{"id":7152,"date":"2012-04-01T00:00:46","date_gmt":"2012-03-31T22:00:46","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7152"},"modified":"2012-04-01T00:00:46","modified_gmt":"2012-03-31T22:00:46","slug":"claves-para-una-pastoral-juvenil-actualizada","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/claves-para-una-pastoral-juvenil-actualizada\/","title":{"rendered":"CLAVES PARA UNA PASTORAL JUVENIL ACTUALIZADA"},"content":{"rendered":"
Mar\u00eda Palau<\/strong> Las fortalezas y debilidades, podr\u00edamos tomarlas como los dos extremos de una misma l\u00ednea. En esta l\u00ednea, entre extremo y extremo, entre fortalezas y debilidades, se mueven personas, circunstancias, experiencias\u2026 que pueden convertirse en fortaleza o debilidad en funci\u00f3n de la actitud o de otras variables. Veamos algunos anclajes de esta l\u00ednea, que desde mi punto de vista, pueden convertirse en facilitadores o en obst\u00e1culos para que el joven pueda encontrarse personalmente con Jesucristo y vivir su fe en el seno de una comunidad. Mar\u00eda Palau<\/p>\n Mar\u00eda Palau Delegada Diocesana de Pastoral con J\u00f3venes Di\u00f3cesis de Tortosa S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Mar\u00eda Palau, Delegada\u00a0 de la di\u00f3cesis de Tortosa para la pastoral con J\u00f3venes, en su art\u00edculo, hace un balance de las ense\u00f1anzas de la \u00faltima JMJ: recogemos lo que sembramos, el trabajo pastoral ha de hacerse con seriedad, son necesarios […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1575,1328,94],"tags":[],"class_list":["post-7152","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-423","category-maria-palau","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7152","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7152"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7152\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7152"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7152"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7152"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nDelegada Diocesana de Pastoral con J\u00f3venes<\/strong>
\nDi\u00f3cesis de Tortosa<\/strong>
\n
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nMar\u00eda Palau, Delegada\u00a0 de la di\u00f3cesis de Tortosa para la pastoral con J\u00f3venes, en su art\u00edculo, hace un balance de las ense\u00f1anzas de la \u00faltima JMJ: recogemos lo que sembramos, el trabajo pastoral ha de hacerse con seriedad, son necesarios agentes de pastoral vocacionados, la fe produce alegr\u00eda. Y propone una actitud de esperanza, el testimonio y el acompa\u00f1amiento como caminos a transitar en pastoral juvenil.
\n\u00a0<\/strong>
\nCuando acabo de escribir este art\u00edculo, hace cinco meses justos que volv\u00edamos de Madrid. Cada uno a su di\u00f3cesis, pensando que ya estaba<\/em>, que ya hab\u00eda pasado aquella JMJ que quedaba tan lejos cuando la o\u00edmos por primera vez<\/em>. Aquello, que tanto nos hab\u00eda ocupado en los \u00faltimos dos a\u00f1os y que nos hab\u00eda absorbido casi al completo los \u00faltimos meses a los que estamos dedicados a la pastoral con j\u00f3venes, hab\u00eda terminado. Aquel 21 de agosto, caluroso, en muchos autobuses se repetir\u00edan las escenas: unos chavales dormidos, otros explic\u00e1ndose la experiencia que hab\u00edan vivido, otros compart\u00edan an\u00e9cdotas en su mayor\u00eda felices, los que no lo hab\u00edan hecho, intercambiaban los n\u00fameros de m\u00f3vil con las nuevas amistades, y promesas, muchas promesas, de agregarse<\/em> esa misma noche al Facebook o Tuenti en funci\u00f3n de la edad. Promesas que escond\u00edan la intuici\u00f3n de que aquella amistad, era c\u00f3mo un s\u00edmbolo que permitir\u00eda alargar y encarnar en el d\u00eda a d\u00eda, la experiencia que hab\u00edan vivido juntos. Su JMJ personal y particular. Algo que para muchos ser\u00e1 un recuerdo perenne en sus vidas.
\nY en aquellos autobuses, junto a los ch\u00e1vales, viajaban tambi\u00e9n los responsables, los sacerdotes, los catequistas, los acompa\u00f1antes, los delegados, los responsables de pastoral de los colegios,\u2026 Y en medio de ellos, y viendo la ilusi\u00f3n y la experiencia que hab\u00edan tenido los suyos<\/em>, le rezaban en silencio al buen Dios pidi\u00e9ndole lucidez y coraje. Toda la lucidez y todo el coraje necesarios, para saber acompa\u00f1ar aquellos corazones deseosos de encauzar tanta agua viva dentro de s\u00ed.
\nPues s\u00ed, ya han pasado varios meses y muchos de \u00e9stos \u00faltimos viajeros vamos viendo qu\u00e9 ha quedado de aquella gozosa JMJ. Cobran para m\u00ed, importancia las palabras de aquellos, que lejos de triunfalismos, pero con un sentido del deber muy acusado, se enrabiaban al o\u00edr que la JMJ iba a ser la soluci\u00f3n para la Pastoral Juvenil en Espa\u00f1a. Cobran para m\u00ed, importancia tambi\u00e9n, las palabras de aquellos que dec\u00edan y dicen, que no hay soluciones m\u00e1gicas en el terreno pastoral, pero s\u00ed, caminos, senderos, que de ser transitados nos acercar\u00e1n con m\u00e1s posibilidad al encuentro profundo y perenne con el Se\u00f1or. Y por \u00faltimo, tengo en cuenta tambi\u00e9n, la opini\u00f3n de aquellos que dec\u00edan que el fruto de la JMJ depender\u00eda en gran medida de la preparaci\u00f3n previa y sobretodo del acompa\u00f1amiento que supi\u00e9ramos hacer una vez pasada la JMJ.
\nMeses despu\u00e9s de la JMJ, desde mi punto de vista, vemos que el terreno que se nos pide sembrar es parecido al de antes de agosto, los sembradores tampoco han cambiado demasiado y no cabe duda que la semilla que debe ser sembrada, el mismo Jesucristo, sigue siendo tan Tesoro llevado en vasijas de barro, tan Padre, tan Dios como antes. Es desde este punto de vista desde el que planteo mi sencilla reflexi\u00f3n, condicionada en gran medida, por la realidad de mi di\u00f3cesis, Tortosa. Di\u00f3cesis peque\u00f1a y rural, de la cual extraigo mayoritariamente mis conclusiones.
\n <\/p>\n\n
\nSiempre es importante la disposici\u00f3n<\/em>
\nUn sacerdote amigo, de la di\u00f3cesis de Madrid, inteligente, obediente y eclesial, pero que por su experiencia personal no era un seguidor ac\u00e9rrimo de las Jornadas Mundiales de la Juventud me dec\u00eda m\u00e1s de un a\u00f1o antes, que los frutos de la JMJ depender\u00edan en gran medida de nuestra manera de acogerla. Una idea sencilla y de aplastante sentido com\u00fan. Pero no siempre sabemos abordar lo que nos piden estas ideas. Y ahora que la JMJ, lleg\u00f3 y ya se march\u00f3, me han venido otra vez a la mente las palabras del amigo y veo la certeza de su convicci\u00f3n. Lo veo en mi experiencia concreta de la di\u00f3cesis. Y lo intuyo, en los comentarios de muchos compa\u00f1eros delegados.
\nLos que se entregaron<\/em> a la JMJ, han podido recibir su gracia y han posibilitado que los suyos,<\/em> de los que son referentes y cauces, hayan podido participar activamente y tejer junto a Dios su particular experiencia de fe. Los que dudosos, atemorizados, reticentes, no quisieron sumarse al baile<\/em>, posiblemente han impedido que los j\u00f3venes que tiene bajo su responsabilidad, hayan podido gozar de una experiencia que hubiera podido fortalecer su fe, vincular m\u00e1s estrechamente a la comunidad eclesial o afianzar su testimonio cristiano en el mundo. Esta conclusi\u00f3n que extraigo ahora de la JMJ, vale para muchos otros casos, v\u00e9ase un F\u00f3rum de Pastoral con J\u00f3venes o un Congreso de Nueva Evangelizaci\u00f3n.
\nLa ense\u00f1anza pastoral que creo podemos extraer va m\u00e1s lejos de unas sensibilidades u otras, que por cierto, tanto tiempo nos hemos empe\u00f1ado en esconder. No veo el problema en tener una sensibilidad eclesial u otra, d\u00f3nde s\u00ed reside, desde mi modo de entender un problema, y no menor, es en no saber acoger ni captar la riqueza de otras sensibilidades diferentes a las nuestras. Es entonces cuando en lugar de mediaci\u00f3n entre Dios y los j\u00f3venes, nos convertimos en tristes aduanas que algunos no aciertan a superar.
\nCito aqu\u00ed un p\u00e1rrafo del libro \u201c10 Palabras clave en Pastoral con J\u00f3venes\u201d, que habla del trabajo en red. El enfoque que plantea me parece que aclara bien la cuesti\u00f3n:
\n\u201cEl trabajo en red es otra forma de \u201cmont\u00e1rselo\u201d. Ante la tentaci\u00f3n autista y sectaria de mirar cada uno el ombligo de su parroquia, su grupo, su comunidad, tenemos que romper las rigideces de barreras y fronteras \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 artificiales para encontrarnos en la misi\u00f3n com\u00fan. Es una manera m\u00e1s eficaz y coherente de trabajar en pastoral con j\u00f3venes, apostando por la relaci\u00f3n con otras organizaciones, colectivos, plataformas eclesiales y sociales, no duplicando recursos y apoy\u00e1ndonos unos a otros, pero tambi\u00e9n sinti\u00e9ndonos y \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 sabi\u00e9ndonos \u201cred\u201d con otros. As\u00ed hacemos visible todo el cuerpo de la Iglesia, \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0convocamos al Reino, no a nuestro huerto, y nos aseguramos de que uno u otro, o entre todos, llegaremos a los j\u00f3venes\u201d.<\/em>
\n
\nRecogemos lo que sembramos<\/em>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em>Los convencidos, o los conversos, los entusiastas o los ap\u00e1ticos, los m\u00e1s capaces o los que fueron a remolque, fuera cual fuera el punto de partida, aquellos que tuvieron la gracia de saber acoger la Jornada Mundial de la Juventud como una oportunidad pastoral, como un momento de gracia para nuestra Iglesia y dedicaron a ella esfuerzos, tiempos, recursos, cualidades, oraci\u00f3n, dedicaci\u00f3n, confianza,\u2026 a buen seguro, han recogido infinitamente m\u00e1s frutos, que aquellos, que como el siervo perezoso, prefirieron guardar su talento, no fuera caso que gastasen fuerzas y salieran debilitados.
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em>Esta conclusi\u00f3n al respecto ahora de la Jornada Mundial de la Juventud, es totalmente extensible a la primordial pastoral ordinaria.
\n\u00a0<\/em>
\nUn trabajo pastoral realizado con seriedad<\/em>
\nOtra ense\u00f1anza pastoral que extraigo va en relaci\u00f3n a la profundidad del trabajo realizado. Nadie duda de la importancia de las ra\u00edces para que un \u00e1rbol crezca recto y fuerte. Es evidente que el ejemplo sirve para todo trabajo que desea hacerse con seriedad, y la Pastoral con J\u00f3venes debe querer hacerse siempre con seriedad. Es visible la diferencia que se observa, ahora meses despu\u00e9s de la JMJ, de aquellos lugares donde se hizo un trabajo de profundidad, bien reflexionado, con un contenido pensado, una estructura consistente, con un objetivo sobre todo cristiano aunque hubiese mucho de log\u00edstica, a los lugares donde no hubo esta visi\u00f3n de medio-largo plazo. Es verdad que en muchos lugares se hizo lo que se pudo. En estos casos, no hay m\u00e1s que hablar. Pero hubo cuestiones que hubieran podido sido tratadas mucho mejor y eso lo sabemos todos, en las organizaciones particulares y en la organizaci\u00f3n general.
\nEn demasiadas ocasiones estamos poco acostumbrados a programar en profundidad. Me refiero ahora m\u00e1s al \u00e1mbito parroquial y diocesano y no tanto al escolar que no conozco tanto pero que intuyo que est\u00e1 m\u00e1s dado a la planificaci\u00f3n. Estamos poco acostumbrados a proyectar nuestra pastoral en clave de futuro. No es extra\u00f1o acudir a un arciprestazgo a hablar de pastoral con j\u00f3venes y que \u00e9sta sea la \u00fanica vez en el a\u00f1o que se hable de pastoral con j\u00f3venes o que ofrezcamos actividades a diestro y siniestro sin tener claro cu\u00e1l es el horizonte hacia el que se orienta el proceso que debi\u00e9ramos ofrecer a los j\u00f3venes.
\nYa hace a\u00f1os que se habla de procesos abiertos, flexibles, con diferentes grados de pertenencia,\u2026 y vemos bastante clara que nuestra propuesta debe tener este enfoque en la actualidad, pero esto s\u00f3lo se puede ofrecer si hay un itinerario, al menos orientativo, que sigue un proceso con todos los ingredientes necesarios.
\nA principios del verano pasado, acud\u00ed a unas jornadas de los cursos Alpha en Londres y me llam\u00f3 la atenci\u00f3n un sacerdote estadounidense que hablaba con absoluta naturalidad de cuando las parroquias presentaban sus proyectos pastorales, sus objetivos concretos y generales, su plan de actuaci\u00f3n,\u2026 No me estoy refiriendo a tener m\u00e1s planes que j\u00f3venes, pero este sacerdote s\u00ed que daba a entender que la acci\u00f3n que all\u00ed realizaban, trataba de responder a un planteamiento de futuro, que estaba consensuado, reflexionado, orado y asumido por la comunidad. Dec\u00eda este mismo sacerdote: \u201cSi fallamos al programar, programamos fallar<\/em>\u201d. Y creo que tiene mucha raz\u00f3n.
\n
\nNecesitamos agentes de pastoral vocacionados<\/em>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em>Otra constataci\u00f3n en muchos lugares, ha sido la dificultad para encontrar a responsables de voluntarios, a personas que pudieran guiar a los muchos voluntarios adolescentes, no s\u00f3lo desde el plano log\u00edstico, sino tambi\u00e9n humano y espiritual. Gente capaz de motivar, de escuchar, de hacer descubrir al adolescente que su esfuerzo o su participaci\u00f3n ten\u00eda un sentido, un sentido m\u00e1s profundo a una secuencia de actividades m\u00e1s o menos compleja, m\u00e1s o menos divertida. Y este vac\u00edo de encontrar verdaderos testimonios cristianos que sean capaces de liderar grupos de j\u00f3venes, lo hemos constatado en la JMJ, porqu\u00e9 de alguna manera la exigencia era mayor por cantidad de trabajo. Pero veo en este hecho, un vac\u00edo generacional m\u00e1s hondo y preocupante que tenemos en la pastoral con j\u00f3venes ordinaria. Es una urgencia encontrar gente vocacionada a acompa\u00f1ar j\u00f3venes. Gente que tenga aut\u00e9ntica pasi\u00f3n por Jes\u00fas y por los j\u00f3venes y que adem\u00e1s tengan un celo apost\u00f3lico que les haga mover las fichas que sean necesarias para desvivirse desde el Evangelio por esos j\u00f3venes que no conocen la Buena Noticia. Desde mi punto de vista, urge suscitar estos acompa\u00f1antes de j\u00f3venes, que se sienten profundamente arraigados a su fe e inmensamente felices entre los j\u00f3venes. Es una de las prioridades pastorales, que desde mi punto de vista, debemos abordar con seriedad, para poder llevar a cabo la evangelizaci\u00f3n de la generaci\u00f3n futura.
\n
\nLa fe y la alegr\u00eda<\/em>
\nY una \u00faltima constataci\u00f3n que se\u00f1alo es lo que m\u00e1s han destacado los participantes m\u00e1s j\u00f3venes de la JMJ. La alegr\u00eda de la fe y la fuerza del testimonio les han llamado la atenci\u00f3n y lo han expresado de muy diversos modos. Tambi\u00e9n \u00e9sta es la impresi\u00f3n que mucha – much\u00edsima \u2013 gente, tuvo al ver los acontecimientos por televisi\u00f3n. La sana alegr\u00eda, el respeto, el sentido de familiaridad, como los problemas se convert\u00edan en muchos casos en an\u00e9cdotas, o ciertas incomodidades eran tomadas con un buen humor impensable en otras circunstancias\u2026 interpelaban al personal y hac\u00edan que cada uno sacase lo mejor de s\u00ed mismo. Estas actitudes, sin llegar a la idealizaci\u00f3n, s\u00ed que nos dejan entrever que hay actitudes que atraen y entusiasman y otras que dejan indiferente en el mejor de los casos. Nuestras comunidades de fe, sean del tipo que sean, muchas veces est\u00e1n lejos de conseguir este entusiasmo que all\u00ed vivieron los j\u00f3venes y que aunque se daban unas circunstancias excepcionales, nadie puede dudar de que fue real. Paralelamente tambi\u00e9n me llam\u00f3 la atenci\u00f3n el poco complejo que tienen los m\u00e1s j\u00f3venes al reconocer su fe en Dios, muchas veces todav\u00eda dubitativa y poco arraigada, pero si con dosis envidiables de b\u00fasqueda y deseos de vivirla m\u00e1s en profundidad. Me llam\u00f3 ya la atenci\u00f3n en los meses previos, cuando el grueso de voluntarios, en su mayor\u00eda adolescentes, no ten\u00edan ning\u00fan inconveniente en hacer actividades en nombre de la Iglesia en plena calle o poner m\u00fasica cristiana en verbenas en las que participaban. Esto me sorprendi\u00f3 porque no imaginaba que lo hiciesen con tanta naturalidad y que el resto de sus iguales, no participantes de su fe, no se inmutaran sino que lo aceptaran con total normalidad. Y algo parecido pas\u00f3 cuando volvieron de Madrid y explicaban a diestro y siniestro sus batallitas, experiencias y entusiasmos vividos en la capital. Esta alegr\u00eda y vitalidad que reclaman nuestros j\u00f3venes, interpela fuertemente a la vida diaria de muchas de nuestras comunidades eclesiales.
\n <\/p>\n\n
\n\u00a0<\/em>
\nInestabilidad y b\u00fasqueda de novedad<\/em>
\nLa Pastoral con J\u00f3venes siempre conlleva una cierta inestabilidad y b\u00fasqueda de novedad. Esta cuesti\u00f3n no es \u00fanicamente de nuestro tiempo, sino que sucedi\u00f3 antes y seguramente suceder\u00e1 tambi\u00e9n despu\u00e9s. Y es que posiblemente, no puede ser de otra manera. Los destinatarios de su pastoral se encuentran en esa situaci\u00f3n vital de b\u00fasqueda e incertidumbre, que no puede aportar una estabilidad. Esta cuesti\u00f3n que siempre es inc\u00f3moda, porque no permite acomodarse, ni incluso descansar, tambi\u00e9n tiene sus ventajas y retos. Pide siempre actualizaci\u00f3n y volver a las ra\u00edces, volver a beber de las fuentes. Los j\u00f3venes son posiblemente, el sector de la sociedad que m\u00e1s reclama una comunidad cristiana: viva, aut\u00e9ntica y dadora de sentido. Los j\u00f3venes son los primeros que no aceptan vidas que no testimonian lo que dicen o celebraciones que quedan lejos de su entendimiento. Esta autenticidad que piden, nos obliga a estar vigilantes en nuestro ser cristiano, tanto personal como comunitario. Esta exigencia nos recuerda que debemos estar en permanente conversi\u00f3n personal y comunitaria. Y esto al tiempo que es inc\u00f3modo, es muy evang\u00e9lico.
\n
\nLos j\u00f3venes y la Iglesia<\/em>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em>Las ganas de vivir, el deseo de conocer, el propio cuestionamiento de lo establecido, el gusto por lo nuevo,\u2026 son caracter\u00edsticas intr\u00ednsecas a la juventud. A su vez, la fragilidad emocional en la que viven muchos j\u00f3venes, la dificultad de encontrar referentes que les escuchen con cierta calidad, no contar en muchos casos con una comunicaci\u00f3n vital satisfactoria, incluso muchas veces la dificultad por encontrar un afecto que les aporte seguridad y estabilidad, son caracter\u00edsticas que pueden hacer de los a\u00f1os de adolescencia y juventud, ese terreno f\u00e9rtil, deseoso de acoger semillas para que den fruto y fruto bueno. Esa tierra, esa vida todav\u00eda muy por hacer, puede estar m\u00e1s predispuesta a acoger con entusiasmo y novedad la propuesta de la fe. Son muchos los j\u00f3venes que viven en esta precariedad afectiva, y la Iglesia, comunidad de creyentes, puede tener esa capacidad de ofrecer ese apoyo afectivo a trav\u00e9s de sus miembros, que intentaran ser reflejo del amor de Dios. Pero esto no se puede fingir. Los j\u00f3venes captan muy bien si el sacerdote, catequista, monitor, se desvive por ellos, reza por ellos, est\u00e1 al d\u00eda de sus problemas,\u2026 le importa en definitiva su vida por sencilla que sea, o si cumple, aunque sea maravillosamente bien, con un deber. Eso a nadie le deja indiferente. Ni a j\u00f3venes ni a mayores. Pero s\u00ed el joven es capaz de encontrar una comunidad que le brinde este tipo de relaciones, tenemos mucho terreno ganado, porque tarde o temprano se preguntar\u00e1 porque aquellos le aman, conf\u00edan en \u00e9l, cuentan con \u00e9l. Si los referentes est\u00e1n bien centrados en Cristo el problema de la dependencia o de la focalizaci\u00f3n en el referente no ser\u00e1 un problema y posibilitar\u00e1 la pregunta: Y \u00e9ste \u00bfPor qu\u00e9 lo hace? \u00bfPor qui\u00e9n lo hace? La Iglesia debe poder ofrecer este tipo de comunidades c\u00e1lidas, acogedoras, donde se pueda reconocer lo esencial de aquellas primeras comunidades cristianas.
\n
\nEl propio Dios<\/em>
\nEs obvio pero me parece importante mencionarlo. Los que creemos en el amor incondicional de Dios y en su deseo de hacerse presente en las vidas de las personas, no podemos vivir desesperanzados esta misi\u00f3n, ya que es \u00c9l, el mismo Dios, el primer interesado, dig\u00e1moslo as\u00ed, en la evangelizaci\u00f3n. Esto no nos debe eximir de nuestras responsabilidades y de poner todos nuestros dones al servicio de la causa, pero s\u00ed que nos debe dar serenidad y sosiego, porqu\u00e9 sabemos de quien nos hemos fiado. Esto que decimos tanto de que el futuro no es incierto, porqu\u00e9 el futuro es de Dios, tiene que calar mucho m\u00e1s hondo en nuestras conciencias y en nuestras acciones.
\n
\nLas mediaciones son importantes<\/em>
\nLa actitud, \u00e9l \u00e1nimo o des\u00e1nimo que nos mueve. Es muy aplicable a nuestro momento, aquel cuento que narra como un vendedor de zapatos llega a \u00c1frica, con el prop\u00f3sito de realizar grandes ventas en el continente. Despu\u00e9s de varias semanas de rastreo, regresa frustrado al haber descubierto que todos los africanos andan descalzos. En cambio otro vendedor ve en aquella circunstancia la gran posibilidad de su negocio. Si nadie lleva zapatos y consigue convencerlos de su utilidad, tendr\u00e1 un gran mercado por delante. Esta actitud del segundo vendedor, la echamos muchas veces en falta en nuestros contextos pastorales. El des\u00e1nimo, e incluso a veces frustraci\u00f3n, que muchos agentes de pastoral viven, es primero, un pesar para ellos y despu\u00e9s, una dificultad para que la Iglesia evangelice. Este des\u00e1nimo que puede venir influenciado por muchos factores, tiene para m\u00ed una causa importante que tenemos en nuestras manos corregir, y es aceptar el momento que vivimos, en toda su novedad. M\u00e1s centrados en el presente y en el futuro y no tanto en el pasado. El d\u00eda en que nuestras vidas hayan sabido situarse en esta nueva \u00e9poca, que ya nada tiene de aquella \u00e9poca de cristiandad, conf\u00edo en que este \u00e1nimo se encontrar\u00e1 m\u00e1s adaptado.<\/p>\n\n
\nUna actitud de confianza y esperanza cristiana<\/em>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em>\u201cY sabed que yo estar\u00e9 con vosotros todos los d\u00edas, hasta el fin del mundo\u201d (Mt 28, 20). Vivir estas palabras de Jes\u00fas, y renovarlas tantas veces como haga falta, nos hacen vivir desde la confianza y la esperanza. Estas actitudes tienen para m\u00ed una importancia especial hoy, por encontrarse muchas veces amenazadas tanto en la sociedad como en el propio \u00e1mbito eclesial. Se lo o\u00ed al profesor Francesc Torralba en una conferencia y me gust\u00f3. Dec\u00eda, una cosa son los c\u00e1lculos pastorales y otra bien distinta es la esperanza cristiana. Estamos haciendo c\u00e1lculos pastorales, cuando pensamos en las parroquias que corresponder\u00e1n a un cura dentro de diez a\u00f1os o intentamos imaginar el n\u00famero de personas menores de cincuenta \u00a0a\u00f1os que habr\u00e1 en una misa de domingo. Eso son c\u00e1lculos pastorales. Que est\u00e1 bien y posiblemente haya que hacerlos y tomar medidas. Pero otra cosa bien distinta, es la esperanza cristiana. La esperanza cristiana la vemos en la persona de Abraham, que contra toda l\u00f3gica humana se f\u00eda de Dios. No entiende Sus designios, pero hace lo que \u00e9ste le pide. Seguramente dud\u00f3, pero ni se demor\u00f3 en la respuesta, ni lo que es m\u00e1s importante, dej\u00f3 de hacer lo que ve\u00eda claro que Dios le estaba pidiendo. Y tuvo una gran descendencia. Esto es la esperanza cristiana, dec\u00eda, confiar en quien nos lo ha dado todo, a pesar de que las circunstancias no nos dejen ver el futuro con claridad.
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\nPasar haciendo el bien. La fuerza del testimonio<\/em>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em>Uno de los pasajes del Evangelio que desde hace un tiempo me interpela m\u00e1s profundamente es cuando dice que Jes\u00fas pas\u00f3 haciendo el bien. Me sorprende por la sencillez y la hondura a su vez. Durante la mayor parte de su vida, s\u00f3lo los que tuvieron un contacto m\u00e1s directo con \u00e9l supieron de la exquisitez de su trato, de la hondura de sus palabras. Pero los que pasaron con \u00e9l d\u00edas y horas, acababan con su vida convertida. Hacer de una manera extraordinaria aquello del d\u00eda a d\u00eda, sin grandes aspavientos, de manera silenciosa, con profundidad, sentido y con una confianza infinita en su Padre. S\u00ed, con una confianza infinita en su Padre. Sin titubeos, sin tardanzas. Me digo que muchas veces, lo que nos falta es la \u201cdeterminada determinaci\u00f3n\u201d de Santa Teresa para pasar haciendo el bien, para ser im\u00e1genes de Cristo ante nuestros hermanos que no le conocen. Y esto no depende de grandes proyectos pastorales, ni de l\u00edneas generales que debemos esperar a que sean escritas. Esto depende en gran medida de cada uno de nosotros. De los que hemos tenido la suerte de conocer la fe y sentimos el deseo de que otros la puedan hacer tambi\u00e9n suya. La fuerza del testimonio personal, de su coherencia y frescura, no deja indiferente ni al creyente convencido ni a los j\u00f3venes que no conocen. Hay vidas que dicen mucho. Y los j\u00f3venes tienen una sensibilidad especial para captar estas vidas que son aut\u00e9nticas, que estando cimentadas en un encuentro personal con Jesucristo, se entregan totalmente a otros. Los creyentes necesitamos vivir m\u00e1s aut\u00e9nticamente, m\u00e1s arraigados en la fe, m\u00e1s centrados en Jes\u00fas. Hacer de una manera extraordinaria aquello m\u00e1s ordinario. Orar. Orar con asiduidad, a solas y en comunidad. Compartir. Compartir la vida, el tiempo, el dinero, las cualidades, las dudas, los avances. Darse. Darse del todo y para todos. Crecer. Crecer espiritualmente, humanamente, dej\u00e1ndose interpelar, queri\u00e9ndonos convertir cada d\u00eda m\u00e1s y mejor al Evangelio de Jes\u00fas. Celebrar la fe, con los sacramentos, con la vida, con profundidad, con otros, con alegr\u00eda. Con mucha alegr\u00eda.
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\nEl acompa\u00f1amiento personal y comunitario<\/em>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em>En realidad uno y otro, personal y comunitario, se complementan y ambos son necesarios pero s\u00f3lo anoto aqu\u00ed, aquello que en cada momento vital me parece m\u00e1s relevante. En primer lugar me referir\u00e9 a un acompa\u00f1amiento comunitario, que sea real, de aquellos que tienen la misi\u00f3n expl\u00edcita de evangelizar. Demasiadas veces olvidamos las palabras de Jes\u00fas de ir de dos en dos, as\u00ed como las pr\u00e1cticas de las primeras comunidades de ponerlo todo en com\u00fan, tambi\u00e9n los afanes y desasosiegos de la misi\u00f3n. Poner \u00e9nfasis en esta pr\u00e1ctica comunitaria me parece de vital importancia para los a\u00f1os venideros. Cuando uno ha tenido experiencia viva y real de trabajo compartido entiende la riqueza de la misi\u00f3n com\u00fan. Mantener el \u00e1nimo, un celo apost\u00f3lico saludable, un rico discernimiento de los signos de los tiempos, una vida de intensa oraci\u00f3n,\u2026 son infinitamente m\u00e1s llevaderos y fruct\u00edferos si andamos en compa\u00f1\u00eda.
\nY en segundo lugar, la importancia del acompa\u00f1amiento personal. Adentrarse en el camino de la fe, m\u00e1s a\u00fan cuando \u00e9sta no ha sido transmitida de manera progresiva por una sociedad, necesita en la mayor\u00eda de los casos de un acompa\u00f1amiento personal y continuado durante un tiempo. Muchos j\u00f3venes necesitaran de una persona cercana que se muestre disponible a caminar a su lado, a explicarle las Escrituras que no hayan entendido, a ayudarles a descubrir en hechos actuales las semillas del Reino, a discernir las voces que les hablan al coraz\u00f3n. De hecho, normalmente se nota cuando un joven, posiblemente ya no tan joven, ha gozado de una persona, mayor en edad y sobre todo con m\u00e1s etapas recorridas en el camino de la fe que le ha dedicado tiempo, confianza y testimonio cercano de fe. Su fe, suele ser m\u00e1s contrastada y madura.
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\nSi hoy volviera en el bus de la JMJ que celebramos en Madrid, le seguir\u00eda pidi\u00e9ndole al buen Dios lo mismo: lucidez y coraje. Lucidez, para no apartarnos de su camino, no cabe duda de que cuanto m\u00e1s arraigados estemos cada uno en Jesucristo, m\u00e1s fortalecida saldr\u00e1 la Pastoral con J\u00f3venes. Y le pedir\u00eda coraje, mucho coraje, para llevar a cabo estos empe\u00f1os o los que en cada momento sentimos que se nos piden. Coraje para no estorbar, y ayudar, si se puede, a que algunos j\u00f3venes, cuantos m\u00e1s mejor, puedan reconocer en el Se\u00f1or, el Se\u00f1or de sus vidas.<\/p>\n
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