{"id":6545,"date":"2013-07-01T00:00:30","date_gmt":"2013-06-30T22:00:30","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6545"},"modified":"2013-07-01T00:00:30","modified_gmt":"2013-06-30T22:00:30","slug":"nueva-evangelizacion-y-anuncio-del-evangelio-paradojas-y-contrastes-a-proposito-del-primer-anuncio-dirigido-a-los-jovenes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/nueva-evangelizacion-y-anuncio-del-evangelio-paradojas-y-contrastes-a-proposito-del-primer-anuncio-dirigido-a-los-jovenes\/","title":{"rendered":"NUEVA EVANGELIZACI\u00d3N Y ANUNCIO DEL EVANGELIO. PARADOJAS Y CONTRASTES A PROP\u00d3SITO DEL PRIMER ANUNCIO DIRIGIDO A LOS J\u00d3VENES"},"content":{"rendered":"

Xavier Morlans i Molina<\/sub><\/strong>
\nProfesor en la Facultad de Teolog\u00eda de Catalu\u00f1a y consultor del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelizaci\u00f3n<\/sub><\/strong>
\n\u00a0<\/sub><\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO.-<\/strong>
\nEl autor del art\u00edculo, que ha escrito mucho sobre el primer anuncio, y que tambi\u00e9n ha puesto en marcha itinerarios concretos para ello, reflexiona y da pistas sugerentes sobre la necesidad, caracter\u00edsticas imprescindibles y realizaci\u00f3n del primer anuncio del evangelio a los j\u00f3venes.
\n\u00a0<\/sub>
\nPlanteo mi aportaci\u00f3n como un elenco de paradojas y contrastes que nos depara\u00a0 la pastoral con j\u00f3venes, prestando una especial atenci\u00f3n al aspecto del anuncio expl\u00edcito de Jesucristo o, tal como se ha dado en llamar en la \u00faltima d\u00e9cada, el primer anuncio[1]<\/sub><\/sub><\/a>.<\/sub>
\n\u00a0<\/sub><\/strong><\/p>\n

    \n
  1. Acompa\u00f1amiento e interpelaci\u00f3n<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    \u00a0<\/sub><\/strong>
    \nUno de los mitos de la pastoral juvenil en ciertos ambientes y sensibilidades eclesiales innovadoras ha sido durante a\u00f1os el de huir de la \u201cdirecci\u00f3n espiritual\u201d y de todo lo que suene a dirigismo espiritual. La presencia encarnada por parte del adulto educador-evangelizador, laaproximaci\u00f3n emp\u00e1tica<\/em> al mundo del joven y del adolescente, y sencillamente el hecho de amar a los j\u00f3venes y aceptarles de entrada tal como son, aparece como conditio<\/em> sine qua non<\/em>para cualquier proceso pastoral con j\u00f3venes. En eso estamos todos de acuerdo, y ya forma parte de nuestras convicciones m\u00e1s firmes
    [2]<\/sub><\/sub><\/a>.<\/sub>
    \nEl reto aparece cuando se trata de combinar y dosificar el acercamiento emp\u00e1tico a los j\u00f3venes con los est\u00edmulos o interpelaciones<\/em> que es necesario propiciarles para iniciar procesos\u00a0 y para dar saltos cualitativos. Es obvio que un exceso de acomodaci\u00f3n impide efectuar el revulsivo que puede poner en marcha procesos de conversi\u00f3n. Saber cu\u00e1ndo es momento de un acompa\u00f1amiento discreto y silencioso y cu\u00e1ndo corresponde una palabra y una iniciativa interpelante, \u00e9se es el arte de toda pastoral en general y de la pastoral con j\u00f3venes muy especialmente.<\/sub>
    \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

      \n
    1. Pastoral de tiempos largos y pastoral de tiempos cortos<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      \u00a0<\/sub>
      \nAl hilo de la paradoja anterior viene a cuento la distinci\u00f3n entre metodolog\u00edas pastorales de tiempos largos e inductivos o reflexivos<\/em> como son la revisi\u00f3n de vida (ver-juzgar-actuar), la catequesis de j\u00f3venes y en general los procesos de lenta maduraci\u00f3n, y los m\u00e9todos pastorales de tiempo corto y comprimido<\/em>. Me refiero con estos \u00faltimos a los impactos puntuales equivalentes a lo que se experimenta durante las dos horas que dura el visionado de una pel\u00edcula, una obra de teatro o un musical.<\/sub>
      \nMircea<\/sub>\u00a0Eliade, el gran estudioso de las tradiciones religiones, dec\u00eda que las vivencias impactantes de tiempo corto y concentrado propias de la experiencia religiosa\u2013 la duraci\u00f3n de una ceremonia en el templo \u2013 han sido substituidas en la sociedad moderna por el cine y el teatro. Nosotros, los cat\u00f3licos, reaccionando contra la liturgia preconciliar r\u00edgida y excesivamente verticalista, nos olvidamos pronto de la fuerza impactante de las ceremonias lit\u00fargicas. Claro que ahora no es el momento de a\u00f1oranzas, cuando los j\u00f3venes ya no pisan las iglesias. Pero la moraleja s\u00ed es clara: no hay transmisi\u00f3n de la fe a los j\u00f3venes sin impacto visual, ambiental, escenogr\u00e1fico
      [3]<\/sub><\/sub><\/a>.<\/sub>
      \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

        \n
      1. Activaci\u00f3n de la inteligencia e impacto emocional <\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        \u00a0<\/sub>
        \nEn estos tiempos recios y propensos a las v\u00edsceras m\u00e1s que a la argumentaci\u00f3n, no obstante sigue siendo rasgo esencial de la pastoral cat\u00f3lica el no desesperar del poder de la raz\u00f3n para abrir el coraz\u00f3n del joven al encuentro con Jesucristo. La evangelizaci\u00f3n como proceso global debe asumir ese momento internamente constitutivo: el di\u00e1logo a la b\u00fasqueda del punto de contacto antropol\u00f3gico, en este caso en la vivencia del joven, para poder ofrecerle el Evangelio como respuesta sobreabundante al deseo que ya aletea en su interior.<\/sub>
        \nSabemos, sin embargo, que \u00e9sta es una de las tareas pastorales m\u00e1s dif\u00edciles hoy d\u00eda en el occidente poscristiano, porque precisamente el \u00e9xito de la posmodernidad consiste en el haber anestesiado<\/em> en los j\u00f3venes el deseo<\/em>, el instinto de rebeli\u00f3n y, en definitiva, la b\u00fasqueda de una vida m\u00e1s alta. Si en los 60 y los 70 la habilidad del evangelizador consist\u00eda en saber trazar puentes entre las expectativas de cambio social y de emancipaci\u00f3n por una parte, y la propuesta cristiana por otra, el evangelizador, en estos inicios del s. XXI, tiene que constituirse previamente en despertador de las expectativas antropol\u00f3gicas del joven interlocutor. Sin deseo activado no hay campo de aterrizaje para la propuesta del Evangelio.<\/sub>
        \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

          \n
        1. Yo racional y yo profundo<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          \u00a0<\/sub><\/strong><\/p>\n

            \n
          1. F. Shumacher (1911-1977), un economista germanobrit\u00e1nico marxista en su juventud y convertido luego al catolic\u00edsimo, escribi\u00f3 en su \u201cThis<\/em> I believe and other essays<\/em>\u201d que el despegue en su vida espiritual lo constituy\u00f3 la peque\u00f1a experiencia de dedicar quince minutos diarios a la reflexi\u00f3n: \u201cMi yo m\u00e1s profundo empez\u00f3 a reaccionar<\/em>\u201d. Tom\u00f3 conciencia de lo que \u00e9l llama su \u00f3rgano interior, que le avisa de que una cosa es verdad mucho antes de que su raz\u00f3n cr\u00edtica sea capaz de formular por qu\u00e9 es verdad[4]<\/sub><\/sub><\/a>.<\/sub><\/li>\n<\/ol>\n

            Es todo un reto para un educador-evangelizador saber dirigirse al yo profundo del joven, al \u00f3rgano interior que no es estrictamente hablando la capacidad racional, sino que es anterior y m\u00e1s determinante que\u00a0 ella. Dicho \u00f3rgano – en lenguaje b\u00edblico el \u201ccoraz\u00f3n<\/em>\u201d y en lenguaje moderno la \u201cconciencia\u201d – es la sede interna en la que las diversas facultades humanas se anudan en una sinergia dif\u00edcil de desmenuzar, y que se conoce m\u00e1s por sus efectos que no por el an\u00e1lisis de su composici\u00f3n: inteligencia, voluntad, libertad, y emoci\u00f3n o afectividad, se dan ah\u00ed cita, anudadas las unas a las otras, pero con un primado de la voluntad.<\/sub>
            \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

              \n
            1. Emocionalismo no, emoci\u00f3n s\u00ed.<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

              \u00a0<\/sub>
              \nDurante a\u00f1os hemos huido de la emoci\u00f3n y m\u00e1s cuando vemos los estragos de lostelepredicadores, ante los cuales pronunciamos aquello de \u201c\u00a1Yo jam\u00e1s har\u00e9 eso!\u201d. Pero, \u00a0\u00bfpor qu\u00e9 nos extra\u00f1a que miles de padres de ni\u00f1os de primera comuni\u00f3n y miles de parejas de novios no respondan a nuestras reiteradas invitaciones para asistir a un encuentro pos-sacramental a la parroquia, colegio o comunidad, si cuando han estado en nuestras convocatorias nada les ha impactado, nada les ha emocionado, por no querer parecernos a lostelepredicadores en cuesti\u00f3n? Sentimentalismo no, pero sentimiento s\u00ed; emocionalismo no, pero emoci\u00f3n aut\u00e9ntica s\u00ed.<\/sub>
              \nLe\u00eda en La Vanguardia<\/em> del domingo pasado: \u201cTodos los estudios en neurociencia cognitiva indican que el componente emocional es mayoritario en todas nuestras decisiones, fundamental en cualquier proceso de aprendizaje, y clave para determinar nuestros intereses personales, incluyendo el inter\u00e9s por la ciencia<\/em>\u201d
              [5]<\/sub><\/sub><\/a>. A lo que podemos a\u00f1adir: y decisivo tambi\u00e9n para despertar el inter\u00e9s por la fe en Jesucristo.<\/sub>
              \nNadie regresa a un lugar donde no ha experimentado la sensaci\u00f3n de que ah\u00ed hay algo nuevo, algo que aprender, algo que te enriquece. Nadie reincide en los autores de cine, novela, teatro o m\u00fasica que no impactan, que no emocionan. Apliqu\u00e9monoslo a nuestra pastoral, y muy especialmente a la pastoral con\u00a0 j\u00f3venes. Tenemos una buena noticia, un gran anuncio: \u00bfsomos capaces de vehicularlo?<\/sub>
              \nEl primer anuncio tiene como finalidad despertar la primera fe, la primera conversi\u00f3n a Jesucristo. Dado que las palabras \u201cfe\u201d y \u201cconversi\u00f3n\u201d corren el riesgo de no decir nada a fuerza de tan o\u00eddas, bien podemos traducirlas diciendo que la finalidad del primer anuncio es despertar en el joven el primer v\u00ednculo intelectual y afectivo o emocional con Jesucristo.<\/em><\/sub>
              \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

                \n
              1. \u00bfSe puede hacer el primer anuncio por espolvoreo?<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                \u00a0<\/sub><\/strong>
                \nLa siguiente an\u00e9cdota ocurri\u00f3 el pasado mes de enero al finalizar mi aportaci\u00f3n a la<\/sub>XXIV Semana de Teolog\u00eda Pastoral, Invitar hoy a la fe,<\/em> organizada por el Instituto Superior de Pastoral Le\u00f3n XIII en Madrid. Hab\u00eda estado sesenta minutos enunciando las propiedades y modos\u00a0 del primer anuncio cristiano cuando se me acerc\u00f3 un viejo conocido y me susurr\u00f3:\u201c<\/em><\/sub>Bueno, pero el primer anuncio tambi\u00e9n se puede hacer por espolvoreo, \u00bfno?\u201d.<\/sub><\/em>\u00a0De regreso en el Ave hacia Barcelona no dejaba de darle vueltas a la pregunta.<\/sub>
                \nPor espolvoreo se produce el testimonio de vida, la aproximaci\u00f3n empatizante, el dialogo al hilo de la vida; pero el primer anuncio como tal es una acci\u00f3n evangelizadora que tiene la singularidad y la condici\u00f3n puntual \u2013 si se me permite el s\u00edmil futbol\u00edstico \u2013 de un disparo a porter\u00eda. O se hace o no se hace.\u00a0<\/sub>
                \n\u00a0<\/sub><\/strong><\/p>\n

                  \n
                1. Algunas definiciones del primer anuncio<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                  \u00a0<\/sub><\/strong>
                  \nEl contexto<\/em>: entendemos el primer anuncio como uno de los siete elementos del proceso complejo de la evangelizaci\u00f3n tal como fueron magistralmente descritos por Pablo VI en la exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica Evangelii<\/em> Nuntiandi <\/em>(1975) (n. 24) y tal como recuerda repetidamente el Directorio General para la Catequesis <\/em>(nn. 47-49): renovaci\u00f3n de la humanidad, testimonio de vida, primer anuncio<\/em>, fe y conversi\u00f3n inicial, catequesis b\u00e1sica y entrada en la comunidad, recepci\u00f3n de los sacramentos, y apostolado organizado. \u201cEstos elementos pueden parecer contrastantes e incluso excluyentes. Son, en realidad, complementarios y mutuamente enriquecedores. Conviene considerar siempre a cada uno de ellos integrado en el resto\u201d (EN 24).<\/sub>
                  \nUna definici\u00f3n breve<\/em>: e<\/sub>l primer anuncio es aquella acci\u00f3n pastoral que intenta trasladar el \u201ccoraz\u00f3n\u201d del Evangelio al coraz\u00f3n\u00a0 de las personas. Se entiende aqu\u00ed por \u201ccoraz\u00f3n\u201d del Evangelio la propuesta de Jesucristo viviente como\u00a0 mediador del v\u00ednculo intelectual y afectivo de cada persona con Dios.<\/sub>
                  \nUna definici\u00f3n m\u00e1s completa<\/em>: con <\/sub>la expresi\u00f3n primer anuncio nos referimos \u00a0a aquellas acciones evangelizadoras espont\u00e1neas – cada cristiano \u00a0en su entorno cotidiano – u organizadas – un equipo parroquial o arciprestal ; dirigidas a persones individuales o a grupos: a quienes no conocen a Jesucristo, a quienes habi\u00e9ndole conocido se alejaron de \u00c9l y a quienes, pensando que le conocen, viven una fe superficial y rutinaria; propuestas con motivo de otra acci\u00f3n pastoral – por ejemplo\u00a0 la petici\u00f3n \u00a0de un sacramento – o como convocatoria expresa; con el objetivo de ayudar a establecer un v\u00ednculo intelectual y afectivo inicial entre los interesados y la persona de Jesucristo.<\/sub>
                  \nUna definici\u00f3n m\u00e1s atenta a la intencionalidad<\/em> del primer anuncio: Lo que caracteriza como primer anuncio a la acci\u00f3n verbal evangelizadora m\u00e1s all\u00e1 del contenido informativo sobre Jesucristo, es una intenci\u00f3n m\u00e1s profunda: la de intentar\u00a0 convencer al oyente de que Jesucristo tiene un mensaje importante para \u00e9l, que puede cambiarle radicalmente la vida; y no s\u00f3lo un mensaje, sino una vida nueva para regalarle, si opta por \u00c9l y acepta ponerse en camino siguiendo sus pasos.<\/sub>\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/sub><\/em>
                  \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

                    \n
                  1. Relaci\u00f3n y diferencia entre primer anuncio y catequesis<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                    \u00a0<\/sub>
                    \nEl primer anuncio es una acci\u00f3n evangelizadora propia y espec\u00edfica, que ni debe precipitarse adelant\u00e1ndose al testimonio de vida y al di\u00e1logo cercano, ni debe ser reducida y asimilada a la catequesis o a la revisi\u00f3n de vida o a la liturgia. En condiciones normales el primer anuncio correctamente entendido y aplicado con sentido com\u00fan es la herramienta adecuada para despertar la primera fe o inter\u00e9s por Jesucristo.<\/sub>
                    \nAyuda a captar la especificidad del primer anuncio su comparaci\u00f3n con la catequesis. El primer anuncio o kerigma evang\u00e9lico \u00a0\u2013 precedido y\u00a0 acompa\u00f1ado del mejor testimonio de vida y siempre propuesto en un contexto dialogal – tiene en s\u00ed mismo la capacidad de suscitar la primera fe o conversi\u00f3n a Jesucristo, mientras que la catequesis, en cambio, es la actividad que tiene como fin alimentar o hacer crecer esa fe inicial. Si no hay fe inicial no puede haber catequesis. Nadie alimenta lo que todav\u00eda no ha nacido o no existe. La catequesis sistem\u00e1tica, tem\u00e1tica, no tiene por s\u00ed misma la capacidad de generar \u00a0la primera fe, a no ser que se convierta en catequesis de primer anuncio<\/em> o catequesis kerigm\u00e1tica<\/em> (DGC 62).<\/sub>
                    \nEn este sentido, Joseph Gevaert, salesiano que fue profesor de catequ\u00e9tica en la Universidad Salesiana de Roma, afirma en relaci\u00f3n a ni\u00f1os y adolescentes algo que podemos aplicar tambi\u00e9n a los j\u00f3venes:<\/sub>
                    \n\u00a0<\/sub>
                    \n\u201cEn la mayor parte de las parroquias, la praxis catequ\u00edstica se basa todav\u00eda por entero en el\u00a0\u00a0 presupuesto de que los ni\u00f1os a quienes sus padres env\u00edan a la catequesis son ya peque\u00f1os cristianos, tienen una rica experiencia cristiana y, de alg\u00fan modo, desean vivir como cristianos.<\/sub>
                    \nPero, \u00bfhasta qu\u00e9 punto hoy esta visi\u00f3n tradicional responde todav\u00eda a la verdad? Actualmente, en Europa occidental muchos ni\u00f1os y adolescentes bautizados no han recibido el primer anuncio cristiano en la familia y no han tenido una experiencia seria de cristianismo vivido y participado en la vida familiar con sus padres. No es infrecuente que desconozcan incluso los s\u00edmbolos cristianos m\u00e1s elementales (alguna oraci\u00f3n, la se\u00f1al de la cruz\u2026).<\/sub>
                    \nLa consecuencia es que una gran parte de la catequesis se encuentra en una situaci\u00f3n inc\u00f3moda, debido al hecho de que intenta modelar y formar una inicial fe cristiana que en realidad no existe. Este dato de hecho, en la medida en que est\u00e1 presente, exigir\u00eda la dedicaci\u00f3n al primer anuncio de la fe cristiana con vistas a la inicial conversi\u00f3n y la fe en Jesucristo\u201d
                    [6]<\/sub><\/sub><\/a>.<\/sub>
                    \n\u00a0<\/sub>
                    \nEs obvio que los signos de los tiempos piden una conversi\u00f3n misionera<\/em>
                    [7]<\/sub><\/sub><\/a> de la catequesis y de los y las catequistas.<\/sub>
                    \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

                      \n
                    1. \u00bfUna lecci\u00f3n o un parto?<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                      \u00a0<\/sub>
                      \n\u00bfQu\u00e9 imagen expresa mejor lo que representa la transmisi\u00f3n del primer anuncio?<\/sub>
                      \nSi tuvi\u00e9semos que escoger preferir\u00edamos la imagen de un parto m\u00e1s que la de una clase o lecci\u00f3n. Recordemos: la intenci\u00f3n profunda del primer anuncio no es otra que la de i<\/sub>ntentar convencer al oyente que Jesucristo tiene un mensaje importante para \u00e9l, que puede cambiarle radicalmente la vida; y no s\u00f3lo un mensaje, sino una vida nueva para regalarle, si opta por \u00c9l y acepta ponerse en camino siguiendo sus pasos. Esta opci\u00f3n inicial por ponerse en marcha adhiri\u00e9ndose a Jesucristo supone una lucha interior en la persona, que debe limitar el sentido de su propia autonom\u00eda para aceptar que sea Otro quien \u00a0la conduzca y quien marque las pautas de su vida. Todo ello no se da sin lucha, sin debate interno
                      [8]<\/sub><\/sub><\/a>.<\/sub>
                      \nDe ah\u00ed que el papel del educador-evangelizador, cuando se trata de transmitir el primer anuncio a un joven o a un grupo de ellos, se parezca m\u00e1s al de una comadrona que al de un profesor. La met\u00e1fora evang\u00e9lica del volver a nacer es muy expresiva en este sentido (Jn 3,3-5).<\/sub>
                      \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

                        \n
                      1. \u00bfProceso o acci\u00f3n puntual?<\/strong><\/sub><\/li>\n<\/ol>\n

                        \u00a0<\/sub><\/strong>
                        \n\u201cA la orilla de la fe no se llega \u00fanicamente por una reflexi\u00f3n m\u00e1s profunda. La fe nunca ser\u00e1 la l\u00f3gica conclusi\u00f3n de la meditaci\u00f3n sobre el sentido de la existencia y el misterio de la realidad. Al don de la fe no se llega confiando \u00fanicamente en las propias fuerzas. Para ello es necesario que pase algo diferente<\/em>: uno ha sido tocado por Dios y su Palabra. El Esp\u00edritu es el que hace que el coraz\u00f3n se encuentre disponible para las cosas de Dios\u201d
                        [9]<\/sub><\/sub><\/a>.<\/sub>
                        \nPara que pase algo diferente debe haber alg\u00fan tipo de iniciativa por parte del educador-evangelizador que vaya m\u00e1s all\u00e1 del mero acompa\u00f1ar o alentar un proceso de \u201ctoma de conciencia\u201d. De nuevo, no se trata de montar una guerra entre pastoral de procesos y pastoral de llamadas puntuales; pero s\u00ed conviene percatarse de que de todo se puede abusar, tanto de lo uno como de lo otro. La espera de la toma de conciencia progresiva puede eternizarse y devenir un mito paralizante; as\u00ed como \u00a0la acci\u00f3n puntual, la \u00a0llamada a la conversi\u00f3n, la invitaci\u00f3n-exigencia al sacramento de la confesi\u00f3n, puede devenir obsesi\u00f3n compulsiva tambi\u00e9n paralizante. In medio est virtus<\/em>: Lo correcto est\u00e1 en mantener el equilibrio.<\/sub>
                        \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

                          \n
                        1. La fe \u00bfla chispa que salta por el contacto f\u00edsico con un testimonio de vida o la relaci\u00f3n con una Persona que necesita ser presentada de palabra?<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                          \u00a0<\/sub><\/strong>
                          \nDicen que pensamos con im\u00e1genes m\u00e1s que con conceptos abstractos. Durante a\u00f1os toda una generaci\u00f3n pens\u00e1bamos que despu\u00e9s del exceso de palabras vac\u00edas de la etapa nacional-cat\u00f3lica (1939-1975), la fe se transmitir\u00eda como una chispa que salta por el contacto f\u00edsico con la vida de militantes cristianos a trav\u00e9s del testimonio callado de sus vidas ejemplares. Con el tiempo hemos visto que la cosa no es tan f\u00e1cil ni tan autom\u00e1tica.<\/sub>
                          \nCiertamente que el testimonio de vida es ya, como dec\u00eda el papa Pablo VI, un primer gesto evangelizador (Evangelii Nuntiandi n. 21) y conditio<\/em> sine qua non<\/em> para cualquier palabra evangelizadora significativa que quiera ser pronunciada. Pero el gesto evangelizador debe llevar a la palabra, al anuncio expl\u00edcito de Jesucristo, para que podamos hablar de evangelizaci\u00f3n completa e integral (EN 22).<\/sub>
                          \nDe nuevo damos la palabra al salesiano Joseph Gevaert, nada sospechoso de sustentar planteamientos de car\u00e1cter involucionista:<\/sub>
                          \n\u00a0<\/sub>
                          \n\u201cEl descubrimiento del Evangelio pasa normalmente a trav\u00e9s de un encuentro global con la realidad de la fe cristiana y est\u00e1 profundamente unido a relaciones educativas e interpersonales. Pues bien: defendiendo con decisi\u00f3n esta tesis, hemos querido estudiar espec\u00edficamente los aspectos catequ\u00e9ticos (verbales) de este proceso global. Estos aspectos son la parte m\u00e1s descuidada y menos apreciada en esta fase de un primer acercamiento a la fe cristiana. Y ello es debido al prejuicio de que, en esta fase, no sirven las palabras sino s\u00f3lo el testimonio<\/em>\u201d
                          [10]<\/sub><\/sub><\/a>.<\/sub>
                          \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

                            \n
                          1. Transmisi\u00f3n de la fe \u00bfpor \u201cpasteurizaci\u00f3n\u201d o por \u201cuperizaci\u00f3n\u201d?<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                            \u00a0<\/sub><\/strong>
                            \nHace poco estuve en Menorca dando unas charlas y un di\u00e1cono permanente de la isla me brind\u00f3 un s\u00edmil que considero \u00fatil.\u00a0 Me contaba que hay dos maneras de tratar la leche para su proceso de conservaci\u00f3n: la pasteurizaci\u00f3n<\/em>, que consiste en mantener un punto de ebullici\u00f3n continuo de 100 grados – as\u00ed se obtiene la llamada leche \u201cpasteurizada\u201d -, y lauperizaci\u00f3n<\/em>,<\/em> que consiste en provocar de vez en cuando un \u201cpico\u201d de 120 o 130 grados, con lo cual se obtiene la llamada leche \u201cuperizada\u201d.<\/sub>
                            \nEl s\u00edmil trasladado a la pastoral con j\u00f3venes, lejos de inspirar una opci\u00f3n aut<\/em> aut,<\/em>ilustra bien la necesidad de combinar los momentos largos<\/em> de lenta maduraci\u00f3n, de siembra por espolvoreo o irrigaci\u00f3n (testimonio, di\u00e1logo, mensajes que se dejan caer como qui\u00e9n no quiere la cosa\u2026, en definitiva, una pastoral por pasteurizaci\u00f3n<\/em>) con los momentos puntuales de interpelaci\u00f3n, de llamada o invitaci\u00f3n expl\u00edcita a dar el paso de la fe (he aqu\u00ed la \u201cuperizaci\u00f3n\u201d).<\/sub>
                            \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

                              \n
                            1. El s\u00edmil de la llamada vocacional<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                              \u00a0<\/sub>
                              \nEn la praxis pastoral \u201cnormal\u201d de sacerdotes, religiosos y religiosas tenemos incorporado con naturalidad \u2013 aunque cada uno lo practica con frecuencia y fervor diversos \u2013 la llamada o invitaci\u00f3n vocacional. Con el riesgo obvio de recibir una negativa en redondo o la callada por respuesta, m\u00e1s de una vez nos hemos animado a plantearle a un joven o a una joven: \u201c\u00bfY t\u00fa, no te has planteado nunca la posibilidad de ser sacerdote, o religioso o religiosa?\u201d.<\/sub>
                              \nTengo para m\u00ed que, con los tiempos de secularizaci\u00f3n e indiferencia que corren, esta pr\u00e1ctica tiene que empezar a ser habitual, no ya para la llamada al sacerdocio o a la vida religiosa, sino para la simple y elemental llamada\u00a0 a la vida cristiana. \u00bfNo se da una cierta incoherencia en mantener una pastoral de j\u00f3venes en la parroquia, colegio o comunidad a base de catequesis, convivencias, eucarist\u00edas, presuponiendo que todos ellos ya tienen una opci\u00f3n personal por Jesucristo? Hoy m\u00e1s que nunca es necesario efectuar la llamada personal a la opci\u00f3n por Jesucristo. Eso es el primer anuncio.<\/sub>
                              \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

                                \n
                              1. Interioridad y Palabra<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                                \u00a0<\/sub>
                                \nOcurri\u00f3 al abrir el di\u00e1logo con maestros y profesores de religi\u00f3n en un encuentro sobre Escuela cristiana y nueva evangelizaci\u00f3n<\/em>. Una joven maestra plante\u00f3 la siguiente pregunta: \u201cDado que en nuestra escuelas \u2013 cristianas –\u00a0 acogemos a un determinado n\u00famero de alumnos de otras confesiones religiosas o cuyos padres no son creyentes, \u00bfno ser\u00eda mejor, en se\u00f1al de respeto y comuni\u00f3n, realizar la oraci\u00f3n al inicio de la jornada a base de un gran silencio sin mediar palabra ni texto alguno?\u201d<\/sub>
                                \nMi respuesta, si bien tom\u00f3 como punto de partida la necesidad de iniciar a los ni\u00f1os y j\u00f3venes en el h\u00e1bito del silencio y de la interioridad, enfatiz\u00f3 la necesidad de que en ese espacio interior resuene la Palabra de Dios si se trata\u00a0 de una oraci\u00f3n cristiana. El silencio y la interioridad son requisitos necesarios para la oraci\u00f3n, pero no pueden ser la finalidad de la misma si se trata de una oraci\u00f3n cristiana
                                [11]<\/sub><\/sub><\/a>.<\/sub>
                                \n\u201cAl principio exist\u00eda la palabra\u201d (Jn 1,1). Resuena todav\u00eda con fuerza la llamada del Cardenal Martini, gran pastor y magn\u00edfico biblista: \u201cVolvamos al primado de la Palabra de Dios\u201d.<\/sub>
                                \n\u00a0<\/sub><\/strong><\/p>\n

                                  \n
                                1. Una palabra eficaz:un pi\u00f1\u00f3n que contiene todo el pino<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                                  \u00a0<\/sub>
                                  \nCon la expresi\u00f3n primer anuncio<\/em> se quiere denominar al Evangelio<\/em> como buena noticia – antes que como libro -, y a su sin\u00f3nimo kerigma, <\/em>que significa preg\u00f3n o proclamaci\u00f3n \u2013 se sobreentiende\u00a0 de Jesucristo resucitado dador de vida -. Se trata de una palabra eficaz que invita o empuja a hacer lo que dice: adherirse a Jesucristo como salvador radical. San Pablo en sus cartas habla a menudo de este anuncio que, siendo una formulaci\u00f3n relativamente breve sobre Jes\u00fas el crucificado-resucitado que quiere entrar en la vida del oyente, tiene la extra\u00f1a capacidad de presionar suavemente en el coraz\u00f3n\u00a0 invitando al encuentro con \u00c9l (Rm 1,16)
                                  [12]<\/sub><\/sub><\/a>.<\/sub>
                                  \nNo es magia, ni superstici\u00f3n. Es lo que teol\u00f3gicamente se llama la eficaciasacramental<\/em> de la Palabra de Dios. Se habl\u00f3 de ello en el S\u00ednodo de los Obispos del 2008, y el papa Benedicto XVI anim\u00f3 a seguir investigando sobre este car\u00e1cter sacramental de la Palabra de Dios que, si bien presenta en la liturgia de la Palabra \u2013primera parte de la Eucarist\u00eda – su forma m\u00e1s eficaz (cf. Verbum<\/em> Domini,<\/em> n. 56), tambi\u00e9n ofrece otras versiones no tan potentes, pero con una eficacia m\u00ednima necesaria para provocar la primera fe, como es el caso del primer anuncio.<\/sub>
                                  \nAs\u00ed lo ha expresado el S\u00ednodo de los obispos en 2012 en su propuesta n. 9:<\/sub>
                                  \n\u00a0<\/sub>
                                  \n\u201cLa base de cualquier anuncio, la dimensi\u00f3n kerigm\u00e1tica, la Buena Nueva, destaca el anuncio expl\u00edcito de la salvaci\u00f3n. \u00abOs transmit\u00ed, en primer lugar, lo que a mi vez recib\u00ed: que Cristo muri\u00f3 por nuestros pecados, seg\u00fan las Escrituras; fue sepultado, y que resucit\u00f3 al tercer d\u00eda, seg\u00fan las Escrituras; y que se apareci\u00f3 a Cefas y luego a los Doce\u00bb (1 Cor. 15,3-5). El \u00abprimer anuncio\u00bb es el lugar donde el kerigma, el mensaje de la salvaci\u00f3n del misterio pascual de Jesucristo, es proclamado con gran poder espiritual, capaz de provocar el arrepentimiento del pecado, la conversi\u00f3n del coraz\u00f3n y la decisi\u00f3n de la fe.<\/sub>
                                  \n\u00a0<\/sub>
                                  \nAl mismo tiempo, debe haber continuidad entre el primer anuncio y la catequesis que nos instruye en el dep\u00f3sito de la fe. Consideramos que es necesario contar con un Plan Pastoral para el primer anuncio, que muestre un encuentro vivo con Jesucristo. Este documento pastoral proporcionar\u00eda los primeros elementos de un proceso catequ\u00e9tico, permitiendo su integraci\u00f3n en la vida de la comunidad parroquial. Los padres sinodales han propuesto que se redacten l\u00edneas gu\u00edas para el primer anuncio del kerigma. Este compendio incluir\u00eda: La ense\u00f1anza sistem\u00e1tica sobre el kerigma en la Escritura y en la Tradici\u00f3n de la Iglesia cat\u00f3lica; ense\u00f1anzas y citas de santos misioneros y m\u00e1rtires en nuestra historia cat\u00f3lica, que nos ayudar\u00edan en nuestros desaf\u00edos pastorales de hoy; cualidad y directrices para la formaci\u00f3n de evangelizadores cat\u00f3licos hoy\u201d<\/sub>
                                  [13]<\/sub><\/sub><\/a>.<\/sub>
                                  \n\u00a0<\/sub>
                                  \nEste \u201cgran poder espiritual\u201d con el que debe ser proclamado el primer anuncio o kerigma hace referencia al redescubrimiento de metodolog\u00edas pastorales de tiempo breve y comprimido o de \u201cuperizaci\u00f3n\u201d, antes mencionado; metodolog\u00edas capaces \u201cde provocar el arrepentimiento del pecado, la conversi\u00f3n del coraz\u00f3n y la decisi\u00f3n de la fe\u201d\u2026 Un conjunto de virtualidades que los escritos del Nuevo Testamento atribuyen precisamente\u00a0 al car\u00e1cter interpelante del primer anuncio.<\/sub>
                                  \nPara decirlo con una imagen: <\/strong>el primer anuncio es como el pi\u00f1\u00f3n que contiene en potencia todo el esplendor del inmenso pino que crecer\u00e1 despu\u00e9s, cuando el pi\u00f1\u00f3n- semilla se entierre bajo tierra y d\u00e9 su fruto. En efecto: la invitaci\u00f3n inicial a establecer un v\u00ednculo de conocimiento y de amor con Jesucristo contiene en s\u00ed misma la potencialidad de toda la vida cristiana que luego deber\u00e1 desplegarse a trav\u00e9s de un tiempo adecuado de catecumenado y en las sucesivas etapas y \u201cconversiones\u201d de la vida cristiana adulta. Pero si no hay un inicio, por humilde y peque\u00f1o que sea, no puede seguirle el adecuado crecimiento.<\/sub>
                                  \n\u00a0<\/sub><\/strong><\/p>\n

                                    \n
                                  1. Relato en primera persona<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                                    \u00a0<\/sub><\/strong>
                                    \nEl primer anuncio supone la puerta de entrada normal a la relaci\u00f3n de amistad con Jesucristo. Lo afirmaba tambi\u00e9n Benedicto XVI en una de sus frases m\u00e1s citadas:<\/sub>
                                    \n\u201cNo se empieza a ser cristiano por una decisi\u00f3n \u00e9tica o una gran idea,\u00a0 sino por \u00a0el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida, y con ello la orientaci\u00f3n decisiva\u201d (Deus<\/em> caritas est<\/em> 1).<\/sub>
                                    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La ocasi\u00f3n m\u00e1s normal para propiciar dicho encuentro, para que se d\u00e9 dicho acontecimiento, es el hecho de que un cristiano le hable a otra persona de Jesucristo con amor, humildad y fe, intentando provocar en el interlocutor el deseo de acercarse personalmente a \u00c9l.<\/sub>
                                    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Para ello el mejor camino es el relato sobrio, sincero y aut\u00e9ntico del propio encuentro con Jesucristo. Nos urge la puesta en marcha de talleres o escuelas pr\u00e1cticas en las que, junto a otros subsidios y rudimentos pastorales \u2013 base b\u00edblica del primer anuncio, psicolog\u00eda de la conversi\u00f3n\u2026 \u2013, se ense\u00f1e a relatar el propio encuentro con Jesucristo de forma breve, \u00e1gil, y con garra comunicativa.<\/sub>
                                    \n\u00a0<\/sub><\/strong>
                                    \n\u00a0<\/sub><\/strong><\/p>\n

                                      \n
                                    1. Los j\u00f3venes protagonistas del primer anuncio<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                                      \u00a0<\/sub><\/strong>
                                      \nYa lo dijo aquel sacerdote belga, hijo de minero, Joseph Cardijn, fundador de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y, con ella, del apostolado organizado moderno: \u201cNadie evangelizar\u00e1 mejor a un joven trabajador que otro joven trabajador<\/em>\u201d. O como dice el PadreRaniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, los sacerdotes y religiosos en el mundo son decenas de millares, los laicos y laicas centenares de millones\u2026 Luego los protagonistas de la nueva evangelizaci\u00f3n en primera l\u00ednea tienen que ser los laicos y las laicas.<\/sub>
                                      \nLo nuevo en estos \u00faltimos tiempos es que al mejor testimonio de vida y compromiso – condici\u00f3n indispensable para ser cre\u00edbles y primer gesto necesario de evangelizaci\u00f3n -, los laicos y laicas deben incorporar una habilidad para suscitar el di\u00e1logo, y una inteligencia apost\u00f3lica para transmitir de coraz\u00f3n a coraz\u00f3n el primer anuncio.<\/sub>
                                      \n\u00a0<\/sub><\/p>\n

                                        \n
                                      1. La recepci\u00f3n del primer anuncio y los itinerarios de (re)iniciaci\u00f3n cristiana<\/sub><\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                                        \u00a0<\/sub><\/strong>
                                        \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/sub><\/strong>Nos falta espacio para desarrollar todo lo relativo a las vicisitudes de la recepci\u00f3n del primer anuncio por parte del interlocutor y a las propuestas que debieran tenerse apunto en caso de recepci\u00f3n positiva. Nos referimos a los diversos itinerarios de (re)iniciaci\u00f3n cristiana de j\u00f3venes y de adultos que \u00faltimamente se est\u00e1n poniendo en marcha en diversas di\u00f3cesis. Perm\u00edtaseme s\u00f3lo, para acabar, recordar <\/sub>l<\/sub>os <\/sub>elementos fundamentales de dicho itinerario, que requiere un m\u00ednimo de dos a\u00f1os de tiempo para su asimilaci\u00f3n y que comprende los siguientes ejes:<\/sub><\/p>\n