{"id":6507,"date":"2013-11-01T00:00:47","date_gmt":"2013-10-31T22:00:47","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6507"},"modified":"2013-11-01T00:00:47","modified_gmt":"2013-10-31T22:00:47","slug":"inteligencia-emocional-y-pastoral","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/inteligencia-emocional-y-pastoral\/","title":{"rendered":"INTELIGENCIA EMOCIONAL Y PASTORAL"},"content":{"rendered":"

Antonio \u00c1vila Blanco<\/strong>
\nProfesor del Instituto Superior de Pastoral (Madrid).<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO:<\/strong>
\nEl autor muestra c\u00f3mo, a lo largo de la historia de la transmisi\u00f3n de la fe cristiana, se ha olvidado demasiado veces que la fe no se dirige solo a la dimensi\u00f3n intelectual del ser humano. Lo emocional, el coraz\u00f3n, los sentimientos, constituyen tambi\u00e9n una dimensi\u00f3n esencial de la persona, y la pastoral lo ha de tener en cuenta. Despu\u00e9s, se nos dan unas pistas para lograr una acci\u00f3n pastoral que tenga en cuenta lo emocional. El autor, al final, nos advierte del peligro de pasar al extremo contrario y de hacer una pastoral que solo<\/em> se base en lo emocional.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Las razones del coraz\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    Ya afirmaba B. Pascal en sus Pensamientos<\/em> que \u201cel hombre tiene razones que la raz\u00f3n no puede entender<\/em>\u201d. Con ello Pascal se\u00f1alaba, de una parte, que los seres humanos no somos seres unidimensionales, sino que somos una realidad muy compleja, hoy dir\u00edamos que no s\u00f3lo psicol\u00f3gica sino biol\u00f3gicamente complejos; y de otra parte, nos hac\u00eda caer en la cuenta que en esa complejidad de nuestro ser seres humanos la afectividad, el coraz\u00f3n, da color a nuestra racionalidad, hasta el punto de llevarnos a otras \u201cl\u00f3gicas\u201d m\u00e1s all\u00e1 de la pura racionalidad.
    \nSi la afirmaci\u00f3n pascaliana nos hablaba de las razones del coraz\u00f3n, los avances de la neurociencia nos han permitido conocer la complejidad de nuestro sistema nervioso central y fundamentar esa complejidad. Una lectura de la obra de Antonio Damasio<\/a> nos abre al conocimiento del cerebro. Una realidad fascinante por su complejidad, por su perfecci\u00f3n y por su versatilidad; y, en lo que aqu\u00ed respecta, nos permite adentrarnos en el mundo de las emociones, y del papel que \u00e9stas juegan a la hora de situarnos en la realidad e interactuar con ella, y la capacidad que \u00e9stas nos dan de poder relacionarnos con los otros y con nosotros mismos de forma adecuada. Este autor nos hace caer en la cuenta de que la p\u00e9rdida del mundo emocional a causa de determinadas lesiones cerebrales, si bien permiten un \u201cconocimiento\u201d de la realidad, lo hacen de una forma tan neutra y sin coloraci\u00f3n emocional, que en el fondo es una experiencia incompleta y parcial que impide una vida m\u00ednimamente aceptable.
    \nOtra obra, en este caso menos biol\u00f3gica, aunque tenga un soberbio cap\u00edtulo dedicado a este tema, es el libro de Goleman La inteligencia emocional<\/em>
    <\/a>. En esta obra, todo un \u201csuperventas\u201d, analiza el papel de la inteligencia emocional como una forma intuitiva y global de reconocer e interactuar con la realidad. Este autor presenta dos formas de comprender la realidad, una primera m\u00e1s arcaica, global e intuitiva, debida a la inteligencia emocional, que tiene que ver con nuestra necesidad de dar respuestas inmediatas ante cualquier situaci\u00f3n de peligro; y otra m\u00e1s anal\u00edtica que, si bien trabaja de una forma m\u00e1s lenta al utilizar circuitos neuronales m\u00e1s complejos, nos permite analizar de forma m\u00e1s precisa la realidad y dar respuestas m\u00e1s adecuadas.
    \nFinalmente, la obra del Gardner
    <\/a> se orienta hacia el campo de la psicolog\u00eda. En ella, al referirse a la inteligencia como el instrumento del que nos servimos para conocer e interactuar con la realidad que nos rodea y con la realidad que somos, ya no va a hablar de una inteligencia emocional, sino de la existencia de inteligencias m\u00faltiples, y abre incluso a la posibilidad de la existencia de una inteligencia espiritual, que nos permite abrirnos a esa dimensi\u00f3n profunda que somos y a esa realidad \u00faltima que da sentido a nuestra existencia. A lo Totalmente Otro, a lo divino, tenga esta realidad \u00faltima el nombre que tenga. Este tipo de inteligencia espiritual \u00e9l no la incluye ni desarrolla en su pensamiento, aunque deja abierta la posibilidad de su existencia, guante que recoger\u00e1n otros autores posteriormente<\/a>.
    \nEn definitiva, y dicho de una forma muy sint\u00e9tica, las aportaciones de las ciencias neurol\u00f3gicas, de la psicolog\u00eda, etc. nos permiten afirmar que la realidad que somos y la realidad que nos rodea ni es simple ni es unidimensional. Cualquier intento de simplificaci\u00f3n del ser humano y del mundo en el que se encuentra no puede ser entendido sino como un reduccionismo antropol\u00f3gico o filos\u00f3fico.Reduccionismo al que, por desgracia, estamos tan acostumbrados. Y esa complejidad de la realidad se manifiesta en nuestra forma de acercarnos a ella, en la complejidad biol\u00f3gica de los \u00f3rganos de los que nos servimos para comprenderla (nuestros sentidos y nuestro cerebro), y tambi\u00e9n en la necesidad de crear inteligencias y lenguajes m\u00faltiples con el fin de comprenderla y expresarla.
    \n\u00bfQu\u00e9 relaci\u00f3n tiene todo esto con lo religioso y con la tarea pastoral? Esa es la cuesti\u00f3n que ahora deberemos abordar.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Remont\u00e1ndonos a las fuentes de la fe<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      A la hora de abordar el tema de lo que supone asumir la existencia de una inteligencia emocional en nuestro trabajo pastoral me gustar\u00eda partir en nuestra reflexi\u00f3n tomando el r\u00edo de la fe, y por tanto del trabajo pastoral, entendido \u00e9ste en sentido amplio, m\u00e1s arriba de lo que solemos hacer los que nos dedicamos a esta tarea. Me gustar\u00eda, como dec\u00edan los obispos de la Conferencia Episcopal Canadiense<\/a>, remontar el r\u00edo hasta sus fuentes, e incluso m\u00e1s arriba, all\u00e1 donde \u00e9stas parecen cegadas.
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 2.1 Cuando el trabajo pastoral se refiere principalmente a los contenidos de la fe<\/em>
      \nEs relativamente frecuente tomar como punto de partida del trabajo pastoral la existencia de una comunidad y de unos creyentes que, de una forma o de otra, han accedido a la fe, dando por supuesta una tarea previa, la evangelizaci\u00f3n. As\u00ed entendida, la tarea pastoral es comprendida como el acompa\u00f1ar a la fe de los creyentes y de las comunidades con el fin de formar y cultivar esa fe de tal manera que sea m\u00e1s viva, m\u00e1s ilustrada, que pueda soportar un di\u00e1logo con un mundo cient\u00edfico-t\u00e9cnico, que sea formulada con precisi\u00f3n teol\u00f3gica de tal manera que corresponda con la fe de la Iglesia. Nosotros entenderemos el trabajo pastoral en sentido amplio, porque muchas veces subir hasta los or\u00edgenes de la fe nos permite ver con m\u00e1s claridad lo que \u00e9sta implica. El hecho es, y de ah\u00ed la raz\u00f3n de este art\u00edculo, que muchas veces el cuidado pastoral, m\u00e1s que propiamente tal, se ha convertido en un cuidado \u201cdoctrinal\u201d. \u00a1Cu\u00e1nta preocupaci\u00f3n por la ortodoxia! \u00a1Cu\u00e1nto miedo al error!
      \nAunque como en toda simplificaci\u00f3n corra el riesgo de la caricatura, tengo que confesar mi malestar con muchas de las cosas que hoy denominamos actividades pastorales y solamente son actividades doctrinales. Se apela, en el mejor de los casos, a la necesidad de dar raz\u00f3n de nuestra esperanza, de entrar en di\u00e1logo racional con otros \u00f3rdenes del saber: la ciencia, la filosof\u00eda y la cultura; pero en muchos casos esta formaci\u00f3n solamente est\u00e1 preocupada por lo doctrinal y no es sino un burdo intento de indoctrinamiento que o bien desemboca en un fundamentalismo m\u00e1s o menos larvado, incapaz de di\u00e1logo con la cultura y el pensamiento actual; o bien lleva a un distanciamiento de lo aprendido en el proceso de socializaci\u00f3n religiosa, al desenga\u00f1o o a la mofa. \u201cEn el colegio los curas me ense\u00f1aban\u2026\u201d, \u201cen las clases de religi\u00f3n me dijeron\u2026\u201d, \u201cen las catequesis de primera comuni\u00f3n intentaron inculcarme\u2026\u201d. Y ahora cada uno de los lectores puede completar a estas frases y a\u00f1adir las burlas, las iron\u00edas, las carcajadas o los desenga\u00f1os que la acompa\u00f1an.
      \nPero basta con subir hacia las fuentes de la fe, e incluso a los previos que la hacen posible, basta con poner rostro a alguna persona indiferente a lo religioso con la que convivamos y a la que intentemos abrir a la experiencia de Dios, para descubrir lo in\u00fatil de nuestros intentos de la demostraci\u00f3n de Dios, de los argumentos sobre la futilidad de la vida, de lo razonable que es la existencia de Alguien que fundamente todo lo que existe o que oriente nuestras conductas para que sean realmente \u00e9ticas y acordes con su voluntad.
      \nBasta el intento de argumentar con todo tipo de razones y argumentos a aquellos que perdieron la fe para descubrir que o bien entramos en pol\u00e9micas est\u00e9riles, en discusiones bizantinas, o en charlas de caf\u00e9 que no llevan a ning\u00fan sitio.
      \nProbablemente la mejor forma de comprender lo que digo es mirar la paja en el ojo ajeno. Seguro que alguna vez en tu vida, querido lector, te has sentido acosado por alguna persona que te ha intentado convencer de lo buena que era su religi\u00f3n, su confesi\u00f3n religiosa o su movimiento eclesial. Seguro que te has encontrado con personas que de forma admirable por su constancia y entrega a la captaci\u00f3n de adeptos te han abordado en casa, en la calle, en el trabajo\u2026 la mayor\u00eda de las veces de forma inoportuna, no respetando el descanso, la intimidad\u2026 para ofrecerte su doctrina, \u201cla \u00fanica verdadera\u201d. Seguro que pones nombre y cara a lo que estamos hablando. Seguro que en alg\u00fan momento te hizo exclamar: \u00a1Qu\u00e9 pesados! \u00a1Qu\u00e9 inoportunos! \u00a1Qu\u00e9 pesadilla! Estaban seguros de su verdad, necesitados de salvarte a toda costa o de tener m\u00e1s adeptos, y te\/nos vacunaron contra todo lo que representan. Es f\u00e1cil reconocer esta paja de la reducci\u00f3n de la fe y del trabajo pastoral a la sola doctrina en el ojo ajeno.
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 2.2 \u00bfHay un solo camino de acceso a Dios?<\/em>
      \nPara los que hemos hechos el camino de la fe, aunque algunos parecen empe\u00f1arse en lo contrario, no existe un \u00fanico camino de encuentro con Dios. Los caminos de Dios no son nuestros caminos y sus planes no son nuestros planes; pero, desde luego, el camino de la sola raz\u00f3n no parece el m\u00e1s indicado. Parece que el acercamiento de Dios nuestras vidas no se refiere solamente a la raz\u00f3n sino tambi\u00e9n a la vida emocional y afectiva: \u201c\u00bfNo ard\u00eda nuestro coraz\u00f3n mientras caminaba con nosotros y nos explicaba las Escrituras?\u201d
      \nUna lectura de El error de Descartes<\/em>, de Antonio Damasio, nos permite clarificar lo que estoy se\u00f1alando. En esta obra Damasio parte del caso de un paciente con una lesi\u00f3n cerebral que por sus caracter\u00edsticas es paradigm\u00e1tico en la historia de la neurociencia. Es el caso de un barrenero que, por causa de un accidente de trabajo, se lesiona el \u00e1rea prefrontal en la que residen las emociones. Este paciente no pierde en ning\u00fan momento su conciencia. Reconoce perfectamente qui\u00e9n es, qui\u00e9nes son los que le rodean, su esposa, sus hijos\u2026 Se sit\u00faa perfectamente en la realidad y razona de una forma adecuada, pero carece de todo tipo de emociones. Todo lo percibe adecuadamente en lo referido al \u00e1rea cognitiva y al razonamiento, pero todo carece de coloraci\u00f3n afectiva. Su vida se convierte en una vida sin coloraci\u00f3n. En blanco y negro. El amor a su esposa y a sus hijos desaparece, aunque sabe qui\u00e9nes son.
      \nY es que hay veces en que algunos de nuestros planes pastorales se parecen al caso recogido por Damasio. Est\u00e1n perfectamente planificados: objetivos, contenidos, etapas, materiales. Todo para que salga el producto perfecto. Pero no se deja espacio alguno a que Dios nos enamore. No hay espacio para que pueda arder el coraz\u00f3n de ninguno de sus receptores, porque carecen de toda coloraci\u00f3n afectiva. Parece que estuvieran hechos en blanco y negro.
      \nHay obispos, sacerdotes, religiosos\/as, agentes de pastoral\u2026 que creen que con la publicaci\u00f3n del Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica ya queda resuelto el problema de la indiferencia y de la increencia. Y no hemos dado ni un solo paso en la evangelizaci\u00f3n. Hay quienes consideran que la publicaci\u00f3n del Youcat<\/em> ya soluciona el problema de la pastoral con j\u00f3venes. Hay te\u00f3logos que escriben y escriben libros de teolog\u00eda, muy eruditos y profundos, pero que no mueven ni un solo mil\u00edmetro hacia Dios\u2026
      \nEn definitiva, los caminos que nos llevan hacia Dios son muchos y distintos, probablemente tantos y distintos como personas somos, pero si la fe no consiste \u00fanicamente en las verdades que creemos, sino en el fiarnos de un Dios que nos ama, que \u00c9l mismo es Amor; si ese fiarnos procede de un sentimiento, la confianza, la amistad con \u00c9l\u2026, cualquier proyecto pastoral, cualquier palabra dirigida a Dios o referida a \u00c9l, necesariamente tiene que reflejar e incluir la dimensi\u00f3n emocional y afectiva con la que acogemos al otro y le expresamos lo que sentimos. \u201cTodo el que ama ha conocido a Dios, porque Dios es Amor\u201d, dir\u00e1 con toda verdad Juan.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Los caminos cl\u00e1sicos de acceso a Dios<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        Continuemos nuestra reflexi\u00f3n con algo que hab\u00edamos iniciado m\u00e1s arriba: Las fuentes que posibilitan el acceso a la experiencia de Dios y por tanto a la fe.<\/em>
        \nSi, como hoy parece evidente, el hilo de la trasmisi\u00f3n de la fe en nuestro contexto cultural se ha roto, y si los cauces en los que muchas veces por \u00f3smosis, por imitaci\u00f3n o por simpe \u201ccontagio\u201d, se realizaba esta trasmisi\u00f3n (la familia, la escuela, la iglesia, o el contexto cultural) se manifiestan como impotentes, si no contrarios a esta trasmisi\u00f3n, parece evidente que una tarea prioritaria de la acci\u00f3n pastoral en sentido amplio sea la de la evangelizaci\u00f3n. El anuncio del Evangelio y el engendramiento de nuevos creyentes. Parece, por tanto, que una reflexi\u00f3n sobre lo que hace posible la acogida de ese Evangelio vivido y proclamado, y su relaci\u00f3n con la inteligencia emocional, no es una digresi\u00f3n sino una entrada en un tema nuclear.
        \nLos que reflexionaron sobre esto propusieron un triple camino para el encuentro con Dios: la belleza, la verdad y la bondad<\/em>. Un triple camino que RudolfOtto, en su libro Lo santo<\/em>
        <\/a>, lo fundamenta en la capacidad de asombro. Necesitamos ojos no s\u00f3lo capaces de ver, sino capaces de asombrarse con lo que es inusual, pero tambi\u00e9n capaces de asombrarse ante lo cotidiano, porque sean capaces de ver no s\u00f3lo lo que emerge a la superficie, sino la hondura de la realidad. Necesitamos una mirada no simplemente anal\u00edtica de lo que nos rodea, capaz de entender la realidad para transformarla, sino una mirada capaz de asombrarse de lo que esa realidad nos comunica, de lo que ella misma es y est\u00e1 llamada a ser, y de lo que nosotros realmente somos en toda nuestra profundidad.
        \nY para que esta capacidad de asombro pueda darse, sobre todo para los que estamos contaminados de una mirada excesivamente anal\u00edtica, cient\u00edfico-t\u00e9cnica, y de una mirada excesivamente pragm\u00e1tica y utilitarista, necesitamos recuperar y educar a las nuevas generaciones en una hondura existencial que permita una mirada m\u00e1s gratuita y contemplativa.
        \nNo es casual que nuestras librer\u00edas se llenen de libros que hacen referencia a este tipo de mirada y de crecimiento en lo espiritual; que se busquen momentos de huida hacia la naturaleza, que surjan sustitutivos de evasi\u00f3n\u2026
        \nEl acceso a la fuente va m\u00e1s all\u00e1 de un ir a los caminos cl\u00e1sicos de acceso a Dios, para dar un paso m\u00e1s y caminar hacia los presupuestos que hacen posible ese acceso. La recuperaci\u00f3n de una humanidad no unidimensional, alienada en su mismo ser como persona, para recuperar una humanidad m\u00e1s rica, compleja y multicolor, capaz de asombro, de enamoramiento, de pasi\u00f3n, de amor en plenitud.
        \n\u00bfSignifica esto que tenemos que centrarnos \u00fanicamente en los presupuestos, y que hasta que estos no se den plenamente, hasta que no tengamos un hombre\/una mujer plena y total, no podamos avanzar y hacer una propuesta del Evangelio, sea \u00e9sta en la forma que sea? Nada m\u00e1s lejos mi intenci\u00f3n. Creo que la vida y su camino son mucho menos rectos y programados. La vida de los seres humanos est\u00e1 llena de vericuetos y de sorpresas, y cada una de sus circunstancias es un momento privilegiado y \u00fanico cuando es vivido en plenitud. Lo que quiero aqu\u00ed sostener es que si construimos edificios sin cimentarlos adecuadamente, bajando a ese terreno firme de la profundidad personal que nos permite compararla con la firmeza de la roca del Evangelio, aunque sea un fundamento de sensibilidad y de ternura propia de nuestra naturaleza humana, correremos el riesgo de que el primer viento o avatar de la vida derribe todo lo construido, por muy s\u00f3lido que pueda parecernos. Considero que todo lo que sea raz\u00f3n y razonabilidad de la fe, si no tiene el sustento de lo humano, con todas sus dimensiones, si no da raz\u00f3n de lo que amamos, vivimos y esperamos, corre el riesgo de no llegar a ning\u00fan sitio, de secarse por falta de ra\u00edz, como la semilla de la par\u00e1bola. Cada momento y cada circunstancia son una ocasi\u00f3n en la que toda nuestra acci\u00f3n pastoral debe estar dirigida a todas y cada una de las dimensiones de nuestra persona, pero especialmente a la dimensi\u00f3n afectiva, aunque, como m\u00e1s tarde se\u00f1alar\u00e9, no de forma exclusiva ni excluyente.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Los lenguajes sobre Dios<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          Esto nos abre a otro tema en el que me gustar\u00eda detenerme brevemente. Es el de los lenguajes de la fe. Esos lenguajes que nos permiten acercarnos, con temor y temblor, a esa realidad \u00faltima que es Dios. Que nos permiten decirlo y comprenderlo, y que nos permiten decirle con sencillez lo que sentimos y esperamos de \u00c9l.
          \nEn el fondo \u00faltimo, la fe es una relaci\u00f3n de amor con \u00c9l y no un simple conocimiento as\u00e9ptico sobre \u00c9l. Esto significa que los lenguajes de la fe no se pueden reducir a uno, el lenguaje del razonamiento filos\u00f3fico-teol\u00f3gico, o de las preguntas-respuestas de los catecismos de otros tiempos. El lenguaje de la relaci\u00f3n interpersonal, de la amistad, del amor\u2026 est\u00e1 formado por lenguajes m\u00faltiples llenos de imprecisiones en su formulaci\u00f3n, pero de profundidad en sus expresiones. Es un lenguaje que, al proceder de experiencias personales profundas, se manifiesta por medio de im\u00e1genes, s\u00edmbolos, gestos, comparaciones, narraciones, recuerdos, deseos\u2026 Es el lenguaje de la oraci\u00f3n, entendida \u00e9sta como un di\u00e1logo de amistad y no como un recitado mec\u00e1nico de formulas aprendidas. Es el lenguaje de la liturgia, entendida como la celebraci\u00f3n, la memoria y la expresi\u00f3n de una comunidad, en comuni\u00f3n con el resto de la Gran Iglesia, que vive lo que celebra, y no como un cumplimiento preciso de formulas rituales, una multiplicaci\u00f3n casi m\u00e1gica de gestos incomprensibles y ajenos para la comunidad que celebra. Es el lenguaje prof\u00e9tico de los gestos y de las palabras que denuncian lo que es injusto y violento, y que no solamente anuncian sino que acercan en tanto que les es posible la justicia y la paz ansiada. Es el lenguaje de la fraternidad, de la amistad compartida, que casi sin palabras, porque tiene mucho m\u00e1s de clima (palabra harto dif\u00edcil de explicar en din\u00e1mica de grupos, pero tan f\u00e1cil de percibir cuando existe realmente en un grupo). Un clima de fraternidad que permite que los ajenos reconozcan: \u201cmirad c\u00f3mo se aman\u201d. El lenguaje de los gestos de solidaridad, de cuidado del otro, que expresan no solamente un sentimiento de humanidad, sino una actitud que \u00faltimamente hemos venido a denominar \u201csamaritana\u201d porque probablemente no tenemos palabras para expresarla. El lenguaje de la tolerancia, del perd\u00f3n, de ponernos en lugar del otro y comprender sus debilidades o sus diferencias porque nosotros reconocemos tambi\u00e9n las nuestras y nos alegramos de la pluralidad, de las diferencias, y de la libertad que somos, libertad que a veces nos permite cometer errores y reconoci\u00e9ndolos poder cambiar. El lenguaje de la narraci\u00f3n de nuestra propia historia que nos lleva a dar gracias por todo lo vivido, porque reconocemos que junto a nosotros caminaba \u00c9l, y el lenguaje de la memoria hist\u00f3rica de lo que Dios ha hecho y hace con su pueblo al convertir nuestra historia en Historia de Salvaci\u00f3n. El lenguaje del lamento por el dolor vivido tantas veces expresado en los Salmos; de la queja convertida en interpelaci\u00f3n y petici\u00f3n de cuentas a un Dios al que no se entiende en la desesperaci\u00f3n tan maravillosamente expresada en el libro de Job, una imprecaci\u00f3n a Dios que raya la blasfemia, porque la confianza con los aut\u00e9nticos amigos nos permite discrepar de ellos, incluso aunque ese amigo sea Dios.
          \nLos lenguajes de la fe, de la relaci\u00f3n con Dios, son m\u00faltiples, como lo son los de cualquier relaci\u00f3n humana, pero todos ellos est\u00e1n llenos de emoci\u00f3n, y tienen un mismo objetivo: ser cauce de expresi\u00f3n de esa relaci\u00f3n, mantenerla viva, y darnos razones a nosotros mismos, seres racionales, de la razonabilidad de lo que vivimos.
          \n <\/p>\n

            \n
          1. Una pastoral que tenga en cuenta la inteligencia emocional<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

            Todo esto se vive y se cuida en una autentica tarea pastoral en la que debe darse espacio a estos y a otros muchos lenguajes, primando los fundamentales y necesarios en cada momento, pero sin excluir ninguno para que pueda darse un desarrollo arm\u00f3nico en la vida de cada uno de los creyentes y en la comunidad cristiana puesta a nuestro cargo.
            \nEs necesario que en cada momento se d\u00e9 un equilibrio entre el silencio, que es una forma de lenguaje, y la palabra; entre la escucha y la expresi\u00f3n; entre la reflexi\u00f3n y la acci\u00f3n; entre la espera confiada y el compromiso transformador; entre la expresi\u00f3n simb\u00f3lica y lit\u00fargica, y las razones que justifican y mantienen nuestro creer; entre el hacer memoria, y el so\u00f1ar y realizar caminos nuevos\u2026 En el fondo el buen pastor, el buen agente de pastoral, sabe sacar cosas nuevas y cosas viejas del arc\u00f3n de la propia experiencia, sabe llevar a buenos pastos y acompa\u00f1ar momentos de oscuridad.
            \nSi esto es necesario en todos los momentos, lo es desde luego con mayor raz\u00f3n en la etapa de la juventud. La pastoral con j\u00f3venes no puede reducirse a una pastoral sacramental, entendida \u00e9sta como la preparaci\u00f3n para la recepci\u00f3n del sacramento de la confirmaci\u00f3n, que no implica en la pr\u00e1ctica nada en la vida del joven sino un mero rito, muchas veces de despedida, o un puro acto social. Tampoco puede ser concebida \u00e9sta como una serie de actividades de diversi\u00f3n, deportivas, din\u00e1micas de comunicaci\u00f3n, actividades culturales o recreativas con el fin \u00faltimo de tener a nuestros j\u00f3venes en espacios protegidos y controlados por los adultos para que no corran riesgos indebidos. Puede que en algunos casos esto pueda ser considerado como algo necesario, pero la pastoral con j\u00f3venes no puede reducirse a esto.
            \nNecesitamos articular una pastoral con j\u00f3venes en la que \u00e9stos se sientan sujetos activos y no simples receptores. En la que puedan hacerse conscientes del momento que viven y se apasionen por su propio futuro. En la que esta toma de conciencia de s\u00ed mismos no sea el resultado de un an\u00e1lisis exclusivamente racional (lo que no ocurre nunca en la pr\u00e1ctica), ni que aboque a un puro voluntarismo, sino que suponga un proceso de autoestima personal, de integraci\u00f3n de la totalidad de su personalidad en la que siempre, pero especialmente en estas edades, juega un papel tan importante la dimensi\u00f3n emocional, afectiva y sexual. Es el tiempo de ense\u00f1orearse de las propias pulsiones, de articular una identidad sexual, de la amistad y la camarader\u00eda \u00edntima, de los primeros flirteos, del enamoramiento, de los ideales\u2026 Es un tiempo en el que la inteligencia emocional nos ha jugado a todos muy buenas y muy malas pasadas.
            \nY necesitamos articular una pastoral con j\u00f3venes en el que Dios no sea un ausente, o un extra\u00f1o. En el que no se convierta en un concepto a descartar por caduco o infantil, o un fantasma al que no merezca la pena buscar porque hasta ahora haya sido un absoluto desaparecido. Es necesaria una pastoral con j\u00f3venes en la que se pueda sentir su presencia; en la que pueda mantenerse con \u00c9l, porque se le conoce, una relaci\u00f3n de amistad; en la que pueda sentirse su llamada como una llamada a ser, sacando y poniendo en juego todas nuestras potencialidades.
            \n– Es un tiempo en el que la b\u00fasqueda interior (pensemos en el \u00e9xito de algunos lugares como Taiz\u00e9, o de algunas experiencias inici\u00e1ticas como el Camino de Santiago) responde a una necesidad experimentada por muchos de nuestros j\u00f3venes, que necesitan evadirse de la realidad para encontrarse con ellos mismos.
            \n– Es el tiempo de los grandes ideales y de los modelos de referencia, que nos hacen caer en la cuenta de que no todos los sue\u00f1os son quimeras.
            \n– Es el tiempo de la pedagog\u00eda del h\u00e9roe y de los modelos de referencia. Es el tiempo de los primeros compromisos, de las primeras responsabilidades\u2026
            \n– Es el tiempo de los primeros voluntariados, del encuentro con otras realidades que est\u00e1n m\u00e1s all\u00e1 de los espacios protegidos de sus familias y de su entorno.
            \n– Es el tiempo de descubrir y de palpar las llagas de la pobreza y la exclusi\u00f3n.
            \n– Es el tiempo de la cuadrilla, de la panda de amigos, de la conversaci\u00f3n \u00edntima, y, por tanto, es el tiempo del grupo, de la iniciaci\u00f3n a la comunidad juvenil, de los primeros acercamientos a la comunidad adulta, como alguien que tiene algo que decir y que por lo tanto puede y debe ser escuchado.
            \n– Es el tiempo del primer proyecto personal, de las primeras elecciones, de las primeras decisiones.
            \nEs, en definitiva, un tiempo de vivir. \u00bfQui\u00e9n puede poner en duda que en todo ello la inteligencia emocional juega un papel importante?
            \n <\/p>\n

              \n
            1. Cuando todo se reduce a lo emocional<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

              Pero si es verdad que hasta ahora he defendido la necesidad de tener en cuenta la inteligencia emocional y he hecho una cr\u00edtica tanto impl\u00edcita como expl\u00edcita a la reducci\u00f3n de la tarea pastoral a una trasmisi\u00f3n de verdades y conocimientos sobre Dios y a una adhesi\u00f3n a esas verdades, por el peligro de convertir la fe en una ideolog\u00eda o en una simple \u00e9tica; y si es verdad que tambi\u00e9n he criticado los voluntarismos que tanto han gustado y gustan a determinados sectores de nuestra Iglesia, defendiendo la necesidad de una acci\u00f3n pastoral que integre todas las dimensiones de la persona humana, y muy especialmente la inteligencia emocional en todos sus aspectos, creo que ha llegado el momento de reflexionar sobre las consecuencias, a mi modo de ver perversas, que tiene una acci\u00f3n pastoral cuando subraya de tal modo lo emocional que pr\u00e1cticamente ignora las otras dimensiones de la persona.
              \nUna vez m\u00e1s, no hablo de una hip\u00f3tesis posible, sino de una realidad que se ha dado desde siempre en la historia de las religiones y en el cristianismo de todas las \u00e9pocas, pero que hoy se hace presente de una forma arrolladora en algunos pa\u00edses y en algunas de nuestras iglesias.
              \nVolvamos la mirada hacia atr\u00e1s. Ya en los or\u00edgenes de la comunidad naciente los disc\u00edpulos son acusados de estar \u201cllenos de mosto\u201d, pero el Esp\u00edritu que se ha derramado sobre ellos no les invita solamente a las emociones desbordantes y desbordadas. Comienza una etapa de anuncio del Resucitado, de discusiones con los maestros de la ley, de organizaci\u00f3n de la comunidad, de atenci\u00f3n a los necesitados, de coherencia en el estilo de vida, e incluso de entrega de \u00e9sta.
              \nEs verdad que los primeros momentos, tal como nos los trasmite Lucas, parecen de una exaltaci\u00f3n emocional fuerte, pero una lectura continuada nos permite descubrir c\u00f3mo las cosas progresivamente se serenan y lo emocional ocupa su lugar, pero no se reduce la experiencia de la fe a sola emocionalidad.
              \nPosteriormente, a lo largo de los siglos, han aparecido grupos y movimientos dentro de la Iglesia que, de una forma o de otra, en muchos de los casos apelando a la experiencia de Pentecost\u00e9s, consideran que el n\u00facleo de la fe es fundamental y casi exclusivamente emocional. Han sido los iluminados, los revivalistas, los pietistas\u2026 Algunas veces una Iglesia muy centrada en lo doctrinal ha sospechado de todo lo que se mov\u00eda, pero otras, no pocas, no le faltaba raz\u00f3n a la hora de sospechar que hab\u00eda exageraciones y m\u00e1s que exageraciones.
              \nHoy, entre nosotros, vuelven a florecer estos fen\u00f3menos de una forma desaforada. Movimientos carism\u00e1ticos, ritos de sanaci\u00f3n, exorcismos, asambleas y cultos de alabanza, glosolalias,\u2026\u00a0 En sus encuentros y celebraciones se entretejen los cantos r\u00edtmicos, las palmas, las danzas, los gritos \u00a1aleluya! \u00a1hosanna!… que crean un clima emocional desbordante y contagioso hasta llegar al paroxismo. Sus miembros consideran que \u00e9sta es la prueba de la presencia del Esp\u00edritu, mientras que los que los intentamos observar con una cierta distancia cr\u00edtica nos preguntamos si hay algo m\u00e1s que contagio emocional.
              \nLa pregunta que cabe hacernos es: \u00bfPor qu\u00e9 estos fen\u00f3menos hoy tienen tanta presencia en algunos sectores de la poblaci\u00f3n? \u00bfPor qu\u00e9 en un mundo aparentemente tan positivista como el actual estos grupos crecen y se multiplican? \u00bfPor qu\u00e9 en algunos pa\u00edses europeos de tradici\u00f3n cat\u00f3lica, muy tocados por la increencia, estos grupos tienen una presencia significativa? La respuesta a esta cuesti\u00f3n es compleja y desborda este art\u00edculo, pero si bien no hay que descartar intereses ajenos a la fe (pol\u00edticos, econ\u00f3micos, personalidades carism\u00e1ticas como algunos telepredicadores, etc.), no hay que descartar una que nos deber\u00eda hacer reflexionar, que una vez m\u00e1s se est\u00e9 dando una reacci\u00f3n pendular que denuncia los dos extremos del p\u00e9ndulo como formas insuficientes de vida cristiana.
              \nPero, m\u00e1s all\u00e1 de las causas que lo originan, la pregunta m\u00e1s importante que dejo abierta para que cada uno nos podamos contestar es: \u00bfA d\u00f3nde lleva un tipo de pastoral en la que, por las causas que sean, solamente exista emocionalidad y nada m\u00e1s que emocionalidad?
              \n <\/p>\n

              ANTONIO \u00c1VILA BLANCO<\/p>\n

               
              \n
              <\/a> Especialmente sus obras: El error de Descartes<\/em>, Cr\u00edtica, Barcelona 2006; Y el cerebro cre\u00f3 al hombre. \u00bfC\u00f3mo pudo el cerebro generar emociones, sentimientos, ideas y el yo?<\/em>, Destino, Barcelona 2010; En busca de Spinoza<\/em>, Destino 2013.
              \n
              <\/a> D. Goleman, La inteligencia emocional<\/em>, Kair\u00f3s, Barcelona 1997.
              \n
              <\/a> H. Gardner, Inteligencias m\u00faltiples<\/em>, Paid\u00f3s, Barcelona 1998; La nueva ciencia de la mente<\/em>, Paid\u00f3s, Barcelona 2000.
              \n
              <\/a> Por ejemplo F. Torralba, Inteligencia emocional<\/em>, Plataforma editorial, Barcelona 2010.
              \n
              <\/a> Editado en: D. Mart\u00ednez, P. Gonz\u00e1lez, J.L. Saborido, Proponer la fe hoy. De lo heredado a lo propuesto<\/em>, Sal Terrae, Santander 2006.
              \n
              <\/a> R. Otto, Lo Santo: Lo racional y lo irracional en la idea de Dios<\/em>, Alanza Editorial, Madrid 2005.<\/p>\n

              Misi\u00f3n Joven. N\u00famero 442. Noviembre 2013<\/strong><\/span><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

              Antonio \u00c1vila Blanco Profesor del Instituto Superior de Pastoral (Madrid). \u00a0 S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO: El autor muestra c\u00f3mo, a lo largo de la historia de la transmisi\u00f3n de la fe cristiana, se ha olvidado demasiado veces que la fe no se dirige solo a la dimensi\u00f3n intelectual del ser humano. Lo emocional, el coraz\u00f3n, los […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[1522,1712,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6507"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=6507"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6507\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=6507"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=6507"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=6507"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}