{"id":3490,"date":"2008-09-01T19:47:22","date_gmt":"2008-09-01T17:47:22","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=3490"},"modified":"2008-09-01T19:47:22","modified_gmt":"2008-09-01T17:47:22","slug":"identidades-debiles-hay-un-interes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/identidades-debiles-hay-un-interes\/","title":{"rendered":"Identidades d\u00e9biles: hay un inter\u00e9s"},"content":{"rendered":"
El soci\u00f3logo norteamericano Marshall Berman sostiene que una de las consecuencias del crecimiento de la burgues\u00eda, altamente emparentado con el progreso cient\u00edfico y t\u00e9cnico que hiciera expandir la producci\u00f3n y con ella el capital, ha sido la disoluci\u00f3n de las identidades.
\nLa rueda producci\u00f3n-consumo-capital<\/strong> exige la dial\u00e9ctica de la construcci\u00f3n-destrucci\u00f3n-construcci\u00f3n, sin la cual se detendr\u00eda. No es econ\u00f3micamente rentable producir bienes duraderos<\/strong> y, si duran, hay que convertirlos en desechos poniendo en \u00f3rbita un nuevo producto, m\u00e1s atractivo. Nuestra organizaci\u00f3n econ\u00f3mica no s\u00f3lo evoluciona y transforma profanando las coordenadas objetivas con que se relacionaba el hombre sino al mismo sujeto que las dise\u00f1a.
\nNuestra organizaci\u00f3n productiva necesita de hombres con identidades d\u00e9biles<\/strong>, f\u00e1cilmente adaptables a los cambios vertiginosos de las reglas del juego econ\u00f3micos. Sostiene el soci\u00f3logo polaco, Zygmunt Bauman, que este radio de movilidad creciente es una novedad hist\u00f3rica.
\nLa movilidad exige capacidad de adaptaci\u00f3n<\/strong>. La capacidad de adaptaci\u00f3n, maleabilidad. Una persona con una identidad muy s\u00f3lida no se adapta a todos los entornos, ni a todas las situaciones. Una persona arraigada a su terru\u00f1o natal no est\u00e1 dispuesta a marcharse de \u00e9l para siempre. Una persona con unos criterios morales s\u00f3lidos no acepta cualquier estrategia para ganar dinero para la empresa<\/strong>. <\/strong>En nuestro sistema econ\u00f3mico y social, se requiere de personas con identidades d\u00e9biles, capaces de moverse de aqu\u00ed para ella, de cambiar de chaqueta cuando sea necesario, sin tener que purgar los remordimientos.
\nLa vida laboral est\u00e1 plagada de incertidumbre… <\/strong>De acuerdo con los \u00faltimos c\u00e1lculos, un joven estadounidense con un relativo nivel de educaci\u00f3n puede esperar cambiar de empleo al menos once veces en el transcurso de su vida laboral\u2026
\nHace veinte a\u00f1os Ulrich Beck public\u00f3 su c\u00e9lebre obra La sociedad del riesgo.<\/em> En ella afirma que en la modernidad avanzada la producci\u00f3n social de riqueza va sistem\u00e1ticamente acompa\u00f1ada de la producci\u00f3n social de riesgo.
\nSi la sociedad industrial giraba en torno a c\u00f3mo repartir la riqueza, la sociedad de la modernidad reflexiva afronta principalmente el problema de c\u00f3mo repartir los riesgos<\/strong> producidos sistem\u00e1ticamente en el proceso avanzado de modernizaci\u00f3n, de modo que ni obstaculicen el proceso de modernizaci\u00f3n, ni sobrepasen los l\u00edmites de lo soportable a nivel de recursos naturales, pero tambi\u00e9n a nivel de grupos humanos y a nivel del individuo.
\nLa globalizaci\u00f3n del riesgo<\/strong> no significa igualdad global de riesgo, sino todo lo contrario. La contaminaci\u00f3n persigue al pobre y las econom\u00edas dogm\u00e1ticas de libre mercado impulsadas desde los a\u00f1os ochenta por las grandes instituciones del sistema econ\u00f3mico mundial, han exacerbado los riesgos y los problemas ambientales y sociales, aumentando la suma de miseria humana.
\nEsa producci\u00f3n social de riesgo afecta de lleno a la vida de las personas y se arraiga en los comportamientos socialmente construidos y difundidos tanto como en las instituciones de las que la sociedad se dota para regular y estabilizar su propio funcionamiento y progresi\u00f3n. Como consecuencia de ello, se vive, permanentemente, en una situaci\u00f3n de incertidumbre.
\nEl sistema actual pide, al parecer, una virtud bien determinada: la capacidad de adaptaci\u00f3n a los cambios. Una demanda de readaptaci\u00f3n permanente s\u00f3lo puede ser satisfecha si el sujeto carece de cualidades demasiado definidas que representar\u00edan un obst\u00e1culo en el proceso.
\nLa buena vida<\/strong> estriba en experimentar y en volver a comenzar una y otra vez. La gente que se incorpora a nuestro mundo tiende a retrasar y a aplazar lo m\u00e1s posible todo tipo de formas de compromiso<\/strong>: el tipo de estudios que quieren seguir, el tipo de trabajo que querr\u00edan llevar a cabo o la empresa para la que preferir\u00edan trabajar, el c\u00f3nyuge, la familia por fundar; todos esos pasos, en fin, que en su momento parec\u00eda necesario dar para avanzar en el camino de la autenticidad.<\/p>\n