{"id":1782,"date":"2012-07-01T16:08:16","date_gmt":"2012-07-01T16:08:16","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=1782"},"modified":"2012-07-01T16:08:16","modified_gmt":"2012-07-01T16:08:16","slug":"el-hincha","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-hincha\/","title":{"rendered":"El hincha"},"content":{"rendered":"
Una vez por semana, el hincha huye de su casa y asiste al estadio.
\nFlamean las banderas, suenan las matracas, los cohetes, los tambores, llueven las serpientes y el papel picado; la ciudad desaparece, la rutina se olvida, s\u00f3lo existe el templo. En este espacio sagrado, la \u00fanica religi\u00f3n que no tiene ateos exibe a sus divinidades. Aunque el hincha puede contemplar el milagro, m\u00e1s c\u00f3modamente, en la pantalla de la tele, prefiere emprender la peregrinaci\u00f3n hacia este lugar donde puede ver en carne y hueso a sus \u00e1ngeles, bati\u00e9ndose a duelo contra los demonios de turno.
\nAqu\u00ed, el hincha agita el pa\u00f1uelo, traga saliva, glup, traga veneno, se come la gorra, susurra plegarias y maldiciones y de pronto se rompe la garganta en una ovaci\u00f3n y salta como pulga abrazando al desconocido que grita el gol a su lado. Mientras dura la misa pagana, el hincha es muchos. Con miles de devotos comparte la certeza de que somos los mejores, todos los \u00e1rbitros est\u00e1n vendidos, todos los rivales son tramposos.
\nRara vez el hincha dice: \u00abhoy juega mi club\u00bb. M\u00e1s bien dice: \u00abHoy jugamos nosotros\u00bb. Bien sabe este jugador n\u00famero doce que es \u00e9l quien sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar sin m\u00fasica.
\nCuando el partido concluye, el hincha, que no se ha movido de la tribuna, celebra su victoria; qu\u00e9 goleada les hicimos, qu\u00e9 paliza les dimos, o llora su derrota; otra vez nos estafaron, juez ladr\u00f3n. Y entonces el sol se va y el hincha se va.
\nCaen las sombras sobre el estadio que se vac\u00eda. En las gradas de cemento arden, aqu\u00ed y all\u00e1, algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces. El estadio se queda solo y tambi\u00e9n el hincha regresa a su soledad, yo que ha sido nosotros: el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melanc\u00f3lico como un mi\u00e9rcoles de cenizas despu\u00e9s de la muerte del carnaval.<\/p>\n