{"id":12455,"date":"1998-06-01T09:11:38","date_gmt":"1998-06-01T07:11:38","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12455"},"modified":"1998-06-01T09:11:38","modified_gmt":"1998-06-01T07:11:38","slug":"contexto-pastoral-y-claves-de-respuesta-eclesial-a-los-jovenes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/contexto-pastoral-y-claves-de-respuesta-eclesial-a-los-jovenes\/","title":{"rendered":"Contexto pastoral y claves de respuesta eclesial a los j\u00f3venes"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Domenico Sigalini<\/strong>\u00a0es Director del \u00abServicio Nacional para la Pastoral Juvenil\u00bb de la Conferencia Episcopal Italiana y miembro del Consejo de Direcci\u00f3n de la revista \u00abNote di Pastorale Giovanile\u00bb. [vc_row][vc_column][vc_column_text]Domenico Sigalini\u00a0es Director del \u00abServicio Nacional para la Pastoral Juvenil\u00bb de la Conferencia Episcopal Italiana y miembro del Consejo de Direcci\u00f3n de la revista \u00abNote di Pastorale Giovanile\u00bb. S\u00edntesis del art\u00edculo: El autor considera estos elementos en la definici\u00f3n del contexto pastoral: la necesidad de sentirse \u00abinterpretados\u00bb y representados, los nuevos modelos de comunicaci\u00f3n, […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[126,278,276,94],"tags":[],"class_list":["post-12455","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1998-mision-joven-2","category-domenico-sigalini","category-estudios-257","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12455","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12455"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12455\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12455"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12455"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12455"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n
\nS\u00edntesis del art\u00edculo:
\nEl autor considera estos elementos en la definici\u00f3n del contexto pastoral: la necesidad de sentirse \u00abinterpretados\u00bb y representados, los nuevos modelos de comunicaci\u00f3n, la dificultad para tomar decisiones, el secuestro biol\u00f3gico de los padres, la \u00abdemanda\u00bb de religi\u00f3n, la nueva exigencia de espiritualidad, la b\u00fasqueda de radicalidad, la experiencia afectiva y la sexualidad por definir, la subcultura homosexual. Las claves de respuesta: pasar del an\u00e1lisis de lo vivido a la fascinaci\u00f3n frente a lo propuesto, convocar para la misi\u00f3n, formar sobre la marcha, enlazar con la comunidad, atreverse a anunciar en los nuevos are\u00f3pagos, buscar experiencias educativas y m\u00e9todos nuevos para proponer el mensaje cristiano.
\n
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\n <\/p>\n\n
\nMe detengo a considerar, en primer lugar, algunos elementos fundamentales del contexto, subrayando el tema del llamado \u00abdespertar religioso\u00bb.
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\n1.1. Necesidad de sentirse \u00abinterpretados\u00bb y representados<\/em><\/strong>
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\nHoy ya no existe un proyecto, una utop\u00eda que pueda servir como soporte de la acci\u00f3n. Hay, por el contrario y siempre m\u00e1s, un atravesar perdidos el territorio sin una verdadera direcci\u00f3n. Esta generaci\u00f3n necesita contar con referencias en interlocutores no paternalistas, que no te quieran imponer su verdad, sino que est\u00e9n dispuestos a escuchar tu malestar, tu miedo.
\nHay un momento en el que los j\u00f3venes ya no se reconocen simplemente en la relaci\u00f3n con sus padres o hermanos, y tienen necesidad de reconocerse con los dem\u00e1s, de no avergonzarse de sus emociones y de sus miedos. Los dem\u00e1s compa\u00f1eros est\u00e1n igualmente espantados, aunque lo disimulen haciendo el papel de prepotentes, de jefes de la\u00a0tribu.<\/em>\u00a0Todos necesitan a alguien con quien se pueda confrontar pareceres y hablar de las propias cosas.
\n
\nLos j\u00f3venes de hoy tienen necesidad de ocasiones para expresar sus situaciones, precisan de alguien que simpatice con su necesidad de amor e interprete el amor frustrado, su necesidad de ser aceptado y su miedo a sufrir el rechazo.
\nSi \u00e9sta es la percepci\u00f3n que tienen de s\u00ed mismos los j\u00f3venes y de las relaciones que viven, necesitan sobre todo vencer la desesperaci\u00f3n a la que est\u00e1n condenados si no se les tiene en consideraci\u00f3n, si no se les trata con el respeto y amor que les debiera rodear, y no con afirmaciones abstractas e intelectuales. Por ese camino, les llega con toda seguridad una percepci\u00f3n positiva de s\u00ed mismos, una confianza en la vida y en todos aquellos valores que est\u00e1n a la base de la construcci\u00f3n de la propia y positiva identidad.
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\n1.2. Nuevos modelos de comunicaci\u00f3n<\/em><\/strong>
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\nEl mundo juvenil se encuentra inmerso, como en su salsa, en un modelo comunicativo, que al adulto le cuesta hacer suyo y que utiliza con frecuencia en modo s\u00f3lo instrumental. La manera de hablar que tienen los j\u00f3venes est\u00e1 m\u00e1s ligada a la cercan\u00eda de im\u00e1genes, de detalles, de elementos no organizados, que a una secuencia rigurosa de estructuras l\u00f3gicas de pensamiento. La m\u00fasica, la imagen, el juego electr\u00f3nico, la realidad virtual, lo sumergen en un mundo que peligra de cerrarse en s\u00ed mismo y de no crear puentes con la realidad, a trav\u00e9s de la confrontaci\u00f3n y del intercambio. Existe el peligro de crear mundos de comunicaci\u00f3n paralelos, que se confronten s\u00f3lo para medir el grado de su imposible anexi\u00f3n.
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\n1.3. La dificultad de decidirse<\/em><\/strong>
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\nLas opciones definitivas o que tienen una apariencia de no retorno son siempre dejadas para m\u00e1s tarde. Se piensa que de cualquier situaci\u00f3n humana se pueda tornar hacia atr\u00e1s por un especie de\u00a0reencarnaci\u00f3n<\/em>\u00a0y, con todo, se posponen las decisiones fundamentales. El exceso de oportunidades, la falta de responsabilidad en los padres, un clima familiar c\u00f3modo, sin confrontaci\u00f3n, las dificultades estructurales, la carencia de lugares de mutua ayuda, o la falta de ejercicio con energ\u00edas que miran hacia el futuro, pueden ser otras tantas concausas del fen\u00f3meno. El hecho es que los j\u00f3venes se sienten abandonados en mitad de la plaza, aunque tengan ganas de hacer un desfile. Una comunidad que no tiene ideales grandes, compartidos por todos y en los que todos creen, no ayuda a cada persona a cargar con la propia responsabilidad.
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\n1.4. Secuestro biol\u00f3gico de los padres<\/em><\/strong>
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\nEn un clima de aparente libertad, no se deja libres a los j\u00f3venes para tomar decisiones que van m\u00e1s all\u00e1 de la vida normal: escuela, universidad, trabajo, discoteca, relaciones afectivas, gesti\u00f3n de los bienes personales. Cuando se plantean \u00abopciones de cambio\u00bb, se topa con un muro: voluntariado, experiencia misionera, servicio social, vida en comunidad, implicaci\u00f3n en proyectos que apartan del mundo familiar\u2026, son los campos de oposici\u00f3n absoluta de muchos padres. La fe no debe sobrepasar lo que es un comportamiento\u00a0socialmente correcto,<\/em>\u00a0compuesto m\u00e1s\u00a0de buenas maneras<\/em>\u00a0que de opciones contracorriente. La libertad sin discusi\u00f3n ahoga, en definitiva, la respiraci\u00f3n m\u00e1s honda de la persona y tiene como precio la incapacidad de proyectar personalmente el futuro.
\n
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/em><\/strong>
\n1.5. La \u00abdemanda\u00bb religiosa<\/em><\/strong>
\n
\nLos elementos-eje de la experiencia religiosa est\u00e1n hoy m\u00e1s marcadamente presentes en la vida juvenil. De hecho, los j\u00f3venes hoy sienten y viven las siguientes situaciones:
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\n\u00be\u00a0La condici\u00f3n de creaturas<\/strong>
\nEl descubrimiento de la precariedad, de los l\u00edmites, de la finitud del hombre, est\u00e1 a la base de toda experiencia religiosa. Ning\u00fan joven siente que tiene en s\u00ed mismo las fuerzas suficientes para crecer, para llegar a ser persona. Est\u00e1 caracterizado por un equilibrio inestable, condicionado por ofertas necesarias en todos los aspectos: f\u00edsico, qu\u00edmico, biol\u00f3gico, ps\u00edquico\u2026 Tiene necesidad de ser amado. El joven capta que la vida tiene un l\u00edmite determinado, sellado, imposible de eliminar. No se trata s\u00f3lo de tener un poco de paciencia, porque m\u00e1s pronto o m\u00e1s tarde se podr\u00e1 encontrar la soluci\u00f3n a todos los problemas. La soluci\u00f3n, con frecuencia, no existe, la realidad tiene un fin. La sed del m\u00e1s all\u00e1 permanece seg\u00fan los l\u00edmites que pruebes.
\n
\n\u00be\u00a0La experiencia de la muerte<\/strong>
\nHoy los j\u00f3venes vuelven a reflexionar sobre la muerte y el \u00abdespu\u00e9s\u00bb de la muerte, expresando su voluntad de ir m\u00e1s all\u00e1. Viven con una gran incapacidad para integrar la experiencia del luto y no encuentran adultos que les acompa\u00f1en en esta b\u00fasqueda indispensable para recuperar esperanza. Con frecuencia la muerte llega a ser tambi\u00e9n una perspectiva y existe la esperanza de un lugar donde liberarse de la esclavitud de la imagen presente.
\n
\n\u00be\u00a0La llamada a la trascendencia<\/strong>
\nLos j\u00f3venes demandan trascendencia cuando captan que la vida es siempre un gran misterio, inexplicable, no reducible a f\u00e1ciles esquemas, que se te escapa de la mano cuando piensas que la controlas, que te llena de alegr\u00edas inesperadas y de dolores absurdos, de aperturas a lo imposible y de imposibilidades que producen frustraci\u00f3n. Con frecuencia, para entender esto hace falta subir encima de un \u00e1rbol muy alto para ver la vida desde una atalaya capaz de ampliar el horizonte, y comprender as\u00ed que la vida no se puede reducir a la suma de los fen\u00f3menos que la componen.
\n
\n\u00be\u00a0La base de un fundamento<\/strong>
\nNing\u00fan joven se basta a s\u00ed mismo. Puede pensar por su cuenta, entrar en s\u00ed mismo, hacer silencio, pero siempre para darse cuenta de referencias que se apoyan en cosas que van m\u00e1s all\u00e1, que se pueden leer en las generaciones precedentes. Que la vida tenga fundamento en la trascendencia no es fruto de una demostraci\u00f3n, sino de un descubrimiento en la propia experiencia situada dentro de la tradici\u00f3n de la historia que nos ha precedido. La secularizaci\u00f3n, entendida como autosuficiencia del hombre, ha terminado[1]<\/a>.
\n
\n\u00be\u00a0Y\u2026 la \u00abcantidad\u00bb en la demanda religiosa<\/strong>
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\nEst\u00e1 aumentando el n\u00famero de personas que concede importancia a la religi\u00f3n en su vida La \u00faltima encuesta\u00a0IARD[2]<\/a>\u00a0sobre la\u00a0condici\u00f3n juvenil<\/em>en Italia (noviembre \u201896) dice que cree en Dios el 77,8% de los j\u00f3venes, y que la suma del\u00a0polo religioso<\/em>, o sea, los que orientan decididamente su vida hacia la religiosidad, m\u00e1s la\u00a0zona gris<\/em>, o sea, los que van a la Iglesia en ciertas ocasiones, creen pero no practican o no creen, pero se sienten llevados al sentimiento religioso, alcanza el 86%; adem\u00e1s, el 35% considera la religi\u00f3n como muy importante en su vida. El alto porcentaje de los buscan la\u00a0trascendencia<\/em>\u00a0es una constante de todas las encuestas. La difusi\u00f3n del esoterismo, magia, sectas, satanismo, emotividad, confirma este el dato.
\nLa encuesta\u00a0J\u00f3venes y generaciones[3]<\/a>,<\/em>\u00a0al afrontar el tema desde el punto de vista de la relaci\u00f3n generacional, tambi\u00e9n constata la persistencia de lo religioso, aunque, a su parecer, lo ve demasiado orientado a una fe sin trascendencia. Sin embargo, si la pregunta religiosa se expresa como b\u00fasqueda de sentido, no queda tan alejada de la perspectiva de la trascendencia. Se dice que la religi\u00f3n queda al margen de la vida cotidiana de los j\u00f3venes, porque le dan escaso relieve consciente en sus propias opciones; pero se afirma, de todos modos, que \u201cel 80% de los j\u00f3venes declara alguna orientaci\u00f3n religiosa, que para la mayor\u00eda absoluta se expresa todav\u00eda como una referencia a la religi\u00f3n cat\u00f3lica\u201d[4]<\/a>. El proceso de secularizaci\u00f3n, seg\u00fan lo que percibo, ha quedado bloqueado o, por lo menos, como dice tal encuesta, \u201ces de alcance modesto y se realiza con notable lentitud\u201d. Otras encuestas detectan estad\u00edsticamente la inversi\u00f3n de la marcha.
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\nUna percepci\u00f3n de la religi\u00f3n en el universo juvenil, con los caracteres arriba descritos, est\u00e1 bien delineada en la encuesta sobre la experiencia religiosa de los j\u00f3venes, perfectamente dirigida y coordinada por el profesor Mario Pollo -del Instituto de Teolog\u00eda Pastoral de la Universidad Pontificia Salesiana de Roma-, estudiando y destripando historias de vida[5]<\/a>. Es una encuesta que no pretende sentar c\u00e1tedra sobre la cantidad, aunque est\u00e1 de acuerdo con otras investigaciones cuantitativas, pero ayuda sobre todo a entrar en la calidad y a no achacar tan f\u00e1cilmente, por citar un ejemplo, a la\u00a0New Age<\/em>\u00a0\u00a0o a la decadencia que se observa desde el punto de vista religioso todo aquello que no lleve la firma de lo trascendente,\u00a0\u00a0y a\u00fan m\u00e1s, de lo que no presente el nombre expl\u00edcito de Jesucristo.
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\n\u00be\u00a0\u00bfPor qu\u00e9 tanto an\u00e1lisis sobre la \u00abdemanda\u00bb de religi\u00f3n?<\/strong>
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\nPara nosotros, educadores apasionados, para la pastoral\u2026, la demanda religiosa expresa la necesidad de significado, que s\u00f3lo se puede colmar objetivamente con la referencia a la trascendencia, aunque no se busque de modo expl\u00edcito. Es una experiencia humana vivida como\u00a0invocaci\u00f3n,<\/em>\u00a0al menos impl\u00edcita, hacia algo que supere radicalmente a lo dado inmediatamente en la vida.
\nA diferencia de cuanto aparec\u00eda s\u00f3lo hace diez a\u00f1os, en estos \u00faltimos las ideolog\u00edas han muerto y la exigencia de caminar m\u00e1s all\u00e1 se ha hecho extraordinariamente importante y difusa, hasta abandonar el gusto por la b\u00fasqueda y aplanarse en un nefasto consumismo religioso, prefiriendo la emoci\u00f3n antes que una propuesta decidida con la cual entrar en\u00a0reacci\u00f3n.<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\nUn texto de Andreoli da testimonio de esta urgencia: \u201cHe encontrado muchos j\u00f3venes en crisis de abstinencia de fe. Vivimos un tiempo de\u00a0rompimiento<\/em>\u00a0de la fe\u201d[6]<\/a>. Expresiones como \u00abhacerse a\u00f1icos\u00bb o \u00abcrisis de abstinencia\u00bb dicen muchas cosas sobre el deseo de encontrar la fe al inicio de cualquier camino y en los meandros m\u00e1s impensados de la vida, y no s\u00f3lo en las instituciones dedicadas a ello.
\nAyer era necesario provocar la demanda religiosa; actualmente hay que ponerle delante una propuesta clara, dir\u00eda kerigm\u00e1tica. Hablando sin rodeos, se puede decir que hoy los\u00a0\u00a0j\u00f3venes no tienen los complejos positivistas de hace algunos a\u00f1os al afrontar el problema religioso; tienen m\u00e1s preguntas religiosas que sus padres, aunque sean menos\u00a0practicantes;<\/em>\u00a0no est\u00e1n acomplejados, tienen curiosidad por todo, exigen misterio, sue\u00f1o, poes\u00eda. A este respecto, fueron muy expl\u00edcitos los testimonios de los j\u00f3venes en Par\u00eds.
\nDe todo ello se deriva una dura consecuencia: la dimensi\u00f3n religiosa de las demandas juveniles no proviene del uso de los bienes religiosos o del conocimiento de que las Iglesias le dan respuesta, sino que se trata de la mirada sobre la propia vida, que busca el sentido y constata la limitaci\u00f3n de los significados elaborados por el hombre. Para simplificar el asunto, dir\u00e9 lo siguiente: yo s\u00e9 \u2013yo, apasionado por la educaci\u00f3n de los j\u00f3venes en la fe\u2013 que Dios es el sentido del hombre, veo que, poco o mucho, en el joven se abre a la invocaci\u00f3n; a m\u00ed me toca el ayudar para que se produzca el encuentro entre el que invoca y el invocado, que con frecuencia no queda claramente identificado.
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\n1.6. Nueva exigencia de espiritualidad<\/em><\/strong>
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\nLa espiritualidad, como exigencia de\u00a0unidad<\/em>, de\u00a0silencio<\/em>, de\u00a0concentraci\u00f3n sobre s\u00ed mismo<\/em>, muy emparentada con la demanda de lo religioso, puede ser encauzada sin ning\u00fan forzamiento. Est\u00e1 muy autocentrada, muy orientada hacia la propia subjetividad, hacia el propio equilibrio. Me explico mejor aportando el razonamiento de un joven: \u201cSi ma\u00f1ana debo hacer alguna cosa importante, entonces hoy me concentro y se produce una compenetraci\u00f3n en mi esp\u00edritu, una especie de oraci\u00f3n, porque quiero entrar en el significado de aquella cosa\u201d. Una de las carencias de este momento hist\u00f3rico es la de\u00a0padres espirituales,<\/em>\u00a0en sentido amplio, que ayuden a los j\u00f3venes a tomar en sus manos la propia vida.
\nLa necesidad de lo religioso, con frecuencia, se manifiesta como un deseo de silencio, de entrar en s\u00ed mismo, de participar en un mundo desconocido, del cual se ha estado privado. Dice C. Coupland: \u201cSi nuestras vidas no se transforman en historias, no hay modo alguno de vivirlas\u201d[7]<\/a>. Por ese motivo, \u00e9l se retir\u00f3 al desierto con sus amigos. Es ya imposible contar el n\u00famero de j\u00f3venes que van a pasar semanas en los monasterios.
\n
\n1.7. B\u00fasqueda de radicalidad<\/em><\/strong>
\n
\nQuien ha sentido la importancia de una opci\u00f3n religiosa o vive dentro de una tradici\u00f3n religiosa, hoy m\u00e1s que ayer, siente la necesidad de dar una\u00a0unidad profunda<\/em>\u00a0a su vida,\u00a0enraiz\u00e1ndola en el centro de la fe<\/em>, sobre un fundamento seguro, que crea unidad entre fe y vida y entre las dem\u00e1s expresiones de la existencia. Dicho en t\u00e9rminos m\u00e1s te\u00f3ricos: hay que formarse una estructura de personalidad que tenga a Jes\u00fas como centro. Hoy, por parte de quien cree, es siempre m\u00e1s viva la necesidad de ir al centro de la experiencia religiosa y no quedarse en sus m\u00e1rgenes, aunque s\u00f3lo sea para no molestar al\u00a0grupo.<\/em>\u00a0Por tanto, estos datos hacen ver la urgencia de ser expl\u00edcitos, radicales, provocadores y centrados en lo esencial.
\n
\n1.8. La experiencia afectiva y una sexualidad por redefinir<\/em><\/strong>
\n
\nEn el campo de la\u00a0afectividad,<\/em>\u00a0los j\u00f3venes de hoy viven una\u00a0sexualidad sin tab\u00faes<\/em>, pero con muchos miedos. Dicen: \u201cLa revoluci\u00f3n sexual nos ha dejado el divorcio, el\u00a0SIDA,\u00a0el herpes y estupros al orden del d\u00eda. En lugar de la exploraci\u00f3n de la sexualidad, nos ha quedado el caos sexual. Continuamos practicando el sexo, pero ya no nos enamoramos. Una cosa buena es que somos una generaci\u00f3n que cree poco en la palabrer\u00eda y mucho en la acci\u00f3n. Rehuimos ideolog\u00edas y dogmas en favor de un pragmatismo esencial en todos los campos de la vida. Somos menos precavidos y menos sexistas que cualquier generaci\u00f3n anterior y, sin embargo, las encuestas demuestran extra\u00f1amente que estamos f\u00e1cilmente sujetos a la hipocres\u00eda. Estamos aqu\u00ed ante un aspecto de la vida, como tantos otros en los que se aprecia una paradoja existencial. En el momento m\u00e1s hermoso de una aventura de amor, surge el miedo a la muerte.
\n
\n1.9. Difusi\u00f3n de la subcultura homosexual<\/em><\/strong>
\n
\nTratamos el dato como elemento de turbaci\u00f3n en la b\u00fasqueda de motivaciones vocacionales. Est\u00e1 muy difundida o en expansi\u00f3n, por lo menos, una subcultura de la homosexualidad, que, adem\u00e1s de estar provocada por situaciones fisiol\u00f3gicas, viene enga\u00f1osamente incentivada por modelos marginales de conducta. Establecer relaciones con personas del mismo sexo es menos comprometido que hacerlo con el otro sexo. Existe una especie de cerraz\u00f3n en el propio mundo, como un pacto entre iguales que no compromete a salir de uno mismo hacia la novedad, lo imponderable, una nueva criatura, una confrontaci\u00f3n radical, como se produce en la relaci\u00f3n entre el var\u00f3n y la mujer.
\nLa carencia de la figura paterna en la educaci\u00f3n influye probablemente tambi\u00e9n sobre esta exasperaci\u00f3n de la afectividad y sobre la prolongaci\u00f3n de la fase natural de atenci\u00f3n a los que pertenecen al mismo sexo. El di\u00e1logo y el respeto a las personas no se debe confundir con el error de no proponer una sexualidad orientada al\u00a0darse<\/em>\u00a0conforme al proyecto de Dios. El fen\u00f3meno de la homosexualidad puede enturbiar la b\u00fasqueda de la propia vocaci\u00f3n e interrumpir el necesario camino de crecimiento hacia la heterosexualidad, profundizando miedos y provocando fugas.
\n
\n <\/p>\n\n
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.1. Del an\u00e1lisis de lo vivido a la fascinaci\u00f3n ante la propuesta<\/em><\/strong>
\n
\nSe trata, ante todo, de trasladar el eje de la intervenci\u00f3n educativa desde el an\u00e1lisis de lo vivido a la fascinaci\u00f3n por la propuesta. No quiero afirmar aqu\u00ed que est\u00e9 superada la opci\u00f3n educativa de los peque\u00f1os pasos, de las metas concatenadas, de la gradualidad de la educaci\u00f3n; quiero decir que el gozne de la intervenci\u00f3n educativa no me parece que consista, sobre todo, en dilatar la reflexi\u00f3n sobre s\u00ed mismo o la b\u00fasqueda de preguntas, sino en orientar hacia una propuesta clara.
\nEn esta nueva actitud educativa no puede faltar la centralidad de la propuesta de Cristo como gozne sobre el que se oriente la jerarqu\u00eda de valores. En este mundo en el que los medios de comunicaci\u00f3n presentan modelos e \u00eddolos, ante unos j\u00f3venes que son con frecuencia v\u00edctimas de encantamientos y sutiles seducciones, hace falta que se destaque clara, precisa, fascinante, provocadora, una figura poderosa que lo remueva por dentro, lo envuelva, lo sorprenda por su absoluta novedad y maravilla, por la imposibilidad de dejarlo de lado, por la novedad absoluta que presenta y que es. Un encuentro tan preciso y fulgurante no puede dejar de ofrecer unidad a la existencia, compa\u00f1\u00eda en la soledad, radicalidad y calidad de vida.
\n
\nS\u00f3lo una propuesta as\u00ed puede ofrecer una verdadera espiritualidad al joven. \u00bfQui\u00e9n, si no es Jesucristo, podr\u00eda ocupar este campo en la vida del joven? \u00bfQuiz\u00e1s las recomendaciones de un comportamiento correcto, que sabe m\u00e1s de \u00abbuenas formas\u00bb que de opci\u00f3n de vida? \u00bfQuiz\u00e1s la maravillosa milagrer\u00eda de series\u00a0Millennium\u00a0<\/em>o\u00a0Expediente X?<\/em>\u00a0\u00bfQuiz\u00e1s la estructura de una visi\u00f3n ideol\u00f3gica estricta y segura? Se propone a Jesucristo con la certeza de que la determinaci\u00f3n y precisi\u00f3n de una propuesta aclara al sujeto su propia pregunta.
\nAl joven que se le pone de frente a Cristo de modo que le envuelva, logra aclararse a s\u00ed mismo esa serie de preguntas indefinidas, que le ayudan a dar sentido a la vida, y que con frecuencia le manten\u00eda en un estado de incertidumbre y de indecisi\u00f3n. Desde ah\u00ed sentir\u00e1 la exigencia de reconstruir una jerarqu\u00eda de valores, que parta de la vida misma de Jes\u00fas y del nuevo rostro de Dios que \u00e9l manifiesta. La funci\u00f3n de la comunidad cristiana no es, por tanto, la de suplir con normas la falta de una cultura o de unos valores compartidos, sino de considerarse a s\u00ed misma y de proponerse a los dem\u00e1s como comunidad que, haciendo la opci\u00f3n por Jes\u00fas, va m\u00e1s all\u00e1 de la sociedad y de sus normas.
\nLos j\u00f3venes deben poder contar con una Iglesia que haga captar la diferencia entre una opci\u00f3n de vida basada en la fe y un simple conjunto de normas de conducta para buscar la paz social. Dice Ratzinger que la tranquilidad no es el primer deber c\u00edvico de la Iglesia, que la Iglesia no puede ser reducida a algo que sirve porque tiene una funci\u00f3n de socorro[8]<\/a>. Si hacer desear los valores supon\u00eda educar moralmente, \u00e9ste es el camino obligado, no hay atajos.
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\n2.2. Una experiencia privilegiada: convocar para la misi\u00f3n<\/em><\/strong>
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\nHay que hacer una pastoral para convocar y, de este modo, ayudar a los j\u00f3venes a encontrarse, a tejer relaciones amplias, a confesar unidos las cosas en las que creen o, por los menos, la b\u00fasqueda que todos realizan. Precisamente porque en los j\u00f3venes es fuerte la b\u00fasqueda, hace falta ejercitar la capacidad de convocatoria. Jes\u00fas lo hizo siempre. Dec\u00eda un educador: \u201cDebemos hacer experimentar, un poco y alguna vez m\u00e1s, a los j\u00f3venes el calor de sentirse mayor\u00eda para ayudarles a vivir cotidianamente la fe minoritaria\u201d. Pero m\u00e1s all\u00e1 de la mayor\u00eda o minor\u00eda, que puede ser entendida con actitudes proselitistas, lo que importa para los j\u00f3venes es el poder encontrarse, vivir una comuni\u00f3n que va m\u00e1s all\u00e1 de las pertenencias sociol\u00f3gicas o territoriales,\u00a0celebrar la fe en los valores comunes con otros\u00a0<\/em>en una\u00a0uni\u00f3n<\/em>\u00a0que se experimenta o en\u00a0lugares concretos<\/em>\u00a0o en una\u00a0com\u00fan movilidad<\/em>, que expresa la\u00a0dimensi\u00f3n peregrinante\u00a0<\/em>de la vida.
\nDescubrir los valores y convertirlos en opciones de las cuales no se puede volver atr\u00e1s f\u00e1cilmente est\u00e1 unido a la capacidad de comunicarlos. Recordamos una vez m\u00e1s el ejemplo de Par\u00eds, de aquellas ganas de narrar, de preguntar despu\u00e9s a los amigos que se quedaron en casa, por qu\u00e9 no lo han intentado como ellos. Contaba una muchacha: \u201cSientes a veces unas alegr\u00edas que nunca conseguir\u00e1s expresar con palabras. \u00bfTras la experiencia, estar\u00e9 siempre unos pasos por delante de mis amigos? \u00bfC\u00f3mo podr\u00e9 conseguir que me alcancen y caminen al lado?\u201d
\nEn el manifiesto que se dijeron los j\u00f3venes a s\u00ed mismos en Par\u00eds, se lee: \u201cYa no ser\u00e1 posible que nos encerremos en nuestro restringido cerco de amigos, ni siquiera en el m\u00e1s amplio de nuestra parroquia, pues al mirarnos a los ojos, bajaremos la mirada ante nuestras disputas de sacrist\u00eda. Verdaderamente necesitamos relaciones c\u00e1lidas, pero tambi\u00e9n es cierto que hemos de respirar el sentido de lo mundial, de la catolicidad; tras Par\u00eds, parece m\u00e1s necesario mantener abierto este horizonte: no podemos pelearnos las cuatro ovejas que hemos quedado en el redil, mientras las dem\u00e1s tienen sed y no encuentran fuentes para beber. Nuestras comunidades cristianas han de ser casas acogedoras. Cada uno de nosotros ha de adoptar a otro joven, y no simplemente para llevarlo a la Iglesia \u2013ser\u00eda demasiado poco\u2013, sino para hacer que brote en su coraz\u00f3n la alegr\u00eda de vivir hasta encontrarse con el Se\u00f1or. Si junto a nosotros hay j\u00f3venes que no aman la vida, hasta el extremo de que intentan quit\u00e1rsela, quiere decir que no hemos sido suficientemente cristianos\u201d. No ofrecemos los valores que tenemos, sino que s\u00f3lo tenemos los valores que ofrecemos. Llegan a ser valores s\u00f3lo aquellas realidades que sabemos compartir. El valor existe, cuando es dado a otros.
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\n2.3. Formaci\u00f3n sobre el terreno<\/em><\/strong>
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\nLos elementos formativos que con una cierta capacidad de programaci\u00f3n hemos montado por medio de inteligentes itinerarios de vida de grupo, hace falta desarrollarlos, con el mismo cuidado, en itinerarios distribuidos en el tiempo y en el todo el espacio vital de los j\u00f3venes. La conciencia y la necesidad de tener un grupo que participa y propone una experiencia eclesial de comuni\u00f3n debe convivir con una propuesta articulada y ampliada a la mayor\u00eda que nos encontramos o que, sin ser encontrados, expresan alguna pregunta. A este fin, hace falta proyectar \u00abcampos de trabajo\u00bb con sentido misionero, cursos para educadores con un necesario ejercicio sobre el terreno, experiencias de misi\u00f3n popular, censo y localizaci\u00f3n de todos los are\u00f3pagos juveniles, desde el momento en que se inicia la preparaci\u00f3n de los agentes pastorales.
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\n2.4. Enlace y comuni\u00f3n con la comunidad cristiana<\/em><\/strong>
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\nLa pastoral misionera no requiere francotiradores. Necesita agentes que con seguridad\u00a0lleven<\/em>\u00a0a los j\u00f3venes a la Iglesia, pero al mismo tiempo ayuden a la Iglesia entera a salir al encuentro de los j\u00f3venes. No puede suceder que, una vez se ha calentado el coraz\u00f3n de los j\u00f3venes haciendo que se encuentren con Jes\u00fas, el lugar donde se necesita hacer la experiencia, porque Jes\u00fas se da a ver a la comunidad cristiana, sea inhabitable, no acogedor, y peor a\u00fan, los aleje. Habr\u00eda sido preferible que se hubiera mantenido siempre la nostalgia, antes que experimentar esa realidad negativa. Esto significa que la misi\u00f3n y, por tanto, toda actividad de acercamiento a los nuevos are\u00f3pagos, antes que definida con comodidad, debe ser un proyecto de toda la comunidad cristiana, en el cual el joven animador viva en plena comuni\u00f3n con la comunidad cristiana.
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\n2.5. Atreverse a anunciar en los nuevos are\u00f3pagos juveniles<\/em>
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\nAre\u00f3pago es una palabra griega que, adem\u00e1s de referirse a un espacio p\u00fablico de gran cambio de opiniones y de vida entre la gente de la ciudad, recuerda tambi\u00e9n la experiencia de Pablo, el ap\u00f3stol: su confrontaci\u00f3n nada f\u00e1cil con la mentalidad, con las opiniones, con la cultura de su tiempo. El resultado no siempre es sorprendente, pero s\u00ed lo es la decisi\u00f3n de exponerse con convicci\u00f3n y con coraje por el evangelio. Para Pablo no hab\u00eda lugar donde el Evangelio no pudiera resonar como\u00a0Buena Noticia.<\/em>
\nHay muchos espacios que los j\u00f3venes nos ofrecen; y frecuentemente, por desidia o por falta de fantas\u00eda o por pretender rebajar el tono, no los consideramos adaptados para ofrecer las razones de vida que el evangelio lleva dentro. Hemos relegado el evangelio a los recintos sagrados, a los lugares seguros, a condiciones quiz\u00e1 imposibles. Sin darnos cuenta, lo hemos convertido en un premio para los buenos, m\u00e1s que en esperanza para todos; una oferta para quien lo merece, m\u00e1s que un don gratuito; un consuelo para quien sabe hablar de \u00e9l, m\u00e1s que una luz para quien lo busca sin saberlo. De ese modo, hemos cambiado el objetivo por el criterio, es decir, hemos ofrecido el evangelio s\u00f3lo a quien nos ofrec\u00eda la garant\u00eda de venir a nuestro lado, a nuestros esquemas, y no a los brazos del Padre. Al grupo de muchachos que se sienta junto a la tapia, a los j\u00f3venes de un equipo de f\u00fatbol, a los j\u00f3venes que van a la discoteca, a los adolescentes que se apoyan en aventuras imposibles, a los j\u00f3venes que pasan el tiempo ensayando en un conjunto de m\u00fasica, a todos ellos, parece un despilfarro ofrecerles el evangelio. Nosotros hemos decidido que a ellos el evangelio no les dice nada, porque no llegamos a imaginar su fuerza transformadora, dado que esos modos de vida de los j\u00f3venes no entran dentro de nuestros modelos culturales o de conducta. Por el contrario, el evangelio no es una ideolog\u00eda ni una palabra que se gaste, sino una vida que trastoca la existencia.
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\n2.6. Buscar nuevas experiencias educativas<\/em>
\ny nuevos m\u00e9todos de propuesta del mensaje cristiano<\/em>
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\nA quien oye por primera vez hablar de are\u00f3pagos, le podr\u00eda parecer que nos vendemos al activismo, que hemos bajado el nivel de la formaci\u00f3n y que abandonamos el compromiso educativo serio buscando el populismo. Hay algunos principios ya consagrados que debemos recordar continuamente, que ofrecen el cuadro educativo indispensable, que se relacionan con la teor\u00eda de la animaci\u00f3n y que nos invitan a tener la paciencia educativa de siempre.
\nEs preciso llamar la atenci\u00f3n y dialogar sobre algunas cuestiones que frecuentemente retornan en nuestras reflexiones pastorales, por ejemplo: la exagerada intelectualizaci\u00f3n de la fe; la limitaci\u00f3n de la relaci\u00f3n interpersonal a la din\u00e1mica de grupo; la utilizaci\u00f3n en la pastoral juvenil s\u00f3lo de algunos lenguajes, sobre todo la palabra; la necesaria relaci\u00f3n entre las parroquias; la multiplicaci\u00f3n de las figuras educativas (cada agregaci\u00f3n o situaci\u00f3n de vida puede expresar, al menos, una); los nuevos cursos para animadores; el derecho sacrosanto a la educaci\u00f3n que tienen todos los j\u00f3venes; el hecho experimentado de que Dios saca hijos suyos de las mismas piedras, m\u00e1s all\u00e1 de toda nuestra fantas\u00eda de pastoral juvenil; la vida, que permanece siempre como lugar indispensable y necesario para el encuentro con Dios; la b\u00fasqueda de mediaciones entre la calle y la Iglesia; la fuerza de la animaci\u00f3n que no puede quedar cerrada en el grupo formativo. \u00c9stos y otros asuntos pueden ser profundizados en clave te\u00f3rica y por especialistas.
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\nConsidero \u00fatil, con todo y en este contexto, hacerme portavoz de tantas experiencias que llenan nuestras comunidades parroquiales. Nuestras experiencias asociativas y de movimiento manifiestan pasi\u00f3n educativa y evangelizadora; s\u00f3lo necesitan\u00a0\u00a0creer en la propia dignidad y servir con m\u00e1s decisi\u00f3n al motivo por el que han nacido, o sea, la propuesta de un encuentro de salvaci\u00f3n con Jes\u00fas.
\nExiste en Italia una riqueza y una creatividad de atenci\u00f3n educativa hacia los j\u00f3venes, que quiz\u00e1s queda anclada en el peque\u00f1o horizonte en el que ha nacido, mientras otros necesitan a\u00f1os para inventar algo semejante.
\nPueden ser formativos, por ejemplo: el bar, la sala de juegos, la fiesta, el paseo-peregrinaci\u00f3n, la excursi\u00f3n en la naturaleza, el club de escaladores, las varias fiestas, el equipo deportivo, los juegos\u2026; el coro juvenil, la compa\u00f1\u00eda de teatro, las cooperativas de animaci\u00f3n, la asociaci\u00f3n que se dedica a la calle, la panda musical de adolescentes, la compa\u00f1\u00eda que dirige una radio o televisi\u00f3n local, las personas que mantienen activa una p\u00e1gina de Internet, la habitaci\u00f3n de los que se re\u00fanen para escuchar m\u00fasica, los duros y decididos de las comunidades terape\u00faticas, el cuarteto de t\u00e9cnicos que se preocupa de las grabaciones y de los v\u00eddeos, los objetores, los del\u00a0rock<\/em>\u00a0y el\u00a0hard,<\/em>\u00a0los forofos del f\u00fatbol, la redactores de la revista local, el comit\u00e9 de barrio para las fiestas patronales, los interesados en filatelia, los c\u00f3micos que participan en las fiestas de la regi\u00f3n, los participantes de un recital, el servicio de orden de la peregrinaci\u00f3n a una ermita\u2026
\n
\nHe intentado siempre evitar la palabra\u00a0grupo<\/em>, y casi lo he conseguido, precisamente para hacer ver cu\u00e1ntas agregaciones diversas viven los j\u00f3venes y en cu\u00e1ntas de ellas gastan con frecuencia toda su vida. Algunas se pueden vivir a la vez, otras exigen una entrega absoluta, al menos durante alg\u00fan tiempo. \u00bfY no pueden ser realmente lugares de crecimiento tambi\u00e9n en la fe: lugares para una vida m\u00e1s humana, lugares de confrontaci\u00f3n para llegar al Se\u00f1or de la vida?
\nEl elenco puede ser ampliado en base a las experiencias de cada uno. Por eso, sobre tales temas es importante crear colaboraci\u00f3n, se\u00f1alar, ofrecer materiales, aportar la propia originalidad, poner los puntos sobre las \u00edes y encontrar nuevos espacios. Es el foro de las experiencias y de la expresividad del mundo juvenil. La pastoral juvenil no est\u00e1 acabada, sino quiz\u00e1s en el comienzo de sus mejores a\u00f1os. El esquema con el que se afronta cualquier are\u00f3pago ha de ser sencillo: llamada a una experiencia, reflexi\u00f3n sobre un principio, descripci\u00f3n de una nueva posibilidad de hacer pastoral juvenil, b\u00fasqueda de nuevas experiencias al respecto.
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\n\u00ca\u00a0Las opciones que tomar o los nudos que desatar<\/strong>
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\nPropongo a continuaci\u00f3n, de manera muy esquem\u00e1tica, algunas preguntas o alternativas sobre las cuales hace falta tomar decisiones. No siempre se trata de posiciones irreconciliables; a veces se trata de acentuaciones; en otros casos se destacan las diferencias para tomar conciencia de la actitud que conviene cambiar absolutamente; a veces son modos nuevos de manifestar la pasi\u00f3n educativa a trav\u00e9s de una l\u00ednea constante de intervenciones formativas, que se ha venido haciendo siempre. Ciertamente\u00a0el sujeto que debe escoger<\/em>\u00a0es la\u00a0comunidad cristiana<\/em>, no una asociaci\u00f3n o un movimiento, que tienen todo el derecho de colocarse en una u otra parte, porque poseen una identidad propia y definida. La comunidad cristiana, por el contrario, ha de tener siempre bien presente que no puede extremar una posici\u00f3n o fijar una determinada l\u00ednea excluyendo las otras posibles.
\n
\no\u00a0Pastoral juvenil no selectiva<\/strong>
\n
\nLa vida de grupo es el problema central sobre el que est\u00e1 planteada toda nuestra pastoral juvenil. Se corre el riesgo de caer en una exagerada selectividad y un horizonte estrecho, aunque la selecci\u00f3n del grupo tenga por fin una formaci\u00f3n m\u00e1s profunda y personal.\u00a0Pastoral del bonsai<\/em>, como aislamiento y ahogo en el peque\u00f1o grupo; o, por el contrario,\u00a0pastoral de convocatoria abierta<\/em>, como implicaci\u00f3n de todos los j\u00f3venes tambi\u00e9n en encuentros masivos, en sus ambientes y con su lenguaje.
\n
\no\u00a0Pastoral juvenil vocacional<\/strong>
\n
\nSe rechaza una pastoral juvenil reducida a un conjunto de actividades que tienen ocupados a los j\u00f3venes alrededor del sacerdote, en la parroquia mientras no saben qu\u00e9 hacer, sin tomar decisiones, sin trabajo y parados esperando que suceda algo en su vida. La pastoral juvenil ha de situarse entre una\u00a0pastoral de la propuesta global<\/em>, formada por grupos gen\u00e9ricos en los que se afronta toda la gama de experiencias de vida, y una\u00a0pastoral vocacional<\/em>, que tiende a su vez a interesarse por los j\u00f3venes a partir de la vocaci\u00f3n que est\u00e1n viviendo o tratando de descubrir.
\n
\no\u00a0Pastoral de red<\/strong>
\n
\nLa\u00a0pastoral de red<\/em>\u00a0es la opci\u00f3n que lleva a ponerse de acuerdo con todas las fuerzas educativas de la zona para ofrecer al mundo juvenil toda la pasi\u00f3n formativa, conscientes de la necesidad de la intervenci\u00f3n de todos y de la sinergia de m\u00faltiples figuras educativas. En el lado opuesto est\u00e1 la\u00a0pastoral de la autosuficiencia<\/em>, que pretende educar, cuando a\u00edsla; formar, cuando mantiene reservas protegidas; preparar, cuando ofrece cursos a tal efecto, mientras quiere abrirse a una\u00a0pastoral de colaboraci\u00f3n,<\/em>\u00a0que comparte con los dem\u00e1s los valores y las exigencias de propuestas significativas.
\n
\no\u00a0Pastoral \u00abproyectiva\u00bb<\/strong>
\n
\nUna pastoral as\u00ed, intenta seguir una pista que se orienta a grandes metas, a unos j\u00f3venes creyentes tal como son deseados y amados por Cristo y por la Iglesia; sin contentarse con utilizar las ocasiones eventuales o de vivir con sentido com\u00fan. Exige que se supere la\u00a0pastoral de los momentos fuertes,<\/em>\u00a0que se mueve precisamente a nivel emotivo, extraordinario, moment\u00e1neo, pero tiene necesidad de orientarse a una\u00a0pastoral de opciones educativas<\/em>, o sea, del esfuerzo cotidiano por ayudar a crecer, de la definici\u00f3n continuada de la propia existencia cotidiana a la luz de las experiencias realizadas.\u00a0\u00be
\n
\nDomenico Sigalini
\n
\n[1]<\/a>\u00a0\u201cA primeros de marzo resplandec\u00eda el buen tiempo en la ciudad, y cada ma\u00f1ana Dios desenrollaba un cielo tan azul \u2013con algunas nubes de algod\u00f3n blanco flotando en la lejan\u00eda\u2013, que era imposible no estallar en una risotada de felicidad y asomarse al balc\u00f3n o salir a la calle y resistir la tentaci\u00f3n de gritarle: \u00abGracias, Jefe, no lo olvidaremos\u00bb\u201d (E. BRIZZI,\u00a0Jack Frusciante \u00e8 uscito dal gruppo,<\/em>\u00a0Baldini e Castoldi, Milano 1995, 254). \u201cAhora mi gran secreto es \u00e9ste: tengo necesidad de Dios; estoy harto de podredumbre y no consigo caminar solo. Tengo necesidad de Dios, para que me ayude a\u00a0donar,<\/em>\u00a0porque me parece que he llegado a ser incapaz de generosidad; para que me ayude a ser amable, porque parezco incapaz de mostrar cortes\u00eda; para que me ayude a amar, porque parece que he saltado el estadio en el que se es capaz de amar\u201d (D. COUPLAND,\u00a0Generazione X,<\/em>\u00a0Mondadori, Milano 1996, 254).
\n[2]<\/a>\u00a0Cf.\u00a0M. ROSTAN,\u00a0I giovani e la religione, in Quarto rapporto\u00a0IARD\u00a0sulla condicione giovanile italiana,<\/em>\u00a0Milano 1996.
\n[3]<\/a>\u00a0Cf.\u00a0DONATI-COLUZZI,\u00a0Giovani e generazioni,<\/em>\u00a0Il Mulino, Bologna 1997, 155 ss.
\n[4]<\/a>\u00a0Ib\u00edd., p. 198.
\n[5]<\/a>\u00a0Cf.\u00a0M. POLLO-M. MIDALI-R. TONELLI\u00a0(A cura di),\u00a0L\u2019esperienza religiosa dei giovani (I, L\u2019ipoteis; II\/1, I dati\/Adolescenti; II\/2, Idati\/Giovani; II\/3, Approfondimenti; III, Proposte per la progettazione pastorale),<\/em>\u00a0Elle Di Ci, Torino 1995-1996. Por ejemplo, II\/2, pp. 393 ss.
\n[6]<\/a>\u00a0V. ANDREOLI,\u00a0Giovani,<\/em>\u00a0Rizzoli, Milano 1995, 89.
\n[7]<\/a>\u00a0D. COUPLAND, o.c., p. 17.
\n[8]<\/a>\u00a0Cf.\u00a0J. RATZINGER,\u00a0Il sale della terra. Un nuevo rapporto sulla fede,<\/em>\u00a0San Paolo, Milano 1997, 139-140.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"