{"id":617,"date":"1997-04-01T18:26:21","date_gmt":"1997-04-01T18:26:21","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=617"},"modified":"1997-04-01T18:26:21","modified_gmt":"1997-04-01T18:26:21","slug":"multiculturalidad-y-praxis-cristiana","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/multiculturalidad-y-praxis-cristiana\/","title":{"rendered":"Multiculturalidad y praxis cristiana"},"content":{"rendered":"

Jos\u00e9 Antonio Lobo<\/strong><\/p>\n

Jos\u00e9 Antonio Lobo<\/strong> es profesor en el<\/em> \u201cInstituto Superior de Ciencias Morales\u201d de Madrid<\/em>.<\/p>\n

S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong><\/p>\n

Una vez considerado el hecho de la multiculturalidad y las claves que explican su ca\u00adr\u00e1cter problem\u00e1tico, el autor se plantea la cuesti\u00f3n central del art\u00edculo: \u00ab\u00bfCu\u00e1l es la res\u00adpuesta que puede darse desde el mensaje y la propia actitud de Jes\u00fas al problema de la multiculturalidad?\u00bb En primer lugar, \u00abJes\u00fas se encarn\u00f3 en la cultura de los pobres como \u00fanico camino posible para anunciar la buena noticia <\/em>de la vida y de la libertad para todos\u00bb; despu\u00e9s, Pablo situ\u00f3 el cristianismo lejos del sectarismo fundamentalista o de la desinte\u00adgraci\u00f3n an\u00e1rquica. Tras analizar algunos temas b\u00e1sicos como los citados, el art\u00edculo concluye sugiriendo pautas concretas para la praxis cristiana en nuestros d\u00edas.<\/p>\n

El problema que se platea en este n\u00fame\u00adro de Misi\u00f3n Joven<\/em><\/strong> es el de c\u00f3mo organizar de manera constructiva y pac\u00edfica la conviven\u00adcia en un mundo culturalmente plural <\/em>y en el que la coexistencia en un mismo espacio de perso\u00adnas diferentes y de culturas diferentes cada vez va siendo un hecho m\u00e1s frecuente.<\/p>\n

El aspecto de este problema que nos ha co\u00adrrespondido desarrollar es el de la incidencia de este hecho sobre el modo de entender y vivir la fe cristiana. Este aspecto de la cuesti\u00f3n bien se podr\u00eda resumir en una pregunta: \u00bfc\u00f3\u00admo se puede enfocar este hecho a partir de la fe y c\u00f3mo debe actuar un creyente en un mun\u00addo culturalmente plural?<\/em> Y dar una respuesta a esta pregunta es lo que intentaremos hacer en estas p\u00e1ginas.<\/p>\n

Antes de entrar en la respuesta quiz\u00e1 conven\u00adga hacer una observaci\u00f3n. Si se plantea este pro\u00adblema no es por mero pasatiempo, sino porque se trata, por una parte de un problema real y de no f\u00e1cil soluci\u00f3n y, por otra, de un problema que a veces es resuelto de manera incorrecta y ello da origen a conflictos y a sufrimientos para mu\u00adchos seres humanos. Encontrar el modo adecua\u00addo de convivir entre personas diferentes y entre culturas diferentes es tema en algunos casos o situaciones de vital importancia.<\/p>\n

Para llegar a dar una respuesta desde el Evan\u00adgelio a este asunto y antes de trazar las pautas de acci\u00f3n a seguir por un creyente ante la reali\u00addad de la multiculturalidad, conviene previa\u00admente se\u00f1alar el alcance del problema as\u00ed co\u00admo descubrir las razones por las que parece resultar dif\u00edcil la convivencia entre los diferen\u00adtes, sean personas o culturas.<\/p>\n

    \n
  1. Multiculturalidad: realidad y problema<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    Para entender la multiculturalidad ser\u00e1 preciso acercarse previamente al concepto de cultura. Por cultura entendemos aqu\u00ed el modo de interpretar y de situarse en el mundo una persona o un determinado grupo humano: La cultura es la concreci\u00f3n de la manera de vivir en el tiempo y en el espacio que tiene determina\u00adda persona o grupo. La misma religi\u00f3n es una expresi\u00f3n cultural de lo Transcendente [Alterna\u00adtivas<\/em>, 3\/4 (Guatemala 1995), 20]. La cultura abar\u00adca, pues, tanto el modo de entender y organizar las relaciones con los otros seres humanos, como las relaciones con el resto de los seres que pueblan la naturaleza y el cosmos y las relaciones con el Ser con may\u00fascula. Los ele\u00admentos de la cultura van desde los alimentos que se consumen y el modo de condimentar\u00adlos, el tipo de vivienda, de vestido y los utensi\u00adlios empleados, hasta los conocimientos, los valores y las creencias. La cultura es algo as\u00ed como el estilo de ser hombre<\/em>.<\/p>\n

    De este concepto de cultura ya podemos extraer dos consecuencias para nuestro asun\u00adto. La primera<\/em> es que la existencia humana es necesariamente una existencia inculturada<\/em>. To\u00addo ser humano nace, vive y se desarrolla ne\u00adcesariamente dentro de una cultura: \u00e9sta no se restringe a simple adorno de las clases privile\u00adgiadas, ni se considera prerrogativa exclusiva de artistas, intelectuales y literatos, sino que se identifica con un modo de vida[1]<\/a>.<\/p>\n

    La segunda<\/em> consecuencia es precisamente la de la pluralidad cultural<\/em>. Los modos de en\u00adtender la vida en todos los campos y las ma\u00adneras de entender y organizar la inmensa red de relaciones (con los otros seres humanos, con la naturaleza y con Dios) que configuran la existencia humana, no s\u00f3lo han sido diferentes en el espacio y en el tiempo, sino que lo son y lo seguir\u00e1n siendo. El pluralismo cultural deriva de la propia naturaleza humana. Esta no se agota en una sola interpretaci\u00f3n y una \u00fanica respuesta ante las situaciones de la vida, sino que es flexible y est\u00e1 siempre abierta a la crea\u00adci\u00f3n y a la posibilidad de encontrar respuestas diferentes e interpretaciones diferentes del mun\u00addo: hoy sabemos muy bien que la cultura no es una realidad est\u00e1tica ni \u00fanica, sino plural y cam\u00adbiante. Por ello hablamos de culturas advenien\u00adtes o emergentes, de culturas dominantes y de culturas cada d\u00eda menos vigentes y llama\u00addas a retroceder. Culturas que coexisten en un mismo pa\u00eds y sociedad cuando \u00e9stos son re\u00adlativamente homog\u00e9neos, no tienen la misma actualidad ni la misma vigencia, en muchos aspectos se subordinan unas a otras, siendo f\u00e1cil distinguir una cultura dominante orienta\u00addora, pero sin que ello quiera decir que la cul\u00adtura subordinada desaparece (Alternativas<\/em>, p. 76).<\/p>\n

    La multiculturalidad es, pues, constatable a lo largo y ancho de la historia humana. Por eso, lo extra\u00f1o no es la coexistencia de culturas diferentes en el espacio y en el tiempo, sino el que esto todav\u00eda resulte en muchos casos un hecho mal asumido y sobre todo que siga siendo dif\u00edcil la convivencia entre los diferen\u00adtes, ya sean personas o culturas.<\/p>\n

    As\u00ed ha ocurrido, sin embargo, en el pasado y sigue ocurriendo hoy d\u00eda. En el pasado es posi\u00adble, sin duda, recordar experiencias de convi\u00advencia constructiva y pac\u00edfica entre personas di\u00adferentes, religiones y culturas distintas: el caso de la convivencia en armon\u00eda y el contacto enri\u00adquecedor durante mucho tiempo entre las reli\u00adgiones jud\u00eda, musulmana y cristiana en la ciudad de Toledo suele nombrarse como un ejemplo. Pero tambi\u00e9n fueron numerosos los casos y las situaciones en las que tal convivencia result\u00f3 conflictiva y pr\u00e1cticamente imposible: cruzadas, guerras de religi\u00f3n y genocidios tampoco han faltado por desgracia a trav\u00e9s de la historia.<\/p>\n

    Y sin llegar a estos extremos sangrientos de guerras y exterminios programados de los di\u00adferentes, lo dif\u00edcil que ha resultado la conviven\u00adcia en paz y el entendimiento y contacto enri\u00adquecedor entre grupos diferentes por la etnia, la religi\u00f3n o cualquier otro elemento cultural es un hecho m\u00e1s que evidente: la dif\u00edcil relaci\u00f3n en\u00adtre payos y gitanos, por hablar de hechos cer\u00adcanos a nosotros, resulta paradigm\u00e1tica a este respecto ayer tanto como hoy.<\/p>\n

    Y en el presente ni siquiera podemos dar por desaparecidos los enfrentamientos san\u00adgrientos entre grupos \u00e9tnicos y religiosos dife\u00adrentes ni los genocidios. Los casos son m\u00e1s numerosos de lo deseado y conocidos: en el Ulster, sin ir m\u00e1s lejos, en el enfrentamiento cat\u00f3licos-protestantes existen, sin duda, razo\u00adnes sociopol\u00edticas, pero sobre ellas inciden, y negativamente, tambi\u00e9n las diferencias religio\u00adsas; en Bosnia est\u00e1n todav\u00eda sin cicatrizar las heridas de la \u00faltima guerra que, aunque obe\u00addeciendo a causas complejas, no deja de ser cierto que en ella estuvieron implicados gru\u00adpos culturales y religiosos diferentes (croatas cat\u00f3licos, serbios ortodoxos y bosnios musul\u00admanes). Aqu\u00ed se llevaron genocidios progra\u00admados contra el grupo rival, lo mismo que ge\u00adnocidios en curso hay ahora mismo en zonas como la de Los Grandes Lagos, en \u00c1frica.<\/p>\n

    Estos hechos y situaciones dram\u00e1ticas, re\u00adpetidas a trav\u00e9s de la historia y hasta ahora mismo, hacen obligado preguntarse por las ra\u00adzones que puedan explicar las dificultades que suele plantear la multiculturalidad, sobre todo en los casos en que grupos diferentes por la etnia, la religi\u00f3n u otro elemento cultural impor\u00adtante de diferenciaci\u00f3n, est\u00e1n llamados a con\u00advivir en un mismo espacio: Sarajevo<\/em>, ciudad que fue ejemplo tambi\u00e9n de una convivencia multicultural pac\u00edfica y enriquecedora, pas\u00f3 a convertirse durante la citada guerra justamen\u00adte en lo contrario: \u00bfpor qu\u00e9?<\/em><\/p>\n

      \n
    1. \u00bfPor qu\u00e9 resulta problem\u00e1tica la multiculturalidad?<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      La b\u00fasqueda de la propia identidad que sienten como una necesidad no s\u00f3lo las per\u00adsonas, sino tambi\u00e9n los grupos, suele hacerse por un doble camino. Uno, mediante la integra\u00adci\u00f3n en un grupo, al que consideramos como propio y cuyos elementos culturales asumimos\u00ad y otro, mediante el contraste y distanciamiento de otros grupos, cuyos elementos culturales (etnia, religi\u00f3n…) no compartimos. Afirmar la propia identidad supone, pues, identificarse con unos y distanciarse de otros. Por eso, no es aventurado pensar que el rebrote de los na\u00adcionalismos, del racismo y del fundamentalismo religioso pueda tener su explicaci\u00f3n como un mecanismo de defensa frente al riesgo de perder la propia identidad por efecto del pro\u00adceso de globalizaci\u00f3n o mundializaci\u00f3n que hoy se vive en todos los campos.<\/p>\n

      Con esto queremos decir que el hecho de ser diferente, por razones de raza y de cultura, constituye en s\u00ed mismo una dificultad para la convivencia. En cualquier caso, que no se tra\u00adta de una dificultad insalvable lo demuestra el hecho de que, en muchos casos, esa convi\u00advencia se ha conseguido y se consigue. Por a\u00f1adir un caso m\u00e1s a los ya citados, el actual conflicto de Los Grandes Lagos<\/em>, siendo cierto que est\u00e1n implicadas y enfrentadas dos etnias distintas, los tutsis<\/em> y los hutus<\/em>, tambi\u00e9n lo es que en el pasado han convivido sin problemas mayores que los que lleva consigo toda convi\u00advencia humana y que, en el presente, no son nada infrecuentes, en el contexto de aut\u00e9nti\u00adcas acciones genocidas, los gestos de solida\u00adridad inter\u00e9tnica.<\/p>\n

      Esto lo decimos para dar a entender que el solo hecho de ser diferentes o de la multicul\u00adturalidad no basta para explicar los casos de conflictos o las dificultades para una convi\u00advencia en paz entre grupos culturales diferen\u00adtes. Tendr\u00e1 que haber otras razones para ex\u00adplicar que las diferencias resulten un obst\u00e1cu\u00adlo insalvable para la convivencia. \u00bfCu\u00e1les son esas razones? <\/em>Es lo que pasamos a ver.<\/p>\n

      Una raz\u00f3n puede ser que el contacto y la re\u00adlaci\u00f3n que se ha establecido entre las culturas diferentes no se ha llevado a cabo en un plano de igualdad y de respeto mutuo, sino bajo la forma de imposici\u00f3n y dominio de unas cultu\u00adras sobre otras. El modo en que se ha llevado a cabo el proceso colonizador, en general y tan\u00adto de Am\u00e9rica como de \u00c1frica, es el ejemplo m\u00e1s claro de lo que decimos. Cuando hace unos pocos a\u00f1os se recordaba el V Centenario<\/em> de la llegada de los espa\u00f1oles a Am\u00e9rica, fren\u00adte a las celebraciones oficiales de marcado ma\u00adtiz triunfalista, se record\u00f3 con insistencia por parte de muchos, personas y grupos, que lo que all\u00ed se dio fue no tanto un encuentro de culturas, como pomposamente se presentaba a veces el evento, como un \u00abencontronazo\u00bb. Y ello fue as\u00ed porque esa mentalidad dominante y excluyente del otro culturalmente diferente exist\u00eda, como prueba un texto de Juan Gin\u00e9s de Sep\u00falveda:<\/em> \u00ab\u00bfQu\u00e9 cosa pudo suceder a es\u00adtos b\u00e1rbaros m\u00e1s conveniente ni m\u00e1s saluda\u00adble que el quedar sometidos al imperio de aquellos cuya prudencia, virtud y religi\u00f3n los han de convertir de b\u00e1rbaros, tales que apenas merec\u00edan el nombre de seres humanos, en hombre civilizados en cuanto pueden serlo; de torpes y libidinosos, en probos y honrados; de imp\u00edos y siervos de los demonios, en cristianos y adoradores del verdadero Dios?\u00bb.<\/p>\n

      Este tipo de mentalidad por la que una cul\u00adtura despreciaba y exclu\u00eda a otra, justificando de esta manera su avasallamiento y destruc\u00adci\u00f3n m\u00e1s que el respeto y el di\u00e1logo, exist\u00eda y ejerci\u00f3 su influjo a trav\u00e9s de todo el proceso colonizador. Por eso, las actuales dificultades para el di\u00e1logo intercultural en muchos espa\u00adcios y situaciones tiene algo que ver con este pasado: de aquellos polvos, \u00e9stos Iodos. Esto conviene no olvidarlo, pues la convivencia en\u00adtre personas, etnias, religiones y, en general cul\u00adturas diferentes, s\u00f3lo ser\u00e1 pac\u00edfica, constructiva y enriquecedora para todas las partes, si se ba\u00adsa en la justicia, si se asienta sobre la base de la igualdad y de un respeto rec\u00edproco.<\/p>\n

      Una \u00faltima raz\u00f3n que puede ayudar a expli\u00adcar las dificultades que todav\u00eda hoy existen pa\u00adra la convivencia en armon\u00eda entre etnias o cul\u00adturas diferentes es que detr\u00e1s de muchos de los conflictos que enfrentan a etnias o culturas diferentes hay determinados intereses econ\u00f3\u00admicos, pol\u00edticos y de toda \u00edndole, que aprove\u00adchan esas diferencias para sacar provecho. Nadie ignora, por ejemplo, que en el conflicto que en este momento asola a la regi\u00f3n africa\u00adna de Los Grandes Lagos<\/em> se dilucidan intereses for\u00e1neos, intereses de car\u00e1cter geoestrat\u00e9\u00adgico y pol\u00edtico que nada tienen que ver con los intereses de las poblaciones, v\u00edctimas inocen\u00adtes de esos juegos ocultos de poder. Reducir el drama que asola a aquellas tierras a un me\u00adro conflicto inter\u00e9tnico, ser\u00eda un aut\u00e9ntico in\u00adsulto a aquellas poblaciones. En lugar de bus\u00adcar las v\u00edas adecuadas para resolver los posi\u00adbles problemas y diferencias reales que pue\u00addan darse entre las etnias diferentes que coe\u00adxisten en la zona, se azuzan las rivalidades y se arma a los grupos extremistas rivales en detri\u00admento de la mayor\u00eda de la poblaci\u00f3n y en pro\u00advecho \u00fanicamente de grupos minoritarios de la zona y extranjeros.<\/p>\n

      Que las razones interesadas existen y que la ideolog\u00eda de la hegemon\u00eda cultural, de la falta de respeto por las culturas diferentes se dan, conviene tenerlo en cuenta tanto para enten\u00adder e interpretar correctamente algunos de los conflictos, actuales lo mismo que pasados, su\u00adpuestamente de car\u00e1cter inter\u00e9tnico o inter\u00adcultural, como a la de encontrarles una salida razonable.<\/p>\n

      Multiculturalidad y praxis cristiana<\/h2>\n

      Los supuestos anteriores nos parec\u00eda ne\u00adcesario tenerlos en cuenta para resolver co\u00adrrectamente el asunto que nos ocupa, \u00bfcu\u00e1l es la respuesta que puede darse desde el men\u00adsaje y la propia actitud de Jes\u00fas a este proble\u00adma de la multiculturalidad? y, en consecuen\u00adcia, \u00bfcu\u00e1l tendr\u00eda que ser el modo de actuar de los creyentes en este asunto para ser fieles a ese mensaje y actitud de Jes\u00fas?<\/p>\n

      El 21 de diciembre de 1996, en Nairobi, 27 obispos de Burundi, Ruanda, Zaire, Uganda y Tanzania, es decir, de la Regi\u00f3n de Los Gran\u00addes Lagos en la que se est\u00e1 viviendo un con\u00adflicto que se est\u00e1 cobrando muchos miles de muertos, firmaban un documento colectivo cu\u00adya primera afirmaci\u00f3n era \u00e9sta: La diversidad de etnias constituye la riqueza de un pa\u00eds. Es\u00adta nos parece que debiera ser la afirmaci\u00f3n clave a la hora de guiar la praxis cristiana fren\u00adte al hecho de la multiculturalidad: la existen\u00adcia de culturas diferentes ni es un mal, ni de\u00adbe constituir un problema, sino que es un bien, algo querido por Dios y la ocasi\u00f3n para un enriquecimiento mutuo, entre las personas diferentes y entre las culturas diferentes.<\/p>\n

      Para corroborar esta afirmaci\u00f3n acudiremos a la pr\u00e1ctica de Jes\u00fas, que es el modelo para toda praxis cristiana, y al ejemplo de las pri\u00admeras comunidades cristianas enfrentadas lo mismo que Jes\u00fas y nosotros al hecho de la multiculturalidad, tomando como ejemplo la actitud y la respuesta dada a este problema por Pablo de Tarso.<\/p>\n

      La postura de Jes\u00fas la vamos a intentar re\u00adsumir en una serie de afirmaciones. En ellas queremos reflejar el modo concreto en que Jes\u00fas vivi\u00f3 el hecho totalmente evidente tam\u00adbi\u00e9n en su tiempo de la multiculturalidad.<\/p>\n

      Por eso, la primera de ellas, tal como se\u00f1a\u00adla un autor al que vamos a seguir muy de cer\u00adca en este asunto, es la siguiente: En el tiem\u00adpo y en la tierra de Jes\u00fas hab\u00eda culturas dife\u00adrentes y hasta opuestas: la de los sacerdotes del Templo, la de los fariseos y doctores de la Ley, la de Herodes y sus partidarios, la del im\u00adperio romano, la del pueblo pobre en el interior de Galilea, la de los grupos de oposici\u00f3n al sistema, como los del Bautista, los esenios y los Zelotes (Altemativas<\/em>, p. 20).<\/p>\n

      La segunda afirmaci\u00f3n es que Jes\u00fas no se comport\u00f3 como un extraterrestre, sino que, al asumir la condici\u00f3n humana en todo menos en el pecado, su incorporaci\u00f3n a la historia fue co\u00admo la de cualquier ser humano: El tambi\u00e9n tu\u00advo su propia cultura y desarroll\u00f3 su actividad marcado por ella: Fue un jud\u00edo campesino de Galilea. Su cultura era rural. Hablaba arameo, la lengua de los campesinos marginados y excluidos del poder y del saber. El modo de ex\u00adpresarse de Jes\u00fas era muy campesino, muy sencillo y muy existencial. Nada de discursos bonitos, largos e intelectualizados. Acostum\u00adbraba a hablar en par\u00e1bolas (Mt 13,3), casi to\u00addas ellas tomadas del ambiente campesino. El pueblo disfrutaba escuch\u00e1ndole (Lc 5,1.15) y quedaba admirado (Mc 1,27-28) (ib\u00edd., p. 21).<\/p>\n

      Y, tercera, ubicado de esta forma humana en la historia, fue como intent\u00f3 hacer realidad su sue\u00f1o o proyecto, llamado Reino de Dios (Mc 1,18-20). Este era la buena noticia de la libera\u00adci\u00f3n y de la dignidad para los pobres, de la li\u00adbertad para los oprimidos (Lc 4,18-20). La bue\u00adna nueva de Jes\u00fas, su sue\u00f1o, consisti\u00f3 en abrir el horizonte a tiempos nuevos de solidaridad y de fraternidad.<\/p>\n

      Tales afirmaciones ponen de relieve que Je\u00ads\u00fas, sin vivir fuera de una cultura, ni estando en contra de las culturas que no eran la suya, lo que s\u00ed busc\u00f3 con empe\u00f1o fue el que todos, cualquiera que fuera su cultura, creyesen en esa buena noticia de salvaci\u00f3n, de libertad y de fraternidad para todos. Y este n\u00facleo esencial de su mensaje lo utiliz\u00f3 en un doble sentido. Primero, para criticar su cultura, en la medida que en la propia cultura de los pobres puede haber actitudes y comportamientos opuestos a ese mensaje, y para criticar la cultura de los fa\u00adriseos y de doctores de la Ley, que era abierta\u00admente opuesta a la realizaci\u00f3n del sue\u00f1o de la solidaridad y fraternidad universales.<\/p>\n

      Pero ese sue\u00f1o o mensaje le sirvi\u00f3, en se\u00adgundo lugar, para salvar o sanar todas las cul\u00adturas, la propia y las otras diferentes. Como ejemplo de esta apertura de Jes\u00fas a las otras culturas, su convicci\u00f3n de que tambi\u00e9n en otras culturas puede enraizar el Evangelio, citan los expertos el pasaje del encuentro con la mu\u00adjer sirio-fenicia (Mc 7,24-30). Esa mujer era pa\u00adgana, perteneciente al selecto grupo de los que controlaban las riquezas de Tiro, en perjuicio de los campesinos explotados de la regi\u00f3n, mu\u00adchos eran jud\u00edos emigrados de Galilea. Jes\u00fas fue duro con aquella mujer pagana, s\u00edmbolo de la \u00e9lite que Jes\u00fas llam\u00f3 perros que no permiten que el pan llegue a la mesa de los campesinos jud\u00edos desplazados en la regi\u00f3n y duramente explotados. La mujer admiti\u00f3 ese pecado e im\u00adplor\u00f3 la misericordia de Jes\u00fas en favor de su hi\u00adja gravemente enferma. Apel\u00f3 a las migajas del Reino, a ese nuevo tipo de sociedad anunciada y testimoniada por Jes\u00fas, sin que por eso ella tuviera que estar esperando en la \u00faltima fila. Je\u00ads\u00fas se emocion\u00f3 por la fe de aquella mujer. Acepto su petici\u00f3n y la mujer probablemente se convirti\u00f3 al sue\u00f1o bonito del Reino de Dios. Fue un encuentro de culturas diferentes. Jes\u00fas y la mujer sirio-fenicia se dejaron cuestionar rec\u00ed\u00adprocamente y los dos salieron ganando.<\/p>\n

      \u00abEn resumen, Jes\u00fas se encarn\u00f3 en la cultura de los pobres como \u00fanico camino posible para anunciar la buena noticia de la vida y de la liber\u00adtad para todos. Pero no absolutiz\u00f3 ninguna cul\u00adtura, ni siquiera la de los pobres. Toda cultura para no terminar en un gueto cerrado y peligro\u00adsamente autosuficiente, debe estar en un pro\u00adceso de conversi\u00f3n permanente. Desde la fe todas las culturas necesitan salvaci\u00f3n\u00bb (Alter\u00adnativas<\/em>, p. 22).<\/p>\n

      Jes\u00fas dej\u00f3 a sus disc\u00edpulos la misi\u00f3n de continuar su obra (Hech 1,8), les dejo el reto de anunciar y encarnar el mensaje del Reino en otras tierras y en otras culturas. Para ello no les dej\u00f3 ninguna receta, sino \u00fanicamente su testimonio. \u00bfC\u00f3mo lo hicieron? Los resul\u00adtados a trav\u00e9s del tiempo fueron muy diver\u00adsos: muchas veces los cristianos llevaron a otras tierras y a otras culturas m\u00e1s que el mensaje del Reino sus propias tradiciones y culturas absolutizadas, que incluso llegaron a imponer por la fuerza. Pero al comienzo no fue as\u00ed: los primeros creyentes, como demuestra el ejemplo de Pablo de Tarso, consiguieron no sin dificultades y conflictos implantar el men\u00adsaje en otras tierras y en otras culturas, sin ne\u00adgar a \u00e9stas su autonom\u00eda y validez.<\/p>\n

      3.1. Praxis cristiana despu\u00e9s de Jes\u00fas<\/strong><\/p>\n

      Pablo parece que fue la persona escogi\u00adda por la voluntad de Dios para salvar al cris\u00adtianismo, cuando \u00e9ste todav\u00eda estaba dando sus primeros pasos, del peligro del sectarismo fundamentalista o de la desintegraci\u00f3n an\u00e1rqui\u00adca. El dio con su testimonio el ejemplo de c\u00f3\u00admo es posible implantar el mensaje del Reino en una cultura diferente de la cultura rural de Palestina, a la que se dirigi\u00f3 fundamentalmente Jes\u00fas. El consigui\u00f3 implantar, entre logros y fa\u00adllos, el mensaje de Jes\u00fas en un contexto urba\u00adno y sirvi\u00e9ndose para ello de im\u00e1genes y com\u00adparaciones propias de la ciudad, como la del cantero-constructor (1 Cor 3,10-15) o la de los juegos ol\u00edmpicos (1 Cor 9,24-27).<\/p>\n

      El camino recorrido por Pablo tuvo diversas etapas. \u00c9l se identific\u00f3, como no puede dejar de hacer un ser humano, con su propia cultu\u00adra. Sol\u00eda presentarse a s\u00ed mismo como jud\u00edo en toda la regia: \u00abCircuncidado al octavo d\u00eda; del linaje de Israel; de la tribu de Benjam\u00edn; hebreo e hijo de hebreos, y seg\u00fan la Ley fariseo, y por el celo de ella perseguidor de la Iglesia; seg\u00fan la justicia de la Ley, irreprensible\u00bb (Fil 3,5-6).<\/p>\n

      La identificaci\u00f3n con su cultura fue tan fuerte en Pablo que adquiri\u00f3, en una primera etapa, un car\u00e1cter sectario y fan\u00e1tico. En este primer momento \u00e9l consideraba a las otras religiones y culturas como obras del demonio y, por eso, actu\u00f3 como perseguidor de las mismas, como confesaba en el texto anterior y en otros (Hech 9,1-2). M\u00e1s adelante, en sus andanzas misio\u00adneras, hubo de encontrarse con creyentes que quer\u00edan encerrar la novedad del mensaje de salvaci\u00f3n universal predicado por Jes\u00fas dentro de las tradiciones jud\u00edas, sin ver la posibilidad de que el mismo mensaje pudiera ser vivido dentro de otras tradiciones o culturas. Y estos persiguieron a Pablo por oponerse a su postu\u00adra (Hech 13,50-52; 14,19; 22,22-24).<\/p>\n

      Pero, en una segunda etapa, la que sigue a su conversi\u00f3n en el camino de Damasco (Hech 9) Pablo defendi\u00f3 la novedad del Evangelio y relativiz\u00f3 las leyes y las tradiciones (G\u00e1l 3,2.24\u00ad25), poniendo como criterio para discernir al verdadero creyente no la fidelidad a unas tra\u00addiciones relativas, sino la fidelidad a Jes\u00fas y a su Evangelio, pues \u00abpara m\u00ed la vida es Cristo, y la muerte, ganancia\u00bb (Fil 1,21). Para Pablo en la segunda etapa lo que salva no son las tra\u00addiciones recibidas, sino Jes\u00fas y su mensaje de fraternidad y solidaridad universal.<\/p>\n

      En resumen, despu\u00e9s de su etapa de fana\u00adtismo e intolerancia frente a los otros diferentes -personas, religiones, culturas- en la segunda etapa Pablo enfrent\u00f3 la inculturaci\u00f3n del Evan\u00adgelio como un modo humano de vivir el Evan\u00adgelio en culturas y costumbres diferentes. Va\u00adlor\u00f3 y al mismo tiempo relativiz\u00f3 las culturas. Fue aprendiendo entre aciertos y fallos… Lo m\u00e1s importante para Pablo era el seguimiento de la persona de Jesucristo, partiendo cada uno de sus condiciones concretas (Alternati\u00advas<\/em>, p. 26-27).<\/p>\n

      3.2. Pautas para la praxis cristiana<\/strong><\/p>\n

      El testimonio de Jes\u00fas y de Pablo de Tar\u00adso, en el comienzo del transvase del Evange\u00adlio a otras culturas, es una referencia v\u00e1lida para la praxis cristina en este asunto de c\u00f3mo enfrentar el tema de la multiculturalidad y de como actuar ante el otro diferente, sea una persona o una cultura. Las lecciones que pa\u00adra la pr\u00e1ctica cristiana derivan de tales testi\u00admonios son m\u00e1s o menos las que siguen.<\/p>\n

      Primera<\/em>, la pr\u00e1ctica cristiana debe recono\u00adcer y asumir un hecho indiscutible: la cultura forma parte de la naturaleza humana. Somos y producimos cultura todos los d\u00edas en cuan\u00adto hacemos o en nuestras relaciones. Cono\u00adcer, vivir y amar la propia cultura no es contra\u00adrio a ninguna exigencia evang\u00e9lica. En cual\u00adquier caso, la cultura es algo necesario y rela\u00adtivo al mismo tiempo. Toda cultura, la nuestra y las dem\u00e1s, debe someterse en todo mo\u00admento a un proceso de discernimiento.<\/p>\n

      Segunda<\/em>, el criterio para discernir una cultu\u00adra y sus elementos no es que sea diferente a la nuestra, sino ver si concuerda o no con el men\u00adsaje de vida, de libertad, de fraternidad y soli\u00addaridad que aporta el mensaje de Jes\u00fas. Por eso, es cierto que hay culturas de vida y cultu\u00adras de muerte, culturas que oprimen y culturas que valoran las luchas por la vida y la libertad de las personas y de los pueblos. La praxis cristia\u00adna habr\u00e1 de apostar por las culturas o aquellos elementos de una cultura que apuestan por la vida y por la libertad y oponerse a aqu\u00e9llas que producen la muerte o la esclavitud.<\/p>\n

      Tercera<\/em>, la experiencia de Dios es posible vi\u00advirla en diferentes culturas. Negar esta verdad es tanto como absolutizar una cultura y cerrar el di\u00e1logo necesario entre las diferentes cultu\u00adras. Lo que hace v\u00e1lida una cultura como ex\u00adpresi\u00f3n del \u00fanico mensaje de Jes\u00fas no es el que sea la m\u00eda o sea diferente a la m\u00eda, sino el que est\u00e9 abierta a los valores del Reino.<\/p>\n

      Partiendo de estos supuestos o consecuen\u00adcias derivadas del testimonio de Jes\u00fas y de sus testigos cualificados, como lo fue Pablo de Tarso entre otros, es posible y conveniente que el creyente viva un ecumenismo universal, al estilo del que expresan unas palabras de D. Pedro Casald\u00e1liga, que asumimos totalmente y con las que quisi\u00e9ramos terminar: \u00bb No se tra\u00adta de minimizar la revelaci\u00f3n b\u00edblica, ni de ne\u00adgar la universalidad de la mediaci\u00f3n de Cristo Jes\u00fas, ni de ignorar la especificidad cristiana. Se trata de rever nuestra teolog\u00eda, nuestro cris\u00adtolog\u00eda y nuestra eclesiolog\u00eda, aculturadamen\u00adte miopes, secularmente colonizadoras. Se tra\u00adta de creer efectivamente en la voluntad salv\u00ed\u00adfica universal de Dios que envi\u00f3 su hijo al mun\u00addo no para condenarlo, sino para salvarlo.<\/p>\n

      Yo me pregunto en un poema-noema: Mi D\u00edos, \u00bfme deja ver a Dios?<\/em><\/p>\n

      Tal vez \u00abcambiar a Dios\u00bb -por exigencias, re\u00adpito, de la misma fe cristiana- sea el m\u00e1s pro\u00adfundo y el m\u00e1s urgente desaf\u00edo que se les pla\u00adtea a las iglesias cristianas en la diakon\u00eda ma\u00adyor del Reino, para que el mundo crea y para que toda la familia humana de Dios se haga familia de verdad, conviva en la justicia, se ame en la paz y haciendo historia se prepare para el encuentro definitivamente feliz\u00bb [Rev. \u00c9xodo<\/em>, 36(1996), 58-59].<\/p>\n

      Jos\u00e9 Antonio Lobo<\/strong><\/p>\n

      [1]<\/a> E. CH\u00c1VARRI, Perfiles de nueva humanidad<\/em>, Ed. San Esteban, Salamanca 1993,15.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

      Jos\u00e9 Antonio Lobo Jos\u00e9 Antonio Lobo es profesor en el \u201cInstituto Superior de Ciencias Morales\u201d de Madrid. S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Una vez considerado el hecho de la multiculturalidad y las claves que explican su ca\u00adr\u00e1cter problem\u00e1tico, el autor se plantea la cuesti\u00f3n central del art\u00edculo: \u00ab\u00bfCu\u00e1l es la res\u00adpuesta que puede darse desde el mensaje […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[24,9,10,31,2,5],"tags":[],"class_list":["post-617","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-24","category-autores","category-estudios","category-jose-antonio-lobo","category-mision-joven","category-revistas"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/617","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=617"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/617\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=617"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=617"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=617"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}