{"id":6846,"date":"2012-07-01T00:00:43","date_gmt":"2012-06-30T22:00:43","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=6846"},"modified":"2012-07-01T00:00:43","modified_gmt":"2012-06-30T22:00:43","slug":"la-catequesis-en-la-nueva-evangelizacion-2","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-catequesis-en-la-nueva-evangelizacion-2\/","title":{"rendered":"LA CATEQUESIS EN LA NUEVA EVANGELIZACI\u00d3N"},"content":{"rendered":"
Emilio Alberich Sotomayor, sdb.<\/strong> Ya hace tiempo que experimenta el t\u00e9rmino \u00abevangelizaci\u00f3n\u00bb una verdadera explosi\u00f3n de actualidad. Lo constatamos consultando varios documentos y experiencias eclesiales, especialmente el S\u00ednodo de Obispos de 1974 y el documento de Pablo VI \u00abEvangelii nuntian\u00addi\u00bb (EN, 1975). Y \u00faltimamente hemos visto generalizarse la expresi\u00f3n \u00abnueva evangelizaci\u00f3n\u00bb. \u00bfQu\u00e9 significado tiene todo esto? Hoy se alza en campo catequ\u00e9tico un clamor general: el \u00abparadigma tridentino\u00bb ya no funciona, no responde a las nuevas exigencias. Se impone la b\u00fasqueda de un nuevo paradigma para la catequesis<\/strong>.<\/em> <\/p>\n Como es natural, est\u00e1 muy presente en todas las Iglesias la preocupaci\u00f3n por el contenido de la transmisi\u00f3n de la fe. Es constante la referencia a la Biblia como fuente principal, y algunos documentos no dejan de remitir al \u00abCatecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica\u00bb. De la catequesis de la \u00abverdad\u00bb a la catequesis de la \u00absignificaci\u00f3n<\/strong>\u00bb. A la obsesi\u00f3n por la doctrina teol\u00f3gicamente correcta, sucede la preocupaci\u00f3n por asegurar el car\u00e1cter \u00absignificante\u00bb, vital, existencial, del mensaje transmitido. No decae el inter\u00e9s por la verdad revelada, pero lo m\u00e1s importante es que se destaque en el mensaje transmitido el car\u00e1cter de \u00abEvangelio\u00bb, de buena noticia.<\/p>\n A la preocupaci\u00f3n por la ortodoxia del contenido sucede el deseo de fidelidad a las fuentes<\/strong> (primac\u00eda absoluta de la Biblia \u2013 el \u00ablibro\u00bb por excelencia de la catequesis – y de los Evangelios: DGC 41). El proceso catequ\u00e9tico contempla la \u00abentrega\u00bb (traditio) de los documentos de la fe (DGC 85 y 88) y desea recuperar la credibilidad del testimonio. Queda relativizado \u2013 en cierto sentido – el papel de los catecismos Emilio Alberich<\/p>\n Emilio Alberich Sotomayor, sdb. Presidente de AECA La reflexi\u00f3n sobre la catequesis, en la Iglesia actual, se caracteriza por la b\u00fasqueda de una nueva visi\u00f3n de su identidad y significado, en el contexto religioso y cultural hodierno (se habla de la b\u00fasqueda de un nuevo \u00abparadigma\u00bb catequ\u00e9tico). Todo esto en conexi\u00f3n con la opci\u00f3n […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1598,251,94],"tags":[],"class_list":["post-6846","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-colaboraciones-426_427","category-emilio-alberich-sotomayor","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6846","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=6846"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/6846\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=6846"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=6846"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=6846"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nPresidente de AECA<\/strong>
\n
\nLa reflexi\u00f3n sobre la catequesis, en la Iglesia actual, se caracteriza por la b\u00fasqueda de una nueva visi\u00f3n de su identidad y significado, en el contexto religioso y cultural hodierno (se habla de la b\u00fasqueda de un nuevo \u00abparadigma\u00bb catequ\u00e9tico). Todo esto en conexi\u00f3n con la opci\u00f3n evangelizadora de la Iglesia y \u2013 m\u00e1s concretamente \u2013 con el proyecto pastoral de la \u00abnueva evangelizaci\u00f3n\u00bb, objeto de atenci\u00f3n en el S\u00ednodo de Obispos de 2012.
\n <\/p>\n\n
\nAnte todo, una aclaraci\u00f3n importante: la evangelizaci\u00f3n, considerada por mucho tiempo como tarea de frontera eclesial en las llamadas \u00abtierras de misi\u00f3n\u00bb, ha sido pro\u00adclamada misi\u00f3n esencial de toda la Iglesia:
\n
\n \u00abCon gran gozo y consuelo hemos escuchado Nos, al final de la Asamblea deoctubre de 1974, estas palabras luminosas: \u201cNosotros queremos confirmar, una vez m\u00e1s, que la tarea de la evangelizaci\u00f3n de todos los hombres con\u00adstituye la misi\u00f3n esencial de la Iglesia\u201d: una tarea y misi\u00f3n que los cambios amplios y profundos de la sociedad actual hacen cada vez m\u00e1s urgentes. Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocaci\u00f3n propia de la Iglesia, su identidad m\u00e1s profunda\u00bb (EN 14).<\/em>
\n
\nOtra aclaraci\u00f3n, tambi\u00e9n importante: el t\u00e9rmino \u00abevangelizaci\u00f3n\u00bb ha pasado de un significado restringido, como anuncio del Evangelio a los no creyentes, a otro m\u00e1s amplio que la identifican con el conjunto de la actividad prof\u00e9tica y misionera de la Iglesia.
\nEsta acepci\u00f3n amplia ha sido recogida \u2013 junto con otros documentos eclesiales – en elDirectorio General para la Catequesis<\/em> (DGC) de 1997:
\n
\n \u00abAnuncio, testimonio, ense\u00f1anza, sacramentos, amor al pr\u00f3jimo, hacer disc\u00edpulos: todos estos aspectos son v\u00edas y medios para la transmisi\u00f3n del \u00fanico Evangelio y constituyen los elementos de la evangelizaci\u00f3n. […] Los agentes de la evangelizaci\u00f3n han de saber operar con una \u201cvisi\u00f3n global\u201d de la misma e identificarla con el conjunto de la misi\u00f3n de la Iglesia\u00bb. (DGC 46) <\/em>
\n
\n \u00abSeg\u00fan esto, hemos de concebir la evangelizaci\u00f3n como el proceso por el que la Iglesia, movida por el Esp\u00edritu, anuncia y difunde el Evangelio en todo el mundo\u00bb (DGC 48).<\/em>
\n
\nSe puede decir que, en la concepci\u00f3n actual de la Iglesia, se entiende por evangelizaci\u00f3n el anuncio y testimonio del Evangelio dados por la Iglesia, en el mundo,mediante todo lo que ella dice, hace y es.<\/em>
\nLa evangelizaci\u00f3n abarca en cierto sentido toda la actividad de la Iglesia, pero en cuanto finalizada a anunciar y atestiguar el Evangelio del Reino de Dios. Esto no acontece de forma autom\u00e1tica, como si fuera suficiente la vida ordina\u00adria de la Iglesia, realizada de cualquier manera, para que se realice la acci\u00f3n evangelizadora. No: se requiere una profunda reconversi\u00f3n de la presencia cristiana, pues la acci\u00f3n de la Iglesia no se cumple plenamente, no evangeliza,
\n \u00abno tiene pleno sentido, m\u00e1s que cuando se convierte en testimonio, provoca la admira\u00adci\u00f3n y la conversi\u00f3n, se hace predicaci\u00f3n y anuncio de la Buena Nueva\u00bb (EN 15).<\/em>
\n
\nDicho con otras palabras: se puede hablar de evangelizaci\u00f3n cuando el Evangelio es anunciado, testimoniado y percibido como \u00abbuena Nueva\u00bb, como \u00abfuerza para vivir\u00bb y \u00absentido de la vida\u00bb. O, como afirmaba un texto mandado en nombre del Papa a Par\u00eds, en 1964, cuando la palabra evangelizadora de la Iglesia es percibida por cada uno \u00abcomo una apertura a sus problemas, una respuesta a sus preguntas, una dilataci\u00f3n de los propios valores y al mismo tiempo la satisfacci\u00f3n de sus aspiraciones m\u00e1s profundas: en una palabra, como el sentido de su existencia y el significado de su vida\u00bb.
\nPero, \u00bfpor qu\u00e9 se habla ahora tanto de \u201cnueva\u201d evangelizaci\u00f3n?
\nFue el Papa Juan Pablo II, en los a\u00f1os 80, el que lanz\u00f3 la campa\u00f1a por una \u201cNueva Evangelizaci\u00f3n\u201d, y ya desde entonces la expresi\u00f3n se ha extendido por toda la Iglesia, hasta llegar al anunciado S\u00ednodo de Obispos de este a\u00f1o 2012, dedicado precisamente a este tema.
\nEl significado y alcance de la \u201cnueva evangelizaci\u00f3n\u201d se concentra, fundamentalmente, en dos caracter\u00edsticas principales:
\n– es \u201cnueva\u201d, ante todo, con respecto a la tradicional y masiva evangelizaci\u00f3n de los siglos pasados, situaci\u00f3n que dio origen a la llamada \u201ccristiandad\u201d.
\n– y es \u201cnueva\u201d tambi\u00e9n si se tienen en cuenta las profundas transformaciones de nuestra actual situaci\u00f3n cultural y religiosa, que reclama nuevos criterios y actitudes en la acci\u00f3n evangelizadora.
\n <\/p>\n\n
\n
\nPodemos resumir ante todo lo que se entiende por \u00abparadigma tridentino\u00bb. Es la concepci\u00f3n de la catequesis, en un contexto socio-religioso y cultural de \u00abcristiandad\u00bb, como instrucci\u00f3n religiosa o ense\u00f1anza de la doctrina cristiana, recogida por lo general en los catecismos, dirigida principalmente a los ni\u00f1os y adolescentes y extendida, idealmente, tambi\u00e9n a los adultos. De esta visi\u00f3n de la catequesis debemos afirmar, por lo menos, que hoy nos resulta insuficiente, inadecuada, incapaz de responder a los nuevos retos y exigencias que la situaci\u00f3n del mundo nos lanza.
\nUna primera fundamental raz\u00f3n resulta bastante clara: estamos hoy ante una crisis evidente del sistema catequ\u00e9tico tradicional. Vivimos una sensaci\u00f3n generalizada de fracaso, de ineficacia, de impotencia, de situaci\u00f3n muy problem\u00e1tica[1]<\/a>.
\nEs verdad que no faltan, en el panorama de la actividad catequ\u00e9tica actual, aspectos positivos y prometedores, como son, por ejemplo: el aumento y mejora de los catequistas y de su formaci\u00f3n; el redescubrimiento y aprecio de la Sagrada Escritura; la nueva floraci\u00f3n de experiencias catecumenales; el lento avanzar de la catequesis con adultos; el \u00e9nfasis en la comunidad; la valoraci\u00f3n de la familia como lugar de educaci\u00f3n religiosa; la promoci\u00f3n de los laicos en la Iglesia; el paulatino reconocimiento de la igualdad de la mujer; los nuevos intentos de inculturaci\u00f3n de la fe; la conciencia de la importancia del di\u00e1logo intercultural e interreligioso, etc. Son todos elementos y s\u00edntomas de un despertar religioso y pastoral cargado de esperanza.
\nPero no podemos negar la existencia de una crisis generalizada del sistema catequ\u00e9tico, manifestada en toda una serie de situaciones problem\u00e1ticas o francamente negativas. He aqu\u00ed algunas de estas situaciones:<\/p>\n\n
\n
\nHe aqu\u00ed algunos de los rasgos caracter\u00edsticos del deseado y llamado \u00abnuevo paradigma\u00bb de la catequesis, en la Iglesia de hoy:
\n <\/p>\n\n
\nYa no es necesario insistir en ello: el car\u00e1cter evangelizador ha llegado a ser para todos una opci\u00f3n clara, indiscutible. Un importante documento franc\u00e9s[2]<\/a> la vuelve a poner en evidencia desde el principio. Ya en su introducci\u00f3n se anuncian dos opciones de fondo que van a constituir el eje central del documento: la opci\u00f3n por una catequesis, situada decididamente \u00aben una voluntad de evangelizaci\u00f3n<\/em>\u00bb, y la propuesta, a cuantos solicitan la fe a la Iglesia, del \u00abcamino de la iniciaci\u00f3n<\/em>\u00bb (p. 17).
\nSe trata de redescubrir la novedad del evangelio, de realizar un encuentro personal con Cristo, como verdadero \u00abcamino de humanizaci\u00f3n<\/em>\u00bb, para que sea posible recuperar la identidad cristiana, necesaria hoy m\u00e1s que nunca para mantenerse en la vida como verdaderos \u00abcreyentes<\/em>\u00bb:
\n \u00abEn nuestro pa\u00eds de \u2018vieja\u2019 cristiandad, los cristianos no podr\u00e1n constituir una Iglesia que \u2018propone la fe\u2019 si no redescubren ellos mismos a Cristo y su Evangelio como una verdadera novedad\u00bb (1.3).<\/em>
\n
\nLa evangelizaci\u00f3n constituye la opci\u00f3n dominante en la actual conciencia eclesial y el contexto – \u00abhumus<\/em>\u00bb – necesario para un positivo desarrollo de la catequesis. Estamos ante una necesaria convicci\u00f3n de fondo: la necesidad de pasar \u00abde la herencia a la propuesta<\/em>\u00bb. Esta feliz expresi\u00f3n del documento franc\u00e9s citado, es una aut\u00e9ntica consigna pastoral:
\n \u00abNo podemos contentarnos con un herencia, por muy rica que sea. Hemos de acoger el don de Dios en condiciones nuevas y reencontrar a la vez el gesto inicial de la evangelizaci\u00f3n: el de la propuesta sencilla y decidida del Evangelio de Cristo\u00bb (3.1).<\/em>
\n
\nDebemos estar convencidos: la catequesis debe colocarse hoy en el marco de una Iglesia en estado de evangelizaci\u00f3n<\/em><\/strong>. Esto supone una verdadera \u00abconversi\u00f3n pastoral<\/em>\u00bb, el paso de una pastoral \u00abde conservaci\u00f3n\u00bb o \u00abde mantenimiento\u00bb a una pastoralevangelizadora, misionera<\/em> (fin del per\u00edodo de \u00abCristiandad\u00bb), en una Iglesia situada en el mundo al servicio del Reino de Dios<\/em> (superaci\u00f3n del eclesiocentrismo). Ser\u00e1 necesario repensar con creatividad los objetivos pastorales: forjar un nuevo modelo de creyente cristiano<\/em><\/strong>, promover un nuevo tipo de comunidad<\/em><\/strong> cristiana, tender hacia un proyecto renovado y convincente de Iglesia<\/em><\/strong>.
\nLa catequesis, \u00abmomento esencial del proceso evangelizador<\/em><\/strong>\u00bb (DGC 63-64), no puede limitarse a fomentar el modelo tradicional del \u00abbuen cristiano\u00bb: tiene que promover ante todo verdaderos creyentes<\/em><\/strong>, suscitando la conversi\u00f3n<\/em>, la opci\u00f3n por el Evangelio, la decisi\u00f3n y la alegr\u00eda de ser cristianos. Es hora de pasar \u00abde la herencia a la propuesta<\/em>\u00bb.<\/strong><\/p>\n\n
\nHoy d\u00eda se insiste especialmente en la necesidad de una opci\u00f3n prioritaria <\/em>por la catequesis de adultos. Muy espl\u00edcita era ya, al respecto, la afirmaci\u00f3n de esta opci\u00f3n en elDirectorio Catequ\u00edstico General <\/em>de 1971 :
\n
\n \u00abRecuerden tambi\u00e9n [los pastores] que la catequesis de adultos, al ir dirigida a hombres capaces de una adhesi\u00f3n plenamente responsable, debe ser considerada como la forma principal de catequesis, a la que todas las dem\u00e1s, siempre ciertamente necesarias, de alguna manera se ordenan\u00bb<\/em>[3]<\/a>.<\/em>
\n
\nEn el Directorio General para la Catequesis <\/em>(1997) la opci\u00f3n prioritaria por los adultos recibe su definitiva consagraci\u00f3n. Tras afirmar que el catecumenado de adultos debe inspirar \u00aba las otras formas de catequesis\u00bb y que la catequesis de adultos es \u00abla forma principal de catequesis\u00bb (n. 59), en el cap\u00edtulo sobre las distintas edades se da importancia especial a la catequesis de adultos (nn. 171-176) y, en relaci\u00f3n con el \u00abproyecto diocesano de catequesis\u00bb de la Iglesia particular, se atribuye a la catequesis de adultos un papel de primac\u00eda absoluta:
\n \u00abComo ya ha quedado indicado, el principio organizador, que da coherencia a los distintos procesos de catequesis que ofrece una Iglesia particular, es la atenci\u00f3n a la catequesis de adultos. Ella es el eje en torno al cual gira y se inspira la catequesis de las primeras edades y la de la tercera edad\u00bb (DGC, n. 274). <\/em>
\n
\nPor otra parte, es importante tambi\u00e9n insistir en la necesidad de que, con los adultos, la catequesis sea realmente adulta<\/strong>, respetando las exigencias y sensibilidad de los adultos. No debe ser, de ninguna manera, una extensi\u00f3n a los adultos de la catequesis tradicional dirigida a ni\u00f1os y adolescentes.<\/sup>
\nDicho con otras palabras, la catequesis debe demostrar voluntad y capacidad de conectar eficazmente con los adultos de hoy y con sus problemas:
\n
\n \u00abEsta catequesis no puede ser elaborada m\u00e1s que a partir de los problemas de los adultos responsables que quieren un cristianismo de adultos, en un mundo que ha superado la mi\u00adnor\u00eda de edad y que accede a la edad adulta. Con otras pala\u00adbras, una catequesis que no pretende ‘recuperar’, sino que toma en serio los problemas de los hombres para estimularlos y construir con ellos la verdad\u00bb<\/em>[4]<\/a>.<\/em>
\n <\/p>\n\n
\nLa catequesis de \u00abconservaci\u00f3n\u00bb, para perpetuar la situaci\u00f3n eclesial existente, tiene que convertirse en catequesis de \u00abtransformaci\u00f3n<\/em>\u00bb<\/strong>, al servicio de un modelo renovado de creyente<\/em>, de comunidad<\/em>, y de un proyecto convincente de Iglesia renovada<\/em>, fraterna, diaconal (seg\u00fan las pautas de una eclesiolog\u00eda de \u00abcomuni\u00f3n\u00bb y \u00abservicio\u00bb).
\nCon los adultos, hay que tener siempre presente el peligro de caer en el \u201cinfantilismo\u201d. A veces se ha podido decir que la Iglesia no entiende a los adultos, o que les tiene miedo, o que teme la \u00abmadurez\u00bb de los adultos. Ya en su tiempo lamentaba Joseph Colomb el hecho de que, pese a sus repetidas insistencias, tardara tanto en afirmarse la catequesis de adultos. Y a\u00f1ad\u00eda esta reflexi\u00f3n:
\n \u00ab\u00bfHay que ir m\u00e1s lejos, hasta el inconsciente y decir que acaso haya en algunos cierto miedo a que el conocimiento m\u00e1s total del misterio cristiano, de extenderse en la masa de los fieles, har\u00eda m\u00e1s delicado el gobierno de la comunidad cristiana? Nada tendr\u00eda de extra\u00f1o este modo de pensar, si es cierto que el problema de la ense\u00f1anza religiosa de los adultos est\u00e1 \u00edntimamente ligado al de la promoci\u00f3n de los laicos, que se sabe plantea y plantear\u00e1 m\u00faltiples problemas. Lo cierto es que entonces se tropezar\u00eda con un temor muy an\u00adtiguo de un pensamiento m\u00e1s consciente, m\u00e1s l\u00facido, capaz de cr\u00edtica\u00bb<\/em>[5]<\/a>.<\/em>
\n
\nQuiz\u00e1s el an\u00e1lisis de Colomb, hoy d\u00eda, haya perdido algo de su ac\u00adtualidad. Pero siempre cabe preguntarse si la Iglesia est\u00e1 verdaderamente dispue\u00adsta por su parte, y en qu\u00e9 medida, para un encuentro corresponsa\u00adble y serio con los adultos de nuestro tiempo.
\nEs f\u00e1cil comprender que una acci\u00f3n catequ\u00e9tica de cu\u00f1o conservador no tiene futuro<\/em>y compromete seriamente el porvenir de la fe en el mundo de hoy. M\u00e1s a\u00fan: la catequesis de adultos podr\u00eda reducirse a un discurso cerrado, separado, relegado a un \u00e1mbito muy lejano del mundo real de nuestros contempor\u00e1neos.
\n <\/p>\n\n
\nDe la catequesis de preparaci\u00f3n a los sacramentos se debe pasar a la catequesis como educaci\u00f3n de la fe<\/strong> (DGC 84), para superar el callej\u00f3n sin salida de la pastoral sacramental y salvar la distancia entre \u00abdemanda\u00bb y \u00aboferta\u00bb pastoral. A la tradicional orientaci\u00f3n \u00abdevocional\u00bb de la catequesis sucede la preocupaci\u00f3n primordial por la educaci\u00f3n de actitudes de fe y de amor como \u00abliturgia de la vida\u00bb.<\/p>\n\n
\nPero \u2013 en relaci\u00f3n con la opci\u00f3n pastoral de la nueva evangelizaci\u00f3n – hay que destacar sobre todo la exigencia, presente en los documentos eclesiales, de actuar la funci\u00f3n del \u00abprimer anuncio\u00bb del Evangelio, redescubriendo el n\u00facleo esencial de la fe y la novedad del mensaje cristiano. Esta exigencia se presenta, seg\u00fan los pa\u00edses, con expresiones distintas, pero en cierto modo equivalentes.
\n <\/p>\n\n
\nLa palabra de Dios<\/strong> y las experiencias de fe<\/strong> antes que la doctrina. En lugar de tender en primer lugar a la \u00abtransmisi\u00f3n de la doctrina\u00bb cristiana, la catequesis debe ser ante todo \u00abanuncio de la palabra\u00bb y \u00abcomunicaci\u00f3n de experiencias de fe\u00bb. La palabra de Dios, percibida en la experiencia cristiana de fe, constituye el contenido propiamente dicho de la catequesis (\u00absin experiencia religiosa no hay comunicaci\u00f3n religiosa\u00bb). Esto no echa en olvido el contenido doctrinal, pero lo relativiza y lo integra en un contexto m\u00e1s amplio y vital.
\n <\/p>\n\n
\n
\nHe aqu\u00ed una serie de indicaciones orientadas \u2013 en la situaci\u00f3n actual \u2013 a la pr\u00e1ctica de la catequesis<\/strong> dentro de la opci\u00f3n pastoral por una \u00abnueva evangelizaci\u00f3n\u201d.<\/strong><\/p>\n
\n[1]<\/a> Cf J. MARTIN VELASCO, La transmisi\u00f3n de la fe en la sociedad contempor\u00e1nea. Santander, Sal Terrae, 2002; E. ALBERICH, \u00bfTiene futuro la catequesis?, \u00abSinite\u00bb 45 (2004)135, 73-84.
\n[2]<\/a> \u00abProponer la fe en la sociedad actual. Carta de la Conferencia Episcopal Francesa a los cat\u00f3licos de su pa\u00eds (Lourdes, 9 de noviembre de 1996)\u00bb, en: D. MART\u00cdNEZ – P. GONZ\u00c1LEZ – J. L. SABORIDO (Eds), Proponer la fe hoy. De lo heredado a lo propuesto. Santander, Sal Terrae 2006, 37-84.
\n[3]<\/a> SAGRADA CONGREGACI\u00d3N DEL CLERO, Directorio General de Pastoral Catequ\u00e9tica<\/em>. 2 ed. Madrid, Edice 1981, n. 20.
\n[4]<\/a> E. LEPERS, N\u00e9cessit\u00e9 d’une cat\u00e9ch\u00e8se d’adultes dans l’Eglise?,<\/em> en \u00bbCat\u00e9ch\u00e8se\u00bb 21 (1981)82, 10.
\n[5]<\/a> COLOMB, Manual de Catequ\u00e9tica. Al servicio del Evan\u00adgelio<\/em>. Vol. II, Barcelona, Herder 1970, p. 465.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"