{"id":4738,"date":"2004-05-01T23:25:54","date_gmt":"2004-05-01T21:25:54","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=4738"},"modified":"2004-05-01T23:25:54","modified_gmt":"2004-05-01T21:25:54","slug":"el-dolor-de-ser-joven","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-dolor-de-ser-joven\/","title":{"rendered":"EL DOLOR DE SER JOVEN"},"content":{"rendered":"

Es f\u00e1cil hallar la ra\u00edz del malestar adolescente en la cultura del \u00e9xito, en la desatenci\u00f3n de los padres o en la televisi\u00f3n. Pero debemos ir m\u00e1s all\u00e1 y preguntarnos si les ofrecemos un futuro ilusionante.
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\n\u201cNadie, ni siquiera los j\u00f3venes, elige su edad. El tiempo ocurre de un modo ajeno a nuestra voluntad y nos sume en las diversas etapas de la vida, entre las cuales algunas de las m\u00e1s importantes y\/o conflictivas son la infancia y la adolescencia.
\nNadie elegir\u00eda ser ni\u00f1o o adolescente en Catalu\u00f1a, por ejemplo, sabiendo que un 15% de quienes se hallan en esa franja de edades \u2013entre 10 y 18 a\u00f1os\u2013 presenta trastornos de conducta: una considerable dificultad en los procesos de adaptaci\u00f3n, el consumo de t\u00f3xicos diversos, depresiones y una nada desde\u00f1able tendencia a la agresividad. El fen\u00f3meno va en aumento.
\nLo f\u00e1cil es echarnos la culpa, decirnos que los adultos no lo estamos haciendo bien, que hemos convertido el mundo en un lugar donde resulta dif\u00edcil respirar, en una jungla de supervivientes en la que continuamente se libran luchas de todas clases y bla-bla-bla. Lo f\u00e1cil, en este caso al menos, es encontrar la ra\u00edz y darnos cuenta \u2013no hace falta ser muy listos\u2013 de que los ni\u00f1os pasan muchas horas solos, de que nadie se preocupa por proponerles alternativas a las actividades que les producen adicciones de diferentes tipos, que no hay quien se inquiete de veras por lo que consumen \u2013no s\u00f3lo con el cuerpo, sino tampoco con la cabeza\u2013, que no se los incita a la lectura ni al di\u00e1logo.
\nLo sencillo es observar nuestro entorno y contemplarlo con asco, decirnos que el mundo est\u00e1 hecho una porquer\u00eda, que la gente \u2013curiosamente siempre son los otros; uno nunca pertenece a ese conjunto de personas criticables por sus opciones\u2013 busca el \u00e9xito f\u00e1cil y las compensaciones inmediatas, que con este ejemplo no hay joven que crezca sano; que si las guerras; que si el recorte en los presupuestos de cultura; que si la irrisoria inversi\u00f3n en salud mental; que si el caso omiso a las demandas sociales; que si el paro o la vivienda o el cierre de empresas y bla-bla-bla. Lo c\u00f3modo es tener una vez m\u00e1s esa especie de charla de bar a altas horas de la noche para arreglar las cosas que, pasados los efluvios del alcohol que hicieron creer a sus consumidores que con s\u00f3lo nombrarlo se solucionar\u00eda cualquier entuerto, se disipa y se olvida como los peque\u00f1os disgustos.
\nY m\u00e1s a\u00fan, lo c\u00f3modo es pensar que la culpa la tiene por fin la programaci\u00f3n de la tele olvidando \u2013un importante detalle\u2013 que esa programaci\u00f3n tiene autor. Y que tambi\u00e9n tienen autores los elementos m\u00e1s arriba mencionados, es decir el recorte del presupuesto en cultura, la mala gesti\u00f3n social, la nula pol\u00edtica a favor de la mujer, el aumento del empleo precario, las dificultades para encontrar vivienda, el desprecio por la naturaleza y por la ecolog\u00eda. Lo f\u00e1cil \u2013y desesperante\u2013 es pensar que las cosas son as\u00ed y que van a seguir siendo as\u00ed, que nosotros no tenemos poder para cambiarlas. Craso error.
\nTodos los ciudadanos que vivimos en estados democr\u00e1ticos tenemos una palanca que sirve para mover nuestro mundo hacia lados muy distintos: podemos votar y, votando, dar ejemplo de lo que deseamos, de aquello en lo que creemos, de nuestra esperanza de futuro. Y es en esta \u00faltima palabra, creo yo, en la que tenemos que fijarnos, \u00fanicamente o sobre todo, cuando hablamos de nuestros ni\u00f1os y adolescentes. Para ellos todo es futuro, para ellos no existe nada m\u00e1s. \u00bfNos damos cuenta del futuro que les ofrecemos? Un paso m\u00e1s: \u00bfnos damos cuenta de que la \u00fanica manera de pensar en un futuro deseable es que exista alguna ilusi\u00f3n?
\nLo f\u00e1cil es culparnos, se\u00f1alarnos como los art\u00edfices del desastre. Lo dif\u00edcil es tomar las determinaciones que impliquen un verdadero cambio. Porque cambiar da miedo, es un esfuerzo, requiere trabajo y, adem\u00e1s, supone reconocer, en un acto de aut\u00e9ntica valent\u00eda, que lo que ten\u00edamos no iba tan bien como se dec\u00eda.\u201d<\/p>\n

Flavia Company<\/strong><\/p>\n

El Peri\u00f3dico, 9 de marzo de 2004<\/p>\n

Para hacer<\/strong><\/p>\n

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  1. \u00bfHacemos nuestra esta reflexi\u00f3n?<\/li>\n<\/ol>\n

    Como educadores, todo esto nos cuestiona y nos lanza a buscar cauces de actuaci\u00f3n. \u00bfCu\u00e1les son esas cuestiones? \u00bfCu\u00e1les podr\u00edan ser esos cauces?<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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