{"id":6495,"date":"2013-12-01T00:00:31","date_gmt":"2013-11-30T22:00:31","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6495"},"modified":"2013-12-01T00:00:31","modified_gmt":"2013-11-30T22:00:31","slug":"como-ser-testigo-en-la-edad-de-la-interpretacion","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/como-ser-testigo-en-la-edad-de-la-interpretacion\/","title":{"rendered":"C\u00d3MO SER TESTIGO EN LA EDAD DE LA INTERPRETACI\u00d3N"},"content":{"rendered":"

Jes\u00fas Rojano Mart\u00ednez<\/strong>
\nDirector de Misi\u00f3n Joven<\/strong><\/p>\n

\u00abEl hombre contempor\u00e1neo escucha m\u00e1s a gusto<\/em><\/p>\n

a los que dan testimonio que a los que ense\u00f1an,<\/em><\/p>\n

o si escuchan a los que ense\u00f1an,<\/em><\/p>\n

es porque dan testimonio\u00bb<\/em> (EN 41)<\/p>\n

\u00a0<\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO.<\/strong>
\nEl art\u00edculo, tras tomar nota de la importancia del testimonio vital y coherente en la transmisi\u00f3n del evangelio en los inicios del cristianismo, muestra c\u00f3mo hoy en d\u00eda, cuando las palabras se reinterpretan y se vac\u00edan de significado (\u201cEdad de la Interpretaci\u00f3n\u201d), es casi m\u00e1s importante que en el siglo I que los evangelizadores sean, por su coherencia y por sus buenas obras, sal y luz en el mundo<\/em>, a ejemplo de m\u00e1rtires modernos como Dietrich Bonhoeffer, y que, sobre todo, eviten convertir su vida en dram\u00e1tico \u201cantitestimonio\u201d que emborrone y anule la obra evangelizadora.
\n 
\nEstoy convencido desde hace a\u00f1os de que el consejo pastoral m\u00e1s l\u00facido pronunciado desde el Concilio hasta ahora es la frase de Pablo VI en Evangelii<\/em> Nuntiandi<\/em> (1975) que hemos puesto como encabezamiento de este art\u00edculo, una frase que Pablo VI recuper\u00f3 de un discurso que hab\u00eda pronunciado en octubre de 1974[1]<\/a>. Esa afirmaci\u00f3n cobra especial importancia en Pastoral Juvenil, porque lo que menos toleran hoy los adolescentes y j\u00f3venes es la incoherencia e inautenticidad en los adultos que les hablan de valores y modelos de vida.
\nDa la impresi\u00f3n de que el papa Francisco tiene esa misma convicci\u00f3n, pues hace continuas llamadas a la Iglesia para que sea coherente y transparente en su testimonio de vida. Ese sentido tiene, creo yo, su empe\u00f1o en mostrarse sencillo y austero en sus gestos y ornamentos. Cuando el pasado 4 de octubre de 2013 visit\u00f3 As\u00eds, culmin\u00f3 la jornada en un encuentro con los j\u00f3venes de la zona, donde pronunci\u00f3 estas significativas palabras: \u201c\u00bfSab\u00e9is qu\u00e9 les dijo San Francisco a sus disc\u00edpulos? Predicad el Evangelio, y si fuera necesario, con la palabra. \u00bfPero se puede predicar el Evangelio sin la palabra? S\u00ed, con el testimonio. Primero el testimonio, despu\u00e9s la palabra\u201d. \u00a1Cu\u00e1ntos papeles, documentos y discursos eclesiales caen en saco roto por no prestar atenci\u00f3n a esa recomendaci\u00f3n doblemente franciscana (por los dos Franciscos: el de As\u00eds y el Papa que ha querido tomarle como modelo inspirador)!
\n\u00a0<\/strong><\/em><\/p>\n

    \n
  1. En el principio fue el testimonio<\/strong><\/em><\/li>\n<\/ol>\n

    No podemos olvidar que esta din\u00e1mica de proponer la fe mediante el testimonio de testigos que viven lo que afirman no es una simple estrategia que puede resultar oportuna en ciertas etapas de la historia humana, sino que es la pedagog\u00eda divina que encontramos en el Nuevo Testamento. Jes\u00fas es el Testigo fiel y veraz (cf. Ap 1,5; 3,14), enviado por el Padre para dar testimonio de la verdad (cf. Jn 18,37) y que, a su vez, env\u00eda a sus disc\u00edpulos para ser sus testigos: \u201cRecibir\u00e9is la fuerza del Esp\u00edritu Santo, que vendr\u00e1 sobre vosotros, y ser\u00e9is mis testigos en Jerusal\u00e9n, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra\u201d (Hch 1,8). As\u00ed pues, podemos decir que la primac\u00eda del testimonio en la transmisi\u00f3n de la fe no es opcional, sino normativa para la comunidad cristina de cualquier \u00e9poca, por provenir del Dios revelado en Jesucristo.
    \nEn ese mismo libro, en Hechos, se nos narra en seguida en qu\u00e9 consiste el testimonio de vida de aquella primera comunidad cristiana: \u201cTodos los creyentes viv\u00edan unidos y ten\u00edan todo en com\u00fan; vend\u00edan sus posesiones y sus bienes y repart\u00edan el precio entre todos, seg\u00fan la necesidad de cada uno. Acud\u00edan al Templo todos los d\u00edas con perseverancia y con un mismo esp\u00edritu, part\u00edan el pan por las casas y tomaban el alimento con alegr\u00eda y sencillez de coraz\u00f3n. Alababan a Dios y gozaban de la simpat\u00eda de todo el pueblo\u201d (Hch 2,44-46). Es precisamente por vivir as\u00ed, parece concluir Lucas, por lo que \u201cel Se\u00f1or agregaba cada d\u00eda a la comunidad a los que se hab\u00edan de salvar\u201d (Hch 2,47).
    \nEl testigo no transmite discursos, sino la experiencia <\/em>que ha visto, o\u00eddo y palpado, como se nos dice en el comienzo de la primera carta de San Juan: \u201cLo que exist\u00eda desde el principio, lo que hemos o\u00eddo, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, pues la Vida se manifest\u00f3, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifest\u00f3, lo que hemos visto y o\u00eddo, os lo anunciamos, para que tambi\u00e9n vosotros est\u00e9is en comuni\u00f3n con nosotros. Y nosotros estamos en comuni\u00f3n con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo\u201d (1Jn 1,1-4).
    \nNo hay aut\u00e9ntica transmisi\u00f3n hasta que el que recibe el testimonio no ve, oye y toca por s\u00ed mismo, como les sucede a los samaritanos que escucharon el testimonio de fe de aquella mujer que se hab\u00eda encontrado con el Mes\u00edas junto al pozo de Sicar: \u201cFueron muchos m\u00e1s los que creyeron por sus palabras, y dec\u00edan a la mujer: Ya no creemos por tus palabras, pues nosotros mismos hemos o\u00eddo y sabemos que \u00e9ste es verdaderamente el Salvador del mundo\u201d (Jn4,41-42). Por desgracia, en la actualidad falta esta \u00faltima y decisiva etapa en muchos procesos pastorales. Los destinatarios se quedan a medio camino, y s\u00f3lo creen por las palabras del catequista o agente de pastoral que les habla; pero ellos no comprueban ni experimentan por s\u00ed mismos el encuentro personal con Jes\u00fas. Cu\u00e1nto da\u00f1o ha hecho la frase (o mejor, la realidad que hay detr\u00e1s de ella) \u201cdoctores tiene la santa madre Iglesia que sabr\u00e1n explicar esto mejor que yo\u2026\u201d
    \nEs cierto que, como dice el ap\u00f3stol Pablo, \u201cla fe llega por el o\u00eddo, por la predicaci\u00f3n\u201d\u00a0 (Rom 10,17). Pero Pablo nunca prescinde del testimonio de vida, sino que pone siempre por delante su propia vida, tomada por Cristo: \u201cTeniendo aquel esp\u00edritu de fe conforme a lo que est\u00e1 escrito: Cre\u00ed, por eso habl\u00e9<\/em>
    [2]<\/a>, tambi\u00e9n nosotros creemos, y por eso hablamos\u201d (2Cor 4,13). El testigo no habla por hablar, sino porque cree, porque tiene una experiencia vivida que comunicar. Si se nos permite la comparaci\u00f3n, es algo similar, salvando las distancias, a lo que dec\u00eda una canci\u00f3n del cantante chileno V\u00edctor Jara, muerto violentamente hace ya 30 a\u00f1os: \u201cYo no canto por cantar \/ ni por tener buena voz, \/ canto porque la guitarra \/ tiene sentido y raz\u00f3n\u201d. El \u201csentido y raz\u00f3n\u201d del testigo cristiano es que \u00e9l ha experimentado primero aquello que transmite. Sobre el papel y calidad del testimonio en las comunidades paulinas, remitimos al lector al art\u00edculo de Juan Jos\u00e9 Bartolom\u00e9 de este mismo n\u00famero de Misi\u00f3n Joven<\/em>.
    \nAs\u00ed pues, la din\u00e1mica de predicar desde el testimonio de la propia vida, bien resumida en la expresi\u00f3n \u201cVen y ver\u00e1s\u201d (cf. Jn 1,46), fue muy importante en la difusi\u00f3n del cristianismo de los or\u00edgenes. La labor de fraternidad, acogida y solidaridad concreta que se viv\u00eda en aquellas comunidades no fue precisamente secundaria ni meramente anecd\u00f3tica en el \u00e9xito de aquella primera evangelizaci\u00f3n, como han descrito algunos autores
    [3]<\/a>.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Dificultades para los testigos en la Edad de la Interpretaci\u00f3n.<\/strong><\/em><\/li>\n<\/ol>\n

      Si bien es verdad que el cristianismo de los or\u00edgenes se difundi\u00f3 mediante una \u201cgran nube de testigos\u201d (Heb12,1), y que estos nunca han faltado en la Iglesia, es bien conocido que a partir del siglo IV, tras convertirse en religi\u00f3n oficial del Imperio Romano con el emperador Teodosio, el cristianismo perdi\u00f3 en calidad lo que gan\u00f3 en cantidad. No todos los bautizados eran personas previamente convertidas y dispuestas al seguimiento de Jes\u00fas.
      \nA veces, a lo largo de los siglos posteriores, las palabras pronunciadas por los evangelizadores cristianos han sonado huecas o hip\u00f3critas por la incoherencia de vida, pues en no pocas ocasiones se ha dado un \u201cantitestimonio\u201d de los propios cristianos. Se puede encontrar una lista de dichas ocasiones en las palabras de perd\u00f3n por los pecados de la Iglesia que pronunci\u00f3 Juan Pablo II en un acto del Jubileo del a\u00f1o 2000
      [4]<\/a>. Las duras acusaciones de Jes\u00fas contra los fariseos se podr\u00edan aplicar a muchos cristianos, algunos con importantes funciones ministeriales, a lo largo de la historia: \u201cEn la c\u00e1tedra de Mois\u00e9s se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hag\u00e1is lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen\u201d (Mt 23,1-2). No hace casi falta decir que los j\u00f3venes, que est\u00e1n elaborando su identidad y tienen un radar especial para detectar la incoherencia de los adultos, son particularmente sensibles a esta realidad.
      \nLa desconfianza hacia las afirmaciones cristianas creci\u00f3 cualitativamente en el siglo XIX con los pensadores quePaul Ricoeur denomin\u00f3 \u201cMaestros de la sospecha\u201d
      [5]<\/a>. Las afirmaciones de fe de los cristianos, seg\u00fan ellos, son inventadas por las clases dominantes de la sociedad (Marx), por los d\u00e9biles y resentidos contra la vida (Nietzsche), por personas maduras e infantilizadas (Freud). Con el tiempo, la Iglesia reconocer\u00eda, en un texto valiente de Gaudium<\/em> etspes<\/em> que hoy se suele citar poco, que los creyentes a veces hemos contribuido a la cr\u00edtica percepci\u00f3n de nuestra fe por parte de estos autores modernos:
      \n 
      \nQuienes voluntariamente pretenden apartar de su coraz\u00f3n a Dios y soslayar las cuestiones religiosas, desoyen el dictamen de su conciencia y, por tanto, no carecen de culpa. Sin embargo, tambi\u00e9n los creyentes tienen en esto su parte de responsabilidad. Porque el ate\u00edsmo, considerado en su total integridad, no es un fen\u00f3meno originario, sino un fen\u00f3meno derivado de varias causas, entre las que se debe contar tambi\u00e9n la reacci\u00f3n cr\u00edtica contra las religiones, y, ciertamente en algunas zonas del mundo, sobre todo contra la religi\u00f3n cristiana. Por lo cual, en esta g\u00e9nesis del ate\u00edsmo pueden tener parte no peque\u00f1a los propios creyentes, en cuanto que, con el descuido de la educaci\u00f3n religiosa, o con la exposici\u00f3n inadecuada de la doctrina, o incluso con los defectos de su vida religiosa, moral y social, han velado m\u00e1s bien que revelado el genuino rostro de Dios y de la religi\u00f3n (GS 19).
      \n 
      \nAhora, al comenzar la segunda d\u00e9cada del siglo XXI, estamos en un momento distinto. Tambi\u00e9n los mencionados maestros de la sospecha han quedado obsoletos. Sus afirmaciones parecen \u201cdemasiado fuertes\u201d. Estamos en la \u00e9poca posmoderna, en que los discursos se consideran, como dec\u00eda aquella famosa canci\u00f3n italiana, parole<\/em>, parole, parole<\/em>\u2026 Es decir, mera palabrer\u00eda. Todo es interpretable. El fil\u00f3sofo italiano Gianni Vattimo ha hecho famoso aquel dicho deNietzsche: \u201cYa no hay hechos, solo interpretaciones\u201d
      [6]<\/a>.
      \nY es que, seg\u00fan este fil\u00f3sofo de Tur\u00edn, \u201cestamos en la edad de la interpretaci\u00f3n espiritual y ya no en la literal dela Sagrada Escritura\u201d
      [7]<\/a>. Un disc\u00edpulo filos\u00f3fico de Vattimo, Santiago Zabala, afirma que hemos entrado en la Edad<\/em> de la Interpretaci\u00f3n<\/em> en la introducci\u00f3n a un libro con textos del fil\u00f3sofo norteamericano Richard Rorty y del propio Vattimo. Los tres autores coinciden en que actualmente hemos dejado atr\u00e1s la Edad de <\/em>la Fe<\/em> (Edad Media) y la Edad de <\/em>la Raz\u00f3n<\/em>(Modernidad)[8]<\/a>, y estamos de lleno en la Edad de la Interpretaci\u00f3n.<\/em> Todo es mil veces reinterpretable y nuestra afirmaciones se pierden en una mara\u00f1a interminable de \u201cjuegos de lenguaje\u201d (Wittgenstein).
      \nSi todo es interpretable y las palabras se pueden pronunciar de modo hueco y sin que haya nada serio detr\u00e1s (\u201cel papel soporta todo\u201d, suelen decir los periodistas), esto significa que tenemos un serio problema cuando enviamos mensajes creyentes a los j\u00f3venes de hoy y, en general, a toda la sociedad. Seg\u00fan han pasado los a\u00f1os, se ha vuelto m\u00e1s verdadero el diagn\u00f3stico de Pablo VI: el ser humano actual apenas escucha ya a los que habla y ense\u00f1an. Y si escucha, no se lo toma demasiado en serio. \u00a1Ha escuchado ya tantas cosas y ha visto desvanecerse tantas promesas\u2026!
      \n\u00a0<\/em><\/p>\n

        \n
      1. Ser sal y luz en la Edad de la Interpretaci\u00f3n<\/strong><\/em><\/li>\n<\/ol>\n

        \u00bfQui\u00e9n puede ser verdadero testigo en esta \u00e9poca de desconfianza en las palabras y discursos? Como dec\u00eda el papa Francisco citando a San Francisco de As\u00eds, alguien que primero d\u00e9 testimonio y luego le d\u00e9 sentido (si es preciso) con una palabra aut\u00e9ntica y coherente.
        \nEn Mt 5,14-16, Jes\u00fas dice a sus disc\u00edpulos y a los testigos cristianos de todos los tiempos que han de ser sal (dar sabor desde dentro) y luz (iluminar con su vida y su palabra). Nadie ha explicado mejor esto que Dietrich Bonhoeffer, el pastor luterano alem\u00e1n que se opuso, desde su fe cristiana, a los cr\u00edmenes del nazismo. Ejecutado en la horca el 9 de abril de 1945, Bonhoeffer, que el d\u00eda anterior hab\u00eda dirigido un servicio religioso a petici\u00f3n de los dem\u00e1s presos, pronunci\u00f3 estas \u00faltimas palabras: \u201cEste es el fin; para m\u00ed el principio de la vida\u201d
        [9]<\/a>. El doctor del campo -testigo de la ejecuci\u00f3n- anot\u00f3 en su diario: \u201cSe arrodill\u00f3 a rezar antes de subir los escalones del cadalso, valiente y sereno. En los cincuenta a\u00f1os que he trabajado como doctor, nunca vi morir un hombre tan entregado a la voluntad de Dios\u201d.
        \nPues bien, precisamente este hombre, unos ocho a\u00f1os antes, hab\u00eda escrito unas palabras muy exigentes sobre el texto mencionado de Mateo; exigentes, s\u00ed, pero que marcan la ruta para la autenticidad del testimonio cristiano en nuestro presente y en el inmediato futuro. Su comentario pertenece al libro El precio de la gracia<\/em>. En \u00e9l, Bonhoefferdistingue entre gracia cara y barata<\/em>, que vienen a equivaler a vivencia cristiana aut\u00e9ntica y comodona. Un siglo antes, el fil\u00f3sofo cristiano Kierkegaard hab\u00eda hablado de \u201cno montarse un cristianismo c\u00f3modo y tranquilo sobre la base de que a alguien le crucificaron en un monte hace dos mil a\u00f1os por ser aut\u00e9ntico\u201d. Quiero citar extensamente el texto deBonhoeffer para no rebajar su fuerza:
        \n 
        \n\u201cEl evangelio dice: Vosotros sois la sal<\/em>. No dice: Vosotros deb\u00e9is ser la sal<\/em>. No se deja a elecci\u00f3n de los disc\u00edpulos el que quieran o no ser sal. Tampoco se les hace un llamamiento para que se conviertan en sal de la tierra. Lo son, qui\u00e9ranlo o no, por la fuerza de la llamada que se les ha dirigido. Vosotros sois la sal<\/em>. No dice:Vosotros ten\u00e9is la sal<\/em>. Ser\u00eda err\u00f3neo querer equiparar la sal con el mensaje de los ap\u00f3stoles, como hacen los reformadores. Estas palabras se refieren a toda su existencia, en cuanto se halla fundada por la llamada de Cristo al seguimiento, a esta existencia de la que hablaban las bienaventuranzas. Quien sigue a Cristo, captado por su llamada, queda plenamente convertido en sal de la tierra. La otra posibilidad consiste en que la sal se vuelva ins\u00edpida, deje de ser sal. Deja de actuar. Entonces s\u00f3lo sirve para ser arrojada. El honor de la sal consiste en que debe salar todas las cosas. Pero la sal que se vuelve ins\u00edpida no puede adquirir de nuevo su antiguo poder. Todo, incluso el alimento m\u00e1s estropeado, puede ser salvado con la sal; s\u00f3lo la sal que se ha vuelto ins\u00edpida se pierde sin esperanza. Es el otro aspecto. El juicio que amenaza a la comunidad de los disc\u00edpulos. La tierra debe ser salvada por la comunidad; s\u00f3lo la comunidad que deja de ser lo que es se pierde sin salvaci\u00f3n. La llamada de Jesucristo le obliga a ser sal o quedar aniquilada, a seguirle o ser destruida por el mismo llamamiento. No existe una nueva posibilidad de salvaci\u00f3n. No puede existir.
        \nNo s\u00f3lo la actividad invisible de sal, sino el resplandor visible de la luz se ha prometido a la comunidad de los disc\u00edpulos por el llamamiento de Jes\u00fas: Vosotros sois la luz<\/em>. No dice: Deb\u00e9is serlo. La vocaci\u00f3n los ha convertido en luz. Ahora est\u00e1n obligados a ser una luz visible; de lo contrario, la llamada no estar\u00eda con ellos. \u00a1Qu\u00e9 imposible, qu\u00e9 fin tan absurdo ser\u00eda para los disc\u00edpulos de Jes\u00fas, para estos disc\u00edpulos, querer convertirse en luz del mundo! Esto ya lo ha hecho la llamada al seguimiento. Insistamos en que no es: Vosotros ten\u00e9is la luz<\/em>, sino: Vosotros sois la luz. La luz no es algo que se os ha dado, por ejemplo vuestra predicaci\u00f3n, sino vosotros mismos. El mismo que dice de s\u00ed: Yo soy la luz<\/em>, dice a sus disc\u00edpulos: Vosotros sois la luz en toda vuestra vida<\/em>, con tal de que permanezc\u00e1is fieles a la llamada. Siendo esto as\u00ed, no pod\u00e9is permanecer ocultos, aunque quer\u00e1is.
        \nLa luz brilla, y la ciudad sobre el monte no puede estar oculta. Imposible. Resulta visible desde lejos, bien como una ciudad firme o un castillo fortificado, bien como unas ruinas destrozadas. Esta ciudad sobre el monte -\u00bfqu\u00e9 israelita no pensar\u00eda en Jerusal\u00e9n, la ciudad edificada en lo alto?- es la comunidad de los disc\u00edpulos. A los que siguen a Cristo no se les propone una nueva decisi\u00f3n; la \u00fanica decisi\u00f3n posible para ellos se ha producido ya. Ahora deben ser lo que son, o dejar de ser seguidores de Jes\u00fas. Los seguidores forman la comunidad visible, su seguimiento es una acci\u00f3n visible por la que se apartan del mundo, o no es un aut\u00e9ntico seguimiento. En realidad, el seguimiento es tan visible como la luz en la noche, como un monte en la llanura. Huir a la invisibilidad es negar el llamamiento. La comunidad de Jes\u00fas que quiere ser invisible deja de seguirle.\u00abNo se enciende una l\u00e1mpara para colocarla bajo el celem\u00edn, sino sobre el candelero\u00bb. Existe tambi\u00e9n la posibilidad de que se oculte la luz caprichosamente, de que brille bajo el celem\u00edn, de que se niegue el llamamiento. El celem\u00edn bajo el que la comunidad visible oculta su luz puede ser el miedo a los hombres o una configuraci\u00f3n consciente al mundo para conseguir ciertos fines, que pueden ser de tipo misionero o brotar de un falso amor a los hombres [\u2026].
        \nLas buenas obras de los disc\u00edpulos deben brillar con esta luz. Lo que los hombres han de ver no son vuestras personas, sino vuestras buenas obras, dice Jes\u00fas. \u00bfCu\u00e1les son las buenas obras que pueden ser vistas a esta luz? \u00danicamente las que Jes\u00fas produjo en ellos cuando los llam\u00f3, cuando los convirti\u00f3 bajo su cruz en luz del mundo: pobreza, separaci\u00f3n del mundo, mansedumbre, edificaci\u00f3n de la paz y, por \u00faltimo, la gracia de ser perseguidos y rechazados, sintetiz\u00e1ndose todo en esta sola cosa: llevar la cruz de Cristo. La cruz es la luz extra\u00f1a que resplandece, la \u00fanica en que pueden ser vistas todas estas buenas obras de los disc\u00edpulos. No se dice que Dios se har\u00e1 visible, sino que se ver\u00e1n las \u00abbuenas obras\u00bb y los hombres alabar\u00e1n a Dios por ellas\u201d
        [10]<\/a>.
        \n 
        \nMe parece que se pueden aplicar perfectamente a Bonhoeffer las mismas palabras con las que la directora de cine italiana Liliana Cavani defin\u00eda a San Francisco de As\u00eds cuando rod\u00f3 una pel\u00edcula sobre \u00e9l: \u201cFrancisco no es un hombre del pasado; Francisco es del futuro\u201d. En efecto, las palabras sobre la sal y la luz de Bonhoeffer son m\u00e1s actuales que nuca, y pienso que lo ser\u00e1n a\u00fan m\u00e1s en el futuro de la praxis cristiana. Demasiadas veces hablamos de que \u201ctenemos\u201d un mensaje cristiano para los j\u00f3venes y que \u201cdeber\u00edamos\u201d ser sal y luz. El comentario de Bonhoeffer cae como un jarro de agua fr\u00eda sobre nuestros c\u00e1lculos y estrategias: como seguidores de Jes\u00fas, \u00a1ya sois sal, ya sois luz! \u00a1Sedlo con autenticidad!\u00a0 Los demasiados \u201ctendr\u00edamos que\u201d o \u201cdeber\u00edamos\u201d minan nuestro ser testigos.
        \n\u00a0<\/em><\/strong>
        \nSer sal y luz hoy<\/em><\/strong>
        \nSeguramente estamos hablando de la principal raz\u00f3n por la que el papa Francisco ha cautivado en sus primeros meses de pontificado a tantas personas. No ha dicho: \u201cCreo que deber\u00eda vivir con m\u00e1s sencillez\u201d, \u201cquiz\u00e1 deber\u00eda dejar el anillo y la cruz de oro\u201d, \u201cquiz\u00e1 podr\u00eda celebrar alg\u00fan a\u00f1o el Jueves Santo con j\u00f3venes encarcelados\u201d\u2026 No, sencillamente lo ha hecho. Y luego lo ha explicado sin demasiada palabrer\u00eda.
        \nHe aqu\u00ed, pues, el gran reto del testigo cristiano en este siglo XXI. Se trata de \u201cser\u201d lo que decimos que somos. Y \u201cestar\u201d donde nos quiere Jes\u00fas. Ser y estar<\/em>, m\u00e1s que (solo) proyectar, decir, pensar, planear\u2026 Eso es ser sal y ser luz con autenticidad. S\u00f3lo las personas cristianas que sean as\u00ed son los testigos que necesita hoy la Iglesia, en general, y la pastoral juvenil en particular. Lo nuevo hoy respecto al tiempo en que vivi\u00f3 el pastor Bonhoeffer es precisamente la mayor desconfianza hacia las palabras no acompa\u00f1adas de experiencias de vida. Por eso su enfoque ha ganado, seg\u00fan mi opini\u00f3n, relevancia.
        \nNo debemos olvidar, por otra parte, que la llamada de Bonhoeffer (y la que queremos hacer en este art\u00edculo) no es una invitaci\u00f3n al rigorismo, sino a la radicalidad evang\u00e9lica. Ya hace a\u00f1os que Johann Baptist Metz explic\u00f3 con brillantez la diferencia entre radicalidad y rigorismo<\/em>
        [11]<\/a>: vivir con autenticidad y exigencia el evangelio (radicalidad) no consiste en ser ultraconservador en normas y costumbres (rigorismo).
        \n <\/p>\n

          \n
        1. El peligro de unas comunidades cristianas tipo \u201cBreaking bad\u201d \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          Una de las series de televisi\u00f3n que causan furor a ambos lados del Atl\u00e1ntico es Breaking<\/em> bad.<\/em> Un respetable padre de familia, entrado en la cincuentena, profesor muy convencional de qu\u00edmica en un instituto, se entera de que le quedan unos meses de vida a causa del c\u00e1ncer. Entonces descubre su lado oscuro y decide hacer dinero fabricando drogas sint\u00e9ticas, en principio con un buen fin: pagarse su tratamiento y evitar arruinar a su familia (esposa y un hijo discapacitado). De nuevo el viejo dilema de si el fin justifica los medios. En ese momento decisivo, cambia su personalidad y sus valores morales, y se va \u201cvolviendo malo\u201d, que ser\u00eda la traducci\u00f3n aproximada de Breaking<\/em> bad.<\/em> Lo que hace (fabricar y distribuir droga) va cambiando para mal lo que piensa y lo que es.
          \nPues bien, de un tiempo a esta parte, las noticias sobre pederastia en el clero, sobre obispos con hijos naturales reconocidos s\u00f3lo cuando no hay remedio o que se construyen viviendas lujosas, los esc\u00e1ndalos econ\u00f3micos, el descubrimiento de la doble vida de fundadores de nuevos movimientos e instituciones cat\u00f3licas que no viv\u00edan lo que a otros exig\u00edan, el espionaje y las conspiraciones en las instancias eclesiales m\u00e1s altas, etc., han sacudido el mundo cat\u00f3lico. Todos lo sabemos, y tambi\u00e9n conocemos c\u00f3mo los medios de comunicaci\u00f3n ponen el foco en estos tristes hechos y casi no hablan de los cristianos y cristianas que hacen el bien y viven heroicamente fieles al evangelio. Concediendo esto \u00faltimo, no podemos dejar de llamar la atenci\u00f3n sobre el da\u00f1o que hacen estos \u201cantitestigos\u201d (que por sus cargos deber\u00edan ser cristianos ejemplares pero \u201cse vuelven malos\u201d e imitan al protagonista de \u201cBreaking bad\u201d) a la credibilidad del testimonio evang\u00e9lico, muy especialmente cuando se trata de pastoral juvenil. Los \u00faltimos estudios sociol\u00f3gicos nos dicen que los j\u00f3venes de hoy son m\u00e1s desconfiados que antes con respecto a las grandes instituciones, especialmente religiosas y pol\u00edticas. Se deber\u00eda estudiar con seriedad y serenidad por qu\u00e9 se dan estas incoherencias y c\u00f3mo prevenirlas, porque no son meras an\u00e9cdotas, sino que est\u00e1n destrozando la credibilidad de la fe cristiana en pa\u00edses enteros.
          \nComo comenta Juan Mart\u00edn Velasco en una de sus obras, lo primero para dar testimonio del evangelio es estar nosotros suficientemente evangelizados
          [12]<\/a>. Por ah\u00ed va la soluci\u00f3n al problema apuntado. Nos har\u00eda bien tenerlo en cuenta, as\u00ed como estas palabras de Benedicto XVI, con las que concluyo: \u201cNos convertimos en testigos cuando, por nuestras acciones, palabras y modo de ser, aparece Otro y se comunica. Se puede decir que el testimonio es el medio como la verdad del amor de Dios llega al hombre en la historia, invit\u00e1ndolo a acoger libremente esta novedad radical. En el testimonio Dios, por as\u00ed decir, se expone al riesgo de la libertad del hombre. Jes\u00fas mismo es el testigo fiel y veraz (cf. Ap 1,5; 3,14); vino para dar testimonio de la verdad (cf. Jn 18,37\u201d (Sacramentum<\/em> Caritatis<\/em>, n\u00ba 85).
          \n <\/p>\n

          JES\u00daS ROJANO MART\u00cdNEZ<\/p>\n

           
          \n
          [1]<\/a> Pablo VI, Discurso a los miembros del Consilium de Laicis<\/em> (2 octubre 1974), en AAS<\/em> 66 (1974), p. 568.
          \n
          [2]<\/a> Salmo 116,10.
          \n
          [3]<\/a> Cf., por ejemplo,\u00a0 E. R. DODD, Paganos y cristianos en una \u00e9poca de angustia<\/em>, Madrid, Cristiandad, 1975.
          \n
          [4]<\/a> Cf. http:\/\/www.vatican.va\/holy_father\/john_paul_ii\/homilies\/documents\/hf_jp-ii_hom_20000312_pardon_sp.html
          \n
          [5]<\/a> Cf. P. RICOEUR, Freud<\/em>: una interpretaci\u00f3n de la cultura<\/em>, M\u00e8xico, Fondo de Cultura Econ\u00f3mica, 1970 (original franc\u00e9s de 1965), p. 32.
          \n
          [6]<\/a> F. NIETZSCHE, El nihilismo: escritos p\u00f3stumos<\/em>, Barcelona, Pen\u00ednsula, 1998, p. 60.
          \n
          [7]<\/a> G. VATTIMO, Despu\u00e9s<\/em> de la cristiandad. Por un cristianismo no religioso, <\/em>Barcelona, Paid\u00f3s, <\/em>2003,<\/em> p. 41.
          \n
          [8]<\/a> S. ZABALA, Introducci\u00f3n, en G. VATTIMO \u2013 R. RORTY \u2013 S. ZABALA (Comp.), El futuro de la religi\u00f3n. Solidaridad, caridad, iron\u00eda,<\/em> Barcelona, Paid\u00f3s, 2006, p. 19.
          \n
          [9]<\/a> Cf. E. BETHGE, Dietrich Bonhoeffer. Te\u00f3logo-Cristiano-Hombre actual<\/em>, Bilbao, DDB, 1970.
          \n
          [10]<\/a> D. BONHOEFFER, El precio de la gracia. El seguimiento<\/em>, Salamanca, S\u00edgueme, 2004, 6\u00aa ed., pp. 77-81.
          \n
          [11]<\/a> Cf. J. B. METZ, M\u00e1s all\u00e1 de la religi\u00f3n burguesa<\/em>, Salamanca, S\u00edgueme, 1982.
          \n
          [12]<\/a> J. MART\u00cdN VELASCO, La transmisi\u00f3n de la fe en la sociedad contempor\u00e1nea,<\/em> Santander, Sal Terrae, 2002.<\/p>\n

          Misi\u00f3n Joven. N\u00famero 443. Diciembre 2013<\/strong><\/span><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

          Jes\u00fas Rojano Mart\u00ednez Director de Misi\u00f3n Joven \u00abEl hombre contempor\u00e1neo escucha m\u00e1s a gusto a los que dan testimonio que a los que ense\u00f1an, o si escuchan a los que ense\u00f1an, es porque dan testimonio\u00bb (EN 41) \u00a0 S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO. El art\u00edculo, tras tomar nota de la importancia del testimonio vital y coherente en […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1718,138,94],"tags":[],"class_list":["post-6495","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-443","category-jesus-rojano","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6495","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=6495"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6495\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=6495"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=6495"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=6495"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}