{"id":5323,"date":"2002-05-01T00:00:24","date_gmt":"2002-04-30T22:00:24","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=5323"},"modified":"2002-05-01T00:00:24","modified_gmt":"2002-04-30T22:00:24","slug":"la-palabra-publica-2","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-palabra-publica-2\/","title":{"rendered":"La palabra p\u00fablica"},"content":{"rendered":"
Lo que se dice para muchas personas, por escrito, o en los medios de comuni\u00adcaci\u00f3n o en las manifestaciones persona\u00adles pero dirigidas a muchos, la palabra p\u00fablica, en suma, reclama un tratamien\u00adto lleno de respeto, veracidad sobre to\u00addo, cordialidad si es posible. Exige ade\u00adm\u00e1s, por supuesto, pensamiento previo: hay que pensar con rigor lo que se va a decir, lo que se puede debe expresar. Una inmensa porci\u00f3n de lo que se lee o se oye revela ligereza, falta de atenci\u00f3n, descuido. Si se pensara un poco no se dir\u00eda gran parte de lo que o\u00edmos o lee\u00admos a diario.
\nEs frecuente la agresividad innecesa\u00adria, el desprecio al lector o al oyente; en muchas ocasiones seprocura esa agresi\u00advidad, la hostilidad, el desplante. Es pro\u00adbable que los que se expresan as\u00ed tengan una formaci\u00f3n superior, estudios uni\u00adversitarios, nivel social elevado, y por supuesto econ\u00f3mico. La rusticidad po\u00addr\u00eda ser un atenuante, pero lo m\u00e1s fre\u00adcuente es que no exista.
\nLo decisivo, sin embargo, es la veraci\u00addad. Se dicen innumerables cosas falsas, en las que no cree el que las dice; no errores sino falsedades deliberadas, vo\u00adluntarias, que el autor o transmisor co\u00adnoce. Antes de que empiece a hablar, se adivina que va a mentir, que est\u00e1 espe\u00adrando que de sus labios o su pluma bro\u00adte la mentira.
\nPor el contrario, es refrescante y con\u00adsolador ver que alguien dice lo que pien\u00adsa, lo que cree, lo que ha llegado a ver Y comparte. Los climas que estas dos acti\u00adtudes provocan son radicalmente distin\u00adtos y constituyen las posibles tonalida\u00addes del mundo en que vivimos.
\nVerdad y mentira tienen para noso\u00adtros, o deber\u00edan tener, un sentido claro. La mentira se prodiga abusivamente, con alarmante frecuencia, con probable impunidad. La verdad es accesible y ex\u00a1\u00adgible. Reclama justificaci\u00f3n ,quiero\u00a0 decir \u00a0exhibici\u00f3n de las razones en que se apoya. Cumplido este requisito, la men\u00adtira es intolerable. Deber\u00eda bastar para descalificar al que se la permite, al que la difunde, al que la usa como un arma, co\u00admo un instrumento de poder. Lo prime\u00adro que hay que hacer ante la mentira es no tenerla en cuenta, no dejarse pertur\u00adbar por algo que no tiene realidad, que es precisamente la suplantaci\u00f3n de lo re\u00adal,la traici\u00f3n a lo que existe. Cuando al\u00adguien miente, se excluye del di\u00e1logo, esa noble palabra profanada a diario, lo mis\u00admo que el nobil\u00edsimo vocablo paz. Am\u00adbas cosas suponen la verdad, la busca de ella, su aceptaci\u00f3n, su formulaci\u00f3n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 pase lo que pase, con una implacabilidad jus\u00adtificada por algo tan importante como el respeto a la realidad.
\nComo la mentira no tiene realidad, ya que es su suplantaci\u00f3n, el remedio con\u00adtra ella es primariamente hacerle el va\u00adc\u00edo, no permitirle invadir la atm\u00f3sfera que respiramos. Hay que distinguir las voces y los ecos, la palabra p\u00fablica que refleja lo existente o lo investiga y aque\u00adlla otra que nos priva de ello y lo susti\u00adtuye por im\u00e1genes falsas y destructoras.
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JULI\u00c1N MAR\u00cdAS ABC, 13-6-02<\/em><\/p>\n Para hacer<\/p>\n Lo que se dice para muchas personas, por escrito, o en los medios de comuni\u00adcaci\u00f3n o en las manifestaciones persona\u00adles pero dirigidas a muchos, la palabra p\u00fablica, en suma, reclama un tratamien\u00adto lleno de respeto, veracidad sobre to\u00addo, cordialidad si es posible. Exige ade\u00adm\u00e1s, por supuesto, pensamiento previo: hay que pensar con rigor lo que […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[118,668,156,670,170],"tags":[],"class_list":["post-5323","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2002-mision-joven-2","category-668","category-cuaderno-joven","category-julian-marias","category-textos"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5323"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=5323"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5323\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=5323"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=5323"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=5323"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}\n