{"id":6586,"date":"2013-05-01T00:00:13","date_gmt":"2013-04-30T22:00:13","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6586"},"modified":"2013-05-01T00:00:13","modified_gmt":"2013-04-30T22:00:13","slug":"sone-que-me-salvabas-los-jovenes-los-agentes-de-evangelizacion-y-la-salvacion-de-dios","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/sone-que-me-salvabas-los-jovenes-los-agentes-de-evangelizacion-y-la-salvacion-de-dios\/","title":{"rendered":"\u00a1SO\u00d1\u00c9 QUE ME SALVABAS! LOS J\u00d3VENES, LOS AGENTES DE EVANGELIZACI\u00d3N Y LA SALVACI\u00d3N DE DIOS"},"content":{"rendered":"
Alicia Ruiz L\u00f3pez de Soria, ODN<\/strong> El cristianismo ha comprendido a Jesucristo como centro del designio divino de salvaci\u00f3n[3]<\/a>. Dicho de otra manera, la salvaci\u00f3n es referida a la mediaci\u00f3n del Hijo de Dios encarnado en la historia. Se ha entendido que m\u00e1s all\u00e1 del \u00a0big<\/em> bang<\/em>, del largo proceso de evoluci\u00f3n de la energ\u00eda, de las galaxias, de la vida vegetal, animal y humana, est\u00e1 el amor todopoderoso del Padre que hace surgir de la nada y del caos la creaci\u00f3n. Una \u201cverdad de hecho\u201d constituye la esencia del cristianismo: la inaudita afirmaci\u00f3n de que Dios se ha hecho hombre en un tiempo y lugar concretos: ha nacido el Salvador. Para el cristianismo, el Absoluto media en la historia salvando. Ello hace que el cristiano tenga una tarea permanente: conocer y discernir la salvaci\u00f3n cristiana en la cultura y la sociedad de su tiempo, en su kair\u00f3s<\/em> particular[4]<\/a>. Comencemos este apartado con una bella reflexi\u00f3n de Gonz\u00e1lez de Cardedal que nos invitan a ir m\u00e1s all\u00e1 de lo que vemos para encontrarnos con Dios: \u201cLa religi\u00f3n verdadera siempre ha sabido que no hay inmediatez a Dios. Los \u00eddolos est\u00e1n a la mano y se accede a ellos inmediatamente, mientras que en cambio Dios es invisible, inaccesible, intocable. S\u00f3lo se le ve donde \u00e9l se da a ver, se aparece o llama; e incluso cuando aparece encarnado hay que trascender lo visto para reconocerle. Para ver a Dios hay que cerrar los ojos o recibir de \u00e9l unos ojos nuevos\u201d[17]<\/sup><\/sup><\/a>. De esta manera, nos predisponemos a acoger positivamente la siguiente afirmaci\u00f3n: las palabras con las que Dios cuenta la historia de la salvaci\u00f3n son nombres de personas[18]<\/sup><\/sup><\/a>. Jesucristo es la<\/em> Palabra encarnada y s\u00f3lo \u00c9l tiene por s\u00ed mismo el poder de edificar y salvar[19]<\/sup><\/sup><\/a>. \u00c9l es el evangelizador por excelencia, el que proclama y trae el Reino de Dios[20]<\/sup><\/sup><\/a>. La gente al escucharle expresaba: \u00ab\u00bfQu\u00e9 tiene su palabra? Da \u00f3rdenes con autoridad y poder a los esp\u00edritus inmundos, y salen\u00bb \u00a0(cf.Lc 4,31-37). Hay un \u00fanico mediador concreto, en el que act\u00faa Dios con su plena presencia salvadora, su vitalidad y su fuerza, de forma definitiva y gratuita, aunque no consumada. En otras palabras, el mundo tiene en Cristo su centro salvador y su meta definitiva. Y siendo esto as\u00ed, tenemos la osad\u00eda de presentar a sus seguidores, mensajeros de su Buena Noticia, como mediaciones gramaticales a trav\u00e9s de las cuales se anuncia la salvaci\u00f3n de Dios. No eludimos el hecho de que las mediaciones de la salvaci\u00f3n son uno de los interrogantes m\u00e1s dif\u00edciles y complejos de la teolog\u00eda por permanecer siempre en el \u00e1mbito de una cierta ambig\u00fcedad, pues por un lado no son Dios en persona y por otro son su presencia, por un lado subrayan la transcendencia de Dios y, simult\u00e1neamente, su inmanencia\u2026 Pero subrayamos algo que nos parece necesario considerar: las mediaciones de la salvaci\u00f3n invitan a pensar de forma radical a Dios y al ser humano, a Salvador y salvado; nos invitan a pensarlos ni como disyuntivos ni excluyentes, ni en disoluci\u00f3n indiferenciada[21]<\/sup><\/sup><\/a>. Josef Pieper, fil\u00f3sofo alem\u00e1n fallecido en 1997, se\u00f1alaba con agudeza: \u00abPues bien, esto es lo que con mayor normalidad espera todo el que habla con otro, esto es, que no se atienda a las caracter\u00edsticas de la forma de expresi\u00f3n, a la procedencia de las im\u00e1genes o del vocabulario; tampoco quiere que el otro se conforme con enterarse de lo que piensa. Por lo general tampoco busca que se le d\u00e9 la raz\u00f3n. Antes bien, lo que naturalmente desea es que se piense sobre lo que \u00e9l expresa, es decir, que se ponga a prueba su expresi\u00f3n respecto de si es verdadera o falsa, adecuada, ilustrativa, fruct\u00edfera, etc.\u00bb[24]<\/a>. Las relaciones personales son el escenario m\u00e1s propicio para ser evangelizadores y evangelizados a la vez. En ellas aprendemos c\u00f3mo hiere la deshumanizaci\u00f3n y c\u00f3mo construye la humanizaci\u00f3n, visibilizamos y somos veh\u00edculos tanto de la ausencia como de la presencia de Dios. En este art\u00edculo hemos tratado de ver c\u00f3mo la pregunta que suscita la vida del mensajero de buenas noticias, sus capacidades y sus caracter\u00edsticas, su desarrollo y su experiencia del dolor y de la alegr\u00eda, de ensimismamiento y desbordamiento, de necesidad y libertad, de pasividad y actividad, de realidad y deseo, de facticidad y proyecto, etc., en su mundo relacional, puede ser en lo concreto para el joven un itinerario visible hacia Dios. Se ha intentado nombrar pistas antropol\u00f3gicas que abren en el joven la pregunta sobre Dios. A ello a\u00f1adimos que hay una vigilancia sobre uno\/a mismo\/a que es comunicativa, que es sobre todo propia de quienes tienen responsabilidades para con los dem\u00e1s, muy especialmente de los padres y de los educadores en general. Por supuesto, es propia de aquel que evangeliza educando y educa evangelizando. Si se puede afirmar que hace falta una gracia especial del Esp\u00edritu para ir m\u00e1s all\u00e1 de los l\u00edmites angostos del hoy marcados por la increencia y la desesperanza, tambi\u00e9n se puede afirmar que el evangelizador necesita prestar atenci\u00f3n a las palabras que pronuncia con su vida, contemplar la realidad con ojos nuevos para descubrir el fil\u00f3n de la vida evang\u00e9lica, tanto en la cotidianeidad que nos envuelve como en lo diferente, lo oprimido, lo secularizado, y reflejarle al mundo en su propia carne otra imagen de Dios y de la persona humana. Hacer cada d\u00eda el bien a alguien es as\u00ed, ni m\u00e1s ni menos, salvar una vida (cf. Mc 3,4). Alicia Ruiz L\u00f3pez de Soria, ODN<\/p>\n
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\nLa autora de este art\u00edculo une un buen conocimiento de la teolog\u00eda actual con su pr\u00e1ctica educativa y pastoral con adolescentes y j\u00f3venes. Lo publicamos entero, aun siendo largo, porque aborda (y sugiere interesantes pistas pastorales) una cuesti\u00f3n decisiva para la Pastoral Juvenil hoy, la del LENGUAJE.
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\nResumen: <\/strong>Las personas son las palabras con las que Dios cuenta su historia<\/em>. <\/em>Dios quiere \u201csalvar\u201d dejando decir a su Hijo y, para ello, los agentes de evangelizaci\u00f3n se esfuerzan en ser `mediaci\u00f3n gramatical\u00b4. Movidos por el deseo de identificaci\u00f3n con Jesucristo, los agentes de evangelizaci\u00f3n transparentan c\u00f3mo en<\/em>\u00c9l se revela el poder y la debilidad de un Dios que ofrece un proyecto de salvaci\u00f3n a todo ser humano, incluido al joven que lo sue\u00f1a.<\/em>
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>El t\u00edtulo de esta reflexi\u00f3n alude a una categor\u00eda teol\u00f3gica que, siendo central para el cristianismo, `talcual\u00b4 tiene muy poca prensa en la actualidad. Se puede constatar f\u00e1cilmente: si damos religi\u00f3n o \u00e9tica a adolescentes de 4\u00ba ESO y hablamos de la necesidad de salvaci\u00f3n, los alumnos miran extra\u00f1ados: \u201c\u00bfDe qu\u00e9 nos est\u00e1n hablando?\u201d; a lo sumo, un alumno atento, inquieto y participativo, levanta la mano y dice: \u201csalvarnos, \u00bfde qu\u00e9?<\/em>\u201d; si lo comentas con una compa\u00f1era, \u00e9sta expresa: \u201cSi me dijeras `necesidad de trascendencia\u00b4, vale\u2026 pero `necesidad de salvaci\u00f3n\u00b4\u2026<\/em>\u201d; son muchos los j\u00f3venes y adultos que, metidos en una sociedad de consumo hasta las trancas y teniendo cubiertas sus necesidades, afirman no precisar ser salvados de nada. Inclusive, personas que lo pasan mal, esperan un golpe de suerte, un cambio de situaci\u00f3n, la recuperaci\u00f3n\u2026 pero no `la salvaci\u00f3n\u00b4. Raramente nos planteamos salvarnos de nosotros mismos: de nuestros individualismos, miedos, despotismos\u2026 M\u00e1s a\u00fan, podemos leer diariamente los peri\u00f3dicos y ver las noticias del telediario, es decir, ser testigos de males atroces (hambre, exclusi\u00f3n, guerra, violencia\u2026), situaciones que oprimen a las personas, que las encierran en celdas m\u00e1s inaccesibles que las de una prisi\u00f3n, y seguir sin plantearnos el tema de `la salvaci\u00f3n\u00b4.
\nEs leg\u00edtima, por tanto, la pregunta: \u00bfEstamos necesitados de salvaci\u00f3n? <\/em>Tras una mirada a nuestro mundo y a nuestras vidas desde una experiencia creyente, en un contexto de crisis mundial con millones de personas sufriendo, parece obvia la respuesta. Las experiencias humanas de sinsentido, de injusticia, de dolor inocente y de debilidad, tienen un significado revelador por excelencia que apunta a un escenario donde transcurren vidas humanas necesitadas de salvaci\u00f3n. Sin lugar a dudas, la humanidad, el ser humano, est\u00e1 necesitado de salvaci\u00f3n, en todo tiempo y lugar, aunque sea preciso explicar en qu\u00e9 consiste `esto\u00b4 de la salvaci\u00f3n cristiana<\/em>.
\nLas ofertas de salvaci\u00f3n giran en torno a las potencias que mueven a la humanidad; a saber: el hambre, el amor y el poder. De hecho, las tres formas fundamentales de idolatr\u00eda son la adoraci\u00f3n del pan (que deriva en materialismo), la adoraci\u00f3n del eros (que deriva en el culto a la apariencia) y la divinizaci\u00f3n del poder (que deriva en guerras). Estas tres ofertas de salvaci\u00f3n son err\u00f3neas porque son absolutizaci\u00f3n de lo que no es absoluto y al mismo tiempo subyugaci\u00f3n de la persona[1]<\/a>.
\nEs heroico en nuestros tiempos responder personalmente, con meridiana claridad y cada cual llegando al hond\u00f3n de su ser, a qu\u00e9 oferta de salvaci\u00f3n estamos adheridos. Actualmente, el pluralismo y la laicidad son los escenarios en los que el ser humano aborda la tarea de comprenderse a s\u00ed mismo y de analizar la realidad, de examinar su comportamiento y buscar la verdad y la felicidad. Y en este contexto, el cristianismo en general y la reflexi\u00f3n teol\u00f3gica cristiana en particular, tienen una palabra fundamental y significativa que decir a los j\u00f3venes de hoy respecto a su salvaci\u00f3n. El reto que se nos plantea es el siguiente: \u00bfc\u00f3mo hacemos la propuesta expl\u00edcita de salvaci\u00f3n de un Dios que se nos ha entregado por entero en Jesucristo, si no m\u00e1s f\u00e1cil, al menos m\u00e1s comprensible para los j\u00f3venes, hoy mayoritariamente, alejados de la fe? [2]<\/a>. El marco al que tenemos que atender es al de un mundo secularizado (la secularizaci\u00f3n no es ya un proceso, sino un hecho, un imaginario cultural dominante).
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Ahora bien, si nos preguntamos qu\u00e9 es la `salvaci\u00f3n cristiana\u00b4 nos adentramos en un problema actual en la praxis evangelizadora que viene de atr\u00e1s. En nuestra cultura la mayor\u00eda de las personas no cuentan con un lenguaje para describir experiencias espirituales, entendiendo por lenguaje el car\u00e1cter global de la expresividad humana (palabras, gestos, signos y silencios)[5]<\/sup><\/sup><\/a>. Hace dos d\u00e9cadas, el Cardenal Martinise\u00f1alaba: \u201cHay (en la Iglesia) una forma de hablar que viene de los \u00faltimos cuatro o cinco siglos. Tiene una tendencia al intelectualismo. Este tipo de cambio hacia la abstracci\u00f3n no exist\u00eda en la Iglesia primitiva ni en la Biblia. Ah\u00ed, los modos de comunicar eran m\u00e1s vivos y concretos. Dios era representado por lo que hace. En los catecismos del siglo VI se empieza a hablar en t\u00e9rminos de verdades abstractas\u2026 Creo que debemos realmente cambiar nuestro lenguaje\u2026 uno que vaya de coraz\u00f3n a coraz\u00f3n, un lenguaje de vibraci\u00f3n emocional\u201d[6]<\/sup><\/sup><\/a>. Veinti\u00fan a\u00f1os despu\u00e9s, el presidente del Pontificio Consejo para la Promoci\u00f3n de la Nueva Evangelizaci\u00f3n, Rino Fisichella, escribe: \u201cLa exigencia de un lenguaje nuevo, con capacidad para hacerse comprender por los hombres de hoy, es un imperativo del que no puede prescindirse, sobre todo por lo que respecta al lenguaje religioso, que es tan espec\u00edfico que a menudo resulta incomprensible. Por tanto, abrir la \u00abjaula del lenguaje\u00bb para favorecer una comunicaci\u00f3n m\u00e1s eficaz y fecunda es un compromiso concreto para que la evangelizaci\u00f3n sea realmente \u00abnueva\u00bb\u201d[7]<\/sup><\/sup><\/a>.
\nLa praxis evangelizadora confirma que a un joven no se le puede ni debe hablar de la salvaci\u00f3n cristiana utilizando el argot teol\u00f3gico. Hemos de utilizar un lenguaje complementario, hablado con esp\u00edritu de comuni\u00f3n, pero radicalmente otro. El Cardenal Martini apuntaba dos elementos interesantes para situar el mensaje evang\u00e9lico en la cultura juvenil: `Dios era representado por lo que hace\u00b4, `utilizar un lenguaje que vaya de coraz\u00f3n a coraz\u00f3n\u00b4. Para los j\u00f3venes de hoy el mensaje de Jes\u00fas de Nazaret est\u00e1 principalmente en lo que hizo. De sus palabras subrayan su capacidad de llegar al coraz\u00f3n, consol\u00e1ndolo o inquiet\u00e1ndolo, seg\u00fan fuesen los o\u00eddos que le escuchasen. Jes\u00fas de Nazaret habla con autoridad (cf. Mc 2,1), sin dejar indiferentes a sus oyentes, \u201cusa im\u00e1genes, met\u00e1foras, simbolismos, expresiones enigm\u00e1ticas y penetrantes. Es una forma de hablar pl\u00e1stica e imaginativa, que se graba en la memoria con m\u00e1s facilidad que las abstracciones. El lenguaje de Jes\u00fas es po\u00e9tico\u201d[8]<\/sup><\/sup><\/a>.
\nSi nos aproximamos al ap\u00f3stol por excelencia en los inicios de la expansi\u00f3n del cristianismo, Pablo de Tarso, se observa que se dirigi\u00f3 a los b\u00e1rbaros, tras escuchar en un sue\u00f1o las palabras \u00abpasa a Macedonia, ven en nuestra ayuda\u00bb (Hch 16,9). La palabra b\u00e1rbaro<\/em> tiene el significado literal de \u201cel que no conoce la lengua\u201d y su origen est\u00e1 en la onomatopeya<\/a> `bar-bar\u00b4, equivalente a nuestro `bla, bla\u00b4, o sea, a un parloteo que resulta ininteligible. Seg\u00fan se mire, los b\u00e1rbaros de hoy son los j\u00f3venes que no entienden el lenguaje religioso o son los propios evangelizadores cuando para hablar de Dios y transmitir la Buena Noticia de Jes\u00fas utilizan un lenguaje que nadie entiende. El problema se relaciona con la propia condici\u00f3n humana situada entre la necesidad del lenguaje y la multiplicidad de los lenguajes, entre la exigencia de expresarse y la ambig\u00fcedad de interpretar.
\n\u00bfQu\u00e9 han de hacer quienes desean ser evangelizadores a trav\u00e9s de la palabra de los j\u00f3venes actuales? Algunas recomendaciones se extraen del testimonio del citado ap\u00f3stol: Pablo dice \u00abyo\u00bb, sin miedo al compromiso y sin otro tipo de inhibici\u00f3n para anunciar el evangelio en primera persona[9]<\/sup><\/sup><\/a>, su lenguaje es claro y fuerte a trav\u00e9s de \u00abs\u00edes\u00bb y \u00abnoes\u00bb, \u00a0su palabra es emotiva, alimentada no s\u00f3lo de doctrina sino tambi\u00e9n de sentimientos, transparentando fortaleza y debilidad[10]<\/sup><\/sup><\/a>.<\/sup> Frente a Pablo, quiz\u00e1 se haya minusvalorado la importancia de relatar nuestra experiencia personal de Dios\/Jesucristo como acci\u00f3n ineludible en el acto evangelizador, se haya dado paso a las sutilezas en la transmisi\u00f3n de una tradici\u00f3n tan viva como radical, se hayan cargado las tintas en discursos racionales y \u00e9ticos, en denuncias de injusticias e inmoralidades\u2026 Como Pablo, se puede intentar educar en la vulnerabilidad, en la m\u00edstica y en la sed de Dios.
\nDecimos que el problema del lenguaje en el anuncio de la Buena Noticia viene de anta\u00f1o. Pablo VI, en 1975, pensando en los que se han alejado de la fe, indicaba que la acci\u00f3n evangelizadora de la Iglesia \u00abdebe buscar constantemente los medios y el lenguaje adecuados para proponerles o volverles a proponer la revelaci\u00f3n de Dios y la fe en Jesucristo\u00bb[11]<\/sup><\/sup><\/a>. Ciertamente, no debemos distanciarnos del lenguaje b\u00edblico y evang\u00e9lico, pero s\u00ed tenemos que expresarlo de una manera comprensible, casi coloquial, para que la esencia del anuncio llegue a todos, especialmente a los j\u00f3venes. Es una tarea que presupone la interiorizaci\u00f3n de todo el mensaje al que, con profunda libertad interior, se adhiere una persona existencialmente y que, al mismo tiempo, exige al evangelizador estar tan penetrado por el Misterio de Jes\u00fas que sea capaz de contarlo de todas las maneras posibles, sin traicionar su contenido. Hoy, m\u00e1s que nunca, el lenguaje religioso se encuentra ante la tarea de elaborar nuevos conceptos, categor\u00edas, narraciones, par\u00e1bolas, s\u00edmbolos, que traduzcan y comuniquen la experiencia cristiana de forma \u00edntegra e inteligible, que puedan relacionar los contenidos de la fe con la experiencia humana actual, con los anhelos y preguntas de la gente, con sus inquietudes y demandas de sentido. El lenguaje de Jes\u00fas fue un lenguaje sugerente cuya comprensi\u00f3n implicaba a toda la persona, inteligencia y coraz\u00f3n, mente y mundo de valores. En \u00c9l, las palabras y las obras formaron una unidad. Se cumpli\u00f3 aquello de que hablar es una forma de vivir y vivir es una forma de hablar. Es f\u00e1cil comprender que el mensaje de Jes\u00fas no ser\u00e1 Evangelio (\u00abbuen (eu<\/em>) anuncio (aggel\u00f4<\/em>)\u00bb) para el joven hasta que sorprendido se pregunte c\u00f3mo es posible que est\u00e9 hablando de m\u00ed y para m\u00ed. Para ello se tendr\u00e1 que comprehender lo que inicialmente siempre fue una predicaci\u00f3n oral. B\u00edblicamente, el evangelizador es el heraldo de Yahv\u00e9 que anunciando el futuro reinado de Dios, la salvaci\u00f3n y la paz, ya comienza a crearlo y hacerlo presente. Se trata del mensajero de buenas noticias (euaggelitsomenos<\/em>) que oferta la salvaci\u00f3n (salvus<\/em>, salveo<\/em>) a voz en grito. Sus palabras se entienden definitivamente cuando se ve el papel que juegan en el juego de su vida, que es quien al final las hace inteligibles y las acredita o, por el contrario, quien las torna opacas y desacredita.
\n\u201cEl propio nombre de \u00abJes\u00fas\u00bb significa \u00abYahv\u00e9 salva\u00bb, es decir, \u00abcura\u00bb, y para el mundo b\u00edblico el nombre de una persona no s\u00f3lo sirve para diferenciarla de otras, sino que expresa su vocaci\u00f3n, es decir, aquello para lo que est\u00e1 designada. Adem\u00e1s el propio Jesucristo act\u00faa y se presenta as\u00ed mismo como sanador\u201d[12]<\/sup><\/sup><\/a> (cf. Mt 8,16-17; Lc 4,18-23). Para los primeros cristianos, Cristo es el Salvador y la salvaci\u00f3n es el don divino que Cristo ofrece. Harnack escrib\u00eda: \u201cEl evangelio en realidad lleg\u00f3 como el mensaje de un Salvador y una salvaci\u00f3n para el mundo. Iba dirigido a una humanidad enferma, prometi\u00e9ndole la salud\u201d[13]<\/sup><\/sup><\/a>.<\/sup>El evangelio vendr\u00eda a ser, desde este punto de vista, una medicina para cuando se est\u00e1 enfermo\/a.
\nLa pregunta que viene a continuaci\u00f3n es: \u00bfqu\u00e9 entienden los j\u00f3venes por salud? El diccionario de la Real Academia Espa\u00f1ola define salud<\/em> con siete acepciones; la primera de ellas alude a un `estado en que el ser org\u00e1nico ejerce normalmente todas sus funciones\u00b4 y, en la quinta, cita el t\u00e9rmino `salvaci\u00f3n\u00b4. La Organizaci\u00f3n Mundial de la Salud, define dicho t\u00e9rmino como `estado de completo bienestar f\u00edsico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad\u00b4. Cualquier joven aceptar\u00eda este punto de partida: la salvaci\u00f3n cristiana est\u00e1 referida a la salud de la persona y se est\u00e1 dando ya, en el aqu\u00ed y el ahora. Probablemente muchos j\u00f3venes consideren inicialmente que la salud es sin\u00f3nimo de `cuerpo espectacular\u00b4, pero es f\u00e1cil sacarles de su error. Ellos saben que se duelen cuando el desamor les impide vivir con hondura; cuando el juicio o el prejuicio ajeno se convierte en una losa que anula y martiriza; que a veces se cae en adiciones que esclavizan; que estar gobernado por gente mediocre quiz\u00e1 frustre sus deseos; que hay gente de la que hay que protegerse porque va por la vida haciendo da\u00f1o; que f\u00e1cilmente puedes salir herido de un acto inesperado de violencia; que se pasa mal cuando te rallas; que es da\u00f1ino para uno mismo fingir ser qui\u00e9n no se es\u2026
\nJos\u00e9 M\u00aa R. Olaizola lanzaba en un art\u00edculo una pregunta que cada evangelizador deber\u00eda hacerse antes de hablar a los j\u00f3venes de la salvaci\u00f3n que se ofrece a trav\u00e9s de Jesucristo: \u201c\u00bfHemos experimentado que el cristianismo ofrece una manera de entender el mundo y la vida que gira en torno a la idea de salvaci\u00f3n?\u201d. Y a\u00f1ade: \u201cLa fe cristiana trata de la salvaci\u00f3n porque nos empuja hacia la plenitud (salvaci\u00f3n de la mediocridad), la felicidad (salvaci\u00f3n de la infelicidad \u2013aunque no del sufrimiento-), el sentido (salvaci\u00f3n del vac\u00edo), la eternidad (salvaci\u00f3n de la muerte), la reconciliaci\u00f3n y la justicia (salvaci\u00f3n de las rupturas que llamamos pecado) y el amor (que es la salvaci\u00f3n de la soledad m\u00e1s vac\u00eda que existe, la del no ser querido). Y todo eso lo encontramos en Dios\u201d[14]<\/sup><\/sup><\/a>. \u00bfEl agente de pastoral act\u00faa movido por su experiencia de ser salvado: \u201clo que hemos visto y o\u00eddo os lo anunciamos para que tambi\u00e9n vosotros est\u00e9is en comuni\u00f3n con nosotros\u201d (1 Jn 1,3)? Porque, como Benedicto XVI afirmaba en su primera enc\u00edclica Deus caritas est<\/a><\/em>, \u00abno se comienza a ser cristiano por una decisi\u00f3n \u00e9tica o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientaci\u00f3n decisiva\u00bb[15]<\/sup><\/sup><\/a>. Se comienza a ser cristiano por el encuentro con el Salvador. \u201cCreer en Jesucristo es (\u2026) el camino para poder llegar de modo definitivo a la salvaci\u00f3n\u201d[16]<\/sup><\/sup><\/a>. As\u00ed, Dios es la salvaci\u00f3n. S\u00f3lo \u00c9l.
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\n\u201cEn la encarnaci\u00f3n, Dios se funde y se confunde con lo humano\u201d[22]<\/sup><\/sup><\/a>. La presencia de Dios en Jes\u00fas deNazaret se basa en su vida eterna y en su forma divina de existencia[23]<\/sup><\/sup><\/a>. \u00bfA qu\u00e9 apunta la vida de los agentes de evangelizaci\u00f3n?, \u00bfpodemos considerarlos como mediadores de la salvaci\u00f3n de Dios a partir de la relaci\u00f3n con la mediaci\u00f3n salv\u00edfica concreta y definitiva del Hijo, en la historia de Jes\u00fas de Nazaret y en el env\u00edo del Esp\u00edritu Santo?, \u00bfse pueden extraer algunas claves en la existencia del agente de evangelizaci\u00f3n, perceptibles por el joven de hoy, que hablen de la salvaci\u00f3n de Dios?
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\nLas palabras del agente de evangelizaci\u00f3n buscan que el joven piense y sienta a Dios. Sabe que a quien habla est\u00e1 rodeado de otras muchas voces, cada una con su propia cadencia y mensaje. En medio de todas las voces que rodean e intentan seducir a los j\u00f3venes, la voz del Mensajero quiere abrirse paso. Los mensajeros muestran c\u00f3mo se discierne la cadencia \u00fanica de la voz de Dios, sabedor de que \u00e9ste se haya dondequiera se observe vida, alegr\u00eda, salud, color y humor, pero tambi\u00e9n dondequiera se percibe muerte, sufrimiento, forzada pobreza y esp\u00edritu derrotado; la voz de Dios es la que m\u00e1s reta y exige en las situaciones l\u00edmites, a la vez que es la \u00fanica voz que tranquiliza y consuela el coraz\u00f3n humano. Pero, \u00bfqu\u00e9 gram\u00e1ticas articulan hoy los testigos y mediadores de la salvaci\u00f3n?
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\n3.1. Gram\u00e1tica de la verdad.-<\/em><\/strong> Dos de los rasgos que sin duda caracterizan la cultura actual son la laicidad, o sea, la pretensi\u00f3n de vivir las distintas realidades de la existencia sin ponerlas en relaci\u00f3n con Dios, y el respeto y aprecio al pluralismo. En principio, ambas ideas podr\u00edan considerarse contrarias tanto a la fe cristiana como al monote\u00edsmo, que postula la existencia de una \u00fanica realidad absoluta. \u00bfC\u00f3mo conjugar el rechazo a verdades absolutas propio de nuestra cultura con la inevitable \u00abvoluntad de verdad\u00bb (Zubiri) que manifiesta la vivencia humana? Se le plantea un reto al evangelizador: ir dibujando con su lenguaje un itinerario hacia la \u00fanica verdad, Jesucristo.
\nDos consideraciones ante dicho reto: es necesario suscitar en el joven el deseo de verdad que anida en su interioridad[25]<\/sup><\/sup><\/a> y evitar que \u00e9ste se trueque con el materialismo (cf. Mt 6,19-20). Por ello, es preciso que el evangelizador suscite interrogantes a la vez que viva parca y solidariamente en medio de una sociedad consumista.\u00a0 En su momento, Pablo VI hizo ya un diagn\u00f3stico cr\u00edtico de la sociedad al indicar que le faltaba fraternidad y pensamiento[26]<\/sup><\/sup><\/a>, y recientemente Benedicto XVI, recogiendo la apreciaci\u00f3n de Pablo VI, propugna dos grandes valores, caridad y verdad, que nos remiten a Dios[27]<\/sup><\/sup><\/a>. Y es que, para suscitar deseos de verdad en el joven, es necesario tanto la fraternidad como el pensamiento cr\u00edtico. La verdad no se halla si no es amablemente con el otro, y sometiendo a deliberaci\u00f3n la cultura en la que estamos insertos. Lo primero lo expresaba bellamente Antonio Machado: \u201c\u00bfTu verdad? No, la Verdad, \/ y ven conmigo a buscarla. \/ La tuya, gu\u00e1rdatela\u201d. Lo segundo, `deliberar\u00b4, o sea, extraer elementos de un discernimiento y descubrir su convergencia para tomar una decisi\u00f3n, se ha vuelto angustioso en un tiempo que carece de certezas, marcado por la incertidumbre y el ritmo acelerado; de ah\u00ed que el joven con frecuencia opte por sumarse o bien a la apoteosis de las pulsiones o bien al dejarse llevar por el presente y agotar todas sus posibilidades[28]<\/sup><\/sup><\/a>.
\nUna sencilla verdad que el evangelizador ayuda a descubrir en la cotidianidad: la peque\u00f1ez del ser humano, su limitaci\u00f3n, su fragilidad, su finitud\u2026 \u201cAnte Dios resulta tan peque\u00f1o el que vive con menos de un d\u00f3lar diario como cualquiera de los 600 \u00abmil-millonarios\u00bb -es decir, personas cuyo patrimonio superan los 1000 millones de d\u00f3lares- que existen en el mundo. La diferencia est\u00e1 en que el pobre no necesita esforzarse mucho para descubrir su peque\u00f1ez, mientras que el rico desarrolla sin darse cuenta una \u00abpsicolog\u00eda dediosecillo\u00bb\u201d[29]<\/sup><\/sup><\/a>. Atenci\u00f3n, pues, al falso Dios dinero, que nos lleva a creernos semi-diosecillos, desvi\u00e1ndonos del camino hacia la verdad.
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\n3.2 Gram\u00e1tica de la confianza.-<\/em><\/strong> En determinados contextos, y entre determinados perfiles de adultos, es frecuente o\u00edr descalificaciones hacia los j\u00f3venes con subrayados en la superficialidad, la b\u00fasqueda del placer o el af\u00e1n de tener. Sin embargo, el agente de pastoral juvenil no puede encarcelarse ah\u00ed, requiere una mirada realista y, a la vez, confiada y esperanzada de aquellos a los que acompa\u00f1a. Dicho con otras palabras: ha de mantenerse en una actitud vigilante para no caer en valoraciones negativas superficiales sobre los j\u00f3venes y recrear continuamente una mirada de fe sobre ellos. La fe nos otorga a los cristianos una visi\u00f3n de lo real m\u00e1s profunda y amplia, de tal manera que el paso desde el ver inicial al ver que la fe otorga no supone anular el primero, que puede estar objetivamente inclinando la balanza a un cierto pesimismo, antes bien, lo incluye y perfecciona.
\n\u00bfPotenciamos humanamente al joven cuando tenemos fe en \u00e9l? Muy posiblemente. La fe como acto, como actitud y como postura esencialmente din\u00e1mica, fe como creer<\/em>. Los j\u00f3venes precisan ser mirados con los ojos de la fe, de tal manera que comencemos a pensar y acercarnos a ellos desde visiones que vayan m\u00e1s all\u00e1 de meras actuaciones puntuales susceptibles de correcci\u00f3n y de visiones psicol\u00f3gicas o sociol\u00f3gicas en las que priman sus carencias y fragilidades. Nuestro decir sobre `el joven\u00b4 es fruto de un o\u00edr y de un ver traspasado por una Persona que mir\u00f3 con cari\u00f1o a los j\u00f3venes (Mc 10,17-31).
\nDice la Escritura: \u201cCuando llegaron donde la gente, se acerc\u00f3 un hombre que, arrodill\u00e1ndose ante \u00e9l, le dijo: \u00abSe\u00f1or, ten compasi\u00f3n de mi hijo, porque es lun\u00e1tico y est\u00e1 mal; pues muchas veces se cae en el fuego o en el agua. Se lo he tra\u00eddo a tus disc\u00edpulos y no han sido capaces de curarlo\u00bb. Jes\u00fas contest\u00f3: \u00ab\u00a1Generaci\u00f3n incr\u00e9dula e infiel! \u00bfHasta cu\u00e1ndo tendr\u00e9 que estar con vosotros? \u00bfHasta cu\u00e1ndo os tendr\u00e9 que soportar. Tra\u00e9dmelo\u00bb. Jes\u00fas increp\u00f3 al demonio y \u00e9ste sali\u00f3; en aquel momento se cur\u00f3 el ni\u00f1o. Los disc\u00edpulos se acercaron a Jes\u00fas y le preguntaron aparte: \u00ab\u00bfY por qu\u00e9 no le pudimos echarlo nosotros?\u00bb. Les contest\u00f3: \u00abPor vuestra poca fe. Os aseguro que, si fuera vuestra fe como un grano de mostaza, le dir\u00edais a aquella monta\u00f1a que viniera aqu\u00ed, y vendr\u00eda. Nada os ser\u00eda imposible\u00bb (Mt 17,14-19).
\nCreer en el joven es la condici\u00f3n de posibilidad de establecer una relaci\u00f3n de empat\u00eda con \u00e9l para tenderle la mano. Creer en el joven es transmitirle su val\u00eda cuando pocos lo hacen, advertir sus posibilidades de crecimiento pese a la evidencia de las din\u00e1micas de muerte que le arrastran o los vac\u00edos de su personalidad. Creer en el joven supone considerar y favorecer sus iniciativas en la tarea apost\u00f3lica, por ejemplo, al opinar sobre temas de actualidad, campa\u00f1as de solidaridad, actividades con ni\u00f1os peque\u00f1os a los que queremos educar en la trascendencia, din\u00e1micas con adolescentes para interiorizar valores\u2026
\nPor otra parte, siendo la disposici\u00f3n principal para la experiencia de Dios la confianza, que abre todo nuestro ser a la gracia del Se\u00f1or, el joven debe estar convencido de que el Se\u00f1or es bueno, que quiere un bien inmenso para todos y que relacionarse con \u00e9l har\u00e1 m\u00e1s bella y m\u00e1s fecunda su vida. Atenci\u00f3n a los peligros que conllevan las falsas im\u00e1genes de Dios. Dios y el ser humano no compiten entre s\u00ed. Que Dios crezca no significa que el ser humano se empeque\u00f1ezca, ni viceversa. La visi\u00f3n de un Dios que necesita seres humanos peque\u00f1os y necesitados para ser grande y salvador es peligros\u00edsima. Los agentes de evangelizaci\u00f3n no proponen al joven buscar a Dios exclusivamente en lo que le falta, tambi\u00e9n en lo que tiene, puede, sabe\u2026 Dios es la Fuerza de su fuerza, la Inteligencia de su inteligencia, la Alegr\u00eda de su alegr\u00eda, la Templanza de su templanza, el Amor de su amor\u2026 Se trata de transmitir al joven que puede \u201cbuscar en Dios un apoyo firme y duradero, poni\u00e9ndolo todo en sus manos -pensamiento, coraz\u00f3n, conducta- con el doble matiz de seguridad consciente y de perseverante fidelidad\u201d[30]<\/sup><\/sup><\/a>. El agente de evangelizaci\u00f3n pronuncia palabras confiadas sustentadas por una fe que produce, mediante el don del Esp\u00edritu Santo, efectos ben\u00e9ficos y transformadores en este mundo.
\nDice Von Balthasar: \u00abCreer es s\u00f3lo amar, y nadie puede y debe ser cre\u00eddo si no es el amor. Este es el peso, la ‘obra’ de la fe: reconocer ese ‘prius’ absoluto e insuperable. Creer es amar, amar absolutamente. Y esto como fin y sin que exista nada detr\u00e1s\u00bb[31]<\/sup><\/sup><\/a>. La experiencia de ser amado es insustituible e ineludible para quien desea ser mensajero de noticias que alegran y pacifican el coraz\u00f3n humano. No hay buena noticia comunicada que no tenga su ra\u00edz \u00faltima en el agradecimiento personal que surge del hecho de haber sido amado. Cuando ese amor es del Dios de Jes\u00fas, se comunica la Buena Noticia y somos disc\u00edpulos del Mensajero. En los tiempos que corren es necesario subrayar que el amor de Dios es concreto, primariamente est\u00e1 dirigido a un sujeto particular. Quien evangeliza hoy `conoce\u00b4 la centralidad de la experiencia paulina, \u00abme am\u00f3 y se entreg\u00f3 por m\u00ed\u00bb\u00a0 (Gal 2,19-20), y es capaz de comunicarla. El joven que siente que se conf\u00eda en \u00e9l y se le ama, acoge a quien le habla y abre los o\u00eddos al mensaje que se le comunica, Jesucristo. Mensajero y mensaje son recibidos primariamente por el coraz\u00f3n del joven desde la experiencia de ser dignos de fe y amados en particular.
\n\u00bfUn paso m\u00e1s para que el Esp\u00edritu Santo siembre la fe en el coraz\u00f3n del joven? Favorecer el reconocimiento-encuentro con Dios en todas las cosas. La realidad no deja nunca de ser limitada y opaca, pero podemos ayudar a que el joven la contemple rastreando las huellas de Dios. No se trata de manipular a Dios sino de que el joven se adentre cada vez m\u00e1s en ese misterio del Deus semper<\/em> maior<\/em>. Se trata justamente de descubrir a Dios como amor infinito para creer en \u00e9l.
\n\u00a0<\/em><\/strong>
\n3.3 Gram\u00e1tica de la debilidad fortalecida y la alegr\u00eda<\/em><\/strong>.- Un joven de Bachillerato defiende en clase de religi\u00f3n su opci\u00f3n increyente a partir de la existencia del sufrimiento de los inocentes; un parroquiano adulto silencia su voz diariamente cuando la asamblea proclama \u00abcreo en Dios Todopoderoso\u00bb; algunos incr\u00e9dulos cuestionan: \u201c\u00bfPara qu\u00e9 sirve la fe?, \u00bfacaso el que tiene fe no va a caer en el paro, en la enfermedad, en la ruptura matrimonial, en la depresi\u00f3n…?\u201d. Estos y otros muchos hechos conducen a una pregunta: \u00bfrealmente Dios es \u00abTodopoderoso\u00bb y est\u00e1 aliado con el bien?, \u00bfc\u00f3mo cabe hacer compatibles, de un lado, la fe en Dios, que ha creado el mundo con poder y amor infinitos y lo gobierna ben\u00e9volamente con su providencia, y, por otro, la experiencia del mal, de lo oscuro, de la pena?[32]<\/sup><\/sup><\/a>
\nLa omnipotencia de Dios hace referencia a \u201cuna capacidad absoluta de donaci\u00f3n y de poner ante s\u00ed mismo una realidad distinta de \u00e9l y en comuni\u00f3n profunda con \u00e9l, lo cual, dentro de Dios, se llama \u00abgeneraci\u00f3n del Hijo\u00bb y fuera de Dios, \u00abcreaci\u00f3n del mundo\u00bb\u201d[33]<\/sup><\/sup><\/a>. Entendemos as\u00ed que el poder, como propiedad del ser de Dios, es espec\u00edficamente \u00abomnipotencia del amor\u00bb. Todos sabemos por experiencia que quien ama se hace d\u00e9bil y vulnerable. En Jes\u00fas de Nazaret observamos que la omnipotencia de Dios y la debilidad humana se dan la mano, que la forma de llevar a cabo Dios su proyecto de salvaci\u00f3n es a trav\u00e9s de la debilidad, hasta el punto de introducirse realmente en nuestra historia de debilidades haci\u00e9ndose uno de nosotros. Se puede afirmar que Dios hace de la debilidad su forma de testimonio. \u00bfQui\u00e9n no puede entenderlo as\u00ed al contemplar al Hijo de Dios en la Cruz? Dios se hace \u00abcarne\u00bb, concepto que en la Biblia indica toda la debilidad inherente a la condici\u00f3n humana, incluido el dolor y la muerte[34]<\/sup><\/sup><\/a>. Y no olvidemos que, como dir\u00eda un gran te\u00f3logo del S. II, \u201cla carne es el quicio de la salvaci\u00f3n\u201d[35]<\/sup><\/sup><\/a>.
\n\u201cEl Dios que se revel\u00f3 en Jes\u00fas pulveriz\u00f3 y aniquil\u00f3 nuestra desorientada seducci\u00f3n por lo divino, por todo lo grande y lo poderoso, por la fuerza y la grandeza, por el dominio y el saber sin l\u00edmites\u201d[36]<\/sup><\/sup><\/a>. Los escritos neotestamentarios afirman con insistencia y claridad que Jes\u00fas tuvo tentaciones que brotaban de las debilidades y flaquezas de su condici\u00f3n humana: as\u00ed es en los evangelios, al iniciar su misi\u00f3n (Mc 1,12-13; Mt4,1-11; Lc 4,1-13) y en Getseman\u00ed (Mc 14,32-42; Mt 26,36-46; Lc 22,39-46); en la carta a los Hebreos, \u00abno es Jes\u00fas incapaz de compadecerse de nuestras debilidades y flaquezas, ya que \u00e9l las ha experimentado todas, menos el pecado\u00bb (Heb 4,15); y en palabras de Pablo, Jes\u00fas \u201cnaci\u00f3 de la descendencia de David, sometido a la debilidad humana\u201d (Rom 1,3). Si adem\u00e1s consideramos que los evangelistas han situado las tentaciones inmediatamente antes del comienzo de la vida p\u00fablica de Jes\u00fas para as\u00ed vincularlas al bautismo y hacer de la unidad bautismo-tentaciones la clave musical en que debe ser le\u00edda la vida de Jes\u00fas que sigue a continuaci\u00f3n, podremos hablar con propiedad de la debilidad de Jes\u00fas en el anuncio del Reino[37]<\/sup><\/sup><\/a>. Respecto a su pasi\u00f3n, generaciones de creyentes han encontrado en la Cruz un rostro en el que poder fijar su mirada, el del Crucificado, devolvi\u00e9ndose fortaleza. Y es que la debilidad del Hijo de Dios es un fragmento de la incomprensibilidad de Dios: Si comprehendis, non est Deus!<\/em> \u201c\u00bfQui\u00e9n ser\u00e1 capaz de comprender la Trinidad omnipotente?\u201d[38]<\/sup><\/sup><\/a>. \u201cS\u00f3lo Dios sabe su mismidad, qui\u00e9n es\u201d[39]<\/sup><\/sup><\/a>. Si cierto es que el Hijo de Dios fue crucificado por su debilidad (ex astheneias<\/em>), igual de cierto es que est\u00e1 vivo por el poder de Dios (ek<\/em> dyname\u00f4s theou<\/em>). Omnipotencia referida a la fuente de la divinidad y debilidad referida al \u00fanico mediador (y mediador perfecto) entre Dios y los hombres. De ah\u00ed que en los milagros de curaci\u00f3n Jes\u00fas no utilice habitualmente recursos externos, ya que lo fundamental es la fuerza (dynamis<\/em>) sanadora que irradia de su persona, bien por sus palabras, bien por la imposici\u00f3n de sus manos[40]<\/sup><\/sup><\/a>.
\nEl evangelizador ha experimentado que el poder de la debilidad no es s\u00f3lo la forma como Dios act\u00faa en su vida y en la historia de los hombres, sino la expresi\u00f3n de la riqueza y plenitud de su ser, siendo a la vez, llamada y vocaci\u00f3n para su realizaci\u00f3n plena[41]<\/sup><\/sup><\/a>. Cuando se acerca a un joven, del que se dice es fr\u00e1gil, vulnerable, d\u00e9bil, inconsistente, l\u00edquido\u2026 el evangelizador no oculta que tambi\u00e9n \u00e9l es d\u00e9bil al igual que lo fue Aqu\u00e9l a quien sigue, pero testimonia que su fortaleza y alegr\u00eda residen en el encuentro con \u00c9l. Se trata de dar testimonio de que \u201cen la debilidad humana llega a su m\u00e1ximo rendimiento el poder divino\u201d (2 Cor 12,9), de comunicar que no se trata de ser de hierro, de poder con todo\u2026 sino de abrirse a Dios en la debilidad. \u201cCuanto m\u00e1s humanicemos la vida m\u00e1s cerca estaremos de Dios\u201d (Fran\u00e7ois Varillon). El Evangelio no es s\u00f3lo para \u00e9l un mensaje, sino la fuerza activa de Dios, que se despliega por obra del Esp\u00edritu y que requiere el compromiso personal del anuncio con la propia vida en medio de las tribulaciones y del gozo.
\nSe comprende que el fin \u00faltimo de casi todas las iniciativas humanas sea sentirse alegre y que en el mercado circulen infinidad de ofertas que prometan cumplir dicho anhelo. La verdadera alegr\u00eda, en contraste con los enga\u00f1osos planteamientos hedonistas y con el est\u00e9ril individualismo que hoy prevalecen, asume la debilidad y el sufrimiento, reclama una activa colaboraci\u00f3n por parte del ser humano y revierte en servicio a los dem\u00e1s[42]<\/sup><\/sup><\/a>. Tal vez por ello hace mucho bien, en la cultura en la que nos movemos, narrar las experiencias personales de la salvaci\u00f3n de Dios (frente a la pura adhesi\u00f3n ideol\u00f3gica o te\u00f3rica a la fe), la comunicaci\u00f3n horizontal (frente a la unidireccional) e introducirnos en el mundo de los sentimientos y la afectividad (frente a un excesivo hincapi\u00e9 en al activismo pr\u00e1ctico, la disciplina o el orden)[43]<\/sup><\/sup><\/a>.
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\n3.4 Gram\u00e1tica de una libertad conquistada por un inter\u00e9s \u00faltimo<\/em><\/strong>.- La libertad es un don ambiguo. El ser humano cuando nace depende de sus padres durante un tiempo m\u00e1s largo que cualquier otro animal y sus reacciones son menos r\u00e1pidas y menos eficientes que las reacciones autom\u00e1ticamente reguladas por el instinto. Sin embargo, este mismo desamparo es la fuente de la que brota el desarrollo humano; la debilidad biol\u00f3gica del ser humano es la condici\u00f3n de la cultura humana. Desde el comienzo de su existencia el ser humano se ve obligado a elegir entre diversos cursos de acci\u00f3n, frente al animal, cuya conducta estar\u00e1 pr\u00e1cticamente determinada por su instinto. En el ser humano los est\u00edmulos existen pero la forma de satisfacerlos permanece \u00ababierta\u00bb, es decir, debe elegir entre diferentes cursos de acci\u00f3n[44]<\/sup><\/sup><\/a>.
\nLos j\u00f3venes reivindican en todo momento la m\u00e1xima libertad, a\u00fan a costa de contradecirse a s\u00ed mismos. Los estudios realizados por los EVS (European<\/em> Values Surveys<\/em>) ponen de relieve que uno de los valores m\u00e1s importantes para los j\u00f3venes es la libertad y, si conceden gran valor al dinero, no es principalmente por ser materialistas (unos s\u00ed y otros no), sino porque les proporciona la libertad de ir adonde quieren y ser quienes desean ser. Muchos j\u00f3venes identifican libertad con autonom\u00eda personal\u2026 Pasan horas en Internet entre otras razones porque est\u00e1n libres, eliminan distancias, se divierten por s\u00ed mismos y se desconectan cuando han tenido suficiente. Si los evangelizadores queremos predicar el Evangelio, no tenemos m\u00e1s remedio que satisfacer en el joven esta hambre de libertad, comprenderla y orientarla hacia la libertad m\u00e1s profunda de Cristo[45]<\/sup><\/sup><\/a>. Es una tarea dif\u00edcil, porque en general la Iglesia es concebida como una instituci\u00f3n que se opone a la autonom\u00eda personal, que impone normas y que dicta lo que no est\u00e1 permitido hacer. De hecho, los EVS a los que alud\u00edamos anteriormente, afirman que los j\u00f3venes pueden llegar a ir a la Iglesia para buscar orientaci\u00f3n espiritual, pero no aceptan ninguna religi\u00f3n que limite su autonom\u00eda personal. Los j\u00f3venes temen a la religi\u00f3n cuando gira en torno al principio \u00abno puedes\u00bb.
\nLos j\u00f3venes se habr\u00edan quedo at\u00f3nitos al contemplar la libertad de los disc\u00edpulos de Jes\u00fas. Y es que el evangelizador est\u00e1 llamado a hacer carne propia la enorme libertad de Jes\u00fas, que entreg\u00f3 su vida libremente, mostrando ser due\u00f1o de su propia existencia. Hay una palabra griega, eksousia<\/em>, que significa tanto `libertad\u00b4como `autoridad\u00b4, y se aplica a Jes\u00fas cuando la gente preguntaba: \u00bfde d\u00f3nde le viene a \u00e9ste su autoridad? La autoridad de Jes\u00fas brota de una libertad que viene de la obediencia a Dios, de saberse el enviado, de hacer presente el Reino de Dios. El evangelizador se ejercita en una libertad obediente en el ejercicio de su misi\u00f3n apost\u00f3lica.
\nLa libertad de Jes\u00fas no tiene sentido para quienes viven \u00fanicamente el momento presente. Es una libertad que avanza hacia el Reino, del mismo modo que el Jueves Santo se proyecta hacia el Domingo de Pascua. Es la libertad del santo, m\u00e1s que del h\u00e9roe. El h\u00e9roe ocupa el centro del escenario y debe tener \u00e9xito; pero la libertad del santo tiene otras caracter\u00edsticas: se trata de un personaje en una historia que siempre trata, fundamentalmente, de Dios, que no est\u00e1 re\u00f1ida ni con el fracaso ni con el perd\u00f3n, tampoco con nuevas alternativas frente a situaciones de siempre. La libertad del santo est\u00e1 atra\u00edda por un `inter\u00e9s \u00faltimo\u00b4 queplenifica. Sabemos que el hecho de ser atrapados por un inter\u00e9s \u00faltimo moviliza nuestra libertad en una sola direcci\u00f3n y en un \u00fanico sentido. Lo que es \u00faltimo suscita pasi\u00f3n e inter\u00e9s infinitos. El inter\u00e9s por lo incondicionado, por lo absoluto, genera la inquietud del coraz\u00f3n, que va en b\u00fasqueda de aquello que trasciende la experiencia de lo relativo y lo transitorio, de lo que le lleva m\u00e1s all\u00e1. Jesucristo se presenta para el agente de evangelizaci\u00f3n como inter\u00e9s \u00faltimo, o dicho de otra manera, el agente de evangelizaci\u00f3n ha reconocido en Jesucristo \u201cel Camino, la Verdad y la Vida\u201d (cf. Jn 14,6). Por m\u00e1s que la cultura del entretenimiento, de la diversi\u00f3n, del consumismo, del espect\u00e1culo\u2026 trate de hacerle vivir en un para\u00edso de los sentidos, \u00e9l o ella saben que hay m\u00faltiples situaciones que derriban a tierra al ser humano e inteligentemente se empe\u00f1a en afincarse en un inter\u00e9s \u00faltimo s\u00f3lido (cf. Mt 7,21-27).
\nEl coraz\u00f3n del joven anhela encontrar un `inter\u00e9s \u00faltimo\u00b4, y percibirlo en alguien atrae su atenci\u00f3n. Los propios j\u00f3venes, a los que mayoritariamente est\u00e1 dirigida una ingente maquinaria publicitaria, se est\u00e1n haciendo conscientes del desencanto de muchas ofertas de felicidad (consumismo, belleza, moda…) y de las mentiras de los indicadores de felicidad (euforia, \u00e9xito, placer\u2026)[46]<\/sup><\/sup><\/a>. El evangelizador transparenta con su vida que est\u00e1 bajo un inter\u00e9s \u00faltimo que le seduce sin acarrearle ning\u00fan mal, en una cultura llena de adiciones y compulsiones que conducen por derroteros que acaban destruyendo a la persona; que presenta el rostro de una persona singular y no una ideolog\u00eda; que no es extra\u00f1o a \u00e9l pero, a la vez, no le pertenece; que ha podado las apariencias est\u00e9riles\u2026
\nEl agente de evangelizaci\u00f3n, con una actitud vital de discernimiento, se realiza como libertad. Eso s\u00ed, una libertad siempre limitada, corp\u00f3rea, finita, \u00aba trav\u00e9s\u00bb del otro, condicionada y en situaci\u00f3n. El trasfondo y la clave interpretativa de su vida est\u00e1n en la llamada de una trascendencia amorosa y en el impulso hacia una eternidad no siempre justificable desde la pura racionalidad. De esta manera, el agente de evangelizaci\u00f3n fomenta una cultura te\u00f3noma que expresa en sus creaciones un significado trascendente como su mismo fundamento espiritual, frente a una cultura aut\u00f3noma, secularizada, vac\u00eda de sentido. Como anunciador de la Buena Noticia de Jes\u00fas de Nazaret, est\u00e1 llamado adem\u00e1s a descifrar el estilo de una cultura aut\u00f3noma en todas sus expresiones caracter\u00edsticas y encontrar su significado oculto, convencido de que la realidad sobre la que va y viene no es atea sino que est\u00e1 habitada por Dios. Dicho significado aparece cuando la raz\u00f3n y la libertad se ven conducidas, m\u00e1s all\u00e1 de s\u00ed misma, a su `fondo y abismo\u00b4.
\nCiertamente, la salvaci\u00f3n, en cuanto oferta gratuita de Dios, s\u00f3lo puede ser considerada a la luz del misterio del pecado y del riesgo que corre la libertad de apartarse de Dios. En la espiritualidad ignaciana, el acto de la libertad (las elecciones) es un tr\u00e1nsito del \u201cno ser\u201d al \u201cser\u201d, una peregrinaci\u00f3n de la memoria a la inteligencia y a la afectividad; un ascenso progresivo hacia la dimensi\u00f3n infinita de la libertad divina, escalando dicha meta a trav\u00e9s de la experiencia de que Dios es y est\u00e1 en la realidad \u00abd\u00e1ndola y d\u00e1ndose en ella\u00bb (EE 234); \u00abhabitando\u00bb (235); \u00abtrabajando\u00bb (236); \u00abdescendiendo\u00bb (237)[47]<\/sup><\/sup><\/a>. El agente de evangelizaci\u00f3n est\u00e1 invitado a participar en una relaci\u00f3n de acompa\u00f1amiento que haga ser al joven en relaci\u00f3n a Jesucristo, porque lo que hace que alguien sea es una relaci\u00f3n de amor, y se sabe por experiencia, que ninguna tan bella, buena y verdadera como la de Jes\u00fas de Nazaret. Con \u00c9l se aprende que ser en \u00faltima instancia es ser-por-amor. Esto es quiz\u00e1 lo que tan dif\u00edcil y necesario se hace vivir y transmitir en la nueva evangelizaci\u00f3n.
\n
\n\u00a03.5 Gram\u00e1tica de la gratuidad<\/em><\/strong>.- Los j\u00f3venes necesitan recibir el testimonio vital de los evangelizadores. Esto s\u00f3lo es posible cuando el evangelizador es \u201ctestigo de la salvaci\u00f3n de Jes\u00fas con humildad, con autenticidad, en solidaridad con los que sufren en esta sociedad. El testimonio implica que la experiencia de la fe se ha hecho convicci\u00f3n profunda que ilumina nuestra existencia y la realidad que nos rodea, y esta convicci\u00f3n debe conducir a la coherencia de vida y a la credibilidad personal y comunitaria. Ser testigos de la misericordia compasiva de Jes\u00fas supone una clara actitud prof\u00e9tica, acompa\u00f1ada de un esfuerzo continuo de conversi\u00f3n\u2026\u201d[48]<\/sup><\/sup><\/a>.
\nLos testigos y mediadores de la salvaci\u00f3n de Dios no act\u00faan como asalariados, ni se mueven en el \u00e1mbito de la exigencia moral o ideol\u00f3gica, no buscan los mejores puestos, no invitan a sus fiestas a aquel que puede devolverle\u2026 \u201cLa curaci\u00f3n que Jes\u00fas ofrece tiene su base en el amor compasivo que le lleva a preocuparse por el sufrimiento del enfermo\/a y el deseo de liberarlo de una manera eficaz. De ah\u00ed otra de las caracter\u00edsticas de las curaciones de Jes\u00fas: su absoluta gratuidad, no esperar ning\u00fan tipo de recompensa\u201d[49]<\/sup><\/sup><\/a>.
\nLa conversi\u00f3n a la gratuidad a la que est\u00e1n llamados los agentes de evangelizaci\u00f3n acontece en el seno de una relaci\u00f3n personal amorosa y libre (\u201cSi quieres, el que quiera, quien quisiere\u2026\u201d). Esta conversi\u00f3n es \u201cuna actitud vital profunda, la m\u00e1s profunda, que el ser humano ha de vivir permanentemente, puesto que en vivir, de cara (vuelto), o de espaldas a Dios, le va su plena realizaci\u00f3n o su degradaci\u00f3n como persona\u201d[50]<\/sup><\/sup><\/a>. Dios es pura y sana donaci\u00f3n. `Convertirse\u00b4 significa para el agente de evangelizaci\u00f3n que su libertad se gira, se vuelve, de dentro a fuera, hacia alguien, un Otro, un T\u00fa que toma la iniciativa y siempre cuenta con \u00e9l.
\nEl testigo y mediador de la salvaci\u00f3n de Dios ha experimentado la gratuidad de Dios y se ha convertido en cauce de su gratuidad. Unirse a la gratuidad de Dios, quien es y se da al un\u00edsono, es lo que nutre una vida humana gratuita y, por consiguiente, lo que disuelve los lazos establecidos por el inter\u00e9s o la reciprocidad err\u00f3neamente interpretada, lo que acaba con el intento de organizar la vida en clave comercial, de trueque y de coste, devorando dinamismos que tienen poder para salvarnos. \u00a1Cu\u00e1nto bien hace una persona que en sus acciones es gratuita! No estamos acostumbrados a ello. \u201cEn nuestra sociedad predomina un tipo de personalidad que Erich Fromm ha calificado de \u00aborientaci\u00f3n mercantil\u00bb. Se trata de personas que se experimentan a s\u00ed mismas como una mercanc\u00eda cuyo valor depende en cada momento de la mayor o menor cotizaci\u00f3n que su estilo de vida tenga en el mercado. Salta a la vista el grado de inseguridad personal que genera una concepci\u00f3n semejante. Si la autoestima no depende de lo que uno haya llegado a ser, sino del aprecio de los dem\u00e1s, estar\u00e1 siempre amenazada y necesitar\u00e1 ser continuamente afirmada desde el exterior\u201d[51]<\/sup><\/sup><\/a>.
\nLos agentes de evangelizaci\u00f3n han experimentado el amor incondicional y la gratuidad de Dios para con ellos y han quedado tocados. No entienden su vida si no es dando gratis lo gratis recibido, aquello que consideran m\u00e1s valioso, la Buena Noticia de Jes\u00fas, \u00c9l mismo. \u00bfQu\u00e9 joven no termina cuestion\u00e1ndose hoy en d\u00eda la gratuidad de aquellos que permanentemente le tienden la mano? La gratuidad busca extender un espacio donde las personas m\u00e1s vulnerables, pobres y excluidas puedan encontrar esperanza. Observando al agente de evangelizaci\u00f3n, se puede percibir que evangelizar es sumarse a un proceso de creciente vulnerabilidad, morar en las dificultades, inyectarles amor y mostrar en sus mism\u00edsimas entra\u00f1as la proximidad de Dios (X. Quinz\u00e1).
\n
\n3.6 Gram\u00e1tica de la esperanza.-<\/em><\/strong> Estamos presenciando el nacimiento de una nueva cultura y ello \u201cnos obliga a tomar en serio la novedad que se perfila en el horizonte. No sabemos a\u00fan con certeza de qu\u00e9 se trata. Por el momento pueden verificarse solo algunos indicios que encaminan a ver una nueva \u00e9poca\u201d[52]<\/sup><\/sup><\/a>. Ahora bien, \u00abaquellos cuya esperanza es fuerte, ven y fomentan todos los signos de la nueva vida y est\u00e1n preparados en todo momento para ayudar al advenimiento de lo que se halla en condiciones de nacer\u00bb (E.Fromm).
\nLos evangelizadores no podemos esperar impasibles a que acontezca no sabemos qu\u00e9. Estamos de acuerdo en que la nueva evangelizaci\u00f3n consiste en esencia en \u201cllevar al mundo el testimonio de Jesucristo y ser levadura del amor de Dios entre los dem\u00e1s\u201d[53]<\/sup><\/sup><\/a>. Para ello se requiere, adem\u00e1s de la convicci\u00f3n de que la gracia act\u00faa en uno mismo, esperanza. La esperanza forma parte esencial de nuestra existencia. Constituye la entra\u00f1a misma del ser humano: \u201cSer es esperar y para existir hay que ejercitar la esperanza\u201d (Gonz\u00e1lez deCardedal)[54]<\/sup><\/sup><\/a>. \u201cA lo largo de la existencia, el hombre tiene muchas esperanzas, m\u00e1s grandes o m\u00e1s peque\u00f1as, diferentes seg\u00fan los per\u00edodos de su vida\u2026 Sin embargo, cuando estas esperanzas se cumplen, se ve claramente que esto, en realidad, no lo era todo. Est\u00e1 claro que el hombre necesita una esperanza que vaya m\u00e1s all\u00e1\u2026\u201d[55]<\/sup><\/sup><\/a>.
\nEl sufrimiento humano puede ahogar la esperanza; se ha convertido en la gran dificultad para aceptar la existencia de Dios. Afirmar que Dios no puede sentir ni sufrir \u2012atributo de la impasibilidad divina, como el de la omnipotencia, la omnisciencia o la eternidad\u2012 representa una aut\u00e9ntica provocaci\u00f3n e incluso una crueldad para el joven actual. Hemos de configurar una gram\u00e1tica de la esperanza, que integre la existencia del sufrimiento, pr\u00f3xima a la sensibilidad juvenil. Los autores b\u00edblicos, sin excepci\u00f3n, atribuyen intensas emociones a Dios. Este se enfada y se arrepiente, goza y siente pena. Sobre todo, es el Dios del amor sacrificado y de la compasi\u00f3n. Oye oraciones y responde a ellas, se involucra profundamente en la historia. En el retrato que hacen de \u00e9l los escritos prof\u00e9ticos, Dios sufre de veras con la humanidad y por ella. \u00bfAcaso no es digno este Dios de que esperemos en \u00c9l? El reto que tienen los agentes de pastoral es favorecer, siendo testigos y mediadores de la salvaci\u00f3n de Dios, que el joven est\u00e9 referido y radicado en ese Dios, que experimente que ese Alguien absoluto se ha hecho historia y presencia en Jes\u00fas de Nazaret, que se deje vencer por un Dios Amor aparentemente d\u00e9bil ante las realidades crucificadas. No podemos olvidar que la salvaci\u00f3n que promueve Jes\u00fas no consiste s\u00f3lo en una mejor\u00eda f\u00edsica, sino que busca la sanaci\u00f3n integral de la persona (cf. Jn 7,23). Y esto significa liberar al ser humano de todo aquello que lo esclaviza (dimensi\u00f3n receptiva) y hacerlo responsable de su propia vida, de su propia salud (dimensi\u00f3n activa), ambos aspectos \u00edntimamente unidos.
\nEl fundamento de la esperanza de los evangelizadores es la propia historia personal y singular de Jes\u00fas. \u00c9l les confirma que Dios, parad\u00f3jicamente, salva desde la pobreza y la debilidad, escoge lo que el mundo desprecia para salvar. \u00c9l les asegura que la debilidad no es un obst\u00e1culo para el anuncio del Reino sino parte del lenguaje de la esperanza, que el mal no cierra la puerta para la salvaci\u00f3n en este mundo y que su ant\u00eddoto es la debilidad del amor. Jes\u00fas de Nazaret es la raz\u00f3n por la que, como muy bien dice Schillebeeckx, el cristianismo radicaliza y relativiza a la vez la construcci\u00f3n de la ciudad humana[56]<\/sup><\/sup><\/a>, posibilita que las cosas se vean de manera distinta\u2026
\n
\nDicen por ah\u00ed
\nque si hay Dios est\u00e1 lejos
\nque el amor no funciona,
\nque la paz es un sue\u00f1o
\nque la guerra es eterna,
\ny que el fuerte es el due\u00f1o
\nque silencia al cobarde
\ny domina al peque\u00f1o.
\nPero un \u00e1ngel ha dicho
\nque esta cerca de m\u00ed
\nquien cambia todo esto,
\ntan fr\u00e1gil y tan grande,
\ntan d\u00e9bil y tan nuestro.
\nDicen que est\u00e1 en las calles,
\nque hay que reconocerlo
\nen esta misma carne,
\ndesnudo como un verso,
\nque quien llega a encontrarlo
\nve desvanecerse el miedo,
\nve que se secan las l\u00e1grimas
\nve nueva vida en lo yermo.
\nDicen por ah\u00ed
\nque si hay Dios est\u00e1 lejos,
\npero tu y yo sabemos,
\nque est\u00e1 cerca, en tu hermano,
\n\u2026 y est\u00e1 en ti muy adentro.
\nJos\u00e9 Mar\u00eda R. Olaizola
\n
\n\u00bfQu\u00e9 hacer cuando la realidad concreta parece desmentir las esperanzas en Dios y no quedan rincones donde el mal no se ense\u00f1oree? Los evangelizadores proclaman una esperanza que va m\u00e1s all\u00e1. La esperanza en la manifestaci\u00f3n gloriosa del Salvador Jesucristo, la esperanza de resucitar con Cristo, la esperanza de una liberaci\u00f3n definitiva, la esperanza en la vida eterna, la esperanza de ser para siempre con Cristo. El evangelizador peregrina en este mundo con una esperanza enraizada en Cristo, que le orienta hacia el futuro, purificada en las dificultades de la vida, paciente y en comunidad. Su gram\u00e1tica consiste en vivir alegres en la esperanza<\/em>[57]<\/sup><\/sup><\/a>.
\n <\/p>\n\n
\nLa salvaci\u00f3n cristiana puede ser narrada por medio de la gram\u00e1tica de los testigos de la<\/em> Palabra encarnada: gram\u00e1tica de la verdad, de la confianza, de la debilidad fortalecida y la alegr\u00eda, de una libertad conquistada por un inter\u00e9s \u00faltimo, de la gratuidad y de la esperanza[58]<\/sup><\/sup><\/a>. Se le pide una apertura constitutiva al esp\u00edritu del tiempo, a un posible interlocutor que no es el joven abstracto y gen\u00e9rico sino el joven anclado en unas coordenadas de espacio y tiempo concretas. El evangelizador sabe que hablar de Dios es siempre un esfuerzo hist\u00f3ricamente condicionado que persigue hacerse inteligible, de tal manera que su gran desaf\u00edo es hablar, en las palabras del tiempo, de aquella Palabra que visita la historia. En ocasiones la vida consiste en tratar de desvelar el sentido oculto\/profundo de las palabras, esa ser\u00e1 la tarea del joven.
\n
\nLas vidas personales son mediaciones gramaticales de la salvaci\u00f3n cristiana para los dem\u00e1s gracias a la experiencia de que Dios ama y salva (cf. Rom 3).<\/em>
\n\u00a0<\/em><\/p>\n
\n[1]<\/a> Cf. BENEDICTO XVI, Introducci\u00f3n al cristianismo, <\/em>S\u00edgueme, Salamanca 2002, 31.
\n[2]<\/a> \u201cLas transformaciones sociales a las que hemos asistido en las \u00faltimas d\u00e9cadas tienen causas complejas, que hunden sus ra\u00edces en tiempos lejanos, y han modificado profundamente la percepci\u00f3n de nuestro mundo. Pensemos en los gigantescos avances de la ciencia y de la t\u00e9cnica, en la ampliaci\u00f3n de las posibilidades de vida y de los espacios de libertad individual, en los profundos cambios en el \u00e1mbito econ\u00f3mico, en el proceso de mezcla de etnias y culturas causado por fen\u00f3menos migratorios de masas, y en la creciente interdependencia entre los pueblos. Todo esto ha tenido consecuencias tambi\u00e9n para la dimensi\u00f3n religiosa de la vida del hombre. Y si, por un lado, la humanidad ha conocido beneficios innegables de esas transformaciones y la Iglesia ha recibido ulteriores est\u00edmulos para dar raz\u00f3n de su esperanza (cf. 1 Pe 3,15), por otro, se ha verificado una p\u00e9rdida preocupante del sentido de lo sagrado, que incluso ha llegado a poner en tela de juicio los fundamentos que parec\u00edan indiscutible, como la fe en un Dios creador y providente, la revelaci\u00f3n de Jesucristo \u00fanico salvador\u2026\u201d. BENEDICTO XVI, Carta Apost\u00f3lica Ubicumque<\/em> et Semper <\/em>(21 de septiembre de 2010).
\n[3]<\/a> Cf. P. CODA, \u201c<\/em>Creaci\u00f3n\u201d<\/em> en: IZQUIERDO, C., Diccionario de Teolog\u00eda<\/em>, Eunsa, Pamplona 2006, 187.
\n[4]<\/a> \u00abToda la fe cristiana se halla atravesada por esta di\u00e1stasis: por una parte Cristo ya ha triunfado y nos incorpora real y efectivamente a su triunfo; por otra parte, todav\u00eda no ha sido eliminado por completo el pecado ni vencida del todo la muerte. El triunfo de Cristo no ha desplegado todo su poder ni toda su virtualidad sobre nosotros, sobre la historia y sobre el universo. Es un triunfo verdadero y activo, con una realidad y un dinamismo actual y propio, pero no consumado. La econom\u00eda de salvaci\u00f3n est\u00e1 en marcha de modo irrefrenable y definitivo, nosotros ya participamos de ella pero todav\u00eda no estamos en el fin, en la consumaci\u00f3n\u00bb. UR\u00cdBARRI, G., \u00abHabitar en el tiempo escatol\u00f3gico\u00bb en: UR\u00cdBARRI, G. (Dr.), Fundamentos de la Teolog\u00eda Sistem\u00e1tica, <\/em>UPCO \u2013 Descl\u00e9e, Madrid – Bilbao 2003, 267.
\n[5]<\/a> Cf. G. CICCHESE, \u201cLenguaje\u201d en: BORILE, E., CABBIA, L., MAGNO, V., Diccionario de Pastoral Vocacional, <\/em>S\u00edgueme, Salamanca 2005, 605.
\n[6]<\/a> MARTINI, C. M., Communication et spiritualit\u00e9<\/em>, Chalet, Par\u00eds 1991, 19.
\n[7]<\/a> FISICHELLA, R., La nueva evangelizaci\u00f3n, <\/em>Sal Terrae, Santander 2012, 84.