{"id":12433,"date":"1998-07-01T08:20:12","date_gmt":"1998-07-01T06:20:12","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12433"},"modified":"1998-07-01T08:20:12","modified_gmt":"1998-07-01T06:20:12","slug":"la-noche-de-los-jovenes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-noche-de-los-jovenes\/","title":{"rendered":"La noche de los j\u00f3venes"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Miguel A. Mar\u00edn,<\/strong>\u00a0\u00abMigueli\u00bb,<\/strong>\u00a0es cantautor y \u00abeducador social\u00bb en \u00e1mbitos de inserci\u00f3n de marginados. [\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" [vc_row][vc_column][vc_column_text]Miguel A. Mar\u00edn,\u00a0\u00abMigueli\u00bb,\u00a0es cantautor y \u00abeducador social\u00bb en \u00e1mbitos de inserci\u00f3n de marginados. S\u00edntesis del art\u00edculo: El autor nos propone una mirada compasiva (de\u00a0patire cum,\u00a0de conocer entendido como una \u00abcuesti\u00f3n de entra\u00f1as\u00bb) capaz de descubrir luz en las experiencias de la noche y en las vidas de sus moradores, para entender los […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[126,287,296,94],"tags":[],"class_list":["post-12433","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1998-mision-joven-2","category-estudios-258-259","category-miguel-a-marin-migueli","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12433"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12433"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12433\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12433"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12433"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12433"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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\nS\u00edntesis del art\u00edculo:
\nEl autor nos propone una mirada compasiva (de\u00a0patire cum,<\/em>\u00a0de conocer entendido como una \u00abcuesti\u00f3n de entra\u00f1as\u00bb) capaz de descubrir luz en las experiencias de la noche y en las vidas de sus moradores, para entender los motivos de los j\u00f3venes, para contemplar la noche como espacio de libertad y tiempo de autonom\u00eda (con su m\u00fasica, su est\u00e9tica y la inseguridad entre sombras que esconde). Una mirada que nos permita ver las rejas de la vida rotas en el espacio de la noche y, sobre todo, que nos ayude a ser un poco m\u00e1s y mejor educadores para las noches que pueblan la vida de los j\u00f3venes.
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\nDe la noche, como de todo, cada cual escribe seg\u00fan le da o seg\u00fan le va en ella. La noche suena a oscura perversi\u00f3n y, sin embargo, es tambi\u00e9n tregua para los amores. La noche es la oscuridad del que no tiene techo ni familia, del que no tiene salud y espera, con la paciencia que puede, que pase este tramo negro de dolores y soledad y llegue, como un alivio, el amanecer. Por otra parte, para muchos es el momento m\u00e1s creativo para las artes, el encuentro, la fiesta, el fuego, los sue\u00f1os, la risa, el cari\u00f1o… Todos hemos vivido cantando alguna vez hasta la madrugada, en fuegos de campamento, conversaciones de esas con\u00a0clima,<\/em>\u00a0jornadas ricas de estudio, flirteos, vigilias, juegos y juergas… que protegidos, por el manto de penumbra, han multiplicado su intensidad, su intimidad, su sinceridad, su profundidad… La noche es m\u00e1gica, por mucho que los\u00a0maduros<\/em>\u00a0-y a veces los m\u00e1s que maduros- traten de eliminarla del tiempo de nuestra vida para ligarla s\u00f3lo el m\u00e9rito del descanso.
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\n <\/p>\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a01\u00a0\u00a0El espect\u00e1culo de la noche<\/h2>\n
\nLa noche tiene sus luces y sus sombras. Realizarse en la noche es descubrir sus luces. Pero las sombras est\u00e1n ah\u00ed, como en todo lo que nos rodea.
\nLa noche crea un ambiente acogedor e \u00edntimo bajo su especial b\u00f3veda. Me recuerda al que bajo su especial cubierta, crea un\u00a0templo.<\/em>\u00a0Un \u00abespacio sagrado\u00bb que facilita que la gente se encuentre y se quiera. Un espacio con su lenguaje, con sus vestimentas, con sus ritos unidos y ambientados por la m\u00fasica, con sus brindis regando el esp\u00edritu de comunicaci\u00f3n, fraternidad y comunidad. Un espacio lleno de motivaci\u00f3n por el\u00a0Esp\u00edritu.<\/em>
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\nVamos al grano. La\u00a0primera invitaci\u00f3n<\/em>\u00a0que no puedo reprimir hacer a todo el que se sienta m\u00ednimamente interesado por el momento que vive la juventud (ese\u00a0ente<\/em>\u00a0tan supervalorado de palabra y tan denostado y olvidado en acciones, hechos, presencia…) es la de asistir a un espect\u00e1culo: el espect\u00e1culo de la madrugada. Para muchos educadores y ese analista barato que todos llevamos dentro, esta situaci\u00f3n que se vive en cualquier barrio de la movida a las dos o tres de la madrugada de un fin de semana, puede parecer el principio de la ruina del pa\u00eds o expresi\u00f3n de la famosa crisis de valores, a la que se recurre cada vez que se quiere expresar el descontento con el momento presente sin saber definir bien sus porqu\u00e9s.
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\nEl espect\u00e1culo de la madrugada: la calle conquistada por una masa de j\u00f3venes contentos, aut\u00f3nomos, con la cara llena de alegr\u00eda y de ganas de comerse con intensidad las horas. Este s\u00edntoma e imagen que son tan propios de la juventud, desgraciadamente, cada vez se ve menos reflejado en sus caras durante las horas del d\u00eda.
\nEl espect\u00e1culo de la madrugada: una ciudad o una parte de ella completamente cambiada para el disfrute, con todo lo que implica de creatividad y de identidad. Locales de la noche, palabras de la noche, actitudes solidarias de la noche, gestos de amistad de la noche, vestidos de la noche, espacios, informalidad, espontaneidad, apariencias, en fin,\u00a0\u00a1esp\u00edritu de la noche!<\/em>
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\nEl espect\u00e1culo de la madrugada: un espacio y un tiempo sin ruidos y sin tiempo. Unos ritos vivos y propios de una religi\u00f3n no reglada, de una espiritualidad asfixiada por el ritmo, el asfalto y la sequedad de los d\u00edas. Ah\u00ed aparece todo lo que la vida rutinaria no deja aparecer. Si queremos formar personas felices ser\u00e1 necesario que encuentren y desarrollen todo lo que el mundo adulto no le deja sacar a flote.
\nOponer divertimento a valores y la alegr\u00eda a la espiritualidad es algo b\u00e1rbaro que tal vez ninguno de nosotros vemos admisible. Ya no hay nadie que haga eso, pensamos como para consolarnos. Pero se siguen oyendo en charlas, homil\u00edas, testimonios, catequesis, preguntas del tipo: \u00bfd\u00f3nde est\u00e1s mejor, con Jes\u00fas o en la discoteca?, o… esa alegr\u00eda vana que te da el salir el fin de semana… El muchacho o la muchacha, por el contrario y en un alto porcentaje de los casos, tiene una sensaci\u00f3n alucinante de c\u00f3mo se lo pas\u00f3, del recuerdo de sus amistades, de su pareja, del ambiente. Alegr\u00eda vana\u2026 Un universitario no gasta ni una neurona de su cerebro en reflexionar estas sentencias. Un adolescente no tiene palabras para argumentar, pero sabe que, al o\u00edr tales apreciaciones, dentro experimenta una sensaci\u00f3n cercana a la\u00a0gilipollez.<\/em>\u00a0Cuando encuentre en otras direcciones sensaciones de apertura coherencia y legalidad, se ir\u00e1 tras ellas sin dudarlo.
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\nOtra invitaci\u00f3n:<\/em>\u00a0ense\u00f1ar a mirar y aprender a ver. Este es el intento humilde de estas l\u00edneas, que ojal\u00e1 sirvan para animar y ayudar a ver sin exagerados pesimismos el momento que vivimos; como todas las \u00e9pocas, \u00e9sta tiene sus j\u00f3venes inconformistas, sus modos de diversi\u00f3n, sus protestas, sus travesuras. Buscar luz en lo que no comprendemos, (tal vez por desconexi\u00f3n natural de un fen\u00f3meno, de un sector muy determinado), en lo que parece muy oscuro, y engrandecer esas claridades dentro de los ambientes, con un poco de informaci\u00f3n y otro poco de presencia humilde, es una actitud realmente evang\u00e9lica. Lo\u00a0chungo,<\/em>\u00a0es la indiferencia.
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\n <\/p>\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02\u00a0\u00a0Motivos de la noche<\/h2>\n
\nLa\u00a0motivaci\u00f3n,<\/em>\u00a0la noche como est\u00edmulo, es una de las actitudes que afloran. La posibilidad de un lugar de encuentro\u00a0sin ruido y sin tiempo.<\/em>\u00a0El ambiente nocturno tiene fama de ruidoso y ha tenido -y tiene- continuamente problemas por esto. Tal vez sea un lugar donde unos ruidos sustituyen a otros, m\u00e1s continuos y desesperados, a los ruidos de los d\u00edas, ruidos de pesimismo, ruidos de contraste devastador entre la situaci\u00f3n que se vive, el futuro que se vislumbra y la especie de\u00a0piropo<\/em>\u00a0continuo que se recibe sin pedirlo. Porque los j\u00f3venes, la juventud, siempre ha sido querida, cada vez m\u00e1s idealizada, y a partir de los 80, comienza a ser absolutamente mitificada.
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\nEsta especie de obsesi\u00f3n por lo juvenil genera en nuestra sociedad un par de situaciones cargadas de ambig\u00fcedad e intereses. Por un lado, entre el mundo adulto se propaga la necesidad de exteriorizar una est\u00e9tica juvenil como garant\u00eda de cierto reconocimiento social, como elemento imprescindible para el triunfo. Por otro, muchas organizaciones e instituciones colocan a los j\u00f3venes como eje central de su preocupaci\u00f3n. Pasan a ser un punto de referencia inagotable del discurso p\u00fablico, institucional, de los medios de comunicaci\u00f3n y, naturalmente, de la publicidad.
\nFrente a esta situaci\u00f3n, el sector joven vive una etapa oscura. Se ha utilizado su est\u00e9tica y su imagen. A pesar de su mitificaci\u00f3n, los j\u00f3venes quedan al margen de determinados espacios sociales y culturales, imprescindibles para el crecimiento personal y el necesario desarrollo de su personalidad. Ruido y m\u00e1s ruido, pero sin nueces.
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\nLa ciudad duerme durante la noche y comienza a despertar aquello que la luz del d\u00eda esconde. El joven se libera de los elementos restrictivos del d\u00eda. La noche es su espacio. Sus padres est\u00e1n ausentes. No hay horarios, ni censura. La noche es a la vez divertida, porque en ella se descubren cosas desde la autonom\u00eda, y\u00a0di-vertida<\/em>\u00a0porque aparecen dos personalidades: por un lado, lo fant\u00e1stico de lo aut\u00f3nomo y, por otro, la inmadurez y la inseguridad.
\nLa noche se convierte para los j\u00f3venes en un espacio, en un templo en el que resuenan palabras de\u00a0denuncia y rebeld\u00eda.<\/em>\u00a0La noche se erige en un espacio de identidad donde los muchachos pueden protestar frente a un mundo adulto que les impide y dificulta el paso con la colocaci\u00f3n de inc\u00f3modos obst\u00e1culos. Algunos querr\u00e1n que se denuncie y que se sea rebelde en las situaciones diarias, pero cuando lo que tenemos delante es pr\u00e1cticamente inamovible para todos, cada cual busca su rinc\u00f3n para el berrinche. Al menos ah\u00ed se expresa y se puede o\u00edr.
\nEl paro, la eventualidad de los contratos, las p\u00e9simas condiciones laborales -horarios y retribuciones-, la escasa cualificaci\u00f3n de tantos j\u00f3venes que no culminaron alguna ense\u00f1anza de formaci\u00f3n profesional, son otros tantos motivos suficientes para dificultar la inserci\u00f3n de la juventud en el mundo laboral y, por ende, en el mundo adulto. J\u00f3venes est\u00e1n abocados, desde la finalizaci\u00f3n de los estudios primarios, a trabajar en negocios a cambio de un sueldo m\u00edsero, donde el empresario se aprovecha de la enorme demanda de mano de obra. Basta citar, como ejemplo, a las empresas de trabajo temporal. Son muchos los j\u00f3venes que hoy peregrinan de trabajo en trabajo, con contratos que duran d\u00edas, cobrando m\u00edseros sueldos que deben ser repartidos con las empresas intermediarias -legalizaci\u00f3n de la esclavitud-. Tendr\u00e1n sus ratos de ox\u00edgeno, al menos\u2026
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\n <\/p>\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03\u00a0\u00a0Lo noche: espacio de libertad y\u00a0tiempo<\/em>\u00a0de autonom\u00eda<\/h2>\n
\nLa noche para los j\u00f3venes representa el espacio de\u00a0libertad<\/em>\u00a0<\/strong>y de\u00a0<\/strong>autonom\u00eda<\/em>\u00a0\u00a0frente al tiempo y espacio del mundo adulto. La dependencia de la familia de origen y el retraso en constituir la suya propia privan a los j\u00f3venes de su propio espacio vital. La pelea por mantener horarios de vuelta a casa ha sido un combate perenne entre padres e hijos. Los adultos han tenido que ceder por la imposibilidad de facilitarles espacios de intimidad durante el d\u00eda. Ante esta situaci\u00f3n, los j\u00f3venes se ven compelidos a vivir la intimidad durante la noche, ajenos al mundo adulto, en espacios p\u00fablicos distintos del familiar. La noche ha quedado bajo el pleno dominio de los j\u00f3venes, especialmente los fines de semana. De ah\u00ed que ir de\u00a0\u00abfinde\u00bb<\/em>\u00a0sea equivalente a desaparecer la noche del viernes para volver a aparecer la noche del domingo. Sin tiempo. En este ritmo acelerado e imparable, al que estamos sometidos en cualquiera de nuestras ciudades, debe ser m\u00e1s que una tentaci\u00f3n tener por delante un\u00a0tiempo sin tiempo.<\/em>
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.1. M\u00fasica para la libertad y la autonom\u00eda<\/em><\/strong>
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\nLa\u00a0m\u00fasica<\/em>\u00a0es el elemento de uni\u00f3n en la liturgia de la noche. Todo est\u00e1 enganchado y sumergido en la presencia protagonista, aunque secundaria, de la m\u00fasica. La m\u00fasica siempre es vida y generadora de vida. Es una experiencia creativa que arrastra al disfrute, la participaci\u00f3n y la creaci\u00f3n, a todos los que se sienten tocados por su vibraci\u00f3n. La m\u00fasica, la m\u00e1s estridente que te imagines, ha sacado a muchos chavales amigos m\u00edos de la droga y de las llamadas conductas asociales. Para ello s\u00f3lo ha sido necesario la compa\u00f1\u00eda, la presencia y la implicaci\u00f3n entusiasta en el principio del proceso creativo del chaval.
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\nLa m\u00fasica de la noche lo llena todo. La m\u00fasica de siempre, la m\u00fasica de moda, la m\u00fasica que cantan con entusiasmo cuando arranca en un garito a rebosar. Momentos emocionantes. Las letras de los grupos preferidos recorren la noche y en ellas se analiza -con lenguaje unas veces divertido y, otras, agresivo- todo lo que ocurre en nuestra sociedad. El lenguaje es tan propio del ambiente, que se hace himno y toma de postura ante situaciones. Se reflexiona m\u00e1s en un concierto de la\u00a0corriente radikal<\/em>\u00a0que en todo un curso de Ciencias Sociales.
\nLa m\u00fasica es el veh\u00edculo m\u00e1s directo al coraz\u00f3n y a los sentidos y llena de ideas, es un potente estimulador del compromiso humano. Los conciertos que he vivido en las parroquias han supuesto, para muchos j\u00f3venes, un despertar y una nueva capacidad para sintetizar y asimilar todo lo aprendido en ese entorno y, gracias a la m\u00fasica, relacionarlo mucho m\u00e1s directamente con su vida. Hace poco fui verdaderamente feliz en una parroquia de\u00a0Entrev\u00edas<\/em>\u00a0(Madrid) viendo saltar a una masa entusiasmada de j\u00f3venes que la abarrotaban al ritmo de cr\u00f3nica y denuncia del\u00a0rap<\/em>\u00a0de \u00abHechos contra el decoro\u00bb.
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\nSin disidencia no puede existir participaci\u00f3n \u00e9tica en la transformaci\u00f3n social. El\u00a0rap<\/em>\u00a0y el\u00a0rock<\/em>\u00a0urbano, en todas sus tendencias, desde las moderadas hasta las radicales, llenan de ideolog\u00eda b\u00e1sica y fundamentada a un mont\u00f3n de j\u00f3venes, que no han podido tener formaci\u00f3n o que no quieren aprovecharla bajo las formas sociales establecidas. Los conciertos solidarios, los conciertos\u00a0radikales,<\/em>\u00a0son experiencias de disidencia, de inconformismo y de movilizaci\u00f3n. Es dif\u00edcil, a veces, animar a chavales para movilizaciones \u00abdel d\u00eda\u00bb, tal vez porque, por grande que sea el problema, no entienden el lenguaje de la convocatoria o no se implican en el estilo de la manifestaci\u00f3n, o no les toca la causa o el problema. No es gratuita la cantidad de conciertos solidarios que unen a varios grupos y a miles de j\u00f3venes en torno a una causa, pero con unas maneras que entran dentro de su c\u00f3digo. La noche es generadora de movilizaci\u00f3n y \u00abcompromiso social\u00bb. El\u00a0boom<\/em>\u00a0de los cantautores, que ya se est\u00e1 pasando, ha tenido tambi\u00e9n relaci\u00f3n con este fen\u00f3meno. Consultad acerca de los grupos que escuchan los muchachos que os rodean en vuestras tareas educativas. Por encima de lo que nos parezcan, es lo que hay y parte de lo que les llena y les orienta. Asumir todo eso como material nuestro es un\u00a0puntazo educativo.<\/em>
\n
\nTambi\u00e9n es caracter\u00edstica de la noche, la\u00a0m\u00fasica de baile.<\/em>\u00a0Esta corriente de m\u00fasica de secuencias r\u00edtmicas obsesivas no es para nada de ahora. Desde siempre ha habido una m\u00fasica que invitaba espec\u00edficamente al baile. Ser\u00eda la continuaci\u00f3n de toda una tradici\u00f3n desde el\u00a0folk,<\/em>\u00a0el\u00a0twist,<\/em>\u00a0el\u00a0swin,<\/em>el\u00a0rock\u00b4n roll,<\/em>\u00a0que preceden lejanamente, en esto de moverse, al\u00a0break,<\/em>\u00a0el\u00a0acid,<\/em>\u00a0el\u00a0hip hop<\/em>\u00a0y, en estos \u00faltimos a\u00f1os, a la\u00a0m\u00e1quina,<\/em>\u00a0el\u00a0bacalao,<\/em>\u00a0el\u00a0trance<\/em>\u00a0que, a su vez, ir\u00e1n dejando paso a nuevos ritmos fren\u00e9ticos de cambios vertiginosos. No viene a cuenta ahora hacer todo un tratado de musicolog\u00eda. La cosa es que hay que bailar. Nadie duda que es un momento liberador, creativo y divertido como pocos. Los sentidos se desarrollan y, seg\u00fan el tipo de vida, se adaptan y se hacen m\u00e1s exigentes. El o\u00eddo pide ahora m\u00e1s vatios y m\u00e1s presi\u00f3n que hace tiempo.
\nLa realidad de una m\u00fasica de\u00a0loops,<\/em>\u00a0bucles y secuencias r\u00edtmicas constantes y fuertes aparece como una necesidad de algo impactante, algo que mueve los pies y todo el cuerpo, algo en lo que imbuirse, sumergirse, no como una invitaci\u00f3n a la perversi\u00f3n, sino como algo m\u00e1s juvenilmente antropol\u00f3gico, en una l\u00ednea de distensi\u00f3n radical que no tiene que ser perversa.
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\nOtra invitaci\u00f3n:<\/em>\u00a0no estar\u00eda mal que te empapases de la m\u00fasica que se baila ahora. De momento, empieza por ver bailar en la noche a los chavales: es un derroche de est\u00e9tica, de arte y de libertad. Cuando uno lleva tiempo observando y sintiendo, nota que hay muchas diferencias entre la m\u00fasica que consideramos\u00a0pum-pum-pum.<\/em>\u00a0Escuchando con actitud comprensiva, al menos, se ve f\u00e1cilmente que el sumergirse en esas vibraciones puede llegar a ser una sensaci\u00f3n supersatisfactoria. No es lo mismo dar posibilidades a ese algo de la m\u00fasica que, a la hora de hablar de ello y tener reacciones o decisiones educativas ante determinadas situaciones, considerarlo absolutamente il\u00f3gico. Escuchar a\u00a0Propeller Heads,<\/em>\u00a0algo concreto de lo que hay y de lo que viene, o cualquier otro grupo de esta corriente o, incluso, una grabaci\u00f3n cuidada de un rato de sesi\u00f3n nocturna de baile preparada por un\u00a0Dj`s,<\/em>\u00a0abrir\u00e1 nuestra visi\u00f3n. No digo que te guste sin m\u00e1s, sino que ayuda a comprender que realmente puede ser algo excitante y con sentido. Conviene plante\u00e1rselo como un ejercicio hecho con sinceridad, no por ir de\u00a0guay.<\/em>
\n
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.2. Inseguridad entre sombras y est\u00e9tica alternativa<\/em><\/strong>
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\nLa noche es el espacio que\u00a0empapa la inseguridad<\/em>\u00a0vivida por los j\u00f3venes, la inseguridad que en el fondo de s\u00ed tiene cada uno. La noche empapa el miedo que se genera ante la fuerza devastadora del tiempo. La casi totalidad de la cultura se preocupa obsesivamente de un mensaje: \u00abel tiempo es cruel y pasa r\u00e1pido; \u00a1atenci\u00f3n!, esta es la mejor etapa de tu vida, y no s\u00f3lo la mejor, la \u00fanica etapa buena de la vida que se escapa r\u00e1pidamente como la arena que se filtra entre los dedos\u00bb. Esta presi\u00f3n crea ansiedad en la mente adolescente, ante preguntas que les surgen a diario: \u00bfqu\u00e9 pasa si no lo estoy pasando tan bien?, \u00bfy qu\u00e9 tipo de persona soy si estoy preocupado por determinados problemas de mi casa, mi familia, mi ambiente?, \u00bfy si un problema de amores -con 15 a\u00f1os los hay a diario- me\u00a0tiene<\/em>\u00a0ausente y deca\u00eddo?, \u00bfes qu\u00e9 estoy como dej\u00e1ndome morir?, \u00bfes qu\u00e9 no existe felicidad, eso de…?, \u00bfes que…? Despu\u00e9s, seguramente resultar\u00e1 poco explicable que en determinadas edades y en determinados momentos, los adolescentes y j\u00f3venes hagan \u00ablo que sea\u00bb a costa de tener la sensaci\u00f3n de haber aprovechado el tiempo, de haber disfrutado, de haber exprimido la noche, de haber exprimido la vida… En una personalidad todav\u00eda\u00a0tierna,<\/em>\u00a0el fin justificar\u00e1 los medios. Si el fin aparece as\u00ed en la publicidad, en la mentalidad de la calle, en todo a lo que ellos son sensibles, como lo \u00fanico que merece la pena, cualquier medio servir\u00e1 como lo \u00fanico que llena esta vida con tanta sequedad. De la insatisfacci\u00f3n de muchos adultos vienen las reacciones compulsivas de muchos j\u00f3venes en sus maneras de diversi\u00f3n.
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\nLa noche es un \u00e1mbito sumamente adecuado para la expresi\u00f3n de la\u00a0est\u00e9tica de los j\u00f3venes.<\/em>\u00a0Alrededor de la mitolog\u00eda juvenil se han construido infinidad de productos, servicios y formas de vida. Es indescriptible el sentimiento de ansiedad, verg\u00fcenza o frustraci\u00f3n con que han vivido quienes no encajan o se alejan de lo que en cada momento se vive como lo m\u00e1s t\u00edpicamente juvenil. La agresi\u00f3n flagrante que este\u00a0hoy<\/em>\u00a0comete contra cualquier criatura poco agraciada, gordita, bajita, se convierte en una de las peleas callejeras nocturnas de la que los m\u00e1s j\u00f3venes salen cr\u00f3nicamente amoratados. La\u00a0imagen<\/em>\u00a0es la respuesta que se desea como salida ante las apat\u00edas y las sensaciones vac\u00edas e infelices. La novedad se hace moda y \u00e9sta se convierte en\u00a0instante.<\/em>\u00a0El culto a la imagen externa, la belleza exterior como carta de presentaci\u00f3n social y laboral, son estilos de vida impuestos por nuestra \u00absociedad juvenil\u00bb cuya expresi\u00f3n m\u00e1s dram\u00e1tica son los cuerpos y mentes enfermas por la anorexia y la bulimia. Dentro de todo eso, la noche supone un encontrarse cada uno y cada una con lo que quiere y con lo que es, con ese estilo, ese detalle que confiere gracia y peculiaridad personales. Todo atuendo vale, nada est\u00e1 fuera de sitio y, ya sin las esclavitudes sociales de las\u00a0formas,<\/em>\u00a0la noche acoge a cualquiera con su pinta, con su cresta, con su\u00a0piercing<\/em>\u00a0en el sitio m\u00e1s inveros\u00edmil; se es as\u00ed m\u00e1s aut\u00e9ntico, mostrando en la misma est\u00e9tica personal mucho de lo que son las propias ideas, deseos, problemas y\u00a0provocaciones.<\/em>
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\nEl\u00a0esp\u00edritu est\u00e9tico<\/em>\u00a0de la noche es absolutamente abierto y libre, sin apenas murallas ni condicionantes. \u00a1Cu\u00e1ntas veces comentamos y queremos que los j\u00f3venes manifiesten su propio sentido de la belleza!, pero despu\u00e9s no apreciamos sus reflejos est\u00e9ticos en las innumerables invitaciones que les hacemos a vivir una vida de valores y aut\u00e9ntica.
\nFede,<\/em>\u00a0un amigo con el que algunos compartimos, en una \u00abcasa de acogida\u00bb, sus dos \u00faltimos y m\u00e1s felices a\u00f1os, s\u00f3lo hab\u00eda encontrado en la noche el cari\u00f1o que en ning\u00fan otro sitio le supieron dar. Ante un continuo desprecio hacia su persona, por su condici\u00f3n de homosexual, en el ambiente amplio de la noche encontr\u00f3 manos amigas de gentes que compart\u00edan su situaci\u00f3n. Recuper\u00f3 as\u00ed su irrefrenable gracia y vitalidad. Y la noche le regal\u00f3 espacios para su especial est\u00e9tica, para sus vestidos, sus colores, sus maneras… L\u00e1stima que la falta de unos padres y la vida entera en\u00a0instituciones,<\/em>\u00a0le provocasen una realidad afectiva que se vio salpicada por los excesos y los crudos intereses que tambi\u00e9n tiene la noche. Pero poco antes de irse para siempre, feliz aunque con la salud realmente mermada, nos pidi\u00f3 que sali\u00e9semos con \u00e9l por su ambiente para despedirse (vestido de mujer, por supuesto). Fue una loca y feliz noche de risas, respeto, amaneramientos simp\u00e1ticos y asertivos, palabras y gestos desde el coraz\u00f3n. Yo me sent\u00eda en una acci\u00f3n de gracias que un\u00eda arm\u00f3nicamente pasado, presente y futuro. Y en el medio de situaciones comprometidas, en las que parece que va a\u00a0cantar el gallo,<\/em>\u00a0me sent\u00eda protegido por la m\u00e1gica sombra de la penumbra de la noche. Hay cosas que posteriormente s\u00f3lo pasan en el templo y sus celebraciones: el d\u00eda que llevamos sus cenizas donde \u00e9l quer\u00eda,\u00a0ofrecimos,<\/em>\u00a0en el fuego, el vestido y los tacones de aquella noche de Fede.
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\n <\/p>\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a04\u00a0\u00a0Rejas de la vida y espacios de la noche<\/h2>\n
\nLos\u00a0espacios<\/em>\u00a0de la noche son diferentes a los del d\u00eda. Cuando alguien se est\u00e1 sintiendo \u00e9l o ella misma, el espacio que rodea se hace muy importante. El d\u00eda tiene en todo un car\u00e1cter m\u00e1s de obligaci\u00f3n. El centro de ense\u00f1anza, la biblioteca, el campo de deportes del barrio… tienen un car\u00e1cter mucho m\u00e1s funcional. Son como son y as\u00ed se usan, sin m\u00e1s exigencias ni m\u00e1s miramientos. Pueden gustar o no, pero funcionan y la cosa marcha. Cuando estamos hablando de los momentos que escogemos para convertirlos en los m\u00e1s \u00edntimos, ricos, aut\u00f3nomos, felices e identificativos del d\u00eda, todo adquiere mayor importancia: las paredes, las gentes, la luz, los colores.
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\nNadie entra expectante en un sitio que\u00a0huela a d\u00eda.<\/em>\u00a0Hacen falta signos que digan que estamos en un lugar especial para nosotros. Espacios de est\u00e9tica sofisticada que nos transportan a una calle de distintos sitios, de distintas \u00e9pocas, con todos sus mobiliarios; a otros \u00e1mbitos que pueden reproducir una caba\u00f1a, que nos hacen sentir como en el interior de un barco o en una sicod\u00e9lica nave espacial, a muchos m\u00e1s que nos meten en un montaje cibern\u00e9tico futurista lleno de imaginaci\u00f3n y dise\u00f1o. O\u00a0garitos<\/em>\u00a0de esos aut\u00e9nticos, alternativos, que no necesitan presupuestos elevados, pero que nos llenan r\u00e1pidamente de lo que queremos y no queremos, como ocurre con las paredes de nuestro cuarto, con unas cuantas pinturas, con los\u00a0grafitis,<\/em>\u00a0carteles y oscuridades, con sus reivindicaciones, con sus anuncios solidarios y divertidos a la vez y con sus dibujos libertarios. Los olores son tambi\u00e9n una rica y variada sensaci\u00f3n… Y la m\u00fasica, siempre presente la m\u00fasica para quitarle desnudez al ambiente, para darle intimidad a la charla (aunque haya quien no se lo crea).
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\nLa noche es espacio para la\u00a0huida<\/em>\u00a0de un mundo alienante, en el que la falta de proyectos personales y sociales ilusionantes, as\u00ed como la aparente ausencia de causas justas por las que trabajar, generan una frustraci\u00f3n casi perenne. Aparecen las drogas: desde las que pretend\u00edan ampliar el campo de la conciencia en los a\u00f1os 60 hasta las actuales \u00abde s\u00edntesis\u00bb para buscar una diversi\u00f3n compulsiva.
\nLa noche es la\u00a0m\u00e1scara<\/em>\u00a0que tapa el miedo al futuro, como algo decolorado y ro\u00f1oso. Existen j\u00f3venes que no tienen ni siquiera d\u00eda. Para ellos todo es penumbra. J\u00f3venes sin presente, porque no tuvieron pasado. Rostros que gritan vidas rotas, destruidas desde la infancia. Ni\u00f1os explotados, maltratados por sus padres o por la ausencia de \u00e9stos; recogidos por los abuelos, que cubren generosamente la ausencia paternal.\u00a0Ni\u00f1os institucionalizados<\/em>\u00a0por la administraci\u00f3n encargada de su protecci\u00f3n.
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\nJ\u00f3venes que han sufrido un grave fracaso escolar. Movidos por la lejan\u00eda cultural y material de una escuela en la que no caben sus problemas vitales, optaron por tomar la calle por escuela. J\u00f3venes que habitan principalmente en los barrios obreros, donde es una cruda realidad la escasez de alternativas sociales y de equipamientos. Espacios urbanos en los que la exclusi\u00f3n social y la droga se convierten en un binomio letal. Las muertes de j\u00f3venes causadas por sobredosis de droga o su adulteraci\u00f3n son muy frecuentes. Esta injusta situaci\u00f3n social ha sido provocada por la negaci\u00f3n del derecho al acceso a la cultura, a la formaci\u00f3n, a la educaci\u00f3n, a la vivienda, al trabajo y, en su \u00faltimo extremo, por la negaci\u00f3n de la igualdad de oportunidades. Responsabilidades estrictamente pol\u00edticas. Y una tragedia de este calibre, necesita alg\u00fan espacio\u00a0cubierto<\/em>\u00a0y\u2026 s\u00f3lo la\u00a0tapa<\/em>\u00a0la noche, con sus amigos y con su misterio.
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\nJ\u00f3venes que viven y han vivido entre la calle, la droga, las comisar\u00edas, los juzgados y las c\u00e1rceles. Muchos son los que ven pasar esos a\u00f1os de crecimiento y libertad entre despersonalizadores muros de hormig\u00f3n y torturadoras rejas de hierro. Incomprendidos en sus actos por los ciudadanos\u00a0honrados.<\/em>\u00a0Machacados por una opini\u00f3n p\u00fablica cada vez m\u00e1s vengativa. Ignorados y humillados por algunos funcionarios de prisiones. Lanzados, en algunos casos, al m\u00e1s horrendo y destructor de los castigos: el aislamiento. Noches y m\u00e1s noches, encerrados veintid\u00f3s horas diarias entre cuatro paredes. J\u00f3venes que buscan espacios donde dar vida a la imaginaci\u00f3n, en la m\u00e1s absoluta irrealidad que acaba aniquilando su cerebro, destruyendo la esperanza, desfigurando la autoimagen, acortando la vista y anulando el o\u00eddo y el olfato. Espacios de encierro donde el poder controla absolutamente cada paso, cada movimiento, cada palabra. Lugares donde la enfermedad mortal est\u00e1 presente en cada rato.
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\nEsta es la aut\u00e9ntica noche de muchos j\u00f3venes, que tambi\u00e9n son los aut\u00e9nticos moradores de ese tiempo. Afortunadamente, \u00e9stos j\u00f3venes de las oscuras realidades enumeradas en los p\u00e1rrafos precedentes, no tienen ning\u00fan rasgo externo que los diferencie y estigmatice ante al resto de la\u00a0movida<\/em>\u00a0nocturna que , tal vez, ha corrido mejor suerte en su vida. El \u00fanico valor que pueden tener como referencia es la solidaridad y la fidelidad de sus amigos. La amistad es la \u00fanica experiencia positiva y amorosa para chavales y chavalas que en casa no tienen nada bueno o, simplemente, no tienen nada. Por eso comparten la noche con alegr\u00eda y\u00a0en familia.<\/em>\u00a0El vino riega las amistades (\u00bfde qu\u00e9 m\u00e1s podr\u00edan disponer?); el\u00a0calimocho<\/em>\u00a0o la\u00a0litrona<\/em>\u00a0refrescan estos ratos de familia, de hacerse persona, de encontrarse y relacionarse, de crear cantos y bailes, de crear travesuras que les van a dar sonrisas para d\u00edas negros, de crear amores que les van a dar sustento para el futuro oscuro. Hay cosas que solo pasan en el\u00a0templo.<\/em>
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\n <\/p>\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a05\u00a0\u00a0Educadores para las noches de la vida<\/h2>\n
\nNunca como en estos momentos es necesaria la presencia del mundo adulto como referente en estos espacios juveniles. De ah\u00ed que en algunos pa\u00edses hayan cobrado importancia los\u00a0educadores de noche,<\/em>\u00a0especialmente en aquellos c\u00edrculos de muchachos m\u00e1s machacados y m\u00e1s marginados. Hace poco me comentaba un amigo encargado de la pastoral de \u00abun colegio de los de siempre\u00bb, que sus chicos se hab\u00edan literalmente emocionado porque los hab\u00eda acompa\u00f1ado a su fiesta de graduaci\u00f3n en la discoteca. Por mucha inform\u00e1tica que sepan y mucha experiencia sexual que tengan, siguen siendo de coraz\u00f3n blando y cari\u00f1oso. Y por dif\u00edcil que nos parezca a veces transmitirles ideas o valores, siguen siendo sensibles a que un educador o educadora se haga presente en su ambiente: \u201ceste tipo, esta tipa, est\u00e1 siempre con nosotros all\u00e1 donde estemos\u201d.
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\nMuchos j\u00f3venes est\u00e1n pasando\u00a0de la noche al d\u00eda.<\/em>\u00a0\u00a0\u00a1Lo est\u00e1n consiguiendo! De la noche como motor, al d\u00eda como vida consciente y plena de ilusi\u00f3n, compromiso y futuro, cargada de\u00a0proyecto de Reino.<\/em>\u00a0Grupos de muchachos que han decidido plantarle cara a su pasado de droga y marginaci\u00f3n. Rostros concretos que han sobrevivido a la c\u00e1rcel y han optado, tras un trabajo personal adecuado, por vivir sin la adicci\u00f3n a ning\u00fan tipo de sustancia. Han recuperado su dignidad con tremendo esfuerzo. Muchos de ellos tambi\u00e9n han muerto, pero tras vivir dignamente unos meses o a\u00f1os. En un mont\u00f3n de casos, la luz por la que se ha empezado a ver el camino ha sido una presencia, una mano extendida y disponible, aparecida en el templo de la noche, en el momento en el que la persona se sent\u00eda m\u00e1s acompa\u00f1ada y en un ambiente con mayor capacidad de comunicaci\u00f3n que otros considerados m\u00e1s propios para el \u00abencuentro educativo\u00bb.
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\nOtros j\u00f3venes han sido capaces de unir sus conciencias y desarrollar una nueva sensibilidad m\u00e1s solidaria. J\u00f3venes que ha iniciado una presencia transformadora a trav\u00e9s del desarrollo de redes de apoyo, asociaciones, grupos o colectivos con un denominador com\u00fan de conciencia, basado en que una sociedad m\u00e1s justa s\u00f3lo puede aparecer a trav\u00e9s del ejercicio pr\u00e1ctico de la solidaridad. Grupos de muchachos que se han opuesto al ej\u00e9rcito y a la pol\u00edtica militarista de nuestra sociedad, asumiendo penas de prisi\u00f3n por dar libertad a su conciencia (el pasado mes de mayo mor\u00eda uno por desasistencia m\u00e9dica en la c\u00e1rcel de Zaragoza). Se suceden los conciertos de la noche, solidarios, agresivos, movilizadores. Se multiplican los talleres por la paz, el comercio justo, la insumisi\u00f3n, el tercer mundo, los encuentros de solidaridad en casas ocupadas.
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\nEstoy escribiendo, creo, para educadores y formadores, y estoy escribiendo desde unas circunstancias, una geograf\u00eda, una cultura latina matizada y enriquecida por cada nacionalidad que hay en este rico estado espa\u00f1ol. Estamos en un momento de reivindicaci\u00f3n de la identidad, de la cultura… Parecen descabelladas las tendencias de uniformidad que nos proponen desde las altas esferas. Adem\u00e1s, con todo este l\u00edo de la Europa unida, noto una desconfianza por parte de todos, y en especial de los j\u00f3venes, por miedo a que nos quiten\u00a0lo nuestro.<\/em>
\nLa\u00a0internacionalizaci\u00f3n,<\/em>\u00a0en el marco de la buena preparaci\u00f3n que viven nuestros j\u00f3venes, es un aspecto que enriquece la visi\u00f3n global de la vida con las experiencias de otros lugares. Viviendo en Europa, no cabe duda que las influencias pueden ir muy positivamente encaminadas al estudio, el trabajo, la preparaci\u00f3n. Pero tambi\u00e9n contemplo continuamente c\u00f3mo los j\u00f3venes sienten la necesidad de identificarse m\u00e1s con maneras propias de nuestra tierra, de nuestro car\u00e1cter, de nuestra temperatura
\nClaroscuro es la realidad donde hay luces y sombras y, a pesar de los nubarrones, sigue siendo posible apostar por vergeles de luz. En este espacio seguimos afirmando que la esperanza es posible y como dec\u00eda el bueno y trabajado de\u00a0Juan:<\/em>\u00a0presiento que tras la noche, vendr\u00e1 la aurora m\u00e1s larga.<\/em>
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\n\u00a1Todos a la contemplaci\u00f3n!: es imposible no emocionarnos con un beb\u00e9 cuando lo contemplamos con cari\u00f1o, con tiempo. Es imposible no enamorarnos de los j\u00f3venes y su movida si los contemplamos. Adem\u00e1s el ejercicio rejuvenece y da\u00a0vidilla.<\/em>\u00a0Que aproveche.\u00a0\u00be
\n <\/p>\nMiguel A. Mar\u00edn<\/h3>\n