{"id":4544,"date":"2005-01-01T15:09:32","date_gmt":"2005-01-01T13:09:32","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=4544"},"modified":"2005-01-01T15:09:32","modified_gmt":"2005-01-01T13:09:32","slug":"paradojas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/paradojas\/","title":{"rendered":"PARADOJAS"},"content":{"rendered":"<p><strong>La mitad de los brasile\u00f1os<\/strong> es pobre o muy pobre, pero el pa\u00eds de Lula es el segundo mercado mundial de las lapiceras Montblanc y el noveno comprador de autos Ferrari, y las tiendas Armani de Sao Paulo venden m\u00e1s que las de Nueva York.<br \/>\n<strong>El Banco Mundial<\/strong> elogia la privatizaci\u00f3n de la salud p\u00fablica en Zambia: \u00abEs un modelo para el Africa. Ya no hay colas en los hospitales\u00bb. El diario <em>The Zambian Post<\/em> completa la idea: \u00abYa no hay colas en los hospitales, porque la gente se muere en la casa\u00bb.<br \/>\n<strong>Hace cuatro a\u00f1os<\/strong>, el periodista Richard Swift lleg\u00f3 a los campos del oeste de Ghana, donde se produce cacao barato para Suiza. En la mochila, el periodista llevaba unas barras de chocolate. Los cultivadores de cacao nunca hab\u00edan probado el chocolate. Les encant\u00f3.<br \/>\n<strong>Los pa\u00edses ricos<\/strong>, que subsidian su agricultura a un ritmo de mil millones de d\u00f3lares por d\u00eda, proh\u00edben los subsidios a la agricultura en los pa\u00edses pobres. Cosecha r\u00e9cord a orillas del r\u00edo Mississippi: el algod\u00f3n estadounidense inunda el mercado mundial y derrumba el precio. Cosecha r\u00e9cord a orillas del r\u00edo N\u00edger: el algod\u00f3n africano paga tan poco que ni vale la pena recogerlo.<br \/>\n<strong>Las vacas del norte<\/strong> ganan el doble que los campesinos del sur. Los subsidios que recibe cada vaca en Europa y en Estados Unidos duplican la cantidad de dinero que en promedio gana, por un a\u00f1o entero de trabajo, cada granjero de los pa\u00edses pobres.<br \/>\n<strong>Los productores del sur<\/strong> acuden desunidos al mercado mundial. Los compradores del norte imponen precios de monopolio. Desde que en 1989 muri\u00f3 la Organizaci\u00f3n Internacional del Caf\u00e9 y se acab\u00f3 el sistema de cuotas de producci\u00f3n, el precio del caf\u00e9 anda por los suelos. En estos \u00faltimos tiempos, peor que nunca: en Am\u00e9rica Central, quien siembra caf\u00e9 cosecha hambre. Pero no se ha rebajado ni un poquito, que yo sepa, lo que uno paga por beberlo.<br \/>\n<strong>Hay en el mundo<\/strong> tantos hambrientos como gordos. Los hambrientos comen basura en los basurales; los gordos comen basura en McDonald\u00b4s.<br \/>\n<strong>El progreso infla<\/strong>. Rarotonga es la m\u00e1s pr\u00f3spera de las islas Cook, en el Pac\u00edfico sur, con asombrosos \u00edndices de crecimiento econ\u00f3mico. Pero m\u00e1s asombroso es el crecimiento de la obesidad entre sus hombres j\u00f3venes. Hace 40 a\u00f1os eran gordos 11 de cada 100. Ahora, son gordos todos.<br \/>\n<strong>Desde que China<\/strong> se abri\u00f3 a esta cosa que llaman \u00abeconom\u00eda de mercado\u00bb, el men\u00fa tradicional de arroz con verduras ha sido velozmente desplazado por las hamburguesas. El gobierno chino no ha tenido m\u00e1s remedio que declarar la guerra contra la obesidad, convertida en epidemia nacional. La campa\u00f1a de propaganda difunde el ejemplo del joven Liang Shun, que adelgaz\u00f3 115 kilos el a\u00f1o pasado.<br \/>\n<strong>Contra lo que se cree<\/strong>, Al\u00ed Bab\u00e1 no era el jefe de los 40 ladrones, sino su enemigo; y Frankenstein no era el monstruo, sino su involuntario inventor.<br \/>\n<strong>A primera vista<\/strong>, parece incomprensible, y a segunda vista, tambi\u00e9n: donde m\u00e1s progresa el progreso, m\u00e1s horas trabaja la gente. La enfermedad por exceso de trabajo conduce a la muerte. En japon\u00e9s se llama karoshi. Ahora los japoneses est\u00e1n incorporando otra palabra al diccionario de la civilizaci\u00f3n tecnol\u00f3gica: karojsatsu es el nombre de los suicidios por hiperactividad, cada vez m\u00e1s frecuentes.<br \/>\n<strong>La tecnolog\u00eda<\/strong> produce sand\u00edas cuadradas, pollos sin plumas y mano de obra sin carne ni hueso. En unos cuantos hospitales de Estados Unidos los robots cumplen tareas de enfermer\u00eda. Seg\u00fan el diario <em>The Washington Post<\/em>, los robots trabajan 24 horas por d\u00eda, pero no pueden tomar decisiones, porque carecen de sentido com\u00fan: un involuntario retrato del obrero ejemplar en el mundo que viene.<br \/>\n<strong>La cruz esv\u00e1stica<\/strong>, que los nazis identificaron con la guerra y la muerte, hab\u00eda sido un s\u00edmbolo de la vida en la Mesopotamia, la India y Am\u00e9rica.<br \/>\nCuando George W. Bush propuso talar los bosques para acabar con los incendios forestales, no fue comprendido. El presidente parec\u00eda un poco m\u00e1s incoherente que de costumbre. Pero \u00e9l estaba siendo consecuente con sus ideas. Son sus santos remedios: para acabar con el dolor de cabeza, hay que decapitar al sufriente; para salvar al pueblo de Irak, vamos a bombardearlo hasta hacerlo pur\u00e9.<br \/>\n<strong>El mundo es una gran paradoja<\/strong> que gira en el universo. A este paso, de aqu\u00ed a poco los propietarios del planeta prohibir\u00e1n el hambre y la sed, para que no falten el pan ni el agua.<\/p>\n<p style=\"text-align: right\">Eduardo Galeano<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>La mitad de los brasile\u00f1os es pobre o muy pobre, pero el pa\u00eds de Lula es el segundo mercado mundial de las lapiceras Montblanc y el noveno comprador de autos Ferrari, y las tiendas Armani de Sao Paulo venden m\u00e1s que las de Nueva York. 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