{"id":7230,"date":"2011-10-01T00:00:16","date_gmt":"2011-09-30T22:00:16","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7230"},"modified":"2011-10-01T00:00:16","modified_gmt":"2011-09-30T22:00:16","slug":"una-mirada-a-los-jovenes-desde-dos-campos-diferentes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/una-mirada-a-los-jovenes-desde-dos-campos-diferentes\/","title":{"rendered":"UNA MIRADA A LOS J\u00d3VENES DESDE DOS CAMPOS DIFERENTES:"},"content":{"rendered":"
SUS VALORES E INTEGRACI\u00d3N SOCIAL Y SU VIVENCIA DEL OCIO Y TIEMPO LIBRE<\/strong> El fen\u00f3meno de \u201cdespolitizaci\u00f3n\u201d social tiene ya una larga y azarosa historia. Desde los a\u00f1os cincuenta, varias ramas de las Ciencias Sociales dan cuenta del continuo desarrollo de la toma de distancia del ciudadano com\u00fan de las din\u00e1micas y los actores pol\u00edticos, una toma de distancia que, con el tiempo, ha terminado por convertirse en \u201cindiferencia enemiga\u201d[1]<\/a>. Este fen\u00f3meno, por lo menos por lo que se refiere a los j\u00f3venes espa\u00f1oles, ha quedado claramente reflejado en los datos arrojados por el Informe SM, en el que pueden advertirse las siguientes dimensiones: En el apartado anterior hemos rastreado las actitudes y los comportamientos juveniles dentro de la esfera pol\u00edtica en busca del supuesto desplazamiento hacia formas m\u00e1s \u201csociales\u201d o \u201cinformales\u201d de acci\u00f3n pol\u00edtica. A partir de este punto, y dado el poco \u00e9xito obtenido, desplazamos nuestra b\u00fasqueda de formas m\u00e1s flexibles de implicaci\u00f3n al plano de la confianza y la participaci\u00f3n social.
\nJos\u00e9 Antonio L\u00f3pez Ruiz, Universidad Comillas de Madrid.<\/strong>
\nJuan Mar\u00eda Gonz\u00e1lez-Anleo S\u00e1nchez, CES Don Bosco.<\/strong>
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\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nLos autores presentan en este art\u00edculo las conclusiones m\u00e1s destacadas de sus respectivos estudios sobre los valores e integraci\u00f3n social de los j\u00f3venes espa\u00f1oles, as\u00ed como su vivencia del ocio y tiempo libre, del informe J\u00f3venes 2010 de la Fundaci\u00f3n Santa Mar\u00eda.
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\nLa Fundaci\u00f3n Santa Mar\u00eda ha sido pionera en Espa\u00f1a en los estudios sociol\u00f3gicos sobre los j\u00f3venes espa\u00f1oles, con una l\u00ednea de investigaci\u00f3n iniciada en 1982 y mantenida desde 1984 en una serie de estudios quinquenales que engloba siete estudios espec\u00edficos en este \u00e1mbito social que constituye la poblaci\u00f3n juvenil. La fuente principal de datos para este art\u00edculo la han tomado los autores del \u00faltimo estudio de la referida serie y sus contribuciones a los informes J\u00f3venes espa\u00f1oles 2005 y 2010.
\nEmpezando por el \u00e1mbito de los valores y actitudes hacia la pol\u00edtica, se aborda en los siguientes tres apartados otros aspectos de la integraci\u00f3n y participaci\u00f3n socio-pol\u00edtica que son parte del cap\u00edtulo desarrollado por Juan Mar\u00eda Gonz\u00e1lez-Anleo en el \u00faltimo informe. Posteriormente, los apartados tres y cuatro tratan algunos de los contenidos del cap\u00edtulo sobre ocio, consumo y medios de comunicaci\u00f3n, con el que contribuy\u00f3 al citado informe el otro autor.
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\n1.1. <\/strong>Desinter\u00e9s por la pol\u00edtica y percepci\u00f3n de lejan\u00eda de los asuntos pol\u00edticos<\/strong>
\nEn comparaci\u00f3n con el resto de j\u00f3venes de la Uni\u00f3n Europea, los espa\u00f1oles son los que menor inter\u00e9s demuestran por las cuestiones pol\u00edticas relativas a su propio pa\u00eds, junto con los luxemburgueses, belgas y rumanos (FLASHEUROBAROMETER 202, Young Europeans, 2007). En nuestro estudio de la Fundaci\u00f3n SM, una importante mayor\u00eda de los j\u00f3venes, el 56,5%, suscriben la frase \u201cla pol\u00edtica no tiene nada que ver conmigo, no afecta para nada mi vida privada\u201d, poniendo de manifiesto que la pol\u00edtica les cae lejos, siendo vista, ante todo, como un asunto de los pol\u00edticos, probablemente de toda la corte pol\u00edtica y econ\u00f3mica, pero en definitiva, ni suya ni de los suyos. Varios datos m\u00e1s, arrojados por este estudio, confirman esta idea: pocos j\u00f3venes, menos de un tercio (30,9%), afirman seguir frecuentemente la informaci\u00f3n pol\u00edtica en los medios de comunicaci\u00f3n, un 5% menos que en el Informe del 2005 y menos a\u00fan, uno de cada cinco, hablan o discuten con frecuencia sobre temas pol\u00edticos.
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\nAdem\u00e1s una m\u00ednima proporci\u00f3n de ellos, el 6,5%, participan en alg\u00fan foro o chat sobre pol\u00edtica o sobre actualidad social. Ahora bien, teniendo en cuenta el escaso porcentaje de j\u00f3venes que afirma realizar un seguimiento de la informaci\u00f3n pol\u00edtica, por un lado y, por otro, la poca costumbre existente de tratar temas de esta \u00edndole en las conversaciones cotidianas, este dato dif\u00edcilmente podr\u00eda sorprender a nadie. Los j\u00f3venes, como se ver\u00e1 con detenimiento m\u00e1s adelante, hacen un uso intensivo de estas nuevas tecnolog\u00edas, pero no para hablar de lo que la mitad de ellos exactamente reconocen que no le interesa \u201cnada\u201d y el 80% \u201cnada\u201d o \u201ccasi nada\u201d, de lo que casi nunca hablaron ni en casa ni en ning\u00fan otro sitio: de la pol\u00edtica y, lo que es mucho m\u00e1s alarmante, de los problemas sociales.
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\n1.2. <\/strong>Falta de participaci\u00f3n pol\u00edtica formal e informal<\/strong>
\nLa falta de inter\u00e9s por los \u201ccotilleos de pol\u00edticos\u201d (que es como parece que comprende una mayor\u00eda de j\u00f3venes \u201cla pol\u00edtica\u201d) puede, quiz\u00e1s, ser vista como un mal menor para el funcionamiento de una democracia, pero no sucede lo mismo con la participaci\u00f3n pol\u00edtica, el n\u00facleo central de la ciudadan\u00eda desde que comienza a generarse un cuerpo te\u00f3rico sobre ella[2]<\/a>.
\nSeg\u00fan nuestros propios datos, y en fuerte contraste con la imagen que se ha creado recientemente sobe los movimientos del 15M, la gran mayor\u00eda de los j\u00f3venes ni utilizan los canales tradicionales de participaci\u00f3n pol\u00edtica ni, menos a\u00fan, los informales. Con mayor detalle: menos de un tercio de 18 a 20 a\u00f1os, el 30,8%, vota; algo menos de la mitad, el 46,7%, de los de 21 a 24 a\u00f1os. Estos datos contrastan vivamente con las opiniones manifestadas por los j\u00f3venes sobre la importancia del voto en un sistema democr\u00e1tico ya que, seg\u00fan los datos del Informe Juventud en Espa\u00f1a 2008, el 85% de los j\u00f3venes mostraba su acuerdo con la frase \u201cen democracia, todos los votos importan\u201d.
\nMenor relevancia a\u00fan que el voto tienen, para los j\u00f3venes, tanto las formas de acci\u00f3n pol\u00edtica informal m\u00e1s tradicionales, participar en acciones reivindicativas y de protesta o firmar peticiones de recogida de firmas, como las m\u00e1s novedosas, relacionadas con el mundo de las nuevas tecnolog\u00edas, pasar un sms o e-mail de acci\u00f3n pol\u00edtica o ponerse en contacto con un pol\u00edtico a trav\u00e9s del un mail (o carta): ni una sola de estas acciones es realizada siquiera por uno de cada siete j\u00f3venes.
\nNi siquiera la que, seg\u00fan datos del Eurobar\u00f3metro, ellos mismos consideran la acci\u00f3n pol\u00edtica m\u00e1s eficaz para \u201casegurar que mi voz sea escuchada por los pol\u00edticos\u201d: participar en una manifestaci\u00f3n. Solamente el 12,2%, algo menos de un punto porcentual m\u00e1s que en el 2005, reconoce participar en \u201cacciones reivindicativas o de protesta\u201d (expresi\u00f3n en la que se incluyen las manifestaciones, pero que es incluso m\u00e1s amplia), el 10,8%, haber participado en el pasado (nada menos que un 14,8% menos que en el 2005). Algo similar sucede con las nuevas formas de participaci\u00f3n no formal relacionadas con las nuevas tecnolog\u00edas: si bien una amplia mayor\u00eda de los j\u00f3venes cree en su efectividad en el terreno pol\u00edtico[3]<\/a> son muy pocos, no obstante, los que afirman utilizarlas: un 6,1% para difundir informaci\u00f3n o llamadas a la acci\u00f3n a trav\u00e9s de sms o mail y un modest\u00edsimo 4,4% para ponerse en contacto con un pol\u00edtico. \u201cLo que se gana por el lado virtual y global de la balanza\u201d subrayaba recientemente Gil Calvo, \u201cno parece que pueda compensar a lo que se pierde por el lado real y local\u201d[4]<\/a>.
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\n1.3. <\/strong> Falta de fe en el sistema pol\u00edtico y en los pol\u00edticos<\/strong>
\nEl despego pol\u00edtico de los j\u00f3venes y su consiguiente falta de inter\u00e9s por formas de participaci\u00f3n, tanto formales como informales, son en parte consecuencia de la falta de fe en el sistema democr\u00e1tico. \u201cEl problema no es que no existan cauces\u201d, escribe Victoria Camps, \u201cel problema es m\u00e1s hondo: no se cree en la democracia, se desconf\u00eda de los pol\u00edticos\u201d[5]<\/a>. Los datos arrojados por nuestro estudio confirman plenamente esta idea: el porcentaje de aquellos que se decantaban por el sistema democr\u00e1tico hab\u00eda descendido diez puntos porcentuales desde el \u00faltimo Informe del 2005 hasta el actual, es decir, de un 82,6 a un 72,3% en algo menos de cinco a\u00f1os. Adem\u00e1s, la gran mayor\u00eda de los j\u00f3venes comparten una visi\u00f3n deplorable de la clase pol\u00edtica: el 71,4% considera que \u201clos pol\u00edticos buscan antes sus propios intereses o los de su propio partido que el bien de los ciudadanos\u201d, el 66,7% que \u201canteponen los intereses de las multinacionales, bancos y grandes grupos de presi\u00f3n a los intereses de los ciudadanos\u201d y, acorde con esta imagen, solamente uno de cada cuatro j\u00f3venes considera que los pol\u00edticos tienen en cuenta sus ideas e inquietudes.
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\nA la vista de los datos arrojados por el Informe SM (Tabla 1), se hace evidente que nos encontramos ante un panorama muy diferente al desierto de confianza institucional que viene siendo ya caracter\u00edstico desde hace m\u00e1s de quince a\u00f1os para adentrarnos, a medida que nos acercamos a tipos organizativos m\u00e1s flexibles, con principios y metas m\u00e1s cercanas a los valores y al sentir juvenil, quiz\u00e1s no en un vergel (lo que ser\u00eda a todas luces bastante exagerado) pero s\u00ed por lo menos en tierra f\u00e9rtil, a\u00fan habitable[6]<\/a>.
\nAhora bien, la pregunta inevitable que surge a la vista de la evoluci\u00f3n hist\u00f3rica de los datos mostrados por esta tabla es \u00bfpor cu\u00e1nto tiempo? Los datos no brindan muy buenas noticias a este respecto. Parecen indicar, por el contrario, que tambi\u00e9n bastantes de los grupos y movimientos sociales tienen sus horas contadas, por lo menos en lo que se refiere a la aprobaci\u00f3n que les dan los j\u00f3venes. Porque aprobaci\u00f3n, no est\u00e1 de m\u00e1s recordarlo, no es confianza y mucho menos participaci\u00f3n, implicaci\u00f3n, compromiso. Teniendo esto en cuenta \u00bfqu\u00e9 nos dice la tabla? A grandes rasgos, debemos destacar dos cuestiones: la primera, que incluso este v\u00ednculo tan d\u00e9bil de acci\u00f3n social se est\u00e1 deshaciendo: lo que desaparece no es un v\u00ednculo concreto con uno u otro grupo o movimiento, conclusi\u00f3n a la que podr\u00eda haberse llegado hace diez a\u00f1os, al contrastar los datos de 1999 y 1994, sino la aprobaci\u00f3n como tal de este tipo de organizaciones, en conjunto. Pero adem\u00e1s, segunda cuesti\u00f3n a destacar: este fen\u00f3meno se est\u00e1 produciendo a una velocidad cada vez mayor. Esta tendencia se aprecia con especial claridad al dirigir la mirada a los datos correspondientes a la m\u00e1xima aprobaci\u00f3n (\u201caprueban totalmente\u201d). Al observar los datos ponderados, el descenso generalizado comenzaba a percibirse ya con claridad entre 1999 y 2005. Sin embargo, cuando se tienen en cuenta s\u00f3lo los datos de m\u00e1xima aprobaci\u00f3n no sucede lo mismo, manteni\u00e9ndose bastante estables entre aquellos dos a\u00f1os. Entre el \u00faltimo informe de 2005 y el actual, por el contrario, tambi\u00e9n \u00e9stos se ven afectados, y mucho, descendiendo para todos los grupos y movimientos sin una sola excepci\u00f3n.
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