{"id":7242,"date":"2011-09-01T00:00:05","date_gmt":"2011-08-31T22:00:05","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7242"},"modified":"2011-09-01T00:00:05","modified_gmt":"2011-08-31T22:00:05","slug":"claves-para-una-nueva-formacion-en-pastoral-con-jovenes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/claves-para-una-nueva-formacion-en-pastoral-con-jovenes\/","title":{"rendered":"CLAVES PARA UNA NUEVA FORMACI\u00d3N EN PASTORAL CON J\u00d3VENES"},"content":{"rendered":"
Koldo Guti\u00e9rrez, sdb<\/strong> Monse\u00f1or El\u00edas Yanes hace pocos meses escrib\u00eda[1]<\/a> que la pastoral juvenil es uno de los retos actuales para la Iglesia Espa\u00f1ola. Muchos de los que nos dedicamos al trabajo pastoral con j\u00f3venes compartimos esta misma apreciaci\u00f3n. Un nuevo impulso en pastoral juvenil es uno de los frutos deseados de la reciente Jornada Mundial de la Juventud. La persona del agente de pastoral es el punto que engancha pastoral juvenil con formaci\u00f3n, la vocaci\u00f3n recibida y la misi\u00f3n a la que es enviado. Visto de esta manera la persona del agente de pastoral (catequista, educador, monitor, sacerdote\u2026) es de gran dignidad; es el punto neur\u00e1lgico de la pastoral juvenil y de la formaci\u00f3n. <\/p>\n En una sociedad compleja la formaci\u00f3n es un instrumento privilegiado para el desarrollo humano y espiritual de los educadores, para el sostenimiento de unos proyectos pastorales consistentes y para el mantenimiento de una organizaci\u00f3n pastoral. \u00c1lvaro Chordi<\/p>\n Koldo Guti\u00e9rrez<\/p>\n Koldo Guti\u00e9rrez, sdb \u00c1lvaro Chordi, Adsis S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Para un nuevo impulso en Pastoral Juvenil es necesario unos agentes de pastoral fortalecidos. De ah\u00ed la necesidad de una nueva formaci\u00f3n. En su reflexi\u00f3n, los auotres, hablan de ejes y de focos de la formaci\u00f3n. De los ejes se destacan a Jesucristo. Y en […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[605,1521,143,94],"tags":[],"class_list":["post-7242","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-alvaro-chordi-miranda","category-estudios-416","category-koldo-gutierrez-cuesta","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7242","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7242"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7242\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7242"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7242"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7242"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n\u00c1lvaro Chordi, Adsis<\/strong>
\n
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nPara un nuevo impulso en Pastoral Juvenil es necesario unos agentes de pastoral fortalecidos. De ah\u00ed la necesidad de una nueva formaci\u00f3n. En su reflexi\u00f3n, los auotres, hablan de ejes y de focos de la formaci\u00f3n. De los ejes se destacan a Jesucristo. Y en los focos hablan de distintas perspectivas para plantear la formaci\u00f3n (ser, saber, saber hacer\u2026 Competencias… formaci\u00f3n contextual).
\n
\nTodos los datos parecen indicar que la formaci\u00f3n es una realidad desvalorizada. En los ambientes de pastoral juvenil donde nos movemos es f\u00e1cil escuchar expresiones de este tono: \u201cno tenemos tiempo para la formaci\u00f3n\u201d, \u201clos contenidos son muy abstractos\u201d, \u201cla formaci\u00f3n no conecta con nuestras inquietudes y experiencias\u201d, \u201cel lenguaje est\u00e1 pasado de moda\u201d\u2026 Conscientes de estas dificultades, queremos ofrecer en este art\u00edculo algunas claves para una formaci\u00f3n en pastoral juvenil.
\nLos autores de este art\u00edculo estamos vocacionalmente dedicados al trabajo pastoral con j\u00f3venes, cada uno desde un carisma peculiar y con distintas responsabilidades pastorales. Durante a\u00f1os hemos colaborado en distintas iniciativas, teniendo a los j\u00f3venes como motivo principal de estas colaboraciones. Hemos compartido reflexiones sobre el presente y el futuro de la pastoral juvenil en diferentes grupos de trabajo, y en muchas de nuestras conversaciones. Muchos de nuestros di\u00e1logos acababan de esta manera: \u201cMira\u2026 el futuro de la pastoral va a depender de la fortaleza de los agentes de pastoral y de la fortaleza de las comunidades\u201d.
\nHay que reconocer que en ocasiones los evangelizadores y las comunidades evangelizadoras mostramos signos de debilidad. Ponemos aqu\u00ed el eje de nuestra reflexi\u00f3n: \u201cS\u00f3lo disc\u00edpulos aut\u00e9nticos pueden ser ap\u00f3stoles cre\u00edbles. S\u00f3lo comunidades coherentes y vivas pueden suscitar el deseo de la fe\u201d. Este es el coraz\u00f3n del art\u00edculo.
\n
\n\u00bfC\u00f3mo cualificar el sujeto de pastoral?<\/strong>
\nLa pregunta es interesante. Nos vamos a centrar en el agente de pastoral. En esta ocasi\u00f3n no va a ser la comunidad, como sujeto de pastoral, motivo de estas reflexiones.
\nDice el diccionario que cualificar es \u201cayudar a ser lo que se es\u201d. Por ello, podemos decir que cualificar a un pastor es ayudar a que sea un pastor con el coraz\u00f3n del Buen Pastor; cualificar una comunidad es ayudar a que tenga la belleza de la comunidad cristiana.
\nEl cristiano, o la comunidad cristiana, est\u00e1n en continuo crecimiento y transformaci\u00f3n. \u00bfQu\u00e9 herramientas tenemos para cualificar el sujeto pastoral? Por una parte propiciar un camino de conversi\u00f3n y de crecimiento. Por otra, asentar un camino de formaci\u00f3n. El tema se presenta estimulante.
\nEl recorrido que hemos seguido en la argumentaci\u00f3n es sencillo. Nuestro punto de partida es la pastoral juvenil del comienzo del siglo XXI. Una pastoral que precisa un sujeto de pastoral fortalecido, sea una persona o una comunidad. Despu\u00e9s intentamos recoger algunas claves para una nueva formaci\u00f3n en pastoral juvenil.
\n <\/p>\n\n
\nHemos acabado la primera d\u00e9cada del siglo XXI. Estos a\u00f1os no han pasado en balde. Las dificultades en pastoral juvenil no han sido pocas y son visibles en muchos aspectos: disminuci\u00f3n de j\u00f3venes en procesos formativos, debilidad de estos procesos, cansancio y desorientaci\u00f3n en algunos agentes de pastoral, dificultad para hacer visible la eclesialidad de la fe en no pocos j\u00f3venes\u2026
\nAlgunos dicen que estamos viviendo una gran mutaci\u00f3n cultural acelerada por el individualismo y por la posmodernidad. Esta nos muestra cada d\u00eda con m\u00e1s nitidez caracter\u00edsticas de su rostro: individuaci\u00f3n, consumo, pluralismo, relativismo, globalizaci\u00f3n, crisis, revoluci\u00f3n tecnol\u00f3gica.
\nTodo esto est\u00e1 afectando a la pastoral juvenil y tambi\u00e9n a la peculiar formaci\u00f3n que despliega cada modelo de pastoral. Por ejemplo refiri\u00e9ndonos a la formaci\u00f3n, no ser\u00eda dif\u00edcil hablar de las dificultades que han tra\u00eddo el individualismo, el consumo, el relativismo, la crisis\u2026 Pero tambi\u00e9n podr\u00edamos destacar las mil posibilidades formativas que abren la individuaci\u00f3n, el pluralismo, la globalizaci\u00f3n, la revoluci\u00f3n tecnol\u00f3gica\u2026 En el \u00e1mbito formativo tambi\u00e9n navegamos entre peligros y oportunidades, entre escollos y rutas fruct\u00edferas.
\n
\nUna pastoral juvenil m\u00e1s espiritual, m\u00e1s misionera y m\u00e1s evangelizadora<\/strong>
\nTodo tiempo es apropiado para el evangelio. Si la Iglesia se interesa por los j\u00f3venes es por ellos mismos, en nombre de la Buena Nueva que la Iglesia lleva en sus entra\u00f1as. Estamos convencidos, y esta convicci\u00f3n pone en movimiento toda nuestra persona, que el evangelio puede ayudar a ni\u00f1os, adolescentes y j\u00f3venes a ser, a llegar a ser. Los agentes de pastoral, con nuestra labor pastoral, acompa\u00f1amos a estos j\u00f3venes en ese camino que les ayuda a crecer humana y espiritualmente.
\nEl objetivo de este n\u00famero de Misi\u00f3n Joven<\/strong> no es ofrecer rasgos para una pastoral juvenil actualizada. A\u00fan as\u00ed, apuntamos tres l\u00edneas de un posible esquema.
\nSiguiendo la ruta conciliar la Iglesia propone para hoy una pastoral juvenil m\u00e1s espiritual, m\u00e1s misionera y m\u00e1s evangelizadora<\/em>. Somos conscientes de que cada uno de estos rasgos pedir\u00eda muchas otras palabras, pero detenernos en esta demanda nos sacar\u00eda de la ruta que hemos trazado para el art\u00edculo.
\nValga, como bot\u00f3n de muestra, destacar la novedad que los pr\u00f3ximos a\u00f1os promete en el discurso sobre evangelizaci\u00f3n.
\nRecordamos dos acciones eclesiales significativas. La primera es la creaci\u00f3n del nuevo \u201cPontificio Consejo para la Nueva Evangelizaci\u00f3n<\/em>\u201d. Al crear este nuevo organismo vaticano se piensa especialmente en aquellos lugares donde el evangelio va perdiendo vigor, en concreto, se piensa en Europa. El segundo dato que queremos comentar lo ofrece el pr\u00f3ximo S\u00ednodo, cuyo tema es la evangelizaci\u00f3n: \u201cLa nueva evangelizaci\u00f3n para la transmisi\u00f3n de la fe cristiana\u201d.<\/em>
\nEl discurso sobre la evangelizaci\u00f3n est\u00e1 muy presente en el magisterio de los \u00faltimos Papas.
\nPablo VI dec\u00eda: \u201cEvangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocaci\u00f3n propia de la Iglesia, su identidad m\u00e1s profunda. Ella existe para evangelizar, es decir, para predicar y ense\u00f1ar, ser canal del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios, perpetuar el sacrificio de Cristo en la santa misa, memorial de su muerte y resurrecci\u00f3n gloriosa\u201d[2]<\/a>.
\nA los quince a\u00f1os de estas palabras, Juan Pablo II invitaba a una \u2018Nueva Evangelizaci\u00f3n\u2019. El Papa dec\u00eda que est\u00e1bamos en unos \u201cnuevos tiempos<\/em>\u201d, que necesitan un \u201cnuevo ardor<\/em>\u201d y requieren \u201cnuevos m\u00e9todos<\/em>\u201d.
\nEl Papa Benedicto ha enriquecido esta apuesta con la claridad de su magisterio: \u201cNos encontramos realmente en una era en la que se hace necesaria una nueva evangelizaci\u00f3n, en la que el \u00fanico evangelio debe ser anunciado en su inmensa, permanente racionalidad y, al mismo tiempo, en su poder, que sobrepasa la racionalidad, para llegar nuevamente a nuestro pensamiento y nuestra comprensi\u00f3n\u201d (Benedicto XVI).
\nComo podemos ver, el magisterio de la Iglesia habla desde hace varias d\u00e9cadas de la necesidad de una Nueva Evangelizaci\u00f3n. Algunos se preguntan si ser\u00e1 tambi\u00e9n necesaria una nueva educaci\u00f3n. Las palabras del Papa Benedicto sobre la \u201cemergencia educativa\u201d parece que piden una reflexi\u00f3n y unas propuestas para una nueva educaci\u00f3n. Como bien sabemos la relaci\u00f3n entre educaci\u00f3n y evangelizaci\u00f3n es importante en pastoral juvenil, ya que esta disciplina entrelaza fe y educaci\u00f3n. \u201cSin educaci\u00f3n, en efecto, no hay evangelizaci\u00f3n duradera y profunda, no hay crecimiento y maduraci\u00f3n, no se da cambio de mentalidad y de cultura\u201d[3]<\/a>.
\n
\nUn agente de pastoral fortalecido<\/strong>
\nLa evangelizaci\u00f3n es un proceso complejo, es un proyecto de conversi\u00f3n del coraz\u00f3n y de renovaci\u00f3n espiritual de la vida. La primera finalidad de la pastoral evangelizadora es la conversi\u00f3n de las personas al evangelio de Jesucristo.
\nAnte el anuncio valiente de los ap\u00f3stoles el d\u00eda de Pentecost\u00e9s algunos jud\u00edos preguntaron \u201chermanos, \u00bfqu\u00e9 tenemos que hacer? Pedro les contest\u00f3: convert\u00edos\u2026\u201d[4]<\/a>. Una mirada a la historia del cristianismo nos hace ver la importancia de \u2018la conversi\u00f3n\u2019 en el proceso de la evangelizaci\u00f3n.
\nUna sociedad de cristiandad podr\u00eda hacer innecesario que subray\u00e1semos este punto de arranque porque, en esas circunstancias, ser cristiano no era distinto de participar en una comunidad social. Hoy esto no es as\u00ed. Cada d\u00eda es m\u00e1s evidente que el cristiano \u201cno nace sino que se hace\u201d (Tertuliano). Haber nacido en una familia cristiana, haber sido educado en un colegio cristiano, haber participado de grupos de formaci\u00f3n cristiana\u2026 no asegura que uno se identifique como cristiano.
\nLas acciones de la Iglesia tienen como finalidad posibilitar el encuentro con Jesucristo que lleva a una crisis de conversi\u00f3n y a un cambio de vida. \u00bfEst\u00e1n nuestros procesos de formaci\u00f3n cristiana pensados con este objetivo?
\nPara llevar a cabo esta pastoral m\u00e1s espiritual, m\u00e1s misionera y m\u00e1s evangelizadora necesitamos mediaciones convenientes, entre ellas unos evangelizadores convertidos y unas comunidades convertidas. Quiz\u00e1s nuestra debilidad en la pastoral evangelizadora est\u00e9 manifestando que todav\u00eda no estamos evangelizados y convertidos. Antes que anunciadores somos receptores del evangelio.
\n <\/p>\n\n
\nHemos afirmado que necesitamos un agente de pastoral fortalecido y convertido al Se\u00f1or y a los j\u00f3venes. Esto permite que el agente de pastoral tenga un concepto elevado de la misi\u00f3n que ha recibido. La escritura nos ofrece el ejemplo de San Pablo, con un concepto elevado del don recibido y de la responsabilidad correspondiente: \u201cEn nombre de Cristo somos embajadores: por nuestro medio es Dios mismo el que exhorta\u201d[5]<\/a>.
\nSomos conscientes de las tentaciones pastorales que nos acechan: superficialidad, improvisaci\u00f3n, activismo, etc. Tambi\u00e9n somos conscientes del peligro siempre presente de hacer disc\u00edpulos de nuestras ideas, de nuestros proyectos, de nuestra mentalidad\u2026 m\u00e1s que disc\u00edpulos del Se\u00f1or y de su Evangelio. Todo esto pide humildad, lucidez, autenticidad\u2026, pide un nuevo impulso en la formaci\u00f3n.
\nNuestra reflexi\u00f3n entra en estos momentos en un estadio importante. Algunos de los art\u00edculos de este mismo n\u00famero deMisi\u00f3n Joven<\/strong> desarrollar\u00e1n m\u00e1s extensamente lo que nosotros solo anunciamos.
\nEl esquema de la reflexi\u00f3n es sencillo. Nuestro punto de arranque es Jesucristo, eje integrador de la formaci\u00f3n pastoral. A continuaci\u00f3n, vemos la necesidad de una formaci\u00f3n contextual que d\u00e9 importancia a la identidad del agente de pastoral y a la adquisici\u00f3n de competencias.
\n
\n2.1. Jesucristo y su evangelio: eje integrador de la formaci\u00f3n pastoral<\/strong>
\nDesde nuestro punto de vista la formaci\u00f3n en pastoral tiene como eje integrador el amor a Jesucristo y su evangelio.
\nModelar<\/strong>
\nLa palabra \u2018modelar\u2019 hace referencia a un modelo. El modelo, el ideal, del educador y evangelizador cristiano es Jes\u00fas mismo, buen pastor y buen samaritano. Recordemos c\u00f3mo el evangelio de San Juan nos presenta a Jes\u00fas como Buen Pastor y modelo de todo pastor. \u201cTodos los buenos pastores son en realidad miembros del \u00fanico pastor y forman una sola cosa con \u00e9l. Cuando ellos apacientan es Cristo quien apacienta\u201d (San Agust\u00edn).
\nLos disc\u00edpulos del Se\u00f1or a\u00fan teniendo cerca el modelo, Jes\u00fas mismo, tuvieron que seguir un proceso formativo lento, con diversas etapas: ilusi\u00f3n, crisis, soledad, momentos densos de interiorizaci\u00f3n, conversi\u00f3n, misi\u00f3n. Posiblemente, estas etapas recuerden algunos de los momentos personales y formativos que hemos vivido. Es posible que hayamos visto a algunos agentes de pastoral transitar por estos caminos.
\nEstas etapas nos hacen conscientes que podemos vivir vigorizados o debilitados, pacificados o confundidos, libres o bloqueados, ilusionados o carentes de ilusi\u00f3n, frescos o quemados… \u00a1Debemos tener en cuenta todo esto! La formaci\u00f3n, en este sentido, debe atender aspectos personales, afectivos y espirituales. Es decir, debe preocuparse por la identidad personal, el mundo del sentido, de las motivaciones, la sed de espiritualidad, la b\u00fasqueda de una mejor calidad de vida.
\nEsto no siempre se ha hecho as\u00ed. Los programas formativos han podido centrarse en conocimientos y habilidades. Ya no es suficiente: hay que tener en cuenta el momento vital de la persona.
\n
\nFormar<\/strong>
\nLa palabra \u2018formar\u2019 hace referencia a dar forma. Al hablar de esta manera queremos destacar aspectos como la pedagog\u00eda, el m\u00e9todo, la raz\u00f3n, el programa, los objetivos\u2026
\nLa Escritura puede ser le\u00edda desde una clave pedag\u00f3gica: Dios ense\u00f1a a su pueblo, Jes\u00fas es un maestro bueno[6]<\/a>, el Esp\u00edritu Santo ense\u00f1ar\u00e1 todo a los disc\u00edpulos de Jes\u00fas[7]<\/a>. La Iglesia, signo de la presencia de Cristo en la historia, se reconoce a s\u00ed misma como disc\u00edpula[8]<\/a>, madre y maestra[9]<\/a>.
\nEsta manera de hablar nos anima a destacar las mediaciones, los instrumentos, que ponemos en funcionamiento para que el proceso de maduraci\u00f3n de una persona pueda llevarse a cabo. Todo es importante, todo repercute en todo. Todo potencialmente puede ayudar o entorpecer en la labor formativa.
\nLas mediaciones de las que hablamos son la cultura, las instituciones, el ambiente educativo, la comunidad, los formadores (padres, educadores, agentes de pastoral, testigos,\u2026), las actividades\u2026
\nAl dise\u00f1ar los procesos formativos, en algunas ocasiones, podemos dedicar muchos esfuerzos en actividades (programas, acciones, experiencias\u2026), y olvidemos otras mediaciones imprescindibles como son: la cultura, sentir eclesial, ambiente, comunidad, testimonio\u2026
\n
\n2.2. Algunos enfoques formativos<\/strong>
\nEnfocar es dirigir un haz de luz a una escena, un objeto, una situaci\u00f3n o un problema… con el objetivo de que pueda verse mejor. Poner un foco de luz en la formaci\u00f3n es privilegiar un punto de vista que ilumine esa realidad formativa y resalta algunos rasgos sobre otros.
\nQueremos ahora ver algunos enfoques que nos ayudan a hablar de la formaci\u00f3n de los agentes de pastoral. No pretendemos describir los fundamentos te\u00f3ricos de cada uno de estos enfoques. Ofrecemos una breve aproximaci\u00f3n.
\nEn los \u00faltimos a\u00f1os se han destacados dos enfoques distintos para hablar de formaci\u00f3n. Un primer enfoque da mucha importancia a la identidad de la persona y un segundo enfoque se centra en las competencias. El primer enfoque lo suele priorizar las instituciones formativas y el segundo enfoque est\u00e1 m\u00e1s centrado en los intereses del individuo.
\nAmbos enfoque son v\u00e1lidos y se relacionan mutuamente. Por eso nosotros hablamos de una formaci\u00f3n contextual.
\n
\nSer, saber, saber hacer<\/strong>
\nEl informe Delors[10]<\/a>, sobre la educaci\u00f3n en el siglo XXI, parte de esta hermosa afirmaci\u00f3n: \u2018la educaci\u00f3n es un tesoro\u2019. Propone una educaci\u00f3n para toda la vida: formaci\u00f3n continua o permanente. La raz\u00f3n de esta propuesta es f\u00e1cil de explicar: vivimos un mundo en continuo cambio, nosotros tambi\u00e9n evolucionamos. Adem\u00e1s la formaci\u00f3n es siempre un acto de libertad. Somos libres de elegir crecer o estancarnos. Pero cuando uno decide no seguir creciendo, no formarse, empobrece su persona y tambi\u00e9n los proyectos a los que est\u00e1 dedicado.
\nDel informe del que hablamos son famosos sus cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a ser y convivir, aprender a hacer.
\nEl Directorio General de la Catequesis<\/em> (1997) hablaba de ser, saber y saber hacer<\/em>. El Directorio dec\u00eda que \u201c(de estas)\u2026 la m\u00e1s profunda hace referencia al ser <\/em>del catequista, a su dimensi\u00f3n humana y cristiana. La formaci\u00f3n, en efecto, le ha de ayudar a madurar, ante todo, como persona, como creyente y como ap\u00f3stol. Despu\u00e9s est\u00e1 lo que el catequista debe saber<\/em>para desempe\u00f1ar bien su tarea. Esta dimensi\u00f3n, penetrada de la doble fidelidad al mensaje y a la persona humana, requiere que el catequista conozca bien el mensaje que transmite y, al mismo tiempo, al destinatario que lo recibe y al contexto social en que vive. Finalmente, est\u00e1 la dimensi\u00f3n del saber hacer<\/em>, ya que la catequesis es un acto de comunicaci\u00f3n. La formaci\u00f3n tiende a hacer del catequista un educador del hombre y de la vida del hombre\u201d[11]<\/a>.
\nDe los tres n\u00facleos (identidad, capacidad, habilidades) se destaca la preeminencia de la identidad. Podemos ver la pastoral juvenil como el arte de pasar del saber decir, o del saber hacer, a un saber ser que acerque a los J\u00f3venes hasta Jesucristo. De aqu\u00ed la importancia, como venimos afirmando, de la formaci\u00f3n de la persona del agente de pastoral (identidad personal) desde la clave din\u00e1mica del crecimiento.
\nEl crecimiento personal es proceso lento de unificaci\u00f3n personal, que pone en relaci\u00f3n experiencias vividas, necesidades vitales o sociales, conocimientos, opciones, relaciones, vocaci\u00f3n, proyecto de vida… Este proceso de unificaci\u00f3n personal parte de la situaci\u00f3n concreta donde se encuentra la persona; se dinamiza cuando la persona conecta la vida de fuera con la vida de dentro: personalizaci\u00f3n; implica conocimiento y gesti\u00f3n de s\u00ed mismo.
\n
\nFormaci\u00f3n en competencias<\/strong>
\nEn educaci\u00f3n es habitual hablar de \u201cla educaci\u00f3n en competencias\u201d. Competente es quien domina una capacidad espec\u00edfica. Las competencias van unidas a la construcci\u00f3n de conocimientos y habilidades significativas, al progreso de disposiciones interiores valiosas y fecundas. Para conseguir estos objetivos es necesario poner en relaci\u00f3n sensibilidad, visi\u00f3n, retos\u2026 que posibiliten una vida aut\u00e9ntica, desde un humanismo integral y trascendente[12]<\/a>.
\nEste enfoque tambi\u00e9n ha llegado a la formaci\u00f3n de los agentes de pastoral. Todo educador est\u00e1 interesado por el crecimiento de su destinatario, con quien establece una relaci\u00f3n educativa, y para lo que precisa innovaci\u00f3n, flexibilidad, profesionalidad, responsabilidad, creatividad, capacidad de trabajo en equipo, capacidad de mediaci\u00f3n, sentido cr\u00edtico y dinamismo.
\nLa pastoral juvenil necesita agentes de pastoral bien formados. Nos preguntamos qu\u00e9 competencias ser\u00e1n necesarias. Algunos dicen que hoy en un mundo complejo, el agente de pastoral necesita ser h\u00e1bil en competencias culturales, teol\u00f3gicas, pedag\u00f3gicas, organizativas y espirituales.
\nLas competencias deben concretarse[13]<\/a>. Lo que nos interesa es formar educadores, o catequistas, o sacerdotes dedicados a las pastoral juvenil, o acompa\u00f1antes espirituales, o animadores de programas diversos, u orientadores\u2026 competentes.
\n
\nFormaci\u00f3n contextual<\/strong>
\nEl primer enfoque prioriza el punto de vista institucional (comunidad eclesial, comunidad parroquial, comunidad educativa pastoral con un carisma determinado). Este enfoque subraya la importancia de una consistente antropolog\u00eda. El problema antropol\u00f3gico est\u00e1 siempre presente en todo planteamiento formativo.
\nEl segundo enfoque prioriza la situaci\u00f3n del individuo en el concreto tiempo hist\u00f3rico en que vive y para una determinada misi\u00f3n educativa. Esta manera de plantear el tema de la formaci\u00f3n es m\u00e1s pr\u00e1ctico y conecta con la mentalidad de nuestro tiempo.
\nEl punto de vista de la instituci\u00f3n es necesario, como tambi\u00e9n es necesario el punto de vista del individuo.
\nNuestra apuesta es una formaci\u00f3n que tenga en cuenta todo el contexto formativo: la situaci\u00f3n cultural, la situaci\u00f3n eclesial, las relaciones entre las instancias del di\u00e1logo formativo (instituci\u00f3n, destinatarios y formadores).
\nAlgunas de las caracter\u00edsticas de esta formaci\u00f3n contextual:<\/p>\n\n
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\nEn este \u00faltimo punto de nuestro art\u00edculo queremos recoger algunas propuestas para impulsar la formaci\u00f3n en los agentes de pastoral con j\u00f3venes. Algunas de estas iniciativas ya se est\u00e1n desarrollando.
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\nDisponibilidad y confianza<\/strong>
\nHemos dejado dicho en este art\u00edculo que la voluntad por la formaci\u00f3n parte de la libertad de la persona. Dicho de otra manera: uno no se forma si no quiere formarse. Nos encontramos en el lugar de la vocaci\u00f3n, en el momento de la llamada que solicita una respuesta libre. Este es un terreno sagrado e intransferible. El agente de pastoral recibe una llamada que se transforma en una misi\u00f3n.
\nMuchas de las reflexiones propuestas en este art\u00edculo nos sit\u00faan en ese momento misterioso. \u00bfQu\u00e9 actitudes favorecen esta situaci\u00f3n? Destacamos la disponibilidad y la confianza. Estas actitudes hacen posible la escucha, permiten que lo percibido sea significativo en nuestro coraz\u00f3n, y dan la energ\u00eda suficiente para responder al don recibido.
\nSi queremos dar un impulso a la pastoral juvenil y a la formaci\u00f3n debemos cuidar la cultura vocacional de nuestros ambientes pastorales. Hay unas condiciones que hacen posible que se escuche la llamada. A esto llamamos cultura vocacional (ambiente familiar, escolar o parroquial\u2026, es decir, el lugar donde la pregunta por el sentido de la vida no se ve como algo extra\u00f1o). La cultura vocacional es un sustrato, un suelo, rico en valores que hace posible y atrayente el camino vocacional.
\nEsta no es una propuesta sencilla en una sociedad que privilegia valores como la competitividad, el \u00e9xito y el placer, m\u00e1s que la abnegaci\u00f3n.
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\nFormaci\u00f3n pastoral en comuni\u00f3n<\/strong>
\nEn los ambientes de pastoral hoy se habla mucho del trabajo en red que se basa en la comuni\u00f3n eclesial. Poco a poco va siendo menos habitual la autosuficiencia en pastoral juvenil. Quiz\u00e1s las dificultades nos han hecho m\u00e1s realistas y m\u00e1s humildes. A\u00fan as\u00ed todav\u00eda tenemos que recorrer mucho camino en esta direcci\u00f3n.
\nEstamos llamados en la Iglesia local, en torno a nuestros obispos, a aportar nuestra originalidad carism\u00e1tica con humildad. La Iglesia local tiene una importancia insustituible en esta direcci\u00f3n. Es en la di\u00f3cesis donde somos cristianos, donde bajo el ministerio pastoral de un obispo construimos la Iglesia, el pueblo de Dios.
\nVan fortaleci\u00e9ndose distintas iniciativas de trabajo en red en clave eclesial, iluminadas por el criterio de la comuni\u00f3n. Se intentan planes concretos de actuaci\u00f3n en el pensamiento pastoral y en algunos proyectos compartidos (misi\u00f3n, actividades, eventos eclesiales, formaci\u00f3n, etc.).
\nHay algunas experiencias de ofertas formativas para agentes de pastoral juvenil que unen a distintos grupos, comunidades y carismas.
\nUn ejemplo de ello es el Curso Especializado de Pastoral con J\u00f3venes (CEPAJ), organizado por el Movimiento Adsis, la Familia Marianista y los Padres Escolapios de Ema\u00fas y la Tercera Demarcaci\u00f3n bajo el amparo del \u201cF\u00f3rum de Pastoral con J\u00f3venes\u201d. Esta iniciativa formativa todav\u00eda en curso se inici\u00f3 en diciembre de 2009, congrega a cuarenta acompa\u00f1antes de j\u00f3venes de toda la geograf\u00eda espa\u00f1ola y ofrece 240 horas de formaci\u00f3n pastoral con el objetivo de formar personas con visi\u00f3n amplia de la pastoral con j\u00f3venes capaces de liderar procesos educativos en la fe en sus propias comunidades cristianas.
\nEste Curso persigue una serie de objetivos cognitivos, procedimentales, actitudes y valores que se despliegan en tres grandes bloques te\u00f3rico-pr\u00e1cticos: fundamentos antropol\u00f3gicos, psicol\u00f3gicos, sociol\u00f3gicos, pedag\u00f3gicos y teol\u00f3gico-pastorales; el Proyecto \u201cJ\u00f3venes y Dios\u201d de Convocatoria Evangelizadora e Iniciaci\u00f3n Cristiana y un rosario de t\u00e9cnicas y herramientas para la formaci\u00f3n, el acompa\u00f1amiento personal, el trabajo en equipo, la presencia comunitaria y pastoral con j\u00f3venes, la planificaci\u00f3n y evaluaci\u00f3n del proceso.
\nEste Curso finaliza con la obtenci\u00f3n del t\u00edtulo de Especialista Universitario en Pastoral con J\u00f3venes impartido por el Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle (Madrid).
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\nLas nuevas tecnolog\u00edas de la comunicaci\u00f3n<\/strong>
\nLa dificultad real de poder articular la formaci\u00f3n pastoral en cada localidad y en los niveles formativos requeridos, conlleva impulsar las nuevas tecnolog\u00edas de la comunicaci\u00f3n para conseguir impartir formaci\u00f3n pastoral combin\u00e1ndolo con las sesiones presenciales al uso.
\nLas diversas plataformas digitales permiten acceder a todo el material empleado en las sesiones as\u00ed como generar grupos de trabajo on line y un seguimiento personalizado por el tutor que acompa\u00f1a formativamente al educador.
\nLa formaci\u00f3n on line posibilita itinerarios personalizados \u2013en funci\u00f3n de los conocimientos, tiempo disponible y necesidades formativas\u2013 y con elementos multimedia (m\u00fasica, sonido y videos interactivos) que motivan al agente de pastoral y facilitan la asimilaci\u00f3n del programa formativo.
\nEn los diferentes m\u00f3dulos que se estructura el curso, el animador tiene una serie de actividades de autoevaluaci\u00f3n para comprobar la asimilaci\u00f3n de los contenidos y la consecuci\u00f3n de los objetivos del curso. As\u00ed podr\u00e1 tener una visi\u00f3n global de su progreso tanto durante el curso como a la finalizaci\u00f3n del mismo.
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\nComunidad educativa en crecimiento<\/strong>
\nComo apunt\u00e1bamos al inicio, nuestra responsabilidad eclesial consiste en permitir a los j\u00f3venes encontrar a Cristo y vivir una experiencia pastoral que les lleve a la felicidad.
\nEsta experiencia creyente la vive la comunidad que acompa\u00f1a al joven en su crecimiento de fe hasta el punto de que dicha fraternidad constituye un lugar indispensable para una vida cristiana. Esta realidad eclesial consolidada durante siglos casa con la experiencia de los j\u00f3venes, a quienes les gusta vivir en grupo.
\nLa comunidad cristiana toma como modelo el grupo de los ap\u00f3stoles, alej\u00e1ndose claramente de aquellos grupos c\u00e1lidos donde uno se siente bien, porque quien convoca y llama a vivir as\u00ed es Jesucristo, y no las simpat\u00edas, sensibilidades o ideolog\u00edas que sabemos tienen fecha de caducidad.
\nNo se puede ser servidor de los j\u00f3venes si antes no se es hermano en Jes\u00fas. No podemos lanzarnos a la misi\u00f3n si previamente no llevamos a Dios dentro y no lo buscamos ni compartimos ni celebramos con los dem\u00e1s miembros de la comunidad cristiana a la que pertenecemos. La vida apost\u00f3lica exige la comunitariedad y ofrece la comunidad a los j\u00f3venes para que progresivamente se responsabilicen de ella, la sientan suya y asuman compromisos que les posibiliten ser actores de la propia comunidad eclesial.
\nJes\u00fas reclut\u00f3 al grupo de los Doce y les acompa\u00f1\u00f3, comparti\u00f3 la vida de ellos gracias a una fuerte proximidad y cercan\u00eda, comiendo con ellos, peregrinando de aqu\u00ed para all\u00e1, orando juntos, etc. Jes\u00fas supo abrirles el apetito sobre su persona, suscitar en ellos el acto de fe, otorgarles responsabilidades en funci\u00f3n de sus posibilidades personales, hasta el punto que se sintieron tan vinculados a \u00c9l que reorientaron sus vidas para invertirlas al servicio del Reino de Dios.
\nUnido a ese estilo de vida original que surge de la conversi\u00f3n al Evangelio vivido en comunidad, es necesario que los animadores de j\u00f3venes valoren los contenidos de la fe, la celebraci\u00f3n sacramental y la \u00e9tica personal y social, posean una formulaci\u00f3n actualizada de la misma, reciban la herencia de sus predecesores y m\u00e1s que repetirla, la actualicen, la ilustren y la reformulen siguiendo el magisterio de la Iglesia.
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\nUn programa formativo atractivo y consistente<\/strong>
\nAunque toda la comunidad cristiana ha de evangelizar, solo algunos realizan esa misi\u00f3n en medio de los j\u00f3venes. Y entre los miembros de la comunidad cristiana concreta, se necesitan cristianos j\u00f3venes y adultos que sean l\u00edderes y ejerzan un liderazgo de corte comunitario desde una clara identificaci\u00f3n comunitaria y eclesial. Para ello se requiere de la reconstrucci\u00f3n de un maduro sentido de pertenencia eclesial en el clima de la cultura actual.
\nLa formaci\u00f3n de un cristiano evangelizador de j\u00f3venes ha de tener en cuenta su doble condici\u00f3n: cristiano y evangelizador de j\u00f3venes. Como cristiano ha de cuidar su experiencia personal de fe que ayude a iniciar en la experiencia religiosa cristiana a las nuevas generaciones. Como animador requiere de una serie de capacidades para encontrarse con los j\u00f3venes en sus diversos contextos, conectar con ellos desde ellos, ofrecer itinerarios personalizados, emplear con soltura din\u00e1micas de animaci\u00f3n pastoral, compartir con humildad su propia experiencia creyente y proponer una fuerza para vivir que ilusione, adhiera y active a un deseo de seguir profundizando, compartiendo y celebrando la fe con otros.
\nEsta formaci\u00f3n pastoral exige partir de los j\u00f3venes concretos, centr\u00e1ndose en su persona y la realidad que les rodea, desarrollando una pastoral de la encarnaci\u00f3n en el mundo de los j\u00f3venes.
\nEsta propuesta formativa persigue, ante todo, que los educadores amen, conf\u00eden y esperen en los j\u00f3venes. Si esta experiencia de amar, confiar y esperar no se proporciona en dichos espacios formativos, el esfuerzo invertido ser\u00e1 insuficiente. La formaci\u00f3n debe tocar el coraz\u00f3n, evangelizar y recolocar al animador cristiano hasta el punto de convertirse a los j\u00f3venes, creer en ellos, acogerles incondicionalmente, orar con y por ellos, celebrar juntos la fe, acompa\u00f1arles en sus b\u00fasquedas\u2026, en definitiva, nacer de nuevo volviendo a creer con los j\u00f3venes.
\nComo expresan acertadamente los obispos de Quebec, no se trata de reunir recursos sino, m\u00e1s bien, de descubrir la fuente de la fe en el ras de la vida, extrayendo la experiencia espiritual que brota de la vida, que hace presentir lo esencial, que despierta, que pone en marcha, que hace vivir.
\nUn programa formativo atractivo y consistente exige acoger la invitaci\u00f3n de re-articular lo esencial del mensaje evang\u00e9lico para nuestros d\u00edas, proponer modalidades de itinerarios adaptados a una pastoral juvenil diferente que permita acompa\u00f1ar a los j\u00f3venes a vivir en plenitud a partir de un lugar singular y original. Este programa formativo debe ayudar a la persona a entrar en contacto con lo que ella misma es y aspira a ser, teniendo fe en ese proceso de crecimiento y de experimentarlo en lo cotidiano.
\nAhora bien, no podemos quedarnos ah\u00ed. Necesitamos cristianos j\u00f3venes y adultos con una fe ilustrada que den raz\u00f3n de su esperanza en estos tiempos que ofrecen una nueva oportunidad para el Evangelio. Por ello, el programa de la formaci\u00f3n pastoral requiere abordar cuestiones esenciales relativas a la teolog\u00eda, la espiritualidad, la pedagog\u00eda y la comunicaci\u00f3n con una metodolog\u00eda experiencial, flexible, interactiva, de s\u00edntesis de contenidos que var\u00ede seg\u00fan la tem\u00e1tica y siempre con una aplicaci\u00f3n pastoral que sea contrastada y evaluada por un tutor asignado por la organizaci\u00f3n que promueve la formaci\u00f3n pastoral.
\nFinalmente esta experiencia formativa debe ilusionar a los educadores a vivir su fe, enriquecerla con otros carismas y ministerios, expresarla con sus propias palabras, actualizando lenguajes y s\u00edmbolos que conecten con los j\u00f3venes que acompa\u00f1a. Los espacios formativos han de contagiar esas ganas inmensas por proponer la fe a los j\u00f3venes de hoy.<\/p>\n
\n[1]<\/a> El\u00edas Yanes \u00c1lvarez, Sal Terrae y la formaci\u00f3n del clero<\/em>, Sal Terrae 1153 (2011) 169.
\n[2]<\/a> EN 14.
\n[3]<\/a> Benedicto XVI, Carta a don Pascual Ch\u00e1vez Villanueva, Rector Mayor de los Salesianos, con ocasi\u00f3n del Cap\u00edtulo general XXVI, 1 de marzo de 2008, n. 4.
\n[4]<\/a> Hechos 2,37.
\n[5]<\/a> 2 Corintios 5,20.
\n[6]<\/a> Mac 10,17.
\n[7]<\/a> Juan 14, 26.
\n[8]<\/a> DV 8.
\n[9]<\/a> \u2018Mater e magistra\u2019, es el t\u00edtulo de una hermosa enc\u00edclica de Juan XXIII.
\n[10]<\/a> Cfr. http:\/\/www.unesco.org\/education\/pdf\/DELORS_S.PDF
\n[11]<\/a> DGC, 127.
\n[12]<\/a> Caritas in Veritate, 18.
\n[13]<\/a> Cfr. AA.VV, Pastorale Giovanille: sfide, prospettive ed esperienze<\/em>, Elledici, Leumann (Torino), 2003.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"