\nAl igual que tu hogar requiere de unas atenciones diarias para que el polvo, la suciedad o el desorden no se conviertan en invitados de honor, al coraz\u00f3n le sucede algo muy parecido\u2026 Si no le prestas unos cuidados m\u00ednimos, corres el riesgo de que un d\u00eda la tristeza, el sinsentido o la depresi\u00f3n se conviertan en \u201cokupas\u201d de tu coraz\u00f3n, con la enorme dificultad de deshacerte de tan perversos hu\u00e9spedes\u2026Por eso, amigo, te invito a que te pongas el mandil y dediques todos los d\u00edas unos minutos a la limpieza del coraz\u00f3n\u2026 Ver\u00e1s c\u00f3mo los resultados no tardan en llegar<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n\n- \u00a0Abre las ventanas<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Lo primero que debes hacer es ventilar tu coraz\u00f3n. Dejar que el d\u00eda de ayer, que esos peque\u00f1os o grandes errores desaparezcan, y respirar el aire puro cargado de nuevas oportunidades que el d\u00eda de hoy te brinda a manos llenas.<\/p>\n \n- Pasa la aspiradora<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Si en tu vivienda pasas gran parte de la jornada, en tu coraz\u00f3n vives las 24 horas del d\u00eda. No te conformes con lo que se ve, con la fachada; revisa diariamente esos rincones donde motas de pesimismo, des\u00e1nimo e indiferencia se suelen incrustar con gran facilidad.<\/p>\n \n- Quita las telas de ara\u00f1a<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
A veces nos pasamos d\u00edas y d\u00edas mirando para el suelo, fijando la vista en nuestro propio ombligo\u2026 Alza la vista, amplia tu campo de visi\u00f3n. Que los sue\u00f1os, las promesas, los compromisos que un d\u00eda te fijaste no queden atrapados en la mara\u00f1a de la apat\u00eda, de la comodidad, del no querer complicarse la vida.<\/p>\n \n- Sacude las alfombras<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Es un engorro, verdad, pero es muy necesario. Ah, y si alg\u00fan d\u00eda no sale polvo\u2026, \u00a1mala se\u00f1al! Eso querr\u00e1 decir que nadie te ha visitado, que ning\u00fan hermano ha pisado (que no pisoteado) tu vida.<\/p>\n \n- Muda las camas, cambia las toallas\u2026<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
\u00bfVerdad qu\u00e9 no aguantar\u00edas estar m\u00e1s de una semana con las mismas s\u00e1banas puestas\u2026? \u00bfY tu coraz\u00f3n? \u00bfCu\u00e1ntos d\u00edas, meses o a\u00f1os llevas sin hacer una mudanza de interiorismo? \u00bfCu\u00e1nto tiempo llevas poniendo remiendos? \u00bfNo crees que ha llegado el momento de hacer unos cuantos cambios?<\/p>\n \n- Date un respiro<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Descansa un poco. Prep\u00e1rate una infusi\u00f3n de silencio y paz interior. Seguramente que alguien, Alguien, tiene algo muy importante que decirte.<\/p>\n \n- Haz la colada y tiende la ropa<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Sobre todo cuelga los trapos sucios que ni la lavadora ni el mejor de los quitamanchas logran eliminar. D\u00e9jalos que cuelguen en el tendal del olvido\u2026<\/p>\n \n- Ordena armarios<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Cuelga en los percheros de tu coraz\u00f3n los dones y las gracias que Dios te regala cada d\u00eda. Bendiciones todas ellas de marca. No busques en el mercado nada parecido. Todas guardan la misma talla: XXL en misericordia de Dios<\/em>; adem\u00e1s, son totalmente gratuitas.<\/p>\n\n- Decora a tu gusto<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Cada uno tiene su estilo; yo te recomiendo uno que luce mucho, aunque desgraciadamente es muy poco conocido: sonr\u00ede, sonr\u00ede mucho. Tu coraz\u00f3n est\u00e1 harto de caras largas, caras de cumplimiento, de prisas y de estr\u00e9s\u2026 Decora tu coraz\u00f3n con una amplia, generosa y contagiosa sonrisa.<\/p>\n \n- Revisa el buz\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Antes de salir a la calle, no te olvides de mirar el correo y recoger la carta, la Buena Noticia que Dios, en forma de Evangelio, te env\u00eda (no falla nunca) cada d\u00eda. En ella encontrar\u00e1s nuevas formas, nuevos trucos para conseguir que tu coraz\u00f3n luzca siempre limpio y radiante.<\/p>\n J. M. de Palazuelo<\/strong><\/p>\n \n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Al igual que tu hogar requiere de unas atenciones diarias para que el polvo, la suciedad o el desorden no se conviertan en invitados de honor, al coraz\u00f3n le sucede algo muy parecido\u2026 Si no le prestas unos cuidados m\u00ednimos, corres el riesgo de que un d\u00eda la tristeza, el sinsentido o la depresi\u00f3n se […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1349,1391,156,192,1297],"tags":[],"class_list":["post-2580","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2010-cuaderno-joven","category-1391","category-cuaderno-joven","category-decalogo","category-j-m-de-palazuelo"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2580","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2580"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2580\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2580"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2580"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2580"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}} |