{"id":6486,"date":"2013-12-01T00:00:06","date_gmt":"2013-11-30T22:00:06","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6486"},"modified":"2013-12-01T00:00:06","modified_gmt":"2013-11-30T22:00:06","slug":"el-testimonio-en-el-magisterio-de-la-iglesia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-testimonio-en-el-magisterio-de-la-iglesia\/","title":{"rendered":"El TESTIMONIO EN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA"},"content":{"rendered":"

\u00c1lvaro Ginel Vielva
\nDirector de la revista CATEQUISTAS
\n\u00a0<\/em>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO.
\nEl autor, experto conocedor de la catequesis, hace un recorrido por el tratamiento que los documentos del Magisterio de la Iglesia han dado a los conceptos de \u201ctestimonio\u201d y de \u201ctestigo\u201d desde el Concilio hasta nuestros d\u00edas: los textos conciliares Lumen gentium,Gaudium et Spes y Ad gentes<\/em>; la Evangelii nuntiandi <\/em>de 1975 (para el autor, el texto m\u00e1s importante sobre el tema que nos ocupa); la Catechesi<\/em> tradendae <\/em>(1979); el Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica <\/em>(1997, aprobaci\u00f3n de la edici\u00f3n t\u00edpica); el \u00a0Directorio General para la Catequesis <\/em>(1997) y los Lineamenta<\/em> del S\u00ednodo de octubre de 2012 sobre La nueva evangelizaci\u00f3n para la transmisi\u00f3n de la fe cristiana<\/em>. El art\u00edculo constituye, creemos, un excelente retrato de la vocaci\u00f3n cristiana a ser testigos de la vida en Cristo, y resultar\u00e1 muy \u00fatil para contextualizar la recepci\u00f3n de un documento que muchos esperamos con ilusi\u00f3n, la pr\u00f3xima exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica del papa Francisco sobre el S\u00ednodo de 2012.
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n\n\n
Testigo<\/em><\/strong>
\nPersona que da testimonio de algo o lo atestigua. Persona que presencia o adquiere directo y verdadero conocimiento de algo (Diccionario de la RAE<\/em>).<\/em>
\nTestigo de la fe<\/em><\/strong>
\nEsta expresi\u00f3n la emplea el CIC (Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica<\/em>) para denominar a los creyentes que caminaron en la fe, no en la visi\u00f3n, como Abrah\u00e1n, Mar\u00eda y otros (cf.<\/em> CIC 164-165).
\nTestigos de la resurrecci\u00f3n<\/em><\/strong>
\nLos Ap\u00f3stoles que convivieron con Jes\u00fas y que experimentaron su presencia resucitada y fueron enviados a anunciarla a todo el mundo. (cf.<\/em> CIC 858-860).
\nTestigo de Cristo<\/em><\/strong>
\nEl que da a conocer el verdadero rostro de Dios y su designio de amor y de salvaci\u00f3n en favor de los hombres, tal como Jes\u00fas lo revel\u00f3 (cf.<\/em> DGC 23). Por extensi\u00f3n, el que se asocia a los testigos de la resurrecci\u00f3n para ser tambi\u00e9n testigo de la resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas (CIC, n. 995).
\nTestimonio<\/em><\/strong>
\n– Las Tablas de la ley, las \u201cdiez palabras\u201d o mandamientos que resumen y proclaman de ley de Dios. Son llamadas \u201ctestimonio\u201d en Ex 25,16; 31,18; 32,15; 34,29.
\n– La acci\u00f3n de manifestar la propia fe en Jesucristo en la realidad social donde el creyente vive con obras y palabras. Es uno de los elementos de la evangelizaci\u00f3n (cf.<\/em> DGC 46).
\nMartirio<\/em><\/strong>
\nSupremo testimonio de la verdad de la fe.<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

 
\nAcotando el tema<\/strong>
\nLa direcci\u00f3n de la revista \u201cMisi\u00f3n Joven\u201d me ha pedido un trabajo sobre \u201cEl testigo<\/em> en el Magisterio reciente\u201d. Ya me tomo una licencia: el cambio de testigo<\/em> por el t\u00e9rmino testimonio. <\/em>La raz\u00f3n es que el testimonio es la comprobaci\u00f3n de la verdad que da uno o una comunidad (los testigos) de la verdad de la fe. Y una segunda advertencia al lector: el Magisterio reciente <\/em>lo he tenido que seleccionar nada m\u00e1s ponerme a trabajar. Las primeras lecturas personalesorientativas para hacer un esquema de trabajo me proporcionaron dos constataciones:<\/p>\n

    \n
  1. a)La imposibilidad<\/em> de abarcar todo el Magisterio reciente.<\/em> No se trataba de una tesis doctoral (\u00a1bien posible!), sino de una l\u00ednea de acci\u00f3n que ayudara hoy a los agentes de pastoral a tener una comprensi\u00f3n m\u00e1s clara cuando emplean el vocablo<\/li>\n
  2. b) La referencia continua al texto de Pablo VI, Evangelii<\/em> nuntiandi <\/em>(1975), que se percibe en los documentos posteriores.<\/li>\n<\/ol>\n

    El siguiente paso fue adoptar una metodolog\u00eda. Puse en el centro la Exhortaci\u00f3n Apost\u00f3lica que acabo de mencionar y eleg\u00ed unos documentos que miraban al pasado y que posibilit\u00f3 la doctrina contenida en Evangelii<\/em> nuntiandi.<\/em>Me encontr\u00e9 con el Concilio Vaticano II, especialmente con Lumen gentium, Gaudium et Spes y Ad gentes.<\/em> Los a\u00f1os posteriores a 1975 est\u00e1n cargados de documentos. Es como entrar en un bosque tupido de \u00e1rboles o documentos. Todos tienen un mismo r\u00edo de riego: Evangelii<\/em> nuntiandi. <\/em>Tuve que seleccionar y eleg\u00ed: Catechesi<\/em> tradendae <\/em>(1979), <\/em>elCatecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica <\/em>(1997, a\u00f1o de la aprobaci\u00f3n de la edici\u00f3n t\u00edpica), <\/em>el \u00a0Directorio General para la Catequesis <\/em>(1997).<\/em>
    \nLa justificaci\u00f3n de la elecci\u00f3n es sencilla: estos documentos concentran la reflexi\u00f3n catequ\u00e9tica y sirven de manantial al que acuden y del que beben otros documentos, tanto de la Iglesia Universal como de las Iglesias Particulares. En espera de lo que ser\u00e1 la nueva fuente, es decir, la Exhortaci\u00f3n Apost\u00f3lica que sigue al \u00faltimo S\u00ednodo (del 7 al 28 de octubre de 2012) sobre La nueva evangelizaci\u00f3n para la transmisi\u00f3n de la fe cristiana, <\/em>he utilizado tambi\u00e9n la reflexi\u00f3n contenida en el texto conocido como Lineamenta<\/em><\/a>, <\/em>a sabiendas de que no es un documento magisterial propiamente dicho; pero s\u00ed es un lugar de encuentro y concentraci\u00f3n de reflexi\u00f3n del conjunto de la Iglesia, ya que se elabora con las aportaciones que llegan de todo el mundo a la Secretar\u00eda del S\u00ednodo.
    \n 
    \nActualidad de una reflexi\u00f3n sobre el testimonio<\/em><\/strong>
    \nHay palabras que se ponen de moda y que, con el uso, se pierde de vista de d\u00f3nde vienen y cu\u00e1l es su sentido nuclear. Este fen\u00f3meno lleva a que cada uno d\u00e9 al t\u00e9rmino \u201csu\u201d sentido y este se convierta en una babel<\/em> por la pluralidad de significados. As\u00ed se acaba vaciando el t\u00e9rmino de su contenido esencial.
    \nCreo que es necesario tomar en consideraci\u00f3n el momento presente que vivimos y que viene de lejos: <\/em>nos encontramos en un tiempo eclesial de grandes desaf\u00edos por el cambio de \u00e9poca que atravesamos. Sin darnos cuenta, est\u00e1n aconteciendo<\/em> (no solo pasando a nuestro lado) unas corrientes que sacuden todo el edificio pastoral que ten\u00edamos construido. Los Lineamenta<\/em>, <\/em>despu\u00e9s de describir la historia en la que la Iglesia act\u00faa y el periodo de fuertes cambios en nuestro mundo, concluyen as\u00ed: \u201cLa tarea de la evangelizaci\u00f3n se encuentra as\u00ed frente a nuevos desaf\u00edos que cuestionan pr\u00e1cticas hasta ahora consolidadas, que debilitan caminos que eran habituales y estandarizados; en una palabra, que obligan a la Iglesia a interrogarse nuevamente sobre el sentido de sus acciones de anuncio y de transmisi\u00f3n de la fe. La Iglesia no llega, sin embargo, sin preparaci\u00f3n frente a tal desaf\u00edo: se confront\u00f3 ya con \u00e9l en las asambleas que el S\u00ednodo de los Obispos ha dedicado de modo espec\u00edfico al tema del anuncio y de la transmisi\u00f3n de la fe, como las correspondientes exhortaciones apost\u00f3licas \u2013 Evangelii<\/em> nuntiandi <\/em>y Catechesi<\/em> tradendae- <\/em>lo atestiguan\u201d
    <\/a>. Para decirlo con otras palabras: vivimos una etapa hist\u00f3rica de construcci\u00f3n lenta de pensamiento a base de profundizaci\u00f3n en el acervo teol\u00f3gico pastoral del que la comunidad cristiana es portadora. Nos abrimos poco a poco a la realidad eclesial y de la sociedad y llenamos de contenido t\u00e9rminos cuyo sentido d\u00e1bamos por supuesto. No se trata de una \u201cnueva creaci\u00f3n\u201d, sino de una nueva reformulaci\u00f3n que tiene en cuenta el patrimonio de la Iglesia, su autoconciencia en estos momentos y los desaf\u00edos del tiempo presente. En este marco hist\u00f3rico, \u00bfel uso del t\u00e9rminotestimonio<\/em> tiene connotaciones que en otras \u00e9pocas no tuvo?
    \nFinalmente, la actualidad de la reflexi\u00f3n sobre el testimonio <\/em>se desprende del mismo deber de evangelizar que es propio de la Iglesia. Pablo VI terminaba su Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica as\u00ed: \u201c\u00c9l (el Se\u00f1or) nos ha ordenado transmitir a los dem\u00e1s, con su autoridad, esta revelaci\u00f3n. No ser\u00eda in\u00fatil que cada cristiano y cada evangelizador examinasen en profundidad, a trav\u00e9s de la oraci\u00f3n, este pensamiento: los hombres podr\u00e1n salvarse por otros caminos, gracias a la misericordia de Dios, si nosotros no les anunciamos el Evangelio; pero, \u00bfpodremos nosotros salvarnos si por negligencia, por miedo, por verg\u00fcenza \u2013lo que san Pablo llama avergonzarse del Evangelio (Rom 1,16)- o por ideas falsas omitimos anunciarlo? Porque eso significar\u00eda ser infieles a la llamada de Dios, que, a trav\u00e9s de los ministros del Evangelio, quiere hacer germinar la semilla; y de nosotros depende el que esa semilla se convierta en \u00e1rbol y produzca fruto\u201d
    <\/strong><\/a>.<\/em>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em>Es decir, el testimonio, <\/em>que es un elemento de la evangelizaci\u00f3n, no es opcional. Vamos a recorrer, aunque sea someramente, los matices que la palabra ha ido recibiendo en el Magisterio reciente.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. El Concilio Vaticano II<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      La primera mirada la tenemos que dirigir al Magisterio del Concilio Vaticano II. Nos centramos en el documento conciliar sobre la Iglesia.<\/p>\n

        \n
      1. a) Lumen gentium<\/em><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        En la constituci\u00f3n dogm\u00e1tica Lumen gentium<\/em><\/a>, el Concilio quiso proclamar \u201ccon toda precisi\u00f3n a sus fieles y a todo el mundo su naturaleza y su misi\u00f3n universal\u201d (LG 1). Sin mencionar la palabra testimonio cuando se habla de la Iglesia y su naturaleza, s\u00ed se dice que \u201c(la Iglesia) recibe la misi\u00f3n de anunciar el Reino de Cristo y de Dios, de establecerlo en medio de todas las gentes, y constituye en la tierra el germen y el principio de este reino\u201d (LG 5). La misi\u00f3n de la Iglesia es anunciar, establecer y ser germen del Reino en el aqu\u00ed y ahora: en medio de todas las gentes<\/em>. Estar en medio, <\/em>ser visible como luz y sal (Mt 5,13-16) es tarea primera eclesial que tendr\u00e1 concreciones seg\u00fan tiempos y espacios.
        \nEncontramos la palabra testigo <\/em>expl\u00edcitamente en el cap\u00edtulo dedicado a los laicos<\/em>: \u201cEl apostolado de los laicos es la participaci\u00f3n en la misma misi\u00f3n salv\u00edfica de la Iglesia, a cuyo apostolado todos est\u00e1n llamados por el mismo Se\u00f1or en raz\u00f3n del bautismo y de la confirmaci\u00f3n\u2026 As\u00ed pues, todo laico, por los mismos dones que le han sido conferidos, se convierte en testigo <\/em>e instrumento vivo, a la vez, de la misi\u00f3n de la misma Iglesia en la medida del don de Cristo (Ef 4,7)<\/em>\u201d (LG 33). La palabra testigo <\/em>es empleada en referencia directa a los laicos y expresa su\u00a0 participaci\u00f3n en la misi\u00f3n de la Iglesia por raz\u00f3n del bautismo y de la confirmaci\u00f3n. Podemos decir que el testimonio es la verificaci\u00f3n pr\u00e1ctica de la misi\u00f3n de la Iglesia. Cuando \u201cla misi\u00f3n de la Iglesia\u201d deja de ser una idea y deviene realidad, tenemos al testigo y con \u00e9l, el testimonio. La ra\u00edz y la raz\u00f3n del testimonio de los laicos arrancan de los sacramentos recibidos, no de otra \u201cdelegaci\u00f3n\u201d recibida. En estos dos sacramentos est\u00e1 el origen de todo; el apostolado no es un a\u00f1adido a la vida cristiana. Es la forma de ser Iglesia <\/em>del laico. No es algo que se confiere, que se manda, que se da o a\u00f1ade a la identidad cristiana por una autoridad; es algo que se es.
        \nM\u00e1s adelante podemos leer: \u201cCristo, Profeta grande, que por el testimonio de su vida y por la virtud de su palabra proclam\u00f3 el Reino del Padre, cumple su misi\u00f3n prof\u00e9tica hasta la plena manifestaci\u00f3n de la gloria no solo a trav\u00e9s de la jerarqu\u00eda, que ense\u00f1a en su nombre y con su potestad,\u00a0 sino tambi\u00e9n por medio de los laicos a quienes, por ello, constituye en testigos y les ilumina con el sentido de la fe y la gracia de la palabra para que la virtud del Evangelio brille en la vida cotidiana, familiar y social\u201d (LG 35).
        \nEl testimonio de la Iglesia es la continuidad del testimonio de Cristo. Parece, seg\u00fan este texto, que hay varias formas de ser testigo en la Iglesia o de participar\u00a0 en el testimonio que es Cristo: el jer\u00e1rquico y el laical. El testimonio laical no es voluntarismo perfeccionista o exterioridad, sino don u obra de Cristo profeta que hace que el mensaje del Evangelio brille en la vida cotidiana, familiar y social.
        \nNo se impone uno a s\u00ed mismo la tarea de dar testimonio. El testimonio es acci\u00f3n de Dios en el bautizado. Ser testigo y dar testimonio no es ocurrencia personal: tiene un origen, que es el testimonio del mismo Cristo en la forma de anunciar el reino; tiene tambi\u00e9n un \u00e1mbito: el seno de la Iglesia. Cristo es el que constituye en testigos a todos los bautizados. En Cristo, Dios se ha hecho visible; en el bautizado, Cristo se hace visible y cercano entre los hombres y mujeres de hoy por la fuerza del Esp\u00edritu. De este modo podemos decir que el testimonio es la obra del Esp\u00edritu que se manifestaba en Jes\u00fas y que \u00e9l entreg\u00f3 a su Iglesia
        <\/a>.
        \n 
        \nPodemos sintetizar el pensamiento de Lumen gentium <\/em>diciendo que el testimonio de los bautizados no arranca de un imperativo de acci\u00f3n pastoral, ni de la necesidad de hacer algo; sencillamente mana de lo que se es: bautizado, incorporado a la vida y misi\u00f3n de Jes\u00fas y de su Iglesia. Viviendo su bautismo, ya el bautizado da testimonio.
        \n\u00a0<\/em><\/strong><\/p>\n

          \n
        1. b) Ad gentes<\/em><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          El decreto Ad gentes<\/em><\/a> habla sobre la Iglesia enviada por Dios \u201ca las gentes\u201d para ser \u201csacramento universal de salvaci\u00f3n\u201d. Dedica los n\u00fameros 11 y 12 al testimonio cristiano.
          \nEl horizonte desde el que se habla de la Iglesia es su aspecto misionero, es decir, una Iglesia enviada a lugares y personas donde el nombre de Dios no es conocido y debe anunciarse la salvaci\u00f3n y vida tra\u00eddas por Jes\u00fas.
          \nTestimonio as\u00ed se convierte en estar presentes<\/em>, \u201cen manifestar con el ejemplo de su vida y el testimonio de la palabra el hombre nuevo de que se revistieron por el bautismo y la virtud del Esp\u00edritu Santo, por quien han sido fortalecidos por la confirmaci\u00f3n\u201d (AG 11).
          \nEl testimonio es un \u201ccombinado\u201d de presencia, de ejemplo de vida, de testificaci\u00f3n de palabra de la fe que les anima.
          \n 
          \nSi se analizan las sugerencias que el decreto Ad gentes<\/em> propone de c\u00f3mo estar presente y dar testimonio, observamos concreciones como: sentirse pueblo, participar en la vida cultural y social, participaci\u00f3n en tradiciones t\u00edpicas reconociendo las semillas de la Palabra que en ellas hay e intentando llevarlas a una transformaci\u00f3n, escuchar el coraz\u00f3n de los hombres, conversar con ellos\u2026 No se habla de una presencia \u201cdesde la barrera\u201d, como observadores, sino de una presencia de encarnaci\u00f3n, de meterse dentro de la realidad sin perder identidad (sacramentos de la iniciaci\u00f3n) y sin perder la fuerza renovadora de todo (fermento en la masa, cf. Mt 13,33).
          \n <\/p>\n

            \n
          1. Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica Evangelii<\/em> nuntiandi<\/em><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

            Damos un salto y nos situamos en la reflexi\u00f3n posconciliar, a los diez a\u00f1os de terminado el Vaticano II. La Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica Evangelii<\/em> nuntiandi<\/em><\/a> (EN) es la s\u00edntesis que el papa Pablo VI ofreci\u00f3 a la Iglesia tras el s\u00ednodo sobre La evangelizaci\u00f3n en el mundo moderno.<\/em> Vamos a seguir la l\u00f3gica interna de la Exhortaci\u00f3n para ver c\u00f3mo se llena de contenido el t\u00e9rmino testimonio.<\/em> Estamos ante el documento que hoy sigue siendo referencia indiscutible a la hora de hablar de evangelizaci\u00f3n y de testimonio<\/em>, entendido este como uno de los elementos de la evangelizaci\u00f3n.
            \nAl plantearnos las preguntas \u201cqu\u00e9 se entiende por testimonio\u201d y \u201cqu\u00e9 contenido le da la Exhortaci\u00f3n\u201d ahora analizada, destacamos estos elementos:
            \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/em><\/p>\n

              \n
            1. a) El testimonio de Cristo: profec\u00eda y palabra de Dios realizada<\/em><\/li>\n<\/ol>\n

              – El punto de arranque de la reflexi\u00f3n sobre el testimonio <\/em>en EN es la persona de Jes\u00fas, la conciencia que Jes\u00fas tiene de s\u00ed mismo: \u201cTengo que ir tambi\u00e9n a otras ciudades a llevarles la Buena Noticia del reino de Dios, pues para esto he sido enviado\u201d (Lc 4,43). Y un poco antes, en la sinagoga de Nazaret, reconoce que en \u00e9l se cumple la profec\u00eda de Isa\u00edas: \u201cEl Esp\u00edritu del Se\u00f1or est\u00e1 sobre m\u00ed porque me ha consagrado para llevar a los pobres la buena noticia de la salvaci\u00f3n\u201d (Lc 4,18.21; Is 61,1-2). As\u00ed pues, se siente con una misi\u00f3n<\/em> y con la plenitud<\/em> del Esp\u00edritu de Dios<\/em> que est\u00e1 sobre \u00e9l. Est\u00e1 unido al Padre. Toda su predicaci\u00f3n y sus gestos prof\u00e9ticos no son una invenci\u00f3n ni una ocurrencia personal: son misi\u00f3n, una revelaci\u00f3n: el querer del Padre sobre \u00e9l (cf. Jn 4,34); por tanto, son obediencia y cumplimiento de la promesa de alianza entre Dios y los hombres. Jes\u00fas tiene conciencia de que est\u00e1 enraizado en el Padre que le env\u00eda. Por eso puede testificar, y su testimonio ser\u00e1 profec\u00eda y palabra de Dios realizada, palabra de Dios que convoca, palabra de Dios que provoca ya sea la conversi\u00f3n o el rechazo.
              \n– De lo que Jes\u00fas hace y manda hacer a los Doce, nace la Iglesia. Esta es \u201cun fruto normal, deseado, el m\u00e1s inmediato y el m\u00e1s visible: Id<\/em>, pues, ense\u00f1ad a todas las gentes<\/em>\u201d (EN 15). La Iglesia, por voluntad de Jes\u00fas, permanece en el mundo como signo, opaco y luminoso al mismo tiempo, de una nueva presencia de Jesucristo. En la Iglesia, nacida en el momento de su partida hacia el Padre, sigue su permanencia: \u201cEn ella (en la Iglesia, en la nueva comunidad nacida de la acogida de Jes\u00fas), la vida \u00edntima \u2013la vida de oraci\u00f3n, la escucha de la palabra y de las ense\u00f1anzas de los Ap\u00f3stoles, la caridad fraterna, el pan compartido- no tiene pleno sentido m\u00e1s que cuando se convierte en testimonio, provoca la admiraci\u00f3n y la conversi\u00f3n, se hace predicaci\u00f3n y anuncio de la buena nueva\u201d (EN 15).
              \nTestimonio<\/em> es el reflejo exterior de la vida de comuni\u00f3n con el Padre. O, de otra manera, lo visible de lo \u00edntimo, relacional y personal de cada bautizado y de la Iglesia con el Dios trinitario. Por eso tiene enorme sentido la afirmaci\u00f3n de que el testimonio de la Iglesia depende de evangelizarse a s\u00ed misma; tiene necesidad de escuchar sin cesar lo que debe creer, las razones para esperar, el mandamiento nuevo del amor (cf. EN 15).
              \n <\/p>\n

                \n
              1. b) \u00bfC\u00f3mo evangeliza Jes\u00fas?<\/em><\/li>\n<\/ol>\n

                Jes\u00fas lleva a cabo el anuncio y la proclamaci\u00f3n del Reino de Dios:
                \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Con sus palabras, que desvelan el secreto de Dios\u00a0 y sus designios y promesas (EN 11).
                \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Con signos que provocan estupor: enfermos curados, agua convertida en vino, los peque\u00f1os son evangelizados, pan multiplicado y su propia resurrecci\u00f3n (EN 12).
                \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Con una comunidad formada por los que han acogido con sinceridad la buena nueva y se re\u00fanen en nombre de Jes\u00fas para buscar juntos el reino, construirlo, vivirlo. Los evangelizados, se convierten en evangelizadores (EN 13).
                \n <\/p>\n

                  \n
                1. c) Importancia del testimonio<\/em><\/li>\n<\/ol>\n

                  Desde este planteamiento cristol\u00f3gico, EN desarrolla la importancia del testimonio en la acci\u00f3n evangelizadora de la Iglesia:
                  \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 El testimonio forma parte de la evangelizaci\u00f3n<\/em>, no es un elemento aislado. Es constitutivo del complejo acto de evangelizaci\u00f3n, junto al anuncio expl\u00edcito, a la adhesi\u00f3n de coraz\u00f3n, a la formaci\u00f3n de la comunidad, a la renovaci\u00f3n de la humanidad (EN 24).
                  \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 No se anuncia a otros algo distinto de lo que se es<\/em>. El testimonio es la asimilaci\u00f3n e interiorizaci\u00f3n del mensaje de Jes\u00fas hecho vida visible: \u201cHoy, m\u00e1s que nunca, el testimonio de vida se ha convertido en una condici\u00f3n esencial con vistas a una eficacia real de la predicaci\u00f3n. Sin andar con rodeos, podemos decir que en cierta medida nos hacemos responsables del Evangelio que proclamamos\u201d (EN 76).
                  \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 El testimonio es una palabra sin palabras<\/em>, una pregunta provocadora o una afirmaci\u00f3n que corrobora la palabra: \u201cTodos los cristianos est\u00e1n llamados a este testimonio y, en este sentido, pueden ser verdaderos evangelizadores\u201d (EN 21).
                  \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Es un gesto inicial<\/em>, es decir, insuficiente; necesita de la palabra, de la explicaci\u00f3n; lo que Pedro llama \u201cdar raz\u00f3n de vuestra esperanza\u201d (1Pe 3,15). \u201cNo hay verdadera evangelizaci\u00f3n mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jes\u00fas de Nazaret, Hijo de Dios\u201d (EN 22).
                  \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Pablo VI, al se\u00f1alar los medios de evangelizaci\u00f3n, reconoce que la pregunta de c\u00f3mo evangelizar es siempre actual porque cambian las circunstancias de tiempo, lugar y cultura (EN 40). Dicho esto, afirma: \u201cPara la Iglesia el primer medio de evangelizaci\u00f3n consiste en un testimonio de vida aut\u00e9nticamente cristiana,<\/em>entregada a Dios en una comuni\u00f3n que nada debe interrumpir y a la vez consagrada igualmente al pr\u00f3jimo con un celo sin l\u00edmites\u201d (EN 41). El testimonio no depende del tiempo, ni de los lugares ni de las culturas. En todo contexto, es visible la conducta de las personas, la pobreza y el desprecio de los bienes materiales, la libertad frente a los poderes del mundo, la santidad de vida.
                  \n 
                  \nEn resumen, Evangelii<\/em> nuntiandi<\/em> va trenzando poco a poco el concepto de testimonio comenzando por Jes\u00fas, que es el testimonio del Padre en medio de este mundo, especialmente entre los pobres. La relaci\u00f3n que mantiene con el Padre, y cuanto de \u00e9l nos revela, son el n\u00facleo del testimonio. Jes\u00fas es testimonio del Padre. De la misma manera, la vida \u00edntima de la comunidad de seguidores de Jes\u00fas es la prolongaci\u00f3n y continuaci\u00f3n del testimonio iniciado por Jes\u00fas. La novedad que refleja la comunidad de bautizados es la vida seg\u00fan el Evangelio. Una vida que manifiesta el cambio interior y que provoca en los otros un proceso de cambio interior hacia una vida \u00edntima con Dios: la oraci\u00f3n (relaci\u00f3n con el Padre a trav\u00e9s de Jes\u00fas y por la acci\u00f3n del Esp\u00edritu); la escucha de la Palabra y la fracci\u00f3n del pan, a ejemplo de la primera comunidad (cf. Hch 2,42); la caridad fraterna (cf. Hch 4,32-37).
                  \n <\/p>\n

                    \n
                  1. Catechesi tradendae<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                    La Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica Catechesi<\/em> tradendae <\/em>(CT) cre\u00f3 expectativa y fue deseada y esperada en la Iglesia. Su lectura produjo un cierto desconcierto porque reflejaba una sensibilidad un poco distinta de lo que EN hab\u00eda significado.
                    \nEs llamativa la ausencia de t\u00e9rminos como testigo <\/em>y testimonio <\/em>en la Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica<\/a> Catechesi<\/em>tradendae,<\/em> fruto de la IV Asamblea General Ordinaria, o S\u00ednodo de los Obispos, del 30 de septiembre al 29 de octubre de 1977, que trat\u00f3 el tema El catecismo de nuestro tiempo<\/em><\/a>.<\/em>
                    \nLa Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica subraya la importancia de la catequesis en la Iglesia \u201ccomo una tarea absolutamente primordial de su misi\u00f3n\u201d (CT 15). El \u00e1ngulo desde el que se ve la catequesis pone el acento en la dimensi\u00f3n cognitiva, en la ense\u00f1anza. Hay expresiones como \u201cense\u00f1anza catequ\u00e9tica\u201d (CT 17), \u201cense\u00f1ar la fe\u201d (CT 19), \u201cla catequesis en cuanto educaci\u00f3n de la fe de los ni\u00f1os, de los j\u00f3venes y adultos, que comprende especialmente una ense\u00f1anza de la doctrina cristiana, dada generalmente de modo org\u00e1nico y sistem\u00e1tico, con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana\u201d (CT 18). Sin olvidar otras dimensiones de la catequesis, \u201cinsisto en la necesidad de una ense\u00f1anza cristiana org\u00e1nica y sistem\u00e1tica, dado que desde distintos sitios se intenta minimizar su importancia\u201d (CT 21).
                    \nEs cierto que la Exhortaci\u00f3n no reduce la catequesis a ense\u00f1anza, aunque acent\u00faa este aspecto. Tambi\u00e9n la catequesis es relacionada con el primer anuncio \u201co predicaci\u00f3n misional por medio del kerigma para suscitar la fe apolog\u00e9tica o b\u00fasqueda de las razones de creer, experiencia de vida cristiana, celebraci\u00f3n de los sacramentos, integraci\u00f3n en la comunidad eclesial, testimonio apost\u00f3lico y misional\u201d (CT 18). \u201cLa catequesis es tan necesaria para la madurez de la fe de los cristianos como para su testimonio en el mundo\u201d (CT 25).
                    \n 
                    \nPodemos advertir una preocupaci\u00f3n latente en toda la Exhortaci\u00f3n: del conocimiento mayor (que viene por la ense\u00f1anza de la doctrina cristiana) de los misterios de Cristo depende la verdadera conversi\u00f3n, la vida m\u00e1s coherente con el querer de Dios y el testimonio. Hay que formar al cristiano de hoy para vivir en un mundo que ignora ampliamente a Dios; de ah\u00ed que se apueste por formar a los j\u00f3venes y adultos para permanecer \u201cl\u00facidos y coherentes en su fe, \u00a0a afirmar serenamente su identidad cristiana y cat\u00f3lica, a \u2018ver lo invisible\u2019 (Heb 11,27), y a adherirse de tal manera al absoluto de Dios que puedan dar testimonio de \u00e9l en una civilizaci\u00f3n materialista que lo niega\u201d (CT 57). Para resumir, se parte de la existencia de un contexto cultural adverso (civilizaci\u00f3n materialista) en la que el cristiano tiene que saber \u201cmanejarse\u201d, \u201cdefenderse\u201d y \u201cdar raz\u00f3n de su fe\u201d. Para ello se insiste en la necesidad de tener razones sobre la fe, de tener estructura org\u00e1nica de la fe, de estar capacitado para dialogar y confrontar la fe con quien la niega. El saber sobre la fe es esencial para la madurez de la fe y la vivencia de la fe, y, en consecuencia, para dar testimonio de la fe.
                    \nEste enfoque de fondo de la Exhortaci\u00f3n, que no niega otras caracter\u00edsticas de la formaci\u00f3n religiosa sino que acent\u00faa una, es posible que haya que vincularlo al contexto de pastoral y de realidad social de los que proced\u00eda el PapaWojtyla.
                    \n <\/p>\n

                      \n
                    1. Catecismo de la Iglesia cat\u00f3lica<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                      Nos asomamos al Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica<\/em><\/a> (CIC). <\/em>Se trata de un documento magisterial bien distinto de los vistos hasta el momento. El catecismo es \u201cuna presentaci\u00f3n aut\u00e9ntica y sistem\u00e1tica de la fe y de la doctrina cat\u00f3lica\u201d<\/a>. La catequesis encuentra en este libro el camino plenamente seguro para presentar con renovado impulso a los hombres de nuestro tiempo el mensaje cristiano en todas y cada una de sus partes.
                      \nAl analizar el \u00edndice tem\u00e1tico hay que destacar que se recogen los t\u00e9rminos testigo <\/em>y testimonio.<\/em>
                      \n\u00a0<\/em><\/p>\n

                        \n
                      1. a) Testigo<\/em><\/li>\n<\/ol>\n

                        El t\u00e9rmino testigo<\/em> va relacionado con dos grupos de miembros de la comunidad cristiana:
                        \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Los ap\u00f3stoles<\/em>: \u201ctestigos escogidos y enviados en misi\u00f3n por el mismo Cristo\u201d (CIC 857), \u201ctestigos del Resucitado\u2026 piedras de la fundaci\u00f3n de la Iglesia\u2026 La fe de la primera comunidad de creyentes se funda en el testimonio de hombres concretos\u2026\u201d (CIC 642).
                        \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 El bautizado<\/em>: \u201cA los\u00a0 bautizados el sacramento de la confirmaci\u00f3n los une m\u00e1s \u00edntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Esp\u00edritu Santo. De esta forma quedan obligados a\u00fan m\u00e1s, como aut\u00e9nticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con sus palabras y obras\u201d (n. 1285).
                        \nLa definici\u00f3n de testigo que el Catecismo <\/em>proporciona es: \u201cSer testigo de Cristo es ser \u2018testigo de la resurrecci\u00f3n\u2019 (Hch 1,22), \u2018haber comido y bebido con \u00e9l (Cristo) despu\u00e9s de su resurrecci\u00f3n de entre los muertos\u2019 (Hch10,41)\u201d. Los Ap\u00f3stoles son testigos por contacto directo con el Se\u00f1or Jes\u00fas; el bautizado lo es por la fe y la gracia recibida en el bautismo. En el fondo, se trata de un conocimiento y una aceptaci\u00f3n del Resucitado que cambia la vida al poner en el centro de la persona, por un acto de fe, al Enviado de Dios, Jesucristo.
                        \n <\/p>\n

                          \n
                        1. b) Testimonio<\/em><\/li>\n<\/ol>\n

                          El testimonio es la manera visible y constatable de vida nueva con palabras y con obras de los que han sido testigos de la Resurrecci\u00f3n del Se\u00f1or y han aceptado el bautismo en el nombre del Resucitado.
                          \nEl testimonio de los creyentes tiene varias manifestaciones o exigencias intr\u00ednsecas y de anuncio:
                          \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Para ense\u00f1ar a otros a buscar a Dios (CIC 30).
                          \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Como fidelidad de los bautizados a la nueva vida asumida; el testimonio es condici\u00f3n primordial para el anuncio del Evangelio y para la misi\u00f3n de la Iglesia en el mundo: \u201cEl mismo testimonio de la vida cristiana y las obras buenas realizadas con esp\u00edritu sobrenatural son eficaces para atraer a los hombres a la fe y a Dios\u201d (CIC 2044).
                          \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Es un deber que se desprende de la misma fe: guardarla, vivirla, testimoniarla (CIC 1816; 2087). El cristiano no debe avergonzarse \u201cdel testimonio del Se\u00f1or\u201d (2Tim 1,8); en las situaciones que exigen dar testimonio de la fe, el cristiano debe profesarla sin ambig\u00fcedad (CIC 2471). \u201cEl deber de los cristianos de tomar parte en la vida de la Iglesia los impulsa a actuar como testigos del Evangelio y de las obligaciones que de \u00e9l se derivan. Este testimonio es transmisi\u00f3n de la fe en palabras y obras. El testimonio es un acto de justicia que establece o da a conocer la verdad: \u201cTodos los fieles cristianos, donde quiera que vivan, est\u00e1n obligados a manifestar con el ejemplo de su vida y el testimonio de su palabra al hombre nuevo del que se revistieron en el bautismo y la fuerza del Esp\u00edritu Santo que les ha fortalecido con la confirmaci\u00f3n\u201d (AG 11)\u201d (CIC 2472).
                          \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 El servicio y el testimonio de la fe son requisitos para la salvaci\u00f3n: \u201cTodo aquel que se declare por m\u00ed antes los hombres, yo tambi\u00e9n me declarar\u00e9 por \u00e9l ante mi Padre que est\u00e1 en los cielos\u201d (Mt 10,32) (CIC 1816).
                          \n 
                          \nLo que el CIC acent\u00faa lo podemos resumir en tres puntos:
                          \n– El testimonio tiene como punto de arranque la confesi\u00f3n en la resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas, es decir, el bautismo y la confirmaci\u00f3n.
                          \n– El testimonio, por peque\u00f1o se sea, es la manera de vivir en la realidad la vida cristiana. No puede no existir testimonio cristiano si hay vivencia de la vida bautismal.
                          \n– El testimonio de los bautizados es necesario para el anuncio y para el cumplimiento de la misi\u00f3n de la Iglesia. Gracias a \u00e9l, otros hombres y mujeres se pueden abrir al mensaje de Jes\u00fas y buscar a Dios.
                          \n <\/p>\n

                            \n
                          1. El Directorio General para la Catequesis<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                            El d\u00eda 15 de agosto de 1997 firmaba Juan Pablo II el Directorio General para la Catequesis<\/em><\/a> (DGC). La fecha de firma del Directorio <\/em>coincide con la de la Carta Apost\u00f3lica Laetemur<\/em> magnopere <\/em>\u00a0con la que se aprobaba la edici\u00f3n t\u00edpica del Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica. <\/em>No obstante, primero se present\u00f3 en p\u00fablico el Catecismo<\/em> (8 de septiembre de 1997), y posteriormente el Directorio <\/em>(18 de septiembre de 1997).
                            \nEs interesante observar que hay una diferencia de 10 d\u00edas en la presentaci\u00f3n de estos dos textos. Se hace coincidir en el tiempo tanto el Directorio, <\/em>instrumento de orientaci\u00f3n de la catequesis \u00a0para la Iglesia cat\u00f3lica, como el instrumento o referencia de los contenidos de la catequesis, el Catecismo<\/em>.
                            \nNos importa rastrear en el DGC qu\u00e9 se dice del testimonio<\/em>, ya que su finalidad es orientar y regir la acci\u00f3n la acci\u00f3n pastoral, m\u00e1s en concreto, la catequesis.
                            \n <\/p>\n

                              \n
                            1. a) D\u00f3nde se sit\u00faa el testimonio<\/em><\/li>\n<\/ol>\n

                              El testimonio arranca de la misi\u00f3n primordial de la Iglesia, que es anunciar y ser testimonio de Dios ante el mundo<\/a>, y es un elemento de la evangelizaci\u00f3n<\/a> junto al anuncio, la palabra, los sacramentos. La importancia del testimonio en la evangelizaci\u00f3n es fundamental para la catequesis porque manifiesta que el testigo ha asumido una nueva manera de ser\u00a0 y de vivir propia de los cristianos<\/a>. Lo espec\u00edfico del testimonio, tanto de la Iglesia como del bautizado, es el encuentro personal con Dios y la permanente uni\u00f3n con \u00e9l<\/a> que transforma toda la existencia.
                              \n <\/p>\n

                                \n
                              1. b) Testimonio y catequesis<\/em><\/li>\n<\/ol>\n

                                El testimonio es un elemento de la evangelizaci\u00f3n, como acabamos de ver. Al hablar de \u00e9l desde el \u00e1ngulo espec\u00edfico de la catequesis podemos se\u00f1alar alguna peculiaridad, no tanto en lo que es esencial al testimonio (manifestaci\u00f3n de la comuni\u00f3n e intimidad con Jesucristo que la persona mantiene), sino en cuanto a lo que es propio de la catequesis. La finalidad de la catequesis es justamente \u201cponer a uno no solo en contacto, sino en comuni\u00f3n, en intimidad con Jesucristo\u201d<\/a>. \u00bfQu\u00e9 aporta la catequesis para alcanzar el objetivo?
                                \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Una comunidad que es para el bautizando o catec\u00fameno \u201cfuente, lugar y meta\u2026 lugar visible del testimonio de la fe\u2026\u201d
                                <\/a>. En alg\u00fan momento se define a la comunidad cristiana como \u201ccatequesis viviente\u201d<\/a>.
                                \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Un catequista<\/em> formado de tal manera que \u201csu acci\u00f3n brote, en verdad, del testimonio de su vida\u201d
                                <\/a>. El testimonio de los catequistas es considerado de tal manera que se le denomina \u201cpatrimonio de pedagog\u00eda de la fe\u201d<\/a>. Si todos los miembros de la comunidad han de dar testimonio de la fe, no todos reciben la misi\u00f3n de ser catequistas<\/a>.
                                \n 
                                \nResumiendo, podemos decir que el DGC sintetiza la reflexi\u00f3n sobre la evangelizaci\u00f3n del momento eclesial en que aparece. El Directorio entiende el testimonio como un elemento de la evangelizaci\u00f3n, que unas veces precede al anuncio
                                <\/a> y otras sigue al anuncio, pero siempre es elemento verificador de la fe de la persona. El testimonio de la comunidad y del catequista son imprescindibles (catequesis viviente) en la acci\u00f3n catequ\u00e9tica.
                                \n <\/p>\n

                                  \n
                                1. Lineamenta<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                                  La XIII Asamblea General Ordinaria o S\u00ednodo de los Obispos de 2012, sobre La nueva evangelizaci\u00f3n para la transmisi\u00f3n de la fe cristiana<\/em>, tuvo como documento previo para suscitar la reflexi\u00f3n y preparaci\u00f3n los Lineamenta<\/em><\/a>.<\/em>Advertimos desde el inicio que no se trata de un documento magisterial. <\/em>De todas formas, me ha parecido importante asomarme a \u00e9l puesto que recoge \u201cel sentir\u201d (no un cuerpo doctrinal) de la Iglesia en el momento de abordar la reflexi\u00f3n sinodal sobre la nueva evangelizaci\u00f3n y la transmisi\u00f3n de la fe. El tema del S\u00ednodo de 2012 se sit\u00faa en la l\u00ednea de los dos S\u00ednodos precedentes: el del 1974 y el de 1977, agrupando en una \u00fanica tem\u00e1tica lo que la Iglesia reflexion\u00f3 en dos s\u00ednodos: evangelizaci\u00f3n (1974), catequesis (1977).
                                  \n <\/p>\n

                                    \n
                                  1. a) Nueva evangelizaci\u00f3n<\/em><\/li>\n<\/ol>\n

                                    Lo primero que hay que destacar es la novedad de vocabulario respecto a los S\u00ednodos mencionados del final del siglo XX. Nueva evangelizaci\u00f3n <\/em>\u00a0es una terminolog\u00eda nueva. De hecho, Lineamenta<\/em> se encarga de precisar el significado de la expresi\u00f3n. Hay muchas definiciones de nueva evangelizaci\u00f3n <\/em>a lo largo del documento<\/a>.\u00a0 Destacamos una que puede englobar a todas las dem\u00e1s: \u201cLa nueva evangelizaci\u00f3n es una acci\u00f3n sobre todo espiritual, es la capacidad de hacer nuestros, en el presente, el coraje y la fuerza de los primeros cristianos, de los primeros misioneros\u2026 es una acci\u00f3n que exige un proceso de discernimiento acerca del estado de salud del cristianismo, la evaluaci\u00f3n de los pasos realizados y de las dificultades encontradas\u201d<\/a> . Ya vemos en la definici\u00f3n una orientaci\u00f3n que estar\u00e1 muy presente en todo el documento: subrayar que se trata de una acci\u00f3n sobre todo espiritual.<\/em>
                                    \n\u00a0<\/em><\/p>\n

                                      \n
                                    1. b) Realizar experiencia de Dios<\/em><\/li>\n<\/ol>\n

                                      Lo que en definitiva se pregunta la comunidad eclesial en la presente realidad que vive es c\u00f3mo posibilitar la realizaci\u00f3n de la experiencia de Dios a los hombres y mujeres de nuestro mundo. Al hacerse la pregunta, parece que la respuesta incluye un principio b\u00e1sico: imposible posibilitar la experiencia de Dios sin manifestar primero (o a la vez) una experiencia de Dios vivida y visible. La interrogaci\u00f3n mira al presente y al futuro, y cuenta con la riqueza de la historia de la Iglesia. Por otra parte, si hablamos de nueva evangelizaci\u00f3n no es por ret\u00f3rica, sino por celo misionero para poder cumplir hoy el mandato del Se\u00f1or: \u201cId y haced disc\u00edpulos\u201d (Mt 28,19-20). La nueva evangelizaci\u00f3n ha sido siempre presentada, cada vez con mayor claridad, como el instrumento gracias al cual es posible hacer frente a los desaf\u00edos de un mundo en acelerada transformaci\u00f3n y como camino para vivir el don de ser congregados por el Esp\u00edritu Santo para realizar la experiencia de Dios, que es para nosotros Padre, dando testimonio y proclamando a todos la buena noticia \u2013el Evangelio- de Jesucristo<\/a> .
                                      \n <\/p>\n

                                        \n
                                      1. c) Acentuaciones<\/em><\/li>\n<\/ol>\n

                                        A la hora de responder a la pregunta de c\u00f3mo facilitar la experiencia de Dios y la transmisi\u00f3n de la fe, advertimos algunas claras acentuaciones en relaci\u00f3n con el tema del testimonio que a nosotros nos interesa:
                                        \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La presencia y acci\u00f3n del Esp\u00edritu<\/em>. La evangelizaci\u00f3n no es solo esfuerzo de creyentes, sino acci\u00f3n de Dios por su Esp\u00edritu: \u201cLa Iglesia no asume solo el papel de actor, de sujeto de proclamaci\u00f3n, sino tambi\u00e9n el rol reflexivo de la escucha y del discipulado\u2026La Iglesia es fruto visible de esa ininterrumpida obra de evangelizaci\u00f3n que el Esp\u00edritu gu\u00eda a trav\u00e9s de la historia, para que el pueblo de los redimidos d\u00e9 testimonio de la memoria viva del Dios de Jesucristo\u201d
                                        <\/a>. \u00a0La Iglesia es consciente de que la direcci\u00f3n de la acci\u00f3n evangelizadora corresponde al Esp\u00edritu: en \u00e9l conf\u00eda para reconocer los instrumentos, los tiempos y los espacios de aquel anuncio que ella est\u00e1 llamada a emprender<\/a>.
                                        \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00a0La conversi\u00f3n de la Iglesia. <\/em>Ya Pablo VI hab\u00eda dicho: \u201cLa Iglesia siempre tiene necesidad de ser evangelizada, si quiere conservar su frescor, su impulso y su fuerza para anunciar el Evangelio\u201d (EN 15). En esta misma l\u00ednea podemos leer expresiones como: \u201cLa pregunta acerca de la transmisi\u00f3n de la fe, que no es una empresa individualista y solitaria, sino m\u00e1s bien una acontecimiento comunitario, eclesial, no debe orientar las respuestas en el sentido de la b\u00fasqueda de estrategias comunicativas eficaces y ni siquiera debe centrar la atenci\u00f3n anal\u00edticamente en los destinatarios, por ejemplo los j\u00f3venes, sino que debe ser formulada como una pregunta que se refiere al sujeto encargado de esta operaci\u00f3n espiritual. Debe transformarse en una pregunta de la Iglesia sobre s\u00ed misma. Esto permite encuadrar el problema de manera no extr\u00ednseca, sino correctamente, porque cuestiona a toda la Iglesia en su ser y en su vivir\u201d
                                        <\/a>. Y otro: \u201cLa nueva evangelizaci\u00f3n es el nombre dado a esta nueva atenci\u00f3n de la Iglesia a su misi\u00f3n fundamental, a su identidad y raz\u00f3n de ser\u201d<\/a>. La transmisi\u00f3n de la fe es una experiencia que impulsa a la Iglesia y a cada bautizado a descubrir continuamente la propia identidad, la presencia de Cristo entre nosotros, el rostro de Dios que es nuestro Padre<\/a>.
                                        \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Presencia consciente y responsable en el mundo. \u201c<\/em>La nueva evangelizaci\u00f3n es una actitud, un estilo audaz. Es la capacidad de parte del cristianismo de saber leer y descifrar los nuevos escenarios que en estas \u00faltimas d\u00e9cadas han surgido dentro de la historia humana, para habitarlos y transformarlos en lugares de testimonio y de anuncio del Evangelio\u201d
                                        <\/a> . \u201cNueva evangelizaci\u00f3n<\/em> es sin\u00f3nimo de renovaci\u00f3n espiritual de la vida de fe de las Iglesias locales, de puesta en marcha de caminos de discernimiento de los cambios que est\u00e1n afectando la vida cristiana en varios contextos culturales y sociales, de relectura de la memoria de la fe, de asunci\u00f3n de nuevas responsabilidades y energ\u00edas en vista de una proclamaci\u00f3n gozosa y contagiosa del Evangelio de Jes\u00fas\u201d<\/a>.
                                        \n\u00a0<\/em><\/p>\n

                                          \n
                                        1. d) Testimonio<\/em><\/li>\n<\/ol>\n

                                          –\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Es dif\u00edcil desgajar en un apartado espec\u00edfico el concepto de testimonio en Lineamenta<\/em>. El testimonio es un todo, un conjunto, una manera de ser, vivir, estar en el mundo como bautizados y creyentes, como comunidad nacida de la Resurrecci\u00f3n. Esta es la originalidad que presenta Lineamenta<\/em>. <\/em>Quien ama la propia fe se preocupar\u00e1 tambi\u00e9n de transmitirla, de llevarla a otros y\u00a0 permitir a los otros participar en ella. \u201cLa falta de celo misionero es carencia de celo por la fe\u201d<\/a>. Nueva evangelizaci\u00f3n \u201ces el esfuerzo de renovaci\u00f3n que la Iglesia est\u00e1 llamada a hacer para estar a la altura de los desaf\u00edos que el contexto sociocultural pone a la fe cristiana, a su anuncio y a su testimonio, en correspondencia con los fuertes cambios que est\u00e1n teniendo lugar\u201d<\/a>.
                                          \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 El t\u00e9rmino testimonio<\/em> va muy unido a la expresi\u00f3n de san Pedro \u201cdar explicaci\u00f3n a todo el que os pida raz\u00f3n de vuestra esperanza\u201d (1Pe 3,15). Se habla de un \u201cnuevo estilo\u201d de responder con delicadeza y con respeto, teniendo buena conciencia (1Pe 3,16), con fuerza humilde que proviene de la uni\u00f3n con Cristo en el Esp\u00edritu. El \u201cnuevo estilo\u201d es descrito as\u00ed: \u201cEl nuevo estilo debe ser global, es decir, debe abrazar el pensamiento y la acci\u00f3n, los comportamientos personales y el testimonio p\u00fablico, la vida interna de nuestras comunidades y su impulso misionero, la atenci\u00f3n educativa y la entrega cuidadosa a los pobres, la capacidad de cada cristiano para tomar la palabra en los contexto en los cuales vive y trabaja con el fin de comunicar el don cristiano de la esperanza\u201d
                                          <\/a>.
                                          \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Ser\u00e1 posible el testimonio si somos capaces de cuestionar
                                          <\/a> lo que hacemos y el rostro de Dios que anunciamos\u2026, de repensar su acci\u00f3n\u2026, aunque est\u00e9 consolidada y estandarizada. La nueva evangelizaci\u00f3n es lo contrario a la autosuficiencia y al repliegue sobre s\u00ed mismo, a la mentalidad del status quo<\/em> y a una concepci\u00f3n pastoral que considera suficiente seguir haciendo las cosas como siempre han sido hechas<\/a>.
                                          \n 
                                          \nA manera de resumen, tenemos que decir que Lineamenta<\/em> mira muy de cerca a Evangelii<\/em> nuntiandi<\/em>. En esa Exhortaci\u00f3n encuentra la fuente de su reflexi\u00f3n, la profundiza y la actualiza para nuestro hoy. Como ejes de fondo que recorren todo su pensamiento, en lo que se refiere a nuestro tema de estudio, podemos destacar:
                                          \n– El protagonismo del Esp\u00edritu en la misi\u00f3n evangelizadora de la Iglesia, lo que hace irreductible la tarea evangelizadora a acciones y a m\u00e9todos puramente humanos o t\u00e9cnicos.
                                          \n– La dimensi\u00f3n de conversi\u00f3n al Evangelio y vivencia de este por parte de la Iglesia, lo cual es una invitaci\u00f3n a permanecer constantemente en actitud de discipulado, de continua evangelizaci\u00f3n para conservar su frescor, su impulso y su fuerza para anunciar el Evangelio.
                                          \n– La conciencia de ser una Iglesia inmersa en el mundo sin miedo ni repliegues sobre s\u00ed misma, en continuo ejercicio de discernimiento y confrontaci\u00f3n entre lo que cree, la forma de vivirlo y las realidades terrenas en las que est\u00e1 implantada.
                                          \n– El nuevo estilo de testimonio global, es decir, que abarque el pensamiento, la acci\u00f3n, los comportamientos, la vida interna de la misma comunidad.
                                          \n 
                                          \nConclusiones<\/strong>
                                          \n 
                                          \n– El magisterio reciente de la Iglesia est\u00e1 atravesado a lo largo del tiempo y de los diversos documentos por una continua referencia a los testigos y a la acci\u00f3n de estos: el testimonio.
                                          \n– Ser testigo y dar testimonio pertenece a la esencia del bautizado, del incorporado al misterio de Dios, a trav\u00e9s de su Hijo y por la acci\u00f3n del Esp\u00edritu y la mediaci\u00f3n de la Iglesia. En este sentido, el testimonio no es algo exigido desde fuera, por una imposici\u00f3n o mandato, por un voluntarismo (\u201c\u00a1Hay que dar testimonio! \u00a1Hay que ser buenos! \u00a1Hay que dar ejemplo!\u201d), sino que es sencillamente una consecuencia inherente a la vivencia bautismal.
                                          \n– El testimonio es una presencia humilde, como fermento, pero al mismo tiempo una presencia muy enraizada en la realidad donde vive el bautizado; el testimonio es una prueba visible de la acci\u00f3n del Esp\u00edritu en la persona que es capaz de cambiar el coraz\u00f3n hasta transformarlo seg\u00fan el modelo de vida de Jesucristo.
                                          \n– Existe una continuidad de reflexi\u00f3n sobre el testimonio que nace de la profundizaci\u00f3n en las fuentes y ra\u00edces que sustentan el testimonio: la vida de Jes\u00fas, el mandato de Jes\u00fas a los suyos de que la Iglesia anuncie a todos la Buena Nueva, la incorporaci\u00f3n a la Iglesia por el bautismo y la confirmaci\u00f3n, la vivencia personal y comunitaria de alianza y relaci\u00f3n con el Padre, a trav\u00e9s de Jes\u00fas y por la fuerza del Esp\u00edritu.
                                          \n– S\u00ed se percibe en algunos documentos (EN y Lineamenta<\/em>) una acentuaci\u00f3n del testimonio de la Iglesia y de cada bautizado en el momento presente. As\u00ed, en el cap\u00edtulo titulado medios de evangelizaci\u00f3n<\/em>, EN pone como primer medioel testimonio de vida de la Iglesia. <\/em>Mart\u00edn Velasco hace una interesante reflexi\u00f3n sobre la prioridad del testimonio en el momento actual: \u201cLa eficacia del testimonio \u2013en el caso del testimonio religioso\u2013 me parece que reside en el hecho de que, al poner la propia vida como garant\u00eda de la fidelidad a la persona de la que se da testimonio, se pone ante los destinatarios del mismo un acto en el que el sujeto realiza el reconocimiento de Dios como Dios y transparenta el descentramiento absoluto, el trascendimiento absoluto de s\u00ed que caracteriza a la actitud creyente. De esta forma, el testimonio no transmite la fe, ni la suscita de forma autom\u00e1tica; tal transmisi\u00f3n eliminar\u00eda la fe, que solo puede existir como el acto m\u00e1s libre de la persona. Pero la eficacia del testimonio reside en que refleja el absoluto de Dios como no podr\u00eda reflejarlo ninguna otra realidad humana; transparenta la Presencia originante, a la que el creyente-testigo consiente como ninguna otra acci\u00f3n podr\u00eda hacerlo. De esa forma, el testimonio constituye la m\u00e1s adecuada y eficaz invitaci\u00f3n a la fe, la m\u00e1s perfecta propuesta de la fe que pueda darse. En el testimonio, la \u201chuella de la Presencia, presentida en la realidad de la existencia del testigo, transparenta esa Presencia y constituye su m\u00e1s cercana se\u00f1al y la m\u00e1s eficaz invitaci\u00f3n a su reconocimiento\u201d
                                          <\/a>. Por decirlo con palabras de la EN, el testimonio es exigido<\/em> hoy de una manera m\u00e1s fuerte porque: a) \u201cel hombre contempor\u00e1neo escucha m\u00e1s a gusto a los que dan testimonio que a los que ense\u00f1an, o si escucha a los que ense\u00f1an es porque dan testimonio\u201d<\/a>; b) el testimonio es la prueba de \u201cfidelidad a Jesucristo, de pobreza y despego de los bienes materiales, de libertad frente a los poderes del mundo, en una palabra: de santidad\u201d<\/a>.
                                          \n– El testimonio es propio de todo bautizado <\/em>y es un elemento<\/em> del complejo proceso de evangelizaci\u00f3n. Pueden darse acentuaciones, matices, pero es necesario un equilibrio sin exclusivismos, como podr\u00eda ser: \u201cTal colectivo eclesial es el que tiene que dar testimonio, nosotros no\u201d. Argumentos de este tipo olvidan algo esencial: el testimonio tiene como fuente el bautismo com\u00fan a todo bautizado, no la funci\u00f3n que se realiza en la Iglesia. Es la Iglesia entera, y cada uno de sus miembros, la que est\u00e1 llamada a dar testimonio de vida aut\u00e9nticamente cristiana, \u201centregada a Dios en una comuni\u00f3n que nada debe interrumpir y a la vez consagrada igualmente al pr\u00f3jimo con un celo sin l\u00edmites\u201d
                                          <\/a>.
                                          \n 
                                          \n\u00c1LVARO GINEL VIELVA
                                          \n 
                                          \n 
                                          \n
                                          <\/a> http:\/\/www.vatican.va\/roman_curia\/synod\/documents\/rc_synod_doc_20110202_lineamenta-xiii-assembly_sp.html. Yo utilizar\u00e9, para citar en este trabajo, la edici\u00f3n\u00a0 espa\u00f1ola hecha por la BAC, Madrid 2012.
                                          \n
                                          <\/a> S\u00ednodo de los Obispos. XIII Asamblea General Ordinaria, La nueva evangelizaci\u00f3n para la transmisi\u00f3n de la fe cristiana. Lineamenta, <\/em>Edici\u00f3n BAC, Madrid 2012, p. 24.
                                          \n
                                          <\/a> EN 80.
                                          \n
                                          <\/a> http:\/\/www.vatican.va\/archive\/hist_councils\/ii_vatican_council\/documents\/vat-ii_const_19641121_lumen-gentium_sp.html
                                          \n
                                          <\/a> JOS\u00c9 M. \u00c1BREGO DE LACY, \u201cTestimonio\u201d, en Nuevo Diccionario de Catequ\u00e9tica, <\/em>Ed. San Pablo, Madrid 1999, p. 2208.
                                          \n
                                          <\/a> http:\/\/www.vatican.va\/archive\/hist_councils\/ii_vatican_council\/documents\/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html
                                          \n
                                          <\/a>\u00a0 PABLO VI, Evangelii<\/em> nuntiandi <\/em>(La evangelizaci\u00f3n del mundo contempor\u00e1neo), PPC, Madrid 1975.
                                          \nhttp:\/\/www.vatican.va\/holy_father\/paul_vi\/apost_exhortations\/documents\/hf_p-vi_exh_19751208_evangelii-nuntiandi_sp.html
                                          \nIII Asamblea General Ordinaria del S\u00ednodo: 27 de septiembre al 26 de octubre de 1974. La Exhortaci\u00f3n Apost\u00f3lica aparece el 18 de diciembre de 1975. En ese momento conflu\u00edan en la Iglesia varios acontecimientos: clausura del A\u00f1o Santo, que desbord\u00f3 las mejores previsiones; la celebraci\u00f3n de los diez a\u00f1os de clausura del Vaticano II; el primer aniversario de la clausura del S\u00ednodo de la evangelizaci\u00f3n, el que m\u00e1s inter\u00e9s hab\u00eda suscitado en la Iglesia hasta ese momento.
                                          \n 
                                          \n
                                          <\/a> JUAN PABLO II, Catechesi<\/em> tradendae. Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica sobre la catequesis hoy<\/em>. http:\/\/www.vatican.va\/holy_father\/john_paul_ii\/apost_exhortations\/documents\/hf_jp-ii_exh_16101979_catechesi-tradendae_sp.html<\/em>
                                          \n
                                          <\/a> El s\u00ednodo de 1977 quer\u00eda ser una continuaci\u00f3n y concreci\u00f3n en su aspecto catequ\u00e9tico del de 1974. Despu\u00e9s del S\u00ednodo, varios acontecimientos hicieron que la reflexi\u00f3n post sinodal sufriera variaciones. En primer lugar, Pablo VI, el Papa que hab\u00eda convocado el S\u00ednodo y firmado la Exhortaci\u00f3n Apost\u00f3lica Evangelii<\/em> nuntiandi, <\/em>muere el 6 de agosto de 1978. Le sucede Juan Pablo I el 26 de agosto de 1978, pero muere el 28 de septiembre, un mes despu\u00e9s, sin poder ofrecer a la Iglesia la reflexi\u00f3n sinodal. El 16 de septiembre de 1978 es elegido Juan Pablo II, que publicar\u00e1 Catechesi<\/em> tradendae<\/em> el 16 de octubre de 1979. Tres Pont\u00edfices tuvieron sobre la mesa esta Exhortaci\u00f3n fruto del S\u00ednodo de 1977.
                                          \n
                                          <\/a> http:\/\/www.vatican.va\/archive\/catechism_sp\/index_sp.html. Edici\u00f3n en papel: Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica, <\/em>Asociaci\u00f3n de Editores del Catecismo, Bilbao, edici\u00f3n 2006.
                                          \n
                                          <\/a> Carta apost\u00f3lica Laetamur<\/em> magnopere <\/em>por la que se aprueba la edici\u00f3n t\u00edpica latina del Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica, p. IX, edici\u00f3n de papel.
                                          \n
                                          <\/a> http:\/\/www.vatican.va\/roman_curia\/congregations\/cclergy\/documents\/rc_con_ccatheduc_doc_ 17041998_directory-for-catechesis_sp.html
                                          \nEdici\u00f3n en papel, CONGREGACI\u00d3N PARA EL CLERO, Directorio General para la Catequesis, <\/em>Librer\u00eda Editrice Vaticana, Madrid 1997. El sentido y oportunidad de la aparici\u00f3n delDirectorio <\/em>se encuentra en el Prefacio <\/em>(DGC 1-13) que firma el Pro-Prefecto de la Congregaci\u00f3n para el Clero.
                                          \n
                                          <\/a> DGC 23.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. DGC 39, 46, 50
                                          \n
                                          <\/a> Cf. DGC 48, 87.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. DGC 26.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. DGC 80.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. DGC 158.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. DGC 141.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. DGC 239.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. DGC 141.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. DGC 221.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. DGC 46.
                                          \n
                                          <\/a> http:\/\/www.vatican.va\/roman_curia\/synod\/documents\/rc_synod_doc_20110202_lineamenta-xiii-assembly_sp.html
                                          \nEdici\u00f3n en papel: cfr. Lineamenta<\/em>, <\/em>BAC-documentos, Madrid 2011.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. pp. 18, 31, 32, 50\u2026
                                          \n
                                          <\/a> Ib\u00eddem<\/em>, <\/em>p. 31.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, <\/em>p. 18.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, <\/em>p. 22. Pablo VI, escribi\u00f3: No habr\u00e1 evangelizaci\u00f3n posible sin la acci\u00f3n del Esp\u00edritu Santo\u2026 El Esp\u00edritu Santo es el agente principal de la evangelizaci\u00f3n (EN 75).
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, <\/em>pp. 22-23.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, <\/em>p. 20.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, <\/em>p. 50.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, <\/em>p. 58.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, p. 36.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, p. 32.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, p. 50.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, p. 32.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, <\/em>p. 70.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, p. 24.
                                          \n
                                          <\/a> Cf. ib\u00eddem<\/em>, p. 51.
                                          \n
                                          <\/a> JUAN MART\u00cdN VELASCO, La transmisi\u00f3n de la fe en la sociedad contempor\u00e1nea, <\/em>Sal Terrae, Santander 2002, pp. 98-99.
                                          \n
                                          <\/a> EN\u00a0 41.
                                          \n
                                          <\/a> EN 41.
                                          \n
                                          <\/a> EN 41.<\/p>\n

                                          Misi\u00f3n Joven. N\u00famero 443. Diciembre 2013<\/strong><\/span><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

                                          \u00c1lvaro Ginel Vielva Director de la revista CATEQUISTAS \u00a0 S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO. El autor, experto conocedor de la catequesis, hace un recorrido por el tratamiento que los documentos del Magisterio de la Iglesia han dado a los conceptos de \u201ctestimonio\u201d y de \u201ctestigo\u201d desde el Concilio hasta nuestros d\u00edas: los textos conciliares Lumen gentium,Gaudium et […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[142,1718,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6486"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=6486"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6486\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=6486"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=6486"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=6486"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}