Monse\u00f1or Antonio Algora, Obispo de Ciudad Real<\/strong> Empiezo a escribir estas reflexiones que me piden, justo cinco minutos despu\u00e9s de que se publique la Encuesta de Poblaci\u00f3n Activa (EPA)<\/em> del cuarto trimestre del a\u00f1o 2011. Las cifras son espeluznantes. Hay m\u00e1s de cinco millones, concretamente 5.273.600 \u00a0personas desempleadas. Un 22,85 % de la poblaci\u00f3n activa en paro; cerca de la cuarta parte de la poblaci\u00f3n activa, de las personas que quieren y pueden trabajar. Casi un mill\u00f3n seiscientos mil hogares en los que todos sus miembros est\u00e1n desempleados. Al margen de las soluciones t\u00e9cnicas que deben ser llevadas a cabo por los gobernantes, los empresarios, y los agentes sociales como los sindicatos, los cristianos no podemos desentendernos de esta realidad. No es simplemente un campo asistencial, como muchas veces creemos, sino uno de los \u00e1mbitos prioritarios de la evangelizaci\u00f3n. Nuestra presencia ha ser samaritana; hemos de detenernos junto a las v\u00edctimas, curarlas, levantarlas, acompa\u00f1arlas a los \u00e1mbitos en que pueden recuperar su existencia, y seguir con ellos en ese proceso de recuperaci\u00f3n de la dignidad humana. Habremos de acompa\u00f1ar su desesperanza \u2013como el Resucitado acompa\u00f1a a los de Ema\u00fas- para que devueltos al horizonte de la Vida, puedan reconocerle al partir y compartir el Pan. Desde estas claves es desde donde la Pastoral Obrera viene trabajando en Espa\u00f1a desde hace muchos a\u00f1os. Tambi\u00e9n en medio de la realidad juvenil. La larga historia de la JOC, por ejemplo, se sigue nutriendo hoy en la presencia evangelizadora y el compromiso eclesial que desarrollan sus militantes en las realidades del mundo juvenil. Entre sus campa\u00f1as recientes, el desempleo juvenil y la precariedad laboral que sufren los j\u00f3venes han sido centro de reflexi\u00f3n y de acci\u00f3n eclesial de una manera especial. Su testimonio evangelizador, en muchas ocasiones, es una llamada de atenci\u00f3n a los que ya no somos tan j\u00f3venes, para tener presente esa inmensa realidad de los j\u00f3venes del mundo obrero y del trabajo que necesita ser alentada por la Buena Noticia de Jesucristo y c\u00f3mo estar presentes en ella. Nuestra conclusi\u00f3n ha de ser necesariamente esperanzada. Hay mucho m\u00e1s; hay m\u00e1s presencia creyente, eclesial, militante en la evangelizaci\u00f3n del mundo obrero; hay m\u00e1s presencia joven, hay m\u00e1s esperanza, hay m\u00e1s caminos de conversi\u00f3n, de construcci\u00f3n comunitaria. Hay m\u00e1s caminos recorridos que muestran que alentados por el Esp\u00edritu de Jes\u00fas y su Evangelio hay otra manera de vivir; que es posible, y que en ella se empe\u00f1an muchos j\u00f3venes en la Iglesia y fuera de ella. Hay un dinamismo evangelizador hoy, en marcha, que nos empuja a recorrer el mismo camino de los m\u00e1s empobrecidos, abriendo horizontes de vida con ellos, junto a ellos, con la misma din\u00e1mica de la Encarnaci\u00f3n del Se\u00f1or porque nos mueve su Esp\u00edritu. Sabemos \u2013especialmente los j\u00f3venes militantes cristianos en el mundo obrero y del trabajo- , de qui\u00e9n nos hemos fiado (2Tim 1,12)<\/p>\n + Antonio \u00c1ngel Algora Hernando<\/p>\n
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nMonse\u00f1or Algora analiza la cruda realidad del desempleo juvenil utilizando la fecunda metodolog\u00eda de \u201cver, juzgar y actuar\u201d. Propone unos criterios de iluminaci\u00f3n desde la Doctrina Social de la Iglesia y desde el reciente magisterio del Papa Benedicto XVI. Est\u00e1 convencido que la presencia samaritana, en esta dif\u00edcil situaci\u00f3n, es una prioridad de la evangelizaci\u00f3n.
\n <\/p>\n\n
\nY de esos m\u00e1s de cinco millones, casi un mill\u00f3n son menores de 25 a\u00f1os. Algunos de ellos no han trabajado nunca desde que terminaron los estudios, o los han prolongado de manera artificiosa porque no hay otra perspectiva. Al final estar\u00e1n mejor preparados que cualquiera de sus padres, pero podr\u00e1n sentirse mucho menos \u00fatiles, porque han ido creciendo con la sensaci\u00f3n de que, de entrada, sobran. Este mundo parece no tener sitio, ni trabajo, para todos ellos.
\nNo es f\u00e1cil acercarse a la realidad del desempleo, especialmente de los j\u00f3venes, desde la fe cristiana y el seguimiento de Jesucristo, porque uno se topa de bruces con la desilusi\u00f3n, la desesperanza, el des\u00e1nimo, la resignaci\u00f3n, y con el miedo \u2013 no ya ante el futuro, sino ante el mismo presente- que se asienta en la vida de los j\u00f3venes. Y sin embargo, en esa realidad hemos de seguir haci\u00e9ndonos presentes los cristianos. No tenemos ni podemos inventarnos otra. No debemos hacerlo.
\nCuando uno se acerca con la mirada y la escucha de Jes\u00fas de Nazaret, m\u00e1s all\u00e1 de los n\u00fameros oye vidas como la de Mar\u00eda del Mar, que vive en un peque\u00f1o pueblo de las vegas altas del Guadiana en la provincia de C\u00e1ceres. Termin\u00f3 sus estudios (licenciatura de Biolog\u00eda) en Badajoz, hace dos a\u00f1os y desde entonces ha tenido pocas experiencias de trabajo, de las cuales y hasta el momento, la mayor\u00eda no le han servido de mucho para adquirir experiencia y formaci\u00f3n en lo que realmente le gusta y para lo que ha estado prepar\u00e1ndose durante mucho tiempo.
\nElla lo cuenta as\u00ed:
\n\u201cMientras estudiaba he trabajado alg\u00fan verano recogiendo fruta en el campo, en una cafeter\u00eda, y seleccionando frutas en una cooperativa, para as\u00ed poder tener unos ahorros que me ayudasen a los gastos del curso, pues algo que no me ha gustado mucho nunca es que mis padres tuviesen que asumir todos mis gastos y no hacer yo ning\u00fan esfuerzo. Pero \u201ccosas de la situaci\u00f3n laboral\u201d en que vivimos\u2026en estos dos \u00faltimos a\u00f1os volv\u00ed a casa de mis padres, y solo he podido trabajar durante este tiempo como auxiliar de laboratorio en una f\u00e1brica de tomates, y de responsable de calidad en una cooperativa de frutas; despu\u00e9s de repartir curr\u00edculum por todas partes, visitar ni recuerdo cu\u00e1ntas cooperativas, empresas…no solo de mi zona, tambi\u00e9n del resto de la Comunidad. \u00a0Para poder realizar estos trabajos tuve que trasladarme a vivir a la zona norte, y de ambos el que m\u00e1s tiempo me dur\u00f3 fueron\u00a0 cinco meses y medio; mis contratos eran temporales y la despedida en el \u00faltimo ni siquiera fue esperada, puesto que un rato antes de llegar el momento de entrar a trabajar me llamaron para decirme que no hac\u00eda falta que fuese y que ya se podr\u00edan en contacto conmigo para pagarme; as\u00ed pues tuve que recoger mis cosas y volverme a mi pueblo sin ninguna explicaci\u00f3n.<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\nDe esto hace m\u00e1s de dos meses y desde entonces contin\u00fao desempleada, y con una sensaci\u00f3n de inutilidad, puesto que me gustar\u00eda poder pedir justificaciones y me dicen que es mejor que est\u00e9 callada, por si se acuerdan de m\u00ed en otro momento, o les hace falta alguien\u2026as\u00ed pues con la boca cerrada y viviendo de mis padres (mi madre no trabaja, y mi padre es agricultor) – a quienes a\u00fan les falta por cobrar parte de los tomates de la \u00faltima temporada-. Tanto esfuerzo y tiempo invertido en mi formaci\u00f3n, ahora no me sirven de nada para lograr mis sue\u00f1os de trabajar, independizarme, tener mi econom\u00eda e incluso poder formar mi propia familia\u2026siento des\u00e1nimo ante esta situaci\u00f3n, pues necesito hacer cosas, estar activa y poder colaborar en casa.<\/em>
\nUna situaci\u00f3n dif\u00edcil, que s\u00e9 que comparto con muchos otros j\u00f3venes de muchos sitios y con diferentes situaciones personales y laborales\u2026ante esto ahora estoy prepar\u00e1ndome oposiciones y estudiando ingl\u00e9s, por si llega el momento de tomar la decisi\u00f3n de tener que salir fuera.\u201d<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\nEsto es lo que nos encontramos en una inmensa mayor\u00eda de vidas de j\u00f3venes trabajadores; desesperanza, des\u00e1nimo, desilusi\u00f3n, miedo y, al final, una resignaci\u00f3n que hace aceptar cualquier trabajo, cualquier condici\u00f3n de trabajo, cualquier situaci\u00f3n de precariedad y temporalidad, cualquier desarraigo que, al menos, sustente la ficci\u00f3n de que puede gestionar su propia vida, independizarse, construir un proyecto personal y familiar.
\nJuan, Salvador, Rub\u00e9n\u2026 son otros tantos que han tenido que salir de sus ciudades, alejarse de sus familias, incluso irse fuera de Espa\u00f1a. Los titulares de la prensa de hoy son llamativos. Me fijo en una noticia que se titula \u2018J\u00f3venes y sobradamente parados<\/em>\u2019 de la que tomo el t\u00edtulo de estas l\u00edneas y que se\u00f1ala que \u201cmuchos licenciados e ingenieros que acabaron la carrera en 2008 no encontraron trabajos relacionados con lo suyo. Si ten\u00edan entre 23 y 24 a\u00f1os, significa que llegar\u00e1n a los 30 apenas salidos de la segunda recesi\u00f3n\u201d. Su formaci\u00f3n no corresponder\u00e1 con unos curr\u00edcula rellenados con suerte con ‘empleos basura’.
\nSigue diciendo el peri\u00f3dico que \u201cEn Espa\u00f1a hay 1,6 millones de j\u00f3venes entre 16 y 29 a\u00f1os que buscan trabajo. De ellos, 338.502 tienen educaci\u00f3n superior al t\u00edtulo de Secundaria. No obstante, hay que tener en cuenta que el INE s\u00f3lo cuenta a aquellos que buscan activamente empleo: aqu\u00ed no entran los que trabajan en ‘negro’, ni los que se han ido fuera de Espa\u00f1a, ni los que, directamente, se han cansado de \u00abmendigar\u00bb un empleo y se han quedado en casa o hacen cursos por hacer algo.
\nLa tasa de paro entre 16 y 19 a\u00f1os es del 69,3%, del 44,4% entre 20 y 24 a\u00f1os. Es decir, el doble que antes de la crisis en el perfil de j\u00f3venes que no ha hecho estudios superiores. Por su parte, la tasa de desempleo es del 28,01% entre 25 y 29 a\u00f1os; y del 23,10% entre 30 y 34 a\u00f1os.
\nAntes de la crisis, la construcci\u00f3n y los servicios -principalmente el turismo- eran los motores del empleo. Dejar los estudios para ganar buenos sueldos trabajando en ello era bastante popular. Cuatro a\u00f1os despu\u00e9s, esto fue un error.
\nLa tasa de paro entre aquellos de cualquier edad con formaci\u00f3n primaria era del 10,3% tras el verano de 2007; ahora es del 34,3%. Sin embargo, en el caso de la inserci\u00f3n laboral con t\u00edtulo de secundaria, el desempleo ha pasado del 9,99% al 7,06% mientras que para el conjunto con educaci\u00f3n superior -excepto doctorado- se ha elevado del 5,2% al 13,65%.\u201d
\nLos datos, cada vez peores, no son razones para alentar ninguna esperanza. Representan, como dice la noticia a que aludo, el fracaso de un pa\u00eds. \u00bfPor d\u00f3nde caminar, entonces?
\n <\/p>\n\n
\nLa Pastoral Obrera resulta \u2013por su especializada respuesta a estas necesidades- una necesidad evangelizadora hoy, y no reconocerlo as\u00ed nos hace malos administradores de la Buena Noticia que hemos de ofrecer a tiempo y a destiempo. Ya dec\u00eda Gaudium et Spes en el n\u00famero 63, como recuerda C\u00e1ritas in Veritate (25) que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad: \u00abPues el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida econ\u00f3mico-social<\/em>\u00bb
\nEn C\u00e1ritas in Veritate 21, se nos dice que la crisis nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso, a apoyarnos en las experiencias positivas y a rechazar las negativas. De este modo, la crisis se convierte en ocasi\u00f3n de discernir y proyectar de un modo nuevo. Es necesaria una nueva, renovada, Pastoral Obrera hoy en nuestra Iglesia de Espa\u00f1a.
\nY este es el aporte fundamental de la Pastoral Obrera en Espa\u00f1a hoy: recuperar la dignidad humana pasa, hoy por hoy, por recuperar la dignidad del trabajo y de los trabajadores; pasa por humanizar la econom\u00eda, la cultura, la sociedad, y la existencia, al servicio de las personas.
\nEsto es algo central en la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). La sacralidad de la dignidad humana nos viene de ser creados por Dios a su imagen y semejanza: creadores, para la vida. El trabajo es nuestro mayor medio de inserci\u00f3n social y de integraci\u00f3n en la convivencia de que hoy disponemos, y por eso carecer de trabajo es un ataque directo a esa dignidad, porque priva de la posibilidad de constituirnos y reconocernos miembros de la sociedad humana. Nos impide desarrollar nuestro potencial de desarrollo humano, nos impide construir proyectos vitales y relaciones sociales. Nos impide realizarnos como personas.
\nDesde esta clave la DSI ha levantado siempre su voz para alertar de esta situaci\u00f3n. No podemos olvidar la aportaci\u00f3n inestimable que supuso Laborem Exercens<\/em>, de cuya publicaci\u00f3n se han cumplido ya treinta a\u00f1os, y que con capacidad prof\u00e9tica no s\u00f3lo revel\u00f3 la situaci\u00f3n existente entonces sino que anticipaba el futuro cercano si no \u00e9ramos capaces de cambiar el rumbo de nuestra sociedad. Treinta a\u00f1os despu\u00e9s, hemos de comprobar que la denuncia adquiere hoy m\u00e1s relevancia porque la situaci\u00f3n, lejos de mejorar, ha avanzado en un camino de deshumanizaci\u00f3n.
\nPero baste referirnos al m\u00e1s reciente magisterio de Benedicto XVI, y sumergirnos en sus discursos recientes para reconocer la insistencia con que el Papa se centra, una y otra vez, en la situaci\u00f3n que padecen los j\u00f3venes y reconocer la llamada que esa situaci\u00f3n supone para toda la Iglesia. No son los j\u00f3venes \u2018algo\u2019 que hemos de \u2018pescar\u2019 para la Iglesia. Son aquellos a los que la Iglesia debe acercarse en su vida cotitiana, en sus ambientes, y en sufrimiento, para hacerles llegar la Buena Noticia liberadora de Jesucristo. El matiz puede parecer intrascendente, pero cualifica la presencia evangelizadora de la Iglesia, o la impide.
\nYa, con ocasi\u00f3n de la celebraci\u00f3n de la JMJ del pasado verano, en la entrevista concedida por el Papa a bordo del avi\u00f3n que lo tra\u00eda a Madrid, declar\u00f3 a los periodistas que le acompa\u00f1aban:
\n
\n\u201cPuede constatarse lo que ya hab\u00eda dicho en su primera enc\u00edclica social Juan Pablo II: el hombre debe ponerse en el centro de la econom\u00eda y que la econom\u00eda no debe medirse seg\u00fan el m\u00e1ximo beneficio, sino seg\u00fan el bien de todos e incluye la responsabilidad por el otro, y funciona verdaderamente\u00a0bien s\u00f3lo si funciona de una manera humana en el respeto del otro, en sus diferentes dimensiones: responsabilidad con la propia naci\u00f3n, y no s\u00f3lo consigno mismo, responsabilidad con el mundo. La naci\u00f3n no est\u00e1 aislada, ni siquiera Europa est\u00e1 aislada, sino que es responsable de toda la humanidad y debe pensar siempre en afrontar los problemas econ\u00f3micos con esta clave de responsabilidad, en particular con las dem\u00e1s partes del mundo, con las que sufren, tienen sed y hambre, y no tienen futuro. Y, por tanto, tercera dimensi\u00f3n de esta responsabilidad es la responsabilidad con el futuro: sabemos que tenemos que proteger nuestro planeta, pero tenemos que proteger el funcionamiento del servicio del trabajo econ\u00f3mico para todos y pensar que el ma\u00f1ana es tambi\u00e9n el hoy. Si los j\u00f3venes de hoy no encuentran perspectivas en su vida tambi\u00e9n nuestro hoy est\u00e1 equivocado, est\u00e1 mal. Por tanto, la Iglesia con su doctrina social, con su doctrina sobre la responsabilidad ante Dios, abre la capacidad a renunciar al m\u00e1ximo beneficio y a ver en las realidades la dimensi\u00f3n human\u00edstica y religiosa, es decir, estamos hechos el uno para el otro y de este modo es posible tambi\u00e9n abrir caminos, como sucede con el gran n\u00famero de voluntarios que trabajan en diferentes partes del mundo no para s\u00ed, sino para los dem\u00e1s, y encuentran as\u00ed el sentido de la propia vida. Esto se puede lograr con una educaci\u00f3n en los grandes objetivos, como trata de hacer la Iglesia. Esto es fundamental para nuestro futuro\u201d.<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\nY en su discurso en Barajas, nada m\u00e1s aterrizar, hac\u00eda referencia a c\u00f3mo muchos j\u00f3venes, adem\u00e1s, miran con preocupaci\u00f3n el futuro ante la dificultad de encontrar un empleo digno, o bien por haberlo perdido o tenerlo muy precario e inseguro.
\nEl 9 de enero de este a\u00f1o en su Discurso a los miembros del Cuerpo Diplom\u00e1tico acreditado ante la Santa Sede, dec\u00eda el Papa:
\n\u00a0<\/em>
\n\u201cEn este sentido, no puedo dejar de mencionar ante todo las graves y preocupantes consecuencias de la crisis econ\u00f3mica y financiera mundial. \u00c9sta no solo ha golpeado a las familias y empresas de los pa\u00edses econ\u00f3micamente m\u00e1s avanzados, en los que ha tenido su origen, creando una situaci\u00f3n en la que muchos, sobre todo j\u00f3venes, se han sentido desorientados y frustrados en sus aspiraciones de un futuro sereno, sino que ha marcado tambi\u00e9n profundamente la vida de los pa\u00edses en v\u00edas de desarrollo. No nos debemos desanimar sino reemprender con decisi\u00f3n nuestro camino, con nuevas formas de compromiso. La crisis puede y debe ser un acicate para reflexionar sobre la existencia humana y la importancia de su dimensi\u00f3n \u00e9tica, antes que sobre los mecanismos que gobiernan la vida econ\u00f3mica: no solo para intentar encauzar las partes individuales o las econom\u00edas nacionales, sino para dar nuevas reglas que aseguren a todos la posibilidad de vivir dignamente y desarrollar sus capacidades en bien de toda la comunidad.<\/em>
\nA continuaci\u00f3n deseo recordar que los efectos de la situaci\u00f3n actual de incertidumbre afectan de modo particular a los j\u00f3venes. Su malestar ha sido la causa de los fermentos que en los \u00faltimos meses han golpeado, a veces duramente, diversas regiones. Me refiero sobre todo a \u00c1frica del Norte y a Medio Oriente, donde los j\u00f3venes que, al igual que otros, sufren la pobreza y el desempleo y temen la falta de expectativas seguras, han puesto en marcha lo que se ha convertido en un vasto movimiento de reivindicaci\u00f3n de reformas y de participaci\u00f3n m\u00e1s activa en la vida pol\u00edtica y social. En este momento es dif\u00edcil trazar un balance definitivo de los sucesos recientes y cu\u00e1les ser\u00e1n sus consecuencias para el equilibrio de la regi\u00f3n. A pesar del optimismo inicial, se abre paso el reconocimiento de las dificultades de este momento de transici\u00f3n y cambio, y me parece evidente que el modo adecuado de continuar el camino emprendido pasa por el reconocimiento de la dignidad inalienable de toda persona humana y de sus derechos fundamentales. El respeto de la persona debe estar en el centro de las instituciones y las leyes, debe contribuir a acabar con la violencia y prevenir el riesgo de que la debida atenci\u00f3n a las demandas de los ciudadanos y la necesaria solidaridad social se transformen en meros instrumentos para conservar o conquistar el poder\u201d.<\/em>
\n
\nLa m\u00e1s reciente intervenci\u00f3n de Benedicto XVI, en el Mensaje para la celebraci\u00f3n de la XLV Jornada Mundial de la Paz, del 1 de enero de 2012, titulado \u201cEducar a los J\u00f3venes en la Justicia y la Paz\u201d, vuelve a se\u00f1alar algunos de estos aspectos. En el\u00a0n\u00famero 1 del mensaje, al principio del mismo, ya se refiere a \u201clas preocupaciones manifestadas en estos \u00faltimos tiempos por muchos j\u00f3venes en diversas regiones del mundo expresan el deseo de mirar con fundada esperanza el futuro. En la actualidad, muchos son los aspectos que les preocupan: el deseo de recibir una formaci\u00f3n que los prepare con m\u00e1s profundidad a afrontar la realidad, la dificultad de formar una familia y encontrar un puesto estable de trabajo, la capacidad efectiva de contribuir al mundo de la pol\u00edtica, de la cultura y de la econom\u00eda, para edificar una sociedad con un rostro m\u00e1s humano y solidario\u201d.<\/em>
\nAl referirse a la educaci\u00f3n de los j\u00f3venes pone de manifiesto que \u201cunas condiciones de trabajo a menudo poco conciliables con las responsabilidades familiares, la preocupaci\u00f3n por el futuro, los ritmos de vida fren\u00e9ticos, la emigraci\u00f3n en busca de un sustento adecuado, cuando no de la simple supervivencia, acaban por hacer dif\u00edcil la posibilidad de asegurar a los hijos uno de los bienes m\u00e1s preciosos<\/em>\u201d.
\n
\nEn el n\u00famero 4 dice: \u201cEn nuestro mundo, en el que el valor de la persona, de su dignidad y de sus derechos, m\u00e1s all\u00e1 de las declaraciones de intenciones, est\u00e1 seriamente amenazo por la extendida tendencia a recurrir exclusivamente a los criterios de utilidad, del beneficio y del tener, es importante no separar el concepto de justicia de sus ra\u00edces transcendentes. La justicia, en efecto, no es una simple convenci\u00f3n humana, ya que lo que es justo no est\u00e1 determinado originariamente por la ley positiva, sino por la identidad profunda del ser humano. La visi\u00f3n integral del hombre es lo que permite no caer en una concepci\u00f3n contractualista de la justicia y abrir tambi\u00e9n para ella el horizonte de la solidaridad y del amor\u201d.<\/em>
\n
\nEl pasado 12 de enero, se dirige en el habitual discurso a los administradores de la regi\u00f3n del Lacio, del Ayuntamiento, y de la Provincia de Roma, record\u00e1ndoles que \u201ces importante que madure un renovado humanismo en el que la identidad del ser humano est\u00e9 comprendida en la categor\u00eda de persona. La crisis actual, de hecho, hunde sus ra\u00edces tambi\u00e9n en el individualismo, que oscurece la dimensi\u00f3n relacional del hombre y lo conduce a encerrarse en su peque\u00f1o mundo, a estar atento a satisfacer ante todo sus propios deseos y necesidades preocup\u00e1ndose poco de los dem\u00e1s. La especulaci\u00f3n de terrenos, la inserci\u00f3n cada vez m\u00e1s dif\u00edcil de los j\u00f3venes en el mundo del trabajo, la soledad de muchos ancianos, el anonimato que caracteriza a menudo la vida en los barrios de ciudades y la mirada a veces superficial sobre las situaciones de marginaci\u00f3n y de pobreza, \u00bfno son quiz\u00e1s consecuencia de esta mentalidad?\u201d.<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\nY finalmente, pues no se trata de ser exhaustivos, sino de recordar las insistencias, en el Mensaje con ocasi\u00f3n del \u201cII Congreso Nacional de la Familia\u201d en Ecuador (9-12 Noviembre 2011) recordar\u00e1 que: \u201cel trabajo y la fiesta ata\u00f1en particularmente y est\u00e1n hondamente vinculados a la vida de las familias: condicionan sus elecciones, influyen en las relaciones entre los c\u00f3nyuges y entre los padres e hijos, e inciden en los v\u00ednculos de la familia con la sociedad y con la Iglesia<\/em>.
\nA trav\u00e9s del trabajo, el hombre se experimenta a s\u00ed mismo como sujeto, part\u00edcipe del proyecto creador de Dios. De ah\u00ed que la falta de trabajo y la precariedad del mismo atenten contra la dignidad del hombre, creando no s\u00f3lo situaciones de injusticia y de pobreza, que frecuentemente degeneran en desesperaci\u00f3n, criminalidad y violencia, sino tambi\u00e9n crisis de identidad en las personas. Es urgente, pues, que surjan por doquier medidas eficaces, planteamientos serios y atinados, as\u00ed como una voluntad inquebrantable y franca que lleve a encontrar caminos para que todos tengan acceso a un trabajo digno, estable y bien remunerado, mediante el cual se santifiquen y participen activamente en el desarrollo de la sociedad, conjugando una labor intensa y responsable con tiempos adecuados para una rica, fruct\u00edfera y armoniosa vida familiar<\/em>\u201d.
\n <\/p>\n\n
\nLos militantes de los Movimientos Apost\u00f3licos Obreros, especialmente la Juventud Obrera Cristiana (JOC) son un puntal necesario de esa acci\u00f3n evangelizadora de la Iglesia. Por eso animar y sostener a estos Movimientos y a sus militantes, enviados por la Iglesia a evangelizar ese mundo, es una tarea prioritaria de nuestra Iglesia.
\nEl Comunicado final de la campa\u00f1a de la JOC 2007-2009 contra la precariedad laboral que sufr\u00edan los j\u00f3venes trabajadores, terminaba diciendo: \u201cDesde el trabajo incansable que se est\u00e1 realizando queremos hacer un llamamiento, dirigido especialmente a las personas j\u00f3venes, para que no asumamos ni afrontemos con normalidad estas situaciones y aunemos esfuerzos colectivos para rebelarnos ante esta precariedad laboral\u201d<\/strong><\/em>:
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La puesta en marcha de respuestas colectivas<\/strong> <\/em>mediante la participaci\u00f3n social y pol\u00edtica<\/strong>, <\/em>fortaleciendo los sindicatos y las organizaciones ciudadanas, para la defensa de quienes m\u00e1s sufren la precariedad.<\/em>
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Hacemos un llamamiento a la austeridad<\/strong> <\/em>para superar las necesidades superfluas creadas por el capitalismo, potenciando un consumo responsable y sostenible.<\/em>
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Invitamos a conocer y seguir rebel\u00e1ndonos juntos<\/strong> <\/em>ante las situaciones de precariedad asumidas hoy como normales, sumando nuestra voz a la de los m\u00e1s d\u00e9biles.
\n\u00a0<\/em>
\nDesde la JOC, y en coherencia con la Doctrina Social de la Iglesia, queremos seguir contribuyendo a la liberaci\u00f3n de los empobrecidos desde una vida y un compromiso evangelizador, y exigimos que el trabajo y la vida econ\u00f3mica se organicen al servicio de la persona, respetando y promoviendo su dignidad.
\nActualmente siguen desarrollando una campa\u00f1a com\u00fan en el \u00e1mbito europeo sobre la dignidad del trabajo (Dignity) En su presentaci\u00f3n a trav\u00e9s de su p\u00e1gina web<\/a>, ellos mismos lo explican as\u00ed:
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\n\u201cSomos testigos de multitud de situaciones que denuncian por s\u00ed mismas <\/em>la falta de dignidad que los j\u00f3venes sufrimos en nuestras vidas cotidianas<\/em><\/strong>.<\/em><\/strong> El origen familiar, el paro, la menor cualificaci\u00f3n profesional y menor protecci\u00f3n social, el fracaso escolar, la dificultad de emancipaci\u00f3n y de acceso a una vivienda digna o las expectativas de vida son rasgos que definen a los j\u00f3venes m\u00e1s desfavorecidos, a los m\u00e1s precarios. A los j\u00f3venes de clase obrera.<\/em>
\nA<\/em>lgunas de las conquistas de bienestar (educaci\u00f3n, cultura, sanidad, vivienda, empleo, libertad de expresi\u00f3n, de organizaci\u00f3n, etc…) se est\u00e1n rompiendo en la Europa de hoy. Y tambi\u00e9n el mundo del trabajo est\u00e1 sufriendo profundos cambios con graves consecuencias sobre la vida de las personas<\/strong>: se modifican las bases del modelo de vida social que hemos conocido hasta ahora.<\/em>
\nCon su impresionante sencillez, profundidad y sentido evang\u00e9lico, Cardijn<\/strong> ya resumi\u00f3 estas reflexiones de una forma certera y l\u00facida, mostrando su indignaci\u00f3n ante la explotaci\u00f3n de los j\u00f3venes trabajadores de unas minas de oro en Sud\u00e1frica. Tras la visita a las mismas, Cardijn dijo: \u00abUn joven trabajador vale m\u00e1s que todo el oro del mundo, porque no es un esclavo, ni una m\u00e1quina, ni un animal de carga, sino un hijo de Dios\u00bb.<\/strong><\/em>
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