{"id":4460,"date":"2005-05-01T16:00:35","date_gmt":"2005-05-01T14:00:35","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=4460"},"modified":"2005-05-01T16:00:35","modified_gmt":"2005-05-01T14:00:35","slug":"papado-xxi","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/papado-xxi\/","title":{"rendered":"Papado XXI"},"content":{"rendered":"<p>Mientras Juan Pablo II luchaba contra la muerte con una dignidad y un coraje ejemplares, se entretej\u00edan en el Vaticano las alianzas y estrategias preparatorias del c\u00f3nclave que elegir\u00e1 el nuevo Papa. Es un momento decisivo para la Iglesia Cat\u00f3lica, que entra en su tercer milenio a contracorriente del cambio cultural que caracteriza nuestro mundo. El cardenal alem\u00e1n Joseph Ratzinger, l\u00edder de los conservadores y uno de los papables m\u00e1s eminentes, denunciaba recientemente, en las meditaciones del v\u00eda crucis que redact\u00f3 para el Pont\u00edfice, la secularizaci\u00f3n creciente del mundo y la p\u00e9rdida de la fe.<\/p>\n<ul>\n<li>Crisis de catolicismo. Pero esto es s\u00f3lo una parte de los problemas con los que se enfrenta el catolicismo. Porque, en realidad, considerando el \u00e1mbito mundial, no hay una crisis de la religiosidad, sino una crisis del catolicismo, fundamentalmente radicada en Europa, su cuna hist\u00f3rica y su epicentro de poder. Las distintas encuestas internacionales sobre valores, incluidos valores religiosos, muestran la pervivencia y el crecimiento de la religiosidad y de la intensidad del sentimiento religioso en Am\u00e9rica del Norte y del Sur, en \u00c1frica y en Asia, si bien China, Jap\u00f3n y Corea se mantienen en la t\u00f3nica de espiritualidad difusa que caracteriza las versiones confuciana y tao\u00edsta del budismo, as\u00ed como el culto de los antepasados. La \u00faltima estad\u00edstica comparada, con datos de fines del 2002, se\u00f1ala que los cat\u00f3licos somos casi 1.100 millones de personas en el mundo, o sea el 17,2% de la poblaci\u00f3n. Pero hay casi tantos cristianos no cat\u00f3licos, algo menos de 1.000 millones, incluyendo a las diversas iglesias protestantes, distintas ramas de evang\u00e9licos, cristianos ortodoxos, etc\u00e9tera. Los musulmanes son 1.300 millones y los hinduistas 900 millones, los budistas y las religiones chinas tradicionales unos 600 millones y las religiones ind\u00edgenas tradicionales (en particular africanas) unos 250 millones. Se contabilizan como seculares, agn\u00f3sticos y ateos a unos 850 millones, aunque muchos bautizados podr\u00edan incluirse en ese grupo en t\u00e9rminos de sus creencias y pr\u00e1cticas.<\/li>\n<li>P\u00e9rdida de influencia. Por otro lado, la distribuci\u00f3n geogr\u00e1fica del catolicismo es muy desigual: s\u00f3lo el 26,1% se encuentra en Europa, con un 12,8% en \u00c1frica, un 10,3% en Asia, un 0,8% en Ocean\u00eda y un 50% en Am\u00e9rica, sobre todo en Am\u00e9rica Latina. Y es precisamente en Am\u00e9rica, primordial base social del catolicismo, en donde tiene lugar el crecimiento mayor de los cultos evang\u00e9licos, desplazando en muchas \u00e1reas a la Iglesia Cat\u00f3lica de su influencia tradicional entre los pobres. Por consiguiente, por un lado, el papado romano pierde influencia en un mundo europeo crecientemente secularizado (en Espa\u00f1a, tan solo el 14% de los j\u00f3venes practican el catolicismo), y por otro lado, tanto el islam como iglesias cristianas no cat\u00f3licas parecen haber encontrado formas m\u00e1s eficaces de conexi\u00f3n con las necesidades de refugio espiritual que siente un mundo cada vez m\u00e1s inseguro y angustiado.<\/li>\n<li>Apuesta valiente. Ante esta situaci\u00f3n, que ya se entreve\u00eda hace tiempo, Juan Pablo II hizo una apuesta valiente desde el inicio de su papado. Centrar a la Iglesia en la defensa de los valores tradicionales y no poner en tela de juicio el mandato divino en funci\u00f3n de la evoluci\u00f3n de las costumbres. En particular, traz\u00f3 una clara l\u00ednea de resistencia a las demandas del movimiento feminista y de liberaci\u00f3n gay. Una l\u00ednea que implica el rechazo del aborto y del divorcio, as\u00ed como la condena de la homosexualidad y de la sexualidad fuera del matrimonio. Reafirm\u00f3 el dogma, mantuvo el celibato sacerdotal, rechaz\u00f3 la igualdad de sexos en el sacerdocio y reiter\u00f3 la autoridad e infalibilidad del Pont\u00edfice. Dicha actitud gener\u00f3 el rechazo a la Iglesia cat\u00f3lica de buena parte de las nuevas generaciones, aunque, por otro lado, atrajo a un n\u00facleo militante, defensor de los fundamentos del cristianismo y opuesto a cualquier forma de manipulaci\u00f3n de la vida humana, incluso con fines terap\u00e9uticos. La apuesta, aunque costosa, era, y es, valiente y coherente porque ancla a la religi\u00f3n en su punto fuerte: proporcionar seguridad y consuelo en un mundo individualizado y de competencia salvaje, en donde ni siquiera la familia sobrevive. Frente a una econom\u00eda globalizada, un Estado privatizado y una familia tradicional en v\u00edas de desintegraci\u00f3n, la religi\u00f3n se ofrece como refugio. Tal es la ra\u00edz del progreso del islam y de los evang\u00e9licos en todo el mundo.<\/li>\n<li>Problemas: Pero la estrategia papal de restauraci\u00f3n de valores tropez\u00f3 con dos graves problemas: en el mundo desarrollado, la revoluci\u00f3n cultural de las costumbres que soporta mal las imposiciones a la libertad individual, sobre todo entre las mujeres; en el mundo en desarrollo, la connivencia de la Iglesia con los opresores en muchos pa\u00edses (por ejemplo en Argentina), con la consiguiente p\u00e9rdida de legitimidad. De ah\u00ed que la apuesta se est\u00e9 perdiendo.<\/li>\n<li>Nueva estrategia. Un nuevo papado ofrece la oportunidad de una nueva estrategia para relanzar la organizaci\u00f3n multinacional m\u00e1s duradera de la historia. [&#8230;] Quien quiera que sea el pr\u00f3ximo Papa&#8230; tendr\u00e1 ante s\u00ed la tarea de conciliar culturas que viven en galaxias distintas en t\u00e9rminos de su cotidianidad. En esas condiciones, ante la heterogeneidad de audiencias, se suele recurrir a la unidad del mensaje como principio de identidad. Ni teolog\u00eda de la liberaci\u00f3n, ni mujeres sacerdotes, ni obispos homosexuales (al menos declarados), ni alineamiento con el capitalismo global. Reafirmaci\u00f3n de la religi\u00f3n, y de sus dogmas, como lugar seguro e inamovible de refugio y esperanza, llamando a sus puertas a los millones de seres que, en todo el mundo, Norte y Sur, necesitan encontrar sentido a sus vidas en un mundo sin sentido.<\/li>\n<\/ul>\n<p style=\"text-align: right\">MANUEL CASTELLS<\/p>\n<p style=\"text-align: right\">La Vanguardia, 02\/04\/2005<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Mientras Juan Pablo II luchaba contra la muerte con una dignidad y un coraje ejemplares, se entretej\u00edan en el Vaticano las alianzas y estrategias preparatorias del c\u00f3nclave que elegir\u00e1 el nuevo Papa. Es un momento decisivo para la Iglesia Cat\u00f3lica, que entra en su tercer milenio a contracorriente del cambio cultural que caracteriza nuestro mundo. 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