{"id":6553,"date":"2013-07-01T00:00:34","date_gmt":"2013-06-30T22:00:34","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6553"},"modified":"2013-07-01T00:00:34","modified_gmt":"2013-06-30T22:00:34","slug":"tres-libros-tres-peliculas-tres-jovenes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/tres-libros-tres-peliculas-tres-jovenes\/","title":{"rendered":"TRES LIBROS, TRES PEL\u00cdCULAS, TRES J\u00d3VENES"},"content":{"rendered":"
Jes\u00fas Villegas<\/strong> Mis colaboraciones habituales en esta revista me animaban a analizarVida de Pi<\/em> <\/strong>por una de estas dos v\u00edas, las que he solido transitar en mis trabajos, a saber: como pel\u00edcula a prop\u00f3sito de la fe, o como un nuevo retrato de personaje-joven. La primera perspectiva resulta atractiva y pertinente, porque tanto el novelista como el director han insistido en articular el relato como una f\u00e1bula sobre la creencia en Dios. La segunda manera de abordar el estudio de esta creaci\u00f3n, como novela\/pel\u00edcula con joven, quiz\u00e1s resulte menos f\u00e9rtil, pero encaja con la orientaci\u00f3n que he querido dar a este art\u00edculo en su totalidad. Por tanto, intentar\u00e9 esbozar\u00a0 unas p\u00e1ginas en ambas direcciones para que esta aproximaci\u00f3n conjugue las dos posibilidades de lectura. \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/strong> \u00a0<\/em> Jes\u00fas Villegas<\/p>\n Jes\u00fas Villegas Este art\u00edculo est\u00e1 integrado por tres comentarios sobre tres novelas llevadas al cine y protagonizadas por j\u00f3venes. Tambi\u00e9n podr\u00eda decir, dando la vuelta a la frase, que estudiar\u00e9 tres pel\u00edculas basadas en originales literarios. Aunque pueden parecer afirmaciones id\u00e9nticas, no es lo mismo hablar de una novela llevada a la pantalla que reflexionar […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[66,1690,94],"tags":[],"class_list":["post-6553","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-jesus-villegas","category-materiales-438_439","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6553","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=6553"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6553\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=6553"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=6553"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=6553"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nEste art\u00edculo est\u00e1 integrado por tres comentarios sobre tres novelas llevadas al cine y protagonizadas por j\u00f3venes. Tambi\u00e9n podr\u00eda decir, dando la vuelta a la frase, que estudiar\u00e9 tres pel\u00edculas basadas en originales literarios. Aunque pueden parecer afirmaciones id\u00e9nticas, no es lo mismo hablar de una novela llevada a la pantalla que reflexionar sobre una pel\u00edcula inspirada en una ficci\u00f3n verbal. En estas p\u00e1ginas he intentado nadar en las dos aguas, es decir, he buscado analog\u00edas y diferencias entre un texto y el otro, teniendo en mente, siempre, los dos. Digo esto porque la mayor\u00eda de los estudios de divulgaci\u00f3n se decantan, cuando se habla de adaptaciones cinematogr\u00e1ficas, por analizar las pel\u00edculas sin apenas atender a la obra que versionan y se pierde una perspectiva de an\u00e1lisis m\u00e1s trabajosa (exige haberse le\u00eddo el libro) pero sumamente sugerente. Puesto que estamos en verano y quiz\u00e1s dispong\u00e1is de algo de tiempo que perder, os invito a que, si os apetece, practiqu\u00e9is tan nutritiva experiencia intelectual. Anticipo dos conclusiones a las que he llegado con este trabajo y que ser\u00eda recomendable releer una vez rematas estas p\u00e1ginas:
\n– De las tres creaciones estudiadas, la m\u00e1s fiel al esp\u00edritu del original literario es Vida de Pi<\/em><\/strong>. Coinciden los intereses tem\u00e1ticos o la personalidad b\u00e1sica del protagonista y se salvan los episodios centrales de la trama. Los a\u00f1adidos y supresiones respetan la obra inspiradora; los logros de estilo literario buscan su correlato visual con pertinencia y solo alguna ligera variaci\u00f3n de tono (la novela opta a veces por la objetividad de la cr\u00f3nica, mientras la pel\u00edcula prefiere mantener una modulaci\u00f3n suntuosa y estilizada, con ecos orientalizantes) merece menci\u00f3n. La que m\u00e1s se aleja de su fuente, Submarine<\/em><\/strong>, <\/em><\/strong>convierte un relato postmoderno, un puro y gimn\u00e1stico juego verbal, en un desaforado y rom\u00e1ntico alegato sobre el amor adolescente. El vitriolo cede ante la melancol\u00eda, la deshumanizaci\u00f3n del personaje se torna en la pel\u00edcula en comez\u00f3n p\u00faber y de dinamitar t\u00f3picos se pasa a corroborarlos. La novela (c\u00f3mica, escatol\u00f3gica, desapasionada, fr\u00eda como una disecci\u00f3n) se domestica, y el cuidado y original estilo de la puesta en escena (con una trabajada labor de montaje), la evocadora banda sonora o la fotog\u00e9nica vulnerabilidad de sus protagonistas se ponen al servicio de insuflar sentimentalismo a lo que en origen renegaba de cualquier emoci\u00f3n que no fuera la hilaridad. A medio camino de estas dos opciones (el respeto fiel versus<\/em> la profunda y libre apropiaci\u00f3n\/transformaci\u00f3n), en Las ventajas de ser un marginado<\/em><\/strong> (novela que su propio autor pone en im\u00e1genes) los cambios son m\u00e1s sutiles y afectan sobre todo a la perspectiva: lo que en papel se construye como el relato autobiogr\u00e1fico y el autoan\u00e1lisis psicol\u00f3gico de una mente enferma, en la pel\u00edcula aparece como la historia de un muchacho marginal. As\u00ed mismo, el proceso de maduraci\u00f3n-iniciaci\u00f3n vivido y narrado en escrupuloso presente se traduce, sobre la pantalla, en la nost\u00e1lgica y m\u00edtica evocaci\u00f3n de aquellos maravillosos a\u00f1os de nuestra juventud desde una perspectiva de futuro.
\n– Del mismo modo, podr\u00edamos trazar una \u201cescala de humanidad\u201d en los j\u00f3venes literarios. Pi, a consecuencia de las extraordinarias circunstancias que han condicionado su vida, es un personaje excepcional, \u00a0construido sobre los cimientos de una profunda espiritualidad. La firmeza an\u00edmica, la apertura a lo trascendente, la sensibilidad configuran un car\u00e1cter \u00fanico, sospechosamente (quiz\u00e1s) fabulesco-fabuloso-idealista, pero interesante como referencia. Charlie, el protagonista de Las ventajas de ser un marginado<\/em><\/strong>, rebosa humanidad, quiz\u00e1s una humanidad m\u00e1s apegada al suelo que la de Pi, aunque, en su caso, se insin\u00fae que las heridas infligidas por un par de experiencias infantiles (la muerte de su t\u00eda en un accidente; los abusos sexuales sufridos a manos de esta mujer) son las que han intensificado un car\u00e1cter introvertido, ultrasensible,hiperreflexivo, voluble y a veces violento, que, de alguna manera, corrige y aumenta algunas constantes de la condici\u00f3n juvenil. Si Pi era un joven extraordinario de los pies a la cabeza, Charlie lo es porque en \u00e9l se extreman y magnifican peculiaridades de la psicolog\u00eda adolescente m\u00e1s com\u00fan. Oliver (Submarine<\/em><\/strong>)<\/em><\/strong>, en el original literario, acumula en su personalidad desabrida, dispuesta a sacrificar cualquier valor, principio o sentimiento en el altar del ingenio y la mordacidad, los rasgos del adolescente visceral, instintivo, hedonista, descre\u00eddo hasta la deshumanizaci\u00f3n. Eg\u00f3latra, con la conciencia oculta tras un parapeto de juegos de palabras, se muestra tan sumiso a la ley del placer y el capricho como, en \u00faltimo extremo, d\u00e9bil. Sus intentos desesperados de salvar el matrimonio de sus padres y sus escabrosas experiencias sexuales nos hablan de un ni\u00f1o hipertrofiado o de un esqueje de adulto malformado. Del Pi-hiperhumanizado<\/em> a este Oliver-infrahumanizado<\/em>, pasando por los complejos matices de Charlie, la visi\u00f3n\/lectura de estas tres obras como retratos complementarios nos permitir\u00e1, en definitiva, comprender mejor las diferentes facetas de la condici\u00f3n adolescente.<\/p>\n\n
\n2.1 VIDA DE PI: Tengo una historia que le har\u00e1 creer en Dios<\/em>
\nEl argumento de esta obra es archiconocido, dada la repercusi\u00f3n medi\u00e1tica del relato, tras la adaptaci\u00f3n cinematogr\u00e1fica que Ang Lee realiz\u00f3 en 2012. La novela, de Yann Martel, gan\u00f3 el premio Booker en 2002 y, adem\u00e1s de por la originalidad de su trama, destaca por la eficacia de su estilo, que funde el lirismo, la reflexi\u00f3n, la objetividad de la cr\u00f3nica period\u00edstica y la iron\u00eda con una sensualidad pregnante que el director norteamericano transforma en im\u00e1genes de hipn\u00f3tica belleza. El n\u00facleo de la\u00a0 Vida de Pi<\/em><\/strong> (a partir del cap\u00edtulo 37 de la novela) se articula como una historia de supervivencia, el relato de un n\u00e1ufrago que debe convivir en una lancha durante varios meses con un tigre (RichardParker). Recordemos, por si alguien no lo conoce, que Pi-joven cuenta su historia, primero, a dos investigadores japoneses, quienes, al dudar de la veracidad de la misma, le reclaman una versi\u00f3n m\u00e1s veros\u00edmil de los hechos ocurridos en alta mar. Luego el Pi-adulto rememorar\u00e1 su peripecia ante un escritor en crisis, que busca una buena historia para novelar.
\nPi sobrevive a 227 d\u00edas de naufragio. Tras perder a toda su familia y sufrir lo indecible, se salva. Para explicar c\u00f3mo sorte\u00f3 esos 227 d\u00edas de asilamiento y zozobra hasta llegar a las costas de M\u00e9xico disponemos de dos posibles historias, ambas relatadas por Pi a los dos investigadores japoneses, ambas igual de indemostrables:
\n– Una trufada de sucesos inexplicables, en la que, como en un nuevo Arca de No\u00e9, conviven una cebra, un orangut\u00e1n hembra, una hiena, un tigre y un ser humano en una lancha de salvamento. P\u00e1jaros voladores, islas carn\u00edvoras, cielos diversos y mil y una peripecias incre\u00edbles salen al paso a nuestro h\u00e9roe hasta conseguir que la fe, la voluntad, la esperanza y el ingenio hagan posible el milagro de la supervivencia.
\n– Otra en la que un grupo de seres humanos navegan en esa misma lancha y dejan que aflore de ellos lo peor que albergan. La violencia, la crueldad, la desesperaci\u00f3n, el\u00a0 canibalismo incluso, jalonan un viaje al fondo del mal, el ego\u00edsmo y el sufrimiento, del que solo sale con vida el protagonista.
\nAng Lee opta, con mucha pertinencia, por filmar la primera historia (la que abarca casi todo el metraje) con im\u00e1genes de un esteticismo tan impactante como eficaz. Los diversos planos y soluciones formales en los que el cielo y el agua parece que se confunden (por su textura, por desdibujar sus l\u00edmites) aciertan a sugerir c\u00f3mo naturaleza (agua) y trascendencia (cielo) se anulan einterpenetran, c\u00f3mo la realidad visible y la invisible son dos caras de una misma moneda; los planos cenitales de la barca en medio del oc\u00e9ano remiten una y otra vez a la presencia-mirada de Dios, del mismo modo que los instantes de belleza m\u00e1s subyugante (la presentaci\u00f3n del zool\u00f3gico, las criaturas luminosas en el mar nocturno, el salto portentoso de la ballena, la isla poblada desuricatas, los sue\u00f1os y visiones del protagonista, y tantos otros) subrayan tanto lo que la naturaleza-la realidad tiene de emisaria de Dios como lo que de liberadoras y necesarias tienen las ficciones-las historias (todas esas escenas no dejan de estar trufadas de im\u00e1genes que exhiben con descaro su condici\u00f3n irreal, reconstruida: \u00a0ficticia, por tanto). Para la segunda historia (la versi\u00f3n veros\u00edmil que le reclaman los dos japoneses), Ang Lee se decanta por el relato puramente verbal: la c\u00e1mara se va acercando en lento travelling<\/em> al rostro de Pimientras este desgrana una horrenda historia de desolaci\u00f3n y cr\u00edmenes. Como cineasta que es, el relato visual (trasunto, en su esplendor, de la grandeza de Dios y, como tal, creador de sentido) vence al desnudo relato verbal (despojado de im\u00e1genes-s\u00edmbolo, anclado as\u00ed, por su falta de representaci\u00f3n, en el vac\u00edo y el sinsentido).
\nAl final de la novela y de la pel\u00edcula el espectador debe elegir una u otra historia, sin otra garant\u00eda de veracidad que el propio dictado de la intuici\u00f3n: o la narraci\u00f3n fabulosa y \u00fanica, con tigre incluido, o la que presenta un cat\u00e1logo s\u00f3rdido de la mezquindad humana. Todas las instancias narrativas que en la pel\u00edcula-novela representan al espectador-lector (los dos japoneses, el novelista en crisis) optan por la primera versi\u00f3n, por la extraordinaria. Pi concluye: \u201cLo mismo pasa con Dios\u201d. Es decir, puestos a elegir, se postula que entre todas las respuestas posibles al misterio de la existencia, la que se asienta sobre uno o varios dioses amorosos capaces de imprimir significado y \u00e9tica a todo resulta la m\u00e1s satisfactoria, la \u00fanica asumible sin ambages por una conciencia netamente humana. Dios es el mejor relato; cuando vamos m\u00e1s all\u00e1 de lo que la raz\u00f3n puede desvelar, la suposici\u00f3n de un ente transcendente satisface m\u00e1s que la negaci\u00f3n de cualquier trascendencia. Preferimos el sentido al sinsentido, y de eso, en esencia, trata cualquier historia y cualquier Dios.
\nComo ya he argumentado en otros escritos m\u00edos, frente a la naturalezaindome\u00f1able y ca\u00f3tica de lo real, los relatos imponen orden y posibilitan el surgimiento del sentido. Las religiones son, entre otras cosas, apropiaciones simb\u00f3licas positivas de la salvaje realidad, cuyas sombras someten a su luz brillante. Si las historias nos permiten soportar lo que de intolerable tiene la existencia, las religiones constituyen construcciones narrativas soberbias en su esfuerzo por interpretar en clave teleol\u00f3gica y esperanzada el mundo. Pues bien: en este libro\/pel\u00edcula una y otra vez se entona un canto de admiraci\u00f3n por las hermosas historias pre\u00f1adas de sentido que las religiones nos regalan y que vuelven, a su vez, par\u00e1bolas sobre Dios las otras historias que el ser humano ha imaginado (las que pueblan los cuentos, las novelas, los comics<\/em>, las pel\u00edculas\u2026). Dios, adem\u00e1s del Gran Relojero, es el Gran Novelista\/Cineasta, y los relatos que los narradores han ideado a lo largo de la historia no son m\u00e1s que reflejos, imagen y semejanza de los mitos, leyendas y\/o verdades narradas de los dioses\/del Dios.
\nPor lo que acabamos de explicar, m\u00e1s o adem\u00e1s que una defensa de Dios y del valor de la fe, Vida de Pi<\/em><\/strong> me parece un singular alegato en favor de las narraciones, sobre todo aquellas que leen con ojos optimistas la existencia y no se recrean en los s\u00edntomas de corrupci\u00f3n, sino en las se\u00f1ales que nos hablan de regeneraci\u00f3n. As\u00ed, Pi, al plantearnos la dicotom\u00eda entre sus dos posibles e improbables historias, nos propone elegir entre dos tipos de relato: el primero soportado sobre valores y el otro fundado sobre el nihilismo, las pulsiones de destrucci\u00f3n y el darwinismo m\u00e1s feroz. Podr\u00edamos hablar del modelo narrativo cl\u00e1sico, que todav\u00eda concibe la posibilidad del h\u00e9roe, frente al modelo moderno y postmoderno, esc\u00e9ptico, descre\u00eddo, con personajes caracterizados por su debilidad \u00e9tica y su antihero\u00edsmo (algo de todo esto veremos al hablar deSubmarine<\/em><\/strong>). Quiz\u00e1s uno peque de idealismo y el otro se asome con mayor perspicacia a las insondables galer\u00edas del alma humana, pero Yann Martel y AngLee deciden en este caso preferir las historias m\u00e1s grandes que la vida antes que aquellas que, genocidios-guerras mundiales-materialismos-existencialismos-psicoan\u00e1lisis y relativismos mediante, \u00a0se han ense\u00f1oreado de nuestra cultura, no s\u00e9 si para bien o para mal. El propio Pi enuncia esta victoria, en la narraci\u00f3n contempor\u00e1nea, de determinado tipo de relatos deconstructores del sentido y, por tanto, cuestionadores del valor de historias tan fuertes y pre\u00f1adas de simbolismo como las que recogen los libros sagrados:
\nYa s\u00e9 lo que quieren. Quieren una historia que no les sorprenda. Que confirme lo que ustedes ya saben. Que no les haga mirar m\u00e1s alto, ni m\u00e1s lejos, ni de otro modo. Quieren una historia llana. Una historia inm\u00f3vil.<\/em>
\nComo el tema dar\u00eda para muchos matices, solo anoto un par de apreciaciones que quiz\u00e1s puedan servir de gu\u00eda en esta l\u00ednea de lectura m\u00e1s expl\u00edcitamente religiosa:
\n\u25a0 1\u00ba.- En la aventura de Pi se reconocen innumerables motivos b\u00edblicos<\/em> (por solo ce\u00f1irme a los ecos cristianos de esta pel\u00edcula de religiosidad sincr\u00e9tica): el zooen el que se cr\u00eda el protagonista es su Para\u00edso; hay un Diluvio y un Arca, un \u00c9xodo que acaba convirti\u00e9ndose en traves\u00eda del desierto; hay tierras promisorias (aparentes, como ese Egipto\/isla can\u00edbal, o definitivas, como Canad\u00e1), tentaciones, milagros innumerables, cegueras que se recuperan casi milagrosamente (solo en la novela), ballenas y ecos del libro de Job, muerte y resurrecci\u00f3n. Un recorrido atento por este juego de alusiones deparar\u00e1 m\u00faltiples placeres y descubrimientos al espectador atento. Si a eso se le suma la presencia constante de conceptos como perd\u00f3n, esperanza, providencia u oraci\u00f3n, la pel\u00edcula y el libro proporcionar\u00e1n situaciones, secuencias o p\u00e1rrafos de gran valor pastoral. Es verdad que la pel\u00edcula apuesta por una concepci\u00f3n simplificadora y elemental de lo religioso, pero el alegato a favor de la fe, de un Dios\/ unos Dioses que son, sobre todo, amor, del hermanamiento entre creencias, de la intensa y m\u00e1gica fuerza sensorial de las religiones (m\u00e1s all\u00e1 de su indudable intensidad espiritual) o el poder hipn\u00f3tico de sus relatos resulta tan atractivo como reivindicable.
\n\u25a0 2\u00ba.- Richard Parker<\/em>, el tigre de Bengala que comparte odisea con Pi, es, sin duda, el actor m\u00e1s complejo y sugerente de la funci\u00f3n. Representa en todo su esplendor el enigma de la Naturaleza y, en su impenetrabilidad, tambi\u00e9n nos remite al propio silencio de Dios, a su misterio. Por momentos se insin\u00faa que es alter ego del propio Pi y, como subrayan libro y pel\u00edcula, su presencia en la balsa, como peligro acechante, como compa\u00f1ero de penurias, como interlocutor mudo o como hu\u00e9sped exigente, permiten que el joven protagonista contin\u00fae con vida, pues dota su existencia de una raz\u00f3n de ser en la m\u00e1s angustiosa de las situaciones. Aunque Yann Martel, en la novela, afirme que la historia de Pi no contiene ning\u00fan sentido oculto, ni debe leerse, pues, en clave, como par\u00e1bola, ap\u00f3logo o lecci\u00f3n de nada (m\u00e1s all\u00e1 de ser una f\u00e1bula \u201cque har\u00e1 creer en Dios\u201d), el tigre perdi\u00e9ndose en la selva, sin volver la vista atr\u00e1s, sin ning\u00fan gesto de despedida para con Pi, con el que ha compartido un aut\u00e9ntico calvario, a la vez que impide con habilidad la conversi\u00f3n de esta historia en un cuento con moraleja, siembra una duda necesaria y firme, contrapunto obligado en cualquier historia sobre la fe: Richard Parker es un animal, realidad pura y dura, naturaleza sin atenuantes, carente de alma, ciego instinto, vida en bruto. Pi\u201cquiere creer\u201d que en sus ojos de fiera hab\u00eda algo m\u00e1s que la mirada irracional de un depredador. Ese anhelo de sentido y esa frustraci\u00f3n que le produce el tigre que se interna en la selva sin despedirse simboliza-representa-evoca la duda en medio de la fe. El tigre es el Dios de Machado que se pierde entre la niebla: reverberaci\u00f3n ins\u00f3lita del misterio, que est\u00e1 ah\u00ed y no podemos nunca atrapar del todo. La novela resume en una frase memorable la presencia de lomist\u00e9rico como materia esencial de la existencia, y con esto termino este apartado:
\nLa vida es una mirilla, un agujerito que da a una inmensidad<\/em>
\n2.2 VIDA DE PI: Me llamo Piscine Molitor Patel, conocido por todos como PiPatel.<\/em>
\nFrente a los j\u00f3venes que protagonizan otras ficciones, Pi se va a caracterizar, desde el primer momento, por la excepcionalidad. No representa un prototipo juvenil determinado, tampoco es el adolescente o el joven \u201cde pel\u00edcula-libro\u201d por antonomasia, sino un ser humano de una peculiaridad tan radical como la historia que le toca protagonizar. Pi se cr\u00eda en un zool\u00f3gico, profesa a la vez tres religiones (hinduismo, cristianismo, islamismo) y ha sustituido los intereses habituales de sus cong\u00e9neres por la devoci\u00f3n, la apertura al misterio y la b\u00fasqueda incesante de Dios. Sensible, voluntarioso, inquieto, su contacto con los animales y su poli\u00e9drica vivencia de la fe le revelan la insuficiencia de la raz\u00f3n como herramienta para moverse por el mundo y la necesidad de dar el salto a alg\u00fan tipo de creencia: para Pi, por ejemplo, el ate\u00edsmo es, en el fondo, una religi\u00f3n m\u00e1s, pues apuesta por la ausencia de Dios con la misma intensidad y falta de amarres definitivos con que el creyente acepta la existencia de la divinidad. Desde la \u00f3ptica de este joven indio, solo el agnosticismo, en su apego r\u00edgido a la racionalidad, carece de atractivo y de fundamento como propuesta de sentido:
\n\u00bfDe qu\u00e9 nos sirve la raz\u00f3n, Richard Parker? \u00bfSolo para que destaquemos por nuestras habilidades pr\u00e1cticas: obtener comida, vestimenta y cobijo? \u00bfPor qu\u00e9 la raz\u00f3n no nos proporciona respuestas m\u00e1s satisfactorias? \u00bfPor qu\u00e9 somos capaces de echar una pregunta m\u00e1s lejos de lo que somos capaces de recoger una respuesta?<\/em>
\nTanto en la novela como en la pel\u00edcula, la historia de Pi-joven es relatada por el Pi-adulto a un novelista en crisis que busca un argumento para salir de su atolladero creativo. Esta perspectiva quiz\u00e1s condicione que la personalidad del protagonista aparezca como ajena a las zozobras, preocupaciones y reflexiones propias de cualquier muchacho: un hombre maduro evoca su juventud y, por tanto, la trastoca\/idealiza\/depura. La pel\u00edcula ha pretendido volver m\u00e1s vulnerable y \u201cterrestre\u201d al personaje incluyendo el esbozo de una historia de amor, o apuntando que, a ra\u00edz del episodio en el que el padre demuestra a sus hijos que los animales no son mascotas y que carecen de alma (colocando en la jaula de Richard Parker un cabrito que este no tarda en matar), Pi siente que dentro \u201cse ha roto algo\u201d: en el plano siguiente lo vemos leyendo El extranjero<\/em>de Camus, con lo que pretende visualizarse la desaz\u00f3n existencial y el malestar juvenil solo en grado de tentativa. Pero, m\u00e1s all\u00e1 de estos dos apuntes que se quedan casi en nada, Pi destaca, insisto, no como joven que ilustra la peculiaridad del \u201cser joven\u201d, sino como ser humano sin edad enfrentado al abismo del existir. El hecho de verse sometido a unas circunstancias extraordinarias justificar\u00eda tambi\u00e9n que motivos recurrentes en el cine con j\u00f3venes (iniciaci\u00f3n sexual, problemas de integraci\u00f3n social, conflictos familiares, indefinici\u00f3n de perspectivas vitales\u2026) carezcan aqu\u00ed de peso espec\u00edfico.
\nY es, precisamente, este ins\u00f3lito desmarcarse de los lugares comunes del cine sobre j\u00f3venes el que vuelve muy recomendable esta historia. M\u00e1s all\u00e1, pues, de los centros de inter\u00e9s y las preocupaciones vitales elementales, Vida de Pi<\/em><\/strong> acierta a reconocer una sed de trascendencia que, como hemos demostrado en otros art\u00edculos, a menudo debe camuflarse de mil maneras para volverse visible en el cine\/la literatura actual con j\u00f3venes. Mientras en otras obras un algo sin nombre, un vago malestar, una insatisfacci\u00f3n irresoluble o una sensaci\u00f3n de vac\u00edo o de plenitud indeterminada abr\u00eda t\u00edmidamente al joven hacia la realidad invisible, sin formularse nunca expl\u00edcitamente preguntas religiosas, en estas dos creaciones, a pecho descubierto, sin ning\u00fan titubeo, se le pone nombre y apellido a este secreto af\u00e1n de infinito. Que el personaje de Pi se proponga unos intereses, unos cuestionamientos y unas aspiraciones diferentes a los que cualquier joven ficticio (\u00bfreal?) suele plantearse \u00a0resulta, cuanto menos, provocador, si no absolutamente necesario.
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\nMe pregunt\u00f3 si yo conoc\u00eda el motivo por el cual una ampolla puede seguir generando l\u00edquido hasta el infinito. Le dije que siempre me hab\u00eda preguntado lo mismo sobre los mocos. Una de las razones por las que estamos juntos es porque tenemos intereses similares.<\/em>
\nLas diferencias entre la novela y su adaptaci\u00f3n, en el caso deSubmarine<\/em><\/strong>, <\/em>son muy profundas. En ambos casos el protagonista es el quincea\u00f1ero Oliver Tate, pero mientras la novela se erige en un monumento al sarcasmo, la distancia narrativa\u00a0 y la corrosi\u00f3n, la pel\u00edcula acaba siguiendo derroteros mucho m\u00e1s cl\u00e1sicos, hasta derivar en relato de iniciaci\u00f3n adolescente con una fuerte p\u00e1tina rom\u00e1ntica. El descreimiento, el fe\u00edsmo y lo rocambolesco de uno contrasta con la tendencia a la melancol\u00eda y la efusi\u00f3n sentimental de la otra. Cuando el libro se consagra al humor, al ingenio y la originalidad ling\u00fc\u00edstica, la pel\u00edcula prefiere apostar por la nostalgia, los sentimientos y la cr\u00f3nica del aprendizaje vital.
\nEl libro, construido sobre el verborreico<\/em> cinismo de su protagonista,reh\u00faye, en principio, cualquier apunte emotivo o cualquier invitaci\u00f3n a la lectura en clave simb\u00f3lica, fabulesca o moral: Oliver busca ser popular, no duda en abusar de los compa\u00f1eros m\u00e1s d\u00e9biles, se recrea en la anomal\u00eda, lo sucio o loprocaz y tiene a Chip, su mejor amigo, como modelo de referencia, un muchacho pintado como experto acosador, obseso sexual e impresentable ser humano. Convencido de su superioridad y su talento, fingidor y mentiroso (todo para \u00e9l es farsa, representaci\u00f3n y lenguaje), se mueve por el mundo contempl\u00e1ndolo como un testigo ab\u00falico. Se podr\u00e1 objetar que el enmara\u00f1ado discurso en primera persona de Oliver en realidad oculta su miedo a crecer, que la racional e incisiva arma de su lenguaje camufla la inseguridad, que sus acciones irreverentes, su gusto por lo obsceno, sus fijaciones sexuales o su aparente frialdad an\u00edmica solo es fachada, pero la lectura no ofrece demasiados detalles (algunos s\u00ed, como ya veremos, pero asfixiados por monta\u00f1as de cinismo) que permitan negar la evidente propensi\u00f3n al desapasionamiento, el egocentrismo y lo soez de su protagonista. El autor ha evitado la lectura en clave de sentido, la cl\u00e1sica sumisi\u00f3n de la forma a un contenido fuerte, en la l\u00ednea de una escala tradicional de valores, y el recurso a la satisfacci\u00f3n de las expectativas: en su lugar apuesta por dinamitar las previsiones y las f\u00e1ciles arquitecturas de significado; su novela es un juego provocador y disolvente, un monumento al lenguaje que reniega, con ardor postmoderno, de la mirada frontal al alma humana y a los misterios de la existencia. Prefiere lo esquinado, lo juguet\u00f3n, lo cerebral, lo incisivo a lo transparente, lo vital, lo palpitante, lo t\u00e1ctil. Al final, su preferencia por la exuberancia barroca propulsa tanto a la obra como al personaje a un \u00e1mbito lindante con lo grotesco.
\nEn ambas creaciones la vida de Oliver gira en torno a dos preocupaciones: su relaci\u00f3n con Jordana, una muchacha tan al\u00e9rgica a las emociones y a la convenci\u00f3n\u00a0 como Oliver, y la crisis matrimonial de sus padres, que este intenta solventar a toda costa, con los m\u00e9todos m\u00e1s ins\u00f3litos o expeditivos. Pero mientras en la novela la historia con Jordana termina sin m\u00e1s, con un \u00faltimo desencuentro (m\u00e1s una coda sexual con Zoe, compa\u00f1era que fue v\u00edctima de bromas pesadas por parte de la pandilla de Oliver y que se acaba convirtiendo en objeto del deseo de nuestro h\u00e9roe), en la pel\u00edcula se filma un final feliz, lleno de reverberaciones emotivas y cadencias dulzonas, con el que se remata una historia de amor adolescente no exenta de delicadeza. En el Oliver literario predomina el deseo sexual, la ausencia de preguntas existenciales, la burla y el jocoso cuestionamiento de cualquier valor con may\u00fasculas; el Oliver de celuloide, m\u00e1s cl\u00e1sico, alberga remordimientos, se enamora perdidamente, busca una personalidad que va configur\u00e1ndose y madura. Este \u00faltimo es m\u00e1s arquet\u00edpico y las im\u00e1genes de la pel\u00edcula trazan un recorrido reconocible a la conquista de una identidad; el primero, el Oliver de tinta, ins\u00f3lito, vitri\u00f3lico y salaz, se mueve por el mundo con la desarmante ley del instinto y la amoralidad como banderas.
\nSi la relaci\u00f3n con Jordana se trunca en la novela: esto es debido a que Oliver, cuando se entera de que la madre de su novia padece un tumor, comienza a alejarse de ella. La amenaza de la muerte vuelve a Jordana m\u00e1s amable, m\u00e1s emp\u00e1tica y sensible. Se comienza \u201ca volver empalagosa\u201d y eso genera un primer movimiento de rechazo en el protagonista. Cuando su chica le pide que, despu\u00e9s de la operaci\u00f3n, visite a su madre, Oliver falta a su promesa y no acude al hospital, con lo que definitivamente se desmorona la relaci\u00f3n entre los dos. En la pel\u00edcula, al final, tras pedir perd\u00f3n y reconocer que no puede vivir sin ella, todo se rehace y el desenlace, frente al mar, en una escena salpicada de detalles simb\u00f3licos, augura una larga y profunda relaci\u00f3n. El original literario se mantiene firme en su negativa a conceder cualquier tipo de satisfacci\u00f3n habitual al lector, con lo que el \u00faltimo encuentro entre ambos remata de forma anticlim\u00e1tica y solo vagamente prometedora:
\nJordana me ha dicho que est\u00e1 bien. Me ha dicho tambi\u00e9n que no le parece buena idea que volvamos a vernos. Me ha dicho que si realmente necesitaba hablar con ella le enviase un <\/em>e-mail. Le he dicho que seguramente me ser\u00eda m\u00e1s f\u00e1cil dar vueltas por el parque a la espera de que apareciera.<\/em>
\nSe ha ido y me ha dicho que no la siguiera. Ha dicho que iba a enterrar el pato. Se ha convertido en ese tipo de persona.<\/em>
\nNo me he ofrecido para ayudarla a cavar. Ten\u00eda demasiada hambre.<\/em>
\nEl otro centro de inter\u00e9s de Oliver, su insistencia en salvar el matrimonio en crisis de sus padres, am\u00e9n de una especie de infantil necesidad de que no cambie nada para seguir sinti\u00e9ndose arropado, solo de forma secundaria se sostiene sobre una verdadera implicaci\u00f3n afectiva. Esta peripecia le permite al novelista encadenar una serie de jocosos episodios, diseccionar con escalpelo la instituci\u00f3n familiar y, en \u00faltimo extremo, confirmar la incurable inmadurez de Oliver. No obstante y como contrapunto, la novela termina con una magn\u00edfica escena familiar, ahora s\u00ed sutilmente arpegiada de emociones, con los tres miembros de la familia Tate de excursi\u00f3n. La restablecida relaci\u00f3n de los padres y el entendimiento entre los tres en medio de un espl\u00e9ndido paisaje al atardecer (ideal para poder suicidarse, seg\u00fan Oliver) da lugar a un episodio con ciertos gui\u00f1os c\u00f3mplices, alusiones al futuro y sesgadas confidencias, todo ello entre bromas macabras y comentarios negadores de cualquier efusi\u00f3n. El tema central de la pel\u00edcula, de \u00edndole amoroso, en el libro en realidad perd\u00eda enteros y se somet\u00eda a sordina a favor de una tangencial proclama de los v\u00ednculos familiares: la consecuci\u00f3n de pareja como un paso adelante, un decir \u201chola\u201d al futuro sustituye a lo que en la novela es una insinuaci\u00f3n del afianzamiento de los lazos familiares, que puede leerse como una resistencia a decir \u201cadi\u00f3s\u201d a la propia infancia.
\nComo conclusi\u00f3n diremos que, le\u00eddos de esta manera pel\u00edcula y libro, este Oliver hiperb\u00f3lico (extremadamente enamorado en la pel\u00edcula; extremadamente empecinado en salvar la relaci\u00f3n de sus padres en el libro) nos acerca, a trav\u00e9s de piruetas visuales o verbales, seg\u00fan el caso, a las dos tem\u00e1ticas m\u00e1s cl\u00e1sicas y archiconocidas en el relato sobre j\u00f3venes: la emergencia-intensidad del primer amor y el miedo a crecer.<\/p>\n\n
\nSolo necesito saber que alguien ah\u00ed afuera escucha y comprende y no intenta acostarse con la gente aun pudiendo hacerlo. Necesito saber que existe alguien as\u00ed.<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\nEn Las ventajas de ser un marginado<\/em><\/strong> su protagonista, Charlie, se dirige a un interlocutor desconocido a trav\u00e9s de las cartas que escribe. Ese alguien que escucha, comprende y respeta representa al tipo de lector\/espectador que reclaman la novela y la pel\u00edcula de Stephen Chbosky, alguien dispuesto a internarse con sensibilidad y empat\u00eda en el tumultuoso mundo del protagonista.
\nCharlie ha sido, desde peque\u00f1o, un bicho raro. Sin amigos (el \u00fanico que ten\u00eda se suicid\u00f3 sin dejar siquiera una nota), inicia su andadura en el instituto con el prop\u00f3sito de abrirse un poco m\u00e1s, aunque los primeros d\u00edas afianzan su condici\u00f3n de inadaptado. Inteligente, sensible, lector voraz, solo encuentra el apoyo y la complicidad del profesor de Literatura Comparada. Por suerte, conoce a dos hermanastro del \u00faltimo curso, Patrick y Sam, con los que inicia una estrecha relaci\u00f3n de amistad. Son, como \u00e9l, j\u00f3venes fuera del c\u00edrculo de los populares: Patrick, por su declarada homosexualidad; Sam, por haberse ganado la fama de chica f\u00e1cil\u2026 A trav\u00e9s de ellos crea un c\u00edrculo de amigos con los que se iniciar\u00e1 en la amistad, en el amor, en la independencia, todo ello v\u00edvido desde la perspectiva de una arrebatadora personalidad, la de Charlie, tan inocente como profundamente humana.
\nEn la versi\u00f3n cinematogr\u00e1fica se reforzar\u00e1, sobre todo, el car\u00e1cter marginal de este excepcional muchacho. Encastillado tras sus libros, solo y torpe en medio de sus cong\u00e9neres, v\u00edctima incluso de comentarios insultantes y bromas est\u00fapidas, el retrato de Charlie se reviste de los t\u00f3picos con que el cine suele pintar al adolescente rechazado. El relato ser\u00e1 una invitaci\u00f3n a conocer a fondo a este ser humano, hasta desmontar la f\u00e1cil etiqueta a la que podemos reducir la riqu\u00edsima personalidad de cualquiera, tanto m\u00e1s cuanto su imagen p\u00fablica est\u00e1 marcada por los prejuicios. La novela, por su parte, sostenida sobre el discurso en primera persona de este quincea\u00f1ero, presta una mayor atenci\u00f3n a los problemas ps\u00edquicos y afectivos que han acabado por convertirlo en un ser herido. Su car\u00e1cter hipersensible e hiperreflexivo, las dificultades relacionales, su disponibilidad y su generoso talante o su desarmante honestidad provienen, en gran medida, del trauma psicol\u00f3gico provocado por una experiencia de abusos sexuales sufrida en la infancia a manos de su t\u00eda, su \u201cser humano preferido del mundo\u201d. Mientras en la pel\u00edcula el descubrimiento de ese factor condicionante se produce bruscamente al final, sin apenas s\u00edntomas que nos adviertan de esa posible deriva dram\u00e1tica, el libro, al construirse solo con las palabras del propio muchacho, disemina continuamente indicios que nos hablan de alguien con alg\u00fan tipo de d\u00e9ficit, carencia o trastorno. Su tendencia a llorar o su manera meticulosa, obsesiva y, a la vez, profund\u00edsima de interpretar sensaciones y vivencias sugieren el mundo interior de una mente de alguna manera turbada. En este sentido, a la pel\u00edcula le falta la originalidad en el tratamiento del punto de vista que densifica de forma muy interesante la novela.
\nA cambio, el Chbosky director decide entonar un canto a la adolescencia, a esa \u00e9poca en la que todav\u00eda podemos, por un instante, \u201csentirnos infinitos\u201d. La pel\u00edcula, en esta l\u00ednea, se recrea en aquellos episodios en los que la vida alcanza su m\u00e1xima intensidad y le regala a Charlie momentos m\u00e1gicos. Sus primeros amigos, sus coqueteos con las drogas, su amor por Sam, las noches de fiesta o de confidencias, el cielo nocturno estrellado al lado de alguien a quien quieres\u2026 Charlie necesitaba \u201csentirse parte de algo\u201d y, cuando por fin lo logra, gracias a sus amigos Patrick y Sam, las emociones se desbocan y su disposici\u00f3n a paladear la dulzura de la vida se ve colmada. Si el Chboskynovelista cede la voz al adolescente vulnerado que vuelve sobre determinados episodios de su vida a las pocas horas o d\u00edas de que hayan sucedido, la perspectiva visual de la pel\u00edcula parece m\u00e1s bien la de un adulto que, con nostalgia, rememora esos momentos m\u00edticos de la adolescencia que un d\u00eda nos hicieron beber la existencia con sorbos profundos. No en vano la pel\u00edcula remata con unas palabras que no aparecen en la novela: \u201cS\u00e9 que alg\u00fan d\u00eda todo esto ser\u00e1n an\u00e9cdotas, pero ahora mismo estos momentos no son an\u00e9cdotas, est\u00e1n pasando\u201d. Este comentario, que pretende reforzar la supuesta visi\u00f3n que un adolescente tiene de s\u00ed mismo y de su goce presente, en realidad se construye desde la omnisciencia del adulto (\u201cs\u00e9 que alg\u00fan d\u00eda\u201d) que reinterpreta lo vivido. La selecci\u00f3n de temas musicales, la decisi\u00f3n de rematar felizmente la historia de amor entre Sam y Charlie (algo que quedaba mucho m\u00e1s abierto en la novela) o la supresi\u00f3n de determinados momentos (aborto de la hermana deCharlie, relaci\u00f3n con el hermano mayor o con la familia extensa\u2026), adem\u00e1s de servir para centrar la trama en la peripecia b\u00e1sica, reconducen la pel\u00edcula hacia el terreno de la mitificaci\u00f3n de esos a\u00f1os inici\u00e1ticos en que el futuro todav\u00eda estaba por inventar.
\nOtro detalle que llama la atenci\u00f3n al comparar libro y pel\u00edcula tiene que ver con la dimensi\u00f3n \u201ctrascendente\u201d, si puede decirse as\u00ed, del protagonista.Charlie naci\u00f3 el 24 de diciembre, fecha en que sufre la muerte en accidente de su t\u00eda. En un determinado momento de la novela declara que cree mucho en Dios, aunque no le haya puesto rostro. Y a lo largo de toda la obra se reconoce en el protagonista una vida espiritual intensa, adobada de lecturas, reflexiones, m\u00fasica. En la pel\u00edcula, por el contrario, hay alguna alusi\u00f3n religiosa cargada de un sentido muy diferente: cuando Charlie, por ejemplo, va a comulgar, el d\u00eda de Navidad, un encadenado reemplaza la Sagrada Forma por la pastilla de LSD que se toma en la fiesta de Fin de A\u00f1o. Esta f\u00e1cil rima resultar\u00eda anecd\u00f3tica si no fuera porque la pel\u00edcula deposita en lo sensorial lo que en el libro alcanza una mayor hondura. Las reflexiones del protagonista, su predisposici\u00f3n a atender a los matices de la realidad hasta rozar \u00e1mbitos m\u00e1s profundos, se ve reemplazada por una mayor atenci\u00f3n a la fisicidad de lo vivido. No queremos decir con esto que la novela se mueva en el terreno de lo espiritual, ni mucho menos, pero mientras el libro, por su propia naturaleza verbal, concede mayor importancia al construirse de una conciencia, abierta, por qu\u00e9 no, al misterio, la pel\u00edcula se muestra m\u00e1s propensa a recrear la vida como c\u00famulo de sensaciones.
\nHay un episodio central, tanto en la pel\u00edcula como el libro, cuyo diferente tratamiento puede resultar muy aleccionador para comprender las diferencias entre una creaci\u00f3n y otra. La pel\u00edcula, primero, arranca y se cierra con \u00e9l, mientras que el libro lo sit\u00faa al final de la primera parte y en el desenlace, aunque con variaciones. El punto de partida com\u00fan es el siguiente: Sam, Charliey Patrick van en camioneta una noche. De repente, empiezan a escuchar una canci\u00f3n en la radio y, mientras atraviesan un t\u00fanel, se produce un momento de una gran intensidad vital. Veamos el diferente tratamiento:
\n
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 En la pel\u00edcula, Patrick detiene la furgoneta antes del t\u00fanel. Sam se pone de pie en la parte de atr\u00e1s de la misma, extiende los brazos (en una pose muy similar a la de la famosa escena de Titanic<\/em> en la proa del barco) y, mientras recorren el t\u00fanel, la muchacha va gritando bajo las miradas de sus compa\u00f1eros. La m\u00fasica y la iluminaci\u00f3n percuten con fuerza, hasta que emergen de nuevo al exterior, con las luces de la ciudad al fondo. Se suceden los travelling<\/em>, <\/em>los planos a vista de p\u00e1jaro y todo, en fin, se pone al servicio de subrayar el momento, con todas las sensaciones que lleva asociado. Al inicio de la pel\u00edcula, adem\u00e1s, mientras se suced\u00edan los t\u00edtulos de cr\u00e9dito, planos del t\u00fanel, de la armaz\u00f3n de un puente, las luces, el cielo nocturno, la ciudad a lo lejos, rodados desde un autom\u00f3vil, prefiguraban este momento, al comp\u00e1s de un sugerente tema musical. En el cierre se repite la situaci\u00f3n, con Charlie ahora de pie en la camioneta y una voz en off que recita esas palabras que antes citaba a prop\u00f3sito de que, lo que ma\u00f1ana ser\u00e1n an\u00e9cdotas, hoy es pura y maravillosa realidad. Mientras dura el recitado Sam besa a Charlie apasionadamente y las \u00faltimas palabras que suenan son: Est\u00e1s vivo, te pones de pie, escuchas la canci\u00f3n, y en ese instante sientes que somos infinitos.<\/em>
\n\u00a0<\/strong>
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La novela cuenta lo siguiente en la primera escena del t\u00fanel:
\nEse viernes por la noche, despu\u00e9s del partido, tuve un sentimiento que no s\u00e9 si ser\u00e9 capaz de describir alguna vez, salvo por su calidez. Sam yPatrick me llevaron a la fiesta esa noche, y yo iba en el asiento del medio, en la camioneta de Sam. [\u2026]. El sentimiento que tuve surgi\u00f3 cuando Samle dijo que buscara una emisora de radio [\u2026]. Y por fin encontr\u00f3 una canci\u00f3n verdaderamente incre\u00edble que trataba de un chico y todos nos quedamos callados.<\/em>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Sam segu\u00eda el ritmo con la mano en el volante. Patrick hab\u00eda sacado la mano fuera del coche y hac\u00eda ondas en el aire. Y yo simplemente estaba ah\u00ed sentado entre los dos. Cuando la canci\u00f3n termin\u00f3, dije algo:<\/em>
\n– Me siento infinito.<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La segunda todav\u00eda presenta m\u00e1s diferencias:
\n
\nAlrededor de un kil\u00f3metro antes de llegar al t\u00fanel, Sam par\u00f3 el coche y yo me sub\u00ed detr\u00e1s. Patrick puso la radio muy alta para que yo pudiera o\u00edrla, y mientras nos acerc\u00e1bamos al t\u00fanel, escuch\u00e9 la m\u00fasica y pens\u00e9 en todas las cosas que la gente me ha dicho durante el \u00faltimo a\u00f1o [\u2026]. Mientras entr\u00e1bamos en el t\u00fanel no levant\u00e9 los brazos como si volara. Solo dej\u00e9 que el viento me corriera por la cara. Y empec\u00e9 a llorar y a re\u00edr al mismo tiempo. [\u2026] Lloraba porque de repente fui consciente del hecho de que era yo el que estaba de pie en ese t\u00fanel con el viento corriendo por mi cara.[\u2026] Porque estaba de pie en el t\u00fanel. Y estaba realmente all\u00ed. Y aquello era suficiente para hacerme sentir infinito.<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\nEl cine debe sugerir con im\u00e1genes lo que la literatura puede desentra\u00f1ar minuciosamente con palabras. En la primera escena, no obstante, se invierten las tornas y el texto resulta m\u00e1s sugerente que la acumulaci\u00f3n de recursos que se produce en la imagen: el escritor se muestra lac\u00f3nico y certero al relatar sin f\u00e1ciles efectos un instante colmado de sentido; el director prefiere una est\u00e9tica m\u00e1s altisonante y vistosa, llena de alharacas,\u00a0 para intentar expresar, a fuerza de sensaciones, la plenitud del momento. En la escena de cierre se mantienen las mismas constantes, agravadas por el hecho de que la reflexi\u00f3n que propone la pel\u00edcula me parece convencional y t\u00f3pica, mientras el Charlie literario, que recuerda lo vivido, reconoce que por fin se siente enclavado en la realidad y no se haya perdido en la laber\u00edntica mara\u00f1a interior para, finalmente, proclamar su fe en el futuro (fragmento que ya no he transcrito) y despedirse de su an\u00f3nimo confidente, me resulta mucho m\u00e1s cuajado y complejo que el otro.
\n
\n\u00bfDe todo esto se deduce que estamos ante una mala adaptaci\u00f3n de un magn\u00edfico libro? Pues ni lo uno (mala adaptaci\u00f3n) ni lo otro (magn\u00edfico libro). Las dos me parecen obras suficientes y simp\u00e1ticas, aunque trufadas de defectos. La cinta, considerada como pel\u00edcula sobre la adolescencia, rebosa cari\u00f1o y\u00a0comprensi\u00f3n por sus personajes: que a veces caiga en el lugar com\u00fan, o que al director le pueda la nostalgia, incluso que la inclusi\u00f3n de los terribles hechos que han lastrado a Charlie se produzca de forma brusca y an\u00f3mala, no impiden que su contagiosa vitalidad brille con luz propia; el libro, demasiado pendiente de buscar la voz fresca del personaje adolescente (esa que convert\u00eda El guardi\u00e1n entre el centeno <\/em>en una obra maestra de la perspectiva) sin renunciar al calado de sus palabras, a veces cae en lo impostado, en ese juego del escritor que no quiere hacerse notar y, sin embargo, rebosa por los poros de las palabras de sus personajes; pero, a pesar de todo, se sostiene sobre un protagonista lleno de matices y un estilo tan lac\u00f3nico como eficaz.
\nEso s\u00ed, para lo que en estas p\u00e1ginas nos interesa, el personaje de Charlieresulta jugos\u00edsimo. Sus esfuerzos conscientes o inconscientes para liberarse de su trauma suponen un interesante camino de superaci\u00f3n hacia la madurez.Charlie deber\u00e1 aprender a vivir dentro del mundo y no al margen, en esa atalaya que le ha permitido analizar y juzgar la realidad con ojo perspicaz. Sus experiencias y sus amigos le han sacado de su refugio\/c\u00e1rcel interior, a veces poblada de lucidez, en otras ocasiones sembrada de sombras, y esa escapatoria, adem\u00e1s de suponer una liberaci\u00f3n, entra\u00f1a sus riesgos: ahora deber\u00e1 conciliar ambos territorios, la intimidad y los lazos con el mundo. Adem\u00e1s, tendr\u00e1 que dejar de actuar tal y como los otros esperan de \u00e9l para tomar decisiones, perseguir lo que desea y llegar a ser \u00e9l mismo. Cuando uno por fin \u201cforma parte de algo\u201d disfruta de una sensaci\u00f3n de pertenencia que no debe suponer, como contrapartida, el sacrificio de la propia personalidad. Ese Charlie final, que ha superado sus traumas, encontrado a su gente y asentado sus pies en el mundo, ese Charlie que por fin puede afirmar \u201ceste de aqu\u00ed soy yo\u201d, sabe que no puede elegir de d\u00f3nde viene (del dolor, el abuso, el aislamiento y la frustraci\u00f3n),\u00a0 pero sabe que todav\u00eda puede elegir ad\u00f3nde va desde ah\u00ed. Y eso significa crecer, verbo que todo buen relato sobre j\u00f3venes debe intentar conjugar.
\n <\/p>\n
\n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"