{"id":7147,"date":"2012-04-01T00:00:26","date_gmt":"2012-03-31T22:00:26","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7147"},"modified":"2012-04-01T00:00:26","modified_gmt":"2012-03-31T22:00:26","slug":"fueron-vieron-se-quedaron-juan-139","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/fueron-vieron-se-quedaron-juan-139\/","title":{"rendered":"\u201cFUERON\u2026 VIERON\u2026 SE QUEDARON\u201d (JUAN 1,39)"},"content":{"rendered":"

\u00bfYA AHORA QU\u00c9?<\/h1>\n

Equipo de reflexi\u00f3n de Pastoral Juvenil Vocacional. CONFER<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEn este art\u00edculo, el Equipo de reflexi\u00f3n de pastoral Juvenil vocacional de Confer hace ver que los j\u00f3venes siguen buscando a Alguien y se buscan a s\u00ed mismos. Esto hace que la pastoral juvenil sea siempre actual y est\u00e9 abierta al futuro. Proponen algunos caminos: pasar de qu\u00e9 a Qui\u00e9n; favorecer el encuentro del joven con Aquel que buscan;\u2026 en la oraci\u00f3n, en la celebraci\u00f3n y en el compromiso.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Introducci\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    \u201cDon valioso, que da esperanza al futuro de la Iglesia\u201d y, podr\u00edamos afirmar, da esperanza al futuro del mundo. Con estas palabras Benedicto XVI, en la audiencia del 24 de agosto de 2011, calificaba su experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid.
    \nSu experiencia no dista de la experiencia de aquellos que acompa\u00f1amos a los j\u00f3venes y vivimos esos d\u00edas desde dentro, con las angustias, prisas y tensiones del momento, pero con la certeza de que en la expresi\u00f3n de la fe que suponen las Jornadas Mundiales de la Juventud late tambi\u00e9n el coraz\u00f3n de la Iglesia de ayer, de hoy, y, sobre todo, del ma\u00f1ana m\u00e1s inmediato. S\u00f3lo por eso merec\u00eda la pena el derroche de energ\u00eda que supusieron esos d\u00edas.
    \nLos j\u00f3venes y no tan j\u00f3venes que se dieron cita, como dir\u00eda el evangelio de Juan, \u201cfueron\u2026 vieron\u2026 y se quedaron\u201d (cf. Juan 1, 39). Como nuevos disc\u00edpulos recorrieron el mismo camino que aquellos primeros disc\u00edpulos que segu\u00edan a Jes\u00fas, y que buscaban algo m\u00e1s en su interior y en su vida. Y probaron: fueron. Y experimentaron: vieron. Y muchos dieron el paso siguiente: se quedaron.
    \nPero la experiencia vivida no se puede quedar en una experiencia m\u00e1s, fortaleciendo lo que muchos han llamado el \u201cconsumo de experiencias\u201d, en este caso, espirituales. Es necesario seguir acompa\u00f1ando al joven en su proceso de maduraci\u00f3n y en el descubrimiento de su vocaci\u00f3n, que, en ocasiones, como en la JMJ, es alimentado por experiencias que fundan o hacen vibrar su fe de un modo especial, pero tambi\u00e9n es fortalecido por el d\u00eda a d\u00eda, por los pasos cotidianos y por el encuentro cercano con Dios en la comunidad eclesial en la que viven su seguimiento de Jes\u00fas.
    \nLos j\u00f3venes, tambi\u00e9n en Espa\u00f1a, siguen buscando, y lo hacen con fuerza. \u00bfEstamos dispuestos a acompa\u00f1arles?
    \n <\/p>\n

      \n
    1. \u201cSe quedaron con \u00c9l toda la jornada\u201d (Juan 1, 39)<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      Los disc\u00edpulos de Jes\u00fas que aparecen en el evangelio de Juan fueron y vieron. Lo que descubrieron en Jes\u00fas, en sus palabras y en sus actos, les fascin\u00f3 de manera especial. No se puede entender que ellos, que buscaban una respuesta para sus vidas, se lancen repentinamente a seguir a un hombre, al \u201chijo del carpintero de Nazaret\u201d, como algunos llamaban, despreci\u00e1ndole, a Jes\u00fas, y lo hicieran con insistencia.
      \nLos j\u00f3venes hoy, como anteriormente hemos dicho, siguen buscando y busc\u00e1ndose. Y tambi\u00e9n buscan en Dios una respuesta a su vida. Tal vez no sepan muy bien c\u00f3mo ni qu\u00e9, pero la respuesta que en much\u00edsimas ocasiones dan, en momentos sorprendentes, hablan de una profundidad que muchos hubi\u00e9ramos deseado en nuestro propios procesos personales. Como los dos disc\u00edpulos del evangelio, buscan. De esta insistencia la pregunta de Jes\u00fas: \u201c\u00bfQu\u00e9 busc\u00e1is?\u201d, a lo que responden, con sabidur\u00eda: \u201cMaestro, \u00bfd\u00f3nde vives?\u201d (Juan 1, 38).
      \nNo sabemos si en alg\u00fan momento a los j\u00f3venes les hemos preguntado qu\u00e9 buscan. No estamos seguros. Y ser\u00eda interesante hacerles la pregunta. Tal vez nos sorprender\u00edan, como los dos disc\u00edpulos. Porque los disc\u00edpulos no esquivan la respuesta, como parece en una primera lectura: los disc\u00edpulos aciertan con su pregunta a la pregunta. Ellos no buscan \u201calgo\u201d, sino a alguien, y, para eso necesitan saber, en primer lugar, d\u00f3nde vive, d\u00f3nde se encuentra, en qu\u00e9 momentos se puede estar con \u00e9l. Como ellos, nosotros, los que acompa\u00f1amos a los j\u00f3venes personalmente o en grupo, en la parroquia o en el \u00e1mbito educativo, estamos llamados a pasar de qu\u00e9 al qui\u00e9n, de la actividad al centro de la actividad, del tener experiencias al tener experiencia de Alguien, de Dios. Aquellos y \u00e9stos, nuevos disc\u00edpulos, siguen buscando y siguen buscando a Alguien. Tal vez esta primera intuici\u00f3n, no siempre expresada verbalmente por ellos, es la que movi\u00f3 su vida a dar el primer paso y participar en la Jornada Mundial de la Juventud: buscaban, no la experiencia sin m\u00e1s, sino el Alguien m\u00e1s de la experiencia.
      \n 
      \na) <\/strong>La JMJ y su repercusi\u00f3n en el joven.<\/strong>
      \nTras los d\u00edas en Madrid muchos de nosotros tuvimos la oportunidad de hablar con j\u00f3venes que hab\u00edan participado en la Jornada Mundial de la Juventud y de c\u00f3mo la hab\u00edan vivido. Al impacto de la multitud, de los grandes acontecimientos y celebraciones, que causaron en muchos de ellos un shock inicial suced\u00edan, normalmente, en la conversaci\u00f3n los frutos reales de lo sucedido durante esos d\u00edas. Uno de ellos lleg\u00f3 a comentar que, a pesar de la dureza de esos d\u00edas, de las condiciones y del trabajo realizado (era voluntario) el esfuerzo hab\u00eda merecido la pena y que lo recordaba con nostalgia, porque hab\u00eda sido, para \u00e9l, tal vez uno de los momentos m\u00e1s bonitos de su vida, que ya no volver\u00eda. Y utilizaba una palabra: ef\u00edmero.
      \nCiertamente la experiencia de la JMJ es una experiencia ef\u00edmera, impactante y transformadora. Creemos que, a estas alturas, nadie niega que produce un fuerte movimiento interior en la vida de aquellos que participan. Y s\u00ed, es su ser ef\u00edmera lo que hace valiosa esta experiencia. Como los altos en el camino, como los miliarios en los caminos romanos, las experiencias ef\u00edmeras, que constituyen un momento culmen y fundante, son necesarias y valiosas en s\u00ed. Pero necesitan, en su ser ef\u00edmeras, ser acompa\u00f1adas y rele\u00eddas en la vida cotidiana, como tantas otras. La experiencia no volver\u00e1, pero puede ser actualizada y alimentada. A todo ello se refiere el Papa cuando afirma que \u201ccuando pienso cu\u00e1ntos j\u00f3venes encuentran en tales jornadas un nuevo punto de partida y viven despu\u00e9s espiritualmente a partir de \u00e9l, cu\u00e1nta alegr\u00eda queda despu\u00e9s del evento\u2026 tengo que decir que all\u00ed sucede algo que no lo hacemos nosotros mismos\u201d[1]<\/a>. En ese punto del camino del joven es donde entra a formar parte, como compa\u00f1ero de camino, la comunidad eclesial y el acompa\u00f1ante personal, para dar sentido al rumbo tomado y animar al joven en su vida diaria.
      \nMuchos de los j\u00f3venes que se dieron cita buscaban algo y Alguien. Fueron y vieron. Pudieron experimentar c\u00f3mo la juventud no est\u00e1 re\u00f1ida con la profundidad, que la profundidad no est\u00e1 re\u00f1ida con un ambiente de fiesta, que la fiesta no est\u00e1 re\u00f1ida con la celebraci\u00f3n de la Eucarist\u00eda o la Confesi\u00f3n, y que la vida de la Iglesia no est\u00e1 re\u00f1ida con los j\u00f3venes, sino al contrario. Ellos son en gran parte el centro de su vida y su esperanza. Y lo hicieron compartiendo su fe, su ser cristianos, intentando vivir nuestro mundo \u201carraigados y edificados en Cristo\u201d, a pesar de sus dificultades, y \u201cfirmes en la fe\u201d, aferr\u00e1ndose a ella para caminar. Para ello superaron las dificultades, no s\u00f3lo m\u00e1s inmediatas de desplazamiento o alojamiento. Superaron la dificultad del idioma y la cultura y descubrieron que hoy, como cristianos, m\u00e1s all\u00e1 del idioma o la cultura, nos entendemos porque hablamos un mismo lenguaje, s\u00ed, expresado de diferentes modos, pero com\u00fan a todos: el amor, y el amor de Dios. Un amor que produce gozo y alegr\u00eda. De ah\u00ed que todos, en su mayor\u00eda, lo hayan subrayado como fruto en su evaluaci\u00f3n de la Jornada con estas o parecidas palabras: la alegr\u00eda de sentirse amado por Dios.
      \nSe puede decir, por tanto, que la experiencia que se buscaba con la Jornada Mundial de la Juventud fue alcanzada por una gran mayor\u00eda de j\u00f3venes. Ciertamente, no todos tuvieron la misma experiencia, en parte porque no todos hab\u00edan hecho el mismo camino hasta llegar all\u00ed. Es tiempo ahora de hacer madurar lo vivido o dejar todav\u00eda, hasta que se asiente, la experiencia tenida.
      \n\u00a0<\/strong>
      \nb) <\/strong>El trabajo previo y la ense\u00f1anza de caminar en la uni\u00f3n.<\/strong>
      \nHasta llegar a este punto hubo un recorrido largo y laborioso. Todos recordamos c\u00f3mo los d\u00edas previos fueron d\u00edas de aut\u00e9ntico v\u00e9rtigo y tenemos en nuestra mente las llamadas de tel\u00e9fono y los imprevistos de \u00faltima hora. Detr\u00e1s de todo este movimiento hubo un trabajo anterior que supuso coordinar y unir lugares y grupos que, hasta este momento, hab\u00edan trabajado independientemente.
      \nDe todo ello podemos extraer algunas ense\u00f1anzas:
      \n 
      \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La riqueza de la diversidad<\/em>
      \nSi algo puso de manifiesto el trabajo previo a la JMJ fue la enorme diversidad de la Iglesia y, en nuestro caso, de la Iglesia en Espa\u00f1a. Las diferentes sensibilidades, los diferentes modos de expresar la fe y la alegr\u00eda del encuentro con Dios, lejos de suponer una dificultad suponen una riqueza para nuestra Iglesia. El simple hecho del conocimiento, favorecido por esta interconexi\u00f3n necesaria para la organizaci\u00f3n de los diferentes eventos, ha supuesto para nuestra Iglesia todo un ejercicio de comprensi\u00f3n y valoraci\u00f3n del otro y de su realidad, en ocasiones no tan distante de la nuestra, como en un primer momento pudiera parecer. Parroquias, congregaciones religiosas, institutos\u2026 se vieron enriquecidos en la puesta en com\u00fan y en la coparticipaci\u00f3n en la organizaci\u00f3n de las actividades y supieron superar las dificultades, en ocasiones, de entendimiento entre muchos grupos, valorando lo com\u00fan y poniendo por delante su responsabilidad: ayudar a los j\u00f3venes al encuentro con Cristo.
      \n 
      \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 No existen \u201cpeque\u00f1os\u201d en la Iglesia<\/em>
      \nEl trabajo previo realizado abri\u00f3 las puertas, tambi\u00e9n, de los peque\u00f1os grupos y de las peque\u00f1as comunidades y puso de manifiesto el enorme trabajo y la enorme contribuci\u00f3n de todos ellos. Haciendo un esfuerzo que superaba incluso sus capacidades, muchas comunidades y parroquias abrieron sus puertas y movieron a sus miembros en un ejercicio de acogida, que, en Espa\u00f1a, no ha tenido precedentes. Los \u201cpeque\u00f1os\u201d no existen en la Iglesia, pues todos hemos sido necesarios, cada uno desde sus cualidades y posibilidades. Es tiempo ahora de hacer valer el esfuerzo realizado por estos.
      \n 
      \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La interconexi\u00f3n y el trabajo en red<\/em>
      \nSi algo ha quedado de manifiesto durante la etapa previa a la JMJ es que la Iglesia en Espa\u00f1a ha de trabajar conoci\u00e9ndose y comunic\u00e1ndose. En un mundo donde la distancia no es una dificultad, nuestra Iglesia y nuestras comunidades o grupos no pueden vivir favoreciendo distancias. Es necesario romper, como se hizo durante esos d\u00edas, con la ausencia voluntaria dentro de la Iglesia. La comuni\u00f3n no es s\u00f3lo posible dentro de la Iglesia: es una realidad que es necesario fortalecer a trav\u00e9s del mutuo conocimiento y de las mutuas relaciones entre los que tienen la responsabilidad y el encargo de animar al Pueblo de Dios y los grupos eclesiales.
      \n 
      \n\u00c9stas y otras ense\u00f1anzas han puesto de relieve que, con sus dificultades, nuestra Iglesia sigue hablando al mundo y puede seguir moviendo a los j\u00f3venes en su proceso de b\u00fasqueda pero necesita, en primer lugar, de la uni\u00f3n y de la misi\u00f3n compartida real.
      \n 
      \nc) <\/strong>Las lecciones de la juventud<\/strong>
      \nPero no s\u00f3lo la Iglesia en Espa\u00f1a aprendi\u00f3 del proceso realizado. Los j\u00f3venes antes, durante y despu\u00e9s de la JMJ dieron diversas lecciones que es necesario tener en cuenta.
      \n 
      \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 De lo particular a lo universal<\/em>
      \nLa JMJ puso de manifiesta c\u00f3mo los j\u00f3venes viven hoy nuestro mundo. Ellos han nacido en una sociedad ya interconectada, donde la informaci\u00f3n viaja de un extremo al otro en un instante y donde la amistad ya no tiene que ver con la cercan\u00eda f\u00edsica, sino con la cercan\u00eda del coraz\u00f3n. S\u00f3lo desde la comprensi\u00f3n de este mundo nuevo que nace es posible entender el modo de vivir la fe que mostraron. Anteriormente se ha hablado del lenguaje com\u00fan utilizado: el del sentirse amado por Dios, que superaba toda dificultad. \u00c9ste lenguaje en ellos es innato. Lo particular no se contrapone con lo universal. Los j\u00f3venes durante esos d\u00edas dieron una lecci\u00f3n al mundo sobre c\u00f3mo las dificultades y las diferencias entre los pueblos se superan escuchando y hablando ese lenguaje. Un lenguaje que nace del encuentro con Dios, que nos construye como hermanos en la diferencia.
      \n 
      \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La alegr\u00eda de vivir la fe<\/em>
      \nEl amor del que se hablaba en la ense\u00f1anza anterior produce en el joven alegr\u00eda. Muchos han subrayado, entre ellos Benedicto XVI, que la alegr\u00eda nace de la fe
      [2]<\/a>, del sentirse amado por Dios. Y de alegr\u00eda hablaron, y mucho, los gestos de los j\u00f3venes que participaron en la JMJ. No podemos recluir la alegr\u00eda en un armario, dentro de las sacrist\u00edas, para que nos visite de vez en cuando. La alegr\u00eda y la fe van de la mano y no se pueden excluir ni de nuestras celebraciones, ni de nuestros encuentros, ni del acompa\u00f1amiento personal. Esta alegr\u00eda se puso de manifiesto en much\u00edsimos momentos y se pudo sentir con fuerza en diferentes actividades. De entre ellas, como vida consagrada, podemos resaltar el Macrofestival Ven+id, donde se uni\u00f3 de modo sugerente la alegr\u00eda de los j\u00f3venes con la alegr\u00eda de sentirse llamado que quer\u00edan transmitir los consagrados y consagradas en Espa\u00f1a. Es un buen ejemplo de c\u00f3mo la uni\u00f3n de la preparaci\u00f3n tiene su repercusi\u00f3n tambi\u00e9n en la alegr\u00eda y el gozo de los j\u00f3venes que se ven animados por la alegr\u00eda y el gozo de aquellos que les acompa\u00f1aban.
      \n\u00a0<\/em>
      \n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u201cNecesitamos un espacio\u201d<\/em>
      \nTal vez fue una de las peticiones que m\u00e1s se escuchaban esos d\u00edas. Espacio no siempre se ten\u00eda y todo estaba masificado. Pero nos referimos a otro tipo de espacio y a otra voz que, si bien no se escuch\u00f3 tal cual, s\u00ed se respiraba entre los j\u00f3venes. Ellos reclamaron su espacio dentro de la Iglesia y en Espa\u00f1a. Muchos de los que participaron compart\u00edan tambi\u00e9n la indignaci\u00f3n que otros muchos hab\u00edan manifestado meses antes, al menos en parte. Y reclamaron su espacio tambi\u00e9n en nuestra Iglesia y en nuestros grupos. Muchos de ellos lo hicieron como voluntarios. Muchos, much\u00edsimos, colaborando durante todos esos d\u00edas para que las actividades transcurrieran con normalidad. Y otros muchos encarg\u00e1ndose de los diferentes grupos, peque\u00f1os y grandes, que durante los d\u00edas previos, participaron de los d\u00edas en las di\u00f3cesis o de las actividades propias. Fue su manera de decir \u201caqu\u00ed estamos\u201d y de reclamar su coparticipaci\u00f3n en las decisiones y en la organizaci\u00f3n. Hoy podemos decir que aquellos d\u00edas no hubieran sido lo mismo, o, mejor dicho, no hubieran sido, sin ellos y su esfuerzo, tiempo y dedicaci\u00f3n.
      \n 
      \nA todo ello tenemos que unir una ense\u00f1anza que merece una menci\u00f3n aparte: el silencio.
      \nTal vez sea uno de los \u201cleitmotiv\u201d del Papa Benedicto XVI, pero, ciertamente, el silencio fue protagonista de muchos de los momentos que se vivieron esos d\u00edas y que habla tambi\u00e9n de c\u00f3mo tenemos que entender hoy la Pastoral Juvenil y las propuestas vocacionales: dejando tambi\u00e9n el justo espacio al silencio, a la Palabra, a Dios.
      \nLos que vieron por televisi\u00f3n la vigilia de Cuatro Vientos, precedida de la tormenta que azot\u00f3 el lugar, subrayan que de todo lo que pudieron contemplar y escuchar lo que m\u00e1s les llam\u00f3 la atenci\u00f3n fue el silencio. Curioso. Un silencio \u201csonoro\u201d, que habla de una necesidad de nuestros j\u00f3venes, nuestras Iglesia y nuestro mundo. Algo as\u00ed no se improvisa ni prepara si no es porque el coraz\u00f3n estaba \u201ctocado\u201d, porque \u00c9l, el Coraz\u00f3n, hab\u00eda hablado al coraz\u00f3n de los j\u00f3venes durante esos d\u00edas. Los que lo vivimos en el propio lugar a\u00f1adimos, adem\u00e1s, al experiencia de tranquilidad y serenidad que, tras la tormenta, llen\u00f3 el lugar. El silencio hab\u00eda reclamado su espacio, y lo tuvo. Y los j\u00f3venes lo acogieron, no por obligaci\u00f3n, sino porque lo necesitaban.
      \nNuestra pastoral con ellos tambi\u00e9n ha de respetar el justo espacio del silencio. Del silencio de adoraci\u00f3n y tambi\u00e9n de los silencios que los j\u00f3venes reclaman. Y acompa\u00f1ar estos silencios, que pueden ser \u201csonoros\u201d.
      \nLos j\u00f3venes, as\u00ed, fueron, vieron\u2026 y se quedaron con \u00c9l, con Dios, fascinados por un momento que es necesario acompa\u00f1ar.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. \u00bfY ahora, qu\u00e9? Acompa\u00f1ar la jornada y las jornadas<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        Si tuvi\u00e9ramos que extraer, de todo lo dicho, un reto de entre todos los que han aparecido para nuestra pastoral y la pastoral con j\u00f3venes hemos de hablar del acompa\u00f1amiento. Acompa\u00f1amos la Jornada Mundial de la Juventud, pero tambi\u00e9n es necesario acompa\u00f1ar las Jornadas Personales del Joven, en singular.
        \nConocemos las debilidades que nos impiden en much\u00edsimas ocasiones trabajar y entregar nuestra vida en la misi\u00f3n que se nos ha encomendado: la excesiva fragmentaci\u00f3n de las propuestas que realizamos, de las experiencias y de los procesos, centr\u00e1ndonos excesivamente en lo puntual o los momentos fuertes; la falta de referencias comunitarias y eclesiales; la falta del encuentro personal con Jes\u00fas por no favorecer los momentos de reflexi\u00f3n, silencio, compromiso real\u2026 Todas ellas son debilidades que no pueden callar nuestras fortalezas, algunas de las cuales se pusieron en juego durante la JMJ. Es necesario, por tanto, reconocer que no siempre aquello que hacemos responde al objetivo: transmitir y acercar al joven a la experiencia de Dios. Aprendiendo de nuestras flaquezas, de nuestros puntos m\u00e1s d\u00e9biles, podemos poner la fuerza en lo contrario, tratando de compensar las debilidades personales que cada uno tiene y que, lo queramos o no, tambi\u00e9n se transmiten en muchas ocasiones a los j\u00f3venes con los que trabajamos y con los que caminamos, porque, en definitiva, nuestra fortaleza, la que proviene de Dios, tambi\u00e9n se hace visible en nuestra debilidad (cf. 2Cor 12, 9).
        \n 
        \na) <\/strong>De qu\u00e9 al Qui\u00e9n: \u201cQu\u00e9 busc\u00e1is\u2026 d\u00f3nde vives\u201d.<\/strong>
        \nAl inicio del art\u00edculo se hablaba sobre c\u00f3mo los disc\u00edpulos que aparecen en el primer cap\u00edtulo del Evangelio de Juan son capaces de responder a Jes\u00fas con lo que para ellos era una necesidad. No buscaban \u201calgo\u201d, sino \u201cAlguien\u201d que diera sentido a su vida.
        \nLa Pastoral Juvenil tambi\u00e9n tiene el reto provocar el encuentro con Alguien, con Jes\u00fas, m\u00e1s all\u00e1 y superando el activismo y el consumo de experiencias que impera en nuestra sociedad.
        \nCuando alguien se acerca a una agencia de viajes, junto con los tradicionales viajes en crucero, a los fiordos noruegos o a las islas Canarias, tambi\u00e9n se encuentran los \u201cpaquetes\u201d de experiencias. En ellas se propone, por un m\u00f3dico precio, vivir un momento (lo que los j\u00f3venes llaman \u201cmomentazo\u201d) que no se puede vivir si no es de propio intento y al que normalmente no tienen acceso. Se venden, literalmente, experiencias.
        \nCorremos el riesgo de que la JMJ, que fue, estrictamente hablando, \u201calgo\u201d, un momento, una experiencia, se quede en eso. Sabemos que en ella muchos j\u00f3venes encontraron a \u201cAlguien\u201d, a Jes\u00fas, que dio sentido a lo que all\u00ed vivieron. Pero es necesario acompa\u00f1arlo para no caer en el \u201cvender experiencias\u201d de nuestro mundo. Y lo que se puede decir de la JMJ lo podemos decir de todo aquello que normalmente hacemos y proponemos a nuestros j\u00f3venes: Pascua juvenil, actividades de verano, camino de Santiago, encuentros en Taiz\u00e8, retiros, charlas, oraciones, celebraciones de la Eucarist\u00eda y otros sacramentos. Todos est\u00e1n expuestos al comercio de experiencias si no son debidamente acompa\u00f1ados y orientados. Porque ellos no buscan el qu\u00e9, aunque se sientan, como en ocasiones nos sucede a nosotros, reconfortados con lo vivido y el \u00e9xito obtenido, si es que eres de los que tiene que organizarlo.
        \n 
        \nb) <\/strong>Favorecer el encuentro del joven con Aquel que buscan\u2026<\/strong>
        \nAcompa\u00f1ar al joven supone favorecer el encuentro con Aquel que buscan y al que no terminan encontrando en muchas ocasiones. Los agentes de pastoral juvenil, a veces, tratamos de dar respuestas a interrogantes que no se han planteado los j\u00f3venes y les inducimos preguntas que no tienen nada que ver con su vida. Son m\u00e1s bien nuestras preguntas y nuestras inquietudes. Y tambi\u00e9n damos respuestas a esas mismas preguntas y no sus respuestas, estableci\u00e9ndose un di\u00e1logo entre el acompa\u00f1ado y el acompa\u00f1ado: es decir, un di\u00e1logo consigo mismo que no tiene en el joven el centro.
        \nPara evitarlo, es importante querer al joven y su momento, no tratar de cambiarlo, sino comprenderlo y descubrir, con \u00e9l, en qu\u00e9 momento vital se encuentra y sus dificultades, y, desde ellas, dar respuesta a lo que cada joven quiere y necesita. En el acompa\u00f1amiento personal y real es el joven y su proceso el centro, y no el proceso y el acompa\u00f1ante el que toma el protagonismo.
        \nEs todo un desaf\u00edo para nuestra pastoral juvenil, en muchas ocasiones centradas en la elaboraci\u00f3n y dise\u00f1o de actividades (en ocasiones enfermizamente centrada) hacer lugar a los j\u00f3venes, a esos j\u00f3venes que reclaman su espacio en la Iglesia, y escucharlos, ayudarlos a encontrar claridad, acompa\u00f1arlos en la toma de decisiones (sus decisiones, no las nuestras), alentarlos en el conocimiento y en la opci\u00f3n fundamental de su vida como cristianos.
        \nHemos de acompa\u00f1ar para superar la dificultad de la fragmentaci\u00f3n de nuestro mundo y de sus experiencias. Si la interconexi\u00f3n que antes ve\u00edamos como uno de los frutos de la JMJ y en la que se ha de seguir caminando es real, hemos de traducirla en caminos nuevos adaptados a la realidad actual, en propuestas concretas de acompa\u00f1amiento personal que se conjuga con momentos grupales, en experiencias \u201cconectadas\u201d entre s\u00ed que ayudan, poco a poco, al joven a descubrir su vocaci\u00f3n. Es, en definitiva, lo que \u00faltimamente se denomina \u201ccultura vocacional\u201d, donde todo contribuye a que el joven, todos los j\u00f3venes, puedan acoger la voz de Dios en su vida, su \u201cllamada\u201d personal, por nombre.
        \nLa Pastoral hoy tiene el reto de dejar a un lado el n\u00famero y centrarse en la persona. Y es que en nuestra sociedad hoy, en muchos aspectos, no dejamos de ser un mero n\u00famero, desde el n\u00famero de carn\u00e9 de identidad que nos identifica como miembros de un pa\u00eds hasta el n\u00famero que tienes que coger para poder comprar en la cola del supermercado. Esta mentalidad, donde prima el n\u00famero frente al sujeto tambi\u00e9n se asienta en la Iglesia y en ocasiones se ha asentado y ha servido como \u00fanica referencia. Hoy hemos de llamar por el nombre, como Dios, sabiendo que cuando pronunciamos un nombre, concreto, la otra persona se siente acogida y amada y nosotros, por nuestra parte, comprometemos nuestra vida en la suya. Acompa\u00f1ar al joven supone \u201cconocer\u201d su nombre: su situaci\u00f3n vital, sus dificultades y sue\u00f1os, ir con ellos, querer incondicionalmente su vida, aunque no la entendamos ni compartamos en ocasiones, y seguir estando, arriesg\u00e1ndose a ser, en ocasiones, un profeta en el desierto, pero no dej\u00e1ndose vencer por el desierto.
        \n 
        \nc) <\/strong>\u2026en la oraci\u00f3n, en la celebraci\u00f3n y en el compromiso.<\/strong>
        \nEl encuentro que hemos de favorecer en el acompa\u00f1amiento se ha de enriquecer con los justos momentos de oraci\u00f3n y celebraci\u00f3n, para abrir al joven a la vida de la Iglesia y del mundo, orando desde la realidad, poni\u00e9ndoles en contacto con la Palabra de Dios como fuente de vida y luz para el camino. Es importante preparar al joven para el mundo en el que va a tener que vivir su fe. Y eso pasa, entre otros aspectos, por tener un contacto real con diferentes comunidades eclesiales, fortalecidas por nuestra parte como comunidades de referencia donde hacer experiencia de Dios, por conocer los diferentes modos que tiene de ser cristiano, las diferentes vocaciones a las que puede estar llamado. Aqu\u00ed es donde la Pastoral Juvenil ha de potenciar su trabajo conjunto, intercongregacional, intereclesial, en comuni\u00f3n y con sentido de pertenencia. Los j\u00f3venes han de participar de las decisiones, de las celebraciones, de la preparaci\u00f3n. Lo han demostrado, por ejemplo, en la JMJ, y han reclamado su espacio. Ellos son los verdaderos protagonistas de su caminar dentro de la Pastoral Juvenil, y han de ser acompa\u00f1ados en el ejercicio de su libertad.
        \nS\u00f3lo as\u00ed tendr\u00e1 una ra\u00edz fuerte el compromiso que muchos de los j\u00f3venes a los que acompa\u00f1amos han adoptado.
        \nCon todo ello se podr\u00eda decir que, frente a una mentalidad que pon\u00eda el acompa\u00f1amiento como una experiencia m\u00e1s dentro de las m\u00faltiples actividades, \u00e9ste se convierte en el eje en torno al cual giran las diferentes propuestas que hacemos al joven. A todo ello contribuir\u00e1 el trabajo en red, incipiente, es verdad, pero que cada vez cuenta con m\u00e1s fuerza, el trabajo en equipo, que ha demostrado y demuestra su fortaleza en la JMJ y otras actividades, la convicci\u00f3n cada vez m\u00e1s generalizada de que la propuesta vocacional, en sentido amplio, como b\u00fasqueda del propio lugar dentro de la Iglesia, no es un trabajo de uno s\u00f3lo o de un encargado dentro de una congregaci\u00f3n o de un acompa\u00f1ante, sino de todo el conjunto de la Iglesia, y las posibilidades reales que ofrece nuestro mundo, como la posibilidad de convocatoria y difusi\u00f3n de las nuevas tecnolog\u00edas, el salto de la frontera de la distancia.
        \n\u00a0<\/strong><\/p>\n

          \n
        1. Conclusi\u00f3n: \u201cPero este tesoro lo llevamos en vasijas de barro\u201d (2Cor 4, 7)<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          Somos conscientes de nuestras debilidades, de nuestros barros particulares. Muchos de ellos se han puesto de manifiesto en el proceso de preparaci\u00f3n y organizaci\u00f3n de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011, junto a los puntos fuertes y las ense\u00f1anzas que, tanto el proceso previo, como los d\u00edas vividos, nos han dejado.
          \nTenemos ante nosotros, como agentes de pastoral juvenil, el fascinante reto de hacer nuestra misi\u00f3n entre los j\u00f3venes y con los j\u00f3venes, de acercarles y acompa\u00f1arles en su proceso de descubrimiento del verdadero tesoro por el que merece la pena dejarlo todo, venderlo todo.
          \nLa alegr\u00eda, la cercan\u00eda, el acompa\u00f1amiento sincero y real del joven, la comprensi\u00f3n y cari\u00f1o, el dejarnos \u201cdescolocar\u201d por \u00e9l, son los panes de cada d\u00eda con los que tenemos que alimentar nuestra vida de entrega. Sin miedo a abandonar nuestro lugar y rompernos, para dejarle a \u00c9l, a Dios, su justo espacio. En el fondo no dejamos de ser vasijas de barro, para el tesoro, que es Cristo.
          \n <\/p>\n

          Equipo de reflexi\u00f3n de Pastoral Juvenil Vocacional<\/p>\n

          de CONFER<\/p>\n

           
          \n
          [1]<\/a> Benedicto XVI, Luz del mundo, <\/em>Herder, Barcelona 2010, 125.
          \n
          [2]<\/a> \u201cComo \u00faltima caracter\u00edstica que no hay que descuidar en la espiritualidad de las Jornadas Mundiales de la Juventud quisiera mencionar la alegr\u00eda. \u00bfDe d\u00f3nde viene? \u00bfC\u00f3mo se explica? Seguramente hay muchos factores que intervienen a la vez. Pero, seg\u00fan mi parecer, lo decisivo es la certeza que proviene de la fe: yo soy amado\u201d, en <\/em>Benedicto XVI, Discurso del Santo Padre a la Curia Romana con motivo de las felicitaciones de Navidad, <\/em>del 22 de diciembre de 2011.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

          \u00bfYA AHORA QU\u00c9? Equipo de reflexi\u00f3n de Pastoral Juvenil Vocacional. CONFER \u00a0 S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO En este art\u00edculo, el Equipo de reflexi\u00f3n de pastoral Juvenil vocacional de Confer hace ver que los j\u00f3venes siguen buscando a Alguien y se buscan a s\u00ed mismos. Esto hace que la pastoral juvenil sea siempre actual y est\u00e9 abierta […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[257,1575,94],"tags":[],"class_list":["post-7147","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-autores-varios","category-estudios-423","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7147","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7147"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7147\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7147"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7147"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7147"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}