{"id":6536,"date":"2013-07-01T00:00:08","date_gmt":"2013-06-30T22:00:08","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6536"},"modified":"2013-07-01T00:00:08","modified_gmt":"2013-06-30T22:00:08","slug":"claves-de-lectura-del-sinodo-sobre-la-nueva-evangelizacion","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/claves-de-lectura-del-sinodo-sobre-la-nueva-evangelizacion\/","title":{"rendered":"CLAVES DE LECTURA DEL S\u00cdNODO SOBRE LA NUEVA EVANGELIZACI\u00d3N"},"content":{"rendered":"
S. Yvonne Reungoat, FMA<\/strong> El S\u00ednodo ha mostrado el rostro de una Iglesia viva, caracterizada por la pluralidad de culturas, vocaciones y carismas. Una comunidad en camino, presente en todo el mundo, como levadura en la masa, capaz de dar testimonio de su fe, a\u00fan en circunstancias adversas. Desde el inicio de la reflexi\u00f3n presinodal se hab\u00eda dado mucha importancia a \u201clas manifestaciones del cambio de \u00e9poca y a la fractura cultural que presenta el mundo\u201d (Instrumentum<\/em> Laboris<\/em>, n. 47). Precedentemente los Lineamenta<\/em> hab\u00edan afrontado los \u201cnuevos are\u00f3pagos del mundo actual\u201d (nn. 6-9). \u201cLa tarea de la nueva evangelizaci\u00f3n descansa sobre esta serena certeza. Nosotros confiamos en la inspiraci\u00f3n y en la fuerza del Esp\u00edritu, que nos ense\u00f1ar\u00e1 lo que debemos decir y lo que debemos hacer, a\u00fan en las circunstancias m\u00e1s dif\u00edciles. Es nuestro deber, por eso, vencer el miedo con la fe, el cansancio con la esperanza, la indiferencia con el amor\u201d. \u00a0Esta afirmaci\u00f3n del n\u00famero 5 del Mensaje<\/em> constituye una clave del lectura del S\u00ednodo, en cuanto nos sit\u00faa en calidad de disc\u00edpulos\/as convencidos\/as de que \u201csi esta renovaci\u00f3n fuese confiada a nuestras fuerzas, habr\u00eda serios motivos de duda, pero en la Iglesia la conversi\u00f3n y la evangelizaci\u00f3n no nos tienen como primeros actores a nosotros, pobres hombres, sino al mismo Esp\u00edritu del Se\u00f1or. Aqu\u00ed est\u00e1 nuestra fuerza y nuestra certeza, que el mal no tendr\u00e1 jam\u00e1s la \u00faltima palabra, ni en la Iglesia ni en la historia: \u2018No se turbe vuestro coraz\u00f3n y no teng\u00e1is miedo\u2019 (Jn<\/em> 14, 27), ha dicho Jes\u00fas\u201d. La experiencia de encontrar a Jesucristo se hace posible por el Esp\u00edritu, que nos introduce en la vida de la Trinidad (Cf. Propuesta<\/em> n. 36). \u00a0Y ese encuentro con una Persona, con el \u2018Hijo de Dios\u00a0 vivo\u2019, es el n\u00facleo central de la evangelizaci\u00f3n. \u201cEs el mismo Se\u00f1or Jesucristo que, presente en su Iglesia, precede la obra de los evangelizadores, la acompa\u00f1a y sigue, haciendo fructificar el trabajo: lo que acaeci\u00f3 al principio contin\u00faa durante todo el curso de la historia\u201d (Congregaci\u00f3n para la Doctrina de la Fe, Nota doctrinal acerca de algunos aspectos sobre la Evangelizaci\u00f3n<\/em>, Introducci\u00f3n). \u201cNos sentimos cercanos a los j\u00f3venes de un modo muy especial, porque son parte relevante del presente y del futuro de la humanidad y de la Iglesia\u201d (Mensaje<\/em> n. 9). La mirada del S\u00ednodo hacia ellos expresa preocupaci\u00f3n pero no pesimismo. Los j\u00f3venes son portadores de aspiraciones profundas de autenticidad, de verdad, de libertad, de generosidad, de las cuales solo Cristo puede ser respuesta capaz de saciarlos (Cf. ivi<\/em>). Me ha llamado la atenci\u00f3n el t\u00edtulo del n\u00famero 12 del Mensaje<\/em>: \u201cContemplando el misterio y cercanos a los pobres\u201d. Me parece que expresa una asociaci\u00f3n de corte evang\u00e9lico entre la contemplaci\u00f3n y los pobres, una s\u00edntesis que indica la integraci\u00f3n fe-vida, fe-compromiso social, fe-obras\u2026\u00a0 como fruto de la evangelizaci\u00f3n de las personas, las comunidades\u00a0 y las instituciones. S. IVONNE REUNGOAT<\/p>\n Misi\u00f3n Joven. N\u00famero 438_439. Julio-Agosto 2013<\/strong><\/span><\/p>\n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" S. Yvonne Reungoat, FMA Superiora General Instituto Hijas de Mar\u00eda Auxiliadora. \u00a0 S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO.- La autora, actual Superiora general de las Hijas de Maria Auxiliadora, form\u00f3 parte como oyente invitada del S\u00ednodo de octubre. 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\nSuperiora General<\/strong>
\nInstituto Hijas de Mar\u00eda Auxiliadora.<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO.-<\/strong>
\nLa autora, actual Superiora general de las Hijas de Maria Auxiliadora, form\u00f3 parte como oyente invitada del S\u00ednodo de octubre. Ella nos da, desde la experiencia vivida, sus principales claves de lectura de dicho S\u00ednodo: universalidad de la Iglesia, \u2018nuevas oportunidades\u2019 de evangelizaci\u00f3n, protagonismo del Esp\u00edritu, centralidad de Jesucristo, j\u00f3venes evangelizadores de los j\u00f3venes, contemplaci\u00f3n del misterio y cercan\u00eda a los m\u00e1s pobres.<\/em>
\nHan pasado varios meses desde la clausura de la XIII Asamblea General del S\u00ednodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelizaci\u00f3n. Los acontecimientos eclesiales sucesivos han reforzado el car\u00e1cter prof\u00e9tico del evento. El testimonio de Benedicto XVI al dejar el pontificado ilumina con tonalidades nuevas su presencia y los mensajes por \u00e9l pronunciados en el auditorio sinodal.
\nLa elecci\u00f3n del Papa Francisco ha abierto una nueva etapa en la historia de la Iglesia. Ha llegado el sucesor de Pedro desde el Sur de Am\u00e9rica Latina, trayendo en su coraz\u00f3n la herencia del \u2018pobrecito\u2019 de As\u00eds y en sus gestos y palabras la misericordia y la audacia de Jes\u00fas de Nazaret, el profeta del Reino.
\nAl evocar cuanto hemos recibido y estamos recibiendo de estos dos testigos del Evangelio, suscitados por el Esp\u00edritu para escribir las primeras p\u00e1ginas de la vida de la Iglesia en este nuevo milenio, tambi\u00e9n nosotros, como pueblo de Dios, sentimos la responsabilidad de recorrer los\u00a0 caminos que el S\u00ednodo nos ha dejado abiertos.
\nMe propongo por tanto evidenciar algunas claves de lectura que he venido profundizando despu\u00e9s de la experiencia realizada durante el S\u00ednodo, en calidad de \u2018oyente\u2019. Las se\u00f1alo con la certeza de que no son \u00fanicamente claves, sino tambi\u00e9n n\u00facleos generadores, pues de cada uno de estos aspectos se desprenden otros que los completan y profundizan. Me detendr\u00e9 brevemente en algunas de estas claves, consciente de que hacer una opci\u00f3n implica descartar otras: universalidad de la Iglesia, \u2018nuevas oportunidades\u2019 de evangelizaci\u00f3n, protagonismo del Esp\u00edritu, centralidad de Jesucristo, j\u00f3venes evangelizadores de los j\u00f3venes, contemplaci\u00f3n del misterio y cercan\u00eda a los m\u00e1s pobres.<\/em><\/p>\n\n
\nEl encuentro de los 262 Padres sinodales provenientes de los 5 continentes, la presencia de representantes de otras confesiones cristianas, la colaboraci\u00f3n de los expertos\/as (con formaci\u00f3n y visiones diversas, pero unidos por el compromiso de ofrecer una v\u00e1lida aportaci\u00f3n), la escucha de los \u2018oyentes\u2019, representantes de realidades eclesiales significativas\u2026 Todo esto ha sido expresi\u00f3n de la universalidad de la Iglesia y seguramente ha marcado a los participantes, con el signo de la unidad en la diversidad, de la comuni\u00f3n en la b\u00fasqueda de nuevas v\u00edas para anunciar a los hombres y mujeres de hoy que Cristo Resucitado est\u00e1 vivo y es el Se\u00f1or de la historia.
\nLos informes sobre la situaci\u00f3n de la fe en los diversos continentes han dado a conocer, junto a las dificultades y vac\u00edos, numerosas experiencias positivas que reavivan la esperanza y sostienen el compromiso de orientar los esfuerzos hacia un renovado anuncio de Jes\u00fas en todas las regiones del mundo.
\nLa metodolog\u00eda utilizada en el S\u00ednodo ha corroborado tambi\u00e9n la universalidad de la Iglesia, en cuanto se basaba en la escucha de cada uno de los participantes, independientemente de su identidad y proveniencia. Durante las congregaciones generales se ten\u00eda la sensaci\u00f3n de estar observando un gran mosaico en el que no puede faltar ninguna tesela, porque \u00e9stas, en su diversidad, constituyen la armon\u00eda del conjunto.
\nLa escucha rec\u00edproca ha permitido recoger, en primer lugar, las instancias de todos los estamentos, sin hacer prevalecer una aportaci\u00f3n sobre otra, para crear luego un consenso en torno a las reflexiones, prospectivas y experiencias compartidas. De ah\u00ed que este espacio de comuni\u00f3n sinodal se asemeje a una construcci\u00f3n colectiva bajo la gu\u00eda del Esp\u00edritu y sea una verdadera fuerza en la Iglesia.
\nPor otra parte, la consideraci\u00f3n de los varios niveles de evangelizaci\u00f3n que se han de distinguir para dar una respuesta adecuada a las exigencias de los diversos contextos revela la atenci\u00f3n a la universalidad del pueblo de Dios. La Nueva Evangelizaci\u00f3n (NE) se dirige ante todo a aquellos que no conocen a Cristo; luego, al cuidado pastoral de quienes han adherido ya al Evangelio; y, en tercer lugar, a quienes habiendo recibido el primer anuncio lo han dejado adormecer en la propia vida. No se trata de categor\u00edas ubicadas en zonas geogr\u00e1ficas determinadas, sino de niveles que se entrecruzan en todo el mundo. Es por esto que la NE, tan anhelada en todos los contextos, requiere un impulso parangonable al que ha tomado la globalizaci\u00f3n en otros campos.
\nEl Mensaje del S\u00ednodo al pueblo de Dios<\/em> concluye precisamente con una referencia a las Iglesias particulares por Continentes. De este modo ofrece una visi\u00f3n global de la \u201ccatolicidad\u201d de la Iglesia (Cf. n. 13) y de la apertura de todas las culturas al Evangelio.
\n <\/p>\n\n
\nEl Mensaje del S\u00ednodo<\/em>, en el n.6, asume otra denominaci\u00f3n para describir la realidad postmoderna en la que vivimos, en cuanto retoma los desaf\u00edos ya abordados por los documentos apenas citados, pero los enfoca desde una \u00f3ptica positiva, es decir, como \u201cnuevas oportunidades de evangelizaci\u00f3n\u201d. Por esto afirma: \u201cNo nos sentimos atemorizados por las condiciones del tiempo en que vivimos. Nuestro mundo est\u00e1 lleno de contradicciones y de desaf\u00edos, pero sigue siendo creaci\u00f3n de Dios, y aunque herido por el mal, siempre es objeto de su amor y terreno suyo, en el que puede ser resembrada la semilla de la Palabra para que vuelva a dar fruto<\/em>\u201d.
\nY en el mismo n\u00famero 6 se mencionan diversos aspectos de la realidad actual, haciendo una breve alusi\u00f3n a la posibilidad que estos ofrecen a la NE. Me parece interesante se\u00f1alar a continuaci\u00f3n algunos de ellos:
\n-Los fen\u00f3menos de globalizaci\u00f3n<\/strong> deben ser para nosotros oportunidad para extender la presencia del Evangelio.
\n– Las migraciones<\/strong> son ocasiones de difusi\u00f3n de la fe y de comuni\u00f3n en todas sus formas.
\n– La secularizaci\u00f3n y la crisis de la pol\u00edtica y del Estado piden a la Iglesia repensar su propia presencia en la sociedad, sin renunciar a ella.
\n– Las muchas y siempre nuevas formas de pobreza abren espacios in\u00e9ditos al servicio de la caridad: la proclamaci\u00f3n del Evangelio compromete a la Iglesia a estar al lado de los pobres y compartir con ellos sus sufrimientos, como lo hac\u00eda Jes\u00fas.
\n– En las formas m\u00e1s \u00e1speras de ate\u00edsmo y agnosticismo podemos reconocer, a\u00fan en modos contradictorios, no un vac\u00edo, sino una nostalgia, una espera que requiere una respuesta adecuada.
\n– Frente a los interrogantes que las culturas dominantes plantean a la fe y a la Iglesia, renovamos nuestra fe en el Se\u00f1or, ciertos de que tambi\u00e9n en estos contextos el Evangelio es portador de luz y capaz de sanar la debilidad del hombre.
\nEl n\u00famero 10 se\u00f1ala otros aspectos relativos al dialogo del Evangelio con la cultura, la experiencia humana y las religiones:
\n– La nueva evangelizaci\u00f3n tiene necesidad de una renovada alianza entre fe y raz\u00f3n, porque \u201cla fe cuenta con recursos suficientes para acoger los frutos de una sana raz\u00f3n abierta a la trascendencia y tiene, al mismo tiempo, la fuerza de sanar los l\u00edmites de las contradicciones en las que la raz\u00f3n puede tropezar\u201d.
\n– Adem\u00e1s, cuando \u201cla ciencia y la t\u00e9cnica no presumen de encerrar la concepci\u00f3n del hombre y del mundo en un \u00e1rido materialismo, se convierten en un precioso aliado para el desarrollo de la humanizaci\u00f3n de la vida\u201d.
\n– Por otra parte, el mundo de las comunicaciones y redes sociales ofrece \u201cuna oportunidad nueva para llegar al coraz\u00f3n de los hombres\u201d.
\n– El arte y la belleza en sus varias formas, \u201cson expresi\u00f3n de espiritualidad y una v\u00eda particularmente eficaz de NE\u201d.
\n– Y m\u00e1s all\u00e1 del arte, \u201ctoda obra del hombre es un espacio en el que, mediante el trabajo, \u00e9l se hace cooperador de la creaci\u00f3n divina\u201d.
\n– El Evangelio ilumina tambi\u00e9n las situaciones de sufrimiento en la enfermedad y la cercan\u00eda de la Iglesia es fuente de consolaci\u00f3n y fortaleza.
\n– \u201cUn \u00e1mbito en el que la luz del Evangelio puede y debe iluminar los pasos de la humanidad es el de la vida pol\u00edtica\u201d, a la cual se le pide un compromiso de cuidado desinteresado y transparente del bien com\u00fan, en el respeto total a la dignidad de la persona humana desde su concepci\u00f3n hasta su fin natural.
\n– Por \u00faltimo, el di\u00e1logo de la Iglesia tiene sus destinatarios en los seguidores de las diversas religiones. Los disc\u00edpulos de Jes\u00fas se alegran de reconocer cuanto de bueno y verdadero existe en ellas.
\nEstas nuevas situaciones nos remiten al Concilio Vaticano II, que invita a toda la iglesia a \u201causcultar a fondo los signos de la \u00e9poca e interpretarlos a la luz del Evangelio\u201d (GS<\/em> 4), \u201ccon la ayuda del Esp\u00edritu Santo\u201d (GS<\/em> 44), como nuevos paradigmas de la evangelizaci\u00f3n. La mirada positiva sobre la realidad mundial, iluminada por la esperanza, es fundamentalmente una profesi\u00f3n de fe en la acci\u00f3n del Esp\u00edritu del Se\u00f1or, que continua \u2018recreando\u2019 todas las cosas, en particular, el coraz\u00f3n de quienes se disponen para acogerlo.
\n <\/p>\n\n
\nEs esta una convicci\u00f3n que se destaca en las intervenciones de los Padres Sinodales, \u00a0como afirma en su s\u00edntesis final el Card. Donald Wuerl, Relator general del S\u00ednodo: \u201cMuchos de ellos han hecho un llamamiento para un nuevo Pentecost\u00e9s. Ven la acci\u00f3n de la Iglesia hoy, vivificada por el Esp\u00edritu Santo, como un reflejo de la energ\u00eda de la Iglesia primitiva, cuando los ap\u00f3stoles empezaron a traer los primeros disc\u00edpulos al Se\u00f1or. Muchos de los Padres hablaron de la similitud entre esos primeros d\u00edas de la Iglesia y nuestro momento actual. En este contexto, se sugiri\u00f3 que deber\u00eda haber una consagraci\u00f3n formal del mundo al Esp\u00edritu Santo\u201d (17.10.2012).
\nEn efecto, me parece interesante entresacar a continuaci\u00f3n algunas afirmaciones que arrojan luz sobre esta visi\u00f3n del Esp\u00edritu como actor decisivo de la NE.
\n\u201cLa Nueva Evangelizaci\u00f3n, como la Primera, debe depender del Esp\u00edritu Santo, gran protagonista de la misi\u00f3n de la Iglesia ad gentes<\/em> y de todas las formas actuales de nueva evangelizaci\u00f3n. La evangelizaci\u00f3n del mundo ha levantado verdaderamente el vuelo con el kair\u00f3s<\/em> de Pentecost\u00e9s, y s\u00f3lo podemos empezar de nuevo desde aqu\u00ed\u201d (Card. Ouellet).
\n\u201cTambi\u00e9n en nuestro tiempo el Esp\u00edritu Santo ha suscitado en la Iglesia un nuevo impulso para anunciar la Buena Noticia, un dinamismo espiritual y pastoral que ha encontrado su expresi\u00f3n m\u00e1s universal y su impulso m\u00e1s autorizado en el Concilio Ecum\u00e9nico Vaticano II\u201d (Benedicto XVI).
\n\u201cLa NE parte siempre de la realidad, observada con el coraz\u00f3n compasivo de Jes\u00fas, porque de la permanente dial\u00e9ctica entre el Esp\u00edritu y la realidad surgir\u00e1 su novedad y las l\u00edneas-fuerza que la van a orientar\u201d (P. Abella Battle). En este sentido, \u201cla Nueva Evangelizaci\u00f3n no es un programa. Se trata de un modo de pensar, de ver, de actuar. Es como una lente a trav\u00e9s de la cual vemos las oportunidades de proclamar de nuevo el Evangelio. Y es tambi\u00e9n un signo de que el Esp\u00edritu Santo sigue trabajando activamente en la Iglesia\u201d (Card.Wuerl).
\n\u201cDesde un punto de vista teol\u00f3gico, deseamos que se insista m\u00e1s en la acci\u00f3n del Esp\u00edritu Santo en la evangelizaci\u00f3n, con dos notas caracter\u00edsticas: Despu\u00e9s de Pentecost\u00e9s, el Esp\u00edritu fue donado a la Iglesia para \u201ccaminar hasta la verdad completa\u201d y para hacer frente a las situaciones nuevas; por obra del Esp\u00edritu Santo los disc\u00edpulos de Cristo participan en su misterio pascual de muerte y resurrecci\u00f3n\u201d (Card. Dagens).
\n\u201cInsistimos en el fundamento pneumatol\u00f3gico de la Nueva Evangelizaci\u00f3n, y \u00e9ste, en estrecha relaci\u00f3n con la cristolog\u00eda y la antropolog\u00eda. No es posible realizar la Nueva Evangelizaci\u00f3n sin abrirse a la acci\u00f3n del Esp\u00edritu Santo y a su gracia, pues \u00c9l es quien otorga los carismas para el anuncio de Jesucristo y el servicio a la sociedad como disc\u00edpulos de Jes\u00fas. El Esp\u00edritu es quien hace realidad la alegr\u00eda y el gozo con el que hay que evangelizar\u201d (Mons. S.J. Silva Retamales).
\n\u201cEn El Magreb consideramos la escena de la Visitaci\u00f3n como el paradigma de la misi\u00f3n. Adondequiera que vaya Mar\u00eda, la precede el Esp\u00edritu Santo, que es siempre el maestro del encuentro [\u2026]. La Iglesia es testigo y sierva de la obra de Dios en la humanidad. El Esp\u00edritu le concede el don de maravillarse de la fe del otro y de los frutos que produce en su vida\u201d (Mons. P. Desfarges).
\nOtras intervenciones, en fin, insisten en que el Esp\u00edritu de Dios es el autor de la pluralidad y de la diversidad; est\u00e1 actuando en todas las culturas y permite aceptar que el Evangelio no es patrimonio exclusivo de una cultura sino que puede y debe ser acogido por todas. De este modo es \u00c9l quien permite entablar un di\u00e1logo de vida y acci\u00f3n con las personas de otras creencias.
\n <\/p>\n\n
\nLa centralidad de Jesucristo, \u2018la piedra angular\u2019, \u2018el primero y el \u00faltimo\u2019, el \u2018autor y perfeccionador de la fe\u2019 (Hb<\/em> 12,2), es una clave esencial para la lectura del S\u00ednodo. Elkerigma<\/em>, n\u00facleo esencial de la fe se sinti\u00f3 resonar con insistencia en la Asamblea con expresiones diversas y complementarias. Cito una de esas intervenciones, que toma como punto de partida la experiencia de la paternidad de Dios:
\n\u201cUn encuentro con Cristo y un proceso de discipulado con \u00e9l, debe permitir la experiencia fundamental y originaria de Jes\u00fas: la filiaci\u00f3n. Por tanto, convendr\u00eda que volvi\u00e9ramos al kerigma inicial de Jes\u00fas: Dios est\u00e1 cerca, su paternidad est\u00e1 en acci\u00f3n, su reino est\u00e1 en medio de nosotros (Mc 1,15; Lc17,20). Quien, con la gracia del Esp\u00edritu Santo, llega a esta experiencia, encuentra para siempre el sentido de la vida y tiene fuerza para realizar el proyecto que Dios ha previsto para \u00e9l\u201d. (Mons. R. Tob\u00f3n Restrepo).
\nEn efecto, la fe se decide, sobre todo, en la relaci\u00f3n con la persona de Jes\u00fas, que sale siempre a nuestro encuentro. La iniciativa es siempre suya. Por esto, elMensaje al pueblo de Dios<\/em> se abre invit\u00e1ndonos a reconocernos como la Samaritana en el pozo: \u201cNo hay hombre o mujer que en su vida, como la mujer de Samaria, no se encuentre junto a un<\/em> pozo con una vasija vac\u00eda, con la esperanza de saciar el deseo m\u00e1s profundo del coraz\u00f3n, aquel que solo puede dar significado pleno a la existencia<\/em>\u201d (Cf. Jn<\/em> 4,5-42).\u00a0 Experta en humanidad, la Iglesia siente la urgencia de llevar a Cristo a los desiertos de nuestra contemporaneidad; de conducir a los hombres y las mujeres de nuestro tiempo hacia Jes\u00fas, al encuentro con \u00c9l, para reavivar una fe que corre el riesgo de apagarse (Cf. Mensaje<\/em>, nn. 1-2).
\nLa NE consiste en proponer de nuevo, al coraz\u00f3n y a la mente, la belleza y la novedad perenne del encuentro con Cristo: contemplar su rostro, entrar en el misterio de su existencia, entregada por nosotros hasta la cruz, derramada como don del Padre por su resurrecci\u00f3n de entre los muertos y comunicada a nosotros mediante el Esp\u00edritu. En la persona de Jes\u00fas se revela el misterio de amor de Dios Padre por la entera familia humana. \u00c9l no ha querido dejarla a la deriva, sino que la ha unido a s\u00ed mismo por medio de una renovada alianza de amor (Cf. Mensaje<\/em> n.3).
\nLa misi\u00f3n de Cristo contin\u00faa en el espacio y en el tiempo, atraviesa los siglos y los continentes a trav\u00e9s de la Iglesia, mediaci\u00f3n que \u00c9l mismo ha introducido en la historia para poderlo encontrar. Esta certeza conlleva la responsabilidad de los creyentes de crear comunidades acogedoras, que irradien la fuerza del amor, celebraciones lit\u00fargicas que expresen la belleza de la fe y posibiliten de este modo el encuentro con Jes\u00fas, ofreciendo oasis en los desiertos de la vida (Cf. ivi<\/em>).
\nBenedicto XVI afirmaba en la Eucarist\u00eda de apertura del S\u00ednodo: \u201cLa evangelizaci\u00f3n, en todo tiempo y lugar, tiene siempre como punto central y final a Jes\u00fas, el Cristo, el Hijo de Dios; el Crucificado es por excelencia el signo distintivo de quien anuncia el Evangelio: signo de amor y de paz, llamamiento a la conversi\u00f3n y a la reconciliaci\u00f3n\u201d (08.10.2012).
\nLa misi\u00f3n de evangelizar se traduce en una llamada a la conversi\u00f3n, a ponerse a la escucha de Jesucristo, Palabra viviente del Padre que, a trav\u00e9s de su Esp\u00edritu, renueva todas las cosas (Cfr. Mensaje <\/em>n. 5). El testimonio de vida es insustituible para que el Evangelio pueda cruzarse con la existencia de tantas personas: \u201cLa nueva evangelizaci\u00f3n es el momento del despertar, de un entusiasmo renovado y de un nuevo testimonio de que Jesucristo es el centro de nuestra fe y de nuestra vida cotidiana\u201d (Prop<\/em>. n. 5).
\n <\/p>\n\n
\nConsidero prioritaria esta clave de lectura sobre la realidad juvenil, como lo han demostrado tambi\u00e9n la numerosas intervenciones que han hecho resonar en la Asamblea sinodal el inter\u00e9s, la atenci\u00f3n por los jovenes de todos los contextos. ElMensaje<\/em> recalca en forma expl\u00edcita esta instancia: \u201cInvitamos a nuestras comunidades a que, sin reservas, entren en una din\u00e1mica de escucha, de di\u00e1logo y de propuestas valientes ante la dif\u00edcil condici\u00f3n juvenil. Para aprovechar y no apagar, la potencia de su entusiasmo. Y para sostener en su favor la justa batalla contra los lugares comunes y las especulaciones interesadas de las fuerzas de este mundo, esforzadas en disipar sus energ\u00edas y a agotarlas en su propio inter\u00e9s, suprimiendo en ellos cualquier memoria agradecida por el pasado y cualquier planteamiento serio por el futuro\u201d (Ivi<\/em>).
\nEntre los aspectos positivos m\u00e1s citados respecto a los j\u00f3venes se destacan: la capacidad de compromiso, la b\u00fasqueda de horizontes que respondan a sus intereses, la participaci\u00f3n en convocaciones masivas, la habilidad para utilizar las nuevas tecnolog\u00edas\u2026
\nLa Asamblea sinodal ha constatado tambi\u00e9n las necesidades y carencias de los j\u00f3venes, la responsabilidad de las agencias educativas -familia, parroquia, escuela-colegio-universidad, para darles una respuesta a su sed de vida, de amor, de capacitaci\u00f3n, de trabajo\u2026 De modo particular, el clamor por rescatar la familia, \u2018Iglesia dom\u00e9stica\u2019, ambiente primero y esencial para la comunicaci\u00f3n de la fe, se sinti\u00f3 resonar con fuerza en la Asamblea y luego en la s\u00edntesis de algunos C\u00edrculos Menores. Por esto el Mensaje reafirma su importancia: \u201cDesde la primera evangelizaci\u00f3n la transmisi\u00f3n de la fe, en el transcurso de las generaciones, ha encontrado un lugar natural en la familia [\u2026]. A pesar de la diversidad de las situaciones geogr\u00e1ficas, culturales y sociales, todos los obispos del S\u00ednodo han confirmado este papel esencial de la familia en la transmisi\u00f3n de la fe. No se puede pensar en una nueva evangelizaci\u00f3n sin sentirnos responsables del anuncio del Evangelio a las familias y sin ayudarles en la tarea educativa\u201d (n. 7).
\nNo quisiera dejar de citar algunas de estas intervenciones sinodales que presentan con realismo la atenci\u00f3n al mundo juvenil. El Relator general del S\u00ednodo se expresaba as\u00ed en su Informe inicial<\/em>:
\n\u201cHoy, mientras examinamos las cuestiones que ofrecen una invitaci\u00f3n a quienes se han alejado de la Iglesia, recuperamos el valor al ver en tantos j\u00f3venes el deseo de entrar en el servicio pastoral. Para ellos, las ense\u00f1anzas de la Iglesia sobre la justicia social son, al mismo tiempo, una revelaci\u00f3n y una invitaci\u00f3n a una vida m\u00e1s plena en la Iglesia\u201d.
\nY agregaba luego un testimonio muy concreto:
\n\u201cEn el encuentro de septiembre de 2011 promovido por el Consejo Pontificio para la NE, se ha descubierto que hay un gran grupo de j\u00f3venes con fe vibrante que ya est\u00e1n comprometidos en las tareas de la Nueva Evangelizaci\u00f3n, y que ya est\u00e1n organizados en grupos compuestos por una vasta gama de movimientos y centros espirituales\u201d (Card. Donald Wuerl – 08.10.2012).
\nAs\u00ed mismo, el Card. de Hong Kong dirigi\u00f3 esta invitaci\u00f3n a la Asamblea sinodal:
\n\u201cDejemos que los j\u00f3venes sean evangelizadores de los j\u00f3venes\u201d (Card. J. TongHon).
\nLlamada que volvi\u00f3 a resonar en el Aula con expresiones semejantes:
\nConsiderar \u2018nuevos agentes\u2019 para la evangelizaci\u00f3n a los j\u00f3venes: j\u00f3venes que evangelizan a los j\u00f3venes. Se han de preparar en la catequesis, mediante la participaci\u00f3n en la vida de la Comunidad de fe y las experiencias misioneras, para poder actuar en la Comunidad y en la sociedad. Se deben tomar en consideraci\u00f3n los nuevos are\u00f3pagos de los j\u00f3venes, como el mundo de la instrucci\u00f3n, los medios de comunicaci\u00f3n, internet, el arte y otros. Espacios irrenunciables para la nueva evangelizaci\u00f3n\u201d (L.U. Steiner, Obispo auxiliar de Brasilia).
\n\u201cVemos por todas partes la vitalidad de los j\u00f3venes\u2026 una b\u00fasqueda sincera, y a veces dolorosa, de un significado y una espiritualidad que tienda un puente entre los valores culturales tradicionales y la exaltaci\u00f3n de la era tecnol\u00f3gica con el af\u00e1n de poseer un Ipad o un Smartphone\u201d (J.A. Dew, Arz. de Wellington CEPAC- Ocean\u00eda).
\nOtras intervenciones se\u00f1alan necesidades urgentes de los j\u00f3venes:
\n\u201cEs necesario recordar la urgente necesidad de formaci\u00f3n, educaci\u00f3n y acompa\u00f1amiento de los j\u00f3venes. En la perspectiva de una nueva evangelizaci\u00f3n, debemos poder desarrollar una catequesis susceptible de orientar a los j\u00f3venes hacia el encuentro personal e \u00edntimo con Cristo. As\u00ed formados y sobrecogidos por la fuerza del Evangelio, los j\u00f3venes podr\u00e1n contribuir generosamente al surgimiento de una \u00c1frica tranquilizada, justa, segura y pr\u00f3spera\u201d (Mons. N. Djomo Lola, R.D. Congo).
\n\u201cNuestros j\u00f3venes necesitan modelos en los que inspirarse. Necesitan h\u00e9roes vivos que inflamen sus corazones y despierten su entusiasmo por conocer a Jes\u00fas y amarlo\u201d (Mons. S.B. Villegas, Arz. de Lingayen -Dagupan – Filipinas).
\n\u201cLa evangelizaci\u00f3n de los j\u00f3venes ha sido motivo de especial preocupaci\u00f3n para este grupo, pues ellos son el futuro de la Iglesia. Es necesario apostar por la respuesta a la llamada \u2018emergencia educativa\u2019, de la que habla elInstrumentum Laboris en el n. 149. Es preciso escuchar a los j\u00f3venes, concederles tiempo, hablarles de Dios y acogerlos en el respeto de su exigencia de libertad. Aqu\u00ed se comprende lo decisivo que es el papel de la familia\u201d (Mons. Bruno FORTE, Arzobispo de Chieti-Vasto – Italia).
\nEs tambi\u00e9n muy importante la llamada a dar fuerza a una \u201ccultura vocacional\u201d:
\n\u201cEvangelizaci\u00f3n y vocaci\u00f3n son dos elementos inseparables. Es m\u00e1s, el criterio de autenticidad de una buena evangelizaci\u00f3n es la capacidad de suscitar vocaciones, de madurar proyectos de vida evang\u00e9lica, de hacer part\u00edcipes por completo a aquellos que son evangelizados hasta hacer de ellos disc\u00edpulos, testigos y ap\u00f3stoles. Sentimos hoy, m\u00e1s fuerte que nunca, el desaf\u00edo de hacer que la pastoral eclesial se haga realmente vocacional, promoviendo una cultura vocacional, es decir, un modo de concebir y de enfrentarse a la vida como don recibido gratuitamente de Dios para un proyecto o una misi\u00f3n, seg\u00fan su plan (Pascual Ch\u00e1vez Villanueva, SDB, Rector Mayor de la Sociedad Salesiana).
\nEl espacio de este art\u00edculo no me permite continuar citando intervenciones muy valiosas en torno al binomio J\u00f3venes – Evangelizaci\u00f3n. Seguramente la revista da espacio en otras p\u00e1ginas a la profundizaci\u00f3n de aspectos tan importantes como la educaci\u00f3n, la catequesis, la cultura de la comunicaci\u00f3n, la ciudadan\u00eda en las redes sociales, las relaciones familiares y dem\u00e1s urgencias de la Pastoral Juvenil. Por eso concluyo mi reflexi\u00f3n sobre esta clave de lectura con el \u00faltimo p\u00e1rrafo del n\u00famero 9 del Mensaje<\/em>: \u201cLa NE tiene un campo particularmente arduo pero al mismo tiempo apasionante en el mundo de los j\u00f3venes, como muestran no pocas experiencias, desde las m\u00e1s multitudinarias como las Jornadas Mundiales de la Juventud<\/strong>, a aquellas m\u00e1s escondidas pero no menos importantes, como las numerosas y diversas experiencias de espiritualidad, servicio y misi\u00f3n. A los j\u00f3venes les reconocemos un rol activo en la obra de la evangelizaci\u00f3n, sobre todo en su ambientes<\/strong>\u201d.
\n <\/p>\n\n
\nNos lo dice Jesucristo con su vida totalmente consagrada al Padre, en di\u00e1logo con \u00c9l en sus noches de oraci\u00f3n, y por ese mismo motivo completamente dedicada al servicio de la gente pobre, enferma, despreciada, esclava del pecado\u2026 Jesucristo, el verdadero y perenne protagonista de la evangelizaci\u00f3n, inicia su misi\u00f3n declarando el cumplimiento de la profec\u00eda de Isa\u00edas (Cf. 61,1): \u00abEl Esp\u00edritu del Se\u00f1or est\u00e1 sobre m\u00ed, porque \u00e9l me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres\u00bb (Lc\u00a04,18). Precisamente este texto, proclamado en la Eucarist\u00eda de inauguraci\u00f3n del A\u00f1o de la Fe<\/em> y en el contexto del S\u00ednodo, fue comentado por\u00a0 Benedicto XVI en su homil\u00eda: \u201cEsta misi\u00f3n de Cristo, es un movimiento que parte del Padre y, con la fuerza del Esp\u00edritu, lleva la buena noticia a los pobres en sentido material y espiritual [\u2026]. Dios por medio de Jesucristo es el principal art\u00edfice de la evangelizaci\u00f3n del mundo; pero Cristo mismo ha querido transmitir a la Iglesia su misi\u00f3n [\u2026] d\u00e1ndole la fuerza de \u00abproclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista\u00bb; de \u00abponer en libertad a los oprimidos\u00bb y de \u00abproclamar el a\u00f1o de gracia del Se\u00f1or\u00bb (Lc<\/em>\u00a04,18-19) (11.10.2012).
\nSe conjugan, por tanto, de modo arm\u00f3nico en la NE oraci\u00f3n-contemplaci\u00f3n y cercan\u00eda a los m\u00e1s pobres como una clave de lectura del S\u00ednodo. \u201cSolo desde una mirada adorante al misterio de Dios, Padre, Hijo y Esp\u00edritu Santo, solo desde la profundidad de un silencio que se pone como seno que acoge la \u00fanica Palabra que salva, puede desarrollarse un testimonio cre\u00edble para el mundo. Solo este silencio orante puede impedir que la palabra de la salvaci\u00f3n se confunda en el mundo con los ruidos que lo invaden\u201d (Mensaje<\/em>, n.12).
\nVarias intervenciones, sobre todo de religiosos\/as presentes en el S\u00ednodo han subrayado la relaci\u00f3n fe-oraci\u00f3n-evangelizaci\u00f3n. Cito algunos testimonios.
\n\u201cSi \u2018la trasmisi\u00f3n de la fe es el fin de la evangelizaci\u00f3n\u2019\u201d (IL 31), entonces, lo que es imprescindible en un evangelizador es la fe; una fe hecha experiencia, vivida, celebrada y confesada. Esta fe ha de alimentarse y manifestarse en una intensa vida de oraci\u00f3n. [\u2026]. Es la oraci\u00f3n la que permitir\u00e1 al evangelizador responder con sabidur\u00eda evang\u00e9lica a los grandes interrogantes que brotan de la inquietud del coraz\u00f3n humano y de sus necesidades m\u00e1s urgentes, entre ellas la necesidad de Dios. La pasi\u00f3n por el Se\u00f1or va acompa\u00f1ada de la pasi\u00f3n por la humanidad, particularmente por los m\u00e1s pobres, llegando a hacerse, incluso, menor entre los menores de la tierra\u201d (P. J. Rodr\u00edguez Carballo, OFM Ministro General de la Orden de los Frailes Menores).
\nEl compromiso para la evangelizaci\u00f3n encuentra su alegr\u00eda y su fuerza en la contemplaci\u00f3n [\u2026]. Las comunidades religiosas quieren ser lugares donde la fraternidad edificada sobre la diversidad aspire a ser transformada por el Esp\u00edritu de comuni\u00f3n en \u201csacramento\u201d de la amistad de Dios con el mundo. Y, a causa de esta esperanza, se las reta a ampliar esta esperanza de comuni\u00f3n, uniendo su destino a los olvidados del mundo, haciendo suya la convicci\u00f3n del s\u00ednodo de 1971: \u2018El trabajo por la justicia y la participaci\u00f3n en la transformaci\u00f3n del mundo aparecen claramente como una dimensi\u00f3n constitutiva de la predicaci\u00f3n del Evangelio\u2019 (P. Cador\u00e9, O.P., Maestro General Orden Frailes Predicadores Dominicos).
\n
\nLas intervenciones citadas se reflejan claramente en las afirmaciones delMensaje <\/em>cuando hace referencia a la palabra de Jes\u00fas. En efecto, el Maestro itinerante, que recorri\u00f3 los caminos de Palestina \u201chaciendo el bien a todos\u201d (Hch<\/em>10,38), conf\u00eda a sus disc\u00edpulos el ministerio de \u201chacerse cargo\u201d de los heridos por la corrupci\u00f3n del sistema econ\u00f3mico y\/o de la globalizaci\u00f3n cultural con frecuencia ambivalente, ca\u00eddos en las cunetas de las periferias de las grandes ciudades o abandonados a su propio destino en las m\u00e1s alejadas aldeas del planeta. El n\u00famero 12 afirma: \u201cEl otro s\u00edmbolo de autenticidad de la nueva evangelizaci\u00f3n tiene el rostro del pobre<\/strong>. Estar cercano a quien est\u00e1 al borde del camino de la vida no es solo ejercicio de solidaridad, sino ante todo un hecho espiritual. Porque en el rostro del pobre resplandece el mismo rostro de Cristo: \u201cTodo aquello que hab\u00e9is hecho por uno de estos mis hermanos m\u00e1s peque\u00f1os, a m\u00ed me lo hicisteis\u201d (Mt<\/em> 25,40).
\nAlgunos Padres Sinodales denuncian la situaci\u00f3n de pobreza en que vive el pueblo de Dios en sus di\u00f3cesis y auspician que la NE llegue a la conciencia de los gobernantes y de aquellos en quienes se concentran las riquezas materiales. Por otro lado, no dejan de reconocer que tambi\u00e9n los pobres nos evangelizan. Cito, entre otros, este testimonio:
\n\u201cLa NE es muy significativa en nuestro contexto cuando la consideramos como solicitud por los pobres, como lo fue para Jes\u00fas. El sentido negativo de la pobreza que viven nuestras poblaciones en Asia se debe, principalmente a la avidez insaciable de unos pocos, ricos y poderosos. Como verdaderos creyentes [\u2026] apreciar la simplicidad y humildad de los pobres, su felicidad, con lo poco que tienen, su solicitud por los dem\u00e1s. Los l\u00edderes de la Iglesia deben, adem\u00e1s, abrir sus corazones para ser evangelizados por los valores evang\u00e9licos de los pobres. Sin lugar a dudas, dicha cultura de solidaridad con los pobres, nos mostrar\u00e1 el camino para afrontar la justicia ambiental y el hambre en el mundo\u201d (Mons. G. Rozario Obispo de Rajshahi – Bangladesh).
\nA ello anima el Mensaje, <\/em>con una insinuaci\u00f3n t\u00e1cita, pero muy elocuente, tanto a abrir las puertas de nuestras casas para acoger a los m\u00e1s desfavorecidos, como tambi\u00e9n a salir de nuestros recintos para acercarnos como Jes\u00fas a los indigentes y llevarles la buena noticia de que su situaci\u00f3n puede cambiar: \u201cA los pobres les reconocemos un lugar privilegiado en nuestras comunidades<\/strong>, <\/strong>un puesto que no excluye a nadie, pero que quiere ser un reflejo de c\u00f3mo Jes\u00fas se ha unido a ellos. La presencia de los pobres en nuestras comunidades es misteriosamente potente: cambia a las personas m\u00e1s que un discurso, ense\u00f1a fidelidad, hace entender la fragilidad de la vida, exige oraci\u00f3n; en definitiva, conduce a Cristo\u201d (n.12).
\nEn otras intervenciones se destaca con mayor fuerza la necesidad de trabajar por la justicia, v\u00eda privilegiada para lograr la paz en el mundo. Recojo una de ellas:
\nNo puede haber una aut\u00e9ntica opci\u00f3n por los pobres sin un compromiso firme por la justicia y el cambio de las estructuras de pecado. Nuestra cercan\u00eda con los pobres no s\u00f3lo es necesaria para que nuestra predicaci\u00f3n sea cre\u00edble sino tambi\u00e9n para que ella sea cristiana y no \u201cuna campana que resuena o un platillo que reti\u00f1e\u201d (1 Cor 13,1). Cualquier olvido o postergaci\u00f3n de los peque\u00f1os y humildes hace que el mensaje deje de ser Buena Noticia para devenir en palabras vac\u00edas y melanc\u00f3licas, carentes de vitalidad y esperanza. Hace falta mirar a los pobres, convertimos a ellos para servir al Se\u00f1or, a quien amamos\u201d (Mons. J.E. Lozano, Obispo de Gualeguaych\u00fa (Argentina).
\nEn esta misma l\u00ednea se sit\u00faa el Mensaje<\/em>: \u201cEl gesto de la caridad, al mismo tiempo, debe ser acompa\u00f1ado por el compromiso con la justicia<\/strong>, con una llamada que se realiza a todos, ricos y pobres. Por eso es necesaria la introducci\u00f3n de la Doctrina social de la Iglesia en los itinerarios de la nueva evangelizaci\u00f3n y cuidar la formaci\u00f3n de los cristianos que trabajan al servicio de la convivencia humana desde la vida social y pol\u00edtica\u201d (n.12).
\n\u00a0<\/strong>
\nCONCLUSI\u00d3N<\/strong>
\nLas claves de lectura del S\u00ednodo que he se\u00f1alado nos permiten acercarnos m\u00e1s a la riqueza de la experiencia vivida que a los contenidos presentados. He preferido pasar por alto lo que tal vez algunos hubiesen deseado encontrar sobre la preparaci\u00f3n y desarrollo de esta Asamblea. Lo m\u00e1s importante para quienes tuvimos la gracia de escuchar, compartir, orar, celebrar, en una palabra, de participar activamente en esas tres semanas, es el compromiso adquirido de dejarnos evangelizar por el Esp\u00edritu, personal y comunitariamente, para poder colaborar con \u00c9l en la evangelizaci\u00f3n de las personas que el Se\u00f1or nos conf\u00eda.
\nTermino citando algunos apartes de mi intervenci\u00f3n en el S\u00ednodo:
\n\u201cLa evangelizaci\u00f3n es tal si entra con humildad y amor en los pliegues de lo humano e intenta habitarlo en la cotidianidad, suscitando el deseo de Dios y abriendo as\u00ed la puerta de la fe.
\nLa evangelizaci\u00f3n necesita canales de transmisi\u00f3n, una mediaci\u00f3n cultural y educativa capaz de entrar en los escenarios del mundo contempor\u00e1neo para encontrar a los j\u00f3venes y a los m\u00e1s pobres, y ofrecerles unas propuestas de crecimiento humano y cristiano.
\nComo Consagradas Salesianas Evangelizamos educando<\/em>, transform\u00e1ndonos as\u00ed en misioneras del amor, especialmente hacia los j\u00f3venes y los m\u00e1s necesitados. En nuestra misi\u00f3n sentimos el apoyo de Mar\u00eda, Madre y Maestra, Estrella de la Evangelizaci\u00f3n, Esperanza de la Iglesia y del mundo\u201d (26.10.2012).
\n <\/p>\n