{"id":12689,"date":"1997-07-01T12:32:58","date_gmt":"1997-07-01T10:32:58","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12689"},"modified":"1997-07-01T12:32:58","modified_gmt":"1997-07-01T10:32:58","slug":"procesos-de-educacion-en-la-fe-convivencias-y-ejercicios-espirituales-con-jovenes-2","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/procesos-de-educacion-en-la-fe-convivencias-y-ejercicios-espirituales-con-jovenes-2\/","title":{"rendered":"Procesos de \u00abeducaci\u00f3n en la fe\u00bb, \u00abConvivencias\u00bb y Ejercicios Espirituales con j\u00f3venes"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]\u00c1ngel T\u00e9llez\u00a0<\/strong>es profesor de Did\u00e1ctica de la Reli\u00adgi\u00f3n en la \u00abFacultad de Educaci\u00f3n\u00bb de la Universi\u00addad de Valladolid.<\/em> Tanto las \u00abconvivencias\u00bb como los Ejercicios Espirituales con j\u00f3venes, a veces, no es\u00adt\u00e1n colocados dentro de un verdadero proceso de educaci\u00f3n en la fe; las primeras, inclu\u00adso, no est\u00e1n exentas del peligro de reducirse a \u00absimples juegos de convivencia\u00bb. El autor subraya la importancia del \u00abcamino educativo\u00bb en el que deben situarse estos \u00abmomentos de experiencias intensas\u00bb. Lo hace considerando algunas condiciones esenciales para que las \u00abconvivencias cristianas con j\u00f3venes\u00bb constituyan un \u00abtiempo fuerte\u00bb en el proceso de educaci\u00f3n en la fe: los presupuestos previos del acompa\u00f1amiento y ,la continuidad, el \u00abequipo animador\u00bb, los destinatarios y el contenido. Al hilo de las reflexiones sobre estos temas, van apareciendo no pocos interrogantes que culminan en el que cierra el art\u00edculo: \u00bfel contexto ambiental y familiar, la situaci\u00f3n de los j\u00f3venes -particularmente, la escasez de referencias cristianas b\u00e1sicas-, etc., no estar\u00e1n exigi\u00e9ndonos un dr\u00e1stico replantea\u00admiento\u00a0<\/em>de las \u00abconvivencias\u00bb…? Tuve la oportunidad de vivir los \u00faltimos tiempos de los llamados \u00abejercicios espirituales con j\u00f3venes\u00bb, casi siempre planteados desde la plataforma escolar. Ya en la d\u00e9cada de los se\u00adtenta se empez\u00f3 a proponer otro tipo de accio\u00adnes que sustitu\u00edan a los\u00a0ejercicios<\/em>\u00a0y que, entre otras cosas, resultaban dif\u00edciles de realizar. Se trataba de las llamadas \u00abconvivencias cristia\u00adnas\u00bb. Su planteamiento y su din\u00e1mica eran dife\u00adrentes a los de los Ejercicios Espirituales. Estos ten\u00edan una metodolog\u00eda m\u00e1s expositivo-discur\u00adsiva y pretend\u00edan ser \u00abmomentos de reflexi\u00f3n\u00bb. Si ha existido un\u00a0antes,\u00a0<\/em>en el que se han preparado y motivado suficientemente las con\u00advivencias, lo m\u00e1s importante entonces es el\u00a0despu\u00e9s:<\/em>\u00a0un tiempo de acompa\u00f1amiento por parte de alg\u00fan animador de la\u00a0casa\u00a0<\/em>(parroquia, colegio, centro juvenil, movimiento…) en el que se trata de seguir y \u00abestar junto a\u00bb quienes han trabajado durante los d\u00edas previos, esto es, du\u00adrante las\u00a0convivencias o d\u00edas fuertes;\u00a0<\/em>a trav\u00e9s del di\u00e1logo personal o\u00a0el\u00a0<\/em>trabajo en grupo se tratar\u00e1, en primer lugar, de comprobar el grado de incidencia que han tenido las\u00a0convivencias y\u00a0<\/em>su aplicaci\u00f3n a la vida diaria del joven. Esta cla\u00adve exige que quienes hagan las\u00a0convivencias\u00a0<\/em>vayan no s\u00f3lo libremente sino suficientemente motivados y conscientes del trabajo que se va a realizar: sabiendo claramente a lo que van y c\u00f3mo van a trabajar; conociendo con claridad lo que se pretende, los contenidos a trabajar, la metodolog\u00eda de trabajo, la din\u00e1mica y el con\u00adtexto en el que se van a realizar las conviven\u00adcias. Ciertos problemas se solucionan cuando se tiene claro el planteamiento y finalidad de los \u00abencuentros educativo-pastorales\u00bb.<\/p>\n Las\u00a0convivencias,\u00a0<\/em>tal y como las plantea\u00admos en este art\u00edculo, sin pretender excluir otras perspectivas, est\u00e1n muy centradas y referidas al ambiente escolar, sea \u00e9ste anterior o poste\u00adrior a los estudios superiores. En ambos casos conllevan, para quienes las han de realizar, una fuerte dosis de libertad. No obstante se han de elegir siempre los d\u00edas m\u00e1s apropiados. No resulta f\u00e1cil encontrar \u00abanimadores de convivencias con j\u00f3venes\u00bb. M\u00e1s a\u00fan, si algu\u00adnos animadores ponen condiciones que no entienden las mismas personas que est\u00e1n so\u00adlicitando su presencia. No\u00a0<\/strong>he hablado, hasta ahora, de los niveles de maduraci\u00f3n humana y religiosa de quienes piden hacer\u00a0convivencias.\u00a0<\/em>Creo que somos cons\u00adcientes que \u00abhay grupos y grupos\u00bb e, incluso dentro de un mismo grupo, las situaciones son diversas. Por otra parte, no es lo mismo una\u00a0convivencia\u00a0<\/em>para un grupo que las hace por pri\u00admera vez, que para aquel grupo cuya experien\u00adcia ya ha pasado por otras anteriores\u00a02<\/a>. Si\u00a0orientamos las\u00a0convivencias<\/em>\u00a0como un \u00abproceso de educaci\u00f3n en la fe\u00bb desde la perspectiva humano-cristiana (conforme a la experiencia personal que sostiene estas refle\u00adxiones), en las\u00a0convivencias\u00a0<\/em>no pueden faltar ciertos temas y experiencias que ayuden a lo\u00adgrar los objetivos. En este sentido, pienso que en el planteamiento y desarrollo de las\u00a0convi\u00advencias\u00a0<\/em>han de estar muy presentes algunos centros de referencia fundamentales: la histo\u00adria personal de quien las hace; Jesucristo, el Se\u00f1or; la historia y el mundo en el que se vive; el compromiso de la solidaridad y servicio. –\u00a0<\/em>\u00abAqu\u00ed y ahora\u00bb (motivar la venida a los\u00a0ejercicios espirituales<\/em>). \u00a0<\/strong> –\u00a0Trabajo personal<\/em>\u00a0(reflexi\u00f3n durante 30 min.) y reflexi\u00f3n en peque\u00f1os grupos, se\u00adguidos de asamblea, sobre \u00abla vida\u00bb (qu\u00e9 aspectos mueven mi vida, por qu\u00e9 quie\u00adro seguir viviendo, para qu\u00e9, etc.). –\u00a0Mis\u00a0<\/em>objetivos\u00a0<\/em>vitales<\/em>\u00a0(que buscamos a trav\u00e9s de una elecci\u00f3n). Ejercicio sobre la \u00abdin\u00e1mica del cambio\u00bb y celebraci\u00f3n (Sensibilizarse para el cambio, buscar motivaciones que convenzan para la conversi\u00f3n.\u00a0Niveles:<\/em>\u00a0Fe, pensamiento, sen\u00adtimiento, acci\u00f3n.\u00a0Din\u00e1mica:\u00a0<\/em>Reflexi\u00f3n perso\u00adnal, peque\u00f1o grupo, grupo grande). El\u00a0contexto ambiental y familiar, junto a la situaci\u00f3n de muchos j\u00f3venes nos plantean en la actualidad algunos interrogantes y proble\u00admas b\u00e1sicos: \u00bfValen las convivencias que ve\u00adnimos haciendo? \u00bfNo es preciso replantear\u00a0hoy\u00a0<\/em>su orientaci\u00f3n y enfoque? [vc_row][vc_column][vc_column_text]\u00c1ngel T\u00e9llez\u00a0es profesor de Did\u00e1ctica de la Reli\u00adgi\u00f3n en la \u00abFacultad de Educaci\u00f3n\u00bb de la Universi\u00addad de Valladolid. 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\n <\/p>\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/h3>\n
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\nInicio este art\u00edculo confesando que no me resulta f\u00e1cil hablar sobre las convivencias o ejercicios espirituales con j\u00f3venes despu\u00e9s de haber animado o dirigido a bastantes gru\u00adpos durante doce a\u00f1os. Y no me resulta f\u00e1cil porque no quisiera caer en\u00a0denuncias,\u00a0<\/em>idealis\u00admos, t\u00f3picos…\u00a0<\/em>que pueden conducir al des\u00e1\u00adnimo. Nada m\u00e1s lejos de mi intenci\u00f3n.
\nTan s\u00f3lo quisiera ser \u00absanamente realista\u00bb y ayudar a quienes hoy d\u00eda realizan con entusias\u00admo estas tareas, a partir de mi reflexi\u00f3n surgida de experiencias hechas anteriormente. As\u00ed pues,\u00a0desde un cierto distanciamiento que me hace ver las cosas\u00a0desapasionadamente,\u00a0<\/em>me pro\u00adpongo presentar algunas claves para entender las\u00a0convivencias\u00a0<\/em>y ejercicios espirituales<\/em>\u00a0dentro de un proceso de educaci\u00f3n de\/en la fe. Con\u00adcluir\u00e9, en fin, suscitando un interrogante final sobre el planteamiento de las\u00a0convivencias.<\/em>
\n <\/p>\n\n
\n
\nLas convivencias, por su parte, estaban plan\u00adteadas con una din\u00e1mica m\u00e1s activa y partici\u00adpativa, mediante t\u00e9cnicas de din\u00e1mica de gru\u00adpos. A los destinatarios y destinatarias les re\u00adsultaban m\u00e1s gratificantes que los\u00a0ejercicios espirituales,<\/em>\u00a0pero los animadores inicialmente ten\u00edan una cierta dificultad para realizar la ta\u00adrea, de forma que algunos abandonaron ese campo de trabajo tras el cambio de nombre y planteamiento apuntados. La din\u00e1mica de las\u00a0convivencias\u00a0<\/em>no siempre ha sido realizada convenientemente y eso contribuy\u00f3 a que las t\u00e9cnicas resultaran, a veces,\u00a0juegos<\/em>\u00a0que pro\u00adpiciaban poco o nada la reflexi\u00f3n.
\n
\nTanto en el caso de los\u00a0ejercicios espirituales<\/em>\u00a0como de las\u00a0convivencias,\u00a0<\/em>muchas veces los planteamientos no supon\u00edan un aut\u00e9ntico pro\u00adceso de educaci\u00f3n en la fe, al no estar asumido como tal en el colegio. Eran, m\u00e1s bien, actos aislados que se consideraban obligatorios en los colegios privados de religiosos y religiosas o afines. Otro detalle importante del cambio de nombre hemos de concretarlo en quienes eran invitados a hacer la convivencia sin estar suficientemente aclarados; sol\u00edan manifestar que ellos hab\u00edan ido a \u00abconvivir\u00bb, con lo cual re\u00adlegaban a un segundo t\u00e9rmino otros elementos de reflexi\u00f3n y profundizaci\u00f3n en clave religiosa.
\n
\n2. Las \u00abconvivencias\u00bb y \u00abejercicios espirituales\u00bb como \u00abmomentos fuertes\u00bb del proceso de educaci\u00f3n en la fe.
\nEntiendo que tanto las convivencias co\u00admo los\u00a0ejercicios espirituales<\/em>\u00a0(aunque en ade\u00adlante me refiera s\u00f3lo a las primeras) se han de plantear a partir de una pastoral escolar am\u00adplia, en la que representan uno de sus\u00a0mo\u00admentos fuertes<\/em>. As\u00ed podremos relacionarlas con el proceso de pedagog\u00eda de la fe. De lo contrario resultan \u00abmomentos aislados\u00bb que pueden ser gratificantes, pero poco significa\u00adtivos para el desarrollo y crecimiento de los j\u00f3\u00advenes en la direcci\u00f3n hacia una fe madura.
\nTal planteamiento inicial exige un proceso di\u00adn\u00e1mico en duraci\u00f3n e intensidad y que asuma toda la realidad personal de los educandos. Es decir, se precisa un tiempo y una intensidad acorde con la edad y con la finalidad de las\u00a0convivencias.\u00a0<\/em>Los expertos hablan de un m\u00edni\u00admo de cuatro d\u00edas. La duraci\u00f3n puede ser dis\u00adcutible seg\u00fan los planteamientos que se ten\u00adgan. En cualquier caso, no pensamos en las convivencias o encuentros de fin de semana que hace un grupo de confirmaci\u00f3n o similar. Se trata de algo m\u00e1s prolongado en el tiempo.
\n\u00a0<\/u><\/strong>
\nOtras claves, que se derivan de lo anterior, es\u00adtar\u00edan representadas por los siguientes n\u00facleos de atenci\u00f3n de los que nos ocupamos seguida\u00admente: el animador de las convivencias, los destinatarios, c\u00f3mo y cu\u00e1ndo realizarlas, la con\u00adtinuidad y el acompa\u00f1amiento, los contenidos de las convivencias.
\n <\/p>\n\n
<\/h3>\n
4. Cu\u00e1ndo y c\u00f3mo hacer las \u00abconvivencias\u00bb.<\/h3>\n
\nEn el caso del per\u00edodo de la ense\u00f1anza secun\u00addaria (bachillerato, \u00faltimos cursos de FP) pienso que es bueno \u00abno dar todo hecho\u00bb. Es decir, que el colegio no\u00a0ceda<\/em>\u00a0sin m\u00e1s tres d\u00edas de clase pa\u00adra\u00a0convivencias,\u00a0<\/em>sino que los j\u00f3venes sean capa\u00adces de coger parte de \u00absu tiempo\u00bb extraescolar (viernes tarde, s\u00e1bado o domingo) y, unido a otro escolar, consigamos unos d\u00edas aptos para el tra\u00adbajo prolongado y reposado. Mi experiencia en este sentido ha sido positiva. Siempre me han re\u00adsultado muy bien aquellas\u00a0convivencias\u00a0<\/em>que, jun\u00adto al mi\u00e9rcoles o jueves, inclu\u00edan el fin de sema\u00adna. Hacer las\u00a0convivencias\u00a0<\/em>lleva consigo renun\u00adciar o posponer otras cosas. De esta manera tambi\u00e9n se aclaran y superaran ciertas motiva\u00adciones que encierran una dosis considerable de ambig\u00fcedad a la hora de hacer las\u00a0convivencias.<\/em>
\n
\nYa nos hemos referido a la din\u00e1mica activa y participativa de las\u00a0convivencias.\u00a0<\/em>No es la \u00fanica forma de plantearlas; pueden existir otros plan\u00adteamientos en cuanto a la din\u00e1mica. Lo impor\u00adtante: que lo que se hace se haga bien (t\u00e9cni\u00adcas, charlas, ejercicios de din\u00e1mica de grupos, etc.) y se fomente la reflexi\u00f3n del joven, ayu\u00add\u00e1ndole a enfrentarse con su propia vida a la luz del evangelio, de forma que el proceso de las\u00a0convivencias\u00a0<\/em>le ayude a retomar la vida con mayor seriedad, le proporcione pautas para la conversi\u00f3n y un compromiso mayor en la so\u00adciedad y en el mundo en el que vive.
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\nA veces se dice que es mejor una persona que venga \u00abde fuera\u00bb, porque los \u00abde dentro\u00bb ya est\u00e1n muy o\u00eddos. No siempre vale esta teo\u00adr\u00eda, sino que muchas veces es bueno que sea uno de los cercanos el que dirija o anime las\u00a0convivencias\u00a0<\/em>para garantizar la continuidad.
\nSea una u otra alternativa, siempre se ha de asegurar que no se dificulte un proceso, que pi\u00adde un\u00a0antes<\/em>\u00a0y un\u00a0despu\u00e9s<\/em>. Si el animador es \u00abde fuera\u00bb, se ha de asegurar que alguien \u00abde den\u00adtro\u00bb acompa\u00f1e al grupo de j\u00f3venes durante el proceso de las\u00a0convivencias<\/em>. Alguien que pos\u00adteriormente va a seguir en contacto y realizando el acompa\u00f1amiento. No un simple supervisor o supervisora del orden. La instituci\u00f3n educativa o pastoral ha de poner los medios adecuados pa\u00adra que se logre el fin que se pretende.
\nCon estos planteamientos, podemos hablar de grupo de animadores: compuesto, al me\u00adnos, por el responsable \u00faltimo y por un miem\u00adbro de la\u00a0casa\u00a0<\/em>(parroquia, colegio, centro juve\u00adnil, etc.) que posteriormente va a realizar el tra\u00adbajo de seguimiento; el tercer miembro del grupo de animadores puede ser un o una jo\u00adven que haya realizado ya la experiencia de las\u00a0convivencias.\u00a0<\/em>Respecto a este \u00faltimo, su ejemplo y testimonio, a la vez que su labor de mediaci\u00f3n entre los adultos y los j\u00f3venes pue\u00adde ser muy positiva y enriquecedora. Si este grupo quiere funcionar como \u00abgrupo de ani\u00admadores\u00bb ha de poner en juego una serie de elementos en los que aqu\u00ed no entro\u00a01<\/a>.
\nPara cerrar este tema, tan s\u00f3lo quiero se\u00f1alar una serie de caracter\u00edsticas m\u00ednimas que ha de tener el animador responsable \u00faltimo de las convivencias. Si lo que se hace es una expe\u00adriencia de b\u00fasqueda \u00abhumano-cristiana\u00bb desde la din\u00e1mica apuntada al principio, es preciso que el animador sea un adulto (o joven maduro) creyente, preparado, con experiencia de grupo y relaciones humanas, con suficiente flexibilidad y libertad interior, atento siempre a lo que va su\u00adcediendo y dispuesto a\u00a0revisarse<\/em>\u00a0a lo largo del proceso de realizaci\u00f3n de las convivencias.
\n <\/p>\n\n
\nSi tenemos esto presente, de una forma ge\u00adneral y en un primer momento, podemos apun\u00adtar algunas actitudes b\u00e1sicas que se deber\u00edan exigir a quienes van a realizar las convivencias (sin prejuicio de ulteriores especificaciones cuando se trata de j\u00f3venes que ya han partici\u00adpado en experiencias anteriores):
\n
\n– Ir libremente y suficientemente motivados.
\n– Estar abiertos ante la experiencia o en acti\u00adtud de b\u00fasqueda. Tener inquietud.
\n– Capacidad de reflexi\u00f3n (interiorizaci\u00f3n, ora\u00adci\u00f3n, silencio).
\n– No poner obst\u00e1culos al trabajo en grupo. Sentido de grupo.
\n– Saber claramente a qu\u00e9 se va.
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\nUno de los esquemas de trabajo -que a m\u00ed me parece v\u00e1lido que, en parte, he seguido durante a\u00f1os-, procede de la adaptaci\u00f3n del esquema y desarrollo publicado por Manuel Plaza en su libro sobre \u00abEjercicios Espirituales y Pedagog\u00eda de la fe con J\u00f3venes\u00bb\u00a03<\/a>.\u00a0Para otros niveles de mayor edad y madurez, sugerir\u00eda un esquema inspirado en Jos\u00e9 A. Garc\u00eda-Monge, m\u00e1s cercano al planteamiento de los Ejerci\u00adcios Espirituales para j\u00f3venes\u00a0(Qui\u00e9n soy yo y,\u00a0<\/em>desde\u00a0<\/em>Cristo, qui\u00e9n tengo que ser).\u00a0<\/em>El esque\u00adma en cuesti\u00f3n es el siguiente:
\n– Tarde de la llegada y d\u00eda primero<\/strong><\/p>\n\n
\n– \u00abEl hombre\u00bb (descubrir qu\u00e9\u00a0hombre\u00a0<\/em>soy).<\/em>
\n–\u00a0<\/em>\u00abLa\u00a0casa\u00bb (retomar la historia de mi yo).
\n–\u00a0\u00abLa\u00a0l\u00ednea de la vida\u00bb (d\u00f3nde y c\u00f3mo me encuentro ahora).
\n– \u00abLa palabra Dios\u00bb (qui\u00e9n es Dios para m\u00ed).
\n–\u00a0Charla:<\/em>\u00a0la vocaci\u00f3n cristiana como servi\u00adcio (texto: Lavatorio de los pies).<\/p>\n\n
\n– D\u00eda segundo<\/strong><\/p>\n\n
\n–\u00a0Charla:<\/em>\u00a0El pecado que somos. Reflexi\u00f3n personal.
\n– Expresi\u00f3n corporal a partir de Jn 15, 1-9\u00ad. Coloquio.
\n– Charla: La Buena Nueva de la conversi\u00f3n. – Reflexi\u00f3n personal, seguida de reuni\u00f3n en peque\u00f1o grupo y asamblea.
\n– Catequesis-celebraci\u00f3n del Sacramento de la Reconciliaci\u00f3n.
\n– D\u00eda tercero<\/strong><\/p>\n\n
\n–\u00a0Los objetivos de Jes\u00fas<\/em>\u00a0(din\u00e1mica: trabajo personal, peque\u00f1o grupo…).
\n–\u00a0An\u00e1lisis de casos<\/em>\u00a0(entrenamiento para el discernimiento: ver hacia d\u00f3nde nos incli\u00adnamos en nuestra elecci\u00f3n. Din\u00e1mica: gru\u00adpo grande, personalmente, peque\u00f1o gru\u00adpo, personalmente).
\n–\u00a0Charla:<\/em>\u00a0Vocaci\u00f3n cristiana y compromiso\u00a0(Esquema:\u00a0<\/em>la llamada, las tentaciones, las opciones y consecuencias. Din\u00e1mica: Grupo grande, reflexi\u00f3n personal).<\/p>\n\n
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\nSon muchos los j\u00f3venes de hoy a los que co\u00admienzan a faltar las referencias religiosas b\u00e1si\u00adcas y las\u00a0convivencias,\u00a0<\/em>tal como se vienen plan\u00adteando, presuponen tales referencias. Este fac\u00adtor -unido a otros como el d\u00e9ficit de valores, las crisis familiares que afectan negativamente a la educaci\u00f3n de la fe de los hijos-, parece exigir un replanteamiento de las convivencias. \u00bfPor d\u00f3nde deber\u00eda ir el replanteamiento? Yo pienso que bien se podr\u00edan orientar, al menos en algu\u00adnos casos, en torno al tema de la humanizaci\u00f3n y descubrimiento de la trascendencia.
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\nAlgunos planteamientos del pasado, cen\u00adtrados en lo espec\u00edficamente cristiano y con una dosis fuerte de contenidos religiosos -que presuponen opciones\u00a0claras\u00a0<\/em>de fe-, quedan alejados de muchos j\u00f3venes. Ser\u00eda m\u00e1s inte\u00adresante, valga el s\u00edmil de la agricultura,\u00a0prepa\u00adrar la tierra\u00a0<\/em>antes que sembrar en una tierra que est\u00e1 por roturar. Es preciso no dar m\u00e1s de lo que puedan llevar.
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\nHabr\u00eda que detectar el nivel\u00a0religioso\u00a0<\/em>de quienes piden hacer\u00a0convivencias y,\u00a0<\/em>sin elimi\u00adnar del todo la opci\u00f3n de la experiencia hu\u00admano-cristiana, empezar a caminar por otros derroteros; por ejemplo: a trav\u00e9s de reflexio\u00adnes sobre la persona humana y sus dimensio\u00adnes b\u00e1sicas, de valores humanos con una particular significatividad evang\u00e9lica (solidari\u00addad, vida, libertad, justicia, paz, etc.), de ex\u00adperiencias humanas y apertura a la trascen\u00addencia, de \u00ablo cristiano\u00bb y la donaci\u00f3n de sen\u00adtido, etc. Es decir, plantear unas\u00a0convivencias\u00a0<\/em>no tanto como \u00abeducaci\u00f3n de la fe\u00bb, cuanto como \u00abexperiencias de educaci\u00f3n para la fe\u00bb (apertura al misterio, personalizaci\u00f3n, etc.).
\nNos referimos, en fin, a la puesta en acto de un concreto proceso de educaci\u00f3n, entendido como humanizaci\u00f3n, que favorezca y poten\u00adcie la realizaci\u00f3n integral de la persona huma\u00adna, que tome en consideraci\u00f3n la profundidad de lo humano. En ciertos grupos se puede y debe iniciar un progresivo acercamiento a la dimensi\u00f3n humanista del cristianismo (por ejemplo, desde la vivencia del amor en Jes\u00fas, la imagen de Dios al servicio del hombre y su afirmaci\u00f3n, la encarnaci\u00f3n como proceso que toma en consideraci\u00f3n lo humano hasta las \u00faltimas consecuencias, la muerte como signo de amor a la persona humana, la resurrecci\u00f3n y el don de la\u00a0Vida\u00a0<\/em>por parte del Se\u00f1or de la vi\u00adda, la salvaci\u00f3n cristiana y su aportaci\u00f3n a la realizaci\u00f3n humana).
\nEn esta perspectiva, la selecci\u00f3n y trata\u00admiento de los contenidos ha de favorecer que las\u00a0convivencias\u00a0<\/em>sean un tiempo apto para clarificarse, profundizar y comprometerse al menos\u00a0humanamente.\u00a0<\/em>Si a lo largo del proce\u00adso, los j\u00f3venes han estado dispuestos a en\u00adfrentarse con la propia vida, al final han de querer retocarla, reformularla y renovarla.
\nLa traducci\u00f3n metodol\u00f3gica de esta alter\u00adnativa est\u00e1 por hacer. Gran parte de los con\u00adtenidos que subyacen a esta alternativa los he expuesto en mi libro4<\/a>\u00a0sobre \u00abEl di\u00e1logo fe-cul\u00adtura en la escuela\u00bb.<\/p>\n\u00c1ngel T\u00e9llez<\/h3>\n
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\n1<\/a>\u00a0Los interesados pueden consultar, por ejemplo: M.\u00a0PLAZA,\u00a0Ejercicios Espirituales y Pedagog\u00eda de la fe con j\u00f3venes,\u00a0<\/em>Sal Terrae 1978, 45-53.
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\n2<\/a>\u00a0Contamos ya con diversas publicaciones particu\u00adlarmente algunas de la Editorial CCS que presentan dis\u00adtintos modelos y ejemplos de\u00a0convivencias.<\/em>
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\n3<\/a>\u00a0Cf. de\u00a0dicho libro, particularmente, las pp. 139-187.
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\n4<\/a>\u00a0Cf. \u00c1.\u00a0T\u00c9LLEZ,\u00a0El di\u00e1logo fecultura\u00a0<\/em>en la escuela, Edit. CCS, Madrid 1994 (particularmente las pp. 15-22 y 69\u00ad-86). Con formas m\u00e1s esquem\u00e1ticas he retomado la cuesti\u00f3n en: \u00c1.\u00a0T\u00c9LLEZ-G. MORANTE,\u00a0Religi\u00f3n y\u00a0<\/em>cultura,<\/em>\u00a0Edeb\u00e9, Barcelona 1996,19-23.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"