En la antig\u00fcedad, los profetas se refugiaban en el desierto para recibir el mensaje de Dios bajo una luz aterradora que les fund\u00eda el cerebro y luego regresaban dispuestos a salvar el mundo. Aquella gente, deslumbrada por la verdad, se alimentaba de saltamontes o de las tortas que alg\u00fan cuervo amable les bajaba en pico, y el demonio les tentaba con visiones de mujeres desnudas, las mismas que hoy se aparecen a los eremitas urbanos v\u00eda Internet.
\nEn aquel tiempo cundi\u00f3 el rumor de que el hijo del carpintero de Nazaret se hab\u00eda ido a meditar a los yesares del mar Muerto. Despu\u00e9s de 20 d\u00edas, de concentraci\u00f3n, el hijo del carpintero se present\u00f3 en p\u00fablico hecho ya Dios y, en lugar de ense\u00f1arnos a fabricar utensilios necesarios absolutamente perfectos, se limit\u00f3 a lo m\u00e1s f\u00e1cil: quiso redimir a la humanidad de sus pecados.
\nEn materia de espiritualidad, hoy el desierto es un concepto metaf\u00edsico, un espacio creativo interior. Los fulminados yesares del mar Muerto no existen ya y los redentores modernos viajan al desierto sin moverse de su sitio. Les basta con salir poco de casa, llevar una vida muy privada, alimentarse con austeridad y no aparecer nunca en televisi\u00f3n: en eso consiste hoy ser un asceta. Fuera no hay m\u00e1s que ruido, basura, chapuzas, estupideces gal\u00e1cticas y palabras gastadas.
\nHuyendo de esta miseria diaria, los nuevos profetas se esconden tambi\u00e9n en el desierto interior. Son fontaneros, escritores, ebanistas, jueces, artistas, agricultores, verduleros, profesores y otra gente que nadie conoce. De pronto emergen de su soledad y realizan la gran misi\u00f3n de redimir al mundo cada d\u00eda: el carpintero fabrica una silla perfecta; el escritor escribe un libro necesario; el fontanero repara el desag\u00fce a conciencia; el juez dicta una sentencia ponderada; el verdulero vende las legumbres a un precio razonable; el agricultor siembra el trigo con la pasi\u00f3n de una obra de arte. A cambio s\u00f3lo esperan un dinero que no sea superior al placer de la perfecci\u00f3n y la belleza.
\nEstos redentores nos salvan del ruido, el fulgor y la basura.<\/p>\n
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| Para hacer<\/strong> \n1.\u00a0 Traemos aqu\u00ed este texto del conocido escritor M. Vicent y aparecido en \u00abEl Pa\u00eds\u00bb (21.9.97) por lo que conlleva de una visi\u00f3n de la realidad religiosa, muy secularizada, cr\u00edtica y a la vez muy sugerente para cuestionarnos cu\u00e1l es lo esencial. \u00bfQu\u00e9 nos dice este texto? \u00bfCon qu\u00e9 estamos de acuerdo y con qu\u00e9 no? \u00bfRefleja una imagen adecuada de Jes\u00fas? \n2.\u00a0 \u00bfQu\u00e9 imagen se ofrece de la sociedad actual? \u00bfD\u00f3nde estamos nosotros? \n3. \u00bfCu\u00e1les son los profetas actuales? \u00bfQu\u00e9 caracter\u00edsticas deber\u00edan tener? \n4. \u00bfQu\u00e9 tiene que ver todo esto con la Navidad tal como la vivimos ahora? \u00bfC\u00f3mo la podr\u00edamos vivir para que fuera aut\u00e9ntica?<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" En la antig\u00fcedad, los profetas se refugiaban en el desierto para recibir el mensaje de Dios bajo una luz aterradora que les fund\u00eda el cerebro y luego regresaban dispuestos a salvar el mundo. Aquella gente, deslumbrada por la verdad, se alimentaba de saltamontes o de las tortas que alg\u00fan cuervo amable les bajaba en pico, […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[124,433,156,436,170],"tags":[],"class_list":["post-5996","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1999-mision-joven-2","category-433","category-cuaderno-joven","category-manuel-vicent","category-textos"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5996"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=5996"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5996\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=5996"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=5996"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=5996"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}} |