{"id":5687,"date":"2001-01-01T00:00:25","date_gmt":"2000-12-31T22:00:25","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=5687"},"modified":"2001-01-01T00:00:25","modified_gmt":"2000-12-31T22:00:25","slug":"el-deber-de-ser-feliz","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-deber-de-ser-feliz\/","title":{"rendered":"El deber de ser feliz"},"content":{"rendered":"

Las revoluciones norteamericana y francesa introdujeron el derecho a la felicidad. Aquello era la modernidad. Ahora, con la postmoder\u00adnidad, la felicidad ha pasado a ser un deber m\u00e1s que un derecho. Antes de la ilustraci\u00f3n, en el reino moral del cristianismo romano, la desdicha en este mundo era indicio de hallar\u00adse acaso en el lugar correcto ante los ojos divi\u00adnos.
\nSiendo este paraje un proverbial valle de l\u00e1\u00adgrimas, lo coherente, de acuerdo a las predica\u00adciones, era acumular motivos para sollozar. El tiempo del gozo y la alegr\u00eda sobrevendr\u00eda des\u00adpu\u00e9s, en un m\u00e1s all\u00e1 metaf\u00edsico donde espera\u00adba como recompensa el soleado reino de Dios. El aqu\u00ed de este mundo estaba desacreditado co\u00admo lugar id\u00f3neo para el placer verdadero, y las gratificaciones de la existencia terrena eran, en consecuencia, triviales, cuando no peligrosas.
\nLa llegada de las Luces cambi\u00f3 radicalmen\u00adte las apreciaciones con su nuevo planteamien\u00adto moral. La Revoluci\u00f3n francesa no s\u00f3lo pro\u00adclam\u00f3 la anulaci\u00f3n del pecado original, sino que irrumpi\u00f3 en la historia como una promesa de felicidad dirigida a la humanidad entera. Una promesa que habr\u00eda de cumplirse no ya en un para\u00edso eutrap\u00e9lico, sino en los reales confines de esta tierra.
\nBentham, el padre del utilitarismo, ped\u00eda promover \u00abel m\u00e1ximo de felicidad para el m\u00e1\u00adximo de gentes\u00bb; Adam Smith ve\u00eda un signo divino en el mismo hecho de que los hombres desearan mejorar su condici\u00f3n; Locke reco\u00admendaba huir de lo inc\u00f3modo (la uneasiness);<\/em> la Constituci\u00f3n estadounidense proclamaba \u00abel derecho a ser feliz\u00bb.
\nEn suma, por todas partes, en los fines del si\u00adglo XVIII y principios del XIX, estall\u00f3 la con\u00advicci\u00f3n de que era razonable desear la felici\u00addad terrena. El derecho a la felicidad humana se convirti\u00f3 tambi\u00e9n en la meta de los socialis\u00admos ut\u00f3picos y del marxismo, Hegel o Nietzs\u00adche. Ahora, no obstante, cuando esas utop\u00edas se han desvanecido, cuando el progreso es una concepci\u00f3n abstracta y el futuro ha alcanzado el grado cero, la felicidad se hace un apremio.
\nNo un derecho a conquistar, sino un deber a cumplir sin demora.
\nNunca como hoy se hab\u00eda vivido una atm\u00f3s\u00adfera tan compulsiva para ser feliz, pasarlo bien, habitar confortablemene, sentirse plet\u00f3ri\u00adco y gozoso. Desde los imperativos publicita\u00adrios a las ofertas de f\u00e1rmacos y psicof\u00e1rmacos, desde los club Med a los manuales de autoa\u00adyuda, desde la extensi\u00f3n de los g\u00e9neros de co\u00admedia a la generalizaci\u00f3n del humor como for\u00adma hegem\u00f3nica de comunicaci\u00f3n. No ser feliz en este mundo es el aut\u00e9ntico pecado de hoy.
\nPascar Bruckner ha publicado recientemente un libro titulado La euforia perpetua, <\/em>en torno a este fen\u00f3meno que asedia la existencia con\u00adtempor\u00e1nea. Las democracias occidentales, di\u00adce Bruckner, son crecientemente al\u00e9rgicas al sufrimiento, y en general al dolor, colectivo o privado, se resiste cada vez menos en el mun\u00addo occidental. Unidades contra el dolor para aliviar su peso entre j\u00f3venes o adultos, pero tambi\u00e9n la eutanasia para eliminar el padeci\u00admiento de ancianos y enfermos terminales, o estudios para sortear los dolores a los reci\u00e9n nacidos. El dolor ha perdido en nuestro tiem\u00adpo cualquier utilidad simb\u00f3lica y valor de cambio. El dolor formaba la conciencia, forta\u00adlec\u00eda el cuerpo, depuraba los pecados, se ofre\u00adc\u00eda en canje por bienes procedentes de la Pro\u00advidencia; ahora, sin embargo, no parece servir para nada. O m\u00e1s bien es la causa del malhu\u00admor, de la baja productividad, de la peor so\u00adciabilidad, de la averiada cotizaci\u00f3n en los mercados sociales, la se\u00f1al del fracaso. El de\u00adber es encontrarse bien y en forma, estar joven y fuerte, optimista y alegre. El sufrimiento ac\u00adtual no es ya el mero sufrimiento sino el sufri\u00admiento espec\u00edfico de no ser plenamente feliz. La enfermedad posmoderna no es estar enfer\u00admo sino la patolog\u00eda de no encontrarse bien o, como insignia m\u00e1xima, estar deprimido. Es decir, la depresi\u00f3n extensa como efecto general de no ser, de acuerdo con los tiempos, lo bas\u00adtante dichoso para s\u00ed.<\/p>\n

Vicente Verd\u00fa<\/p>\n

\u00abEl Pa\u00eds\u00bb, 29.6.2000<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Las revoluciones norteamericana y francesa introdujeron el derecho a la felicidad. Aquello era la modernidad. Ahora, con la postmoder\u00adnidad, la felicidad ha pasado a ser un deber m\u00e1s que un derecho. Antes de la ilustraci\u00f3n, en el reino moral del cristianismo romano, la desdicha en este mundo era indicio de hallar\u00adse acaso en el lugar […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[120,543,156,170,445],"tags":[],"class_list":["post-5687","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2001-mision-joven-2","category-288_289","category-cuaderno-joven","category-textos","category-vicente-verdu"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5687","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=5687"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5687\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=5687"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=5687"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=5687"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}