{"id":6834,"date":"2012-09-01T00:00:26","date_gmt":"2012-08-31T22:00:26","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6834"},"modified":"2012-09-01T00:00:26","modified_gmt":"2012-08-31T22:00:26","slug":"el-regreso-a-itaca-y-el-sueno-de-la-libertad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-regreso-a-itaca-y-el-sueno-de-la-libertad\/","title":{"rendered":"EL REGRESO A \u00cdTACA Y EL SUE\u00d1O DE LA LIBERTAD"},"content":{"rendered":"
Eugenio Alburquerque Frutos<\/strong> Eugenio Alburquerque Frutos<\/p>\n [1]<\/a> L. FERRY, La sabidur\u00eda de los mitos<\/em>, Taurus, Madrid 2009, 176. Eugenio Alburquerque Frutos Director del Bolet\u00edn Salesiano S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El autor, en este art\u00edculo, ayud\u00e1ndose de an\u00e1lisis antropol\u00f3gicos ofrece interesantes reflexiones pastorales para educar y evangelizar a los j\u00f3venes. Se dice que el profesor Ronald Gibson comenz\u00f3 una c\u00e9lebre conferencia sobre el conflicto generacional con estas palabras: – Nuestra juventud gusta del […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1610,465,94],"tags":[],"class_list":["post-6834","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-428","category-eugenio-alburquerque-frutos","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6834"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=6834"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6834\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=6834"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=6834"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=6834"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nDirector del Bolet\u00edn Salesiano<\/strong>
\n
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl autor, en este art\u00edculo, ayud\u00e1ndose de an\u00e1lisis antropol\u00f3gicos ofrece interesantes reflexiones pastorales para educar y evangelizar a los j\u00f3venes.
\n
\nSe dice que el profesor Ronald Gibson comenz\u00f3 una c\u00e9lebre conferencia sobre el conflicto generacional con estas palabras:
\n– Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando entra una persona anciana. Responden a sus padres y son simplemente malos.<\/em>
\n– Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro pa\u00eds, si la juventud de hoy toma ma\u00f1ana el poder, porque esa juventud es insoportable, desenfrenada, simplemente horrible.<\/em>
\n – Nuestro mundo lleg\u00f3 a su punto cr\u00edtico. Los hijos ya no escuchan a sus padres. El fin del mundo no puede estar muy lejos.<\/em>
\n– Esta juventud esta malograda hasta el fondo del coraz\u00f3n. Los j\u00f3venes son malhechores y ociosos. Ellos jam\u00e1s ser\u00e1n como la juventud de antes. La juventud de hoy no ser\u00e1 capaz de mantener nuestra cultura.<\/em>
\nDespu\u00e9s de enunciar estas cuatro frases, el doctor Gibson, observaba c\u00f3mo gran parte de la concurrencia aprobaba cada una de ellas. Aguard\u00f3 unos instantes a que se acallaran los murmullos de la gente comentando lo expresado y entonces revel\u00f3 el origen de las frases, diciendo:
\nLa primera frase es de S\u00f3crates (entre los a\u00f1os 470 – 399 a. C.). La segunda es de Hes\u00edodo (hacia el a\u00f1o 720 a. C.). La tercera es de un sacerdote (hacia el a\u00f1o 2.000 a. C.). La cuarta estaba escrita en un vaso de arcilla descubierto en las ruinas de Babilonia (actual Bagdad) y con m\u00e1s de 4.000 a\u00f1os de existencia. Y ante la perplejidad de los asistentes, concluy\u00f3 dici\u00e9ndoles: se\u00f1oras madres y se\u00f1ores padres de familia: rel\u00e1jense, que la cosa siempre ha sido as\u00ed.
\nEs cierto que a muchos padres y educadores les llena de consuelo, el escuchar o leer juicios extremadamente negativos sobre los j\u00f3venes, pensar que siempre ha sido as\u00ed; que lo que hoy sucede, ha sucedido siempre; que los j\u00f3venes de hoy, al fin y al cabo, son como los j\u00f3venes de ayer o de hace incluso miles y miles de a\u00f1os. A otros, en cambio, nos desasosiega el hecho y el pensamiento. Y espero que la mirada a los j\u00f3venes, desde una perspectiva verdaderamente educativa y pastoral, sea muy diferente. Que no caiga ni en ese pesimismo apocal\u00edptico ni tampoco en la tentaci\u00f3n de la indiferencia; que abandone los t\u00f3picos, el catastrofismo y la desesperanza. Que sea desde el realismo, el discernimiento y la misericordia. Que sea una mirada de comprensi\u00f3n y empat\u00eda.
\nRealmente, \u00bfqu\u00e9 les est\u00e1 pasando a los j\u00f3venes y a los adolescentes y por qu\u00e9?, \u00bfpor qu\u00e9 caminos transitan? \u00bfpor qu\u00e9 los adultos \u2013padres, educadores, profesores, agentes sociales…-est\u00e1n (y estamos) tan despistados a la hora de afrontar estos hechos?
\nVoy a intentar dar algunas pistas de respuesta sirvi\u00e9ndome no de la sociolog\u00eda o la psicolog\u00eda, ciencias a las que ordinariamente acudimos para conocer la realidad de los j\u00f3venes, sino m\u00e1s bien de la antropolog\u00eda. Me fijo en algunos modelos antropol\u00f3gicos presentes hoy entre los j\u00f3venes; pero lo hago mirando a algunos iconos que nos propone la mitolog\u00eda cl\u00e1sica en diversos relatos. En concreto, me referir\u00e9 a Ulises, Narciso, \u00cdcaro y Prometeo, encarnados \u2013me parece- en la sociedad actual en la vida de tantos j\u00f3venes. Los mitos constituyen el coraz\u00f3n de la sabidur\u00eda antigua y contienen una actualidad de la existencia humana que siempre nos conviene descubrir y vislumbrar para aprender a vivir humanamente.
\n <\/p>\n\n
\nFijamos la mirada, en primer lugar, en el relato hom\u00e9rico de la Odisea, que narra el viaje de regreso de Ulises hacia su isla de \u00cdtaca, para volver a su patria, a su casa, a su amada esposa Pen\u00e9lope, tras la guerra de Troya. Despu\u00e9s de los desastres de la guerra, el viaje parec\u00eda un mero tr\u00e1mite. Sin embargo, se convierte en una odisea porque las muchas dificultades y las propias equivocaciones del h\u00e9roe le hacen demorar la llegada, llev\u00e1ndole de un lado para otro como un juguete del destino. Cuando Ulises, primer representante en la historia del pensamiento occidental de una \u201cespiritualidad laica\u201d, seg\u00fan Luc Ferry[1]<\/a>, se encuentra con Pen\u00e9lope, es un hombre muy distinto del que parti\u00f3 a la guerra a\u00f1os antes[2]<\/a>.
\nComo en el relato hom\u00e9rico, la adolescencia y juventud, que hasta no hace mucho era tambi\u00e9n un breve tr\u00e1nsito entre la ni\u00f1ez y el mundo de los adultos, se est\u00e1 convirtiendo cada vez m\u00e1s en un viaje prolongado y problem\u00e1tico. Se ha ampliado y alargado en dos direcciones: la adolescencia empieza antes y la juventud acaba cada vez m\u00e1s tarde. Por eso, la misma sensaci\u00f3n que le queda al lector de la Odisea (que Ulises dec\u00eda solo de palabra, que ten\u00eda mucha prisa por regresar a \u00cdtaca, que este era el objeto m\u00e1s querido de sus deseos), se tiene actualmente con la juventud: no parecen tener tanta prisa por salir de ella… Es verdad que, en su descargo, hemos de tener en cuenta que la meta est\u00e1 tan lejana \u2013ser independiente a los veintimuchos a\u00f1os- que se desdibuja. \u00cdtaca queda demasiado lejos. Por tanto, pas\u00e9moslo lo mejor posible en el camino, como proclam\u00f3 Cavafis: \u201cCuando salgas de viaje para \u00cdtaca, desea que el camino sea largo, colmado de aventuras, de experiencias colmado. \/\u2026\/ Que sean muchas las ma\u00f1anas estivales en que \u2013y \u00a1con qu\u00e9 alegre placer!- entres en puertos que ves por vez primera. \/\u2026\/ No tengas la menor prisa en tu viaje\u201d[3]<\/a>.
\nEl obst\u00e1culo que retras\u00f3 m\u00e1s tiempo \u2013varios a\u00f1os- a Ulises fue su enredo amoroso con la ninfa Calipso, que le propone la inmortalidad y la eterna juventud, mientras en \u00cdtaca los Pretendientes tratan de arrebatarle su palacio y su mujer. Ulises ama a Pen\u00e9lope y est\u00e1 decidido a volver con ella; sin embargo, pierde la cabeza y durante \u00a1a\u00f1os!<\/em> se abandona en brazos de Calipso. Su deseo de experiencias placenteras inmediatas prevalece sobre sus prop\u00f3sitos. Tiene, adem\u00e1s, una buena coartada: Calipso le retiene de modo m\u00e1gico con sus poderes divinos. En realidad, \u00e9l se siente m\u00e1s v\u00edctima que culpable.
\nAlgo de eso les pasa a los j\u00f3venes. Buscan calor afectivo, que alguien les acepte porque ellos mismos con frecuencia no lo hacen. Para ellos, lo emocional est\u00e1 por encima de lo sensato. Esa b\u00fasqueda de calor y cari\u00f1o bloquea otras decisiones de tipo racional. \u00bfQui\u00e9n les dice que tengan cuidado con sus amor\u00edos, que no pueden jugar con sus sentimientos y con los de los dem\u00e1s…?
\nPero, como dice Rojano, \u00abseguir con Calipso\u00bb no significa simplemente relaciones amorosas con la ninfa. El tiempo que se dedica a estar con la panda de amigos de la misma edad se explica del mismo modo: buscar un poco de calor, de aceptaci\u00f3n. Necesitan estar juntos, sentir el calor de la masa, saber que \u00abno s\u00e9 que quiero hacer con mi vida, pero estos que est\u00e1n aqu\u00ed tampoco…\u00bb. Se trata de seguir mientras se pueda en brazos de los amores fugaces, de la panda de amigos… en definitiva, de Calipso.
\nSin duda, el desbarajuste emocional es un rasgo distintivo especialmente de la adolescencia hoy, pero tambi\u00e9n de los que no son tan adolescentes. Ya hace a\u00f1os que en Estados Unidos y en Europa Occidental se habla del llamado \u201cs\u00edndrome de Peter Pan\u201d<\/em>. Son muchos los adultos de entre 40 y 50 a\u00f1os que quieren vivir una segunda adolescencia y cambian de pareja inesperada y repetidamente, consumen coca, comienzan a descuidar sus responsabilidades y a mecerse en la ambig\u00fcedad y la indiferencia. Tambi\u00e9n ellos quieren recuperar la adolescencia y abandonarse en los brazos de Calipso. Y, con frecuencia, como Ulises, solo podr\u00e1n separarse de sus brazos, si Calipso los deja partir.
\nLa odisea narra tambi\u00e9n el encuentro con Circe, la hechicera solitaria que, aburrida sola en su isla, busca compa\u00f1\u00eda, ofrece bebidas a toda la tripulaci\u00f3n de Ulises, y con una poci\u00f3n m\u00e1gica los hechiza y convierte en animales, que olvidan sus objetivos y su viaje y se limitan a pastar y alimentarse despreocupados y felices.<\/em> Aunque interiormente sigan siendo humanos, todos quedan convertidos en cerdos, a los que amablemente Circe conduce a la cochiquera, reparti\u00e9ndoles agua y bellotas.
\nTambi\u00e9n Circe, en cuyos brazos Ulises se queda un a\u00f1o entero, hace que el h\u00e9roe se olvide de su casa y de su patria, de su padre, de su hijo y de su esposa; que posponga su gran deseo y relegue sus prisas. Y lo mismo que Ulises y sus compa\u00f1eros, tambi\u00e9n muchos j\u00f3venes caen bajo el domino de las modernas circes, como la comunicaci\u00f3n por medio de las nuevas tecnolog\u00edas: los mensajes y charlas con los m\u00f3viles, los chats<\/em>, los mundos paralelos vividos con la Play Station<\/em> o juegos de simulaci\u00f3n… Se trata a menudo de perderse, de olvidarse de los propios problemas o de una realidad insatisfactoria. Desde fuera, la vida de los hechizados por Circe era infrahumana (condenados a ser y vivir como cerdos); pero, \u00a1ellos se sent\u00edan muy felices!
\nUlises y sus compa\u00f1eros son apresados por el terrible y gigantesco c\u00edclope, que los almacena en su cueva para com\u00e9rselos poco a poco. Ulises tiene que poner en juego toda su astucia para poderse librar de las garras de Polifemo. Para enga\u00f1arle, dice llamarse Nadie<\/em>: \u00abNadie<\/em> te ha herido, se\u00f1or…\u00bb Pero, una vez que huye, recupera su nombre y su identidad. \u00bfY si Ulises hubiera sido Nadie<\/em> durante unos meses o a\u00f1os…? \u00bfY si hubiera olvidado qui\u00e9n era…? Este es quiz\u00e1 el riesgo de una juventud prolongada: no se madura humanamente y no se alcanza la propia identidad.
\nEl joven se siente a menudo a disgusto consigo mismo porque no sabe qui\u00e9n es, qu\u00e9 busca y que quiere. \u201cSe siente permanentemente Nadie<\/em>, no circunstancialmente, como Ulises en la cueva. Esto explica, al menos en parte, ciertos comportamientos en masa en que participan muchos adolescentes y j\u00f3venes que s\u00f3lo buscan dar la nota, hacerse notar, hacer ver que \u00abintento ser alguien\u00bb: la masa de los conciertos de m\u00fasica rock, los aficionados deportivos fan\u00e1ticos, las pintadas y grafittis, las bandas con sus s\u00edmbolos de identidad, el diluirse en los disturbios de la kale borroka<\/em> o de grupos racistas o neonazis… S\u00f3lo se inmunizar\u00e1n contra estas tendencias asociales si van elaborando pronto una identidad personal madura y equilibrada, si dejan de sentirse nadie<\/em> mediante caminos constructivos\u201c[4]<\/a>.
\nFinalmente, quiero aludir al relato de las sirenas y al paso de Ulises por el hades. Ulises tiene que amarrarse al tim\u00f3n y taponarse los o\u00eddos para no dejarse llevar por el canto de las sirenas, canto tan seductor que se vuelve mortal. La incitaci\u00f3n al consumo es una melod\u00eda que los adolescentes y j\u00f3venes actuales perciben continuamente, porque socialmente seduce y atrae con una fuerza irresistible. Promueve una forma hedonista de vida, porque se trata de tener m\u00e1s para disfrutar m\u00e1s. Entre los j\u00f3venes, se expresa, por ejemplo, en la obsesi\u00f3n por las marcas, por tener el \u00faltimo CD, por piratear el mejor juego de ordenador, por ser tan delgada como esa modelo semianor\u00e9xica… Todo eso son hoy, las sirenas de Ulises.
\nPero el viaje m\u00e1s peligroso de Ulises es su paso por el Hades, el reino de los muertos, donde est\u00e1 a punto de dejarse de contar entre los vivos. Le asalta la angustia ante la vista de ese pueblo de sombras, pero logra salir airoso. Ulises sali\u00f3 de su Hades y, quiz\u00e1, la mayor\u00eda de los adolescentes salen del suyo particular, pero siempre con heridas m\u00e1s o menos curadas y superadas. Y no todos lo consiguen. La b\u00fasqueda de experiencias nuevas y emocionantes, a veces acaban en la pesadilla de los infiernos de los comas et\u00edlicos o de las sobredosis con las pastillas de drogas de dise\u00f1o; o de los contagios de SIDA y otras enfermedades; o en siendo v\u00edctima de la violencia entre bandas o tribus urbanas de diverso pelaje; o los embarazos de adolescentes, que a\u00f1o tras a\u00f1o suben de manera alarmante.
\nEn definitiva, la calle, la pandilla, los escarceos amorosos, los botellones, Internet, la m\u00fasica… son los lugares de paso de ese viaje hacia \u00cdtaca que es la b\u00fasqueda de la propia identidad y madurez. Ulises no pod\u00eda volver atr\u00e1s, hacia Troya, porque all\u00ed s\u00f3lo hab\u00eda ya ruinas. Tiene que seguir hacia adelante. El joven tiene que recorrer su camino y enfrentarse personalmente con muchos obst\u00e1culos. Nadie lo puede hacer por \u00e9l o por ella. Pero padres, pastores y educadores podemos hacer algo verdaderamente importante: acompa\u00f1arle en ese camino, ayudarle a formularse preguntas, a poner nombre a Calipso, a Circe, a las sirenas, al c\u00edclope, al Hades… y, quiz\u00e1, prevenir tambi\u00e9n los golpes m\u00e1s peligrosos.
\n <\/p>\n\n
\nLa odisea de Ulises se podr\u00eda decir que es un relato globalizante. Es espejo de toda la vida humana y de su sentido. Existen en la literatura griega otros relatos y mitos que podr\u00edamos llamar m\u00e1s parciales. Expresan modelos antropol\u00f3gicos m\u00e1s definidos y determinados. Me refiero ahora al mito y f\u00e1bula de Narciso, que se ha le\u00eddo con frecuencia mirando a la juventud. Siguiendo a Ovidio[5]<\/a>, lo podemos comenzar en el momento en que la ninfa Eco le manifiesta su amor y Narciso responde con el despecho. La ninfa menospreciada y enfurecida se refugia en los bosques, clamando venganza hasta que la diosa N\u00e9mesis escucha sus ruegos.
\nEn un valle encantador hab\u00eda una fuente de agua extremadamente cristalina, que jam\u00e1s hab\u00eda sido enturbiada ni por el cieno ni por los hocicos de los ganados. A esa fuente lleg\u00f3 Narciso, y mientras se encontraba tumbado sobre el c\u00e9sped para beber, Cupido le clav\u00f3, por la espalda, su flecha… Lo primero que vio Narciso fue su propia imagen, reflejada en el cristal. Insensatamente crey\u00f3 que aquel rostro hermos\u00edsimo que contemplaba era de un ser real, ajeno a s\u00ed mismo. Y, al instante, se enamor\u00f3 de aquellos ojos que reluc\u00edan como luceros, de aquellos cabellos dignos de Apolo. El objeto de su amor era… \u00e9l mismo\u2026 Pareci\u00f3 enloquecer… \u00a1No encontraba boca para besar! Una voz en su interior le reproch\u00f3: \u00ab\u00a1insensato!\u00bb \u00ab\u00bfc\u00f3mo te has enamorado de un vano fantasma? Tu pasi\u00f3n es una quimera, ret\u00edrate de esa fuente y ver\u00e1s como la imagen desaparece. Y, sin embargo, contigo est\u00e1, contigo ha venido, se va contigo… \u00a1y no la poseer\u00e1s jam\u00e1s!\u00bb
\nNarciso alz\u00f3 los brazos al cielo. Llor\u00f3, grit\u00f3, blasfem\u00f3\u2026 torn\u00f3 a contemplarse en la misma fuente. Y llor\u00f3, ebrio de pasi\u00f3n, ante su propia imagen.
\nNarciso es el hombre enamorado de s\u00ed mismo. En el fondo, un terrible ego\u00edsta. \u00danicamente se apasiona por s\u00ed mismo, vive para s\u00ed mismo, encantado de s\u00ed mismo, preocupado pura y simplemente de s\u00ed mismo, de sus gustos, caprichos y necesidades, de su cuerpo y de su imagen, que contempla, enamorado, reflejada en el agua, intentando tambi\u00e9n hoy agarrarla, asirla, porque no la alcanza.
\nEn realidad, nuestra \u00e9poca es una \u00e9poca narcisista. Narciso ha renacido. Libros, peri\u00f3dicos, transmisiones televisivas nos bombardean continuamente con la cantinela del Yourself<\/em>, uno mismo, por s\u00ed mismo, desde s\u00ed mismo, para s\u00ed mismo. Un ruidoso coro no cesa de preocuparse de que exploremos el planeta YO, sus im\u00e1genes y representaciones, sus ansias y deseos, sus veleidades. La cultura del narcisismo confunde, entre otras cosas, nuestro pobre ombligo (que tantos j\u00f3venes, siguiendo la moda, se ufanan en exhibir) con la cornucopia, esa m\u00edtica copa de la abundancia. Y, sin embargo, no es as\u00ed. Podemos mirarlo y remirarlo, pero nunca aparecer\u00e1 nada. Es in\u00fatil detenerse a escrutarlo; no mostrar\u00e1 nada m\u00e1s que su insignificancia.
\nEsta cultura narcisista confunde especialmente a adolescentes y j\u00f3venes. Los modelos sociales inspirados en la apariencia, en la seducci\u00f3n, en el esteticismo del cuerpo, les impiden muchas veces encontrar soluciones cre\u00edbles a la relaci\u00f3n consigo mismos y con la propia imagen. Como Narciso, el joven instaura hoy una relaci\u00f3n muy intensa con su cuerpo, y a menudo la manifiesta a trav\u00e9s de manipulaciones violentas a las que lo somete para transformarlo y embellecerlo, hasta el extremo de ser capaz de reducirlo a un esqueleto. Se hace incisiones, se ensarta adornos, pendientes, collares, se llena de tatuajes. Adelgaza, se dopa, se droga, expone al cuerpo a riesgos terribles, peligrosos, audaces, pero llenos de emoci\u00f3n.
\nCiertamente, es un deber se\u00f1alar que existen j\u00f3venes que han puesto en el centro de su vida una constelaci\u00f3n de valores que pueden definirse como de la alteridad solidaria<\/em> y que est\u00e1n formados por la igualdad, la justicia social, la disponibilidad a ayudar a los m\u00e1s pobres, la responsabilidad, la armon\u00eda interior, el respeto de s\u00ed mismo y de los dem\u00e1s. Pero es muy cierto tambi\u00e9n que los criterios egoc\u00e9ntricos, los estilos narcisistas se extienden y crecen entre los j\u00f3venes.
\nSin duda, la confusi\u00f3n que hoy rodea la relaci\u00f3n con el cuerpo representa un gran reto educativo: explotaci\u00f3n, envilecimiento, exhibici\u00f3n, manipulaci\u00f3n, idolatr\u00eda, son formas en las que queda falseado el significado fundamental de la corporeidad. Todas las instancias comprometidas en la formaci\u00f3n de los j\u00f3venes deber\u00edan reflexionar sobre la inconsistencia de un proyecto de persona impregnado de narcisismo y que, en el fondo, pretende que perdure siempre la imagen del adolescente.
\n <\/p>\n\n
\nUno de los mitos humanamente m\u00e1s apasionantes es el de \u00cdcaro. En la mitolog\u00eda griega<\/a>, \u00cdcaro es hijo de D\u00e9dalo<\/a>, constructor del laberinto de Creta<\/a>, y de una esclava. Fue encarcelado junto a su padre en una torre de Creta<\/a> por Minos<\/a>, rey de la isla[6]<\/a>.
\nConsiguieron escapar de la prisi\u00f3n, pero no pod\u00edan abandonar la isla por mar, ya que el rey manten\u00eda una estrecha vigilancia sobre todos los barcos, y no permit\u00eda que navegasen sin ser cuidadosamente registrados. Entonces D\u00e9dalo se puso a trabajar para fabricar alas para \u00e9l y para su joven hijo \u00cdcaro. Enlaz\u00f3 plumas entre s\u00ed empezando por las m\u00e1s peque\u00f1as y a\u00f1adiendo otras cada vez m\u00e1s largas, para formar as\u00ed una superficie mayor. Asegur\u00f3 las m\u00e1s grandes con hilo y las m\u00e1s peque\u00f1as con cera, y le dio al conjunto la curvatura de las alas de un p\u00e1jaro. Cuando al fin termin\u00f3 el trabajo, D\u00e9dalo bati\u00f3 sus alas y se hall\u00f3 subiendo y suspendido en el aire. Equip\u00f3 entonces a su hijo de la misma manera, y le ense\u00f1\u00f3 a volar. Cuando ambos estuvieron preparados, D\u00e9dalo advirti\u00f3 a \u00cdcaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretir\u00eda la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojar\u00eda las alas y no podr\u00eda volar.
\nPor fin, padre e hijo echaron a volar. Pasaron Samos<\/a>, Delos<\/a> y entonces el muchacho comenz\u00f3 a ascender como si quisiese llegar al cielo<\/a>. El ardiente sol abland\u00f3 la cera que manten\u00eda unidas las plumas y \u00e9stas se despegaron. \u00cdcaro agit\u00f3 sus brazos, pero no quedaban suficientes plumas para sostenerlo en el aire y cay\u00f3 al mar. Su padre llor\u00f3 amargamente y llam\u00f3 al lugar en el que \u00cdcaro hab\u00eda ca\u00eddo, Icaria<\/a>.
\n\u00cdcaro es uno de los s\u00edmbolos de los j\u00f3venes de todos los tiempos. Sue\u00f1an con volar, despegarse del suelo, desafiar a las \u00e1guilas, agitar las alas y elevarse hacia el sol y las estrellas. Sue\u00f1an con un br\u00edo invencible y, desoyendo las advertencias de los mayores, siguen quem\u00e1ndose y precipit\u00e1ndose en el mar. So\u00f1ando con volar, son tragados por el mar de la vida.
\nSin embargo, quiz\u00e1 hoy ha cambiado radicalmente el s\u00edmbolo y el paradigma. Porque hoy son muchos los j\u00f3venes que no sue\u00f1an. Y los que sue\u00f1an, no sue\u00f1an ya con volar. Sus sue\u00f1os son mucho m\u00e1s a ras de mar, a ras de tierra. Realmente, la calidad de los sue\u00f1os de nuestra civilizaci\u00f3n cat\u00f3dica es preocupante. Los construye la televisi\u00f3n. No son creativos, ni audaces, ni originales; son banales y superficiales. El empobrecimiento cultural en el que viven los j\u00f3venes est\u00e1 hecho y amasado por el espect\u00e1culo, por la pura apariencia, por el \u00e9xito y el goce del momento. Y los modelos culturales que lanza la televisi\u00f3n no son personajes que sue\u00f1an y vuelan por las alturas, sino m\u00e1s bien personajillos de medio pelo que rastrean enfangados en los lodos del brillo de oropel, del consumo hedonista, del placer y disfrute f\u00e1cil.
\nVivimos en el reino del hast\u00edo y del desencanto; y \u201cun malestar difuso que lo invade todo, un sentimiento de vac\u00edo interior y de absurdidad, una incapacidad para sentir las cosas y lo seres[7]<\/a>\u201d penetra tambi\u00e9n en la entra\u00f1a de los j\u00f3venes. \u00cdcaro parece definitivamente sepultado en el mar. En todo caso, surge un nuevo \u00cdcaro, sin alas y sin sue\u00f1os, que no osa levantar el vuelo, porque est\u00e1 prendido en las redes asfixiantes de una vida sin peso, sin sentido y sin anclajes.
\nLes sucede a los j\u00f3venes lo que al personaje de Kundera: la vida se les queda sin peso, porque nada deja memoria de nada, ni es referible a nada; porque no existe anclaje posible desde el que dar sentido y valor a la vida cotidiana; porque entonces el ser tiene una levedad que se hace repetitiva e insoportable[8]<\/a>. M\u00e1s que nunca, los j\u00f3venes se mueven en un laberinto de experiencias, en un ir y venir, hacer y pasar, sin sentido y sin salida. Crece el desconcierto y la desconfianza; se desvanecen las utop\u00edas, los ideales, los horizontes; y aflora una actitud de desencanto que marca toda la existencia. Tienen la experiencia de un mundo duro que no aceptan, pero que tampoco esperan cambiar. Por eso no sue\u00f1an un ma\u00f1ana distinto; buscan solo prolongar el hoy.
\n <\/p>\n\n
\nFinalmente, me refiero al modelo antropol\u00f3gico que se\u00f1ala el mito de Prometeo[9]<\/a>. En la mitolog\u00eda griega, Prometeo es un tit\u00e1n, amigo de los mortales, que rob\u00f3 a los dioses el fuego, las artes y las t\u00e9cnicas, para entregarlos a los humanos. A espaldas de Zeus, dota a los hombres de un poder nuevo, de un poder de creaci\u00f3n casi divino, con el peligro incluso de inducir un d\u00eda a los humanos a creerse dioses. Porque, al igual que los dioses, Prometeo convierte a los humanos en creadores. Y este es el verdadero envite del mito: Prometeo busca igualar los mortales a los dioses.
\nPara vengarse de esta ofensa, Zeus lo hizo llevar al C\u00e1ucaso donde fue encadenado, y envi\u00f3 un \u00e1guila para que le comiera el h\u00edgado. Como Prometeo era inmortal, su h\u00edgado volv\u00eda a crecerle cada noche y el \u00e1guila volv\u00eda a com\u00e9rselo cada d\u00eda. Este castigo deber\u00eda durar para siempre. Pero Heracles pas\u00f3 por el lugar del cautiverio de Prometeo y lo liber\u00f3, disparando una flecha al \u00e1guila.
\nPrometeo liberado es el s\u00edmbolo del hombre osado, capaz de enfrentarse a todo, incluso a Dios, para adue\u00f1arse de los bienes divinos. Prometeo es el hombre del fuego y de la t\u00e9cnica, el que puede crear, inventar, fabricar m\u00e1quinas y artilugios, capaces incluso de librarse alg\u00fan d\u00eda de todas las leyes del cosmos.
\nQuiz\u00e1 ninguna otra sociedad como la nuestra ha exaltado el poder de la ciencia y de la t\u00e9cnica. Vinculadas profundamente a la autonom\u00eda y a la libertad, permiten dominar la materia, reducir riesgos, avanzar y progresar en el crecimiento y desarrollo sin tener que preocuparse de l\u00edmites ni de controles. Y as\u00ed, la sociedad tecnol\u00f3gica alienta la idea de la autosuficiencia del hombre y de la t\u00e9cnica.
\nEl mito de Prometeo ha estado siempre arraigado en la misma condici\u00f3n juvenil. Los j\u00f3venes parecieron los herederos m\u00e1s naturales del fuego, de la t\u00e9cnica, de la tit\u00e1nica libertad y osad\u00eda prometeica. Pero el sentido de la libertad, su origen, su destino, sus formas de ejercicio, ha sido siempre algo controvertido, nebuloso, ambiguo. Hoy son muchos los j\u00f3venes que la identifican con la pura autodeterminaci\u00f3n, la pura autonom\u00eda, poder y dominio. As\u00ed, libre es el que no tiene v\u00ednculos; el que dispone y domina su tiempo, su ambiente, sus relaciones, su cuerpo, e incluso domina a los dem\u00e1s. Sue\u00f1an una libertad desvinculada y dominadora.
\nY el sue\u00f1o de una libertad sin l\u00edmites lo viven con frecuencia los j\u00f3venes en la propensi\u00f3n al riesgo y al exceso. Con frecuencia lo perciben como agente de cambio que permite superar los viejos l\u00edmites y descubrir otros nuevos, como introducci\u00f3n de nuevas normas, nuevas pautas de vida, nuevos modos de estar en el mundo, o como liberaci\u00f3n de situaciones constrictivas y opresivas. De manera particular, en la cultura actual, los j\u00f3venes sit\u00faan frecuentemente esta tendencia al exceso en la esfera de las dependencias y en el modo de configurar su estilo de vida, especialmente las dependencias del alcohol y las drogas, la comunicaci\u00f3n telem\u00e1tica, el fanatismo deportivo, la velocidad, el coche, los videojuegos. Otros excesos se refieren m\u00e1s bien a los estilos de vida: p\u00e9rdida del sentido del propio trabajo, reducido a pura mercanc\u00eda que permite el consumo, el ocio y la diversi\u00f3n, la disoluci\u00f3n de los ritmos sociotemporales, el exceso de gastos, la dificultad de vivir la dimensi\u00f3n de la gratuidad. Todo ello conduce, en definitiva, a que Prometeo liberado termine convirti\u00e9ndose en Prometeo encadenado. Una libertad desvinculada y dominadora ata a los seres humanos a rocas m\u00e1s recias que las del C\u00e1ucaso.
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\nConclusi\u00f3n<\/strong>
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\nPrometeo, \u00cdcaro, Narciso, Ulises constituyen, realmente, modelos de vivir hoy. Est\u00e1n encarnados en los j\u00f3venes de este umbral del siglo XXI. Como lo est\u00e1n tambi\u00e9n: Edipo y Ant\u00edgona, Teseo y Fedra, S\u00edsifo, Jas\u00f3n, Pandora\u2026 Y lo est\u00e1n de ese modo misterioso en que tantos seres humanos est\u00e1n presentes en el coraz\u00f3n y en la idiosincrasia de cada uno de nosotros. Porque este es el misterio del adolescente y del joven, como es el misterio de la persona: un hombre es muchos hombres. Es necesario ver en el joven, a los j\u00f3venes; y en los j\u00f3venes, al joven, real y concreto. A lo mejor no le sabremos mostrar el mejor y el m\u00e1s corto camino para llegar a \u00cdtaca; no le podremos proporcionar las alas para volar, ni el fuego de la libertad, ni la imagen buscada del amor. Pero siempre podremos escucharles, compartir su b\u00fasqueda y acompa\u00f1ar su camino, mir\u00e1ndoles con la misma ternura con la que mir\u00f3 Jes\u00fas al joven que le sali\u00f3 al paso en su camino.
\nPara cuantos nos dedicamos a la educaci\u00f3n y evangelizaci\u00f3n de los j\u00f3venes, los j\u00f3venes son, sobre todo, un don, el don que Dios nos hace, aunque a veces puedan resultarnos una carga pesada. Si los recibimos y aceptamos as\u00ed, como don del amor de Dios, quiz\u00e1 tambi\u00e9n ellos puedan atisbar en nosotros el amor con que Dios los ama. Esta ser\u00eda la mirada m\u00e1s propia y original de la acci\u00f3n pastoral entre los j\u00f3venes.
\n <\/p>\n
\n[2]<\/a> Sigo de cerca en este apartado el art\u00edculo de Jes\u00fas ROJANO, \u201cLa odisea adolescente: \u00bfqu\u00e9 les est\u00e1 pasando y por qu\u00e9?\u201d, Misi\u00f3n Joven<\/em> 336-337 (2005) 5-10.
\n[3]<\/a> C. P. CAVAFIS, Poemas<\/em>, Seix Barral, Barcelona 1994, 70-71.
\n[4]<\/a> J. ROJANO, a. c., 9.
\n[5]<\/a> Cf. Metamorfosis<\/em> III, 3.
\n[6]<\/a> Cf. Metamorfosis<\/em>, VIII, 2.
\n[7]<\/a> G. LIPOVETSKY, La era del vac\u00edo<\/em>, Anagrama, Barcelona 1986, 76.
\n[8]<\/a> Cf. M. KUNDERA, La insoportable levedad del ser<\/em>, Tusquets, Barcelona 1985.
\n[9]<\/a> Cf. L. FERRY, o. c., 144-164.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"