{"id":7131,"date":"2012-05-01T00:00:08","date_gmt":"2012-04-30T22:00:08","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7131"},"modified":"2012-05-01T00:00:08","modified_gmt":"2012-04-30T22:00:08","slug":"estad-siempre-dispuestos-a-dar-razon-de-vuestra-esperanza-1-pe-3-15","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/estad-siempre-dispuestos-a-dar-razon-de-vuestra-esperanza-1-pe-3-15\/","title":{"rendered":"\u201cESTAD SIEMPRE DISPUESTOS A DAR RAZ\u00d3N DE VUESTRA ESPERANZA\u201d (1 PE 3, 15)"},"content":{"rendered":"

EL DI\u00c1LOGO FE-CULTURA: CRITERIOS PARA LA PASTORAL JUVENIL EN TIEMPOS COMPLEJOS<\/h1>\n

Jos\u00e9 Miguel N\u00fa\u00f1ez, sdb<\/strong>
\nConsejero General para Europa Oeste<\/strong>
\n <\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl autor propone tres criterios que posibiliten un di\u00e1logo fe-cultura desde la perspectiva de la pastoral juvenil: el criterio de la encarnaci\u00f3n, el criterio dial\u00f3gico, el criterio de la vida y de la esperanza.
\n 
\nEl Atrio de los Gentiles, <\/em>inaugurado el 24 de marzo de 2011 en Par\u00eds, es un espacio novedoso para el di\u00e1logo fe \u2013 cultura, una iniciativa impulsada por Benedicto XVI y coordinada por el Cardenal Ravasi que nace con vocaci\u00f3n de perdurar en el tiempo. La experiencia ha sido especialmente relevante para la Iglesia del siglo veintiuno que busca caminos de encuentro con el hombre contempor\u00e1neo. Nuestro mundo se ha convertido en un gran atrio de los gentiles<\/em>. Como en Par\u00eds, la met\u00e1fora del di\u00e1logo con los no creyentes, nuestras calles y plazas son hoy una gran encrucijada en la que los cristianos estamos llamados a dar raz\u00f3n<\/em> de nuestra esperanza. Sin parapetos. Sin fundamentalismos. S\u00f3lo con la audacia de la fe que busca nuevos espacios para re-proponerse con humildad y en libertad. En la pastoral con j\u00f3venes sentimos tambi\u00e9n esta urgencia.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Ya te escucharemos otro d\u00eda<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    En efecto, a los que trabajamos con j\u00f3venes nos parece estar en un inmenso are\u00f3pago en el que el anuncio del Dios que se ha revelado en Jesucristo solo toca la vida de unos pocos. Muchos de los que deambulan por este atrio de la gentilidad<\/em>que es el mundo juvenil nos dicen como a Pablo en Atenas, \u201cYa te escucharemos otro d\u00eda\u201d (Hch<\/em> 17, 32). Y no podemos evitar que, como al Ap\u00f3stol, tambi\u00e9n a nosotros nos \u201cduela en el alma esta ciudad poblada de \u00eddolos\u201d (Hch <\/em>17, 16).
    \nPor poner solo un ejemplo, \u00fanicamente el tres por ciento de los j\u00f3venes espa\u00f1oles piensa que la Iglesia tiene algo importante que decir en nuestra sociedad compleja<\/a>. Es un dato que los soci\u00f3logos llaman \u201ctozudo\u201d porque se repite una y otra vez en estos estudios peri\u00f3dicos y que parece que ha dejado de sorprendernos. Es una tendencia bien marcada en estos \u00faltimos a\u00f1os en los que machaconamente las encuestas sobre los j\u00f3venes espa\u00f1oles nos dejan con una sensaci\u00f3n de malestar por lo que a la relaci\u00f3n de \u00e9stos con la Iglesia se refiere. La tentaci\u00f3n de pensar que son solo encuestas y relativizarlas pensando que no reflejan la verdad de lo que pasa ah\u00ed fuera es muy grande. El calor de nuestros grupos juveniles o la respuesta a determinadas convocatorias terminan de convencernos de la poca bondad de estos soci\u00f3logos, observadores desde el burladero,<\/em> que no leen adecuadamente la realidad desde dentro. Y sin embargo, como Pablo en el Are\u00f3pago, tenemos la sensaci\u00f3n de que algo no va bien y \u201cnos alejamos de ellos\u201d (Hch<\/em> 17, 33).
    \nPuede que tengamos un problema de comunicaci\u00f3n. Probablemente de forma y de fondo. Es verdad que hay demasiado ruido<\/em> que dificulta que el mensaje llegue al receptor. Pero tampoco nos viene mal un poco de autocr\u00edtica porque no es suficiente la respuesta autocomplaciente de que la realidad que percibimos en nuestros encuentros juveniles es bien diferente. Nos queda el otro noventaysiete<\/em> por ciento que nos repite \u201c\u00bfQu\u00e9 tendr\u00e1 que decir ese charlat\u00e1n? (\u2026) \u00bfSe puede saber qu\u00e9 es esa nueva doctrina que ense\u00f1as? Porque est\u00e1s metiendo conceptos que nos suenan extra\u00f1os\u2026\u201d (Hch<\/em> 17, 18.20).
    \nQuiz\u00e1s nos pidan que sintonicemos mejor con ellos o que hasta nos reclamen una palabra de novedad. Lo cierto es que los j\u00f3venes siguen buscando signos cre\u00edbles de vida y esperanza. La Iglesia tiene el deber de hacer resonar la buena noticia liberadora de Jes\u00fas, el Cristo, sin que se desparrame el vino nuevo del Reino por los odres cuarteados de la incoherencia, la irrelevancia o la inconsciencia. Por eso es tan necesario re-abrir el di\u00e1logo de una fe que se propone a los j\u00f3venes de un mundo diferente, paganos <\/em>en un atrio globalizado, no creyentes en el nuevo continente digital, adoradores de otros \u00eddoloshumanos, demasiado humanos<\/em>. La cultura juvenil es tambi\u00e9n una par\u00e1bola: la de un moderno y globalizado atrio de los gentiles<\/em>. La urgencia de la evangelizaci\u00f3n, en nuestro mundo secularizado y plural, pasa por avivar nuevas formas de di\u00e1logo entre la fe y la cultura para provocar el encuentro y disponer a la escucha. Propongo a continuaci\u00f3n algunos criterios que, en el \u00e1mbito de la pastoral juvenil, pueden ayudarnos a recorrer este camino.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Asumir la cultura para transformarla: el criterio de la encarnaci\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      El primer criterio podr\u00edamos enunciarlo as\u00ed: el criterio de la Encarnaci\u00f3n. El verbo de Dios, en la encarnaci\u00f3n, asume con todas las consecuencias la naturaleza humana. Solo asumiendo la historia, desde dentro de ella, Jesucristo con su muerte y resurrecci\u00f3n vence definitivamente al pecado y hace surgir una realidad nueva. El hombre y la creaci\u00f3n entera son liberados del mal, del pecado, de la oscuridad y de la muerte transformando definitivamente la historia y haciendo de ella historia de salvaci\u00f3n.
      \nEl acontecimiento de Cristo, Hijo de Dios, Salvador nos ofrece un criterio teol\u00f3gico para nuestra praxis pastoral. Ya lo enunci\u00f3 de manera magistral uno de los mejores te\u00f3logos del siglo II, Ireneo de Lyon (130-202) al afirmar en su refutaci\u00f3n de la gnosis que el Verbo encarnado redime al hombre asumiendo<\/em> realmente la naturaleza humana
      <\/a>. El principio teol\u00f3gico que se desprende puede ser enunciado afirmando que lo que no se asume, no puede ser redimido.
      \nEste criterio teol\u00f3gico-pastoral nos lleva a considerar que una correcta praxis evangelizadora deber\u00e1 ser inculturada,<\/em>esto es, deber\u00e1 asumir la cultura para poder anunciar a Jesucristo desde dentro de ella, con el universo de comprensi\u00f3n, las categor\u00edas y el lenguaje comprensibles al destinatario del anuncio. En este sentido, la Iglesia de los or\u00edgenes se convierte en un modelo misionero <\/em>para nosotros. El anuncio del Evangelio se ha buscado siempre insertarse en la cultura de los destinatarios del mensaje y hacer comprensible el mensaje de la Revelaci\u00f3n a jud\u00edos, griegos o romanos. As\u00ed lo ha tratado de hacer la Iglesia en todo tiempo. Por eso, el Concilio Vaticano II, al referirse a la misi\u00f3n evangelizadora de la Iglesia en el mundo contempor\u00e1neo, afirma: \u201cLa predicaci\u00f3n adaptada de la palabra revelada debe mantenerse como ley de toda evangelizaci\u00f3n. Pues as\u00ed en todo pueblo se estimula el poder de expresar el mensaje de Cristo a su modo y, al mismo tiempo, se promueve un vivo intercambio entre la Iglesia y las diferentes culturas de los pueblos\u201d
      <\/a>.
      \nAhora bien, la asunci\u00f3n de la cultura no puede ser acr\u00edtica, dando por buenos todos los elementos que la configuran y determinan. Inculturar el mensaje no significa una acomodaci\u00f3n cultural. En efecto, en toda cultura hay tambi\u00e9n elementos de muerte, de oscuridad, de pecado. A la luz del principio teol\u00f3gico de la encarnaci\u00f3n del Verbo, es necesario hacer frente a todo lo que va en contra del hombre, de su libertad, de su capacidad de amar, de su ser imagen de Dios. Por eso el Evangelio ha sido siempre contra-cultural. La propuesta de Jes\u00fas, desde dentro de la realidad humana, va a contracorriente de muchos valores (o antivalores) imperantes, derrumba visiones equ\u00edvocas o ambiguas de la persona y del mundo, pone en entredicho maneras de vivir que no salvaguardan los derechos y la dignidad de las personas por encima de estructuras o leyes injustas por m\u00e1s asumidas sociol\u00f3gicamente que puedan aparecer.
      \nCreo que el principio de la encarnaci\u00f3n tiene un enorme valor para nuestra pastoral juvenil si \u00e9sta quiere de veras estimular el di\u00e1logo de la fe y de la cultura. Nos pone por delante los desaf\u00edos de conocer el mundo juvenil, de penetrar en su universo, de situarnos desde dentro como adultos que comparten y asumen todo lo bueno que la misma cultura juvenil tiene sin juicios y condenas. Pero tambi\u00e9n nos pide audacia para proponer alternativas cr\u00edticas ante modos de vivir que no liberan el coraz\u00f3n, que ponen freno al desarrollo de las potencialidades de las personas, que exhiben criterios ego\u00edstas o promueven una cultura de la banalidad existencial orillando las grandes cuestiones que todo ser humano debe afrontar para vivir con sentido.
      \nTengo la impresi\u00f3n de que nuestra pastoral juvenil ha sido, en ocasiones, demasiado acomodaticia y poco alternativa. Hacemos un gran esfuerzo por ganar la causa de los j\u00f3venes, amamos lo que ellos aman, inculturamos el mensaje con los lenguajes adecuados (tambi\u00e9n en el nuevo espacio digital), pero nos cuesta proponer cuanto de contracultural tiene el Evangelio y sus consecuencias en la forma de vivir de quien quiera de veras seguir a Jes\u00fas. La invitaci\u00f3n y el compromiso son contundentes: \u201cEl Reino ya est\u00e1 aqu\u00ed, convert\u00edos y creed en el evangelio\u201d (Mc 1, 15). O lo que es lo mismo, transformar la vida, darle la vuelta a las ideas y criterios con los que he conducido mi vida hasta ahora para entrar en la l\u00f3gica<\/em> evang\u00e9lica tantas veces a contrapelo de lo establecido. La conversi\u00f3n implica una aut\u00e9ntica deconstrucci\u00f3n <\/em>cultural para poder hacer emerger una personalidad creyente madura y equilibrada con capacidad tambi\u00e9n de transformar la realidad. Mi experiencia de trabajo pastoral en estos a\u00f1os me dice que no estamos consiguiendo f\u00e1cilmente que los j\u00f3venes que participan de nuestra propuesta lleguen a asumir vitalmente lo que de radical y alternativo tiene el Evangelio. Sigue predominando un cierto andamiaje mental que en no pocas ocasiones va disociado de las opciones m\u00e1s vitales.
      \nPor otro lado, este \u201casumir\u201d la cultura y morir a sus elementos de muerte lleva consigo una consecuencia importante: hacer surgir la novedad de Cristo que transforma la vida de las personas y renueva el mundo seg\u00fan el coraz\u00f3n de Dios. La Buena Noticia de Dios es novedosa, toca el coraz\u00f3n de las personas, compromete en un nuevo modo de vivir la existencia y en ella las relaciones con los dem\u00e1s. El criterio de la encarnaci\u00f3n<\/em> ilumina la praxis pastoral con j\u00f3venes de modo que \u00e9sta abra cauces para una transformaci\u00f3n real y solidaria de la realidad haciendo palanca no solo sobre la persona sino tambi\u00e9n sobre los elementos estructurales, sociales y pol\u00edticos. A este respecto, la lucha contra las estructuras injustas, el compromiso sociopol\u00edtico o el voluntariado solidario ser\u00e1n algunas de las \u201cestrategias \u2013 clave\u201d en el acompa\u00f1amiento de los j\u00f3venes hacia la adultez de una fe en constante di\u00e1logo con la realidad cultural, testimonial y cre\u00edble.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Dar razones de la esperanza: el criterio dial\u00f3gico<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        La segunda clave que propongo es el criterio dial\u00f3gico. En el \u00e1mbito del pensamiento posmoderno, marcado por el polite\u00edsmo y el agnosticismo, por la muerte filos\u00f3fica y social de Dios, los cristianos nos sentimos urgidos a dar razones de nuestra esperanza en tiempos de sin raz\u00f3n<\/em> y pensamiento d\u00e9bil. Pero es justo ah\u00ed, en nuestro mundo secularizado y complejo, donde hemos de encontrar espacios para el di\u00e1logo y la b\u00fasqueda, sin renunciar a la propuesta de experiencias que iluminen, a veces de forma tenue, la opaca existencia de muchos.
        \nLos cristianos, las religiones en general, no pueden ser relegadas del \u00e1mbito p\u00fablico con la banal excusa de que se trata de una cuesti\u00f3n privada que afecta solo al interior de cada persona. Una laicidad positiva y abierta, propia de sociedades aut\u00e9nticamente democr\u00e1ticas y libres, debe dejar espacio en la cultura a la religi\u00f3n y garantizar el que los creyentes podamos vivir lo que creemos sin necesidad de estar disociados entre lo que somos en la vida p\u00fablica y el foro de nuestra privacidad. De aqu\u00ed la necesidad de bajar a la plaza p\u00fablica y, con humildad, propiciar el di\u00e1logo.
        \nEn estos tiempos en los que la raz\u00f3n se ha hecho m\u00e1s humilde y los argumentos fuertes se han debilitado, los creyentes no podemos renunciar, sin embargo a fundamentar la fe en la s\u00f3lida roca que es Cristo. Nuestra pastoral juvenil no puede dejarse llevar por el socaire de una propuesta de la fe en rebajas<\/em> porque m\u00e1s accesible al perfil de los j\u00f3venes que se sienten c\u00f3modos con un ambiente c\u00e1lido, con actividades de mucha animaci\u00f3n o con compromisos puntuales pero sin profundidad y sin experiencias s\u00f3lidas con las que hacer madurar una fe recia y anclada en la verdad que es Cristo.
        \nEs cierto que escucharemos decir que en nuestro mundo no hay una sola verdad
        <\/a><\/em>. La deliberada ambig\u00fcedad de la expresi\u00f3n nos habla del relativismo como una apuesta existencial instalada en la vida de las personas, especialmente de los j\u00f3venes, que contemplan la realidad convencidos de que la \u00fanica medida de la verdad es cada uno, su peque\u00f1o mundo y sus circunstancias. Como dice Benedicto XVI, \u201cmuy a menudo la raz\u00f3n se doblega a la presi\u00f3n de los intereses y a la atracci\u00f3n de lo \u00fatil, obligada a reconocer esto como criterio \u00faltimo. La b\u00fasqueda de la verdad no es f\u00e1cil. Y si cada uno est\u00e1 llamado a decidirse con valent\u00eda por la verdad es porque no hay atajos hacia la felicidad y la belleza de una vida plena, Jes\u00fas lo dice en el Evangelio: : \u2018La verdad os har\u00e1 libres\u00b4\u201d<\/a>.
        \nPero no solo podemos referirnos expl\u00edcitamente a los no creyentes. Tambi\u00e9n los j\u00f3venes cristianos que caminan en nuestros itinerarios y participan de nuestra propuesta viven dram\u00e1ticamente la disociaci\u00f3n entre la fe y la raz\u00f3n. Muchos de ellos encuentran dificultad para adherir a la fe de la Iglesia sobre todo cuando nos referimos a los contenidos de la Tradici\u00f3n. Casi sin darnos cuenta hemos impulsado una fe emotiva, <\/em>sostenida en ambientes de amistad y vivencias<\/em> gratificantes que sin embargo adolecen de experiencias m\u00e1s personalizadas y acompa\u00f1adas de encuentro con el Se\u00f1or Jesucristo en la Iglesia. Hemos de reconocer que nos cuesta, en la praxis pastoral, ayudar a los j\u00f3venes a la adhesi\u00f3n personal y decidida a Dios que se nos ha revelado en Jesucristo (fides qua) <\/em>y a asumir,<\/em> en la Iglesia, el contenido de la fe (fides quae)
        <\/a><\/em>.
        \nDialogar con la cultura de la que formamos parte no significa, una vez m\u00e1s, mimetizarnos en ella. La pastoral juvenil no puede hacer del anuncio de Jesucristo una propuesta acomodaticia que desvirt\u00fae su fuerza contracultural y la radicalidad de su mensaje. Es cierto que habremos de buscar los caminos pedag\u00f3gicos m\u00e1s adecuados para que en los destinatarios del anuncio pueda surgir la pregunta y el anhelo de hacer camino. Pero ser\u00e1 necesario un acompa\u00f1amiento l\u00facido y prof\u00e9tico que con sabidur\u00eda proponga experiencias significativas capaces de provocar la adhesi\u00f3n vital a Dios en la Iglesia y de fundamentar una fe que sabe dar razones de su esperanza<\/em>.
        \nPrecisamente la expresi\u00f3n de la primera Carta de Pedro se nos propone como un paradigma de evangelizaci\u00f3n en tiempos adversos: la comunidad cristiana es minoritaria y vive con dificultad en un contexto pagano en el que los seguidores de Jes\u00fas son fuertemente cuestionados. El Ap\u00f3stol insta a la comunidad a no tener miedo y a dar razones<\/em> de la esperanza<\/em> a todo el que les pida una explicaci\u00f3n. Pero es necesario hacerlo, dice el autor de la carta, \u201ccon buenos modos y respeto, teniendo la conciencia limpia\u201d (1 Pe 3, 16).
        \nEs un criterio v\u00e1lido para los cristianos del siglo XXI: se trata de dialogar con los hombres y mujeres de nuestro tiempo para anunciar a Cristo con convicci\u00f3n, sin violencia ni estridencias, con capacidad de empat\u00eda y desde el respeto al interlocutor. Siendo verdad que a veces no encontramos con quien dialogar, lo es tambi\u00e9n el que en muchas ocasiones hay espacio para la conversaci\u00f3n y para la escucha. Percibimos m\u00e1s silencios que preguntas; m\u00e1s desconcierto que deseo de respuestas; pero en cualquier caso, puede haber siempre una oportunidad para el encuentro y el anuncio.
        \nEn la Iglesia hemos de recuperar este esp\u00edritu. Las trincheras nunca fueron lugar evang\u00e9lico. Tampoco lo son las barricadas o las murallas. Mucho menos la imposici\u00f3n o la fuerza. S\u00f3lo la apertura y el di\u00e1logo respetando a quien no piensa o vive como nosotros nos hace verdaderamente cre\u00edbles. El anuncio de Jesucristo, en un contexto secularizado y plural como el nuestro, ha de ser una propuesta en libertad, sin imposiciones y desde el respeto a la diferencia, pero sin miedo y con coherencia, anunciando \u00edntegro el mensaje. Dar raz\u00f3n de la propia esperanza, con coherencia, equivale a fundamentar una fe madura que cree, vive y se celebra en la Iglesia como una propuesta alternativa y contracultural que no se impone sino que se ofrece como camino de plenitud para la vida y la esperanza de las personas.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Sanar y liberar: el criterio de la vida y la esperanza<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          El tercer criterio que propongo en el esfuerzo por dialogar con la cultura desde la fe, es el criterio del anuncio de una buena noticia: Jesucristo que sana y libera. Nuestro anuncio no es el de una moral o un dogma, sino el de Dios que se nos ha revelado en Jesucristo para la vida y la esperanza de las personas. En una sociedad como la occidental, tan necesitada de mensajes y experiencias cre\u00edbles que ayuden a horadar la dura corteza de la superficialidad, la propuesta cristiana es una luz que quiere alumbrar una realidad nueva para la vida y la esperanza del mundo.
          \nEstamos convencidos de que la experiencia de la fe, libera. El que pas\u00f3 por la vida haciendo el bien<\/em>, sanando y liberando a las personas, nos mostr\u00f3 el rostro de Dios. Porque quien ha visto al Hijo ha visto al Padre. Y su mensaje, la fuerza (dynamis<\/em>) de su palabra, su gesto misericordioso, su vida y su muerte nos hablan de Dios, de su encarnaci\u00f3n, <\/em>de suk\u00e9nosis<\/em>, de su debilidad, <\/em>de su amor.
          \nY Dios ha preferido llamarnos amigos y no siervos. Porque un siervo no sabe lo que hace su Se\u00f1or. Nosotros somos sus amigos. Y al amigo se le habla al coraz\u00f3n, con la palabra que regenera y recrea y hace nuevas todas las cosas. Y se le sienta a la mesa para compartir el banquete de fiesta con el vino nuevo y el pan de la vida. \u00bfNo ha comparado Jes\u00fas el Reino a un banquete? \u00bfNo es esta la experiencia cristiana? \u00bfNo es Jesucristo el vino nuevo y definitivo ante las viejas y vac\u00edas tinajas de piedra como de piedra era la ley? Para el amigo no hay preceptos, s\u00f3lo el abrazo misericordioso de la verdad en el amor. Con el amigo se comparte la esperanza, a\u00fan en la dificultad, de que ma\u00f1ana las cosas estar\u00e1n mejor. \u201cPorque yo estoy con vosotros\u201d (Mt, 28, 20), nos recuerda el Maestro.
          \nLa pastoral juvenil ha de recuperar su capacidad de ser anuncio y propuesta de una gran noticia que transforma realmente la vida. En una sociedad como la espa\u00f1ola, seg\u00fan los \u00faltimos datos de la encuesta \u201cJ\u00f3venes 2010\u201d de la Fundaci\u00f3n Santa Mar\u00eda, el 53% de los j\u00f3venes entre 14 y 24 a\u00f1os se definen cat\u00f3licos aunque algo m\u00e1s de la mitad de ellos reconozcan que tal creencia no afecta demasiado a su vida cotidiana. Puede que \u00e9stos, y el otro 47 % restante nunca hayan experimentado el anuncio de Jes\u00fas en sus vidas como una aut\u00e9ntica \u201cbuena noticia\u201d que transforma la existencia y hace vivir en plenitud.
          \nProbablemente tengamos que reconsiderar nuestra metodolog\u00eda catequ\u00e9tica. O puede que sea necesario un cambio de registro en nuestra manera de comunicar la fe. Quiz\u00e1s podamos hacer algo de autocr\u00edtica a la hora de valorar la presencia de la comunidad eclesial en la sociedad y su capacidad de interaccionar con ella. Lo cierto es que nuestra pastoral juvenil debe ser una propuesta para la vida y la esperanza de las personas. No una carga fatigosa ni una realidad alejada de sus intereses vitales, sino una alternativa en libertad con capacidad de interrogar, cuyo mensaje pueda incidir en la experiencia de los j\u00f3venes y sea capaz de abrir caminos nuevos en sus vidas.
          \nAlgunos estar\u00e1n disponibles. Otros descubrir\u00e1n horizontes ante los que, en otras circunstancias, permanecer\u00edan ajenos. Puede que a muchos, el anuncio no los alcance porque sigue habiendo mucho ruido a su alrededor o simplemente no les interese. No todos adherir\u00e1n al mensaje. Tampoco lo hicieron en tiempos de Jes\u00fas. Lo cierto es que, como agentes de pastoral, como evangelizadores<\/em>, creo que hemos de hacer m\u00e1s expl\u00edcito el anuncio, m\u00e1s cre\u00edble la propuesta, m\u00e1s coherente nuestra vida.
          \n <\/p>\n

            \n
          1. A modo de conclusi\u00f3n: frente al nihilismo sonriente<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

            <\/strong>Estos tres criterios<\/em> quieren ofrecer algunas claves para seguir caminando en el di\u00e1logo fe \u2013 cultura dentro de la propuesta de una pastoral juvenil evangelizadora y de calidad. El contexto en el que explicitar el anuncio evang\u00e9lico hoy reclama, de la comunidad cristiana en general y de los agentes de pastoral en particular, una actitud de gran apertura y de disponibilidad al encuentro. Como nos ha repetido el Papa, es urgente construir puentes entre la fe y la cultura \u201cpara descubrir en lo m\u00e1s profundo de nuestras conciencias, a trav\u00e9s de una reflexi\u00f3n s\u00f3lida y razonada, los caminos de un di\u00e1logo precursor y profundo. Ten\u00e9is mucho que deciros unos a otros\u201d<\/a>. Tomemos, pues la palabra, para que la Palabra que ha revelado al mundo la verdad pueda resonar en los atrios de la cultura contempor\u00e1nea, especialmente all\u00ed donde los hombres y mujeres de nuestro tiempo siguen buscando al Dios desconocido.
            \nMauro Magatti, profesor de la Universidad Cat\u00f3lica de Mil\u00e1n, se refiri\u00f3 al nihilismo sonriente<\/em> en una l\u00facida reflexi\u00f3n sobre el papel de la fe cristiana y de la vida religiosa en Europa ante la Uni\u00f3n de Superiores Mayores en Roma hace unos meses. Es una expresi\u00f3n sugerente que describe la herencia del pensamiento de Occidente en la segunda mitad del siglo XX.
            \nCoincido con Magatti en considerar que la ca\u00edda de las ideolog\u00edas en el ocaso de la modernidad deja v\u00eda libre para un nuevo papel de la experiencia religiosa en nuestras sociedades complejas. La superaci\u00f3n del nihilismo, en germen en el propio pensamiento de Nietzsche y re-interpretado \u00e9ste desde Heidegger, conduce la b\u00fasqueda hacia la experiencia religiosa entendida como un retorno, como un eco ya escuchado, como una herida abierta que la modernidad pensaba de haber suturado con el ideal iluminista de la raz\u00f3n desmedida.
            \nLa propuesta cristiana, en este nuevo contexto, no puede ser simplemente complaciente con este nihilismo sonriente<\/em>marcado por el individualismo y la camale\u00f3nica adaptaci\u00f3n que termina por asimilarnos a todos en una globalizaci\u00f3n mucho m\u00e1s que econ\u00f3mica. La fe ha de entrar en di\u00e1logo con la cultura como el contrapunto en una realidad que engulle todo anhelo de trascendencia en las arenas movedizas de la cotidianidad complaciente y adormecedora.
            \nNo todo da igual. No vale todo. No podemos camuflarnos en la realidad y mimetizarnos en ella. La nueva sensibilidad que emerge en la cultura tardo-moderna apunta hacia lo religioso entendido como experiencia del don y de la gracia que vienen de Otro, irrumpe en nuestra vida sin imponerse y abre cauces nuevos en las personas. La experiencia de la fe es, precisamente, expresi\u00f3n del don y de la gracia, de la Iniciativa iniciada, pura gratuidad. Nada m\u00e1s lejos del nihilismo sonriente<\/em>. Nada m\u00e1s cerca del coraz\u00f3n humano.
            \n <\/p>\n

            Jos\u00e9 Miguel N\u00fa\u00f1ez<\/p>\n

            <\/a> J. M. GONZALEZ-ANLEO (Coord.), J\u00f3venes espa\u00f1oles 2010<\/em>, Madrid 2010 .
            \n
            <\/a> Cfr. IRENEO DE LYON, Adversus Haereses III, <\/em>18, 1, en C. GONZ\u00c1LEZ (ed.), Contra los herejes. Exposici\u00f3n y refutaci\u00f3n de la falsa gnosis<\/em>, en Revista Teol\u00f3gica Limense<\/em> XXXIV (2000) 269.
            \n
            <\/a> GS<\/em> 44.
            \n
            <\/a> Cfr. F. NIETZSCH, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, <\/em>Obras Completas, vol. I (Buenos Aires 1970) 543-556.
            \n
            <\/a> BENEDICTO XVI, Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI a la velada conclusiva del \u201cAtrio de los Gentiles\u201d organizada en Par\u00eds por el Consejo Pontificio de la Cultura (25 de marzo de 2011), <\/em>en http:\/\/www.vatican.va\/holy_father\/benedict_xvi\/messages\/pontmessages\/2011\/documents\/hf_benxvi_mes_20110325_parvis-gentils_sp.html<\/a>.
            \n
            <\/a> Es la situaci\u00f3n de muchos medio creyentes, <\/em>tal como lo ha definido G. Vattimo, uno de los pensadores m\u00e1s influyentes del pensamiento post-moderno que se experimenta cristiano alejado, sin embargo, de la doctrinas, las tradiciones o la instituci\u00f3n hist\u00f3rica de la Iglesia: \u201c (\u2026) \u2018mi\u2019 cristianismo no es en absoluto originalmente m\u00edo; tanto la Iglesia cat\u00f3lica de hoy, como nuestra cultura com\u00fan, incluso laica, incluyen un gran n\u00famero de \u2018creyentes\u2019 o medio creyentes de este tipo (\u2026) Y me profeso cristiano porque reconozco que pertenezco a un mundo, que provendo de una tradici\u00f3n, que no me identifico tout court<\/em> con la humanidad aut\u00e9ntica (\u2026) \u00bfY si de veras lo que cuenta en las Escrituras cristianas \u2013 por lo dem\u00e1s tambi\u00e9n ellas ya producidas por la Iglesia primitiva y no emanadas directamente de Jes\u00fas \u2013 fuera s\u00f3lo el mandamiento de la caridad, sin todas las incrustaciones dogm\u00e1ticas y doctrinales?\u201d: G. VATTIMO \u2013 M. ONFRAYS \u2013 P. FLORES D\u2019ARCAIS, \u00bfAteos o creyentes?<\/em> (Barcelona 2009) 142-151.
            \n
            <\/a> BENEDICTO XVI, Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI a la velada conclusiva del \u201cAtrio de los Gentiles\u201d\u2026<\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

            EL DI\u00c1LOGO FE-CULTURA: CRITERIOS PARA LA PASTORAL JUVENIL EN TIEMPOS COMPLEJOS Jos\u00e9 Miguel N\u00fa\u00f1ez, sdb Consejero General para Europa Oeste S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El autor propone tres criterios que posibiliten un di\u00e1logo fe-cultura desde la perspectiva de la pastoral juvenil: el criterio de la encarnaci\u00f3n, el criterio dial\u00f3gico, el criterio de la vida y de […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[1580,815,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7131"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7131"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7131\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7131"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7131"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7131"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}