El Concilio Vaticano II<\/strong><\/li>\n<\/ol>\nLa primera mirada la tenemos que dirigir al Magisterio del Concilio Vaticano II. Nos centramos en el documento conciliar sobre la Iglesia.<\/p>\n
\n- a) Lumen gentium<\/em><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
En la constituci\u00f3n dogm\u00e1tica Lumen gentium<\/em>[4]<\/a>, el Concilio quiso proclamar \u201ccon toda precisi\u00f3n a sus fieles y a todo el mundo su naturaleza y su misi\u00f3n universal\u201d (LG 1). Sin mencionar la palabra testimonio cuando se habla de la Iglesia y su naturaleza, s\u00ed se dice que \u201c(la Iglesia) recibe la misi\u00f3n de anunciar el Reino de Cristo y de Dios, de establecerlo en medio de todas las gentes, y constituye en la tierra el germen y el principio de este reino\u201d (LG 5). La misi\u00f3n de la Iglesia es anunciar, establecer y ser germen del Reino en el aqu\u00ed y ahora: en medio de todas las gentes<\/em>. Estar en medio, <\/em>ser visible como luz y sal (Mt 5,13-16) es tarea primera eclesial que tendr\u00e1 concreciones seg\u00fan tiempos y espacios.
\nEncontramos la palabra testigo <\/em>expl\u00edcitamente en el cap\u00edtulo dedicado a los laicos<\/em>: \u201cEl apostolado de los laicos es la participaci\u00f3n en la misma misi\u00f3n salv\u00edfica de la Iglesia, a cuyo apostolado todos est\u00e1n llamados por el mismo Se\u00f1or en raz\u00f3n del bautismo y de la confirmaci\u00f3n\u2026 As\u00ed pues, todo laico, por los mismos dones que le han sido conferidos, se convierte en testigo <\/em>e instrumento vivo, a la vez, de la misi\u00f3n de la misma Iglesia en la medida del don de Cristo (Ef 4,7)<\/em>\u201d (LG 33). La palabra testigo <\/em>es empleada en referencia directa a los laicos y expresa su\u00a0 participaci\u00f3n en la misi\u00f3n de la Iglesia por raz\u00f3n del bautismo y de la confirmaci\u00f3n. Podemos decir que el testimonio es la verificaci\u00f3n pr\u00e1ctica de la misi\u00f3n de la Iglesia. Cuando \u201cla misi\u00f3n de la Iglesia\u201d deja de ser una idea y deviene realidad, tenemos al testigo y con \u00e9l, el testimonio. La ra\u00edz y la raz\u00f3n del testimonio de los laicos arrancan de los sacramentos recibidos, no de otra \u201cdelegaci\u00f3n\u201d recibida. En estos dos sacramentos est\u00e1 el origen de todo; el apostolado no es un a\u00f1adido a la vida cristiana. Es la forma de ser Iglesia <\/em>del laico. No es algo que se confiere, que se manda, que se da o a\u00f1ade a la identidad cristiana por una autoridad; es algo que se es.
\nM\u00e1s adelante podemos leer: \u201cCristo, Profeta grande, que por el testimonio de su vida y por la virtud de su palabra proclam\u00f3 el Reino del Padre, cumple su misi\u00f3n prof\u00e9tica hasta la plena manifestaci\u00f3n de la gloria no solo a trav\u00e9s de la jerarqu\u00eda, que ense\u00f1a en su nombre y con su potestad,\u00a0 sino tambi\u00e9n por medio de los laicos a quienes, por ello, constituye en testigos y les ilumina con el sentido de la fe y la gracia de la palabra para que la virtud del Evangelio brille en la vida cotidiana, familiar y social\u201d (LG 35).
\nEl testimonio de la Iglesia es la continuidad del testimonio de Cristo. Parece, seg\u00fan este texto, que hay varias formas de ser testigo en la Iglesia o de participar\u00a0 en el testimonio que es Cristo: el jer\u00e1rquico y el laical. El testimonio laical no es voluntarismo perfeccionista o exterioridad, sino don u obra de Cristo profeta que hace que el mensaje del Evangelio brille en la vida cotidiana, familiar y social.
\nNo se impone uno a s\u00ed mismo la tarea de dar testimonio. El testimonio es acci\u00f3n de Dios en el bautizado. Ser testigo y dar testimonio no es ocurrencia personal: tiene un origen, que es el testimonio del mismo Cristo en la forma de anunciar el reino; tiene tambi\u00e9n un \u00e1mbito: el seno de la Iglesia. Cristo es el que constituye en testigos a todos los bautizados. En Cristo, Dios se ha hecho visible; en el bautizado, Cristo se hace visible y cercano entre los hombres y mujeres de hoy por la fuerza del Esp\u00edritu. De este modo podemos decir que el testimonio es la obra del Esp\u00edritu que se manifestaba en Jes\u00fas y que \u00e9l entreg\u00f3 a su Iglesia[5]<\/a>.
\n
\nPodemos sintetizar el pensamiento de Lumen gentium <\/em>diciendo que el testimonio de los bautizados no arranca de un imperativo de acci\u00f3n pastoral, ni de la necesidad de hacer algo; sencillamente mana de lo que se es: bautizado, incorporado a la vida y misi\u00f3n de Jes\u00fas y de su Iglesia. Viviendo su bautismo, ya el bautizado da testimonio.
\n\u00a0<\/em><\/strong><\/p>\n\n- b) Ad gentes<\/em><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
El decreto Ad gentes<\/em>[6]<\/a> habla sobre la Iglesia enviada por Dios \u201ca las gentes\u201d para ser \u201csacramento universal de salvaci\u00f3n\u201d. Dedica los n\u00fameros 11 y 12 al testimonio cristiano.
\nEl horizonte desde el que se habla de la Iglesia es su aspecto misionero, es decir, una Iglesia enviada a lugares y personas donde el nombre de Dios no es conocido y debe anunciarse la salvaci\u00f3n y vida tra\u00eddas por Jes\u00fas.
\nTestimonio as\u00ed se convierte en estar presentes<\/em>, \u201cen manifestar con el ejemplo de su vida y el testimonio de la palabra el hombre nuevo de que se revistieron por el bautismo y la virtud del Esp\u00edritu Santo, por quien han sido fortalecidos por la confirmaci\u00f3n\u201d (AG 11).
\nEl testimonio es un \u201ccombinado\u201d de presencia, de ejemplo de vida, de testificaci\u00f3n de palabra de la fe que les anima.
\n
\nSi se analizan las sugerencias que el decreto Ad gentes<\/em> propone de c\u00f3mo estar presente y dar testimonio, observamos concreciones como: sentirse pueblo, participar en la vida cultural y social, participaci\u00f3n en tradiciones t\u00edpicas reconociendo las semillas de la Palabra que en ellas hay e intentando llevarlas a una transformaci\u00f3n, escuchar el coraz\u00f3n de los hombres, conversar con ellos\u2026 No se habla de una presencia \u201cdesde la barrera\u201d, como observadores, sino de una presencia de encarnaci\u00f3n, de meterse dentro de la realidad sin perder identidad (sacramentos de la iniciaci\u00f3n) y sin perder la fuerza renovadora de todo (fermento en la masa, cf. Mt 13,33).
\n <\/p>\n\n- Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica Evangelii<\/em> nuntiandi<\/em><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Damos un salto y nos situamos en la reflexi\u00f3n posconciliar, a los diez a\u00f1os de terminado el Vaticano II. La Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica Evangelii<\/em> nuntiandi<\/em>[7]<\/a> (EN) es la s\u00edntesis que el papa Pablo VI ofreci\u00f3 a la Iglesia tras el s\u00ednodo sobre La evangelizaci\u00f3n en el mundo moderno.<\/em> Vamos a seguir la l\u00f3gica interna de la Exhortaci\u00f3n para ver c\u00f3mo se llena de contenido el t\u00e9rmino testimonio.<\/em> Estamos ante el documento que hoy sigue siendo referencia indiscutible a la hora de hablar de evangelizaci\u00f3n y de testimonio<\/em>, entendido este como uno de los elementos de la evangelizaci\u00f3n.
\nAl plantearnos las preguntas \u201cqu\u00e9 se entiende por testimonio\u201d y \u201cqu\u00e9 contenido le da la Exhortaci\u00f3n\u201d ahora analizada, destacamos estos elementos:
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/em><\/p>\n\n- a) El testimonio de Cristo: profec\u00eda y palabra de Dios realizada<\/em><\/li>\n<\/ol>\n
– El punto de arranque de la reflexi\u00f3n sobre el testimonio <\/em>en EN es la persona de Jes\u00fas, la conciencia que Jes\u00fas tiene de s\u00ed mismo: \u201cTengo que ir tambi\u00e9n a otras ciudades a llevarles la Buena Noticia del reino de Dios, pues para esto he sido enviado\u201d (Lc 4,43). Y un poco antes, en la sinagoga de Nazaret, reconoce que en \u00e9l se cumple la profec\u00eda de Isa\u00edas: \u201cEl Esp\u00edritu del Se\u00f1or est\u00e1 sobre m\u00ed porque me ha consagrado para llevar a los pobres la buena noticia de la salvaci\u00f3n\u201d (Lc 4,18.21; Is 61,1-2). As\u00ed pues, se siente con una misi\u00f3n<\/em> y con la plenitud<\/em> del Esp\u00edritu de Dios<\/em> que est\u00e1 sobre \u00e9l. Est\u00e1 unido al Padre. Toda su predicaci\u00f3n y sus gestos prof\u00e9ticos no son una invenci\u00f3n ni una ocurrencia personal: son misi\u00f3n, una revelaci\u00f3n: el querer del Padre sobre \u00e9l (cf. Jn 4,34); por tanto, son obediencia y cumplimiento de la promesa de alianza entre Dios y los hombres. Jes\u00fas tiene conciencia de que est\u00e1 enraizado en el Padre que le env\u00eda. Por eso puede testificar, y su testimonio ser\u00e1 profec\u00eda y palabra de Dios realizada, palabra de Dios que convoca, palabra de Dios que provoca ya sea la conversi\u00f3n o el rechazo.
\n– De lo que Jes\u00fas hace y manda hacer a los Doce, nace la Iglesia. Esta es \u201cun fruto normal, deseado, el m\u00e1s inmediato y el m\u00e1s visible: Id<\/em>, pues, ense\u00f1ad a todas las gentes<\/em>\u201d (EN 15). La Iglesia, por voluntad de Jes\u00fas, permanece en el mundo como signo, opaco y luminoso al mismo tiempo, de una nueva presencia de Jesucristo. En la Iglesia, nacida en el momento de su partida hacia el Padre, sigue su permanencia: \u201cEn ella (en la Iglesia, en la nueva comunidad nacida de la acogida de Jes\u00fas), la vida \u00edntima \u2013la vida de oraci\u00f3n, la escucha de la palabra y de las ense\u00f1anzas de los Ap\u00f3stoles, la caridad fraterna, el pan compartido- no tiene pleno sentido m\u00e1s que cuando se convierte en testimonio, provoca la admiraci\u00f3n y la conversi\u00f3n, se hace predicaci\u00f3n y anuncio de la buena nueva\u201d (EN 15).
\nTestimonio<\/em> es el reflejo exterior de la vida de comuni\u00f3n con el Padre. O, de otra manera, lo visible de lo \u00edntimo, relacional y personal de cada bautizado y de la Iglesia con el Dios trinitario. Por eso tiene enorme sentido la afirmaci\u00f3n de que el testimonio de la Iglesia depende de evangelizarse a s\u00ed misma; tiene necesidad de escuchar sin cesar lo que debe creer, las razones para esperar, el mandamiento nuevo del amor (cf. EN 15).
\n <\/p>\n\n- b) \u00bfC\u00f3mo evangeliza Jes\u00fas?<\/em><\/li>\n<\/ol>\n
Jes\u00fas lleva a cabo el anuncio y la proclamaci\u00f3n del Reino de Dios:
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Con sus palabras, que desvelan el secreto de Dios\u00a0 y sus designios y promesas (EN 11).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Con signos que provocan estupor: enfermos curados, agua convertida en vino, los peque\u00f1os son evangelizados, pan multiplicado y su propia resurrecci\u00f3n (EN 12).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Con una comunidad formada por los que han acogido con sinceridad la buena nueva y se re\u00fanen en nombre de Jes\u00fas para buscar juntos el reino, construirlo, vivirlo. Los evangelizados, se convierten en evangelizadores (EN 13).
\n <\/p>\n
\n- c) Importancia del testimonio<\/em><\/li>\n<\/ol>\n
Desde este planteamiento cristol\u00f3gico, EN desarrolla la importancia del testimonio en la acci\u00f3n evangelizadora de la Iglesia:
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 El testimonio forma parte de la evangelizaci\u00f3n<\/em>, no es un elemento aislado. Es constitutivo del complejo acto de evangelizaci\u00f3n, junto al anuncio expl\u00edcito, a la adhesi\u00f3n de coraz\u00f3n, a la formaci\u00f3n de la comunidad, a la renovaci\u00f3n de la humanidad (EN 24).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 No se anuncia a otros algo distinto de lo que se es<\/em>. El testimonio es la asimilaci\u00f3n e interiorizaci\u00f3n del mensaje de Jes\u00fas hecho vida visible: \u201cHoy, m\u00e1s que nunca, el testimonio de vida se ha convertido en una condici\u00f3n esencial con vistas a una eficacia real de la predicaci\u00f3n. Sin andar con rodeos, podemos decir que en cierta medida nos hacemos responsables del Evangelio que proclamamos\u201d (EN 76).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 El testimonio es una palabra sin palabras<\/em>, una pregunta provocadora o una afirmaci\u00f3n que corrobora la palabra: \u201cTodos los cristianos est\u00e1n llamados a este testimonio y, en este sentido, pueden ser verdaderos evangelizadores\u201d (EN 21).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Es un gesto inicial<\/em>, es decir, insuficiente; necesita de la palabra, de la explicaci\u00f3n; lo que Pedro llama \u201cdar raz\u00f3n de vuestra esperanza\u201d (1Pe 3,15). \u201cNo hay verdadera evangelizaci\u00f3n mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jes\u00fas de Nazaret, Hijo de Dios\u201d (EN 22).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Pablo VI, al se\u00f1alar los medios de evangelizaci\u00f3n, reconoce que la pregunta de c\u00f3mo evangelizar es siempre actual porque cambian las circunstancias de tiempo, lugar y cultura (EN 40). Dicho esto, afirma: \u201cPara la Iglesia el primer medio de evangelizaci\u00f3n consiste en un testimonio de vida aut\u00e9nticamente cristiana,<\/em>entregada a Dios en una comuni\u00f3n que nada debe interrumpir y a la vez consagrada igualmente al pr\u00f3jimo con un celo sin l\u00edmites\u201d (EN 41). El testimonio no depende del tiempo, ni de los lugares ni de las culturas. En todo contexto, es visible la conducta de las personas, la pobreza y el desprecio de los bienes materiales, la libertad frente a los poderes del mundo, la santidad de vida.
\n
\nEn resumen, Evangelii<\/em> nuntiandi<\/em> va trenzando poco a poco el concepto de testimonio comenzando por Jes\u00fas, que es el testimonio del Padre en medio de este mundo, especialmente entre los pobres. La relaci\u00f3n que mantiene con el Padre, y cuanto de \u00e9l nos revela, son el n\u00facleo del testimonio. Jes\u00fas es testimonio del Padre. De la misma manera, la vida \u00edntima de la comunidad de seguidores de Jes\u00fas es la prolongaci\u00f3n y continuaci\u00f3n del testimonio iniciado por Jes\u00fas. La novedad que refleja la comunidad de bautizados es la vida seg\u00fan el Evangelio. Una vida que manifiesta el cambio interior y que provoca en los otros un proceso de cambio interior hacia una vida \u00edntima con Dios: la oraci\u00f3n (relaci\u00f3n con el Padre a trav\u00e9s de Jes\u00fas y por la acci\u00f3n del Esp\u00edritu); la escucha de la Palabra y la fracci\u00f3n del pan, a ejemplo de la primera comunidad (cf. Hch 2,42); la caridad fraterna (cf. Hch 4,32-37).
\n <\/p>\n\n- Catechesi tradendae<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
La Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica Catechesi<\/em> tradendae <\/em>(CT) cre\u00f3 expectativa y fue deseada y esperada en la Iglesia. Su lectura produjo un cierto desconcierto porque reflejaba una sensibilidad un poco distinta de lo que EN hab\u00eda significado.
\nEs llamativa la ausencia de t\u00e9rminos como testigo <\/em>y testimonio <\/em>en la Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica[8]<\/a> Catechesi<\/em>tradendae,<\/em> fruto de la IV Asamblea General Ordinaria, o S\u00ednodo de los Obispos, del 30 de septiembre al 29 de octubre de 1977, que trat\u00f3 el tema El catecismo de nuestro tiempo<\/em>[9]<\/a>.<\/em>
\nLa Exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica subraya la importancia de la catequesis en la Iglesia \u201ccomo una tarea absolutamente primordial de su misi\u00f3n\u201d (CT 15). El \u00e1ngulo desde el que se ve la catequesis pone el acento en la dimensi\u00f3n cognitiva, en la ense\u00f1anza. Hay expresiones como \u201cense\u00f1anza catequ\u00e9tica\u201d (CT 17), \u201cense\u00f1ar la fe\u201d (CT 19), \u201cla catequesis en cuanto educaci\u00f3n de la fe de los ni\u00f1os, de los j\u00f3venes y adultos, que comprende especialmente una ense\u00f1anza de la doctrina cristiana, dada generalmente de modo org\u00e1nico y sistem\u00e1tico, con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana\u201d (CT 18). Sin olvidar otras dimensiones de la catequesis, \u201cinsisto en la necesidad de una ense\u00f1anza cristiana org\u00e1nica y sistem\u00e1tica, dado que desde distintos sitios se intenta minimizar su importancia\u201d (CT 21).
\nEs cierto que la Exhortaci\u00f3n no reduce la catequesis a ense\u00f1anza, aunque acent\u00faa este aspecto. Tambi\u00e9n la catequesis es relacionada con el primer anuncio \u201co predicaci\u00f3n misional por medio del kerigma para suscitar la fe apolog\u00e9tica o b\u00fasqueda de las razones de creer, experiencia de vida cristiana, celebraci\u00f3n de los sacramentos, integraci\u00f3n en la comunidad eclesial, testimonio apost\u00f3lico y misional\u201d (CT 18). \u201cLa catequesis es tan necesaria para la madurez de la fe de los cristianos como para su testimonio en el mundo\u201d (CT 25).
\n
\nPodemos advertir una preocupaci\u00f3n latente en toda la Exhortaci\u00f3n: del conocimiento mayor (que viene por la ense\u00f1anza de la doctrina cristiana) de los misterios de Cristo depende la verdadera conversi\u00f3n, la vida m\u00e1s coherente con el querer de Dios y el testimonio. Hay que formar al cristiano de hoy para vivir en un mundo que ignora ampliamente a Dios; de ah\u00ed que se apueste por formar a los j\u00f3venes y adultos para permanecer \u201cl\u00facidos y coherentes en su fe, \u00a0a afirmar serenamente su identidad cristiana y cat\u00f3lica, a \u2018ver lo invisible\u2019 (Heb 11,27), y a adherirse de tal manera al absoluto de Dios que puedan dar testimonio de \u00e9l en una civilizaci\u00f3n materialista que lo niega\u201d (CT 57). Para resumir, se parte de la existencia de un contexto cultural adverso (civilizaci\u00f3n materialista) en la que el cristiano tiene que saber \u201cmanejarse\u201d, \u201cdefenderse\u201d y \u201cdar raz\u00f3n de su fe\u201d. Para ello se insiste en la necesidad de tener razones sobre la fe, de tener estructura org\u00e1nica de la fe, de estar capacitado para dialogar y confrontar la fe con quien la niega. El saber sobre la fe es esencial para la madurez de la fe y la vivencia de la fe, y, en consecuencia, para dar testimonio de la fe.
\nEste enfoque de fondo de la Exhortaci\u00f3n, que no niega otras caracter\u00edsticas de la formaci\u00f3n religiosa sino que acent\u00faa una, es posible que haya que vincularlo al contexto de pastoral y de realidad social de los que proced\u00eda el PapaWojtyla.
\n <\/p>\n\n- Catecismo de la Iglesia cat\u00f3lica<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Nos asomamos al Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica<\/em>[10]<\/a> (CIC). <\/em>Se trata de un documento magisterial bien distinto de los vistos hasta el momento. El catecismo es \u201cuna presentaci\u00f3n aut\u00e9ntica y sistem\u00e1tica de la fe y de la doctrina cat\u00f3lica\u201d[11]<\/a>. La catequesis encuentra en este libro el camino plenamente seguro para presentar con renovado impulso a los hombres de nuestro tiempo el mensaje cristiano en todas y cada una de sus partes.
\nAl analizar el \u00edndice tem\u00e1tico hay que destacar que se recogen los t\u00e9rminos testigo <\/em>y testimonio.<\/em>
\n\u00a0<\/em><\/p>\n\n- a) Testigo<\/em><\/li>\n<\/ol>\n
El t\u00e9rmino testigo<\/em> va relacionado con dos grupos de miembros de la comunidad cristiana:
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Los ap\u00f3stoles<\/em>: \u201ctestigos escogidos y enviados en misi\u00f3n por el mismo Cristo\u201d (CIC 857), \u201ctestigos del Resucitado\u2026 piedras de la fundaci\u00f3n de la Iglesia\u2026 La fe de la primera comunidad de creyentes se funda en el testimonio de hombres concretos\u2026\u201d (CIC 642).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 El bautizado<\/em>: \u201cA los\u00a0 bautizados el sacramento de la confirmaci\u00f3n los une m\u00e1s \u00edntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Esp\u00edritu Santo. De esta forma quedan obligados a\u00fan m\u00e1s, como aut\u00e9nticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con sus palabras y obras\u201d (n. 1285).
\nLa definici\u00f3n de testigo que el Catecismo <\/em>proporciona es: \u201cSer testigo de Cristo es ser \u2018testigo de la resurrecci\u00f3n\u2019 (Hch 1,22), \u2018haber comido y bebido con \u00e9l (Cristo) despu\u00e9s de su resurrecci\u00f3n de entre los muertos\u2019 (Hch10,41)\u201d. Los Ap\u00f3stoles son testigos por contacto directo con el Se\u00f1or Jes\u00fas; el bautizado lo es por la fe y la gracia recibida en el bautismo. En el fondo, se trata de un conocimiento y una aceptaci\u00f3n del Resucitado que cambia la vida al poner en el centro de la persona, por un acto de fe, al Enviado de Dios, Jesucristo.
\n <\/p>\n\n- b) Testimonio<\/em><\/li>\n<\/ol>\n
El testimonio es la manera visible y constatable de vida nueva con palabras y con obras de los que han sido testigos de la Resurrecci\u00f3n del Se\u00f1or y han aceptado el bautismo en el nombre del Resucitado.
\nEl testimonio de los creyentes tiene varias manifestaciones o exigencias intr\u00ednsecas y de anuncio:
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Para ense\u00f1ar a otros a buscar a Dios (CIC 30).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Como fidelidad de los bautizados a la nueva vida asumida; el testimonio es condici\u00f3n primordial para el anuncio del Evangelio y para la misi\u00f3n de la Iglesia en el mundo: \u201cEl mismo testimonio de la vida cristiana y las obras buenas realizadas con esp\u00edritu sobrenatural son eficaces para atraer a los hombres a la fe y a Dios\u201d (CIC 2044).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Es un deber que se desprende de la misma fe: guardarla, vivirla, testimoniarla (CIC 1816; 2087). El cristiano no debe avergonzarse \u201cdel testimonio del Se\u00f1or\u201d (2Tim 1,8); en las situaciones que exigen dar testimonio de la fe, el cristiano debe profesarla sin ambig\u00fcedad (CIC 2471). \u201cEl deber de los cristianos de tomar parte en la vida de la Iglesia los impulsa a actuar como testigos del Evangelio y de las obligaciones que de \u00e9l se derivan. Este testimonio es transmisi\u00f3n de la fe en palabras y obras. El testimonio es un acto de justicia que establece o da a conocer la verdad: \u201cTodos los fieles cristianos, donde quiera que vivan, est\u00e1n obligados a manifestar con el ejemplo de su vida y el testimonio de su palabra al hombre nuevo del que se revistieron en el bautismo y la fuerza del Esp\u00edritu Santo que les ha fortalecido con la confirmaci\u00f3n\u201d (AG 11)\u201d (CIC 2472).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 El servicio y el testimonio de la fe son requisitos para la salvaci\u00f3n: \u201cTodo aquel que se declare por m\u00ed antes los hombres, yo tambi\u00e9n me declarar\u00e9 por \u00e9l ante mi Padre que est\u00e1 en los cielos\u201d (Mt 10,32) (CIC 1816).
\n
\nLo que el CIC acent\u00faa lo podemos resumir en tres puntos:
\n– El testimonio tiene como punto de arranque la confesi\u00f3n en la resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas, es decir, el bautismo y la confirmaci\u00f3n.
\n– El testimonio, por peque\u00f1o se sea, es la manera de vivir en la realidad la vida cristiana. No puede no existir testimonio cristiano si hay vivencia de la vida bautismal.
\n– El testimonio de los bautizados es necesario para el anuncio y para el cumplimiento de la misi\u00f3n de la Iglesia. Gracias a \u00e9l, otros hombres y mujeres se pueden abrir al mensaje de Jes\u00fas y buscar a Dios.
\n <\/p>\n
\n- El Directorio General para la Catequesis<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
El d\u00eda 15 de agosto de 1997 firmaba Juan Pablo II el Directorio General para la Catequesis<\/em>[12]<\/a> (DGC). La fecha de firma del Directorio <\/em>coincide con la de la Carta Apost\u00f3lica Laetemur<\/em> magnopere <\/em>\u00a0con la que se aprobaba la edici\u00f3n t\u00edpica del Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica. <\/em>No obstante, primero se present\u00f3 en p\u00fablico el Catecismo<\/em> (8 de septiembre de 1997), y posteriormente el Directorio <\/em>(18 de septiembre de 1997).
\nEs interesante observar que hay una diferencia de 10 d\u00edas en la presentaci\u00f3n de estos dos textos. Se hace coincidir en el tiempo tanto el Directorio, <\/em>instrumento de orientaci\u00f3n de la catequesis \u00a0para la Iglesia cat\u00f3lica, como el instrumento o referencia de los contenidos de la catequesis, el Catecismo<\/em>.
\nNos importa rastrear en el DGC qu\u00e9 se dice del testimonio<\/em>, ya que su finalidad es orientar y regir la acci\u00f3n la acci\u00f3n pastoral, m\u00e1s en concreto, la catequesis.
\n <\/p>\n\n- a) D\u00f3nde se sit\u00faa el testimonio<\/em><\/li>\n<\/ol>\n
El testimonio arranca de la misi\u00f3n primordial de la Iglesia, que es anunciar y ser testimonio de Dios ante el mundo[13]<\/a>, y es un elemento de la evangelizaci\u00f3n[14]<\/a> junto al anuncio, la palabra, los sacramentos. La importancia del testimonio en la evangelizaci\u00f3n es fundamental para la catequesis porque manifiesta que el testigo ha asumido una nueva manera de ser\u00a0 y de vivir propia de los cristianos[15]<\/a>. Lo espec\u00edfico del testimonio, tanto de la Iglesia como del bautizado, es el encuentro personal con Dios y la permanente uni\u00f3n con \u00e9l[16]<\/a> que transforma toda la existencia.
\n <\/p>\n\n- b) Testimonio y catequesis<\/em><\/li>\n<\/ol>\n
El testimonio es un elemento de la evangelizaci\u00f3n, como acabamos de ver. Al hablar de \u00e9l desde el \u00e1ngulo espec\u00edfico de la catequesis podemos se\u00f1alar alguna peculiaridad, no tanto en lo que es esencial al testimonio (manifestaci\u00f3n de la comuni\u00f3n e intimidad con Jesucristo que la persona mantiene), sino en cuanto a lo que es propio de la catequesis. La finalidad de la catequesis es justamente \u201cponer a uno no solo en contacto, sino en comuni\u00f3n, en intimidad con Jesucristo\u201d[17]<\/a>. \u00bfQu\u00e9 aporta la catequesis para alcanzar el objetivo?
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Una comunidad que es para el bautizando o catec\u00fameno \u201cfuente, lugar y meta\u2026 lugar visible del testimonio de la fe\u2026\u201d[18]<\/a>. En alg\u00fan momento se define a la comunidad cristiana como \u201ccatequesis viviente\u201d[19]<\/a>.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Un catequista<\/em> formado de tal manera que \u201csu acci\u00f3n brote, en verdad, del testimonio de su vida\u201d[20]<\/a>. El testimonio de los catequistas es considerado de tal manera que se le denomina \u201cpatrimonio de pedagog\u00eda de la fe\u201d[21]<\/a>. Si todos los miembros de la comunidad han de dar testimonio de la fe, no todos reciben la misi\u00f3n de ser catequistas[22]<\/a>.
\n
\nResumiendo, podemos decir que el DGC sintetiza la reflexi\u00f3n sobre la evangelizaci\u00f3n del momento eclesial en que aparece. El Directorio entiende el testimonio como un elemento de la evangelizaci\u00f3n, que unas veces precede al anuncio[23]<\/a> y otras sigue al anuncio, pero siempre es elemento verificador de la fe de la persona. El testimonio de la comunidad y del catequista son imprescindibles (catequesis viviente) en la acci\u00f3n catequ\u00e9tica.
\n <\/p>\n\n- Lineamenta<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
La XIII Asamblea General Ordinaria o S\u00ednodo de los Obispos de 2012, sobre La nueva evangelizaci\u00f3n para la transmisi\u00f3n de la fe cristiana<\/em>, tuvo como documento previo para suscitar la reflexi\u00f3n y preparaci\u00f3n los Lineamenta<\/em>[24]<\/a>.<\/em>Advertimos desde el inicio que no se trata de un documento magisterial. <\/em>De todas formas, me ha parecido importante asomarme a \u00e9l puesto que recoge \u201cel sentir\u201d (no un cuerpo doctrinal) de la Iglesia en el momento de abordar la reflexi\u00f3n sinodal sobre la nueva evangelizaci\u00f3n y la transmisi\u00f3n de la fe. El tema del S\u00ednodo de 2012 se sit\u00faa en la l\u00ednea de los dos S\u00ednodos precedentes: el del 1974 y el de 1977, agrupando en una \u00fanica tem\u00e1tica lo que la Iglesia reflexion\u00f3 en dos s\u00ednodos: evangelizaci\u00f3n (1974), catequesis (1977).
\n <\/p>\n\n- a) Nueva evangelizaci\u00f3n<\/em><\/li>\n<\/ol>\n
Lo primero que hay que destacar es la novedad de vocabulario respecto a los S\u00ednodos mencionados del final del siglo XX. Nueva evangelizaci\u00f3n <\/em>\u00a0es una terminolog\u00eda nueva. De hecho, Lineamenta<\/em> se encarga de precisar el significado de la expresi\u00f3n. Hay muchas definiciones de nueva evangelizaci\u00f3n <\/em>a lo largo del documento[25]<\/a>.\u00a0 Destacamos una que puede englobar a todas las dem\u00e1s: \u201cLa nueva evangelizaci\u00f3n es una acci\u00f3n sobre todo espiritual, es la capacidad de hacer nuestros, en el presente, el coraje y la fuerza de los primeros cristianos, de los primeros misioneros\u2026 es una acci\u00f3n que exige un proceso de discernimiento acerca del estado de salud del cristianismo, la evaluaci\u00f3n de los pasos realizados y de las dificultades encontradas\u201d[26]<\/a> . Ya vemos en la definici\u00f3n una orientaci\u00f3n que estar\u00e1 muy presente en todo el documento: subrayar que se trata de una acci\u00f3n sobre todo espiritual.<\/em>
\n\u00a0<\/em><\/p>\n\n- b) Realizar experiencia de Dios<\/em><\/li>\n<\/ol>\n
Lo que en definitiva se pregunta la comunidad eclesial en la presente realidad que vive es c\u00f3mo posibilitar la realizaci\u00f3n de la experiencia de Dios a los hombres y mujeres de nuestro mundo. Al hacerse la pregunta, parece que la respuesta incluye un principio b\u00e1sico: imposible posibilitar la experiencia de Dios sin manifestar primero (o a la vez) una experiencia de Dios vivida y visible. La interrogaci\u00f3n mira al presente y al futuro, y cuenta con la riqueza de la historia de la Iglesia. Por otra parte, si hablamos de nueva evangelizaci\u00f3n no es por ret\u00f3rica, sino por celo misionero para poder cumplir hoy el mandato del Se\u00f1or: \u201cId y haced disc\u00edpulos\u201d (Mt 28,19-20). La nueva evangelizaci\u00f3n ha sido siempre presentada, cada vez con mayor claridad, como el instrumento gracias al cual es posible hacer frente a los desaf\u00edos de un mundo en acelerada transformaci\u00f3n y como camino para vivir el don de ser congregados por el Esp\u00edritu Santo para realizar la experiencia de Dios, que es para nosotros Padre, dando testimonio y proclamando a todos la buena noticia \u2013el Evangelio- de Jesucristo[27]<\/a> .
\n <\/p>\n\n- c) Acentuaciones<\/em><\/li>\n<\/ol>\n
A la hora de responder a la pregunta de c\u00f3mo facilitar la experiencia de Dios y la transmisi\u00f3n de la fe, advertimos algunas claras acentuaciones en relaci\u00f3n con el tema del testimonio que a nosotros nos interesa:
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La presencia y acci\u00f3n del Esp\u00edritu<\/em>. La evangelizaci\u00f3n no es solo esfuerzo de creyentes, sino acci\u00f3n de Dios por su Esp\u00edritu: \u201cLa Iglesia no asume solo el papel de actor, de sujeto de proclamaci\u00f3n, sino tambi\u00e9n el rol reflexivo de la escucha y del discipulado\u2026La Iglesia es fruto visible de esa ininterrumpida obra de evangelizaci\u00f3n que el Esp\u00edritu gu\u00eda a trav\u00e9s de la historia, para que el pueblo de los redimidos d\u00e9 testimonio de la memoria viva del Dios de Jesucristo\u201d[28]<\/a>. \u00a0La Iglesia es consciente de que la direcci\u00f3n de la acci\u00f3n evangelizadora corresponde al Esp\u00edritu: en \u00e9l conf\u00eda para reconocer los instrumentos, los tiempos y los espacios de aquel anuncio que ella est\u00e1 llamada a emprender[29]<\/a>.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u00a0La conversi\u00f3n de la Iglesia. <\/em>Ya Pablo VI hab\u00eda dicho: \u201cLa Iglesia siempre tiene necesidad de ser evangelizada, si quiere conservar su frescor, su impulso y su fuerza para anunciar el Evangelio\u201d (EN 15). En esta misma l\u00ednea podemos leer expresiones como: \u201cLa pregunta acerca de la transmisi\u00f3n de la fe, que no es una empresa individualista y solitaria, sino m\u00e1s bien una acontecimiento comunitario, eclesial, no debe orientar las respuestas en el sentido de la b\u00fasqueda de estrategias comunicativas eficaces y ni siquiera debe centrar la atenci\u00f3n anal\u00edticamente en los destinatarios, por ejemplo los j\u00f3venes, sino que debe ser formulada como una pregunta que se refiere al sujeto encargado de esta operaci\u00f3n espiritual. Debe transformarse en una pregunta de la Iglesia sobre s\u00ed misma. Esto permite encuadrar el problema de manera no extr\u00ednseca, sino correctamente, porque cuestiona a toda la Iglesia en su ser y en su vivir\u201d[30]<\/a>. Y otro: \u201cLa nueva evangelizaci\u00f3n es el nombre dado a esta nueva atenci\u00f3n de la Iglesia a su misi\u00f3n fundamental, a su identidad y raz\u00f3n de ser\u201d[31]<\/a>. La transmisi\u00f3n de la fe es una experiencia que impulsa a la Iglesia y a cada bautizado a descubrir continuamente la propia identidad, la presencia de Cristo entre nosotros, el rostro de Dios que es nuestro Padre[32]<\/a>.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Presencia consciente y responsable en el mundo. \u201c<\/em>La nueva evangelizaci\u00f3n es una actitud, un estilo audaz. Es la capacidad de parte del cristianismo de saber leer y descifrar los nuevos escenarios que en estas \u00faltimas d\u00e9cadas han surgido dentro de la historia humana, para habitarlos y transformarlos en lugares de testimonio y de anuncio del Evangelio\u201d[33]<\/a> . \u201cNueva evangelizaci\u00f3n<\/em> es sin\u00f3nimo de renovaci\u00f3n espiritual de la vida de fe de las Iglesias locales, de puesta en marcha de caminos de discernimiento de los cambios que est\u00e1n afectando la vida cristiana en varios contextos culturales y sociales, de relectura de la memoria de la fe, de asunci\u00f3n de nuevas responsabilidades y energ\u00edas en vista de una proclamaci\u00f3n gozosa y contagiosa del Evangelio de Jes\u00fas\u201d[34]<\/a>.
\n\u00a0<\/em><\/p>\n\n- d) Testimonio<\/em><\/li>\n<\/ol>\n