{"id":12960,"date":"1997-07-01T08:59:21","date_gmt":"1997-07-01T06:59:21","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12960"},"modified":"1997-07-01T08:59:21","modified_gmt":"1997-07-01T06:59:21","slug":"parejas-de-hecho","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/parejas-de-hecho\/","title":{"rendered":"Parejas de hecho"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Las luchas sociales pueden clasificarse en dos grupos: las que tienen como finalidad con\u00adseguir el poder, y las que aspiran al reconoci\u00admiento de un derecho.
\nLas guerras territoriales y econ\u00f3micas, los golpes de Estado, las luchas de facciones, son ejemplos del primer grupo, \u00e9ticamente despre\u00adciables.
\nA la segunda clase, en cambio, pertenecen las luchas que han impulsado nuestro progreso moral: la lucha contra la esclavitud, contra la in\u00addefensi\u00f3n procesal, contra la tiran\u00eda, contra las desigualdades injustas.
\nEn muchas ocasiones, el grupo que pretende ver su derecho reconocido acaba pensando que la \u00fanica forma de conseguirlo es mediante el poder. La reclamaci\u00f3n de un derecho se con\u00advierte as\u00ed en lucha por el poder pol\u00edtico.
\nLa pugna por un derecho suele ir precedida de un sentimiento de indignaci\u00f3n, lo que entur\u00adbia l\u00f3gicamente el debate. Ya no se trata de col\u00admar una aspiraci\u00f3n justa, sino de vindicar agra\u00advios previos. As\u00ed ocurre en el tema del naciona\u00adlismo, en parte del debate feminista, y, \u00faltima\u00admente, en la reclamaci\u00f3n de una ley sobre pare\u00adjas de hecho.
\nPara decir algo sensato sobre estos temas hay que saber con exactitud lo que se reclama. Si se pide un reconocimiento o una vindicaci\u00f3n. Me ce\u00f1ir\u00e9 al \u00faltimo caso mencionado.
\nLos colectivos de gays y lesbianas han pro\u00adtestado contra el proyecto de ley de parejas de hecho porque creen que admite una parte de sus reclamaciones pero convirtiendo las parejas en sujetos de un contrato, sin equipararlas a las familias. \u00bfQu\u00e9 hay detr\u00e1s de esta pretensi\u00f3n? M\u00e1s que un inter\u00e9s legal, les mueve una reivindi\u00adcaci\u00f3n social. Piden dos cosas:<\/p>\n
Mezclar legislaci\u00f3n sobre matrimonios o sobre parejas con la legislaci\u00f3n familiar me parece un error. Ambas se refieren a derechos distintos […].
\nMi prop\u00f3sito es llamar la atenci\u00f3n sobre estos debates abiertos, y hacer cuatro advertencias.
\nPrimera: todas las reclamaciones de derechos han de ser estudiadas con cuidado, porque gra\u00adcias a esos debates hemos progresado moral\u00admente.
\nSegunda: la mezcla de exigencias de derecho y lucha pol\u00edtica oscurecen el debate. Y por su\u00adpuesto lo imposibilitan si aparece la violencia.
\nTercera: ser\u00eda deseable separar la reivindica\u00adci\u00f3n de un derecho de las experiencias de humi\u00adllaci\u00f3n que la han motivado. Es decir, distinguir las razones y los sentimientos, asunto, por su\u00adpuesto, de enorme dificultad, sobre todo para los que se sienten ofendidos.
\nCuarta: todos los que no estamos afectados por una concreta reclamaci\u00f3n de derechos de\u00adbemos colaborar para que se debata el tema \u00absine ira et studio\u00bb, sin concesiones apresura\u00addas y sin rechazos injustificados. Haciendo un esfuerzo por librarnos de los prejuicios en que todos intentamos refugiarnos. Convirti\u00e9ndonos en una especie de argumentadores imparciales.
\nAl menos ese deber\u00e1 ser el papel de los espe\u00adcialistas en \u00e9tica, cuando sepamos lo suficiente.<\/p>\n
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