{"id":12763,"date":"1997-03-01T07:19:19","date_gmt":"1997-03-01T05:19:19","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12763"},"modified":"1997-03-01T07:19:19","modified_gmt":"1997-03-01T05:19:19","slug":"que-tiempos-aquellos-2","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/que-tiempos-aquellos-2\/","title":{"rendered":"\u00a1Que tiempos Aquellos…!"},"content":{"rendered":"

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Vida y aires de libertad<\/h1>\n

Perm\u00edtasenos, en esta ocasi\u00f3n, una escritura de recuerdos y tonos personales que quisieran incluir a cuantos vivieron aquellas \u00abmovidas Pascuas\u00bb de los \u00b470; a los\u00a0\u00b480.\u00a0\u00a1Qu\u00e9 tiempos aquellos…!<\/em>
\nNo se trata, sin embargo, de a\u00f1oranzas al socaire de ese \u00abcualquier tiempo basa\u00addo, siempre mejor\u00bb: Queremos recordar para refrescar la memoria, incluso, hasta en sus m\u00e1s rec\u00f3nditos y subversivos datos. Porque aquellas \u201cPascuas con J\u00f3venes\u00bb -nacidas al calor de los rescoldos vives del `68, del concilio Vaticano II y de Taiz\u00e9- \u00adrebosaban el aire liberador del Resucitado, que siempre provoca alguna que otra ventolera subversiva (\u00a1corno Dios manda!).
\nA los cristianos,\u00a0no\u00a0obstante y parad\u00f3jicamente, nos complica la existencia, m\u00e1s de la cuenta (\u00a1y siempre echamos Cuentas!), esa vida y libertad del Cristo pascual. Ni nos han educado para ello, ni\u00a0est\u00e1\u00a0el horno de los tiempos para esos bollos.<\/p>\n

Sofoquina y aletargamiento<\/h2>\n

Un complejo entramado de razones (la propia din\u00e1mica\u00a0\u00a0de los encuentros pascuales, el cambio de los aires culturales, la carencia de proyectos pastorales, etc.), junto a esa incapacidad para mantenernos en \u201cactitud pascual\u201d y alg\u00fan que otro reclamo acerca de la dudosa ortodoxia por el\u00a0c\u00f3mo<\/em>\u00a0asum\u00edan los j\u00f3venes la energ\u00eda y el dinamismo del paso de Jes\u00fas, provocaron el progresivo aletargamiento de las \u201c\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Pascuas con J\u00f3venes\u201d.
\nLa sofocaci\u00f3n \u2013tras agitaciones de todo tipo-, el miedo de las parroquias, el \u201cestado de vacaci\u00f3n\u201d que se apodera de la Semana Santa, entre otros muchos s\u00edntomas de alarmas no demasiado fundadas, fueron entretejiendo la mara\u00f1a de los \u00abmeca\u00adnismos de defensa\u00bb para amparar una especie de\u00a0consigna\u00a0<\/em>impl\u00edcita de\u00a0enfriamiento y normalizaci\u00f3n.<\/em>
\nTorn\u00f3 la calma o, mejor, una calma chicha que evitaba sobresaltos. Nos habituamos a lle\u00adnar los vac\u00edos. Empezaron a hacer fortuna (\u00a1volvemos a cuentas con saldo positivo!) otras al\u00adternativas (‘?) bajo formas de \u00abPascuas Urbanas\u00bb o \u00abPascuas Rurales\u00bb. Las aguas volvieron a su cauce, aunque tambi\u00e9n evidenciaban m\u00e1s y m\u00e1s estancamientos en las relaciones de los j\u00f3venes con la experiencia cristiana.<\/p>\n

Recuperar experiencias de vida y esperanza<\/h3>\n

Los nuevos j\u00f3venes de la \u00abera de informaci\u00f3n\u00bb -que no tanto de la comunicaci\u00f3n-, la re\u00adalidad actual de las parroquias y las comunidades, la identidad pascual de la espiritualidad cristiana y la profunda dimensi\u00f3n experiencial de la pastoral juvenil, exigen o, cuanto me nos, sugieren la necesidad de educar en la fe a trav\u00e9s de \u00abexperiencias fuertes\u00bb que impac\u00adten en todos los\u00a0sentidos.<\/em>
\nDe ah\u00ed que las \u00abPascuas con J\u00f3venes\u00bb puedan ser un \u201cn\u00facleo generador\u201d esencial en los proyectos pastorales de cara a los j\u00f3venes. Fuera d\u00e9 duda queda, por otro lado, que la Pascua es la \u201cexperiencia fundante\u201d del cristianismo.
\nLos j\u00f3venes cambian constantemente. Los de hoy parecen querer sobre todo, espacios y
\nexperiencias donde\u00a0sentirse bien<\/em>. Por una raz\u00f3n bien sencilla, padecen dolorosamente la situaci\u00f3n de emergencia en la que se encuentra su vida y esperanza.
\nMiedos y sustos aparte, por los caminos nuevos y la creatividad que se nos reclama, no resulta dif\u00edcil entender cuanto nos piden los j\u00f3venes. Partiendo de experiencias que logren satisfacer educativamente sus deseos, habr\u00e1 que apostar imaginativamente\u00a0por\u00a0restituirles vida y esperanza a toda costa.
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n

Utop\u00eda y profec\u00eda<\/h4>\n

Vida y esperanza, para no andar con remiendos, deben tejerse a base de utop\u00eda y profec\u00eda. No otras eran las\u00a0agujas\u00a0<\/em>de las \u00abPascuas con J\u00f3venes\u00bb de las que estamos haciendo memoria:\u00a0utop\u00eda\u00a0<\/em>como horizonte<\/em>\u00a0y profec\u00eda como m\u00e9todo.<\/em>
\nLa opci\u00f3n pastoral por la que apostamos decididamente en este n\u00famero de\u00a0Misi\u00f3n joven<\/em>\u00a0<\/strong>estar\u00eda coja de no colocarse dentro de un proyecto, por una parte, cargado de utop\u00eda, es decir, situado en el horizonte del Reino, y, por otra, sostenido por la profec\u00eda como m\u00e9todo o \u201cgu\u00eda de ruta\u201d.
\nOpci\u00f3n pastoral de las \u00abPascuas con J\u00f3venes\u00bb, por tanto, para so\u00f1ar \u201ccielos y tierra nue\u00advos\u201d con los j\u00f3venes, para que cada agente pastoral se arranque con la profec\u00eda de la \u201caco\u00adgida incondicional\u201d y cada joven grite sus deseos de vida y esperanza, en donde tambi\u00e9n se esconden profec\u00edas que no siempre queremos escuchar.<\/p>\n

Jos\u00e9 Luis Moral<\/h5>\n

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