{"id":7118,"date":"2012-06-01T00:00:01","date_gmt":"2012-05-31T22:00:01","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7118"},"modified":"2012-06-01T00:00:01","modified_gmt":"2012-05-31T22:00:01","slug":"finalidad-y-caracter-de-la-accion-pastoral-en-las-escuelas-catolicas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/finalidad-y-caracter-de-la-accion-pastoral-en-las-escuelas-catolicas\/","title":{"rendered":"FINALIDAD Y CAR\u00c1CTER DE LA ACCI\u00d3N PASTORAL EN LAS ESCUELAS CAT\u00d3LICAS"},"content":{"rendered":"
Francesc Riu, sdb<\/strong> Me limitar\u00e9 a recordar algunas circunstancias que incidieron profundamente en el quehacer de las escuelas cat\u00f3licas y que, por motivos directos o indirectos, afectaron a su acci\u00f3n pastoral.<\/em> Utilizar\u00e9 la expresi\u00f3n escuelas cat\u00f3licas<\/em> para referirme a todos los centros escolares dependientes de instituciones de la Iglesia Cat\u00f3lica, sin m\u00e1s distinciones. La secularizaci\u00f3n y el pluralismo en el entorno de las escuelas cat\u00f3licas nunca podr\u00e1n impedir ni obstaculizar las manifestaciones del car\u00e1cter evangelizador de sus ofertas educativas, porque estas ofertas siempre respetar\u00e1n las convicciones de quienes no comparten la fe en Jesucristo. La riqueza de una escuela cat\u00f3lica no radica ni en las instalaciones f\u00edsicas ni en sus recursos did\u00e1cticos ni en la imagen de sus documentos y de su p\u00e1gina web<\/em> ni en su prestigio social, sino en la cualificaci\u00f3n humana, profesional y religiosa de las personas que la dirigen, de las personas que programan, realizan y eval\u00faan la acci\u00f3n educativa, y de las personas que garantizan el normal funcionamiento del centro en todas sus dimensiones. No ser\u00e1 posible dise\u00f1ar y llevar a la pr\u00e1ctica una acci\u00f3n educativa que sea verdaderamente evangelizadora si la cualificaci\u00f3n humana y profesional requerida en los directivos y los educadores no va acompa\u00f1ada de su vivencia de la fe cristiana y de su compromiso apost\u00f3lico como miembros activos de la comunidad eclesial. El segundo recurso en manos de los equipos directivos de las escuelas cat\u00f3licas es el proyecto educativo.<\/em> La legislaci\u00f3n vigente no s\u00f3lo no impide que el car\u00e1cter propio<\/em> de la escuela cat\u00f3lica d\u00e9 lugar a proyectos educativos que expresen y garanticen que una de sus opciones preferentes es la acci\u00f3n evangelizadora, sino que lo facilita. Pero desgraciadamente no todos los centros escolares est\u00e1n aprovechando al m\u00e1ximo las posibilidades que ofrece el proyecto educativo. Es tan lamentable como sorprendente que los quipos directivos de muchas escuelas, cat\u00f3licas y no cat\u00f3licas, hayan considerado que la elaboraci\u00f3n del proyecto educativo es, simplemente, una exigencia legal. Seamos realistas y coherentes: en todas y en cada una de las escuelas cat\u00f3licas, un buen proyecto educativo es una necesidad ineludible. Siempre ha sido as\u00ed, pero lo es mucho m\u00e1s en las circunstancias en que nos encontramos.
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\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nA finales de los a\u00f1os 70 las escuelas de la Iglesia Cat\u00f3lica en Espa\u00f1a se encontraban en unas circunstancias muy especiales, a causa de la situaci\u00f3n vivida en las d\u00e9cadas anteriores. A partir de 1975 se inici\u00f3 un profundo y complejo cambio pol\u00edtico y social que dio lugar a una nueva \u00e9poca. Desde entonces las escuelas cat\u00f3licas se han visto obligadas a definirse y renovarse continuamente, dejando atr\u00e1s un pasado que nunca volver\u00e1. (1)
\nA partir de los 80, circunstancias muy diversas han influido en la oferta educativa de las escuelas cat\u00f3licas: la imparable evoluci\u00f3n de la sociedad, con fen\u00f3menos de tanta trascendencia como la secularizaci\u00f3n, el aumento del pluralismo social y la inmigraci\u00f3n; la constante renovaci\u00f3n de la Iglesia y sus instituciones, sobre todo la de las congregaciones religiosas dedicadas a la educaci\u00f3n; la r\u00e1pida transformaci\u00f3n de las comunidades educativas de las mismas escuelas cat\u00f3licas; las diversas reformas y modificaciones del sistema educativo espa\u00f1ol, etc. (2)
\nEstas circunstancias, junto a las necesidades propias de la sociedad multicultural y multireligiosa, y las nuevas exigencias de la labor confiada a los centros escolares, as\u00ed como la urgencia de una nueva evangelizaci\u00f3n en las sociedades de antigua tradici\u00f3n cristiana, han hecho que nos planteemos algunas cuestiones que requieren respuestas creativas: \u00bfQu\u00e9 finalidad y qu\u00e9 car\u00e1cter debe tener hoy la acci\u00f3n pastoral en las escuelas cat\u00f3licas? \u00bfQu\u00e9 recursos tienen a su alcance para garantizar su identidad y la calidad de la educaci\u00f3n que ofrecen a las familias? (3)
\n
\nINTRODUCCI\u00d3N<\/strong>
\nLlama poderosamente la atenci\u00f3n lo acaecido en las escuelas cat\u00f3licas de Espa\u00f1a a partir de la d\u00e9cada de los 70. En aspectos relevantes de su acci\u00f3n pastoral,<\/em> no hay parecido alguno entre las escuelas de 1975 y las del a\u00f1o 2012. Las causas de esta r\u00e1pida transformaci\u00f3n han sido m\u00faltiples: algunas han tenido relaci\u00f3n con la composici\u00f3n de las comunidades educativas, mientras otras se han debido a la continua evoluci\u00f3n del entorno social y cultural. El proceso de cambio que ha tenido lugar en el \u00e1mbito de la educaci\u00f3n ha puesto en cuesti\u00f3n la finalidad de la misma escuela cat\u00f3lica.
\nHasta 1975, nadie pon\u00eda en duda que las escuelas cat\u00f3licas pod\u00edan organizarse y dise\u00f1ar y llevar a la pr\u00e1ctica suacci\u00f3n pastoral<\/em> dando por supuesto que sus comunidades educativas estaban formadas por personas cat\u00f3licas, es decir, ni\u00f1os, j\u00f3venes y adultos que no s\u00f3lo hab\u00edan sido bautizados sino que, al menos formalmente, pod\u00edan ser considerados cat\u00f3licos practicantes, <\/em>sin precisar el posible alcance de esta expresi\u00f3n.<\/em>
\nHoy las opciones religiosas de las familias que han inscrito a sus hijos en las escuelas cat\u00f3licas son muy diversas, y oscilan entre la ausencia de toda creencia religiosa y la profesi\u00f3n de una religi\u00f3n concreta. El fen\u00f3meno de la inmigraci\u00f3n ha provocado que haya familias que practican religiones distintas, y muchos alumnos no han recibido ning\u00fan tipo de formaci\u00f3n religiosa en sus hogares. Por todo ello, en la actualidad los responsables de las escuelas cat\u00f3licas tienen serias dudas respecto a la orientaci\u00f3n que deben dar a su acci\u00f3n pastoral, <\/em>y a menudo se preguntan qu\u00e9 debe pretender y en qu\u00e9 puede consistir.<\/em> Hoy las escuelas cat\u00f3licas no son, ciertamente, escuelas \u2018para cat\u00f3licos\u2019.
\nEn estas circunstancias, es normal que nos planteemos una cuesti\u00f3n de importancia capital: \u00bfQu\u00e9 finalidad y qu\u00e9 car\u00e1cter debe tener la acci\u00f3n pastoral<\/em> en una escuela cat\u00f3lica?
\nPara responder a esta pregunta nos ser\u00e1 \u00fatil echar la vista atr\u00e1s y recordar qu\u00e9 ha sucedido en las escuelas cat\u00f3licas de Espa\u00f1a a partir del a\u00f1o 1975.
\n <\/p>\n\n
\n1.1. 1970: Las escuelas de la Iglesia Cat\u00f3lica en nuestro pa\u00eds<\/strong>
\nAl iniciarse la d\u00e9cada de los 70, no era habitual hablar de escuelas cat\u00f3licas.<\/em> La raz\u00f3n era evidente y de f\u00e1cil comprensi\u00f3n. En la Espa\u00f1a cat\u00f3lica, todas las escuelas eran, por definici\u00f3n, cat\u00f3licas, <\/em>aunque no recibieran este nombre.
\nAparte las escuelas nacionales<\/em> creadas por el Estado, la Iglesia ten\u00eda sus propias escuelas, muchas de las cuales hab\u00edan sido creadas por congregaciones religiosas fundadas con esta finalidad. El origen de estas escuelas justificaba que recibieran el nombre gen\u00e9rico de colegios religiosos. <\/em>En algunas di\u00f3cesis, los obispos hab\u00edan fundado colegios diocesanos,<\/em> y tambi\u00e9n exist\u00edan escuelas parroquiales <\/em>y otras escuelas privadas de inspiraci\u00f3n cristiana.
\nEn aquella \u00e9poca, las ense\u00f1anzas propias de la religi\u00f3n cat\u00f3lica se impart\u00edan en todos los cursos y a todos los alumnos, tambi\u00e9n en las escuelas nacionales. <\/em>Adem\u00e1s, las pr\u00e1cticas religiosas eran frecuentes en todas las escuelas creadas por la Iglesia. La cuesti\u00f3n de la pastoral en la escuela <\/em>no preocupaba a casi nadie.<\/em> Al parecer, no constitu\u00eda ning\u00fan problema.
\n
\n1.2. <\/strong>1976: Una experiencia oportuna en un momento dif\u00edcil<\/strong>
\nEn Catalu\u00f1a, las escuelas de la Iglesia vivieron una experiencia interesante que puede ayudar a comprender lo que sucedi\u00f3 a\u00f1os m\u00e1s tarde en el resto de Espa\u00f1a.
\nEn el a\u00f1o 1975 ya era evidente que la presencia de la Iglesia en el \u00e1mbito escolar tendr\u00eda que cambiar en un futuro inmediato, y que cambiar\u00eda con rapidez y profundamente. No era cuesti\u00f3n de esperar con los brazos cruzados. En algunas congregaciones religiosas dedicadas a la ense\u00f1anza cundieron dudas respecto a la oportunidad de mantener unas estructuras educativas que, seg\u00fan algunos, ya no respond\u00edan adecuadamente al carisma fundacional y a la renovaci\u00f3n pedida por el Concilio Vaticano II. En aquellas circunstancias, la adopci\u00f3n de una actitud recelosa y de temor ante los cambios que se avecinaban no conducir\u00eda a ninguna parte. Las dudas abundaban m\u00e1s que las certezas. \u00bfQu\u00e9 conven\u00eda hacer? \u00bfQu\u00e9 direcci\u00f3n se deb\u00eda tomar? \u00bfQui\u00e9n ten\u00eda la responsabilidad de dar el primer paso?
\nUn peque\u00f1o grupo de religiosos y religiosas de diversas congregaciones se reunieron con los delegados diocesanos de ense\u00f1anza con la finalidad de compartir opiniones sobre algunas cuestiones de inter\u00e9s com\u00fan: \u00bfQu\u00e9 futuro van a tener las escuelas de la Iglesia en la Espa\u00f1a democr\u00e1tica y en el nuevo contexto pol\u00edtico y social que ya apuntaba? \u00bfQui\u00e9n y qu\u00e9 razones van a determinar este futuro? \u00bfQu\u00e9 podemos y qu\u00e9 debemos hacer nosotros? El di\u00e1logo dio lugar a la convocatoria de unas Jornadas de reflexi\u00f3n sobre la escuela cristiana que queremos, <\/em>que se realizar\u00edan en julio de 1976. Los obispos de Catalu\u00f1a hab\u00edan expresado su conformidad con la iniciativa.[1]<\/a>
\nLas Jornadas programadas despertaron mucho inter\u00e9s. Como suele suceder en casos parecidos, la reflexi\u00f3n realizada dio lugar a un documento: La escuela cristiana que queremos<\/em>. Escrito el documento, pareci\u00f3 oportuno someterlo a la aprobaci\u00f3n de los obispos con el ruego de que fueran ellos los que lo presentasen a los responsables de todas las escuelas de inspiraci\u00f3n cristiana, y en particular de los colegios religiosos, los colegios diocesanos y las escuelas parroquiales. El documento fue aprobado por unanimidad. En la presentaci\u00f3n, firmada por todos los obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense, se dec\u00eda:
\n\u201cAl presentar estas p\u00e1ginas, queremos animar a todos los que, de una u otra forma, est\u00e1is en la escuela cristiana y a los padres que hab\u00e9is confiado vuestros hijos a escuelas con un ideario educativo de inspiraci\u00f3n cristiana, a trabajar unidos para conseguir que estas instituciones est\u00e9n, de verdad, al servicio del pueblo y aseguren la presencia evangelizadora de la Iglesia en el campo de la cultura\u201d.[2]<\/a>
\n
\nConviene fijar la atenci\u00f3n en la \u00faltima frase: las escuelas cristianas<\/em> deber\u00edan distinguirse porque asegurar\u00edan \u201clapresencia evangelizadora<\/em> de la Iglesia<\/em> en el campo de la cultura\u201d.
\nPor definici\u00f3n, las escuelas cristianas ser\u00edan escuelas abiertas a todas las familias que deseasen la educaci\u00f3n que en ellas se ofreciese, dando por supuesto el respeto a su identidad. \u201cSi por falta de otras escuelas los padres no pueden hacer uso de su libertad a la hora de escoger un centro, sabr\u00e1n siempre que la escuela cristiana, por el hecho de serlo, respetar\u00e1 el pluralismo, manteniendo a la vez su identidad y siendo fiel a su ideario\u201d.[3]<\/a>
\nSe hac\u00eda menci\u00f3n expresa del proyecto educativo<\/em> de las escuelas cristianas, un proyecto que deber\u00eda comprometer a las familias que confiaran a estas escuelas la educaci\u00f3n de sus hijos: \u201cAunque el ambiente familiar no pida a los hijos una vivencia de la fe, ser\u00e1 preciso que los padres respeten el esp\u00edritu evang\u00e9lico que ha de caracterizar a la escuela cristiana\u201d, porque \u201cson criterios evang\u00e9licos los que dan sentido a su proyecto educativo,<\/em> centrado en el crecimiento integral de la persona del alumno, en la que la dimensi\u00f3n religiosa ocupa el lugar que le es propio\u201d.[4]<\/a>
\n
\n1.3. <\/strong>1977: La voz autorizada de la Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n Cat\u00f3lica<\/strong>
\nEn marzo de 1977 la Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n Cat\u00f3lica (CEC)[5]<\/a> public\u00f3 el primer documento que desarrollaba los principios proclamados en la Declaraci\u00f3n Gravissimum educationis<\/em> del Concilio Vaticano II (1965). Su t\u00edtulo era La escuela cat\u00f3lica.<\/em>
\nLa publicaci\u00f3n de este documento se justificaba as\u00ed:
\n\u201cAl contemplar los graves problemas que afectan a la educaci\u00f3n cristiana en la sociedad pluralista contempor\u00e1nea, la Sagrada Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n Cat\u00f3lica juzga necesario concentrar la atenci\u00f3n, en primer lugar, sobre la naturaleza y las caracter\u00edsticas de una escuela que quiera definirse y presentarse como cat\u00f3lica.<\/em>
\nDada la heterogeneidad de situaciones en que se encuentra la escuela cat\u00f3lica para realizar su obra en una variedad de pa\u00edses, de tradici\u00f3n cristiana o no cristiana, incluso sometida a legislaciones diversas, los problemas que la afectan deben ser afrontados y resueltos por cada una de las Iglesias locales, en el cuadro de los diferentes contextos socioculturales\u201d.[6]<\/a>
\n
\nUn detalle importante a tener en cuenta: este documento de la CEC subrayaba el car\u00e1cter espec\u00edfico de la escuela cat\u00f3lica, dando a entender que su finalidad primera era la educaci\u00f3n de la fe de los alumnos creyentes:<\/em> \u201cEn el desempe\u00f1o de su misi\u00f3n espec\u00edfica \u2013que consiste en transmitir de modo sistem\u00e1tico y cr\u00edtico la cultura a la luz de la fe y de educar el dinamismo de las virtudes cristianas, promoviendo la doble s\u00edntesis entre cultura y fe y entre fe y vida\u2013 la escuela cat\u00f3lica es consciente de la importancia que tiene la ense\u00f1anza de la doctrina evang\u00e9lica tal como es transmitida por la Iglesia Cat\u00f3lica\u201d.[7]<\/a>
\n
\n1.4. <\/strong>Una diferencia en absoluto irrelevante<\/strong>
\nConviene subrayar una diferencia muy notable entre los dos documentos citados hasta ahora, el segundo pocos meses despu\u00e9s del primero:<\/p>\n\n
\nQuiz\u00e1 por esta raz\u00f3n, el primer documento acentuaba el car\u00e1cter evangelizador<\/em> de la nueva escuela cristiana, mientras que el segundo subrayaba que lo espec\u00edfico de la escuela cat\u00f3lica era la educaci\u00f3n de la fe<\/em> de sus alumnos, que se supon\u00edan bautizados y creyentes.
\nPor otra parte, la Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n Cat\u00f3lica tambi\u00e9n afirmaba: \u201clos problemas que afectan a la escuela cat\u00f3lica deben ser afrontados y resueltos por cada una de las Iglesias locales, en el cuadro de los diferentes contextos socioculturales\u201d.[8]<\/a>
\n
\n1.5. <\/strong>\u201cDel colegio de religiosos a la escuela de la comunidad cristiana\u201d<\/strong>
\nDespu\u00e9s de una seria reflexi\u00f3n sobre las caracter\u00edsticas que deber\u00edan tener los colegios religiosos<\/em> en la nueva etapa democr\u00e1tica iniciada en Espa\u00f1a, y en el marco de una sociedad marcada por el pluralismo y la incipiente secularizaci\u00f3n, en el mismo a\u00f1o 1977 la Asamblea General de la Federaci\u00f3n Espa\u00f1ola de Religiosos de la Ense\u00f1anza (FERE)[9]<\/a> aprob\u00f3 un documento que deber\u00eda comportar una profunda ruptura respecto al pasado.
\nEl t\u00edtulo de este documento era sumamente expresivo: Del colegio de religiosos a la escuela de la comunidad cristiana. Nuevo rostro de la FERE.<\/em> En \u00e9l se abogaba por una escuela altamente participativa, plenamente identificada como cristiana y abierta a todas las clases sociales.[10]<\/a> Era f\u00e1cil observar notables coincidencias con el contenido del documento que los obispos de las di\u00f3cesis de Catalu\u00f1a hab\u00edan presentado el a\u00f1o anterior, y ambos se propon\u00edan impulsar la necesaria transformaci\u00f3n de las escuelas de la Iglesia con la finalidad de que pudieran ser reconocidas como una expresi\u00f3n de la comunidad eclesial en fidelidad a la renovaci\u00f3n promovida por el Concilio Vaticano II. Para ello, sus proyectos educativos<\/em>deber\u00edan reunir unas caracter\u00edsticas determinadas.
\n <\/p>\n\n
\n2.1. <\/strong>1980-2000: Problemas con el ideario o car\u00e1cter propio de las escuelas cat\u00f3licas<\/strong>
\nLa Constituci\u00f3n de 1978 reconoci\u00f3 la libertad de ense\u00f1anza[11]<\/a>, y la primera ley que regul\u00f3 su ejercicio fue la Ley Org\u00e1nica 5\/1980, de 19 de junio, por la que se regula el Estatuto de Centros Escolares (LOECE)<\/em>. En ella se reconoc\u00eda el derecho de los titulares de los centros privados a \u201cestablecer un ideario educativo propio dentro del respeto a los principios y declaraciones de la Constituci\u00f3n\u201d.[12]<\/a>
\nEl Grupo Parlamentario Socialista present\u00f3 un recurso de inconstitucionalidad contra la LOECE porque, a su juicio, \u201creconocer el derecho de los propietarios de los centros a establecer un ideario (\u2026) puede invadir y limitar la libertad ideol\u00f3gica y religiosa de los profesores (\u2026); puede invadir y limitar tambi\u00e9n los derechos de los padres de los alumnos (\u2026) y la libertad ideol\u00f3gica de los alumnos\u201d.[13]<\/a>
\nLos titulares de las escuelas cat\u00f3licas entendieron que la presentaci\u00f3n de este recurso supon\u00eda un ataque directo a la identidad de sus centros y, naturalmente, al mantenimiento y a la eventual actualizaci\u00f3n de su acci\u00f3n pastoral.<\/em> El futuro de sus centros era incierto. No obstante, el Tribunal Constitucional les tranquiliz\u00f3: el reconocimiento del derecho de los centros privados a tener un ideario propio era plenamente constitucional.[14]<\/a>
\nLa tranquilidad dur\u00f3 poco. Las elecciones generales de 1982 cambiaron profundamente el mapa pol\u00edtico. Se avecinaban tiempos dif\u00edciles para las escuelas cat\u00f3licas, y urg\u00eda prepararse para sortear las dificultades que pudiesen poner en peligro su continuidad.
\nLa aprobaci\u00f3n de la Ley Org\u00e1nica 5\/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educaci\u00f3n (LODE) <\/em>confirm\u00f3 los temores de los titulares de las escuelas cat\u00f3licas. La nueva ley ya no hablaba del ideario<\/em> de los centros privados sino de sucar\u00e1cter propio,<\/em> que deber\u00eda respetar los derechos que la LODE garantizaba a profesores, padres y alumnos; adem\u00e1s, deb\u00eda ser sometido a autorizaci\u00f3n reglada.[15]<\/a> El Tribunal Constitucional insisti\u00f3 de nuevo en el reconocimiento del derecho de los centros escolares privados a tener un \u2018ideario o car\u00e1cter propio\u2019, y declar\u00f3 la nulidad de la obligaci\u00f3n de someterlo a autorizaci\u00f3n reglada.[16]<\/a>
\nSin embargo, las exigencias legales relativas a la organizaci\u00f3n interna y la financiaci\u00f3n de las escuelas cat\u00f3licas que accedieran al r\u00e9gimen de conciertos provocaron que sus equipos directivos se vieran forzados a dedicar buena parte de sus energ\u00edas a proteger la identidad y a asegurar el normal funcionamiento de los centros respectivos. Debemos reconocerlo: en aquellas circunstancias la defensa del car\u00e1cter propio de las escuelas cat\u00f3licas no fue acompa\u00f1ada del esfuerzo por adecuar su acci\u00f3n pastoral<\/em> a los cambios que estaban teniendo lugar en su entorno social y cultural y, tambi\u00e9n, en el interior de los propios centros educativos.
\nPor otra parte, si era cierto que el acceso de las escuelas cat\u00f3licas a la financiaci\u00f3n p\u00fablica facilitaba su apertura a todas las clases sociales, tambi\u00e9n lo era que las condiciones que deb\u00edan cumplir pon\u00edan en riesgo su identidad, porque se compromet\u00edan a adoptar los mismos criterios que las escuelas p\u00fablicas en los procesos de admisi\u00f3n de alumnos.
\n
\n2.2. <\/strong>Progresivo aumento del profesorado seglar en las escuelas cat\u00f3licas<\/strong>
\nEn la d\u00e9cada de los 80 otro fen\u00f3meno sacudi\u00f3 profundamente a las escuelas cat\u00f3licas, un fen\u00f3meno que ya hab\u00eda empezado en la d\u00e9cada anterior y que se agudizar\u00eda a lo largo de la d\u00e9cada de los 90. Durante a\u00f1os las congregaciones religiosas hab\u00edan tenido recursos humanos suficientes para atender a la pr\u00e1ctica totalidad de las necesidades de sus obras educativas. Es m\u00e1s, el gradual aumento de sus miembros les hab\u00eda permitido la ampliaci\u00f3n de esas obras al mismo ritmo en que crec\u00eda la poblaci\u00f3n en edad escolar. Algo parecido hab\u00eda sucedido en los colegios diocesanos.<\/em>
\nDe pronto, la direcci\u00f3n del cambio se invirti\u00f3: no s\u00f3lo disminuy\u00f3 el n\u00famero de aspirantes a la vida religiosa sino que muchos religiosos y religiosas consideraron oportuno regresar al estado laical. Este fen\u00f3meno comport\u00f3 que el n\u00famero de maestros y profesores seglares de las escuelas cat\u00f3licas aumentase considerablemente, y que algunos de ellos asumieran responsabilidades que siempre hab\u00edan sido ejercidas por miembros de las instituciones que ostentaban su titularidad. Adem\u00e1s, en la incorporaci\u00f3n de educadores laicos[17]<\/a> a menudo se tuvo m\u00e1s en cuenta su competencia profesional que su vinculaci\u00f3n a la Iglesia y su compromiso como personas que creen en Jesucristo y siguen sus ense\u00f1anzas, lo cual tuvo una incidencia extraordinaria en el dise\u00f1o y la oferta de iniciativas de car\u00e1cter pastoral en las escuelas cat\u00f3licas.
\nAnte este fen\u00f3meno, de tanta trascendencia para la presencia de la Iglesia en el campo de la educaci\u00f3n escolar, en 1982 la Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n Cat\u00f3lica public\u00f3 un segundo documento relativo a la educaci\u00f3n cristiana, con este t\u00edtulo: El laico cat\u00f3lico, testigo de la fe en la escuela<\/em>. En la Introducci\u00f3n de este documento leemos:
\n\u201cLos laicos cat\u00f3licos, hombres y mujeres, dedicados a las escuelas de nivel elemental y nivel medio, han ido adquiriendo una importancia cada d\u00eda m\u00e1s relevante con el paso del tiempo. Importancia merecida, que se extiende tanto a la escuela en general como a la escuela cat\u00f3lica en particular. En la actualidad, de los laicos cat\u00f3licos, y de otros laicos, creyentes o no, depende fundamentalmente que la escuela pueda llevar a la pr\u00e1ctica la realizaci\u00f3n de sus prop\u00f3sitos y sus iniciativas. (\u2026) \u00daltimamente este proceso ha coincidido con un considerable descenso del n\u00famero de sacerdotes y de religiosos y religiosas dedicados a la ense\u00f1anza, a causa de la escasez de vocaciones, la urgencia de atender a otras necesidades apost\u00f3licas y, a veces, tambi\u00e9n por el error de creer que la escuela no era un campo apropiado para la pastoral de la Iglesia\u201d.[18]<\/a>
\n
\nEste nuevo documento romano, como el de 1977, segu\u00eda manifestando que la escuela cat\u00f3lica ten\u00eda como \u201caspiraci\u00f3n \u00faltima\u201d la educaci\u00f3n de la fe de sus alumnos,<\/em> y afirmaba que este objetivo ser\u00eda m\u00e1s f\u00e1cilmente alcanzable en la medida en que ella representase la riqueza de la comunidad eclesial: \u201cLa presencia simult\u00e1nea de sacerdotes, religiosos o religiosas y laicos constituye para el alumno un reflejo viviente de esta riqueza, y le facilita una mejor comprensi\u00f3n de la realidad de la Iglesia\u201d.[19]<\/a>
\n
\n2.3. <\/strong>Complejidad creciente de las comunidades educativas de las escuelas cat\u00f3licas<\/strong>
\nEn paralelo con la incorporaci\u00f3n del profesorado seglar a las escuelas cat\u00f3licas, la complejidad de estos centros aument\u00f3 considerablemente por dos motivos muy distintos:<\/p>\n\n
\nEste hecho propici\u00f3 que algunas administraciones educativas abusaran de su autoridad y forzaran a las escuelas cat\u00f3licas a ir m\u00e1s all\u00e1 de lo que era razonable en su apertura a las familias inmigrantes. En efecto, algunas familias que profesaban otras religiones se vieron obligadas a escolarizar a sus hijos en escuelas cat\u00f3licas, en contra de su voluntad.
\nEn pocos a\u00f1os el proceso migratorio cambi\u00f3 la imagen de barrios enteros de muchas poblaciones en las que las escuelas cat\u00f3licas hab\u00edan ofrecido una educaci\u00f3n en un contexto de cultura cristiana, aunque una parte de los miembros de la comunidad educativa no fueran creyentes y otros hubieran abandonado sus creencias religiosas. En la d\u00e9cada de los 80 y siguientes, a la creciente secularizaci\u00f3n del conjunto de la sociedad se a\u00f1adi\u00f3 el aumento del n\u00famero de alumnos y familias que profesaban religiones distintas y que hab\u00edan acudido a las escuelas cat\u00f3licas por razones ajenas a su proyecto educativo.
\nEstas circunstancias condicionaron extraordinariamente la acci\u00f3n pastoral<\/em> de muchas escuelas cat\u00f3licas. Sin mediar el necesario proceso de reflexi\u00f3n, a menudo dejaron de lado algunas expresiones de su car\u00e1cter propio que ten\u00edan raz\u00f3n de ser como ayuda a la educaci\u00f3n de la fe <\/em>de los miembros cat\u00f3licos de la comunidad educativa. Consideraron que, si no todos los alumnos eran cat\u00f3licos, las iniciativas pastorales que daban por supuesta la fe cristiana de los alumnos ya no ten\u00edan raz\u00f3n de ser.
\nEs curioso observar que un tercer documento de la Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n Cat\u00f3lica, publicado en el a\u00f1o 1988, ya daba por supuesto que los alumnos de las escuelas cat\u00f3licas no eran necesariamente cat\u00f3licos, distanci\u00e1ndose as\u00ed del car\u00e1cter de los dos documentos anteriores. En \u00e9l se afirma: \u201cLas escuelas cat\u00f3licas tambi\u00e9n son frecuentadas por alumnos no cat\u00f3licos y no cristianos. En algunos pa\u00edses, estos alumnos constituyen la mayor\u00eda. El Concilio era consciente de ello. Por tanto, ser\u00e1 preciso respetar la libertad religiosa y de conciencia de los alumnos y de sus familias, libertad firmemente tutelada por la Iglesia\u201d.[20]<\/a>
\nConviene observar que los primeros documentos de la CEC no se distinguieron por su car\u00e1cter prof\u00e9tico, sino que se propon\u00edan responder a situaciones ya presentes en el \u00e1mbito educativo, con una actitud m\u00e1s bien defensiva. Al parecer, pretend\u00edan curar y frenar m\u00e1s que prevenir y proyectar.
\n
\n2.4. <\/strong>Reforma del sistema educativo e incidencia en las escuelas cat\u00f3licas<\/strong>
\nEn la d\u00e9cada de los 90 el sistema educativo de nuestro pa\u00eds fue objeto de una profunda reforma que supuso no s\u00f3lo el cambio de la estructura de sus diversos niveles y etapas sino tambi\u00e9n el establecimiento de los nuevos curr\u00edculos escolares. La Ley Org\u00e1nica 1\/1990, de 3 de octubre, de Ordenaci\u00f3n General del Sistema Educativo (LOGSE)<\/em> estableci\u00f3 las finalidades y las caracter\u00edsticas de esta reforma. Su gradual implantaci\u00f3n hizo que muchas escuelas cat\u00f3licas se vieran obligadas a ampliar el n\u00famero de aulas, laboratorios y dem\u00e1s dependencias para poder impartir la etapa de educaci\u00f3n secundaria obligatoria, que les permitir\u00eda acoger a alumnos hasta la edad de diecis\u00e9is a\u00f1os.
\nPor otra parte, la reciente configuraci\u00f3n territorial del Estado complic\u00f3 el proceso de reforma del conjunto del sistema educativo, ya que el traspaso de competencias educativas a las Comunidades Aut\u00f3nomas comport\u00f3 el establecimiento de una gran diversidad de curr\u00edculos escolares y de normas que regulaban la aplicaci\u00f3n de la LOGSE en los \u00e1mbitos territoriales respectivos.
\nEstas circunstancias motivaron que el inter\u00e9s de los equipos directivos de todas las escuelas se centrara en la preparaci\u00f3n t\u00e9cnica del profesorado, la remodelaci\u00f3n de las instalaciones escolares, y, en general, la mejora de la calidad de las ense\u00f1anzas impartidas a los alumnos.
\nEn muchas escuelas cat\u00f3licas, esta preocupaci\u00f3n dificult\u00f3 que se prestara atenci\u00f3n a la incidencia de su car\u00e1cter propio en la orientaci\u00f3n de las diversas ense\u00f1anzas, y en particular a la ense\u00f1anza de la religi\u00f3n cat\u00f3lica,<\/em> que hasta entonces hab\u00eda asegurado que todos los alumnos recibieran una cierta formaci\u00f3n religiosa. La gran diversidad en el grado de vivencia de la fe cristiana por parte de los alumnos cat\u00f3licos, la presencia de alumnos que profesaban otras religiones, y la increencia del resto, hicieron que en algunos ambientes se pensara que lo m\u00e1s oportuno era ofrecer a todos unas ense\u00f1anzas religiosas de car\u00e1cter aconfesional, para que los alumnos recibieran una m\u00ednima ilustraci\u00f3n sobre las grandes religiones y su eventual incidencia en una sociedad caracterizada por el pluralismo y la secularizaci\u00f3n. En la pr\u00e1ctica, dejaron de impartirse las ense\u00f1anzas propias de la religi\u00f3n cat\u00f3lica.
\nA esta situaci\u00f3n se a\u00f1ad\u00eda un hecho muy relevante: algunas escuelas cat\u00f3licas no ten\u00edan profesores con la preparaci\u00f3n pedag\u00f3gica y la sensibilidad religiosa adecuadas para asegurar que la identidad cristiana definida en su car\u00e1cter propio repercutiera eficazmente en el conjunto de las ense\u00f1anzas que se impart\u00edan a los alumnos. A veces, esta deficiencia se procuraba compensar con la programaci\u00f3n de iniciativas de car\u00e1cter pastoral al margen del horario escolar, con ocasi\u00f3n de algunas fiestas o en circunstancias especiales que pudieran justificarlas.
\nNo quisiera dar la impresi\u00f3n de que \u00e9sta era la realidad de todas las escuelas cat\u00f3licas en Espa\u00f1a, pero quiero subrayar un hecho importante: las circunstancias en las que se implant\u00f3 la reforma del sistema educativo propiciaron que no se prestara la atenci\u00f3n debida a la incidencia que el car\u00e1cter propio<\/em> de estas escuelas deb\u00eda tener en la orientaci\u00f3n del tipo de educaci\u00f3n que el conjunto del profesorado impart\u00eda a sus alumnos a trav\u00e9s de las ense\u00f1anzas curriculares. Estas mismas circunstancias provocaron que no se hiciera una reflexi\u00f3n serena y creativa sobre el cambio que deb\u00eda darse a las ense\u00f1anzas e iniciativas de car\u00e1cter religioso que, durante a\u00f1os, hab\u00edan sido la expresi\u00f3n m\u00e1s clara de lo que se hab\u00eda dado en llamar lapastoral de la escuela cat\u00f3lica.<\/em>
\nSin embargo, tambi\u00e9n es cierto que muchas escuelas cat\u00f3licas hicieron un notable esfuerzo por mantener viva su identidad a pesar de las dificultades, con el fin de evidenciar que la educaci\u00f3n que ofrec\u00edan a sus alumnos se inspiraba en los valores del Evangelio.
\n
\n2.5. <\/strong>1997: \u201cLa escuela cat\u00f3lica en los umbrales del tercer milenio\u201d<\/strong>
\nAl acercarse el cambio de milenio, la Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n Cat\u00f3lica volvi\u00f3 a fijar su mirada en las escuelas cat\u00f3licas del llamado mundo occidental. <\/em>En particular observ\u00f3 con atenci\u00f3n la situaci\u00f3n en que se encontraban los pa\u00edses de larga y fecunda tradici\u00f3n cristiana, Espa\u00f1a entre ellos. Fuertemente sacudidos por cambios profundos y r\u00e1pidos, en pocos a\u00f1os estos pa\u00edses quedaron a la intemperie, sin creencias ni valores que dieran consistencia y solidez a un bienestar logrado gracias a los avances tecnol\u00f3gicos y a una riqueza r\u00e1pidamente adquirida y no siempre correctamente administrada. \u00bfQu\u00e9 futuro esperaba a las escuelas cat\u00f3licas en esos pa\u00edses? \u00bfC\u00f3mo manifestar\u00edan su especificidad?
\nLa CEC se propuso responder a estas y otras preguntas semejantes con el documento La escuela cat\u00f3lica en los umbrales del tercer milenio.<\/em> He aqu\u00ed los primeros p\u00e1rrafos:
\n\u201cEn los umbrales del tercer milenio la educaci\u00f3n y la escuela cat\u00f3lica se encuentran ante nuevos desaf\u00edos <\/em>lanzados por los contextos socio-cultural y pol\u00edtico. Se trata sobre todo de la crisis de valores, una crisis que, en las sociedades ricas y desarrolladas, asume las formas a menudo propaladas por los medios de comunicaci\u00f3n: un difuso subjetivismo, el relativismo moral y el nihilismo. El profundo pluralismo que impregna la conciencia social da lugar a diversos comportamientos, en algunos casos tan antit\u00e9ticos como para minar cualquier identidad comunitaria. Los r\u00e1pidos cambios estructurales, las profundas innovaciones t\u00e9cnicas y la globalizaci\u00f3n de la econom\u00eda repercuten en la vida del hombre de cualquier parte de la tierra. As\u00ed, contrariamente a las perspectivas de desarrollo para todos, se asiste a la acentuaci\u00f3n de la diferencia entre pueblos ricos y pueblos pobres, y a masivas oleadas migratorias de los pa\u00edses subdesarrollados a los pa\u00edses desarrollados. Los fen\u00f3menos de la multiculturalidad, y de una sociedad cada d\u00eda m\u00e1s multirracial, multi\u00e9tnica y multirreligiosa, traen consigo enriquecimiento, pero tambi\u00e9n nuevos problemas. En los pa\u00edses de antigua evangelizaci\u00f3n,<\/em>cabe a\u00f1adir una creciente marginaci\u00f3n de la fe cristiana como referencia y luz para la comprensi\u00f3n verdadera y convencida de la existencia.
\nEn el campo espec\u00edfico de la educaci\u00f3n, las funciones se han hecho m\u00e1s complejas y especializadas. Las ciencias de la educaci\u00f3n, anteriormente centradas en el estudio del ni\u00f1o y en la preparaci\u00f3n del maestro, han tenido que abrirse a las diversas etapas de la vida, y a los diferentes ambientes y situaciones m\u00e1s all\u00e1 de la escuela. Nuevas necesidades<\/em> han comportado la exigencia de nuevos contenidos, de nuevas competencias y de nuevas figuras educativas, adem\u00e1s de las tradicionales. As\u00ed, educar resulta especialmente dif\u00edcil en el contexto actual.
\nFrente a este panorama, la escuela cat\u00f3lica est\u00e1 llamada a una renovaci\u00f3n valiente.<\/em> La herencia valiosa de una experiencia secular manifiesta la propia vitalidad cuando se muestra capaz de adecuarse sabiamente a las nuevas situaciones.<\/em> Por ello, es necesario que, tambi\u00e9n hoy, la escuela cat\u00f3lica se defina a s\u00ed misma de manera eficaz, convincente y actual. No se trata de una simple adaptaci\u00f3n, sino de un renovado impulso misionero:<\/em> es el deber fundamental de la evangelizaci\u00f3n,<\/em> de ir all\u00ed donde el hombre est\u00e1 para poner a su alcance el don de la salvaci\u00f3n\u201d.[21]<\/a>
\n
\nConviene observar el cambio de lenguaje respecto a los tres primeros documentos de la misma Congregaci\u00f3n romana a los que me he referido en los apartados 1.3, 2.2 y 2.3. En este cuarto documento ya no se supone que la comunidad educativa de la escuela cat\u00f3lica est\u00e9 formada por cat\u00f3licos, ni se afirma que su finalidad primera sea la educaci\u00f3n de la fe<\/em> de los creyentes, sino que se habla de una escuela cat\u00f3lica que necesita una profunda conversi\u00f3n y una \u201crenovaci\u00f3n valiente\u201d, porque es necesario un \u201crenovado impulso misionero\u201d que se proponga una acci\u00f3n claramente evangelizadora:<\/em> ir al encuentro de los no creyentes para poner a su alcance el don de la salvaci\u00f3n. Veinte a\u00f1os despu\u00e9s del primero, este cuarto documento de la CEC ya tiene un marcado car\u00e1cter autocr\u00edtico y prof\u00e9tico.
\nAntes de pasar a la tercera parte de esta reflexi\u00f3n, un \u00faltimo apunte sobre un fen\u00f3meno que est\u00e1 teniendo lugar en la actualidad y que est\u00e1 creando una profunda desorientaci\u00f3n en muchas escuelas cat\u00f3licas.
\n
\n2.6. <\/strong>2006: Nuevas reformas, nuevos problemas y nuevas soluciones<\/strong>
\nEn la primera d\u00e9cada del siglo XXI el sistema educativo espa\u00f1ol ha sido objeto de una nueva sacudida, cuyos efectos iremos conociendo a lo largo de los pr\u00f3ximos a\u00f1os. La aprobaci\u00f3n de la Ley Org\u00e1nica 2\/2006, de 3 de mayo, de Educaci\u00f3n (LOE)<\/em> ha supuesto un cambio importante en el mapa legislativo del \u00e1mbito de la educaci\u00f3n escolar, ya que tres leyes anteriores han sido derogadas, y la LODE de 1985 ha sido modificada en aspectos importantes.
\nObservemos esta nueva ley desde el punto de vista de la incidencia que podr\u00e1 tener en la acci\u00f3n pastoral<\/em> de las escuelas cat\u00f3licas. Dos novedades reclaman nuestra atenci\u00f3n: en primer lugar, la modificaci\u00f3n de la concepci\u00f3n del curr\u00edculo escolar<\/em> de las ense\u00f1anzas obligatorias; en segundo lugar, la consideraci\u00f3n del proyecto educativo <\/em>como una obligaci\u00f3n de todas las escuelas. La falta de la adecuada comprensi\u00f3n del alcance de estas dos novedades ha provocado una notable desorientaci\u00f3n en todo tipo de escuelas.
\nEn primer lugar, esta desorientaci\u00f3n se ha manifestado en la aplicaci\u00f3n de la nueva definici\u00f3n de curr\u00edculo escolar.<\/em> Me refiero a la incorporaci\u00f3n de las competencias b\u00e1sicas<\/em> a los curr\u00edculos de las etapas obligatorias. En algunas escuelas cat\u00f3licas, la defectuosa comprensi\u00f3n del origen, la naturaleza y la finalidad de las competencias b\u00e1sicas, definidas por la OCDE y recomendadas por la Uni\u00f3n Europea, ha comportado serias irregularidades en el modo de concebir la educaci\u00f3n integral que las escuelas cat\u00f3licas deben ofrecer a sus alumnos y en la forma de expresar su especificidad. A ello ha colaborado un hecho totalmente an\u00f3malo: los gobiernos de algunas Comunidades Aut\u00f3nomas no han respetado las normas b\u00e1sicas establecidas, y el gobierno del Estado no ha hecho nada para impedirlo. No hubiera sido problema si todas las Comunidades Aut\u00f3nomas hubiesen definido correctamente las competencias b\u00e1sicas<\/em> y hubiesen respetado la autonom\u00eda pedag\u00f3gica que corresponde a todos los centros escolares.
\nEsta misma desorientaci\u00f3n ha incidido en el proceso de elaboraci\u00f3n de los proyectos educativos<\/em>. En las escuelas cat\u00f3licas, el proyecto educativo sigue teniendo la finalidad que justificaba su existencia mucho antes de que las leyes org\u00e1nicas relativas a la educaci\u00f3n se preocuparan de regularlo.[22]<\/a> Por ello, sus equipos directivos cometer\u00edan un grave error si creyeran que el proyecto educativo es, simplemente, una exigencia legal, y por esta raz\u00f3n se limitaran a cumplir formalmente lo que la ley ha establecido al respecto.
\nNo podemos ignorar esta realidad al proponer unas l\u00edneas operativas relacionadas con la finalidad y el car\u00e1cter de la acci\u00f3n pastoral en las escuelas cat\u00f3licas.<\/em>
\n <\/p>\n\n
\n3.1. <\/strong>Las escuelas cat\u00f3licas ante el desaf\u00edo de la nueva evangelizaci\u00f3n<\/strong>
\nUn buen colegio religioso<\/em> o un buen colegio diocesano<\/em> de la d\u00e9cada de los 70 del siglo pasado no ser\u00eda hoy una buenaescuela cat\u00f3lica<\/em> si no hubiese pasado por un serio y creativo proceso de actualizaci\u00f3n constante, gracias al cual hoy se pudiera afirmar que propone a las familias un tipo de educaci\u00f3n que responde a sus necesidades reales teniendo en cuenta su diversidad. A lo largo de este serio y creativo proceso de actualizaci\u00f3n constante, esa escuela cat\u00f3lica habr\u00eda ido transformando profundamente el car\u00e1cter de las iniciativas que conformaban lo que quiz\u00e1 a\u00f1os atr\u00e1s hab\u00eda llamado su acci\u00f3n pastoral.<\/em>
\nPues bien, un aspecto en el que hoy debemos fijar la atenci\u00f3n al preguntarnos si una escuela cat\u00f3lica es fiel a su identidad es la calidad de su acci\u00f3n evangelizadora.<\/em>
\nEn el a\u00f1o 1988 la Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n Cat\u00f3lica ya hab\u00eda dirigido a las escuelas cat\u00f3licas esta advertencia: \u201cLa escuela cat\u00f3lica es un verdadero lugar de evangelizaci\u00f3n,<\/em> de aut\u00e9ntico apostolado y de acci\u00f3n pastoral, no en virtud de actividades complementarias o extraescolares, sino por la naturaleza misma de su misi\u00f3n, directamente dirigida a formar la personalidad cristiana\u201d.[23]<\/a>
\nEste mismo documento subrayaba la importancia de la dimensi\u00f3n evangelizadora de la escuela cat\u00f3lica, <\/em>sobre todo cuando no todos los miembros de su comunidad educativa fueran cat\u00f3licos. En algunos casos, afirmaba, ni siquiera se podr\u00e1 hablar estrictamente de evangelizaci\u00f3n, sino de pre-evangelizaci\u00f3n,<\/em> es decir, \u201cla apertura al sentido religioso de la vida\u201d. Adem\u00e1s, suger\u00eda unas pistas para el dise\u00f1o de las l\u00edneas de actuaci\u00f3n:
\n\u201cDada la situaci\u00f3n que se ha creado en varias partes del mundo \u2013la escuela cat\u00f3lica recibe a un n\u00famero de alumnos cada vez m\u00e1s numeroso de credos e ideolog\u00edas diversos\u2013 se hace inaplazable la necesidad de aclarar la dial\u00e9ctica que es preciso establecer entre el aspecto cultural propiamente dicho y el desarrollo de la dimensi\u00f3n religiosa.<\/em> Esta dimensi\u00f3n religiosa es un aspecto imprescindible y sigue siendo la tarea espec\u00edfica de todos los cristianos que trabajan en las instituciones educativas.
\nSin embargo, en tales situaciones no siempre ser\u00e1 f\u00e1cil o posible llevar a cabo el proceso de evangelizaci\u00f3n.<\/em> Se deber\u00e1, entonces, atender a la pre-evangelizaci\u00f3n,<\/em> esto es, a la apertura al sentido religioso de la vida. Esto conlleva la individuaci\u00f3n y profundizaci\u00f3n de elementos positivos sobre el<\/em> c\u00f3mo <\/em>y el qu\u00e9<\/em> del proceso formativo espec\u00edfico.
\nLa transmisi\u00f3n de la cultura debe estar atenta, ante todo, a la consecuci\u00f3n de los fines propios y a potenciar todas las dimensiones que hacen que el hombre sea verdaderamente humano, en particular la dimensi\u00f3n religiosa y el desarrollo de la exigencia \u00e9tica.
\nTeniendo en cuenta la unidad en el pluralismo, es preciso realizar un discernimiento inteligente entre lo que es esencial y lo que es accidental. El punto justo del c\u00f3mo<\/em> y del qu\u00e9<\/em> permitir\u00e1 el desarrollo completo del hombre en el proceso educativo, desarrollo que puede ser considerado una verdadera pre-evangelizaci\u00f3n.<\/em> Sobre este fundamento, se podr\u00e1construir\u201d.[24]<\/a><\/em>
\n
\nEl papa Benedicto XVI ha salido al encuentro de aquellos que han manifestado dudas respecto al papel que corresponde a las escuelas cat\u00f3licas en el ejercicio de la misi\u00f3n evangelizadora de la Iglesia en el mundo de hoy. Son muchos los motivos que exigen que la evangelizaci\u00f3n y la iniciaci\u00f3n a la fe se acompa\u00f1en de una acci\u00f3n educativa concebida como un servicio a las personas y a la sociedad en general, una acci\u00f3n educativa que debe ser realizada en unas circunstancias y en un contexto cultural que la hacen particularmente dif\u00edcil. Por ello, el Papa ha hablado de \u201cemergencia educativa\u201d.[25]<\/a><\/em> Se ha expresado en estos t\u00e9rminos:
\n\u201cAlgunos cuestionan hoy el compromiso de la Iglesia en la educaci\u00f3n, pregunt\u00e1ndose si estos recursos no se podr\u00edan emplear mejor de otra manera. [\u2026] La misi\u00f3n primaria de la Iglesia es evangelizar,<\/em> y en ella las instituciones educativas juegan un papel crucial, que est\u00e1 en consonancia con la aspiraci\u00f3n fundamental de toda naci\u00f3n de construir una sociedad acorde con la dignidad de la persona humana. Sin embargo, a veces de pone en duda el valor de la contribuci\u00f3n de la Iglesia al f\u00f3rum<\/em> p\u00fablico. Por ello, es importante recordar que la verdad de la fe y la verdad de la raz\u00f3n nunca se contradicen\u201d.[26]<\/a>
\n
\nEl Papa no ha dudado en referirse a la necesidad de una nueva evangelizaci\u00f3n<\/em> cuando ha contemplado la realidad de los pa\u00edses de antigua cristiandad que, al parecer, han olvidado sus or\u00edgenes y han cre\u00eddo que el progreso y el bienestar les permiten prescindir de Dios. Se trata de una nueva atenci\u00f3n de la Iglesia a su misi\u00f3n fundamental, a su identidad y a su raz\u00f3n de ser. Nueva evangelizaci\u00f3n<\/em> es sin\u00f3nimo de misi\u00f3n,<\/em> y exige la capacidad de volver a empezar, de ir m\u00e1s all\u00e1 de los l\u00edmites habituales y ampliar horizontes. Es lo contrario de la autosuficiencia, del repliegue sobre uno mismo y de una concepci\u00f3n de la pastoral seg\u00fan la cual es suficiente continuar haciendo lo que siempre se ha hecho.
\nNo nos sorprende que, en los \u00faltimos meses, la invitaci\u00f3n a impulsar una nueva evangelizaci\u00f3n <\/em>por parte de todas las instituciones eclesiales se haya convertido en una aut\u00e9ntica obsesi\u00f3n para Benedicto XVI. En efecto, aprovecha todas las circunstancias para insistir en su necesidad y su car\u00e1cter. Lo manifiesta con toda claridad: nada debe distraernos de este compromiso eclesial; nada es m\u00e1s importante ni m\u00e1s urgente. Lo ha manifestado nuevamente al convocar el A\u00f1o de la fe <\/em>con el que quiere celebrar el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y el veinte aniversario de la publicaci\u00f3n del Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica.<\/em> En este caso se ha referido a la nueva evangelizaci\u00f3n en estos t\u00e9rminos:
\n\u201c\u00abCaritas Christi urget nos\u00bb<\/em> (2Co<\/em> 5, 14): es el amor de Cristo el que llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar. Hoy como ayer, \u00c9l nos env\u00eda por las autopistas del mundo para proclamar su Evangelio a todos los pueblos de la tierra (cf. Mt<\/em> 28, 19). Con su amor, Jesucristo atrae hacia s\u00ed a los hombres de cada generaci\u00f3n: en todo momento convoca a la Iglesia y le conf\u00eda el anuncio del Evangelio, con un mandato siempre nuevo. Tambi\u00e9n hoy es necesario un compromiso eclesial m\u00e1s radical en la nueva evangelizaci\u00f3n,<\/em> con el fin de redescubrir la alegr\u00eda de creer y el entusiasmo de comunicar la propia fe. Al redescubrir el amor de Cristo d\u00eda tras d\u00eda, se acrecienta y fortalece el compromiso misionero de los creyentes, que nunca debe desaparecer. En efecto, la fe crece cuando es vivida como una experiencia de amor recibido y cuando es comunicada como una experiencia de gracia y de alegr\u00eda\u201d.[27]<\/a>
\n
\nEste es el gran desaf\u00edo de las escuelas cat\u00f3licas hoy en el mundo occidental y de modo particular en Espa\u00f1a. Por fidelidad a la misi\u00f3n que les ha sido confiada, y para poder responder al reto de la nueva evangelizaci\u00f3n,<\/em> todas las instituciones de la Iglesia, y en especial las escuelas cat\u00f3licas, deben proceder a una profunda conversi\u00f3n pastoral<\/em> de sus estructuras y de sus actividades.[28]<\/a>
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\n3.2. <\/strong>Car\u00e1cter evangelizador de las escuelas cat\u00f3licas<\/strong>
\nNo hay educaci\u00f3n sin una determinada idea de persona, como no hay cultura sin una cierta imagen del mundo y de las relaciones humanas. Los cristianos no ser\u00edamos fieles al mensaje evang\u00e9lico si renunci\u00e1semos a proclamar lo que la fe en Jesucristo nos inspira sobre el modo de comprender la persona humana y su destino en el mundo. Por ello, nuestra presencia en el \u00e1mbito de la cultura y en el campo de la educaci\u00f3n es expresi\u00f3n de nuestra fe en Jesucristo, porque aportamos a la formaci\u00f3n de las personas una concepci\u00f3n del ser humano que emana del Evangelio. \u00c9sta es la raz\u00f3n que justifica que las escuelas cat\u00f3licas propongan a las familias una educaci\u00f3n fundamentada en una concepci\u00f3n cristiana del hombre, la vida y el mundo y, a la vez, favorezcan el testimonio evang\u00e9lico de los creyentes de la comunidad educativa.
\nY \u00e9sta es tambi\u00e9n la raz\u00f3n por la que toda escuela cat\u00f3lica debe ser el resultado del trabajo conjunto de personas que creen en Jesucristo y, por ello,<\/p>\n\n
\nUn documento relativamente reciente de la Conferencia Episcopal Espa\u00f1ola[29]<\/a> tambi\u00e9n ha destacado el car\u00e1cter evangelizador<\/em> de las escuelas cat\u00f3licas, recordando una vez m\u00e1s que \u201cla escuela cat\u00f3lica encuentra su verdadera justificaci\u00f3n en la misi\u00f3n misma de la Iglesia, que justifica un proyecto educativo<\/em> en el que se funden arm\u00f3nicamente fe, cultura y vida. Por medio de la escuela cat\u00f3lica la Iglesia evangeliza, <\/em>educa y colabora en la formaci\u00f3n de un ambiente moralmente sano en la sociedad\u201d.[30]<\/a>
\nLos obispos espa\u00f1oles lo han manifestado en estos t\u00e9rminos:
\n\u201cLa escuela cat\u00f3lica posee todos los elementos que le permiten ser reconocida no s\u00f3lo como medio privilegiado de hacer presente a la Iglesia en la sociedad, sino tambi\u00e9n como verdadero y particular sujeto eclesial, puesto que \u00abevangelizar no es nunca un acto individual y aislado, sino profundamente eclesial\u00bb, pues quien evangeliza hace presente a Cristo y a la Iglesia, su cuerpo visible, y \u00abesto supone que lo haga no por una misi\u00f3n que \u00e9l se atribuye o por inspiraci\u00f3n personal, sino en uni\u00f3n con la misi\u00f3n de la Iglesia y en su nombre\u00bb\u201d.[31]<\/a>
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\nLos cambios que han tenido lugar en nuestra sociedad secular y plural a lo largo de los \u00faltimos a\u00f1os suponen un desaf\u00edo constante para la comunidad eclesial, que debe reorientar aspectos fundamentales de su acci\u00f3n evangelizadora<\/em>. Por ello, los pont\u00edfices Juan Pablo II y Benedicto XVI nos han invitado con insistencia a participar activamente en una nueva evangelizaci\u00f3n<\/em>, revisando el lenguaje y el estilo de nuestro testimonio como seguidores de Cristo Jes\u00fas, as\u00ed como la finalidad y la forma de actuar de las instituciones eclesiales.[32]<\/a> Hoy esta invitaci\u00f3n se dirige de manera particular a las escuelas cat\u00f3licas.
\nEl car\u00e1cter evangelizador de nuestras escuelas cat\u00f3licas<\/em> deber\u00e1 manifestarse de formas diversas, que se complementan:<\/p>\n\n
\nAcentuar el car\u00e1cter evangelizador de la escuela cat\u00f3lica no supone ni implica que la educaci\u00f3n de la fe<\/em> de los alumnos y familias que profesan la religi\u00f3n cat\u00f3lica deje de ser un objetivo prioritario en su proyecto educativo. Todo lo contrario. La maduraci\u00f3n de la fe en Jesucristo y el testimonio de esa misma fe por parte de los cat\u00f3licos de todas las edades que forman parte de la comunidad educativa tambi\u00e9n constituyen una exigencia del car\u00e1cter propio de las escuelas cat\u00f3licas, que deben esforzarse por crear \u201cun ambiente en el que educadores, padres y alumnos puedan madurar su fe y encuentren momentos y medios para dar testimonio de ella\u201d.[34]<\/a>
\nAdem\u00e1s, una escuela cat\u00f3lica evangelizadora constituir\u00e1 un ambiente adecuado para la formaci\u00f3n cristiana de los alumnos y de los educadores que han recibido el don de la fe en Cristo Jes\u00fas. S\u00f3lo as\u00ed \u201cpodr\u00e1 ser una experiencia verdadera de Iglesia y participar\u00e1 en la acci\u00f3n pastoral org\u00e1nica de la comunidad cristiana\u201d.[35]<\/a>
\nFernando Sebasti\u00e1n Aguilar, religioso claretiano, hab\u00eda sido Rector de la Universidad Pontificia de Salamanca en a\u00f1os dif\u00edciles; m\u00e1s tarde, ya ordenado obispo, fue elegido Secretario General de la Conferencia Episcopal Espa\u00f1ola. Recientemente ha publicado un libro sumamente interesante con el prop\u00f3sito de hacer ver la importancia y la urgencia de la nueva evangelizaci\u00f3n<\/em> a la que se han referido con insistencia Juan Pablo II y Benedicto XVI. En este libro no pod\u00eda faltar un apartado sobre las escuelas cat\u00f3licas como agentes de evangelizaci\u00f3n. Entre otras muchas propuestas de evidente actualidad, nos ofrece la siguiente reflexi\u00f3n:
\n\u201cLas escuelas cat\u00f3licas tienen que ser a la vez lugares de educaci\u00f3n integral y de educaci\u00f3n propiamente cristiana, que incluye la evangelizaci\u00f3n, la inculturaci\u00f3n y el necesario aprendizaje para vivir cristianamente en un contexto pluricultural, plurireligioso y con frecuencia agresivo. Han de ser de manera especial lugares de preparaci\u00f3n para una vida familiar cristiana que brille con la luz de la bondad de Dios en un mundo corro\u00eddo por el ego\u00edsmo y el descreimiento. \u00c9sta tiene que ser la manifestaci\u00f3n de su verdadera eclesialidad. No podemos conformarnos con menos. Los silencios cobardes y las deformaciones escandalosas en estas materias tienen que desaparecer absolutamente. Objetivo indispensable de estos centros tiene que ser la s\u00edntesis y la coherencia entre fe cristiana, cultura y vida.
\nLos centros cat\u00f3licos estar\u00e1n abiertos a quienes quieran y puedan ingresar en ellos. Pero esta apertura no puede entenderse como una renuncia a nuestra clara identidad. Sino precisamente una consecuencia de ella. As\u00ed es como los colegios cat\u00f3licos ser\u00e1n un verdadero servicio para el bien de la Iglesia y de la sociedad. Homologarlos en sus objetivos y m\u00e9todos con los no cat\u00f3licos ser\u00eda tanto como suprimir la ense\u00f1anza cat\u00f3lica, perder la raz\u00f3n de su existencia.
\nEs l\u00f3gico que los gobiernos o la sociedad no valoren la identidad cat\u00f3lica de nuestros centros, pero nosotros s\u00ed tenemos que valorarla y defenderla por encima de todo. Es la justificaci\u00f3n de su existencia y el origen profundo de su capacidad educativa. Nuestros gobiernos tienen que avanzar mucho en el reconocimiento de la libertad de ense\u00f1anza y de la libertad religiosa, en el reconocimiento efectivo de la verdadera pluralidad espiritual, cultural y religiosa de la sociedad real. Pero mientras tanto nosotros no debemos ceder en lo que es nuestro derecho y nuestra obligaci\u00f3n a pesar de las dificultades\u201d.[36]<\/a>
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\nEl P. Pascual Ch\u00e1vez Villanueva, Rector Mayor de la Congregaci\u00f3n Salesiana y Presidente de la Uni\u00f3n de Superiores Generales (USG), se ha dirigido recientemente a los religiosos de su Congregaci\u00f3n y a sus obras apost\u00f3licas advirti\u00e9ndoles de los retos que deben afrontar en el proceso de dise\u00f1o y realizaci\u00f3n del Proyecto Europa, en respuesta a la invitaci\u00f3n que el papa Benedicto XVI ha hecho a todas las instituciones eclesiales. Bien podemos entender que sus palabras en torno al car\u00e1cter de la pastoral juvenil en las obras salesianas son igualmente aplicables a todas las escuelas cat\u00f3licas, puesto que comparten la misma finalidad en el \u00e1mbito de la educaci\u00f3n.
\nEn relaci\u00f3n con el car\u00e1cter que debe tener la pastoral juvenil, el P. Pascual Ch\u00e1vez ha afirmado lo siguiente:
\n\u201cLa situaci\u00f3n actual hace de la nueva evangelizaci\u00f3n<\/em> no una opci\u00f3n voluntaria sino una obligaci\u00f3n misionera\u201d. (\u2026)
\n\u201cSeremos agentes eficaces de evangelizaci\u00f3n si, personal y comunitariamente, somos evangelizados. La misi\u00f3n apost\u00f3lica es siempre comisi\u00f3n, <\/em>misi\u00f3n compartida. Evangelizar no s\u00f3lo no es fruto de una acci\u00f3n individual, al margen o libre del mandato comunitario, sino que nuestra vida en com\u00fan de ap\u00f3stoles<\/em> es ya evangelizaci\u00f3n en acto, el primer testimonio que debemos a los que evangelizamos; en ella y desde ella podremos ofrecer esa acogida incondicional que expresa el gozo de creer y da lugar a la esperanza.
\nAnimada por una clara finalidad de expl\u00edcita evangelizaci\u00f3n, la pastoral juvenil salesiana debe ofrecer itinerarios realistas y probados que lleven a los j\u00f3venes al encuentro personal con Cristo. Frente a la crisis de la socializaci\u00f3n religiosa, la pastoral juvenil debe activar los medios y los cauces para la transmisi\u00f3n pedag\u00f3gica del contenido de la fe seg\u00fan la tradici\u00f3n salesiana, con un esfuerzo catequ\u00edstico permanente.
\nNuestra pastoral juvenil tiene que caracterizarse por la relevancia que alcanza la dimensi\u00f3n educativa,<\/em> que, atenta y respetuosa de la diversidad religiosa de nuestros j\u00f3venes, no deja de proclamar el Evangelio a cristianos, post-cristianos y no cristianos. Para ser m\u00e1s eficaces, los salesianos deberemos esforzarnos m\u00e1s por implicar a los seglares en el Proyecto Europa y en la revitalizaci\u00f3n del carisma, especialmente en la visi\u00f3n y la pr\u00e1ctica de la misi\u00f3n evangelizadora de la pastoral juvenil\u201d<\/em>.[37]<\/a>
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\n3.3. <\/strong>Dos recursos que las escuelas cat\u00f3licas tienen a su disposici\u00f3n<\/strong>
\nLas escuelas cat\u00f3licas tienen a su alcance dos recursos<\/em> indispensables para asegurar que la acci\u00f3n evangelizadora<\/em>logre los objetivos que se esperan de ella: la cualificaci\u00f3n del personal del centro y su proyecto educativo. Procurar\u00e9 justificar esta afirmaci\u00f3n.
\n <\/p>\n\n
\nEn la segunda parte de esta reflexi\u00f3n he expuesto c\u00f3mo las m\u00faltiples y absorbentes preocupaciones de las instituciones titulares de las escuelas cat\u00f3licas a lo largo de los \u00faltimos a\u00f1os no han facilitado que la continua cualificaci\u00f3n cristiana del personal del centro haya sido considerada una opci\u00f3n preferente. Sin embargo, si los miembros del equipo directivo y los maestros y profesores no asumen cordialmente que la identidad de una escuela cat\u00f3lica debe expresarse a trav\u00e9s de la acci\u00f3n docente, la organizaci\u00f3n y la gesti\u00f3n del centro, su car\u00e1cter evangelizador ser\u00e1 una entelequia, y su futuro como escuela cat\u00f3lica estar\u00e1 en riesgo, aunque desde otras perspectivas pueda ser considerada una buena escuela y sea merecedora del correspondiente prestigio social.
\nPor ello, la vivencia de la fe cristiana de los candidatos a incorporarse como educadores en una escuela cat\u00f3lica deber\u00e1 ser tomada en consideraci\u00f3n cuando \u00e9sta tenga que modificar la composici\u00f3n del claustro de profesores. Pero no s\u00f3lo esto. Esa misma escuela cat\u00f3lica tambi\u00e9n deber\u00e1 asegurar la formaci\u00f3n continua<\/em> de todo el personal del centro, tanto en la dimensi\u00f3n profesional como en su dimensi\u00f3n religiosa. No hacerlo as\u00ed equivaldr\u00eda a renunciar a su propia identidad como escuela cat\u00f3lica.
\nEn el contexto de emergencia educativa<\/em> en el que nos encontramos, es \u00fatil recordar lo que afirm\u00f3 el papa Pablo VI en 1975: \u201cEl hombre contempor\u00e1neo escucha m\u00e1s a gusto a los testigos que a los maestros; y, si escucha a los maestros, es porque son testigos\u201d.[38]<\/a> Ning\u00fan proyecto de nueva evangelizaci\u00f3n<\/em> puede prescindir de hombres y mujeres que avalen con la propia conducta lo que anuncian con la palabra. La credibilidad de la propuesta educativa de la escuela cat\u00f3lica est\u00e1 anclada en lo que sus educadores son, creen y viven. Por ello, las escuelas cat\u00f3licas necesitan educadores que sepan ser testigos cre\u00edbles de aquellas realidades y de aquellos valores sobre los cuales es posible fundar tanto la existencia personal de cada ser humano como los proyectos compartidos de convivencia social.[39]<\/a>
\nPor fidelidad a su identidad, toda escuela cat\u00f3lica deber\u00eda proponerse seriamente que el ambiente en el que se realiza la acci\u00f3n docente y las iniciativas formativas puestas al alcance de todos favorecieran que los creyentes de la comunidad educativa llevaran a la pr\u00e1ctica el consejo que el papa Benedicto xvi dio a los j\u00f3venes que participaron en la Jornada Mundial de la Juventud<\/em> celebrada en Madrid el pasado mes de agosto de 2011. Les dijo con mucha claridad que la fe personal no se puede sostener si no se manifiesta de alg\u00fan modo. Es decir, que los creyentes debemos \u201ccomunicar a los dem\u00e1s la alegr\u00eda de nuestra fe\u201d y \u201csentirnos disc\u00edpulos y misioneros de Cristo\u201d en todos los ambientes. He aqu\u00ed sus palabras:
\n\u201cDe la amistad con Cristo, nacer\u00e1 tambi\u00e9n el impulso que lleva a dar testimonio de la fe en los diversos ambientes, incluso all\u00ed donde hay rechazo o indiferencia. No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los dem\u00e1s. Por tanto, no os guard\u00e9is a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los dem\u00e1s la alegr\u00eda de vuestra fe. El mundo necesita el testimonio de vuestra fe, necesita ciertamente a Dios. Pienso que vuestra presencia aqu\u00ed, j\u00f3venes venidos de los cinco continentes, es una maravillosa prueba de la fecundidad del mandato de Cristo a la Iglesia: \u2018Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creaci\u00f3n\u2019 (Mc<\/em> 16, 15). Tambi\u00e9n a vosotros os incumbe la extraordinaria tarea de ser disc\u00edpulos y misioneros de Cristo en otras tierras y pa\u00edses donde hay multitud de j\u00f3venes que aspiran a cosas grandes y, vislumbrando en sus corazones la posibilidad de valores m\u00e1s aut\u00e9nticos, no se dejan seducir por las falsas promesas de un estilo de vida sin Dios\u201d.[40]<\/a>
\nLos alumnos creyentes se sentir\u00e1n estimulados a dar testimonio de su fe en Cristo Jes\u00fas si se sienten acompa\u00f1ados por sus educadores. Y al rev\u00e9s: la falta de religiosidad de los educadores pondr\u00eda en peligro la fe de sus alumnos, con lo que la acci\u00f3n evangelizadora de la escuela cat\u00f3lica se har\u00eda imposible.
\n <\/p>\n\n
\nLa mejor acci\u00f3n pastoral<\/em> que puede programar y llevar a cabo el equipo directivo de una escuela cat\u00f3lica es lograr que la dimensi\u00f3n cristiana de la educaci\u00f3n est\u00e9 presente en la adaptaci\u00f3n de los curr\u00edculos<\/em> a las exigencias de la identidad de la escuela, manifestada sobre todo en el tipo de educaci\u00f3n descrito en su car\u00e1cter propio.<\/em> Esta adaptaci\u00f3n no s\u00f3lo es posible sino que es absolutamente indispensable. En efecto, la escuela cat\u00f3lica debe \u201chacer que la visi\u00f3n cristiana del mundo y de la vida, de la cultura y de la historia, emerja de las ense\u00f1anzas impartidas en el centro\u201d, porque \u201cen el proyecto educativo de la escuela cat\u00f3lica no existe separaci\u00f3n entre momentos de aprendizaje y momentos de educaci\u00f3n, entre la adquisici\u00f3n de conceptos y el crecimiento en sabidur\u00eda. Todas y cada una de las \u00e1reas y materias escolares presentan no s\u00f3lo saberes que deben ser aprendidos, sino tambi\u00e9n valores que han de ser asumidos y verdades que deben ser descubiertas\u201d.[41]<\/a>
\nLa legislaci\u00f3n vigente llama concreci\u00f3n de los curr\u00edculos <\/em>al resultado de la operaci\u00f3n de adaptar los curr\u00edculos establecidos al car\u00e1cter propio de un centro escolar privado, y establece que constituya uno de los componentes esenciales de su proyecto educativo.[42]<\/a>
\nEn las escuelas cat\u00f3licas, uno de los aspectos del curr\u00edculo escolar que deber\u00e1 ser atendido en particular es el relativo a las ense\u00f1anzas de car\u00e1cter religioso,<\/em> que en todo caso tendr\u00e1n en cuenta la situaci\u00f3n personal de los alumnos, creyentes y no creyentes. La doctrina de la Iglesia es clara a este respecto:
\n\u201cAunque la ense\u00f1anza de la religi\u00f3n en las escuelas cat\u00f3licas tiene una misi\u00f3n distinta de la que ejerce en otras escuelas, mantiene la finalidad de ayudar a los alumnos a comprender la experiencia hist\u00f3rica del cristianismo y orientarles hacia el conocimiento de Jesucristo y del contenido de su Evangelio. En este sentido, la ense\u00f1anza de la religi\u00f3n constituye es una propuesta de car\u00e1cter cultural<\/em> que puede ser ofrecida a todos los alumnos,<\/em> sean las que sean sus opciones personales de fe. En muchos contextos, el cristianismo ya constituye el horizonte espiritual de la cultura de pertenencia.
\nEn la escuela cat\u00f3lica la ense\u00f1anza de la religi\u00f3n tiene por finalidad<\/em> ayudar a los alumnos a madurar una actitud personal respecto a las cuestiones religiosas, una actitud coherente y a la vez respetuosa de las opciones personales de los dem\u00e1s, contribuyendo as\u00ed a su crecimiento y a una m\u00e1s cabal comprensi\u00f3n de la realidad. Es importante que toda la comunidad educativa reconozca el valor y la finalidad de la ense\u00f1anza de la religi\u00f3n y ayude a los alumnos a valorarla. El profesor de religi\u00f3n est\u00e1 llamado a estimular a los alumnos al estudio de las grandes cuestiones sobre el sentido de la vida, el significado de la realidad y el compromiso responsable de transformarla de acuerdo con los valores evang\u00e9licos, fomentando la confrontaci\u00f3n constructiva entre los contenidos y valores de la religi\u00f3n cat\u00f3lica y la cultura contempor\u00e1nea\u201d.