{"id":12435,"date":"1998-07-01T08:22:49","date_gmt":"1998-07-01T06:22:49","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12435"},"modified":"1998-07-01T08:22:49","modified_gmt":"1998-07-01T06:22:49","slug":"los-sugerentes-paisajes-de-la-noche","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/los-sugerentes-paisajes-de-la-noche\/","title":{"rendered":"Los sugerentes paisajes de la noche"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Jos\u00e9 J. G\u00f3mez Palacios<\/strong>\u00a0es Delegado Provincial de Pastoral Juvenil en la Provincia Salesiana de Valencia. [vc_row][vc_column][vc_column_text]Jos\u00e9 J. G\u00f3mez Palacios\u00a0es Delegado Provincial de Pastoral Juvenil en la Provincia Salesiana de Valencia. S\u00edntesis del Art\u00edculo: Lenguaje narrativo y anal\u00edtico se funden perfectamente en este art\u00edculo que, al hilo de breves historias, desgrana las reflexiones sobre la noche y sus paisajes. La historia se hace viva y se reconoce en el hoy […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[126,287,56,94],"tags":[],"class_list":["post-12435","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1998-mision-joven-2","category-estudios-258-259","category-jose-j-gomez-palacios","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12435"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12435"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12435\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12435"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12435"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12435"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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\nS\u00edntesis del Art\u00edculo:
\nLenguaje narrativo y anal\u00edtico se funden perfectamente en este art\u00edculo que, al hilo de breves historias, desgrana las reflexiones sobre la noche y sus paisajes. La historia se hace viva y se reconoce en el hoy del tiempo festivo, del placer de los sentidos, de la est\u00e9tica, de la libertad y de la transgresi\u00f3n. El autor concluye sus notas sugiriendo diversas \u00abpautas\u00bb para mirar con simpat\u00eda \u00abla noche de los j\u00f3venes\u00bb y, de este modo, avanzar educativamente con ellos.
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\nEl refr\u00e1n castellano que afirma que \u201cpor la noche todos los gatos son pardos\u201d es dif\u00edcilmente aplicable a la noche entendida como espacio juvenil festivo. Todas las noches no son iguales para todos los j\u00f3venes. Nuestra sociedad plural y compleja ofrece una multiplicidad de posibilidades a j\u00f3venes diversos. As\u00ed como no existe una categor\u00eda \u00fanica de \u00abjoven\u00bb tampoco hay uniformidad en la \u00abnoche\u00bb. Ambos son conceptos pluriformes. En el colectivo de j\u00f3venes que hacen de la noche espacio festivo, tambi\u00e9n se dan diversidad de lenguajes y modos de adentrarse por los sugerentes paisajes de la noche.
\nEl presente estudio, partiendo de las ra\u00edces antropol\u00f3gicas de la noche, se centra en un determinado tipo de j\u00f3venes que no agota toda la realidad. Existen m\u00e1s posibilidades. El art\u00edculo combina retazos de lenguaje narrativo[1]<\/a>\u00a0con sus correspondientes reflexiones.
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\nPrimera narraci\u00f3n:\u00a0<\/strong>Un noche enigm\u00e1tica en Eleusis<\/strong>
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\nA\u00f1o 327 antes de Cristo. La tarde ha ca\u00eddo sobre la populosa ciudad de\u00a0Atenas.<\/em>\u00a0El sol se ha ocultado y se apagan las voces y el alboroto que formaban los comerciantes llegados a bordo de naves \u00e1vidas de comercio e intercambios. Al resplandor de tenues l\u00e1mparas de aceite se inicia la tibia noche primaveral.
\nEn un suburbio de la gran ciudad comienzan a congregarse hombres, mujeres y ni\u00f1os ataviados con sus mejores trajes. Un ambiente de fiesta y misterio se extiende por las peque\u00f1as casas de adobe sumergidas en las inquietas sombras que crean los candiles. Los ni\u00f1os que asisten por vez primera contemplan con ojos nuevos el desacostumbrado paisaje ritual. Sumergidos en temor y misterio no se alejan de sus padres.
\nDe pronto, del interior de una casa, surgen varios j\u00f3venes ataviados con grandes y vistosas m\u00e1scaras que transforman su persona y les convierten en seres enigm\u00e1ticos y distintos. Atr\u00e1s quedan los duros trabajos de carga y descarga en el puerto, el traj\u00edn del mercado, el hedor insoportable de los grandes dep\u00f3sitos donde se prepara el salaz\u00f3n del pescado, el vapor pegajoso de los establecimientos donde se ti\u00f1en los tejidos de color p\u00farpura… Todo est\u00e1 dispuesto para la celebraci\u00f3n de los\u00a0Misterios de Eleusis.<\/em>
\nLos fieles se colocan en dos largas filas. A cada uno de ellos se le ha entregado una antorcha. Luces nuevas rasgan la oscuridad del suburbio. La procesi\u00f3n de celebrantes inicia un c\u00e1ntico sonoro al tiempo que se dirige hacia el puente que cruza el Kefisio. A su paso todo se ilumina. Los c\u00e1nticos se tornan m\u00e1s intensos. Los j\u00f3venes disfrazados con m\u00e1scaras, al pasar frente a edificios habitados por ciudadanos importantes, entonan letrillas sat\u00edricas que critican la situaci\u00f3n social establecida. Al abrigo de la noche se rompen normas convencionales. Todo es nuevo y es posible transgredir las leyes sociales que aprisionan la vida cotidiana.
\nProsiguen los cantos hasta que la comitiva llega al santuario. Es un largo y magn\u00edfico templo rodeado por un p\u00f3rtico abierto y sostenido por esbeltas columnas. Todo \u00e9l se halla iluminado. El olor a brea de las antorchas se funde con el olor de los le\u00f1os que crepitan en varias hogueras. Un oficiante, ataviado con una t\u00fanica blanca ornamentada con cenefas alargadas de color ocre, coloca sobre la cabeza de cada fiel una corona vegetal de flores frescas. No hace distinci\u00f3n entre hombres y mujeres, entre puros e impuros. Todos han cruzado la puerta del santuario y han penetrado en el mundo de la vida, rompiendo las tinieblas. Fuera del santuario se extiende el miedo y la oscuridad.
\nDe repente cesan los cantos. Va a producirse el momento m\u00e1s importante del ritual: cada fiel comienza a descender por unas angostas escaleras hasta una peque\u00f1a oquedad excavada en la roca viva del subsuelo del santuario. All\u00ed permanecer\u00e1 unos breves instantes en la m\u00e1s absoluta oscuridad y silencio… para volver a salir a la luz, la vida y la fiesta. Es el descenso ritual a los infiernos y la vuelta a la vida. Cuando salen de la c\u00e1mara subterr\u00e1nea reciben los abrazos y felicitaciones del resto de hombres y mujeres, mientras sus ojos se acostumbran nuevamente al brillo de las antorchas. Y comienza la fiesta entorno a las mesas provistas de pasteles en forma de serpiente, s\u00edmbolo de la vida que renace y de la fecundidad. Diversos manjares completan el banquete. Las copas de vino ruedan de comensal en comensal… La noche es larga.
\nCuando la claridad del alba compita con antorchas todav\u00eda humeantes, terminar\u00e1 la fiesta. Una extensa y casi silenciosa comitiva regresar\u00e1 al suburbio. La noche se llev\u00f3 consigo la magia y el misterio. Mientras el sol mediterr\u00e1neo ilumine los templos de la ciudad de Atenas, se difuminar\u00e1n los enigmas secretos de una noche anclada en la fiesta. Todo regresar\u00e1 a la habitual monoton\u00eda de los trabajos y las horas.
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\n1\u00a0\u00a0Reflexi\u00f3n primera<\/strong>
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\nDesde tiempos inmemoriales la persona humana se constituye en ser comunicativo: tiende a comprender la realidad circundante y a manifestar sus m\u00e1s profundos pensamientos e intuiciones a otros seres iguales. Toda persona, de una u otra forma, percibe una tensi\u00f3n que le impulsa a expresar aquello que vivencia en su interior. Intenta compartir lo que siente y experimenta.
\nLa comunicaci\u00f3n de ideas, sentimientos y necesidades se expresa a trav\u00e9s de m\u00faltiples lenguajes: la palabra, el gesto, la m\u00fasica, el razonamiento, el color, la luz, la danza, el grito…
\nEl s\u00edmbolo y el gesto son lenguajes que se han abierto paso a trav\u00e9s de los siglos. Mediante estos lenguajes el ser humano expresa realidades profundas que van m\u00e1s all\u00e1 de lo f\u00e1ctico, lo laboral y lo emp\u00edrico. El lenguaje simb\u00f3lico es un medio muy apto para expresar la dimensi\u00f3n existencial, religiosa y ut\u00f3pica del ser humano.
\nLa vivencia de la noche hay que situarla dentro de la esfera de los lenguajes simb\u00f3licos, donde lo que prima no es lo racional y alfab\u00e9tico, sino los impulsos, las emociones y la percepci\u00f3n de realidades que van m\u00e1s all\u00e1 del tiempo cotidiano de trabajo.
\nLa noche rompe el ritmo del trabajo habitual. Durante el d\u00eda la persona se dedica a tareas encaminadas a garantizar la supervivencia. Primeramente fue la caza, posteriormente la agricultura, luego la artesan\u00eda… Durante la noche no s\u00f3lo se da el tiempo destinado al de descanso: Tambi\u00e9n se desarrollan actividades festivas y expresivas que afectan a la ra\u00edz del ser humano.
\nVivir espacios festivos en el transcurso de la noche no es ninguna novedad en la historia de la humanidad. Hombres y mujeres, a lo largo de los tiempos, han hecho de la noche espacio privilegiado para manifestar y expresar realidades desacostumbradas. No es de extra\u00f1ar que la noche siga gozando de ese halo de encanto y enso\u00f1aci\u00f3n que fascina.
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\nSegunda narraci\u00f3n: \u00abKachinas\u00bb a la luz de las hogueras<\/strong>
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\nFalta poco para que amanezca sobre la alta meseta cercana al\u00a0Ca\u00f1\u00f3n del Colorado<\/em>\u00a0y habitada por los indios hopi. Antes que el sol despunte, cuando tan s\u00f3lo hay un tenue resplandor en el horizonte, un hombre con paso lento y ritual, recorre todas las casas con un misterioso anuncio pronunciado en voz baja. Acto seguido, las familias hopis se levantan y comienzan a buscar y preparar los instrumentos que utilizar\u00e1n durante la fiesta de la pr\u00f3xima noche.
\nUna vez han sido avisadas todas las familias de la tribu, el \u00abObservador del Sol\u00bb se dirige hacia una peque\u00f1a cueva excavada en la ladera rocosa que circunda el poblado. Sobre la pared orientada hacia el oeste, se filtra un fino rayo de sol. El \u00abObservador del Sol\u00bb realiza la \u00faltima y definitiva marca: A partir de este momento hay que preparar la\u00a0fiesta de las Kachinas.<\/em>\u00a0Todos los habitantes del poblado hopi van a cambiar y transformar sus vidas a lo largo de la noche, mediante las m\u00e1s bellas y vistosas m\u00e1scaras del mundo.
\nEl invierno ha sido largo y dif\u00edcil. Los trabajos duros se vieron agravados por el constante subir desde el valle donde plantan sus cosechas de habichuelas y ma\u00edz. Hubo tempestades de viento cargado de fina arena que destrozaron parte de las plantaciones, hubo crecidas del r\u00edo que a punto estuvieron de malograr la cosecha… Ahora que el sol ha llegado a lo m\u00e1s alto de su camino, hay que celebrar la vida con una fiesta nocturna, preludio de la vida que se anuncia tras el invierno.
\nA lo largo de la ma\u00f1ana, por las esquinas de algunas casas del poblado, aparece una abundante tramoya y escenograf\u00eda formada por los elementos de \u00abSoyaluna\u00bb, conjunto de representaciones que escenificar\u00e1n al Dios del Cielo, descendiendo en forma de lluvia hasta encontrarse con la Diosa Tierra.
\nEn el otro extremo del pueblo ven la luz pol\u00edcromas y articuladas serpientes gigantes, construidas con mimbres y juncos entrelazados mediante el arte de la cester\u00eda. Las serpientes servir\u00e1n de marco a las escenas de \u00abPalulukonti\u00bb, destinadas a representar la fecundidad de la cosecha y a expresar la alegr\u00eda de la abundancia compartida. Los \u00abNinam\u00bb preparar\u00e1n regalos para los ni\u00f1os, ocultos en el interior de cestas cerradas y profusamente adornadas.
\nLas muchachas se re\u00fanen en los alrededores del pueblo para restaurar los elementos esc\u00e9nicos y el maquillaje que les permitir\u00e1 convertirse en divinidades femeninas de la germinaci\u00f3n y el crecimiento. Por una noche ser\u00e1n las m\u00e1gicas \u00abOwakul\u00bb, luciendo todos sus encantos femeninos y provocando la admiraci\u00f3n de los j\u00f3venes hopi.
\nY todos, desde los ancianos a los ni\u00f1os y ni\u00f1as, preparar\u00e1n su \u00abkachina\u00bb personal: una bella m\u00e1scara de cester\u00eda que representa al nuevo ser en el que cada cual va a convertirse durante la pr\u00f3xima estaci\u00f3n… Transcurre r\u00e1pida la jornada, con un ir y venir de gentes apresuradas, excitadas ante la inminencia de la noche. Las hogueras sustituir\u00e1n al sol cuando \u00e9ste decline por el camino de poniente y comenzar\u00e1 la fiesta.
\nPor una noche cada cual se convertir\u00e1 en alguien distinto, maquillado y revestido de nueva personalidad. Durante la m\u00e1gica noche cada hopi absorber\u00e1 la fuerza de su \u00abkachina\u00bb y se transformar\u00e1 y mudar\u00e1 en una nueva persona, dispuesta a afrontar la pr\u00f3xima estaci\u00f3n.
\n\u00a0<\/strong>
\n2\u00a0\u00a0Segunda reflexi\u00f3n
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\nMuchas culturas han asociado la noche a la m\u00e1scara y a la representaci\u00f3n esc\u00e9nica y musical, llenas ambas de luz, color y ritmo. A partir de este momento la noche deja de ser solamente un espacio festivo para adquirir una nueva significaci\u00f3n: la noche es tiempo de cambio y metamorfosis. Las personas, envueltas en el manto oscuro y enigm\u00e1tico de la noche, abandonan aquello que son a plena luz y, ayudadas por la complicidad del maquillaje y la m\u00e1scara, buscan alcanzar una nueva personalidad m\u00e1s acorde con sus sue\u00f1os e ideales.
\nLa noche simboliza el tiempo de las gestaciones y de las germinaciones que estallar\u00e1n a pleno d\u00eda, como manifestaciones de la vida. Entrar en la noche es borrar el tiempo presente y disponerse a vivir algo nuevo.
\nLa monoton\u00eda del trabajo cotidiano se rompe durante la noche. Y no s\u00f3lo el ritmo del trabajo, sino tambi\u00e9n la propia personalidad sufre una metamorfosis.
\nPara que ello se produzca hay que decorar convenientemente el paisaje nocturno y el paisaje personal, acompas\u00e1ndolos. Por ello es imprescindible dotar a la fiesta nocturna de un ambiente adecuado.
\nEn los tiempos actuales, basta con fijarse en el dise\u00f1o de los locales nocturnos para descubrir las nuevas tramoyas que acoger\u00e1n representaciones alejadas del mundo cotidiano. El complemento personal viene dado por el maquillaje, la moda y los h\u00e1bitos de consumo que transforman la imagen exterior de la persona, en un intento de llegar a ser otra persona m\u00e1s en sinton\u00eda con los ideales. El cambio de\u00a0look<\/em>\u00a0que se produce en muchos adolescentes y j\u00f3venes durante sus salidas nocturnas no responde tan s\u00f3lo a un deseo est\u00e9tico; junto con el cambio est\u00e9tico de imagen hay un deseo de transformaci\u00f3n m\u00e1s profunda.
\nTercera narraci\u00f3n: La noche<\/strong>
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\nSer\u00edan las doce de la noche cuando lleg\u00f3 a la plaza de C\u00e1novas. Era viernes. Atr\u00e1s quedaba toda una semana de agobios y estudios. Respir\u00f3 al descender por la puerta delantera del\u00a0Seat Ibiza<\/em>\u00a0blanco, de tres puertas, como quien intenta reconocer el olor de un territorio marcado de antemano.
\nMientras cruzaba la avenida de grandes y centenarios tilos para adentrarse en su zona, pens\u00f3 en la \u00faltima frase que hab\u00eda dicho la profesora de Literatura, mujer que gozaba de un cierto prestigio entre la grey estudiantil, quien siempre ten\u00eda una protesta a flor de labios ante los ex\u00e1menes que marcan el mes de junio: \u201cQue el paisaje de los libros no os haga olvidar el horizonte de la vida\u201d. Aquello le hab\u00eda sonado a frase literaria con cierto toque de liberaci\u00f3n. Hab\u00eda llegado el momento de olvidar el paisaje de los libros y gozar de la vida.
\nSe adentr\u00f3 por la calle Salamanca y fue a buscar el cruce con Conde Altea. Era el lugar habitual. Ote\u00f3 el horizonte urbano con la mirada. Nadie. Mientras se dirig\u00eda a la calle Joaqu\u00edn Costa cruz\u00f3 por la puerta de algunos pubs y sinti\u00f3 la mirada de varios j\u00f3venes que la recorr\u00edan de arriba abajo. Ni les dirigi\u00f3 la mirada. Se sinti\u00f3 segura tras el maquillaje reci\u00e9n estrenado que hac\u00eda juego con los pantalones el\u00e1sticos negros que enmarcaban su delgada figura, y con su top blanco que mostraba un ombligo perfecto y dejaba intuir formas femeninas adolescentes.
\nDesde el radiocassette un coche abierto de par en par sonaba un\u00a0bakalao<\/em>\u00a0desaforado. No era su estilo. Apresur\u00f3 el paso. Sigui\u00f3 caminando. Cruz\u00f3 por la puerta de un pub enmarcado en neones de color lila. Se sinti\u00f3 reconfortada al escuchar como brotaba del interior el desgarro sonoro de Nirvana. Aquello era m\u00fasica. Pero no pudo reprimir una sensaci\u00f3n f\u00fanebre al recordar el tr\u00e1gico final de Kurt Cobain, cuya voz pugnaba por encaramarse sobre los acordes.
\nS\u00fabitamente, cuando menos lo esperaba, aparecieron sus amigos y amigas. El paisaje urbano dej\u00f3 de ser desierto fr\u00edo y an\u00f3nimo para tornarse c\u00e1lido, como la penumbra cordial y acogedora del local donde entraron.
\nLos primeros saludos dieron paso a comentarios y risas. Las risas se tronaron m\u00e1s desinhibidas al calor del primer ron con lim\u00f3n que apareci\u00f3 sobre la mesa redonda y peque\u00f1a del pub Kaxba. Cuando la cordialidad se torn\u00f3 m\u00e1s intensa, procur\u00f3 atraer la atenci\u00f3n de Luis,\u00a0Luigi<\/em>\u00a0para los amigos. Pero los ojos de Luis alternaban entre dos pantallas grandes de v\u00eddeo. En una de ellas se suced\u00edan las mejores jugadas de las ligas europeas: cientos de balones besando, desde los \u00e1ngulos m\u00e1s inveros\u00edmiles, el fondo de las mallas. En la otra pantalla, con toda suerte f\u00edlmica de detalles, el acostumbrado desfile de lencer\u00eda fina, provocativa, atrevida y transparente. Llenando el espacio la m\u00fasica insistente de\u00a0Dover.<\/em>
\nLa conversaci\u00f3n se asemejaba a las pantallas de v\u00eddeo: sucesi\u00f3n de comentarios inconexos, voceados para sobreponerlos a la m\u00fasica que rebotaba de una pared a otra desde bafles colocados en las cuatro esquinas del local. Y alg\u00fan comentario que comenzaba a subir de tono. Para variar pidieron \u201cun metro de chupitos\u201d… El sabor dulz\u00f3n de los licores de manzana, melocot\u00f3n, avellana y\u00a0mel\u00f3n, maquill\u00f3 la cara negra e inmensa de la noche con pecas de colores.
\n
\nEl esfuerzo de la conversaci\u00f3n mantenida termin\u00f3 por mermar sus voces…\u00a0Decidieron dar una vuelta. El fresco de la calle amortigu\u00f3 el calor. Se arracimaron en los dos coches y marcharon hacia otro lugar: La noche era joven y no hab\u00eda hecho sino comenzar. Cruzaron el r\u00edo por el puente de Arag\u00f3n, bajaron unas calles y aparcaron en triple fila. Caminando se acercaron al nuevo santuario de moda: \u201cSesenta y nueve monos bailando sobre un cable de acero\u201d. Fuera del local se concentraban grupos de chicos y chicas. Algunos portaban entre sus manos\u00a0cubalitros<\/em>\u00a0de los que libaban de tanto en tanto a sorbos menudos y ansiosos. Pardas litronas aguardaban el golpe fatal sobre el canto del bordillo de la acera. El local estaba abarrotado. Vuelta atr\u00e1s.
\nEn los cruces de las calles de aquella nueva zona se agolpaba la pe\u00f1a. Coches con el cap\u00f3 abierto dejaba entrever bolsas de supermercado que en vano lograban contener el aleteo desordenado de varias coca-colas de dos litros junto a algunas botellas de vodka, ginebra y ron. Apilados, en orden riguroso, grandes vasos de pl\u00e1stico blanco y unas bolsas mostosas de cubitos de hielo adquiridas en alguna gasolinera. Y las miradas desconfiadas de los organizadores que tem\u00edan la expropiaci\u00f3n forzosa de la mercanc\u00eda por parte de los municipales.
\nDe nuevo se arracimaron en los coches. Ella ayud\u00f3 al destino para que le tocara en suerte sentarse en la parte de atr\u00e1s y junto a Luis. Sin la distracci\u00f3n de las pantallas de v\u00eddeo, Luis fue aceptando el silencioso cuerpo a cuerpo que se le ofrec\u00eda, apenas intuido en un principio.
\nAntes de dirigirse hacia la zona de la playa, pasaron a dejar a Quique que se encontraba mal y comenzaba a sentir el balanceo inc\u00f3modo de la noria que mueve el alcohol.
\nMedia hora m\u00e1s tarde aparcaban en la explanada que hay delante de \u00abResaca playa\u00bb y \u00abSunset\u00bb. Las grandes salas de fiesta eran un hervidero de gente estirando la noche. El sordo ruido del mar flu\u00eda cercano y constante. Por los alrededores pululaban los vendedores de \u00e9xtasis y anfetas. Y ese an\u00f3nimo fluir del agua embotellada en peque\u00f1os envases de pl\u00e1stico, para diluir el calor y aliviar las bocas resecas como tejas que dejan las pastillas. Mientras caminaban hacia la entrada de la disco, Luis la tom\u00f3 por la cintura. Y ella not\u00f3 c\u00f3mo la noche se tornaba un poco m\u00e1s clara. Se dejo llevar.
\nBailaron largo rato. La m\u00fasica era perfecta. Los bajos se escuchaban con todo el cuerpo. No hab\u00eda lugar para las palabras. Las luces, los efectos especiales y el ritmo hicieron m\u00e1gica la noche. Se apret\u00f3 contra Luis mitad por sentirle, mitad por no dejar ni el m\u00e1s peque\u00f1o resquicio a la soledad.
\nPero el tiempo no se detuvo. Cuando el sol anunci\u00f3 el amanecer sobre el reloj inmenso de arena de playa, la noche se retir\u00f3 de puntillas. Regres\u00f3 a casa casi en silencio. Los pies cansados, la mente turbia y la boca algo reseca. Mientras esperaba el ascensor intuy\u00f3 una duda que no lleg\u00f3 a cristalizar en pensamiento: \u00bfC\u00f3mo hab\u00eda podido hacer nido la soledad en ella si no le hab\u00eda dejado ni el m\u00e1s peque\u00f1o resquicio?
\n <\/p>\n\n
\nLa noche ha sido espacio festivo por antonomasia desde tiempos ancestrales. Las culturas primitivas celebraban gran parte de sus rituales a la luz de las hogueras. El mismo cristianismo ha hecho de la noche de Navidad y Pascua elementos celebrativos muy importantes.
\nExiste una l\u00ednea cultural que considera al d\u00eda como tiempo profano y de trabajo. Al mismo tiempo la noche es asimilada a la vivencia de lo festivo y celebrativo. No es de extra\u00f1ar que en nuestra sociedad post-moderna, donde priman aspectos vitales en detrimento del racionalismo productivo, aparezca la noche como espacio privilegiado y cargado de resonancias para j\u00f3venes y adolescentes.
\nLa noche se ha constituido como uno de los s\u00edmbolos juveniles actuales m\u00e1s importantes. Pero su fuerza no radica tan s\u00f3lo en que a lo largo de ella se viven momentos de diversi\u00f3n. La noche condensa en s\u00ed una serie de significaciones que, de forma inconsciente, orientan el pensamiento y cristalizan en conductas concretas.
\nNo nos hallamos ante un signo aislado, sino ante una constelaci\u00f3n de s\u00edmbolos que funcionan unidos. Algunos de los elementos simb\u00f3licos que aglutina la noche podr\u00edan resumirse conforme sigue.
\n
\no\u00a0La noche, tiempo festivo<\/strong>
\n\u00a0<\/em><\/strong>
\nEs tiempo diverso al per\u00edodo destinado al trabajo y a las obligaciones cotidianas. La misma penumbra ambiental hace de barrera diferenciadora entre noche y d\u00eda. A lo largo de la noche se desarrollan hechos y acontecimientos impensables durante el d\u00eda. Hasta la misma personalidad de muchos j\u00f3venes y adolescentes adquiere nuevos matices.
\n
\no\u00a0Placer sensorial<\/strong>
\n
\nNuevos\u00a0artefactos<\/em>\u00a0sonoros y luminosos, fruto de la electr\u00f3nica, contribuyen a que la noche sea una recreaci\u00f3n para los sentidos, especialmente para la vista y el o\u00eddo. La m\u00fasica, escuchada con volumen muy fuerte, se percibe no s\u00f3lo con el o\u00eddo, sino tambi\u00e9n con todo el cuerpo, que recibe una serie de vibraciones que afectan a la piel, sobre todo mediante los sonidos graves. Las luces, con la variedad de colores y el ritmo de que son dotadas, estimulan el sentido de la vista, contribuyendo a crear una atm\u00f3sfera desacostumbrada y facilitadora de enso\u00f1aciones.
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\no\u00a0Est\u00e9tica<\/strong>
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\nConstituida una atm\u00f3sfera de enso\u00f1aci\u00f3n, propiciada por la luminosidad, la noche se convierte en geograf\u00eda de la apariencia y la est\u00e9tica. Las formas de los vestidos y el maquillaje, como si se tratara de modernas m\u00e1scaras, facilitan no s\u00f3lo un cambio en la ocupaci\u00f3n, sino que llegan a ser s\u00edmbolo de transformaciones en lo personal. Durante el tiempo de trabajo cada cual desempe\u00f1a un determinado rol social. Este rol est\u00e1 marcado por necesidades y obligaciones: trabajo, estudios, etc. La noche es tiempo para una est\u00e9tica orientada a procurar \u00abnuevas y suplementarias personalidades\u00bb.
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\no\u00a0Libertad personal<\/strong>
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\nLa familia ejerce un determinado control sobre los adolescentes y j\u00f3venes. Este control variar\u00e1 seg\u00fan circunstancias. A lo largo de las actividades nocturnas, j\u00f3venes y adolescentes se sienten fuera del control familiar y emancipados. En el seno de este ambiente afirman, de alguna forma, su autonom\u00eda personal, adquiriendo nuevas cotas de independencia. La noche se convierte, de esta manera, en ocasi\u00f3n para afirmar la propia personalidad. Es como si se tratara de un continuado \u00abrito de iniciaci\u00f3n\u00bb en el que el iniciado se percibe a s\u00ed mismo como adulto, pudiendo decidir con autonom\u00eda, fuera del entorno familiar.
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\no\u00a0Transgresi\u00f3n de lo establecido<\/strong>
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\nCuando este deseo de emancipaci\u00f3n va m\u00e1s all\u00e1 de lo familiar y adquiere mayores dimensiones, se llega a la transgresi\u00f3n social. La noche facilita este tipo de transgresiones. Es as\u00ed como muchos j\u00f3venes ven en la noche espacios donde transgredir diversas normas sociales. Las transgresiones, utilizadas como v\u00e1lvula de escape, presentan m\u00faltiples variedades: el gamberrismo que destroza la propiedad privada y colectiva, el uso del alcohol y las drogas que aliena y evade de la realidad, determinados comportamientos sexuales que van m\u00e1s all\u00e1 de la \u00e9tica admitida… El problema no radica tanto en estas actitudes transgresoras, sino la carencia de una visi\u00f3n global de la existencia que oriente el comportamiento personal y social, seg\u00fan unos principios v\u00e1lidos y perdurables m\u00e1s all\u00e1 de las circunstancias ambientales.
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\no\u00a0Socializaci\u00f3n y lenguajes<\/strong>
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\nLa noche es el lugar donde se dan variados y espont\u00e1neos intercambios socializantes. Durante la noche tiene lugar el encuentro con el grupo de amigos libremente elegidos. El tipo de relaci\u00f3n que se establece suele ser fuertemente afectivo, permaneciendo alejado del mundo de la productividad. La noche se halla cargada, simb\u00f3licamente, del deseo de unas relaciones m\u00e1s humanas y menos utilitarias. Lo que cuenta es \u00abestar libremente junto a…\u00bb, aunque no se produzca ning\u00fan intercambio verbal, racional o productivo.
\nSe habla, con frecuencia, de un empobrecimiento del lenguaje juvenil, de locales nocturnos en los que el volumen de la m\u00fasica impide la comunicaci\u00f3n verbal, de j\u00f3venes que se contemplan, como nuevos\u00a0narcisos<\/em>\u00a0en un\u00a0pub<\/em>\u00a0sin mantener conversaci\u00f3n alguna… Todo ello forma un lenguaje en el que la comunicaci\u00f3n alfab\u00e9tica no recibe prioridad por encima de las dem\u00e1s. Funcionan otros lenguajes en los que lo racional y funcional es sustituido por el ritmo, el color y la imagen, y lo \u00e9tico por lo est\u00e9tico.
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\no\u00a0El \u00abzapping geogr\u00e1fico\u00bb<\/strong>
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\nSe habla mucho del\u00a0zapping<\/em>\u00a0televisivo. Este concepto puede ser aplicado a los desplazamientos continuos que llevan a adolescentes y j\u00f3venes, de un lugar a otro en el transcurso de la noche, constituyendo un aut\u00e9ntico \u00abzapping geogr\u00e1fico\u00bb. Es el triunfo del cambio r\u00e1pido que propicia situaciones ef\u00edmeras, aumentando la posibilidad de nuevas experiencias y sensaciones. Tras este aspecto se halla el deseo inconsciente de la multipresencia; poder trascender los l\u00edmites del momento y espacio presente, ampli\u00e1ndolos en la medida de lo posible.
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\n4\u00a0\u00a0Conclusiones<\/strong>
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\nLa noche es una realidad que se impone socialmente y que afecta a educadores, agentes de pastoral y animadores juveniles. Frente a esta realidad no caben posturas radicales, sean del signo que sean. Conviene reflexionar acerca del fen\u00f3meno, matizar las opciones a las que se llegue y trazar caminos progresivos que conduzcan a una mejora de nuestras acciones educativas, integrando aquellas tendencias propias de la cultura juvenil actual que merezcan ser integradas.
\nSugerimos a continuaci\u00f3n algunas pistas de reflexi\u00f3n para orientar el trabajo de educadores y animadores.
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\no\u00a0Nihil novum sub sole<\/strong>
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\nNada nuevo hay bajo el sol…<\/em>\u00a0Aunque la vivencia actual de la noche posee caracter\u00edsticas que le confieren originalidad propia, nos hallamos ante un fen\u00f3meno tan antiguo como la humanidad. El fen\u00f3meno de la noche no debe ser analizado aisladamente: Hay que relacionarlo con el tipo de vivencias que se dan a lo largo del d\u00eda. A mayor presi\u00f3n diurna suele darse una mayor necesidad de potenciar elementos festivos.
\nAl educador no deben preocuparle tan s\u00f3lo las tendencias que quieren recuperar la noche como elemento l\u00fadico al precio que sea; tambi\u00e9n debe analizar ese tipo de trabajo diurno marcado por la competitividad, el anonimato, la monoton\u00eda… que hacen de la noche una \u00abv\u00e1lvula de escape\u00bb sin tino ni medida.
\nEs inquietante la\u00a0esquizofrenia<\/em>\u00a0social que produce una semana de trabajo sin alicientes y unas noches de fin de semana donde la diversi\u00f3n salta los l\u00edmites de lo razonable. Una intervenci\u00f3n educativa sobre la noche, debe comenzar por ofrecer jornadas de trabajo equilibradas, en las que j\u00f3venes y adolescentes desarrollen aspectos de realizaci\u00f3n personal que fomenten el equilibrio y la armon\u00eda.
\no\u00a0Mirar con simpat\u00eda a los j\u00f3venes y sus manifestaciones<\/strong>
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\nEl educador debe procurar ser un adulto que comparte el proceso de crecimiento de adolescentes y j\u00f3venes. Desde un equilibrio entre exigencia y comprensi\u00f3n, tiende a mirar con simpat\u00eda los aspectos que emergen de la nueva cultura juvenil, aprendiendo a distinguir aquellos que facilitan procesos de crecimiento positivos de aquellos que obstaculizan dicho desarrollo.
\nLa constelaci\u00f3n simb\u00f3lica de la noche posee elementos aprovechables en lo educativo. Recuperar la noche, y los elementos positivos que en ella se dan, debe ser tarea a realizar por los educadores.
\n\u00a0<\/em><\/strong>
\no\u00a0La noche:<\/strong>
\nSigno del lenguaje racional y moralista que pierde terreno
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\nExiste una sensibilidad, muy extendida, que resta importancia a todo aquello que llega presentado sobre soportes racionales, alfab\u00e9ticos y moralistas. Los\u00a0rollos<\/em>\u00a0y las moralejas f\u00e1ciles deben ser revisados seriamente.
\nLa noche se presenta como alternativa a este tipo de comunicaci\u00f3n. El cansancio de los lenguajes moralistas, la sobrecarga de \u00e9tica promet\u00e9ica que propugn\u00f3 la modernidad, la despersonalizaci\u00f3n y anonimato creciente, la masificaci\u00f3n… han contribuido a fortalecer la noche, como lugar festivo y de desinhibici\u00f3n. La vivencia de la noche quiere ser, aunque no siempre lo consigue, un correctivo a estilos de vida orientados solamente a la producci\u00f3n despersonalizadora sin contemplar aspectos festivos y l\u00fadicos.
\n
\no\u00a0El lenguaje simb\u00f3lico ofrece nuevas posibilidades<\/strong>
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\nEn el fen\u00f3meno \u00abnoche\u00bb funciona una constelaci\u00f3n de s\u00edmbolos a los que se adhiere la persona espont\u00e1neamente. Recurrir al s\u00edmbolo no quiere decir, a la luz de lo analizado en el presente art\u00edculo, utilizar juegos y\u00a0din\u00e1micas<\/em>\u00a0para entretener y paliar el tedio de los discursos racionales. El mundo simb\u00f3lico ofrece visiones globales de la persona, satisfaciendo necesidades y facilitando la expresi\u00f3n de los m\u00e1s profundos y vivos sentimientos.
\nLos educadores deben discernir qu\u00e9 constelaciones simb\u00f3licas sirven para expresar aspectos profundos de la vida de j\u00f3venes y adolescentes. En la actualidad se est\u00e1 haciendo demasiado grande el abismo existente entre el mensaje expresado de forma doctrinal y racional, y las expectativas del sentir juvenil.
\n
\no\u00a0Hacia un replanteamiento de la iconograf\u00eda religiosa<\/strong>
\n
\nPara la cultura juvenil, lo est\u00e9tico es una primera puerta en el proceso del conocimiento. Mediante la est\u00e9tica se efect\u00faa un \u00abprimer examen\u00bb de la nueva realidad. El hecho religioso cristiano ha producido a lo largo de los siglos una abundante iconograf\u00eda, tanto en im\u00e1genes como en s\u00edmbolos verbales, adaptadas a la necesidad de las gentes. Estas iconograf\u00edas se han convertido en un arte que posee m\u00faltiples y geniales manifestaciones.
\nSer\u00eda interesante\u00a0re-inventar<\/em>\u00a0un arte religioso juvenil, capaz de expresar, desde la est\u00e9tica actual, las realidades profundas del cristianismo y sus valores. Porque, con demasiada frecuencia, el \u00abenvoltorio est\u00e9tico\u00bb de nuestros mensajes permanece anclado en formas art\u00edsticas pertenecientes a d\u00e9cadas anteriores, cuando no a siglos. La noche se halla sumergida en un contexto est\u00e9tico propio que responde a los intereses juveniles. Acercarse a esos nuevos lenguajes abre caminos educativos que generan motivaci\u00f3n.
\n
\no\u00a0Arbitrar espacios para el lenguaje de modulaci\u00f3n<\/strong>
\n
\nLos mensajes que emite la noche son fragmentos que, de forma intuitiva, inciden en algunas dimensiones personales, subrayando aspectos que potencian la socializaci\u00f3n y las dimensiones intuitivas de la persona. La transmisi\u00f3n de mensajes s\u00f3lo desde instancias alfab\u00e9ticas desemboca en un serio peligro: perder la cercan\u00eda personal y empobrecer el testimonio.
\nEl educador debe se un testigo que\u00a0narra<\/em>\u00a0sus propias vivencias, comprometiendo no s\u00f3lo su discurso verbal o escrito, sino su propia vida. La sistematizaci\u00f3n ser\u00e1 un proceso posterior. Por ello, en un primer momento, conviene emitir mensajes que afecten al sentimiento y a la est\u00e9tica, a\u00fan a riesgo de la fragmentaci\u00f3n. En un segundo momento se deber\u00e1 caminar desde el fragmento a la globalidad, desde lo intuido a lo sistem\u00e1tico.
\n
\no\u00a0Informar de las \u00abzonas oscuras\u00bb de la noche<\/strong>
\n
\nLa explotaci\u00f3n de la noche como lugar de ocio y tiempo libre no responde tan s\u00f3lo al sentir ancestral de la humanidad que busca expresar vivencias. La industria del ocio ha encontrado en la noche un elemento de consumo muy apto para sus intereses econ\u00f3micos sin escr\u00fapulos. El educador debe informar y formar de todos los entresijos oscuros que funcionan a lo largo de la noche, previniendo de los aspectos negativos que en ella se dan.
\n
\n\u00be\u00a0Nota bibliogr\u00e1fica<\/strong>
\n
\n–\u00a0CHEVALIER-GHEERBRANT,\u00a0Diccionario de los s\u00edmbolos,<\/em>\u00a0Herder, Barcelona 1986.
\n–\u00a0M. ELIADE,\u00a0Historia de las creencias y de las ideas religiosas,<\/em>\u00a0Cristiandad, Madrid 1978.
\n–\u00a0J.M. MARDONES,\u00a0\u00bfA d\u00f3nde va la religi\u00f3n?,<\/em>\u00a0Sal Terrae. Santander 1996.
\n–\u00a0L. FOURCART,\u00a0Myst\u00e8res,<\/em>\u00a0Recherches de Science religieuse, Par\u00eds 1969.
\n–\u00a0P. MURDOCK,\u00a0Nuestros contempor\u00e1neos primitivos,<\/em>\u00a0Fondo de cultura econ\u00f3mica, M\u00e9xico 1992.
\n–\u00a0C. DARYLL FORDE,\u00a0H\u00e1bitat, econom\u00eda y sociedad,<\/em>\u00a0Oikos Tau, Vilassar de Mar 1965.
\n–\u00a0F. CUMONT,\u00a0Las religiones orientales y el paganismo romano,<\/em>\u00a0Akal, Madrid 1987.
\n–\u00a0J.J. G\u00d3MEZ PALACIOS,\u00a0Antropolog\u00eda y Animaci\u00f3n Sociocultural,<\/em>\u00a0Grup Dissabte, Valencia 1992.
\n
\n[1]<\/a>\u00a0\u00a0Los textos narrativos del art\u00edculo fueron preparados inicialmente por\u00a0Luc\u00eda Pla Herraiz.<\/em>[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"