{"id":4024,"date":"2006-12-01T18:22:21","date_gmt":"2006-12-01T16:22:21","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=4024"},"modified":"2006-12-01T18:22:21","modified_gmt":"2006-12-01T16:22:21","slug":"carta-tonta-a-los-reyes-magos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/carta-tonta-a-los-reyes-magos\/","title":{"rendered":"Carta tonta a los Reyes Magos"},"content":{"rendered":"<p><strong>H<\/strong>ace mucho tiempo, queridos Reyes, que no os escribo, cuarenta y cuatro a\u00f1os exactamente. Y recuerdo, como si fuera hoy, mi carta de entonces. Empezaba as\u00ed: <em>Queridos Reyes Magos: Dice mam\u00e1 que, como hay guerra, os pida pocas cosas\u2026 <\/em>Hab\u00eda guerra entonces. Yo apenas si la hab\u00eda visto, porque en mi peque\u00f1a ciudad dur\u00f3 tan s\u00f3lo doce o trece horas. Pero la hab\u00eda en aquel sitio vac\u00edo en nuestra mesa, en los nervios de mam\u00e1 que esperaba todos los d\u00edas la llegada del cartero y en mis hermanas que se pasaban el d\u00eda haciendo jerseys para mi hermano mayor que estaba en el frente de Teruel. Hab\u00eda guerra. Y, como hab\u00eda guerra, no pude aquel a\u00f1o pediros, Reyes m\u00edos, aquella escopeta que tanto hab\u00eda so\u00f1ado. Ya veis, qu\u00e9 cosas: \u00a1La guerra no me dej\u00f3 pediros una escopeta! Una escopeta con balas de corcho, naturalmente.<br \/>\nFue una Navidad triste aqu\u00e9lla. Ni siquiera sab\u00eda si vendr\u00edais. Mi madre dec\u00eda: <em>\u00a1Qui\u00e9n sabe si podr\u00e1n venir este a\u00f1o, tienen que pasar por Guadarrama! <\/em>Yo preguntaba: <em>\u00bfY si hieren a un Rey Mago, mam\u00e1?<\/em><br \/>\nYa veis, los ni\u00f1os hacen siempre preguntas que dan en el blanco: Hirieron a un Rey Mago. Al d\u00eda siguiente me llam\u00f3 mi padre y me dijo que ten\u00eda que empezar a ser hombre, que este a\u00f1o no vendr\u00edan los Reyes. Hirieron a los Magos. Las guerras son as\u00ed. Los partes militares dan s\u00f3lo el n\u00famero de muertos en el campo de batalla. Pero nadie lleva la cuenta de las ilusiones enterradas, de los muertecitos que se le van acumulando a uno dentro. Hirieron a un Rey Mago. A los tres.<br \/>\nPor fortuna fue s\u00f3lo una herida leve y yo sigo creyendo en vosotros, verdaderos monarcas de mi esp\u00edritu. Y\u00a0eso es lo que hace que hoy me siente a continuar aquella carta que en 1937 empec\u00e9. Y es que en ella os ped\u00eda que ayudaseis a los buenos a terminar de matar a los malos. En mi escuela, en mi catecismo, en las calles me hab\u00edan ense\u00f1ado a dividir a los hombres en buenos y malos, y as\u00ed hasta me atrev\u00eda a pediros a vosotros que os metierais en ese gigante l\u00edo de las guerras para ayudar a unos contra otros. As\u00ed lo hab\u00eda o\u00eddo decir a los mayores y lo ped\u00eda con la misma ingenuidad que escopetas y ametralladoras.<br \/>\nPero tambi\u00e9n hab\u00eda empezado a darme cuenta de que mi madre lloraba por los muertos de todos los colores y mi padre hablaba bien de un m\u00e9dico que deb\u00eda de ser malo, puesto que hab\u00eda sido fusilado por los buenos. Por eso hab\u00eda empezado a sospechar que esa distinci\u00f3n era demasiado c\u00f3moda, demasiado barata. S\u00ed \u2013pensaba\u2013, a lo mejor los hombres son como los ni\u00f1os, un poco tozudos, un poco caprichosos, pero nunca malos. Y tal vez Dios por eso les segu\u00eda soportando.<br \/>\nLo malo era que los hombres no se soportaban los unos a los otros y que sus escopetas mataban de veras. Lo sospechaba entonces y lo comprendo ahora: que sigue habiendo demasiados fusiles que matan. Con balas, con calumnias, con semisalarios, con maximentiras. Sigue habiendo tambi\u00e9n demasiados hombres que cada ma\u00f1ana no encuentran en sus zapatos otra cosa que soledad, hambre y odios de diversos colores.<br \/>\nY \u00e9sa es la raz\u00f3n por la que hoy vuelvo a escribiros: hace falta que me traig\u00e1is la escopeta que entonces no me disteis. Hace falta que llen\u00e9is el mundo de escopetas como aqu\u00e9lla, de las que s\u00f3lo hacen <em>pum <\/em>y risas.<br \/>\n\u00a1Qui\u00e9n sabe! Tal vez este a\u00f1o logr\u00e9is atravesar los campos de batalla del mundo, sin ser heridos; tal vez ma\u00f1ana alguien rebaje sus personales cordilleras de ego\u00edsmo y resucite \u2014con un rel\u00e1mpago de gozo\u2014 al chiquillo que fue. Vosotros, Reyes, lo pod\u00e9is todo. Quiz\u00e1 ma\u00f1ana encuentren muchos hombres en sus zapatos la vieja ingenuidad que cre\u00edan perdida.<\/p>\n<p style=\"text-align: right\"><strong>Jos\u00e9 Luis Mart\u00edn Descalzo<\/strong><\/p>\n<p>Para hacer<br \/>\nJos\u00e9 Luis Mart\u00edn Descalzo escribi\u00f3 en1981, en su <em>Cuaderno de apuntes<\/em> en el <em>Blanco y Negro <\/em>que dirig\u00eda, esta carta a los Reyes Magos, 44 a\u00f1os despu\u00e9s de su \u00faltima carta de ni\u00f1o, all\u00e1 por 1937, a Melchor, Gaspar y Baltasar. \u00bfQu\u00e9 nos dicea nosotros? \u00bfQue nos dice ahora?<br \/>\n\u00bfY si nosotros escribimos nuestra carta? \u00a1Lo hacemos!<br \/>\n&nbsp;<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Hace mucho tiempo, queridos Reyes, que no os escribo, cuarenta y cuatro a\u00f1os exactamente. Y recuerdo, como si fuera hoy, mi carta de entonces. Empezaba as\u00ed: Queridos Reyes Magos: Dice mam\u00e1 que, como hay guerra, os pida pocas cosas\u2026 Hab\u00eda guerra entonces. 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