{"id":6578,"date":"2013-06-01T00:00:05","date_gmt":"2013-05-31T22:00:05","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6578"},"modified":"2013-06-01T00:00:05","modified_gmt":"2013-05-31T22:00:05","slug":"poner-alma-en-la-red-el-reto-de-la-iglesia-en-la-nueva-realidad-virtual","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/poner-alma-en-la-red-el-reto-de-la-iglesia-en-la-nueva-realidad-virtual\/","title":{"rendered":"PONER ALMA EN LA RED, EL RETO DE LA IGLESIA EN LA NUEVA REALIDAD VIRTUAL"},"content":{"rendered":"
Juan Rubio Fern\u00e1ndez<\/strong> Con Internet, los tiempos quedan difuminados y las horas han perdido su reloj. Ahora se habla de realidad virtual, de presencia virtual, de modo virtual, de visita virtual. Con un simple touch<\/em> screen<\/em> se puede estar presente en cualquier evento o conferencia en cualquier parte del mundo. El wireless<\/em> y las redes 3G nos permiten estar siempre presentes. Usando un Ipad<\/em> o Iphone<\/em> con el sistema OS se puede pasar de una app<\/em> \u2013o aplicaci\u00f3n\u2013 a otra en un instante, de una sala a otra casi sin demora, tan solo deslizando un dedo por la pantalla. Se puede intervenir en cualquier debate que tiene lugar bien temprano, aunque est\u00e9s ya entregado al descanso nocturno. La interactividad en los foros es cada vez m\u00e1s frecuente, el periodismo ciudadano, hoy adalid de la libertad de expresi\u00f3n, secuestrada por los amos del dinero y del poder, es un canal de informaci\u00f3n muy frecuentado. Las innumerables salas de chat y foros abiertos te facilitan, incluso en el m\u00e1s puro anonimato, una conversaci\u00f3n de caf\u00e9. Skype<\/em> pone rostro a tu interlocutor, y te lo muestra con nitidez y alta calidad. Se derribaron las fronteras. \u00a0<\/em><\/strong> Juan Rubio<\/p>\n Madrid, abril de 2013<\/p>\n
\nDirector de \u201cVida Nueva\u201d<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO:<\/strong>
\nEl autor muestra por qu\u00e9\u00a0 como la red nos ha tra\u00eddo un mundo nuevo, y \u201cluchar contra ella es absurdo, aceptarla y comprenderla es lo inteligente\u201d. A partir de ah\u00ed, nos ofrece unas recomendaciones sobre el uso inteligente \u00e9tico de Internet, as\u00ed como un dec\u00e1logo de claves pastorales.
\n\u00a0<\/strong>
\nLa Iglesia, cuyo mensaje siempre estuvo presto a encarnarse en nuevos espacios y culturas, tiene hoy un reto importante ante el nuevo continente digital. Ignorarlo es de necios, comprenderlo, de inteligentes, y situarse en \u00e9l con sus fortalezas y debilidades es tarea urgente. La Buena Nueva ha de irrumpir en el nuevo planeta, convertido en laberinto muchas veces, para devolverle el alma y el sentido que ayude al hombre de hoy a encontrase con el Misterio en el nuevo espacio, tan distinto, tan distante, tan \u00edntimo, tan parad\u00f3jico, tan revolucionario. El hombre hoy est\u00e1 conformado seg\u00fan esta nueva cultura, la llamada cultura cibern\u00e9tica, y la Iglesia, a la que nada humano le es ajeno, ha de estar cerca para seguir llevando su mensaje y seguir present\u00e1ndole a Jes\u00fas. Y el magisterio pontificio, as\u00ed como otras instancias vaticanas, han venido recogiendo este pulso que arranc\u00f3 en el decreto Inter<\/em> Mirifica<\/em> del Vaticano II.
\nEspigando en los grandes documentos del magisterio, propongo estas claves para que nuestra presencia en Internet sea significativa. La novedad de la pastoral on<\/em> line<\/em> no abarca solo a los medios t\u00e9cnicos, sino tambi\u00e9n a la sociolog\u00eda de la Iglesia. Nunca tanto en la historia tantos cristianos de a pie se hab\u00edan lanzado a trabajar para el Evangelio como ahora, sinti\u00e9ndose directamente llamados por el Se\u00f1or con el deseo de hacer algo para dar a conocer su fe y ayudarse mutuamente como padres, profesionales, devotos de alguna tradici\u00f3n especial, compa\u00f1eros de camino. Esto supone un reto enorme para la comunidad por la creatividad efervescente que implica, no exenta de dificultades.
\nMuchas veces no sabemos qu\u00e9 hacer y c\u00f3mo hacer para que nuestra presencia tenga su significado y se realice sin complejos, con osad\u00eda y profesionalidad en el universo medi\u00e1tico. Una de las tentaciones es quedarse sorprendidos y con los brazos cruzados, dejando pasar el tiempo y desconfiando de las nuevas tecnolog\u00edas, como si fueran modas pasajeras. Las olas nos llevar\u00e1n a la playa. No podemos dejar que nos lleve la corriente. Es muy importante saber estar en la Red con las ideas claras de qu\u00e9 deseamos comunicar y a quienes deseamos transmitirlo. Y hacerlo con su lenguaje y no desde la c\u00e1tedra, sino desde el coloquio y el di\u00e1logo. Es esta una actitud fundamental en un medio que tiene como clave importante la interactividad. Internet no es un p\u00falpito, sino un foro, y en ese foro la ense\u00f1anza ha de venir desde la propuesta sugerente, seria y llena de sentido.
\nSaber qui\u00e9nes somos en el entramado cibern\u00e9tico, qu\u00e9 queremos transmitir y a qui\u00e9nes es fundamental a la hora de trazar una serie de propuestas. Hacerlo con un lenguaje nuevo, distinto, abierto, con propuestas y sin imposiciones, con mucha creatividad e imaginaci\u00f3n, ser\u00e1 la clave para poder ser escuchados. Muchos de los cibernautas se encuentran como en un laberinto medi\u00e1tico lleno de ventanas por las que se asoman, mundo sin retorno al que entran con una gran ilusi\u00f3n y del que no pueden salir sin poco esfuerzo. Se encuentran atrapados y perdidos, enredados, en definitiva. Pierden la lozan\u00eda, la realidad y la perspectiva. No tienen m\u00e1s horizonte que la pantalla de su dispositivo y no tienen m\u00e1s emociones que las virtuales. Perdieron los colores y los olores y dejaron de sentir la ternura de un abrazo. Al cristiano le corresponde poner en su alma y en sus manos un hilo que, como el de Ariadna, los saque del laberinto y los devuelva a una vida llena de sentido y feliz.
\n <\/p>\n\n
\nLa prensa te llega al momento, cualquier revista la puedes descargar y aumentan las ediciones al instante, hasta el punto de estar poniendo en un brete a la prensa de papel, como ya hace la prestigiosa revista Newsweek<\/em>, <\/em>que abandon\u00f3 el papel. Pasa igual con la radio y la televisi\u00f3n convencionales, porque en una simple tableta se logra acceso, con simples claves no costosas, a toda la informaci\u00f3n necesaria, no solo en letra, tambi\u00e9n en sonido y en video. Los bosques est\u00e1n de fiesta. Se frenar\u00e1 la tala. La m\u00fasica que en cada momento apetece escuchar se puede encontrar en el Spotify<\/em> por una modesta cantidad mensual, el ITunes<\/em> deApple se ha convertido en un seguro comercio y las transacciones en Paypal<\/em> son cada vez m\u00e1s frecuentes.Youtube<\/em> te acerca la reuni\u00f3n familiar o la escena que no deb\u00edas haber conocido nunca, y te recrea momentos deliciosos; Google ordena las fuentes de informaci\u00f3n donde encontrar un dato preciso, la informaci\u00f3n adecuada. En Wikipedia tienes el saber, y las localizaciones de mapas en Google<\/em> Map<\/em> hacen que ni tan siquiera te detengas a preguntar por una direcci\u00f3n a la que quieres ir. Te va indicando el camino en el navegador el GPS del coche. En una reuni\u00f3n, los asistentes pueden urdir estrategias y pasarse datos con un Whatsapp<\/em> o mensaje de m\u00f3vil en tiempo real. Este sistema y su doble clic permiten saber si tus mensajes llegan, si tu interlocutor est\u00e1 ocupado o si ya se fue a descansar.
\nCualquier libro lo tienes a mano en un E-reader<\/em> o E-book<\/em>, por precios m\u00f3dicos y d\u00e1ndole a una tecla la informaci\u00f3n te llega al instante. Las operaciones bancarias son f\u00e1ciles y seguras; la consulta de la cuenta corriente, la compra de billetes, la reserva de hotel, la cita del m\u00e9dico y mucho m\u00e1s puedes hacerlo desde cualquier sitio sin tener que moverte. Como dijera la zarzuela, \u00abhoy las ciencias adelantan que es una barbaridad\u00bb. Y ya se programan vacaciones sin Internet, ofertas a lugares alejados de la wifi<\/em> y en lugares en que solo se escucha el canto del p\u00e1jaro o el crepitar del le\u00f1o en la chimenea. Huida de la tela de ara\u00f1a digital. En el fondo, este mundo lo que permite es el deseo de estar permanentemente en contacto. Lo que importa en es estar a la vista. Me ven, luego existo. Es el mundo del Facebook y sus muchas formas de relaci\u00f3n. Y el mundo de Twitter, un gorjeo, como el de los p\u00e1jaros que est\u00e1n en los arboles. Lo que cuenta es el sonido, el \u00abme gusta\u00bb, comparto, comento y pongo un icono, el icono. Estar presentes en un mundo de soledad.
\nM\u00e1s all\u00e1 de un simple mundo de herramientas y de utillaje, una nueva antropolog\u00eda se dise\u00f1a en el horizonte. La Red no es un medio que podamos usar, un conjunto de instrumentos t\u00e9cnicos que pueden servirnos. Es algo m\u00e1s. Afecta a la construcci\u00f3n misma de la persona. Se trata de una cosmolog\u00eda nueva, un universo distinto. Este mundo nuevo lleg\u00f3 con su fuerza, arrasando formas de comunicaci\u00f3n y estableciendo nuevos espacios y nuevos foros, nuevas estructuras y nuevas formas de relaci\u00f3n. La Red no es algo que se presente con humildad de medio o instrumento; reclama una nueva manera de ser y de pensar. La Red ha avanzado hasta el lugar que quer\u00eda, ser un espacio nuevo, ajustando formas de pensar, de ser y de estar, revolucionando mucho m\u00e1s a\u00fan que la escritura, el ferrocarril, la luz o la televisi\u00f3n y la radio. La Red es hoy un nuevo planeta metido bajo la piel de cada ciudadano. Todo lo ha puesto patas arriba, todo lo ha alterado y transformado. Luchar contra ella es absurdo, aceptarla y comprenderla es lo inteligente.
\nEn la actualidad, la palabra, con la globalizaci\u00f3n, tiene un mayor poder, una fuerza m\u00e1s din\u00e1mica, m\u00e1s compleja y con riesgos a\u00fan mayores. Ha comenzado una nueva era. Hoy, se pasa de offline<\/em> al online<\/em> en un momento, con tan solo tocar una tecla. Nadie est\u00e1 lejos y todos est\u00e1n conectados, disponibles. Es la nueva era que se ha inaugurado.
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\n2.1. Necesidad de silencio<\/em><\/strong>
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\nHay mucho ruido en la Red. Palabras que se deslizan, ofensivas unas veces, laudatorias en exceso otras, beligerantes en los comentarios sin control. La Red est\u00e1 llena de palabras que ahogan y hacen que no se escuche bien la Palabra. A las palabras se unen las im\u00e1genes y los sonidos. La Red abre un mundo en el que el silencio est\u00e1 ausente. Una noticia falsa, intencionadamente falsa, emitida a primera hora de la ma\u00f1ana, deja de ser noticia cuando una hora m\u00e1s tarde se desmiente. Queda la mentira, el bulo, la calumnia. Crece la impotencia, que en no pocos casos, sobre todo en adolescentes, ha devenido en suicidio o en hundimiento psicol\u00f3gico de quienes han visto su honra pisoteada sin piedad. En un continente con demasiadas palabras, como es Internet, la calumnia, el bulo, la mentira y la maledicencia toman carta de naturaleza y la verdad tirita desguarnecida. Rauda, espasm\u00f3dica y veloz, la Red convulsiona con palabras y m\u00e1s palabras o con im\u00e1genes trucadas, y no deja tiempo al silencio reflexivo.
\nHoy la comunicaci\u00f3n ha dado un paso desde los motores de b\u00fasqueda de Internet a las redes sociales, por donde van y vienen preguntas y respuestas, ecos, ruidos, murmullos. Se necesita espacio para la reflexi\u00f3n y el silencio. Y aqu\u00ed tenemos un reto para que la pastoral en estos medios sea significativa, para que nuestra palabra pueda decir algo: convertirnos en profetas medi\u00e1ticos del silencio y ayudar a esta cultura del silencio creativo y reflexivo en nuestros ambientes. La palabra es m\u00e1s fuerte en el silencio; m\u00e1s profunda, m\u00e1s significativa. La reflexi\u00f3n desde el silencio es una forma importante de comunicar. En un mundo plagado de correos electr\u00f3nicos, de twitts<\/em> y mensajes cortos, con avalancha de archivos compartidos que en un instante dan la vuelta al mundo, tambi\u00e9n es necesario pensar antes de hablar, dedicar tiempo a la serena reflexi\u00f3n, al discernimiento, al fin y al cabo.
\nNos corresponde ayudar a captar la importancia de este silencio en nuestros ambientes. Hay que ense\u00f1ar a desconectar a favor de la reflexi\u00f3n y mantener un equilibrio fecundo entre la palabra, la imagen y el sonido ante tanta descarga informativa, ante el panel de contenidos que, como en un bazar, se nos ofrece. Benedicto XVI, en su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales del a\u00f1o 2012, dec\u00eda: \u201cAl permanecer en silencio permitimos que el interlocutor hable, que se exprese, y evitamos estar prisioneros de nuestras propias palabras e ideas sin someterlas a una prueba adecuada\u00bb. Y es que, a veces, la aut\u00e9ntica comunicaci\u00f3n se hace en el silencio, como hacen los enamorados; con gestos, expresiones de la cara, lenguaje corporal\u201d.
\nSe trata de ayudar al discernimiento en el silencio ante los inn\u00fameros est\u00edmulos que llegan desde la Red. Los encargados de atender pastoralmente a nuestros grupos y comunidades tienen en sus manos la misi\u00f3n de hacer que crezca el gusto por el silencio. Solo as\u00ed nuestra palabra, en un momento adecuado, en un comentario, a la hora de compartir un contenido, ser\u00e1 tenida en cuenta y arrojar\u00e1 luz sobre el caos. Es importante en nuestras reuniones hacer ver la importancia de la mesura, del silencio en las redes, acostumbrando a poner en cuarentena muchas de las palabras que llegan, a no dejarse llevar de forma epid\u00e9rmica por cualquier tipo de informaci\u00f3n.
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\n2.2. La importancia del discernimiento<\/em><\/strong>
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\nLos requerimientos son frecuentes. Los mensajes se multiplican en la bandeja de entrada y las descargas no cesan. Continuamente las conexiones en Bluetooth<\/em> est\u00e1n acechando para compartir un v\u00eddeo musical, una foto o una simple informaci\u00f3n. Somos solicitados continuamente. Internet aparece como un gran bazar en el que podemos encontrar de todo. Se parece a esas tiendas de chinos a las que te acercas para comprar un detalle de \u00faltima hora. La cantidad de informaciones que llegan necesitan de filtros, y ya hay operativos, como Google<\/em> Instant,<\/em> que permite alojar algunos de ellos para leerlos m\u00e1s tarde. Asistimos a una saturaci\u00f3n de la informaci\u00f3n que nos puede llevar simplemente a deslizarnos sobre ella, un simple patinaje de superficie sin llegar a conocer lo que realmente sucede. Esto se ve particularmente en la publicidad, que usa el recurso del bombardeo con solo pulsar la tecla de env\u00edo masivo, llenando muchos buzones y entrando la mayor\u00eda de las veces en las carpetas de spam<\/em>. Es m\u00e1s, al poner una simple palabra en Google, los resultados son realmente asombrosos. Es muy importante que el uso de este criterio selectivo vaya siendo costumbre en nuestra actividad digital.
\nEl discernimiento aparece en este horizonte como uno de los mejores servicios que podemos prestar hoy a la gente en nuestras actividades pastorales. Distinguir y diferenciar por medio de los sentidos o de la inteligencia una cosa de otra u otras, especialmente el bien del mal. El discernimiento es la necesidad de distinguir el bien del mal en este mundo, la necesidad de descubrir, incluso m\u00e1s el bien que el mal, de distinguir entre lo bueno y lo menos bueno, entre lo m\u00e1s bueno y lo \u00f3ptimo, a partir de indicios que nos vienen dados por la misma realidad virtual, desde fuera, y que no son simplemente elegidos desde cada uno de nosotros. Todo esto es algo esencial, constitutivo, del ser humano como ser orientado a actuar con libertad y responsabilidad en relaci\u00f3n con Dios, si es creyente, y en relaci\u00f3n con el entorno y con los dem\u00e1s, aunque no se sea creyente.
\nHemos pasado de una sociedad de br\u00fajula a una sociedad de radar. Mientras la b\u00fasqueda del mensaje que diera sentido a la vida era algo com\u00fan en generaciones pasadas, hoy se ha impuesto el radar, las sensaciones, los est\u00edmulos. Son muchos los mensajes que llegan, los buzones est\u00e1n repletos y casi no da tiempo a poder leerlos ni atenderlos todos. Ya no es el problema recibir mensajes, sino descodificarlos. La tarea de descodificar, de discernir, de elegir bien, de unirse a algo con voluntad expresa, que eso es elegir, se hace necesaria. Nunca como hasta ahora se hac\u00eda m\u00e1s necesario el viejo m\u00e9todo del discernimiento o lo que hoy se llama la descodificaci\u00f3n.
\nTenemos la sensaci\u00f3n de estar como en un bazar, pero cuando hablamos de la fe y de la opci\u00f3n religiosa, nuestra postura no ha de ser la de estar simplemente como oferta de bazar. El Evangelio no es un art\u00edculo m\u00e1s, sino que ha de ser una palabra que provoca en s\u00ed misma, que llega incluso a ser inc\u00f3moda, y en esa propuesta inc\u00f3moda ha de centrarse nuestra especificidad en la Red. Inc\u00f3moda porque nos levanta de la silla, no porque ofenda o hiera. Necesitamos m\u00e1s que nunca reconocer el deseo de Dios entre los muchos mensajes que llegan, ayudar para individualizar las respuestas que dan sentido a la vida, a la existencia total, encontrar en nosotros un centro espiritual fuerte capaz de dar unidad a la fragmentaci\u00f3n de mensajes. Esta tarea de discernimiento y descodificaci\u00f3n ha de ser prioritaria en nuestra labor pastoral en Internet.
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\n2.3. <\/em><\/strong>Fomentar<\/em><\/strong> cultura del di\u00e1logo<\/em><\/strong>
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\nEn el caso de la probable violencia que en Internet puede producirse, no debemos ser alarmistas. Como en todo, hay veces en que se necesita un m\u00ednimo control. \u00daltimamente han corrido varios v\u00eddeos en los que se mostraban suicidios anunciados, incitaciones a cualquier tipo de violencia, f\u00edsica, psicol\u00f3gica o verbal, y en no pocos lugares se ha tenido que intervenir por la violencia que generaban sus contenidos. Por eso, m\u00e1s que nunca, Internet ha de ser un espacio para la cultura del di\u00e1logo y de la paz. Y en eso nosotros podemos tener un gran camino por recorrer.
\nCierta cultura est\u00e1 teniendo efectos negativos en las personas hoy, aunque esta novedad puede llevar a destruir culturas tradicionales. Se necesita un di\u00e1logo permanente para evitar esta destrucci\u00f3n que ha encontrado en la Red un camino expedito. Y, en muchas ocasiones, esta invasi\u00f3n cultural lleva consigo una comunicaci\u00f3n de valores en falso. Esto, lejos de amedrentar, ha de servir de acicate para fomentar en nuestros grupos una cultura del respeto, del di\u00e1logo, de la propuesta sana de nuestros valores, huyendo de una actividad b\u00e9lica, integrista, demasiado empe\u00f1ada en la imposici\u00f3n de nuestras verdades. Con ello contribuiremos tambi\u00e9n a la b\u00fasqueda del bien com\u00fan. Nuestro posicionamiento en la Red ha de contribuir a una cultura de la paz, del desarrollo y de todos aquellos valores que ayuden a la humanidad a dar un paso adelante para que la dignidad de la persona sea una realidad cada vez mayor.
\nSon muchas las propuestas que en este sentido podemos ofrecer, invitando a no dejarse llevar por contenidos cargados de xenofobia, de violencia de cualquier tipo, de agresiones verbales en los foros, de juicios cargados de tendenciosidad. Se trata de ayudar a compartir en im\u00e1genes y palabras todo aquello que sirva para construir y serenar, y que abra espacios de di\u00e1logo en el que las palabras de todos tengan cabida en los o\u00eddos de todos. Una palabra ofensiva, una imagen hiriente, una informaci\u00f3n tendenciosa, exalta los \u00e1nimos y crea perfiles de personas que son aut\u00e9nticos \u00abb\u00e1rbaros digitales\u00bb, capaces de declarar una guerra absurda desde su peque\u00f1o despacho con tan solo emitir una imagen que engendra violencia en el coraz\u00f3n de quienes la reciben. La Red convertida m\u00e1s en campo de batalla que en mesa abierta.
\n\u00a0<\/em>
\n2.4. Servir a la construcci\u00f3n de puentes<\/em><\/strong>
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\n\u00abInternet ofrece caracter\u00edsticas impresionantes. Es instant\u00e1neo, r\u00e1pido, fugaz, inmediato, mundial, descentralizado, interactivo, capaz de extender ilimitadamente sus contenidos y su alcance, flexible y adaptable en grado notable. Es igualitario, en el sentido de que cualquiera, con el equipo necesario y modestos conocimientos t\u00e9cnicos, puede ser una presencia activa en el ciberespacio, anunciar su mensaje al mundo y pedir ser o\u00eddo. Permite a las personas permanecer en el anonimato, desempe\u00f1ar un papel, fantasear y tambi\u00e9n entrar en contacto con otros y compartir. Seg\u00fan los gustos del usuario, se presta igualmente a una participaci\u00f3n activa o a una absorci\u00f3n pasiva en un mundo narcisista y aislado, con efectos casi narc\u00f3ticos\u201d[1]<\/a>. Los aspectos \u00e9ticos son muy importantes en la Red. No se puede olvidar que esta herramienta naci\u00f3 en los a\u00f1os duros de la Guerra Fr\u00eda y en una sociedad de bloques. Formaba parte de las herramientas de espionaje de la CIA que crearon una red de ordenadores que almacenaban datos vitales. Fue m\u00e1s tarde la industria de la pornograf\u00eda la encargada de ponerla en el mercado. Fue ya en la \u00faltima d\u00e9cada de los a\u00f1os ochenta cuando Internet dio un giro y se socializ\u00f3, pero no debemos olvidar sus inicios. Esta descentralizaci\u00f3n alent\u00f3 un individualismo exagerado. Cualquier tipo de expresi\u00f3n estaba autorizado. La \u00fanica ley era la de la libertad de expresi\u00f3n. El concepto de libertad sin l\u00edmites se hizo patente. La pornograf\u00eda y la violencia, el ataque a la dignidad de las personas encontraban aqu\u00ed un campo abierto. Un individualismo radical nace en opci\u00f3n a las ideas socializadoras de los dos \u00faltimos siglos. Prima el individuo. Las ganancias est\u00e1n por encima de los derechos de los pueblos y de las naciones. Es verdad que se han abierto muchos horizontes en la informaci\u00f3n y en la cultura que han ayudado al desarrollo de todos. La red puede fomentar la intercomunicaci\u00f3n basada en el dialogo. Internet puede unir a la gente, pero tambi\u00e9n separarla, dividirla.
\n
\n2.5. Romper la \u00abbrecha digital\u00bb<\/em><\/strong>
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\nUna de las preocupaciones que aparece con Internet es la llamada \u00abbrecha digital\u00bb, una nueva forma de discriminaci\u00f3n que separa a pobres y ricos sobre la base del acceso a las nuevas tecnolog\u00edas. Lo dec\u00eda un obispo africano en el S\u00ednodo \u00faltimo. Mientras los Padres sinodales hablaban de la importancia de las redes sociales, este obispo dijo que en su pa\u00eds no hab\u00eda de esas cosas, sino hambre y miseria. Es necesario que la brecha entre los beneficiarios de los nuevos medios de informaci\u00f3n y expresi\u00f3n, y los que hasta ahora no han tenido acceso a ellos, no se convierta en otra persistente fuente de desigualdad y discriminaci\u00f3n. Hay que encontrar modos de lograr que Internet sea accesible a los grupos menos favorecidos, sea directamente, sea al menos conect\u00e1ndose con medios tradicionales de bajo coste. El ciberespacio debe ser un recurso de informaci\u00f3n completa y servicios accesibles a todos, y en una amplia gama de lenguas. Las instituciones p\u00fablicas tienen la responsabilidad especial de establecer y mantener sitios de este tipo\u201d Debemos preocuparnos en nuestros ambientes pastorales para que este proceso sea para todos, no solo para un \u00e9litecada vez m\u00e1s rica que la usa contra los pobres por deseos eminentemente econ\u00f3micos.
\nEn este sentido, usar la red para informar y dar a conocer otras realidades, acercar las situaciones de pobreza y crear lazos que ayuden a paliarla es una buena alternativa. Cada vez son m\u00e1s los misioneros, religiosos o laicos, que a trav\u00e9s de las redes nos ofrecen la cruda realidad de los pa\u00edses del Tercer Mundo. Las redes sociales pueden servir para ofrecer informaci\u00f3n, para proponer alternativas de colaboraci\u00f3n, para crear lazos con otros lugares y para ir haciendo crecer un sentimiento de fraternidad. Internet no puede sustituir a la mano tendida, pero s\u00ed puede suscitar vocaciones que se lancen a un compromiso eficaz entre los m\u00e1s pobres.
\n\u00a0<\/em>
\n2.6. <\/em><\/strong>Fomentar<\/em><\/strong> la justa libertad de expresi\u00f3n con un lenguaje positivo<\/em><\/strong>
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\nLa\u00a0 libertad de expresi\u00f3n en Internet es compleja. Conocer y buscar la verdad es algo que est\u00e1 en la naturaleza humana. El periodismo est\u00e1 sufriendo muchos cambios. Se transmiten noticias r\u00e1pidas, pero con inmensas cargas subjetivas. En ocasiones la libertad tanto de opini\u00f3n como de informaci\u00f3n tiritan. Hace falta un lenguaje nuevo. No podemos situarnos en la Red con un lenguaje discursivo, obsoleto, lleno de conceptos. Parafraseando a san Francisco, podemos sugerir que en Internet \u00abdonde haya prisa, pongamos sosiego; donde haya ruido, serenidad y escucha; donde haya estridencia, belleza; donde haya frialdad o indiferencia, apasionada caridad\u00bb, y as\u00ed sucesivamente. Hay que aportar un lenguaje reflexivo, pero no extenso; un lenguaje que sugiera, pero no agobie; un lenguaje que use la belleza como camino de la verdad a trav\u00e9s de la imagen y el sonido; un lenguaje c\u00e1lido que evite la frialdad. Un lenguaje nuevo.
\nNuestra tarea es acomodar el lenguaje para ser m\u00e1s efectivos y crear un lenguaje que sea amable, cargado de sugerencias, que use la belleza como camino, que extraiga lo mejor de cada uno, que ponga en circulaci\u00f3n buenos sentimientos. El lenguaje escrito, visual o musical es un camino excelso para ofrecer nuestros contenidos de fe. No es la primera vez que la Iglesia hace esto. Ya en la Edad Media us\u00f3 el arte como recurso pedag\u00f3gico y hoy es uno de los caminos m\u00e1s eficaces. La escucha de una sinfon\u00eda cl\u00e1sica o moderna, la visi\u00f3n de un cuadro o una pel\u00edcula puede sugerir una gran cantidad de ideas que acerquen a las personas y las pongan en comunicaci\u00f3n. Es un nuevo lenguaje que destierra el que a\u00fan hoy mantenemos en las celebraciones lit\u00fargicas, en las actividades docentes y en los \u00e1mbitos de evangelizaci\u00f3n, apegados al viejo banco de la escol\u00e1stica.
\n <\/p>\n\n
\n3.1.- Hoy el nuevo espacio digital no puede ser considerado simplemente como un instrumento para la evangelizaci\u00f3n. Los cambios que se han producido no son solamente t\u00e9cnicos, sino que llevan consigo un importante cambio en la cosmovisi\u00f3n, en la antropolog\u00eda, en la manera de concebir el mundo. Ni el miedo ni la pereza por tratar de comprenderlos son las respuestas m\u00e1s inteligentes. Hace falta un mayor esfuerzo porcaptar este nuevo espacio que ha alterado de forma significativa el perfil del sujeto de la evangelizaci\u00f3n<\/em>. Un nuevo escenario se abre en el que no podemos seguir usando argumentos del viejo escenario y del viejo modelo antropol\u00f3gico. La Iglesia, que se ha encarnado siempre en las nuevas culturas para hacer presente el mensaje de Jes\u00fas, ha de seguir echando las redes en la Red para seguir siendo fiel al encargo.
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\n3.2.- Este nuevo espacio se presenta de forma distinta. Es un mundo nuevo que ha revolucionado no solo la persona, sino tambi\u00e9n las relaciones sociales. Las nuevas t\u00e9cnicas de relaciones sociales sirven para fomentar una mayor relaci\u00f3n. Aprovechar los grandes avances es una tarea que la Iglesia tiene que tener muy en cuenta en un mundo globalizado. Hoy m\u00e1s que nunca, el mensaje de Jes\u00fas tiene muchas v\u00edas por las que seguir ofreci\u00e9ndose y dando sentido a muchas vidas, que lo buscan aun en medio de las dificultades y de la dispersi\u00f3n. Buscar las fortalezas de la Red y ponerlas al servicio del Evangelio<\/em>, as\u00ed como usarlas para una mayor presencia, es algo positivo para el que hace falta empat\u00eda, profesionalidad y fidelidad. No hay que tener miedo a los nuevos retos.
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\n3.3.- Pero hay que tener en cuenta las debilidades y dificultades<\/em> que emanan de este mundo en el que aumenta el individualismo, la soledad, y en el que es f\u00e1cil atentar contra la dignidad de la persona. La Iglesia ha de est\u00e1 presente para ofrecer alma a esta realidad virtual y seguir predicando un Evangelio de vida al que la realidad virtual ayuda, pero que no sustituye por el encuentro personal. Es misi\u00f3n del cristiano discernir, descodificar, poner alma y entregar al hombre, perdido en el laberinto cibern\u00e9tico, el hilo que, como sucedi\u00f3 con Ariadna en el mito cl\u00e1sico, saque al hombre del laberinto de soledad en el que ha entrado.
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\n3.4.- Lo m\u00e1s importante que hay que transmitir en la Red<\/em> es \u00ablo que somos\u00bb<\/em> en medio de un foro inmenso en el que no debemos entrar para colonizar, sino para simplemente ofrecer nuestra palabra en medio de los ecos y de las palabras. Nuestra presencia en la Red exponiendo lo que somos y en los que creemos ha de ser respetuosa, fiel, evang\u00e9lica, c\u00e1lida, amorosa, tierna y siempre atenta a la defensa de la dignidad de las personas y de los m\u00e1s pobres.
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\n3.5.- Una vez que hemos expuesto lo que somos, se nos abre la posibilidad de contar y expresar lo que hacemos<\/em>. La Red es el inmenso panel en el que la Iglesia se muestra en toda su riqueza, con toda su energ\u00eda y variedad. Contar lo que hacemos y comunicarlo es una manera de compartir la misi\u00f3n. La distancia queda rota, y con la comunicaci\u00f3n de lo que hacemos estamos ayudando y enriqueciendo a muchos. La catequesis, la pastoral, la lectura de la Palabra de Dios, las celebraciones lit\u00fargicas, el asesoramiento espiritual, las actividades caritativas, las informaciones de todo cuanto se vive en otros lugares tiene en la Red un expositor importante que no hay que desaprovechar.
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\n3.6.- Los cristianos, presentes en las redes sociales y en los espacios virtuales, adem\u00e1s de decir lo que son y lo que hacen, tienen tambi\u00e9n la misi\u00f3n de ofrecer propuestas de futuro que ayuden a muchos a encontrar el sentido a sus vidas<\/em>. Los foros que se abren y en los que abundan las preguntas sobre el sentido de la vida, de la muerte, del dolor\u2026 pueden encontrar la respuesta en nuestra palabra oportuna, que les llega a trav\u00e9s de Internet como pudiera llegarle a trav\u00e9s de otros medios. Poner en valor la palabra virtual es importante, como se hizo con la palabra en la radio, en la televisi\u00f3n o en los modernos medios que la t\u00e9cnica nos ha tra\u00eddo.
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\n3.7.- La Iglesia, en el ejercicio responsable del quehacer teol\u00f3gico y de pensamiento, no debiera dejar escapar la ocasi\u00f3n para seguir reflexionando, ayudada por las disciplinas de pensamiento cient\u00edfico y contando con profesionales bien formados en estas lides, para seguir abriendo caminos nuevos en la liturgia y la pastoral para entender la nueva antropolog\u00eda que emerge<\/em> y el perfil del hombre nuevo que va levant\u00e1ndose en el horizonte.
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\n3.8.- Una de las preocupaciones que no se debe dejar al margen es tratar, en la caridad pastoral, de romper la llamada \u00abbrecha digital\u00bb<\/em>, que hace m\u00e1s pobres a los pobres, y ayudar con sus medios a que desaparezca esa brecha estableciendo puentes para una integraci\u00f3n de los pa\u00edses pobres y usando la redes para que la justicia y la paz sean una realidad en un mundo en el que los derechos humanos son olvidados. En este sentido, la Iglesia, presente en todos los rincones, tiene un reto solidario y fraterno que dar\u00e1 brillo a su presencia en el ciberespacio.
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\n3.9.- Uno de los retos importantes que no debieran olvidarse y que es consustancial a esta revoluci\u00f3n del mundo cibern\u00e9tico es el del lenguaje. Un lenguaje nuevo para un hombre nuevo en una realidad nueva<\/em>. El lenguaje discursivo ha de dar paso al lenguaje de la imagen y del sonido. La Palabra de Dios se hace carne virtual y no puede eludir los nuevos lenguajes en los que ha de volcarse el mensaje de la Buena Nueva. Muchas de nuestras actuaciones, basadas en el lenguaje, pierden fuerza por su formato. Hace falta osad\u00eda y frescura para encarar este reto, fundamentalmente en la nueva generaci\u00f3n de nativos digitales, a los que hay que seguir evangelizando con pasi\u00f3n
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\n3.10.- Y, por \u00faltimo, algo que es fundamental y que est\u00e1 en la base de todo. Es en el coraz\u00f3n del hombre donde Dios act\u00faa<\/em>. De ah\u00ed surge la pregunta; ah\u00ed Dios responde y vive, y desde ah\u00ed transforma lo que le rodea. El punto de partida es la persona que, ante una pantalla, con las m\u00e1s modernas t\u00e9cnicas a su alcance y bien adentrada en el ciberespacio, siente el deseo de Dios y se lanza a buscarlo, no ya en Google, sino en lo m\u00e1s escondido, en donde \u00e9l habita con toda su fuerza y riqueza. Como otras tantas realidades, Internet, pese a su realidad influyente, no deja de ser una atm\u00f3sfera, un mundo, un ambiente en el que Dios ha de ser predicado y amado con un amor que transforma, porque parte de su amor primero. Por eso hoy es posible y necesario seguir predicando a Dios en un planeta al que se ha dado en llamar \u00abdigital\u00bb y en el que Dios se ense\u00f1orea con la fuerza de su amor y su misericordia entra\u00f1able.
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