{"id":12971,"date":"1997-07-01T11:19:06","date_gmt":"1997-07-01T09:19:06","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12971"},"modified":"1997-07-01T11:19:06","modified_gmt":"1997-07-01T09:19:06","slug":"matilda","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/matilda\/","title":{"rendered":"Matilda"},"content":{"rendered":"

A finales del a\u00f1o 1996,\u00a0se\u00a0estrenaren dos pel\u00edcu\u00adlas; inspiradas en sendos relatos de Roald Dahl:\u00a0Matilda<\/em>\u00a0y\u00a0James y el melocot\u00f3n gigante<\/em>.\u00a0Matilda<\/em>destacaba por lo ir\u00f3nico de su mirada, por mante\u00adner en su desarrollo una cierta tendencia a la cr\u00edtica social y\u00a0por\u00a0la cruel formulaci\u00f3n de algunas de sus propuestas, detalles todos estas impropios en el ci\u00adne infantil, caracterizado generalmente por una mo\u00adlesta, edulcorada y malentendida correcci\u00f3n. Estas sorprendentes elecciones\u00a0tonales\u00a0alejan el producto de la habitual blandenguer\u00eda con que se pintan en el cine los supuestos intereses, y\u00a0las\u00a0fantas\u00edas de los m\u00e1s peque\u00f1os.\u00a0En\u00a0este terreno, Disney y su pode\u00adrosa maquinaria de crear ha actuado durante m\u00e1s de sesenta a\u00f1os como el \u00fanico referente est\u00e9tico v\u00e1lido, y su marchamo ultraconservador, maniqueo y ternurista ha empa\u00f1ado,\u00a0no\u00a0s\u00f3lo las pantallas, si no tambi\u00e9n el\u00a0resto\u00a0de signos iconogr\u00e1ficos, ideol\u00f3\u00adgicos y culturales, que\u00a0acaban\u00a0por\u00a0decorar en buena parte el paisaje de lo que llamarnos infancia.
\nEn\u00a0los\u00a0\u00faltimos a\u00f1os se observa\u00a0una\u00a0necesaria soluci\u00f3n de\u00a0los\u00a0primo\u00a0ramplones\u00a0en los que se ha asentado toda\u00a0pel\u00edcula\u00a0apta\u00a0<\/em>para menores<\/em>. \u00bfA qu\u00e9 es debido este cambio? Ante todo, a razones de empresa. El cine infantil,\u00a0si\u00a0quiere competir con garant\u00edas en\u00a0el\u00a0mercado, debe ali\u00f1arse con nuevas especies\u00a0para\u00a0ser\u00a0digerido\u00a0por toda la familia. En esta direcci\u00f3n, muchas pel\u00edculas trufan su desarro\u00adllo con gui\u00f1os c\u00f3mplices\u00a0y reflexiones dirigidas ahora a todos los p\u00fablicos.
\nMatilda<\/em>\u00a0se encuentra a medio camino entre tradi\u00adci\u00f3n y renovaci\u00f3n. Las propuestas del gui\u00f3n y su planteamiento, incluso la puesta en escena, resul\u00adtan particularmente corrosivos. Matilda es una ni\u00f1a\u00a0sensible, inteligente e imaginativa,\u00a0que debe v\u00e9rse\u00adlas con una familia de una\u00a0ofensiva\u00a0vulgaridad, me\u00addiocre, preocupada exclusivamente por ganar dine\u00adro a toda costa, deglutir\u00a0comida\u00a0basura y apalan\u00adcarse delante del televisor. En su escuela el pano\u00adrama no es m\u00e1s alentador. La\u00a0directora\u00a0emplea a fondo sus m\u00e9todos dictatoriales con el fin de abolir a\u00a0toda costa y cuanto\u00a0antes\u00a0la inocencia de cual\u00adquier reto\u00f1o indisciplinado que caiga en sus ma\u00adnos. El argumento, con una acidez demoledora, re\u00adtrata a\u00a0la perfecci\u00f3n\u00a0los significativos empe\u00f1os que las sociedades modernas llevan\u00a0a\u00a0cabo para con\u00advertir la infancia en\u00a0una\u00a0preparaci\u00f3n brutal para la ordinariez,\u00a0la\u00a0ignorancia\u00a0y el\u00a0borreguismo; en otras palabras, por anticipar\u00a0lo\u00a0m\u00e1s\u00a0posible:\u00a0el paso de criatura humana a cachorro de triunfador agresivo.
\nAnte este panorama,\u00a0un ser\u00a0excepcional, Matilda, se permite la osad\u00eda de pensar, leer, mover objetos con la mente -preciosa met\u00e1fora\u00a0de la fantas\u00eda-\u00a0ser autosuficiente -frente a la\u00a0consustancial\u00a0ultrade\u00adpendencia y el gregarismo de los hijos del consu\u00admo- preocuparse por su\u00a0educaci\u00f3n…\u00a0Frente a la amplitud de horizontes de esta ni\u00f1a, se sit\u00faa un mundo familiar y escolar de miras recortadas, ceji\u00adjunto, chato, hortera y rid\u00edculo.\u00a0Puestos\u00a0a\u00a0interpre\u00adtar, la contraposici\u00f3n entre infancia -Matilda- y edad adulta -el resto de espec\u00edmenes- nos abruma con su radicalismo. Si, adem\u00e1s,\u00a0nos\u00a0arriesgarnos a postular dobles sentidos, el personaje de Matilda podr\u00eda representar muy bien toda una cultura, la de la vieja Europa, sometida a las embates materialis\u00adtas de Estados Unidos, un\u00a0pa\u00eds tan hist\u00f3rico como\u00a0insustancial.
\n 
\nSin embargo, como contrapunto\u00a0a\u00a0este asombroso \u00adradicalismo ideol\u00f3gico, dirigido sin duda\u00a0a un es\u00adpectador adulto, el\u00a0film\u00a0no puede\u00a0evitar\u00a0mantener en su desarrollo una serie de constantes de g\u00e9nero que distancian un tanto\u00a0Matilda<\/em>\u00a0del prometedor \u00e1m\u00adbito de la f\u00e1bula negra y acaban por reconducir la obra al m\u00e1s trillado terreno de los cuentos de ha\u00addas. Desde que entra en acci\u00f3n la profesora amar\u00adgada y buena, la pel\u00edcula se contagia del propio ca\u00adr\u00e1cter desva\u00eddo y t\u00f3pico del personaje, pierde caus\u00adticidad y degenera en un juego repetitivo de mo\u00admentos bienintencionados. Desde ese momento,\u00a0Matilda<\/em>\u00a0ingresa en las filas de lo previsible y se sit\u00faa en regiones colindantes con la temible Disneylandia. A pesar de sus defectos,\u00a0Matilda<\/em>\u00a0es un docu\u00admento estimable y permite indagar en un tema co\u00admo el de los abismos que separan la mentalidad in\u00adfantil del mundo adulto. Tambi\u00e9n nos ofrece un no\u00adtable material si nos interesa profundizar en la con\u00adcepci\u00f3n que de ni\u00f1os y ni\u00f1as tiene la industria cine\u00admatogr\u00e1fica y, por extensi\u00f3n, el capitalismo. Ade\u00adm\u00e1s,\u00a0Matilda\u00a0<\/em>puede constituirse en un magn\u00edfico precedente antes de sumergir a futuro lectores en la literatura de Roald Dahl, una literatura tan cruel y a la vez tan entra\u00f1able que sintetiza en estos dos rasgos algunos de los entresijos m\u00e1s llamativos y olvidados de la psicolog\u00eda infantil.
\nJes\u00fas Villegas<\/strong>
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