{"id":12501,"date":"1998-04-01T08:48:14","date_gmt":"1998-04-01T06:48:14","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12501"},"modified":"1998-04-01T08:48:14","modified_gmt":"1998-04-01T06:48:14","slug":"un-documento-eclesial-para-dar-un-nuevo-impulso-a-la-catequesis-evangelizadora","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/un-documento-eclesial-para-dar-un-nuevo-impulso-a-la-catequesis-evangelizadora\/","title":{"rendered":"Un documento eclesial para dar un nuevo impulso a la catequesis evangelizadora"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]EMILIO ALBERICH<\/strong>\u00a0ES PROFESOR DE \u00abCATEQU\u00c9TICA\u00bb EN LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA SALESIANA DE ROMA.
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\nS\u00edntesis del Art\u00edculo:
\nConsciente de que hoy \u201cnos estamos instalando en una situaci\u00f3n de crisis religiosa profunda\u201d, el autor considera que el nuevo\u00a0Directorio General para la Catequesis<\/em>\u00a0debe tomarse en cuenta como un instrumento para impulsar la acci\u00f3n evangelizadora. Bajo esta perspectiva y tras se\u00f1alar su estructura, el art\u00edculo se centra en las opciones b\u00e1sicas del Directorio que permiten confirmar el \u00abestado de evangelizaci\u00f3n\u00bb en el que deben vivir los cristianos: la palabra de Dios como n\u00facleo, la perspectiva evangelizadora, el marco referencial de la iniciaci\u00f3n cristiana, la catequesis como formaci\u00f3n integral, la importancia de los catecismos, la catequesis de adultos como forma principal de catequesis, la exigencia de la inculturaci\u00f3n de la fe y el papel de la Iglesia particular.
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\n1<\/strong>\u00a0La catequesis hoy, asignatura pendiente<\/strong>
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\nUna mirada r\u00e1pida al panorama de la acci\u00f3n catequ\u00e9tica en nuestras comunidades y parroquias puede dejar en nosotros una impresi\u00f3n decepcionante, descorazonadora. Nuestras catequesis siguen concentr\u00e1ndose en el mundo de los ni\u00f1os y adolescentes, en funci\u00f3n de los tradicionales sacramentos de iniciaci\u00f3n. Con el resultado, las m\u00e1s de las veces, de un solemne fracaso, si es verdad que con la confirmaci\u00f3n -el \u00absacramento del adi\u00f3s\u00bb- se termina para muchos j\u00f3venes el contacto con la Iglesia y la pr\u00e1ctica religiosa. Y no es raro tampoco el caso de que la primera comuni\u00f3n se convierta de hecho en \u00abla \u00faltima comuni\u00f3n\u00bb. Recuerdo la expresi\u00f3n de aquel chaval, en Barcelona, que dec\u00eda con tono alborozado: \u00abel domingo que viene voy a hacer la primera comuni\u00f3n, y vendr\u00e1n tambi\u00e9n mis padres, que har\u00e1n la segunda\u00bb.
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\nEstamos ante una realidad verdaderamente parad\u00f3jica: el proceso de iniciaci\u00f3n cristiana se ha convertido de hecho, para muchos j\u00f3venes, en\u00a0proceso de conclusi\u00f3n<\/em>, en punto final de un itinerario tradicional de pr\u00e1cticas religiosas que quedan relegadas al mundo de la infancia. Y si reflexionamos un poco, nos daremos cuenta de que esto es s\u00f3lo un detalle dentro de un cuadro general que afecta a todo el fen\u00f3meno religioso en nuestra sociedad. Hoy d\u00eda nos estamos instalando en una situaci\u00f3n de crisis religiosa profunda, de desencanto respecto a nuestra tradiciones cristianas, en un mundo que parece orientarse hacia otros rumbos. Se ha podido hablar, y con mucha raz\u00f3n, del \u00abmalestar religioso de nuestra cultura\u00bb[1]<\/a>, de la crisis del proceso de socializaci\u00f3n religiosa en nuestra sociedad.
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\nHablar en este contexto de educaci\u00f3n en la fe, de catequesis, puede sonar a m\u00fasica celestial. Y sin embargo no faltan s\u00edntomas inequ\u00edvocos -en la escena europea- de una b\u00fasqueda y demanda catequ\u00e9tica por parte de muchos chicos y j\u00f3venes, hombres y mujeres de nuestro tiempo. Por ejemplo, podr\u00edamos traer a colaci\u00f3n el aumento de catec\u00famenos adultos candidatos al bautismo (s\u00f3lo en Francia son cerca de 12.000), la cantidad de chicos y chicas que piden ser bautizados en edad escolar, la pujanza de muchas peque\u00f1as comunidades de base y movimientos apost\u00f3licos, la respuesta masiva a muchas ofertas de formaci\u00f3n teol\u00f3gica de seglares, el aumento llamativo de inter\u00e9s por la Biblia, etc. Son muchas las personas que sienten el deseo de clarificar su identidad cristiana, o de acercarse con criterios renovados a la Sagrada Escritura, o de rehacer un camino de fe que hab\u00eda quedado arrumbado en los recuerdos de la infancia. En definitiva se puede decir que late en el fondo de nuestro mundo un anhelo de catequesis, una demanda, m\u00e1s o menos expl\u00edcita, de respuesta actualizada y convincente a las eternas cuestiones del sentido de la vida y de los porqu\u00e9s de fondo de nuestra existencia.
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\nLos cristianos de hoy debemos sentir la urgencia de un testimonio significativo de fe, convencidos de que tenemos realmente algo que comunicar a nuestros contempor\u00e1neos. La comunidad cristiana ha tomado conciencia, en los \u00faltimos tiempos, de que la evangelizaci\u00f3n -anuncio y testimonio- es \u00abla dicha y vocaci\u00f3n propia de la Iglesia, su identidad m\u00e1s profunda\u00bb[2]<\/a>. Como gu\u00eda y acicate para impulsar la acci\u00f3n evangelizadora tenemos ahora un instrumento reciente: el nuevo\u00a0Directorio General para la Catequesis.<\/em>
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\n2 Un documento program\u00e1tico:<\/strong>
\n\u00a0\u00a0el Directorio General para la Catequesis<\/strong>
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\nEl documento a que nos referimos, publicado con fecha 15 de agosto de 1997, es obra de la instancia central de la Iglesia en materia de catequesis.[3]<\/a>\u00a0Su finalidad es ofrecer criterios y directrices teol\u00f3gico-pastorales para coordinar y fomentar la pr\u00e1ctica catequ\u00e9tica en las distintas partes del mundo. Nos interesa presentarlo en su configuraci\u00f3n de conjunto y subrayar sus l\u00edneas m\u00e1s significativas y prometedoras.
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\n2.1. Significado y estructura del Directorio<\/em><\/strong>
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\nEl Directorio se presenta como un documento m\u00e1s bien denso y largo que recoge y ordena cuanto acerca de la catequesis ha ido produciendo el magisterio central del Papa y de la Curia romana, siguiendo la inspiraci\u00f3n b\u00e1sica del Vaticano II. Y, dada su importancia y riqueza, es de esperar que no quede olvidado como tantos otros documentos, sino valorado en su contenido y valencia estimulante con vistas a un potenciamiento y renovaci\u00f3n en profundidad de la acci\u00f3n catequ\u00e9tica.
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\nLa m\u00e1s de 300 p\u00e1ginas del documento constan de una introducci\u00f3n y cinco partes. La introducci\u00f3n (El anuncio del evangelio en el mundo contempor\u00e1neo<\/em>) ofrece una panor\u00e1mica sint\u00e9tica de la situaci\u00f3n actual del mundo y de la presencia evangelizadora de la Iglesia en \u00e9l. La primera parte (La catequesis en la misi\u00f3n evangelizadora de la Iglesia<\/em>) encuadra la acci\u00f3n catequ\u00e9tica en el marco de la misi\u00f3n evangelizadora de la Iglesia y, m\u00e1s concretamente, dentro de la funci\u00f3n prof\u00e9tica o \u00abministerio de la palabra\u00bb. Se desarrolla en tres cap\u00edtulos o etapas: \u00abLa Revelaci\u00f3n y su transmisi\u00f3n mediante la evangelizaci\u00f3n\u00bb, \u00abLa catequesis en el proceso de la evangelizaci\u00f3n\u00bb y \u00abNaturaleza, finalidad y tareas de la catequesis\u00bb.
\nLa segunda parte (El mensaje evang\u00e9lico<\/em>) aborda la cuesti\u00f3n central del contenido de la comunicaci\u00f3n catequ\u00e9tica, en dos momentos sucesivos: \u00abNormas y criterios para la presentaci\u00f3n del mensaje evang\u00e9lico en la catequesis\u00bb y \u00abEsta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia\u00bb, donde se subraya el significado del Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica y la necesidad de los catecismos locales. La tercera parte entra en el terreno m\u00e1s propiamente metodol\u00f3gico (La pedagog\u00eda de la fe<\/em>) en dos breves cap\u00edtulos: \u00abLa pedagog\u00eda de Dios, fuente y modelo de la pedagog\u00eda de la fe\u00bb y \u00abElementos de metodolog\u00eda\u00bb.
\nLa cuarta parte est\u00e1 dedicada a\u00a0Los destinatarios de la catequesis<\/em>\u00a0y comprende los temas: \u00abLa adaptaci\u00f3n al destinatario: aspectos generales\u00bb, \u00abLa catequesis por edades\u00bb, \u00abCatequesis para situaciones especiales, mentalidades y ambientes\u00bb, \u00abCatequesis seg\u00fan el contexto socio-religioso\u00bb, \u00abCatequesis seg\u00fan el contexto socio-cultural\u00bb. La quinta y \u00faltima parte (La catequesis en la Iglesia particular<\/em>) se ocupa de la realizaci\u00f3n concreta de la acci\u00f3n catequ\u00e9tica en las di\u00f3cesis, tocando sus distintas facetas y aspectos organizativos: \u00abEl ministerio de la catequesis en la Iglesia particular y sus agentes\u00bb, \u00abLa formaci\u00f3n para el servicio de la catequesis\u00bb, \u00abLugares y v\u00edas de catequesis\u00bb, \u00abLa organizaci\u00f3n de la pastoral catequ\u00e9tica en la Iglesia particular\u00bb.
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\nCome se ve, ning\u00fan aspecto importante de la pastoral catequ\u00e9tica ha quedado olvidado, y se puede decir que estamos ante un peque\u00f1o tratado o manual b\u00e1sico de catequ\u00e9tica. Pero m\u00e1s que detenernos ahora en rese\u00f1ar los distintos puntos del Directorio, resulta m\u00e1s interesante poner de manifiesto sus conceptos-clave, las opciones b\u00e1sicas que trazan la senda a seguir para una orientaci\u00f3n adecuada de la catequesis en el sociedad actual.
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\n2.2. Las opciones b\u00e1sicas del nuevo Directorio<\/em><\/strong>
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\nEstas opciones o l\u00edneas program\u00e1ticas de base podemos sintetizarlas con estas palabras y temas:\u00a0palabra de Dios, evangelizaci\u00f3n, iniciaci\u00f3n cristiana, formaci\u00f3n integral, profesi\u00f3n de fe, catecismo, adultos, inculturaci\u00f3n, iglesia particular<\/em>. Veamos brevemente de qu\u00e9 se trata.
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\no\u00a0El n\u00facleo central: la palabra de Dios<\/strong>
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\nEn esto el Directorio se amolda al feliz redescubrimiento del \u00faltimo concilio ecum\u00e9nico, que ha hecho \u00abvolver del destierro\u00bb a la palabra de Dios, sobre todo en su expresi\u00f3n b\u00edblica, relegada al margen por tanto tiempo en la vida concreta de nuestra iglesias. Y dentro del \u00e1rea b\u00edblica destaca la centralidad indiscutible de los evangelios: \u00abLos evangelios, que narran la vida de Jes\u00fas, est\u00e1n en el centro del mensaje catequ\u00e9tico\u00bb (\u00a798). Podr\u00edamos decir que la catequesis debe pasar con decisi\u00f3n de ser \u00abense\u00f1anza de la doctrina\u00bb a \u00abanuncio de la palabra de Dios\u00bb, con toda la pujanza y fuerza renovadora de tal palabra; pasar de \u00abinstrucci\u00f3n religiosa\u00bb a \u00abnarraci\u00f3n significativa\u00bb de un mensaje salvador. Es \u00e9ste un viraje sustancial que ya est\u00e1 produciendo frutos excelentes en muchas comunidades cristianas.
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\no\u00a0Opci\u00f3n evangelizadora<\/strong>
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\nEs muy clara la orientaci\u00f3n de todo el documento hacia la acci\u00f3n evangelizadora como encuadramiento esencial de la catequesis en el d\u00eda de hoy. La evangelizaci\u00f3n es la nueva proyecci\u00f3n din\u00e1mica de toda la acci\u00f3n pastoral y es la Iglesia entera, como nos recuerda Pablo VI en\u00a0Evangelii nuntiandi,<\/em>\u00a0la que debe ponerse decididamente en estado de evangelizaci\u00f3n. Ahora bien, el DGC (\u00a763) nos recuerda que la catequesis representa un \u00abmomento esencial\u00bb dentro del proceso evangelizador. Este punto es realmente decisivo: se\u00f1ala una vez m\u00e1s el paso (al menos as\u00ed lo esperamos) de una pastoral de conservaci\u00f3n a una pastoral evangelizadora, misionera, con la Iglesia lanzada hacia el testimonio y anuncio del Reino de Dios en el mundo de hoy. Muchas cosas tendr\u00e1n que cambiar si se quiere tomar en serio esta directriz. En realidad, la acci\u00f3n pastoral de muchas de nuestras iglesias adolece considerablemente de reducci\u00f3n \u00abintraeclesial\u00bb: se podr\u00eda decir que, en vez de ir como el buen pastor a la b\u00fasqueda de la oveja perdida, dejando las noventa y nueve en el redil, nos entretenemos en cuidar y peinar a la \u00fanica oveja que ha quedado dentro, olvidando a las noventa y nueve que est\u00e1n fuera.
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\no\u00a0La iniciaci\u00f3n cristiana como marco referencial<\/strong>
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\nLa forma principal de catequesis debe ser la catequesis de iniciaci\u00f3n, la que conduce a las personas hacia una aut\u00e9ntica y personal profesi\u00f3n de fe. Tres formas principales se destacan concretamente: el\u00a0itinerario catecumenal<\/em>\u00a0de cuantos aspiran a ser cristianos y a incorporarse a la Iglesia a trav\u00e9s del bautismo (catecumenado bautismal sobre todo de adultos), el\u00a0proceso de iniciaci\u00f3n cristiana<\/em>\u00a0de ni\u00f1os y j\u00f3venes bautizados en la infancia (proceso que exige hoy una revisi\u00f3n radical), y los itinerarios \u00abde estilo catecumenal<\/em>\u00bb de las personas ya bautizadas que sienten la necesidad de rehacer o completar un proceso di iniciaci\u00f3n olvidado o nunca aut\u00e9nticamente realizado. Una pastoral orientada en esta l\u00ednea implica un cambio bastante radical en nuestras costumbres y tradiciones. Hay materia de reflexi\u00f3n y de conversi\u00f3n, pues todav\u00eda entre nosotros la proyecci\u00f3n aut\u00e9nticamente catecumenal de la acci\u00f3n pastoral y catequ\u00e9tica no recibe la atenci\u00f3n que merece.
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\no\u00a0Catequesis como formaci\u00f3n integral<\/strong>
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\nEstamos ante otra insistencia muy clara del texto del Directorio. En varias ocasiones se recuerda que la catequesis hoy no puede limitarse en modo alguno a transmitir conocimientos religiosos y verdades de fe, sino que debe configurarse como formaci\u00f3n integral a la vida cristiana y comprender por lo tanto todas sus dimensiones esenciales: conocimiento del mensaje evang\u00e9lico, actitudes y comportamientos cristianos, vida de oraci\u00f3n, din\u00e1mica sacramental, compromiso social, esp\u00edritu apost\u00f3lico. La catequesis debe superar con mucho el car\u00e1cter de simple ense\u00f1anza y revestir las dimensiones de la iniciaci\u00f3n, educaci\u00f3n y animaci\u00f3n integral.
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\no\u00a0Importancia del Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica<\/strong>
\n\u00a0\u00a0y de los catecismos locales<\/strong>
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\nHabiendo sido elaborado a ra\u00edz de la publicaci\u00f3n, en 1992, del\u00a0\u00abCatecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica<\/em>\u00bb, el Directorio pone en el centro de su atenci\u00f3n, al hablar del contenido de la comunicaci\u00f3n catequ\u00e9tica (II parte, cap.II), el papel orientador y referencial de tal catecismo. Aunque se habla del Catecismo con un \u00e9nfasis exagerado (poni\u00e9ndolo casi a la altura de la Sagrada Escritura: cf \u00a7128), es positiva la reafirmaci\u00f3n de su funci\u00f3n como \u00abpunto de referencia\u00bb de la catequesis y no, como demasiadas veces ha sido entendido, como \u00abcatecismo universal\u00bb destinado al uso directo en la catequesis. El Directorio subraya claramente que el Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica no sustituye en modo alguno a los catecismos locales, indispensables siempre para encarnar y aplicar el mensaje de la fe a las circunstancias concretas y reales exigencias de las personas implicadas. Es de apreciar desde este punto de vista la insistencia, a lo largo de todo el documento, sobre la necesidad de comprensi\u00f3n y adaptaci\u00f3n a la situaci\u00f3n real de los destinatarios de la catequesis.
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\no\u00a0La catequesis de adultos, forma principal de catequesis<\/strong>
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\nEs otra opci\u00f3n claramente asumida en el Directorio, reafirmando cuanto ya distintos documentos oficiales hab\u00edan expresado con fuerza: la catequesis de adultos es la forma central e indispensable de toda pastoral catequ\u00e9tica. M\u00e1s a\u00fan: se afirma que en todo proyecto diocesano de catequesis, la catequesis de adultos debe ser \u00abel principio organizador\u00bb, \u00abel eje en torno al cual gira y se inspira la catequesis de las primeras edades y la de la tercera edad\u00bb (\u00a7275). A pesar de tan solemnes declaraciones, sabemos que m\u00e1s del 80% de la catequesis efectiva sigue siendo de ni\u00f1os y adolescentes. Estamos ante una nueva frontera y una opci\u00f3n fundamental, que exige ciertamente un decidido cambio de mentalidad y una buena dosis de creatividad y coraje pastoral.
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\no\u00a0La exigencia de la inculturaci\u00f3n de la fe<\/strong>
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\nEl Directorio recoge y desarrolla con una cierta amplitud esta exigencia, tan sentida hoy d\u00eda en la conciencia pastoral de toda la Iglesia. La necesidad de que la fe y el mensaje cristiano se encarnen y se expresen en el contexto concreto de las culturas de los distintos pueblos y \u00e9pocas constituye uno de los mayores retos lanzados a la empresa evangelizadora en el mundo de hoy. El Directorio se hace eco abundante de este desaf\u00edo, y lanza con decisi\u00f3n la sensibilidad catequ\u00e9tica hacia la actuaci\u00f3n de tal cometido.
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\no\u00a0El papel de la iglesia particular<\/strong>
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\nUna de las partes m\u00e1s logradas del Directorio es la quinta, que especifica en detalle la funci\u00f3n animadora y responsable de la iglesia particular, concretamente la di\u00f3cesis, en la programaci\u00f3n y actuaci\u00f3n de la actividad catequ\u00e9tica. Encontramos ah\u00ed una serie notable de normas y sugerencias sobre la proyectaci\u00f3n catequ\u00e9tica, la formaci\u00f3n de catequistas y animadores, la organizaci\u00f3n de los distintos servicios y estructuras, la activaci\u00f3n de lugares y resortes para la catequesis, etc.
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\n 
\n 
\n3 Una pasi\u00f3n renovada por la evangelizaci\u00f3n y la catequesis<\/strong>
\n 
\nEs justo reconocer que el Directorio tiene tambi\u00e9n sus l\u00edmites y puntos discutibles. En su lectura afloran como dos almas distintas y contrapuestas. Por una parte tenemos la visi\u00f3n renovada de la catequesis inspirada en el concilio Vaticano II y en la reflexi\u00f3n catequ\u00e9tica postconciliar. Pero tambi\u00e9n anida en sus p\u00e1ginas una cierta tendencia involutiva, t\u00edpica de este fin de siglo, como delatan aqu\u00ed y all\u00e1, por ejemplo, la insistencia en el car\u00e1cter doctrinal de la catequesis, o la importancia atribuida al Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica, o el trasfondo eclesiol\u00f3gico de una visi\u00f3n piramidal y centralizada de la Iglesia.
\n 
\nPero visto en su conjunto y su significado b\u00e1sico, la resultante es claramente positiva: estamos ante un documento estimulante y propulsor de un nuevo talante catequ\u00e9tico. Es de esperar que sus orientaciones no se queden en papel mojado.\u00a0\u00be
\n 
\nEmilio Alberich
\n[1]<\/a>\u00a0J. MART\u00cdN VELASCO,\u00a0El malestar religioso de nuestra cultura<\/em>, Paulinas, Madrid 1993.
\n[2]<\/a>\u00a0Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica de Pablo VI\u00a0Evangelii nuntiandi<\/em>\u00a0(8.12.1975), n.14.
\n[3]<\/a>\u00a0CONGREGACI\u00d3N PARA EL CLERO,\u00a0Directorio General para la Catequesis<\/em>,\u00a0EDICE, Madrid 1997 (= DGC).[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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