n6<\/strong>\u00a0Es educaci\u00f3n si los chicos influyen en los educadores y crecen juntos, cada cual en su fase y su estilo. Si no, no.
\n 
\n <\/p>\n

\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a05\u00a0\u00a0Verificaci\u00f3n y contraste de situaciones<\/h3>\n

 
\nCabe preguntarse si la escuela actual, p\u00fablica o privada, en manos del mercado laboral y mediante una descarada y constante intervenci\u00f3n pol\u00edtica, sea un lugar educativo relevante. Instructivo s\u00ed, pero tan ajeno a la actualidad vital, que estas chicas y chicos parecen sometidos a un tratamiento de alienaci\u00f3n. Su mundo cada vez resulta m\u00e1s ajeno al nuestro. Urge la globalizaci\u00f3n o interdisciplinariedad de estudios vivos y concretos: del barrio, la inmigraci\u00f3n, la geopol\u00edtica, el arte, la econom\u00eda\u2026
\n 
\nLas cifras del fracaso escolar (maquilladas constantemente) denuncian por s\u00ed mismas el divorcio entre escuela y educaci\u00f3n. Urge recuperar lo educativo en la escuela o aumentar\u00e1n los \u00e1mbitos privados paralelos (grupos de todo tipo), a la larga clasistas.
\n 
\nLos educadores no pueden jugar al mismo tiempo a integrar a los chicos en este mundo injusto (neoliberal) y a criticarlo. La respuesta a la realidad que nos llama ser\u00e1 asunto final de cada uno, pero el an\u00e1lisis debe ser colectivo y muy cr\u00edtico. Corresponde en primer lugar a la escuela y tambi\u00e9n a la familia o a cualquier ambiente que pretenda ser educativo. El desaf\u00edo de la injusticia, la amenaza ecol\u00f3gica o imperialista hay que conjugarlas con la vida propia: la educaci\u00f3n ha de dar pistas inmediatas de acci\u00f3n: objeciones de conciencia, voluntariado, consumo alternativo, etc.
\n 
\nUrge ense\u00f1ar a dudar, a ignorar, a asombrarse. O mejor, urge que los educadores sepan menos, ense\u00f1en menos, transmitan menos verdad y m\u00e1s asombro, perplejidad y duda\u2026 incluso adoraci\u00f3n religiosa del amor de Cristo, tan raro y condescendiente.
\n 
\nA estos chicos hay que quererlos m\u00e1s y discutir con ellos, ser menos permisivos y m\u00e1s provocadores. Si anhelamos un mundo m\u00e1s justo para los \u00faltimos, querremos enrolar a \u00e9stos de cerca. Y tienen que notarlo. Si ellos son de los \u00faltimos, con mayor raz\u00f3n.
\n 
\nConvendr\u00eda no usar en transitivo el verbo educar. Al menos en reflexivo: educarse. Pero mejor en colectivo: nos educamos juntos, simult\u00e1neamente. Y bajar el tono: muchos de nosotros no estamos ni medio maduros para otra cosa que no sea ense\u00f1ar lo ya sabido, porque hace tiempo que no cambiamos hacia nada nuevo, que hemos dejado de responder y casi nunca estamos a la altura de Juanito y Cipriano.\u00a0\u00be
\n <\/p>\n

Jos\u00e9 Luis Corzo<\/h3>\n

[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Jos\u00e9 Luis Corzo, Escolapio, es Catedr\u00e1tico de Pedagog\u00eda de la Religi\u00f3n en la Facultad de Teolog\u00eda \u00abSan D\u00e1maso\u00bb y profesor en el Instituto Superior de Pastoral, ambos de Madrid.   S\u00edntesis del Art\u00edculo Dos historias, dos vidas \u2013tres con la propia del autor-, son el fondo donde aparece \u00ablo mucho que vale una buena educaci\u00f3n\u00bb. […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[126,303,305,94],"tags":[],"class_list":["post-12389","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1998-mision-joven-2","category-estudios-260","category-jose-luis-corzo","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12389"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12389"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12389\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12389"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12389"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12389"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}