{"id":2701,"date":"2010-01-01T17:14:41","date_gmt":"2010-01-01T15:14:41","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=2701"},"modified":"2010-01-01T17:14:41","modified_gmt":"2010-01-01T15:14:41","slug":"las-caretas-con-que-vivimos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/las-caretas-con-que-vivimos\/","title":{"rendered":"Las caretas con que vivimos"},"content":{"rendered":"

En las carnavaladas modernas algunos se disfrazan de aquello que habr\u00edan querido ser y no han sido. Otros se apropian de personajes o s\u00edmbolos para ridiculizarlos. Otros buscan la ocultaci\u00f3n para conseguir impunidad y anonimato a su conducta desinhibida, abusiva, grotesca o delictiva. Sin embargo, estos desahogos puntuales tienen menos repercusi\u00f3n en nuestra personalidad que los disfraces que nos fabricamos para vivir<\/b>,<\/strong> habitualmente subconscientes. En la vida ordinaria solemos usar distintas caretas:<\/p>\n

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  1. La careta negra<\/b> es la de quien se ve y se muestra en negativo. Siempre relativiza y neutraliza lo positivo. La imagen de estas personas se estructura a partir de lo negativo y de sus carencias. Con frecuencia el origen estuvo en la comparaci\u00f3n con un hermano o en una educaci\u00f3n exigente en vez de estimulante, que subray\u00f3 los fracasos exigiendo siempre m\u00e1s. Puede enraizarse tambi\u00e9n en un gran fracaso o en una serie de fracasos en edad m\u00e1s avanzada.<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    Estas personas carecen de confianza en s\u00ed mismas porque no encuentran nada en qu\u00e9 apoyarse. Eso no les impide llevar adelante lo que emprenden pero no se atribuyen el m\u00e9rito sino que lo achacan a la suerte, a los otros, etc. No se sorprenden nunca de sus fracasos o sus defectos, como si siempre los esperasen. Esto refuerza su imagen negativa, aunque no la acepten ni sean muy conscientes de ella.<\/p>\n

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    1. La careta negra con purpurina<\/b> la portan quienes se supervaloran para defenderse de lo negativo. Ellos se reconocen con sombras y luces pero la forma de defenderse cuando les critican es lo que hace decir a los otros que son muy orgullosos, que viven sobre zancos. Se descubre f\u00e1cilmente a estas personas por la \u00abdesproporci\u00f3n\u00bb con que se defienden de lo negativo, real o supuesto.<\/li>\n<\/ol>\n

      Detr\u00e1s de esta careta hay una \u00abgran inseguridad\u00bb con ra\u00edces en un pasado doloroso. En realidad su imagen es negativa, pero la ocultan tras grandes chorreras de purpurina dorada. Se defienden de su secreta imagen negativa con una artificial y exagerada estima<\/b>.<\/strong> Ante los dem\u00e1s pueden pasar como orgullosos, vanidosos o chulos, cuando en realidad son pobres personas sin una autoestima real.<\/p>\n

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      1. La careta brillante<\/b> se la encajan a fuego quienes se sobrestiman siempre. Tienen un concepto muy elevado de s\u00ed mismos y se afanan a toda costa para que los otros les vean brillar. Su vida se organiza en torno al \u00ab\u00e9xito social\u00bb. El origen pudo ser un ambiente familiar preocupado solamente por el \u00e9xito, en el que al ni\u00f1o se le valor\u00f3 por sus triunfos sociales, escolares, deportivos, etc. sin que importasen los medios empleados o su aut\u00e9ntica personalidad. Se puso el acento sobre el \u00abparecer\u00bb y no sobre el \u00abser\u00bb. Esta influencia se acentu\u00f3 por un sistema educativo y social que valora el \u00e9xito intelectual (culto a los t\u00edtulos) y el \u00e9xito social (culto a la carrera, a las relaciones, a la buena posici\u00f3n). Dentro de estos ambientes el ni\u00f1o, el joven y m\u00e1s tarde el adulto no se estructura sobre \u00ablo que es\u00bb en su fondo sino sobre lo que los dem\u00e1s aplauden<\/b>. No se apoya en sus propios cimientos sino en la quebradiza peana de los otros. No se preocupa de su realizaci\u00f3n personal sino de su actuaci\u00f3n teatral y su hambre de aplausos.<\/li>\n<\/ol>\n

        Detr\u00e1s de estas tres caretas <\/b>hay inseguridad subconsciente<\/b>, una personalidad sin cimiento, un ser atrofiado. Estas personas son sicol\u00f3gicamente enanas, les es imposible apoyarse en s\u00ed mismas para existir y avanzar en la vida. Esta inseguridad se compensa con los \u00e9xitos (o con la apariencia de virtud, que tambi\u00e9n es un \u00e9xito), por lo que el hambre de gloria se acent\u00faa. Si el individuo est\u00e1 bien dotado y nunca tiene fracasos, esto puede durar toda la vida, aunque con una sensaci\u00f3n de vac\u00edo e infelicidad. La relaci\u00f3n con los dem\u00e1s no es armoniosa<\/b>\u2026<\/strong><\/p>\n

          \n
        1. La careta transparente<\/b> corresponde a quienes tienen una imagen normal, ajustada a la realidad de su persona. Las personas que la consiguen se perciben hechas de riquezas y sombras<\/b>. Frente a los otros no tienen dificultad en reconocer tanto sus riquezas como sus l\u00edmites. Los reconocimientos positivos<\/b> no les provocan euforia. Los comentarios negativos<\/b> no les llevan a la desvalorizaci\u00f3n o a la duda sobre s\u00ed mismos. La percepci\u00f3n de su imagen no es r\u00edgida ni fija. Su imagen cambia y evoluciona<\/b> porque integran en ella los elementos nuevos, consecuencia de sus descubrimientos y sus cambios. Frente a las cr\u00edticas son capaces de dejarse cuestionar sana y serenamente sin buscar la justificaci\u00f3n. Son capaces de discernir el valor de sus actos y de sus actitudes sin alienarse a los otros y al ambiente<\/b>.<\/li>\n<\/ol>\n

          Parad\u00f3jicamente estos \u00faltimos -menos protegidos porque no ocultan su personalidad- se suelen sentir m\u00e1s felices dentro de la naturalidad y verdad de sus sonrisas o sus l\u00e1grimas, sus lindezas o sus arrugas. \u00bfCon cu\u00e1l de ellas quieres vivir?<\/p>\n

          Jairo del Agua<\/p>\n

           
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          En las carnavaladas modernas algunos se disfrazan de aquello que habr\u00edan querido ser y no han sido. Otros se apropian de personajes o s\u00edmbolos para ridiculizarlos. Otros buscan la ocultaci\u00f3n para conseguir impunidad y anonimato a su conducta desinhibida, abusiva, grotesca o delictiva. Sin embargo, estos desahogos puntuales tienen menos repercusi\u00f3n en nuestra personalidad que […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[1349,1350,156,1276,171],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2701"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2701"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2701\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2701"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2701"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2701"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}