{"id":4853,"date":"2003-12-01T00:00:04","date_gmt":"2003-11-30T22:00:04","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=4853"},"modified":"2003-12-01T00:00:04","modified_gmt":"2003-11-30T22:00:04","slug":"no-sabes-como-lo-siento","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/no-sabes-como-lo-siento\/","title":{"rendered":"No sabes c\u00f3mo lo siento"},"content":{"rendered":"
Las maravillosas fiestas navide\u00f1as tienen, ciertamente, cientos de momentos m\u00e1gicos, inexplicablemente hermosos e irrepetibles. Pero, para muchos, tambi\u00e9n suponen una zurra emocional que nos hace llegar a la cuesta de enero con el coraz\u00f3n casi m\u00e1s agotado que el bolsillo, que ya es decir. Y es que no hay escuelas para los sentimientos. <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Las maravillosas fiestas navide\u00f1as tienen, ciertamente, cientos de momentos m\u00e1gicos, inexplicablemente hermosos e irrepetibles. Pero, para muchos, tambi\u00e9n suponen una zurra emocional que nos hace llegar a la cuesta de enero con el coraz\u00f3n casi m\u00e1s agotado que el bolsillo, que ya es decir. Y es que no hay escuelas para los sentimientos. Salvo contadas […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[116,842,156,843,171],"tags":[],"class_list":["post-4853","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2003-mision-joven-2","category-842","category-cuaderno-joven","category-pilar-cambra","category-recortes"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4853","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=4853"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4853\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=4853"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=4853"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=4853"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nSalvo contadas excepciones de burricie irreparable e irremediable, digo yo que todos nos hacemos cargo de nuestro trabajo, aterrizamos en un puesto determinado con un cierto equipaje de formaci\u00f3n. O sea que, antes de cobrar nuestro primer sueldo, por miserable que este sea, hemos dedicado largo tiempo a aprender un mont\u00f3n de cosas: inform\u00e1tica, finanzas, geolog\u00eda, dialectos del Himalaya o c\u00f3mo unir bien ladrillos para que no se caigan las paredes, lo cual es tan importante como una licenciatura en Ciencias Exactas.
\nY, sin embargo, nosotros, los currantes, solemos tener una importante laguna, una carencia que repercute -para mal- en nuestra tarea y en nuestras relaciones humanas: nos falta educaci\u00f3n sentimental… No, no me refiero a noviazgos, matrimonios, ligues o cualquier otro tipo de emparejamiento. Lo que digo es que somos bastante analfabetos a la hora de identificar nuestros sentimientos en el \u00e1mbito laboral: nos metemos en espantosos y peligrosos berenjenales porque no sabemos explicar bien -ni siquiera explicarnos a nosotros mismos- qu\u00e9 nos pasa por el coraz\u00f3n y por la cabeza, qu\u00e9 emoci\u00f3n exacta nos embarga y qu\u00e9 resorte sentimental ha hecho que nuestro colega se est\u00e9 dando cabezazos contra la pared o haya convertido la l\u00e1mpara del techo en un trapecio en el que se columpia lanzando gritos de angustia a lo Tarz\u00e1n…
\nEjemplo al canto: el trato profesional y personal con jefes, colegas y subordinados abarca una muy amplia gama de sentimientos que, siempre dentro de la imprescindible dignidad, van desde la consideraci\u00f3n hasta el afecto, pasando por el respeto y el aprecio… El primer sentimiento, la consideraci\u00f3n, no puede saltarse jam\u00e1s a la torera; su ausencia reduce a los dem\u00e1s a la condici\u00f3n de felpudos o de pa\u00f1uelos para sonarse los mocos, con perd\u00f3n. En cambio, uno puede trabajar lustros y lustros con gentes a las que considera, respeta y aprecia pero por las que no siente el m\u00ednimo afecto. Y no pasa nada: la amabilidad no supone enamoramiento…
\nEn el extremo opuesto, cuando pintan bastos en el trabajo, uno puede sentir disgusto, malestar, rabia y hasta ira jupiterina: son pelda\u00f1os de una escalera que va desde el morro torcido porque una tarea concreta nos ha salido rana hasta montar la escandalera ante una injusticia flagrante y reiterada. Todos esos sentimientos son humanos y, en ocasiones, necesarios; pero es imprescindible ajustarlos al momento y a la circunstancia: uno no puede agarrarse el mismo cabreo por un fallo \u00ednfimo en el ordenador que por la traici\u00f3n de su mejor compa\u00f1ero.
\nY cuando esta pedagog\u00eda sentimental haya surtido efecto y podamos llamar por su nombre a todos y cada uno de nuestros sentimientos, a\u00fan nos faltar\u00e1 algo para doctorarnos cum laude<\/i>: buscar las ra\u00edces m\u00e1s profundas de nuestra alegr\u00eda y de nuestra tristeza. Porque no basta conocer el nombre de la madeja, de la pelota sentimental: hay que saber de qu\u00e9 hilo tirar para devanarla.
\nPilar Cambra<\/b>
\n\u00a0<\/b>
\nPara hacer<\/b><\/p>\n\n