{"id":6509,"date":"2013-11-01T00:00:37","date_gmt":"2013-10-31T22:00:37","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6509"},"modified":"2013-11-01T00:00:37","modified_gmt":"2013-10-31T22:00:37","slug":"inteligencia-emocional-otra-forma-de-ser-inteligentes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/inteligencia-emocional-otra-forma-de-ser-inteligentes\/","title":{"rendered":"INTELIGENCIA EMOCIONAL: OTRA FORMA DE SER INTELIGENTES"},"content":{"rendered":"

Mar Mart\u00ednez Garc\u00eda<\/strong>
\nProfesora Titular del \u00c1rea de Psicolog\u00eda Evolutiva y la Educaci\u00f3n<\/strong>
\nCentro de Ense\u00f1anza Superior Don Bosco<\/strong>
\n 
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO:<\/strong>
\nLa autora hace un resumen del concepto de inteligencia emocional<\/em> y de sus implicaciones educativas. Parte para ello de la teor\u00eda de las inteligencias m\u00faltiples de Gardner y de la concepci\u00f3n de Goleman. Para \u00e9ste, la inteligencia emocional es la \u201ccapacidad de reconocer nuestros sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones en nosotros mismos y en nuestras relaciones\u201d. Tras referirse tambi\u00e9n a la psicolog\u00eda positiva deSeligman, muestra c\u00f3mo los que se dedican a la educaci\u00f3n tienen \u201cel gran compromiso y la gran responsabilidad de contribuir al desarrollo de esa educaci\u00f3n emocional y social que nos permita reinventarnos y ser m\u00e1s capaces de afrontar, juntos, los retos que tenemos por delante\u201d.
\n <\/p>\n

    \n
  1. \u201cLa inteligencia emocional es \u00fatil en tiempos de bonanza, imprescindible en tiempos de crisis\u201d<\/strong>.<\/li>\n<\/ol>\n

    Comienzo con esta cita de Hendrie Weinsinger que en realidad es aplicable no s\u00f3lo a las crisis de tipo econ\u00f3mico como la que estamos sufriendo en la actualidad, sino a todo tipo de crisis: tanto de car\u00e1cter vital, como en nuestras relaciones personales o en el trabajo, y no solo de forma individual sino tambi\u00e9n colectiva.
    \n\u00bfY por qu\u00e9 resulta tan importante la inteligencia emocional? Vamos a detenernos a entender qu\u00e9 es para encontrar las claves que nos permitan responder a esa cuesti\u00f3n.
    \nPara ello habr\u00eda que comenzar, aunque sea de forma breve, por revisar la evoluci\u00f3n en la concepci\u00f3n sobre la inteligencia. Tradicionalmente se la ha asociado a aspectos\u00a0 predominantemente cognitivos, y m\u00e1s concretamente a las capacidades l\u00f3gico-matem\u00e1ticas y ling\u00fc\u00edsticas, junto con la memoria. De hecho, son esos los aspectos evaluados y medidos desde siempre por la mayor\u00eda de los tests de inteligencia estandarizados, y a partir de los cuales se ha venido obteniendo el denominado cociente intelectual<\/em> o CI.
    \nSin embargo, desde hace ya a\u00f1os, se alzaron voces cr\u00edticas desde los \u00e1mbitos de la psicolog\u00eda y de la educaci\u00f3n que cuestionaban este concepto de CI y, en general, la concepci\u00f3n sobre lo que se deber\u00eda entender como\u00a0 inteligencia. Surgieron preguntas tan necesarias como:
    \n 
    \n– \u00bfQu\u00e9 es exactamente lo que miden los test de inteligencia?<\/em>
    \n– \u00bfPor qu\u00e9 y para qu\u00e9 se mide y clasifica a las personas seg\u00fan un cociente intelectual?<\/em>
    \n– \u00bfEs correcto medir y etiquetar a las personas en proceso de desarrollo y cambio con un simple n\u00famero est\u00e1tico como es un CI?<\/em>
    \n– Y quiz\u00e1s, la pregunta que abri\u00f3 la puerta a su vez a m\u00e1s preguntas f\u00e9rtiles para lograr un cambio significativo a la hora de entender en qu\u00e9 consiste ser inteligente fue: \u00bfes el cociente intelectual y la concepci\u00f3n sobre la inteligencia que \u00e9ste refleja lo que pronostica el \u00e9xito en la vida, tanto en lo acad\u00e9mico como lo profesional y personal?<\/em>
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Diferentes formas de ser inteligente: el enfoque de las \u201cinteligencias m\u00faltiples\u201d.<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      Una de las propuestas m\u00e1s interesantes para responder a esa \u00faltima pregunta vino de la mano de Howard Gardner y su equipo de la Universidad de Harvard, en 1983, al ofrecernos otra visi\u00f3n realmente novedosa del concepto de inteligencia, a partir de su modelo de las inteligencias m\u00faltiples<\/em>. En \u00e9l, \u00e9sta no se concibe como algo unitario, sino como un conjunto de inteligencias m\u00faltiples, distintas y con un car\u00e1cter de cierta independencia. Define la inteligencia como la \u00abcapacidad de resolver problemas y\/o elaborar productos que sean valiosos en una o m\u00e1s culturas\u00bb. De modo que defiende que, as\u00ed como hay muchos tipos de problemas que resolver, tambi\u00e9n hay muchos tipos de inteligencia.
      \nSeg\u00fan esta teor\u00eda, todos los seres humanos poseen las ocho inteligencias propuestas en mayor o menor medida, por lo que hablar\u00edamos de que, en cada persona, encontrar\u00edamos una combinaci\u00f3n de inteligencias.
      \nDe hecho, esta concepci\u00f3n en realidad recupera el origen etimol\u00f3gico del t\u00e9rmino \u201cinteligencia\u201d, puesto que proviene del lat\u00edn intelligere<\/em>, compuesto de inter<\/em>`entre\u2019 y legere<\/em> `elegir o escoger\u2019. De modo que alguien inteligente ser\u00eda quien sabe escoger; es decir, que la inteligencia entonces permitir\u00eda ser capaz de elegir las mejores opciones para resolver un problema o una cuesti\u00f3n, lo cual podr\u00eda ser aplicable a situaciones muy diversas, y de diferente naturaleza, que se nos presentan continuamente en nuestra vida cotidiana.
      \nEs precisamente Gardner quien habla por primera vez de inteligenciaintrapersonal <\/em>e inteligencia interpersonal<\/em> como dos de estas ocho inteligencias propuestas en su modelo, siendo uno de los principales precursores del gran inter\u00e9s que existe en la actualidad por los aspectos emocionales como elemento fundamental del funcionamiento psicol\u00f3gico, cognitivo y social de la persona en sus diferentes facetas.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. La posibilidad de ser mejores: la inteligencia emocional.<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        Aunque realmente fue m\u00e1s tarde Daniel Goleman, en 1995, quien fundi\u00f3 y populariz\u00f3 en un solo concepto denominado inteligencia emocional<\/em> esas dos inteligencias propuestas por Gardner, en su libro Inteligencia Emocional: \u00bfPor qu\u00e9 puede importar m\u00e1s que el concepto de cociente intelectual?<\/em>, publicado un a\u00f1o m\u00e1s tarde en nuestro pa\u00eds con el t\u00edtulo m\u00e1s escueto de Inteligencia Emocional<\/em>, y que se convirti\u00f3 en poco tiempo en un aut\u00e9ntico best seller<\/em> en la mayor\u00eda de los pa\u00edses \u2013iba a escribir \u201cde todo el mundo\u201d, pero me he corregido a tiempo para no caer en el\u00a0error de olvidar, que en muchas partes del mismo, muchos millones de personas ni siquiera pueden comprar un libro, y lo que es infinitamente peor, no han tenido la posibilidad de aprender a leer-.
        \nNo obstante, no quisiera hacer pensar que anteriormente a las teor\u00edas deGardner o Goleman no se hubiera prestado atenci\u00f3n a la importancia de las emociones o que, aunque sin denominarla con tal nombre, no se haya reflexionado sobre lo que es la inteligencia emocional. De hecho, el propio Daniel Goleman, en el libro ya mencionado, arranca con una introducci\u00f3n titulada \u201cEl desaf\u00edo de Arist\u00f3teles\u201d, donde incluye un p\u00e1rrafo de la obra \u00c9tica a Nic\u00f3maco<\/em> de este fil\u00f3sofo:
        \n\u00a0<\/em>
        \nCualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el prop\u00f3sito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.<\/em>
        \n 
        \nEn realidad, Arist\u00f3teles nos ofrece un clar\u00edsimo ejemplo de lo que es la inteligencia emocional. Lo que ocurre es que tradicionalmente, en la mayor parte de los casos, desde la propia filosof\u00eda, la psicolog\u00eda y otras disciplinas, las emociones han sido vistas como un lastre para poder alcanzar un pensamiento puro y racional; como algo primitivo que nos acercaba a nuestra naturaleza m\u00e1s animal y denostada. A menudo el mostrar emociones se ha considerado un signo de debilidad y algo que, por lo tanto, hab\u00eda que reprimir. Y, desde luego, unir en un mismo concepto las palabras \u201cinteligencia\u201d y \u201cemoci\u00f3n\u201d, hubiera sido, en otro tiempo, cuando menos chocante, por no decir un disparate. Goleman (1996) lo explica as\u00ed:
        \n 
        \n\u201cEn cierto modo, tenemos dos cerebros y dos clases diferentes de inteligencia: la inteligencia racional y la inteligencia emocional, y nuestro funcionamiento en la vida est\u00e1 determinado por ambos (\u2026). Esto vuelve a poner sobre el tapete el viejo problema de la contradicci\u00f3n existente entre la raz\u00f3n y el sentimiento. No es que nosotros pretendamos eliminar la emoci\u00f3n y poner la raz\u00f3n en su lugar \u2013como quer\u00eda Erasmo-, sino que nuestra intenci\u00f3n es la de descubrir el modo inteligente de armonizar ambas funciones. El viejo paradigma propon\u00eda un ideal de raz\u00f3n liberada de los impulsos de la emoci\u00f3n. El nuevo paradigma, por su parte, propone armonizar la cabeza y el coraz\u00f3n. Pero, para llevar a cabo adecuadamente esta tarea, debemos comprender con m\u00e1s claridad lo que significa utilizar inteligentemente las emociones\u201d (pp. 58-59).
        \n 
        \nPor ello, aunque en la actualidad ya nos sea un concepto conocido y repetidamente escuchado, es importante que entendamos las repercusiones reales que tiene asumir esta forma de entender la inteligencia. Para ayudar a convencernos de la necesidad de tomar conciencia acerca del papel de la inteligencia emocional en nuestra vida aporto un dato que creo muy revelador: seg\u00fan investigaciones realizadas por The<\/em> Consortium for Research on Emotional Intelligence inOrganizations<\/em>, el \u00e9xito de las personas se debe en un 23% a las capacidades intelectuales y en un 77% a las aptitudes emocionales. Y cuando se habla de \u00e9xito no se refiere s\u00f3lo al acad\u00e9mico o profesional, sino tambi\u00e9n al personal.
        \n 
        \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 3.1. \u00bfEn qu\u00e9 consiste ser emocionalmente inteligente?<\/em>
        \nBien, parece que merece la pena entonces detenernos a analizar con m\u00e1s detalle cu\u00e1les ser\u00edan esas aptitudes emocionales que tanto influyen en todos los aspectos de nuestra vida.
        \nGoleman defini\u00f3 la inteligencia emocional como la capacidad de reconocer nuestros sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones en nosotros mismos y en nuestras relaciones. Partiendo de esta definici\u00f3n general, vamos a intentar concretar a\u00fan m\u00e1s, y para ello nos puede ser \u00fatil volver a los dos tipos de inteligencia propuestos por Gardner: la inteligencia intrapersonal y la interpersonal.
        \nLa inteligencia intrapersonal<\/strong> se refiere a la comprensi\u00f3n de uno mismo; es el conocimiento de los aspectos internos de una persona, es decir, ser capaz de acceder a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos. Consiste en la capacidad de poder discriminar las diferentes emociones y, adem\u00e1s, ponerles un nombre y recurrir a ellas como medio de interpretar y orientar la propia conducta.
        \nLas personas que poseen una inteligencia intrapersonal notable poseen modelos ajustados y eficaces de s\u00ed mismos.
        \nPor otro lado, la inteligencia interpersonal<\/strong> permite comprender a los dem\u00e1s y comunicarse con ellos de forma eficaz, teniendo en cuenta sus diferentes estados de \u00e1nimo, temperamentos, motivaciones y habilidades. Incluye la capacidad para establecer y mantener relaciones sociales y para asumir diversos roles dentro de diferentes grupos. La inteligencia interpersonal est\u00e1 relacionada con el contacto persona a persona y la predisposici\u00f3n a las interacciones efectuadas en grupos o actividades de tipo\u00a0 colaborativo. Podr\u00edamos decir que la capacidad de empat\u00eda<\/strong> ser\u00eda la clave.
        \nEn cualquier caso, es evidente la estrecha relaci\u00f3n e interdependencia entre estos dos tipos de inteligencia. Precisamente el concepto de inteligencia emocional nos permite englobarlos y entender mejor su estrecha vinculaci\u00f3n.
        \nAunque aqu\u00ed nos hemos centrado en los modelos de Gardner y Goleman, lo cierto es que han ido surgiendo m\u00e1s modelos sobre inteligencia emocional. M\u00e1s all\u00e1 del debate te\u00f3rico que pueda darse sobre cu\u00e1l es el modelo m\u00e1s adecuado, en lo que s\u00ed encontramos un acuerdo general es en que existen unas competencias emocionales que deber\u00edan aprender todas las personas, lo que se ha dado en llamar laalfabetizaci\u00f3n emocional<\/strong>.
        \nAl fin y al cabo, y tal y como dice el propio Goleman, cualquier concepci\u00f3n de la naturaleza humana que soslaye el poder de las emociones pecar\u00e1 de una lamentable miop\u00eda. Lo explica as\u00ed:
        \n 
        \n\u201cA la luz de de las recientes pruebas que nos ofrece la ciencia sobre el papel desempe\u00f1ado por las emociones en nuestra vida, hasta el mismo t\u00e9rminohomo sapiens<\/em> \u2013la especie pensante- resulta un tanto equ\u00edvoco. Todos sabemos por experiencia propia que nuestras decisiones y nuestras acciones dependen tanto \u2013y a veces m\u00e1s- de nuestros sentimientos como de nuestros pensamientos. Hemos sobrevalorado la importancia de los aspectos puramente racionales (de todo lo que mide el CI) para la existencia humana pero, para bien o para mal, en aquellos momentos en que nos vemos arrastrados por las emociones, nuestra inteligencia se ve francamente desbordada\u201d (1996, p.23).
        \n 
        \nDe nuevo la etimolog\u00eda nos aporta luz sobre la naturaleza de la emoci\u00f3n. El t\u00e9rmino proviene del verbo latino movere<\/em> (que significa \u201cmoverse\u201d) m\u00e1s el prefijo \u201ce-\u201d, es decir, ser\u00eda \u201cmovimiento hacia\u201d. Por tanto nos sugiere que en toda emoci\u00f3n hay impl\u00edcita una tendencia a la acci\u00f3n; las emociones funcionar\u00edan como motores de nuestro comportamiento.
        \n 
        \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 3.2.\u00a0 La clave est\u00e1 en nuestro cerebro.<\/em>
        \nUn pilar esencial en el que se ha fundamentado la teor\u00eda de la inteligencia emocional ha sido la investigaci\u00f3n reciente en el \u00e1mbito de la neuropsicolog\u00eda. Los modernos medios tecnol\u00f3gicos de neuroimagen, como el esc\u00e1ner cerebral, han permitido poder llegar a vislumbrar el funcionamiento de nuestro cerebro en sus misterios m\u00e1s profundos, mientras pensamos, imaginamos, so\u00f1amos o sentimos. En palabras de Goleman:
        \n 
        \n\u201cEste aporte de datos neurobiol\u00f3gicos nos permite comprender con mayor claridad que nunca la manera en que los centros emocionales del cerebro nos incitan a la rabia o al llanto, el modo en que sus regiones m\u00e1s arcaicas nos arrastran a la guerra o al amor y la forma en que podemos canalizarlas hacia el bien o hacia el mal. Esta comprensi\u00f3n \u2013desconocida hasta hace poco- de la actividad emocional y de sus deficiencias pone a nuestro alcance nuevas soluciones para remediar la crisis emocional colectiva\u201d (1996, pp.12-13).
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Esa asignatura pendiente: la necesidad de una educaci\u00f3n emocional.<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          Eduard Punset, autor interesado en el tema de las emociones y con varias publicaciones de car\u00e1cter divulgativo sobre el mismo, defiende la importancia de seguir sensibilizando sobre la necesidad de una educaci\u00f3n emocional con estas palabras: \u201cSi me preguntaran sobre la revoluci\u00f3n que se nos viene encima y que nos va desconcertar a todos, responder\u00eda, sin vacilar, la irrupci\u00f3n del aprendizaje social y emocional en nuestras vidas cotidianas\u201d (Bisquerra, 2012, p.5).
          \nLo cierto es que parece que este planteamiento es compartido por muchos. En los \u00faltimos a\u00f1os se han multiplicado las investigaciones, publicaciones, congresos y cursos de formaci\u00f3n sobre este tema de la inteligencia emocional, as\u00ed como sobre c\u00f3mo conseguir desarrollar las competencias relacionadas con la misma. Lo importante, adem\u00e1s, es que este inter\u00e9s se ha extendido a numerosos y variados \u00e1mbitos: el mundo de la empresa y de las organizaciones, los campos de la educaci\u00f3n, de la salud o el deporte, por poner algunos ejemplos. Y los resultados est\u00e1n siendo realmente significativos y muy fruct\u00edferos.
          \nEn esta l\u00ednea, encontramos la Psicolog\u00eda Positiva<\/strong>, un nuevo enfoque dentro del \u00e1mbito del la Psicolog\u00eda, iniciado por Seligman, que est\u00e1 muy relacionado con todo lo que vengo planteando en este peque\u00f1o art\u00edculo. Tradicionalmente en Psicolog\u00eda nos hemos centrado m\u00e1s en estudiar e investigar, por decirlo de alguna manera, lo que no funciona o funciona mal: los trastornos, las patolog\u00edas, las dificultades\u2026 Sin embargo, Seligman se hizo una gran pregunta: \u00bfpor qu\u00e9 hay personas que viviendo situaciones dif\u00edciles, o incluso extremas, en vez de enfermar psicol\u00f3gicamente o de hundirse como otras, son capaces no s\u00f3lo de salir indemnes, sino incluso fortalecidas? Estudiando y analizando esto se lleg\u00f3 a un concepto muy interesante: la resiliencia<\/strong>, que se podr\u00eda definir como la capacidad de sobreponerse a periodos de dolor emocional o traumas, y como ya apuntaba anteriormente, incluso ser capaz de resultar fortalecido por esa experiencia.
          \nLa psicolog\u00eda positiva, por tanto, se centra en las capacidades, valores y caracter\u00edsticas positivas de los seres humanos. Desde la neuropsicolog\u00eda se plantea que las personas resilientes tienen un mayor equilibrio emocional, una mayorinteligencia emocional<\/strong> frente a situaciones de estr\u00e9s, de crisis, de modo que pueden soportar mejor la presi\u00f3n. Esto permite una sensaci\u00f3n de control frente a los acontecimientos y una mayor capacidad de afrontar retos. Permite que una persona o grupo sienta que puede superar obst\u00e1culos de forma exitosa.
          \nPor ello termino como empezamos. Con la cita de Hendrie Weinsinger: \u201cLa inteligencia emocional es \u00fatil en tiempos de bonanza, imprescindible en tiempos de crisis\u201d<\/em>. Espero que ahora, tras todo lo expuesto, entendamos que en gran parte las soluciones, las respuestas, radican en c\u00f3mo seamos capaces de percibir lo que nos ocurre, en c\u00f3mo seamos capaces de gestionar nuestras emociones para que se conviertan en motor de afrontamiento y cambio de las situaciones dif\u00edciles y negativas que podamos encontrar. Entender que la fortaleza est\u00e1 en nosotros, como individuos pero, sobre todo, siendo capaces de sumar esas fuerzas junto a otros. Ser capaces de cooperar y buscar f\u00f3rmulas para sentirnos bien y procurar el bienestar de los que nos rodean. Y quienes nos dedicamos a la educaci\u00f3n tenemos el gran compromiso y la gran responsabilidad de contribuir al desarrollo de esa educaci\u00f3n emocional y social que nos permita reinventarnos y ser m\u00e1s capaces de afrontar, juntos, los retos que tenemos por delante\u2026
          \n\u00a0<\/strong>
          \nBIBLIOGRAF\u00cdA<\/strong>
          \n– Bisquerra, R. (Coord.) (2012). \u00bf<\/em>C\u00f3mo educar las emociones? La inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia<\/em>. Esplugues de Llobregat: Hospital SantJoan de D\u00e9u.
          \n– Gardner, H. (1998). Inteligencias m\u00faltiples: la teor\u00eda en la pr\u00e1ctica<\/em>. Barcelona:Paid\u00f3s.
          \n– Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional<\/em>. Barcelona: Kair\u00f3s.
          \n– Fern\u00e1ndez-Berrocal, P., Ramos-D\u00edaz, N. (2002). Corazones inteligentes<\/em>. Barcelona:Kair\u00f3s.
          \n– Hu\u00e9, C. (2007). Pensamiento emocional<\/em>. Zaragoza: Mira Editores.
          \n– Lantieri, L. (2009). Inteligencia emocional infantil y juvenil: ejercicios para cultivar la fortaleza interior en ni\u00f1os y j\u00f3venes<\/em>. Madrid: Aguilar.
          \n– Mora, F. (2009). C\u00f3mo funciona el cerebro<\/em>. Madrid: Alianza Editorial.
          \n– Punset, E. (2010). Viaje a las emociones. Barcelona: Destino.
          \n– Seligman, M. (2011). La aut\u00e9ntica felicidad<\/em>. Barcelona: Zeta.
          \n <\/p>\n

          MAR MART\u00cdNEZ GARC\u00cdA<\/p>\n

          Misi\u00f3n Joven. N\u00famero 442. Noviembre 2013<\/strong><\/span><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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