{"id":5360,"date":"2002-03-01T00:00:30","date_gmt":"2002-02-28T22:00:30","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=5360"},"modified":"2002-03-01T00:00:30","modified_gmt":"2002-02-28T22:00:30","slug":"el-botellon","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-botellon\/","title":{"rendered":"El Botell\u00f3n"},"content":{"rendered":"<h5>Lo pasaba fatal. Sobre las siete u ocho de la tarde quedaba con los amigos en la zona de bares de Moncloa, donde se con\u00adgregaba buena parte de la juventud uni\u00adversitaria. Los s\u00e1bados hab\u00eda un ambien\u00adtazo colosal. Algunos locales consegu\u00edan un lleno total y el poder de atracci\u00f3n de la masa congregaba en el exterior m\u00e1s gente que la que colmaba a rebosar el es\u00adpacio interior. Era agobiante, a pesar de lo cual all\u00ed de pie y entre apretones ini\u00adci\u00e1bamos el rito de consumir una ronda tras otra de cervezas, apeteciera o no. Yo s\u00f3lo disfrutaba de la primera o como mucho la segunda, pero la inercia obli\u00adgaba a la tercera o incluso una cuarta pa\u00adra no desentonar. Cuatro era mi l\u00edmite. La que hac\u00eda el n\u00famero tres ya se dejaba sentir en la cabeza, mientras que la si\u00adguiente causaba efectos devastadores so\u00adbre el aparato digestivo. El organismo advert\u00eda claramente que no estaba dis\u00adpuesto a consentir una sola gota m\u00e1s de aquel rubio y espumoso brebaje.<\/h5>\n<p>Las pocas veces que me sent\u00ed forzado a sobrepasar ese nivel, las consecuencias hab\u00edan sido terribles. Nada de exalta\u00adci\u00f3n de la amistad, ni insultos al clero o al Ej\u00e9rcito, ni tampoco cantos regiona\u00adles. Por no decir, no dec\u00eda ni siquiera tonter\u00edas. Solo me pon\u00eda mal\u00edsimo, con unas ganas irreprimibles de vomitar. Aquello no resultaba demasiado diver\u00adtido, no al menos para m\u00ed, que sistem\u00e1\u00adticamente optaba por proponer otras al\u00adternativas m\u00e1s sugerentes sin tratar de parecer un panoli.<br \/>\nQuedar como un capullo era precisa\u00admente lo que me daba p\u00e1nico en aque\u00adlla cruzada personal que entonces no pretend\u00eda m\u00e1s que evitar el malestar f\u00ed\u00adsico y sobre todo el aburrimiento.<br \/>\nEn la actualidad, por el contrario, son muchos los chavales que confiesan no sa\u00adber divertirse sin antes haber ingerido do\u00adsis notables de alcohol. Su presencia en sangre es lo \u00fanico que parece capaz de es\u00adtimularles el lenguaje y la sociabilidad que necesitan para relacionarse. A quie\u00adnes han entrado en esa din\u00e1mica es muy dif\u00edcil convencerles de que beban con mo\u00adderaci\u00f3n, porque ya ni siquiera lo consi\u00adderan un placer, sino una necesidad. Los monitores municipales tendr\u00e1n un m\u00e9rito enorme si logran que su intervenci\u00f3n co\u00adseche alg\u00fan resultado positivo.<br \/>\nEl alcoholismo entre los chicos es un problema que se nos ha ido de las ma\u00adnos hace bastante tiempo. Cada vez son m\u00e1s y m\u00e1s j\u00f3venes los que se dejan arrastrar por esa inercia sin que la so\u00adciedad sea consciente de la gravedad de lo que est\u00e1 ocurriendo. Aunque bien in\u00adtencionada, la iniciativa del Ayunta\u00admiento de Madrid (un grupo de media\u00addores juveniles recorren los espacios m\u00e1s concurridos para explicar los ries\u00adgos y efectos que la bebida causa sobre la salud) resulta a todas luces ingenua frente a una lacra de semejante magni\u00adtud. Padres, educadores y responsables p\u00fablicos deber\u00edan abrir los ojos y bus\u00adcar soluciones a la medida. No todos los chicos tienen la suerte de que su cuerpo rechace el alcohol a la tercera copa. La mayor\u00eda de los que beben se habit\u00faan a la euforia que provoca y han de pagar los estragos de por vida.<\/p>\n<p style=\"text-align: center\">CARMELO ENCINAS, \u00abEl Pa\u00eds\u00bb, 3.11.01<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Lo pasaba fatal. Sobre las siete u ocho de la tarde quedaba con los amigos en la zona de bares de Moncloa, donde se con\u00adgregaba buena parte de la juventud uni\u00adversitaria. Los s\u00e1bados hab\u00eda un ambien\u00adtazo colosal. 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