{"id":7230,"date":"2011-10-01T00:00:16","date_gmt":"2011-09-30T22:00:16","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7230"},"modified":"2011-10-01T00:00:16","modified_gmt":"2011-09-30T22:00:16","slug":"una-mirada-a-los-jovenes-desde-dos-campos-diferentes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/una-mirada-a-los-jovenes-desde-dos-campos-diferentes\/","title":{"rendered":"UNA MIRADA A LOS J\u00d3VENES DESDE DOS CAMPOS DIFERENTES:"},"content":{"rendered":"

SUS VALORES E INTEGRACI\u00d3N SOCIAL Y SU VIVENCIA DEL OCIO Y TIEMPO LIBRE<\/strong>
\nJos\u00e9 Antonio L\u00f3pez Ruiz, Universidad Comillas de Madrid.<\/strong>
\nJuan Mar\u00eda Gonz\u00e1lez-Anleo S\u00e1nchez, CES Don Bosco.<\/strong>
\n 
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nLos autores presentan en este art\u00edculo las conclusiones m\u00e1s destacadas de sus respectivos estudios sobre los valores e integraci\u00f3n social de los j\u00f3venes espa\u00f1oles, as\u00ed como su vivencia del ocio y tiempo libre, del informe J\u00f3venes 2010 de la Fundaci\u00f3n Santa Mar\u00eda.
\n 
\nLa Fundaci\u00f3n Santa Mar\u00eda ha sido pionera en Espa\u00f1a en los estudios sociol\u00f3gicos sobre los j\u00f3venes espa\u00f1oles, con una l\u00ednea de investigaci\u00f3n iniciada en 1982 y mantenida desde 1984 en una serie de estudios quinquenales que engloba siete estudios espec\u00edficos en este \u00e1mbito social que constituye la poblaci\u00f3n juvenil. La fuente principal de datos para este art\u00edculo la han tomado los autores del \u00faltimo estudio de la referida serie y sus contribuciones a los informes J\u00f3venes espa\u00f1oles 2005 y 2010.
\nEmpezando por el \u00e1mbito de los valores y actitudes hacia la pol\u00edtica, se aborda en los siguientes tres apartados otros aspectos de la integraci\u00f3n y participaci\u00f3n socio-pol\u00edtica que son parte del cap\u00edtulo desarrollado por Juan Mar\u00eda Gonz\u00e1lez-Anleo en el \u00faltimo informe. Posteriormente, los apartados tres y cuatro tratan algunos de los contenidos del cap\u00edtulo sobre ocio, consumo y medios de comunicaci\u00f3n, con el que contribuy\u00f3 al citado informe el otro autor.
\n <\/p>\n

    \n
  1. Desinter\u00e9s por la pol\u00edtica y distanciamiento de las pr\u00e1cticas formales e informales de acci\u00f3n pol\u00edtica<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    El fen\u00f3meno de \u201cdespolitizaci\u00f3n\u201d social tiene ya una larga y azarosa historia. Desde los a\u00f1os cincuenta, varias ramas de las Ciencias Sociales dan cuenta del continuo desarrollo de la toma de distancia del ciudadano com\u00fan de las din\u00e1micas y los actores pol\u00edticos, una toma de distancia que, con el tiempo, ha terminado por convertirse en \u201cindiferencia enemiga\u201d[1]<\/a>. Este fen\u00f3meno, por lo menos por lo que se refiere a los j\u00f3venes espa\u00f1oles, ha quedado claramente reflejado en los datos arrojados por el Informe SM, en el que pueden advertirse las siguientes dimensiones:
    \n 
    \n1.1. <\/strong>Desinter\u00e9s por la pol\u00edtica y percepci\u00f3n de lejan\u00eda de los asuntos pol\u00edticos<\/strong>
    \nEn comparaci\u00f3n con el resto de j\u00f3venes de la Uni\u00f3n Europea, los espa\u00f1oles son los que menor inter\u00e9s demuestran por las cuestiones pol\u00edticas relativas a su propio pa\u00eds, junto con los luxemburgueses, belgas y rumanos (FLASHEUROBAROMETER 202, Young Europeans, 2007). En nuestro estudio de la Fundaci\u00f3n SM, una importante mayor\u00eda de los j\u00f3venes, el 56,5%, suscriben la frase \u201cla pol\u00edtica no tiene nada que ver conmigo, no afecta para nada mi vida privada\u201d, poniendo de manifiesto que la pol\u00edtica les cae lejos, siendo vista, ante todo, como un asunto de los pol\u00edticos, probablemente de toda la corte pol\u00edtica y econ\u00f3mica, pero en definitiva, ni suya ni de los suyos. Varios datos m\u00e1s, arrojados por este estudio, confirman esta idea: pocos j\u00f3venes, menos de un tercio (30,9%), afirman seguir frecuentemente la informaci\u00f3n pol\u00edtica en los medios de comunicaci\u00f3n, un 5% menos que en el Informe del 2005 y menos a\u00fan, uno de cada cinco, hablan o discuten con frecuencia sobre temas pol\u00edticos.
    \n 
    \nAdem\u00e1s una m\u00ednima proporci\u00f3n de ellos, el 6,5%, participan en alg\u00fan foro o chat sobre pol\u00edtica o sobre actualidad social. Ahora bien, teniendo en cuenta el escaso porcentaje de j\u00f3venes que afirma realizar un seguimiento de la informaci\u00f3n pol\u00edtica, por un lado y, por otro, la poca costumbre existente de tratar temas de esta \u00edndole en las conversaciones cotidianas, este dato dif\u00edcilmente podr\u00eda sorprender a nadie. Los j\u00f3venes, como se ver\u00e1 con detenimiento m\u00e1s adelante, hacen un uso intensivo de estas nuevas tecnolog\u00edas, pero no para hablar de lo que la mitad de ellos exactamente reconocen que no le interesa \u201cnada\u201d y el 80% \u201cnada\u201d o \u201ccasi nada\u201d, de lo que casi nunca hablaron ni en casa ni en ning\u00fan otro sitio: de la pol\u00edtica y, lo que es mucho m\u00e1s alarmante, de los problemas sociales.
    \n 
    \n1.2. <\/strong>Falta de participaci\u00f3n pol\u00edtica formal e informal<\/strong>
    \nLa falta de inter\u00e9s por los \u201ccotilleos de pol\u00edticos\u201d (que es como parece que comprende una mayor\u00eda de j\u00f3venes \u201cla pol\u00edtica\u201d) puede, quiz\u00e1s, ser vista como un mal menor para el funcionamiento de una democracia, pero no sucede lo mismo con la participaci\u00f3n pol\u00edtica, el n\u00facleo central de la ciudadan\u00eda desde que comienza a generarse un cuerpo te\u00f3rico sobre ella
    [2]<\/a>.
    \nSeg\u00fan nuestros propios datos, y en fuerte contraste con la imagen que se ha creado recientemente sobe los movimientos del 15M, la gran mayor\u00eda de los j\u00f3venes ni utilizan los canales tradicionales de participaci\u00f3n pol\u00edtica ni, menos a\u00fan, los informales. Con mayor detalle: menos de un tercio de 18 a 20 a\u00f1os, el 30,8%, vota; algo menos de la mitad, el 46,7%, de los de 21 a 24 a\u00f1os. Estos datos contrastan vivamente con las opiniones manifestadas por los j\u00f3venes sobre la importancia del voto en un sistema democr\u00e1tico ya que, seg\u00fan los datos del Informe Juventud en Espa\u00f1a 2008, el 85% de los j\u00f3venes mostraba su acuerdo con la frase \u201cen democracia, todos los votos importan\u201d.
    \nMenor relevancia a\u00fan que el voto tienen, para los j\u00f3venes, tanto las formas de acci\u00f3n pol\u00edtica informal m\u00e1s tradicionales, participar en acciones reivindicativas y de protesta o firmar peticiones de recogida de firmas, como las m\u00e1s novedosas, relacionadas con el mundo de las nuevas tecnolog\u00edas, pasar un sms o e-mail de acci\u00f3n pol\u00edtica o ponerse en contacto con un pol\u00edtico a trav\u00e9s del un mail (o carta): ni una sola de estas acciones es realizada siquiera por uno de cada siete j\u00f3venes.
    \nNi siquiera la que, seg\u00fan datos del Eurobar\u00f3metro, ellos mismos consideran la acci\u00f3n pol\u00edtica m\u00e1s eficaz para \u201casegurar que mi voz sea escuchada por los pol\u00edticos\u201d: participar en una manifestaci\u00f3n. Solamente el 12,2%, algo menos de un punto porcentual m\u00e1s que en el 2005, reconoce participar en \u201cacciones reivindicativas o de protesta\u201d (expresi\u00f3n en la que se incluyen las manifestaciones, pero que es incluso m\u00e1s amplia), el 10,8%, haber participado en el pasado (nada menos que un 14,8% menos que en el 2005). Algo similar sucede con las nuevas formas de participaci\u00f3n no formal relacionadas con las nuevas tecnolog\u00edas: si bien una amplia mayor\u00eda de los j\u00f3venes cree en su efectividad en el terreno pol\u00edtico
    [3]<\/a> son muy pocos, no obstante, los que afirman utilizarlas: un 6,1% para difundir informaci\u00f3n o llamadas a la acci\u00f3n a trav\u00e9s de sms o mail y un modest\u00edsimo 4,4% para ponerse en contacto con un pol\u00edtico. \u201cLo que se gana por el lado virtual y global de la balanza\u201d subrayaba recientemente Gil Calvo, \u201cno parece que pueda compensar a lo que se pierde por el lado real y local\u201d[4]<\/a>.
    \n 
    \n1.3. <\/strong> Falta de fe en el sistema pol\u00edtico y en los pol\u00edticos<\/strong>
    \nEl despego pol\u00edtico de los j\u00f3venes y su consiguiente falta de inter\u00e9s por formas de participaci\u00f3n, tanto formales como informales, son en parte consecuencia de la falta de fe en el sistema democr\u00e1tico. \u201cEl problema no es que no existan cauces\u201d, escribe Victoria Camps, \u201cel problema es m\u00e1s hondo: no se cree en la democracia, se desconf\u00eda de los pol\u00edticos\u201d
    [5]<\/a>. Los datos arrojados por nuestro estudio confirman plenamente esta idea: el porcentaje de aquellos que se decantaban por el sistema democr\u00e1tico hab\u00eda descendido diez puntos porcentuales desde el \u00faltimo Informe del 2005 hasta el actual, es decir, de un 82,6 a un 72,3% en algo menos de cinco a\u00f1os. Adem\u00e1s, la gran mayor\u00eda de los j\u00f3venes comparten una visi\u00f3n deplorable de la clase pol\u00edtica: el 71,4% considera que \u201clos pol\u00edticos buscan antes sus propios intereses o los de su propio partido que el bien de los ciudadanos\u201d, el 66,7% que \u201canteponen los intereses de las multinacionales, bancos y grandes grupos de presi\u00f3n a los intereses de los ciudadanos\u201d y, acorde con esta imagen, solamente uno de cada cuatro j\u00f3venes considera que los pol\u00edticos tienen en cuenta sus ideas e inquietudes.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Actitudes hacia los grupos y movimientos sociales<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      En el apartado anterior hemos rastreado las actitudes y los comportamientos juveniles dentro de la esfera pol\u00edtica en busca del supuesto desplazamiento hacia formas m\u00e1s \u201csociales\u201d o \u201cinformales\u201d de acci\u00f3n pol\u00edtica. A partir de este punto, y dado el poco \u00e9xito obtenido, desplazamos nuestra b\u00fasqueda de formas m\u00e1s flexibles de implicaci\u00f3n al plano de la confianza y la participaci\u00f3n social.
      \nA la vista de los datos arrojados por el Informe SM (Tabla 1), se hace evidente que nos encontramos ante un panorama muy diferente al desierto de confianza institucional que viene siendo ya caracter\u00edstico desde hace m\u00e1s de quince a\u00f1os para adentrarnos, a medida que nos acercamos a tipos organizativos m\u00e1s flexibles, con principios y metas m\u00e1s cercanas a los valores y al sentir juvenil, quiz\u00e1s no en un vergel (lo que ser\u00eda a todas luces bastante exagerado) pero s\u00ed por lo menos en tierra f\u00e9rtil, a\u00fan habitable
      [6]<\/a>.
      \nAhora bien, la pregunta inevitable que surge a la vista de la evoluci\u00f3n hist\u00f3rica de los datos mostrados por esta tabla es \u00bfpor cu\u00e1nto tiempo? Los datos no brindan muy buenas noticias a este respecto. Parecen indicar, por el contrario, que tambi\u00e9n bastantes de los grupos y movimientos sociales tienen sus horas contadas, por lo menos en lo que se refiere a la aprobaci\u00f3n que les dan los j\u00f3venes. Porque aprobaci\u00f3n, no est\u00e1 de m\u00e1s recordarlo, no es confianza y mucho menos participaci\u00f3n, implicaci\u00f3n, compromiso. Teniendo esto en cuenta \u00bfqu\u00e9 nos dice la tabla? A grandes rasgos, debemos destacar dos cuestiones: la primera, que incluso este v\u00ednculo tan d\u00e9bil de acci\u00f3n social se est\u00e1 deshaciendo: lo que desaparece no es un v\u00ednculo concreto con uno u otro grupo o movimiento, conclusi\u00f3n a la que podr\u00eda haberse llegado hace diez a\u00f1os, al contrastar los datos de 1999 y 1994, sino la aprobaci\u00f3n como tal de este tipo de organizaciones, en conjunto. Pero adem\u00e1s, segunda cuesti\u00f3n a destacar: este fen\u00f3meno se est\u00e1 produciendo a una velocidad cada vez mayor. Esta tendencia se aprecia con especial claridad al dirigir la mirada a los datos correspondientes a la m\u00e1xima aprobaci\u00f3n (\u201caprueban totalmente\u201d). Al observar los datos ponderados, el descenso generalizado comenzaba a percibirse ya con claridad entre 1999 y 2005. Sin embargo, cuando se tienen en cuenta s\u00f3lo los datos de m\u00e1xima aprobaci\u00f3n no sucede lo mismo, manteni\u00e9ndose bastante estables entre aquellos dos a\u00f1os. Entre el \u00faltimo informe de 2005 y el actual, por el contrario, tambi\u00e9n \u00e9stos se ven afectados, y mucho, descendiendo para todos los grupos y movimientos sin una sola excepci\u00f3n.
      \n <\/p>\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n
       
      \nTABLA 1<\/strong>
      \nAPROBACI\u00d3N DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES<\/strong>
      \nEvoluci\u00f3n hist\u00f3rica 1994-2010<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n
      <\/td>\n1994<\/strong><\/td>\n1999<\/strong><\/td>\n2005<\/strong><\/td>\n2010<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n
      <\/td>\n\u00cdndice medio<\/td>\nAprueban totalmente<\/td>\n\u00cdndice medio<\/td>\nAprueban totalmente<\/td>\n\u00cdndice medio<\/td>\nAprueban totalmente<\/td>\n\u00cdndice medio<\/td>\nAprueban totalmente<\/td>\n<\/tr>\n
      <\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/tr>\n
      Ecologistas o protecci\u00f3n de la naturaleza<\/td>\n3.39<\/strong><\/td>\n52<\/td>\n3.26<\/strong><\/td>\n40<\/td>\n3.22<\/strong><\/td>\n44<\/td>\n3.01<\/strong><\/td>\n31<\/td>\n<\/tr>\n
      Pro-derechos humanos<\/td>\n3.34<\/strong><\/td>\n48<\/td>\n3.41<\/strong><\/td>\n45<\/td>\n3.22<\/strong><\/td>\n47<\/td>\n2.95<\/strong><\/td>\n32<\/td>\n<\/tr>\n
      De apoyo y pro-enfermos de SIDA<\/td>\n3.30<\/strong><\/td>\n46<\/td>\n3.35<\/strong><\/td>\n47<\/td>\n3.24<\/strong><\/td>\n47<\/td>\n2.91<\/strong><\/td>\n29<\/td>\n<\/tr>\n
      En contra de la discriminaci\u00f3n racial (1)<\/sup><\/td>\n3.36<\/strong><\/td>\n50<\/td>\n3.26<\/strong><\/td>\n45<\/td>\n3.12<\/strong><\/td>\n44<\/td>\n2.88<\/strong><\/td>\n30<\/td>\n<\/tr>\n
      Pacifistas<\/td>\n3.22<\/strong><\/td>\n45<\/td>\n3.13<\/strong><\/td>\n35<\/td>\n3.11<\/strong><\/td>\n41<\/td>\n2.86<\/strong><\/td>\n29<\/td>\n<\/tr>\n
      De apoyo y acogida a refugiados e inmigrantes<\/td>\n3.06<\/strong><\/td>\n35<\/td>\n3.10<\/strong><\/td>\n32<\/td>\n2.85<\/strong><\/td>\n30<\/td>\n2.69<\/strong><\/td>\n22<\/td>\n<\/tr>\n
      Gays o lesbianas<\/td>\n2.55<\/strong><\/td>\n23<\/td>\n2.85<\/strong><\/td>\n28<\/td>\n2.80<\/strong><\/td>\n32<\/td>\n2.64<\/strong><\/td>\n23<\/td>\n<\/tr>\n
      Movimientos de la mujer, feministas(2)<\/sup><\/td>\n2.94<\/strong><\/td>\n31<\/td>\n3.12<\/strong><\/td>\n38<\/td>\n2.82<\/strong><\/td>\n29<\/td>\n2.57<\/strong><\/td>\n20<\/td>\n<\/tr>\n
      Movimientos antiglobalizaci\u00f3n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n2.27<\/strong><\/td>\n21<\/td>\n2.37<\/strong><\/td>\n16<\/td>\n<\/tr>\n
      Provida (en contra del aborto)<\/td>\n2.44<\/strong><\/td>\n21<\/td>\n2.40<\/strong><\/td>\n17<\/td>\n2.07<\/strong><\/td>\n16<\/td>\n2.08<\/strong><\/td>\n12<\/td>\n<\/tr>\n
      Nacionalistas<\/td>\n1.98<\/strong><\/td>\n9<\/td>\n2.12<\/strong><\/td>\n8<\/td>\n1.84<\/strong><\/td>\n9<\/td>\n1.84<\/strong><\/td>\n7<\/td>\n<\/tr>\n
      <\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

      Fuente<\/strong>: J\u00f3venes Espa\u00f1oles 2010<\/em>, Fundaci\u00f3n SM.
      \nEn 1994 y 1999: \u201cContra la segregaci\u00f3n racial\u201d
      \nEn 1994 y 1999: \u201cMovimientos de la mujer\u201d
      \n 
      \nEsta evoluci\u00f3n de los datos suscita varias reflexiones. En primer lugar, es conveniente recordar que hay diferencias significativas entre la necesidad que tienen las instituciones (El Sistema de Ense\u00f1anza, Sistema de Seguridad Social, El Parlamento, La Corona, La Iglesia, etc.) de la confianza de los j\u00f3venes y la que de ella tienen los grupos y movimientos sociales. A largo plazo, que duda cabe, la falta de confianza de los j\u00f3venes podr\u00eda conseguir debilitar lo suficiente una instituci\u00f3n como para que \u00e9sta termine encontr\u00e1ndose en un verdadero atolladero. Pero s\u00f3lo, hay que tenerlo en cuenta, a muy largo plazo. Sin embargo \u00e9ste no es el caso de los grupos y movimientos sociales, ONG muchos de ellos, que necesitan con urgencia tanto colaboraci\u00f3n econ\u00f3mica como la implicaci\u00f3n efectiva de voluntarios.
      \nEs asimismo necesario plantearse que si la aprobaci\u00f3n baja, antes o despu\u00e9s hace disminuir la confianza. Y si ambas lo hacen, la participaci\u00f3n de los j\u00f3venes en este tipo de organizaciones, inevitablemente, terminar\u00e1 disminuyendo. No solamente la implicaci\u00f3n, que analizaremos a continuaci\u00f3n, sino tambi\u00e9n la participaci\u00f3n en tantos y tantos eventos y acciones que se organizan precisamente con el objetivo de captar j\u00f3venes e involucrarlos m\u00e1s activamente (desde manifestaciones a conciertos ben\u00e9ficos o simplemente fiestas).
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Participaci\u00f3n social<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        Si aceptamos, por un lado, que los j\u00f3venes son la punta de lanza de la transformaci\u00f3n descrita por Zygmunt Bauman en su teor\u00eda sobre la Modernidad L\u00edquida seg\u00fan la cual la fidelidad y la identidad colectiva est\u00e1n en desuso por obstaculizar los movimientos individuales, y no perdemos de vista, por otro lado, el an\u00e1lisis que acabamos de realizar de las actitudes juveniles hacia los diferentes movimientos sociales, dif\u00edcilmente podr\u00edan sorprendernos los siguientes datos sobre participaci\u00f3n[7]<\/a>. La tabla 2 recoge la evoluci\u00f3n desde 1994 hasta el 2010 del porcentaje de j\u00f3venes que no participan en ninguna instituci\u00f3n (en negrita) y el de los que participa en alguna. Como puede observarse, las diferencias entre los datos del anterior informe del 2005 y este son puramente anecd\u00f3ticas. Los ascensos son \u00ednfimos, un 1% la participaci\u00f3n en asociaciones deportivas y apenas unas pocas d\u00e9cimas en sociedades locales o regionales y ben\u00e9ficos sociales. Pero tambi\u00e9n son m\u00ednimos los descensos, con la diferencia, eso s\u00ed, de que estos \u00faltimos no afectan s\u00f3lo a tres asociaciones, como en el caso anterior, sino a las diez restantes.
        \n <\/p>\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n
         
        \nTABLA 2<\/strong>
        \nASOCIACIONES A LAS QUE PERTENECEN LOS J\u00d3VENES<\/strong>
        \nEvoluci\u00f3n hist\u00f3rica 1994-2010<\/strong>
        \n <\/td>\n<\/tr>\n
        <\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n2005 –
        \n2010<\/td>\n<\/tr>\n
        <\/td>\n1994<\/td>\n1999<\/td>\n2005<\/td>\n2010<\/td>\n<\/tr>\n
        <\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/tr>\n
        Ninguna<\/strong><\/td>\n69<\/strong><\/td>\n70<\/strong><\/td>\n80.9<\/strong><\/td>\n81.0<\/strong><\/td>\n\u25b2<\/td>\n<\/tr>\n
        Deportivas<\/td>\n14<\/td>\n12<\/td>\n5.6<\/td>\n6.5<\/td>\n\u25b2<\/td>\n<\/tr>\n
        Educativas, art\u00edsticas o culturales<\/td>\n6<\/td>\n5.5<\/td>\n4<\/td>\n3.1<\/td>\n\u25bc<\/td>\n<\/tr>\n
        Sociedades locales o regionales (pe\u00f1as, fiestas, cofrad\u00edas, etc.)<\/td>\n–<\/td>\n–<\/td>\n2.7<\/td>\n2.8<\/td>\n\u25b2<\/td>\n<\/tr>\n
        Ben\u00e9fico sociales, ayuda a los dem\u00e1s<\/td>\n2<\/td>\n3<\/td>\n2.1<\/td>\n2.4<\/td>\n\u25b2<\/td>\n<\/tr>\n
        Juveniles (scouts, gu\u00edas, clubes juveniles)<\/td>\n6<\/td>\n6<\/td>\n2.6<\/td>\n2.3<\/td>\n\u25bc<\/td>\n<\/tr>\n
        Ecologistas, protecci\u00f3n de la naturaleza\/animales<\/td>\n2<\/td>\n1.6<\/td>\n1.6<\/td>\n1.6<\/td>\n–<\/td>\n<\/tr>\n
        Religiosas<\/td>\n4<\/td>\n3.5<\/td>\n2.5<\/td>\n1.6<\/td>\n\u25bc<\/td>\n<\/tr>\n
        Sindicatos<\/td>\n1<\/td>\n0.8<\/td>\n1.2<\/td>\n0.9<\/td>\n\u25bc<\/td>\n<\/tr>\n
        Partidos pol\u00edticos<\/td>\n1<\/td>\n0.8<\/td>\n1.1<\/td>\n0.8<\/td>\n\u25bc<\/td>\n<\/tr>\n
        Derechos humanos<\/td>\n1<\/td>\n0.5<\/td>\n0.9<\/td>\n0.8<\/td>\n\u25bc<\/td>\n<\/tr>\n
        Ayuda y cooperaci\u00f3n al desarrollo del Tercer Mundo<\/td>\n–<\/td>\n–<\/td>\n1<\/td>\n0.8<\/td>\n\u25bc<\/td>\n<\/tr>\n
        Mujer, feministas<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n0.3<\/td>\n0.3<\/td>\n–<\/td>\n<\/tr>\n
        Antiglobalizaci\u00f3n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n0.2<\/td>\n0.1<\/td>\n\u25bc<\/td>\n<\/tr>\n
        <\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/tr>\n
        <\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

         
        \nLo que no es en absoluto anecd\u00f3tico es que los datos casi no sufran variaciones con respecto al 2005. Como puede apreciarse claramente en la tabla, si se observa la evoluci\u00f3n del porcentaje de j\u00f3venes que no pertenece a ninguna asociaci\u00f3n, el gran hundimiento se produce entre 1999 y 2005. Entre estos dos a\u00f1os, casi un 11% de j\u00f3venes se da de baja. La importancia de los datos del 2010 radica, m\u00e1s que en la miniatura porcentual de ascensos y descensos con respecto al 2005, en que constatan lo que hace cinco a\u00f1os quiz\u00e1s podr\u00eda haberse interpretado solo como un capricho estad\u00edstico: la participaci\u00f3n social tambi\u00e9n se hunde. Es conveniente tener aqu\u00ed en cuenta que no se pregunta a los j\u00f3venes solamente por su participaci\u00f3n en asociaciones de car\u00e1cter altruista o asociaciones comprometidas con un ideal social (que en los datos del 2010 apenas consiguen superar el 9% de participaci\u00f3n), se les pregunta por todo tipo, cualquier tipo de asociaci\u00f3n, desde deportivas hasta culturales o, simplemente, juveniles.
        \n <\/p>\n

          \n
        1. El ocio para los j\u00f3venes entre otros aspectos de la vida<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          Teniendo en cuenta que el an\u00e1lisis de la situaci\u00f3n de los j\u00f3venes debe abordarse desde el estudio de la relaci\u00f3n entre el mundo juvenil y el mundo adulto, el contexto de los \u00faltimos a\u00f1os est\u00e1 marcado por la crisis econ\u00f3mica, generalizada en la mayor\u00eda de los pa\u00edses occidentales y agudizada en pa\u00edses del sur de Europa, como Espa\u00f1a, Portugal y Grecia.
          \nEn este contexto, los datos del estudio indican que los j\u00f3venes espa\u00f1oles tratan de hacer en su ocio y tiempo libre el mismo tipo de cosas que les gustaba hacer antes de la crisis, aunque cuenten con menos recursos econ\u00f3micos, aunque el desempleo juvenil y la precariedad laboral alcancen m\u00e1ximos hist\u00f3ricos actualmente. Tomando como primer indicador la importancia concedida al ocio por los j\u00f3venes, se comprueba que sigue siendo similar a la que dan a otros \u00e1mbitos de la vida, centrales para ellos, como las amistades, los estudios e incluso a la formaci\u00f3n y competencia profesional. Seg\u00fan indican los resultados de la encuesta, la importancia del ocio ha experimentado un ascenso durante las \u00faltimas d\u00e9cadas; si hace quince a\u00f1os resultaba bastante o muy importante para el 85% de los j\u00f3venes, desde 1999 hasta ahora se alcanza el 90%.
          \nComparando con otras actividades, para una mayor\u00eda el ocio resulta m\u00e1s importante que tener pareja, mucho m\u00e1s importante que la pol\u00edtica o la religi\u00f3n, e igual de importante que ganar dinero; estos datos, en s\u00ed mismos, constituyen un indicador de la centralidad que ocupa el ocio entre las metas y valores juveniles. Esta tendencia probablemente apunta al hecho de que, aunque con la crisis econ\u00f3mica los medios y recursos econ\u00f3micos sean menores para la mayor\u00eda de los j\u00f3venes, se pueden estar produciendo adaptaciones o estrategias de respuesta para lograr hacer el mismo tipo de cosas que les gustaba hacer antes de la crisis, por ejemplo salir con menos frecuencia o hacer actividades con menor presupuesto.
          \nEn este contexto, se puede decir que la importancia del ocio ha estado en aumento en los \u00faltimos diez a\u00f1os y ahora se mantiene en un lugar muy alto, que es el registrado desde el a\u00f1o 2000 en adelante. Este tipo de valoraci\u00f3n se da casi por igual entre la poblaci\u00f3n general y los j\u00f3venes; seg\u00fan un reciente estudio, el 75% de la poblaci\u00f3n general valora el tiempo libre con una puntuaci\u00f3n de siete puntos o m\u00e1s, mientras que entre los j\u00f3venes de 18 a 25 a\u00f1os es el 78% el que coincide en esta puntuaci\u00f3n (CIS, Bar\u00f3metro de abril de 2009)[8]<\/a>. En consecuencia, no resulta extra\u00f1o el dato de que casi la mitad de los j\u00f3venes opine que ellos y sus padres piensan de forma parecida a ellos sobre las cuestiones de ocio y tiempo libre (49,5%). Esta opini\u00f3n de los j\u00f3venes se da algo m\u00e1s entre las mujeres que entre los hombres, y los datos objetivos parecen desmentir la idea bastante extendida de que j\u00f3venes y adultos tengan visiones muy diferentes en estos aspectos de la vida.
          \nLa importancia del ocio se ha mantenido alta, pero el consumo en algunos \u00e1mbitos ha tendido a bajar debido a la crisis econ\u00f3mica y el alto grado de endeudamiento de los hogares, mientras que en otros se mantiene constante o incluso aumenta. En una sociedad marcadamente individualista, como la nuestra, el ocio en gran medida depende m\u00e1s de \u201cconsumir cosas\u201d, que de \u201chacer cosas\u201d; y no es un consumo cualquiera, sino un consumo importante para configurar el estatus social del joven y sus relaciones con el grupo de pares. En este marco de consumos, los medios de comunicaci\u00f3n audiovisuales \u2013tv, radio e internet- son \u201cconsumidos\u201d tambi\u00e9n por los j\u00f3venes, como tambi\u00e9n lo es la m\u00fasica y el cine o seriales, ya sea por medios l\u00edcitos (compra de copias originales) o il\u00edcitos (descarga por internet o copia ilegal).
          \nEl equipamiento audiovisual de los hogares hoy en d\u00eda es casi omnipresente, pero esto no impide la necesidad de contacto con los amigos y la vida fuera de casa, tan importante en la etapa juvenil de identificaci\u00f3n con un grupo y de formaci\u00f3n de la identidad social, por eso no parece muy probable que la tecnolog\u00eda sea la principal causante de esa \u201csoledad interactiva\u201d de la que se oye hablar. En general es m\u00e1s frecuente que las relaciones virtuales sean m\u00e1s un complemento o extensi\u00f3n de los encuentros reales, cuyos horizontes tratan de extender, que una amenaza o sustituto de las relaciones personales. En particular hay estudios que indican que los individuos mejor equipados con las nuevas tecnolog\u00edas no son los que menos salen y menos mundo conocen. Sin embargo, el debilitamiento de las relaciones de vecindad, el alejamiento de las principales instituciones, la escasa participaci\u00f3n en asociaciones que se detecta entre los j\u00f3venes puede estar m\u00e1s relacionado con el esp\u00edritu de individualismo extremado que se respira en nuestras sociedades y la reorientaci\u00f3n que se da en ciertos valores, cuando priman la satisfacci\u00f3n personal, el \u00e9xito individual, el consumismo, por encima del altruismo, el compromiso solidario o la anteposici\u00f3n de los fines comunitarios a los personales. Si bien no es del todo falso que exista un enclaustramiento dom\u00e9stico amenizado por las tecnolog\u00edas de la imagen, el sonido, la inform\u00e1tica y las redes, \u00e9ste parece afectar m\u00e1s a los j\u00f3venes que viven en los contextos familiares con mayor pobreza, con m\u00e1s problemas de exclusi\u00f3n y vulnerabilidad social, as\u00ed como entre aquellos con m\u00e1s desatenci\u00f3n familiar y los que tienen padres con menor capacidad educativa.
          \n <\/p>\n

            \n
          1. Perfiles juveniles en relaci\u00f3n a las actividades, pr\u00e1cticas y gustos en el ocio<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

            En los \u00faltimos diez a\u00f1os se viene observando que la actividad favorita para los j\u00f3venes es escuchar m\u00fasica, casi la totalidad de los j\u00f3venes sit\u00faa esta actividad entre las practicadas habitualmente (95,6%), siendo la segunda m\u00e1s popular ver la televisi\u00f3n (93,1%), ambas mantienen un margen porcentaje similar de j\u00f3venes que lo hacen habitualmente en a\u00f1os anteriores (Tabla 3). La m\u00fasica est\u00e1 relacionada con diferentes funciones y significados entre los j\u00f3venes, pues es un objeto de consumo que homogeneiza diferencias y nivela, anulando fronteras sociales y territoriales, siendo a la vez un elemento que aporta referentes para la identificaci\u00f3n y construcci\u00f3n personal, llegando incluso a actuar como v\u00ednculo de expresi\u00f3n, contestaci\u00f3n y protesta[9]<\/a>.
            \nAsimismo se mantienen bastante constantes los gustos y las pr\u00e1cticas relacionada con la vida social o de puertas afuera, como ir a bares y cafeter\u00edas, a discotecas o salir al cine (Tabla 3). Estas actividades son muy importantes para la mayor\u00eda de los j\u00f3venes y no parece que las hagan menos por la crisis, como ya se dijo antes, sino que probablemente prefieran limitar otros gastos para no dejar de gastar en estas actividades, o tambi\u00e9n hacerlas dedicando un menor gasto en las mismas.
            \n 
            \nTabla 3
            \nActividades practicadas habitualmente: resultados 1999-2009 (porcentajes)<\/em><\/p>\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n
            <\/td>\n 1999<\/strong><\/td>\n2004<\/strong><\/td>\n2009<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n
            Escuchar m\u00fasica (en 1999 \u201cescuchar cintas, compact disc\u201d)<\/td>\n95<\/td>\n97<\/td>\n95,6<\/td>\n<\/tr>\n
            Ver la televisi\u00f3n<\/td>\n92<\/td>\n94<\/td>\n93,1<\/td>\n<\/tr>\n
            Ir a bares, cafeter\u00edas<\/td>\n89<\/td>\n90<\/td>\n90,1<\/td>\n<\/tr>\n
            Ir al cine<\/td>\n86<\/td>\n87<\/td>\n86,2<\/td>\n<\/tr>\n
            O\u00edr la radio<\/td>\n90<\/td>\n87<\/td>\n80,6<\/td>\n<\/tr>\n
            Ir a discotecas<\/td>\n77<\/td>\n76<\/td>\n76,4<\/td>\n<\/tr>\n
            Ir de tiendas (en 2004 \u201csalir de compras\u201d)<\/td>\n–<\/td>\n81<\/td>\n71,3<\/td>\n<\/tr>\n
            Leer libros<\/td>\n67<\/td>\n65<\/td>\n69,7<\/td>\n<\/tr>\n
            Jugar con el ordenador, Playstation, Gameboy…
            \n(videojuegos)<\/td>\n

            \n <\/td>\n
            58<\/td>\n68,8<\/td>\n<\/tr>\n
            Hacer deporte<\/td>\n70<\/td>\n64<\/td>\n66,2<\/td>\n<\/tr>\n
            Visitar museos, exposiciones<\/td>\n43<\/td>\n34<\/td>\n35,8<\/td>\n<\/tr>\n
            TOTAL:<\/td>\n3.853<\/td>\n3.979<\/td>\n3.487<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

            Fuente: J\u00f3venes espa\u00f1oles 2010, FSM.
            \nSe ha dado en los \u00faltimos a\u00f1os un aumento muy significativo en la pr\u00e1ctica del juego con ordenadores y plataformas de juegos electr\u00f3nicos como Playstation, PSP, Xbox y W[10]<\/a>, que afecta m\u00e1s al sector masculino pero que cada vez incluye a m\u00e1s jugadores de ambos sexos. Este incremento es coherente con el crecimiento de este sector de mercado en los \u00faltimos a\u00f1os, a\u00fan con el efecto de la disminuci\u00f3n de poder adquisitivo de las familias y descenso del consumo debidos al clima de crisis y recesi\u00f3n econ\u00f3mica. Sin embargo, como claro efecto del menor poder adquisitivo sufrido, la frecuencia con la que los j\u00f3venes optan por salir de compras e \u201cir de tiendas\u201d desciende sensiblemente ya que se recoge un 10% menos de respuestas que hace cinco a\u00f1os.
            \nHa repuntado algo la pr\u00e1ctica de deporte, que hab\u00eda descendido mucho entre los a\u00f1os 1999 y 2004, pues ahora dos de cada tres j\u00f3venes dice practicar habitualmente alg\u00fan deporte, aunque siendo una cifra tan alta hay que pensar que para algunos \u2013los de menor edad- puede que no sea deporte practican en su tiempo libre sino que est\u00e9n pensando en el deporte que practican en los centros educativos. En cualquier caso, \u00e9ste es un dato positivo en tanto que la pr\u00e1ctica regular de un deporte, seg\u00fan prueban todos los estudios realizados, es un pilar importante en la salud f\u00edsica y el bienestar psicol\u00f3gico tanto en la etapa juvenil como en la vida adulta.
            \nHay un aumento de la proporci\u00f3n de j\u00f3venes lectores, ya que en este caso se supera la registrada hace diez a\u00f1os; casi el 70% de los j\u00f3venes espa\u00f1oles dice leer libros habitualmente (Tabla 4). Este porcentaje puede estar inflado en cierta medida debido a que los j\u00f3venes est\u00e9n contando libros le\u00eddos como parte de cursos y el estudio por encargo de sus profesores, sin distinguirlos de aquellos le\u00eddos voluntariamente como parte de su ocio. Se ha se\u00f1alado en estudios especializados sobre h\u00e1bitos de lectura de adolescentes y j\u00f3venes que es preciso distinguir la lectura de tipo recreativo de la lectura de tipo acad\u00e9mico pues demandan un tipo de atenci\u00f3n e intereses distintos
            [11]<\/a>. La lectura recreativa incluir\u00eda no s\u00f3lo los libros, sino un amplio espectro que ir\u00eda desde los c\u00f3mics y revistas hasta los otros formatos de tipo multimedia en los que tambi\u00e9n se presentan los contenidos escritos (programas para el ordenador, contenidos en Internet, libros digitales, etc.). Espec\u00edficamente en la lectura de libros, se observa que a\u00fan aumenta ligeramente el porcentaje de lectores cuando se incluye a los que han le\u00eddo alg\u00fan libro en el \u00faltimo a\u00f1o aunque no sean lectores habituales (71,6% en el estudio actual de SM). Si tomamos la referencia del n\u00famero de libros le\u00eddos en el \u00faltimo a\u00f1o vemos que un tercio de los j\u00f3venes y adolescentes lee libros con regularidad (el 30,1% del total ley\u00f3 cuatro libros o m\u00e1s) mientras que para algo m\u00e1s del 42% la lectura no es algo tan habitual pues leyeron entre uno y tres libros en el a\u00f1o[12]<\/a>.
            \n 
            \nTabla 4
            \nH\u00e1bitos de lectura juvenil: comparaci\u00f3n de diferentes a\u00f1os (%)<\/em><\/p>\n\n\n\n\n\n\n
            <\/td>\n1999<\/strong><\/td>\n2004<\/strong><\/td>\n2009<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n
            Lee habitualmente en su tiempo libre y de ocio
            \n <\/td>\n
             
            \n67<\/td>\n
             
            \n65<\/td>\n
             
            \n69,7<\/td>\n<\/tr>\n
            Lee alg\u00fan libro (aunque no sea lector habitual)<\/td>\n76,1*<\/td>\n67,8**<\/td>\n71,6<\/td>\n<\/tr>\n
            Lee 4 \u00f3 m\u00e1s libros en el a\u00f1o<\/td>\n***<\/td>\n***<\/td>\n30,1<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

            Fuente: J\u00f3venes espa\u00f1oles 2010, FSM.
            \n 
            \n(*) CIS 1998, Encuesta sobre Tiempo Libre y H\u00e1bitos de lectura (sin filtrar el dato s\u00f3lo para j\u00f3venes). Estudio 2280.
            \n(**) CIS, Sondeo sobre la Juventud espa\u00f1ola 2004 (j\u00f3venes de 15 a 29 a\u00f1os).
            \n(***) Las encuestas sobre Tiempo Libre y H\u00e1bitos de lectura del CIS (1998 y 2003) no recogen el n\u00famero de libros le\u00eddo por persona y a\u00f1o.
            \n 
            \nSe observa que leen m\u00e1s las mujeres que los varones, ya que es significativamente menor el porcentaje de varones que no lee ning\u00fan libro que el de mujeres (33,5% y 21,5% respectivamente) y tambi\u00e9n es significativa la diferencia entre los que leen m\u00e1s, ya que leen entre cuatro y siete libros al a\u00f1o el 23,9% de las f\u00e9minas por el 17,1% en varones. Esta tendencia a favor del h\u00e1bito de lectura entre las mujeres en Espa\u00f1a no es exclusivamente juvenil, pues se ha observando tambi\u00e9n entre la poblaci\u00f3n general de todas las edades en otras encuestas realizadas.
            \nEntrando en el an\u00e1lisis de los perfiles juveniles seg\u00fan tendencias de actividades preferidas, hay tres actividades claramente masculinas y asociadas significativamente a los j\u00f3venes de 15 a 17 a\u00f1os, y son la asistencia a espect\u00e1culos deportivos, la pr\u00e1ctica de deporte y el uso de juegos de ordenador y otros videojuegos. Por su parte, los varones de 18 a 20 a\u00f1os y la f\u00e9minas de 15 a 17 se acercan bastante a las tendencias medias, las m\u00e1s generalizadas entre el conjunto de j\u00f3venes, como por ejemplo ver televisi\u00f3n y escuchar m\u00fasica, distingui\u00e9ndose en cambio por gustarles m\u00e1s que al resto los juegos de mesa y cartas a los chicos, y ellas a la lectura, tocar un instrumento musical, pintar o escribir, u otras actividades art\u00edsticas. Hay todo un conjunto de actividades, entre las que est\u00e1n salir con los amigos, escuchar m\u00fasica y cuidar de animales o mascotas, que son tan masculinas como femeninas para este grupo de edad.
            \nSe observa otro conjunto de actividades al que se aproximan tanto varones como f\u00e9minas, si bien con perfiles de edad distintas. Se trata del conjunto compuesto por escuchar radio, salir a bares, pubs o caf\u00e9s, ir a discotecas, teatro o conciertos y viajar; las j\u00f3venes de 18 a 20 y los varones de 21 a 24 a\u00f1os se muestran m\u00e1s afines a estas actividades que cualquier otro grupo de edad, sin que ninguna de estas actividades resulte significativamente m\u00e1s masculina o femenina. Esta diferencia de edad con respecto las actividades descritas puede responder a la diferente maduraci\u00f3n biol\u00f3gica y psicol\u00f3gica que tienen varones y f\u00e9minas, y estar\u00eda indicando que lo que m\u00e1s gusta hacer a las chicas de 18 a 20 a\u00f1os coincide con lo que prefieren los varones de 21 a 24 que, por lo general, no se definen con tanta claridad en esta direcci\u00f3n antes de los 20 a\u00f1os. En cambio, la actividad definida como \u201csalir de tiendas\u201d, que incluye no s\u00f3lo ir de compras sino tambi\u00e9n a ver escaparates y tiendas, se perfila como m\u00e1s femenina que masculina y las j\u00f3venes de 18 a 20 est\u00e1n algo m\u00e1s pr\u00f3ximas que las que le siguen en edad a tal pr\u00e1ctica, aunque por una peque\u00f1a distancia. En un sentido similar, y en consonancia con la mayor pr\u00e1ctica de actividades de tipo art\u00edstico y creativo manifestado por las j\u00f3venes de menor edad, la pr\u00e1ctica de asistir a museos o exposiciones es m\u00e1s af\u00edn al perfil de una joven de 21 a 24 a\u00f1os, j\u00f3venes \u00e9stas que tambi\u00e9n est\u00e1n m\u00e1s pr\u00f3ximas a preferir salir con su pareja habitualmente (81,3%), como tambi\u00e9n lo estar\u00edan los varones de la misma edad (79,9%).
            \nEstos son algunos de los rasgos que distinguen y acercan a los j\u00f3venes espa\u00f1oles de ahora, entre s\u00ed y respecto a los que les precedieron, en cuanto a algunas de sus preferencias y actividades en estos dos amplios espacios de realizaci\u00f3n personal y social que se han abordado. No se trataron aqu\u00ed muchas otras cuestiones importantes, por raz\u00f3n de espacio y formato, como por ejemplo la utilizaci\u00f3n de los medios de comunicaci\u00f3n e internet, que es sin duda otro \u00e1mbito muy importante para ellos y ha sido tratado ampliamente en el informe Jovenes espa\u00f1oles 2010.
            \n <\/p>\n

            Jos\u00e9 Antonio L\u00f3pez Ruiz<\/p>\n

            Juan Mar\u00eda Gonz\u00e1lez-Anleo S\u00e1nchez<\/p>\n

             
            \n[1]<\/a> SLOTERDIJK, P. (1993): En el mismo barco<\/em>, Madrid, Siruela, 2008.
            \n
            [2]<\/a> RIVERO, A. (2000): \u201cCiudadanos, Rep\u00fablicas, Estados y Cosm\u00f3polis: algunos temas de la teor\u00eda pol\u00edtica contemporanea\u201d, en Reista Espa\u00f1ola de Ciencia Pol\u00edtica, n\u00ba 3, oct. 2000, p. 151-158.
            \n
            [3]<\/a> Seg\u00fan los datos del Informe Juventud en Espa\u00f1a 2008, el 60,6% de los j\u00f3venes considera que las nuevas tecnolog\u00edas \u201cfacilitan que los ciudadanos puedan contar sus ideas a los pol\u00edticos\u201d, el 61,3% que sirvan para \u201campliar la participaci\u00f3n de la gente en la toma de decisiones\u201d y el 76,1% que faciliten \u201ccomunicarnos con personas que defienden ideas similares a las nuestras\u201d. FUNES, M. J. (2008): Cultura, pol\u00edtica y sociedad<\/em>, en INJUVE: Juventud en Espa\u00f1a 2008, Madrid, INJUVE, Tomo 4.
            \n
            [4]<\/a> GIL CALVO, E. (2007): \u201cLa deslocalizaci\u00f3n de la protesta juvenil\u201d, en Revista de Estudios de Juventud, n\u00ba 76, p. 147-161.
            \n
            [5]<\/a> CAMPS, V. (1999): Paradojas del individualismo<\/em>, Barcelona, Cr\u00edtica ed.
            \n
            [6]<\/a> GONZ\u00c1LEZ-ANLEO, J.M. (2006): \u201cRelaciones e Integraci\u00f3n\u201d en J\u00f3venes Espa\u00f1oles 2005, Madrid, Fundaci\u00f3n SM.
            \n
            [7]<\/a> BAUMAN, Z. (2000): Modernidad l\u00edquida<\/em>, Buenos Aires, Fondo de cultura econ\u00f3mica, 2007.
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            [8]<\/a> La pregunta del Bar\u00f3metro del CIS es algo diferente a la del cuestionario del estudio de FSM, no obstante ambas son comparables. La pregunta del Bar\u00f3metro pide que valore en una escala del uno al diez la importancia del tiempo libre, para comparar se ha considerado equivalente a \u201cBastante o Muy Importante\u201d del cuestionario de FSM las puntuaciones iguales o superiores a 7 del Bar\u00f3metro.
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            [9]<\/a> FUNES, M\u00aa J. (2008): \u201cCultura, Pol\u00edtica y Sociedad\u201d en Juventud en Espa\u00f1a: Informe 2008. Madrid, Instituto de la Juventud.
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            [10]<\/a> LOVE, K. y J. HAMSTON ( 2003): \u00abTeenage Boys’ Leisure Reading Dispositions: juggling male youth culture and family cultural capital\u00bb. Educational Review 55, no. 2: 161.
            \n
            [11]<\/a> LOVE, K. y J. HAMSTON ( 2003): \u00abTeenage Boys’ Leisure Reading Dispositions: juggling male youth culture and family cultural capital\u00bb. Educational Review 55, no. 2: 161.
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            [12]<\/a> Seg\u00fan la encuesta realizada por el Injuve en el 2008, el porcentaje de j\u00f3venes que no le\u00eda ning\u00fan libro hab\u00eda aumentado desde el a\u00f1o 2004 de un 31% a un 40% indicando que hab\u00eda motivos para la preocupaci\u00f3n (FUNES, 2008: 125). Sorprende una diferencia de resultados tan grande entre dicho estudio y el de la Fundaci\u00f3n Santa Mar\u00eda, por lo que es recomendable observar la evoluci\u00f3n y contrastar con otras fuentes en el futuro.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

            SUS VALORES E INTEGRACI\u00d3N SOCIAL Y SU VIVENCIA DEL OCIO Y TIEMPO LIBRE Jos\u00e9 Antonio L\u00f3pez Ruiz, Universidad Comillas de Madrid. Juan Mar\u00eda Gonz\u00e1lez-Anleo S\u00e1nchez, CES Don Bosco.   S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Los autores presentan en este art\u00edculo las conclusiones m\u00e1s destacadas de sus respectivos estudios sobre los valores e integraci\u00f3n social de los j\u00f3venes […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[257,1533,94],"tags":[],"class_list":["post-7230","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-autores-varios","category-estudios-417","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7230","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7230"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7230\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7230"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7230"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7230"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}