{"id":7260,"date":"2011-07-01T00:00:42","date_gmt":"2011-06-30T22:00:42","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7260"},"modified":"2011-07-01T00:00:42","modified_gmt":"2011-06-30T22:00:42","slug":"el-tema-de-la-familia-en-el-cine-infantil-actual","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-tema-de-la-familia-en-el-cine-infantil-actual\/","title":{"rendered":"EL TEMA DE LA FAMILIA EN EL CINE INFANTIL ACTUAL"},"content":{"rendered":"
Jes\u00fas Villegas Jes\u00fas Villegas<\/p>\n Jes\u00fas Villegas Pretendo en este estudio repasar algunas de las producciones cinematogr\u00e1ficas de las \u00faltimas tres temporadas (2009-2011) dirigidas a un p\u00fablico infantil, con la intenci\u00f3n de analizar c\u00f3mo aparece representada la idea de familia en las mismas. Parto de la premisa de que, de alguna manera, las pel\u00edculas abordan sus tem\u00e1ticas siempre desde […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[66,1514,94],"tags":[],"class_list":["post-7260","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-jesus-villegas","category-materiales-414_415","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7260","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7260"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7260\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7260"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7260"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7260"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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\nPretendo en este estudio repasar algunas de las producciones cinematogr\u00e1ficas de las \u00faltimas tres temporadas (2009-2011) dirigidas a un p\u00fablico infantil, con la intenci\u00f3n de analizar c\u00f3mo aparece representada la idea de familia en las mismas. Parto de la premisa de que, de alguna manera, las pel\u00edculas abordan sus tem\u00e1ticas siempre desde una perspectiva pr\u00f3xima a la realidad hist\u00f3rica en la que estas se fraguan. Es decir, presupongo que los modelos, los conflictos, las virtudes o las carencias en torno a la instituci\u00f3n familiar detectados en los argumentos de un determinado periodo proceder\u00e1n de forma directa, subliminal o simb\u00f3lica del momento hist\u00f3rico en que estas obras se gestan. Se me objetar\u00e1 que una creaci\u00f3n concreta, de un autor o un equipo determinado, con una nacionalidad dada no puede considerarse un documento taxativo sobre la propia vida: es cierto. A\u00f1adir\u00eda, adem\u00e1s, que hay ideas sobre los v\u00ednculos familiares que aparecen en el cine de hoy, pero ya estaban presentes en nuestro sustrato cultural (en los cuentos de hadas, la religi\u00f3n, el arte o la mitolog\u00eda, por ejemplo) como t\u00f3picos: la madre protectora, el padre autoritario, el enfrentamiento entre hermanos\u2026 No obstante, salvados estos escollos, al final creo que en las pel\u00edculas siguen reconoci\u00e9ndose en forma de indicios las muescas de la realidad m\u00e1s palpitante. Y, aunque deba relativizarse su valor como afirmaciones categ\u00f3ricas sobre los avatares de la realidad, nadie puede negar su utilidad como interrogantes abiertos. Como he advertido otras veces en estas p\u00e1ginas, vamos a hablar de familias de cine, pero a lo mejor esas ficciones iluminan una zona de realidad que sin la concurrencia de estas obras podr\u00eda pasarnos en gran parte desapercibida.
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\nFAMILIAS EN VERSI\u00d3N SINIESTRA<\/strong>
\nLos mundos de Coraline <\/em><\/strong>y Donde viven los monstruos<\/em><\/strong>
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\nHay pel\u00edculas infantiles que tocan la tem\u00e1tica familiar de forma tangencial, pero hay otras que sit\u00faan en el centro de su trama ese contenido, como estas dos fant\u00e1sticas creaciones. Ambas, adem\u00e1s, se dirigen en apariencia a un p\u00fablico infantil, aunque su poes\u00eda, su tono, su pulsaci\u00f3n y su sentido \u00faltimo solo pueden ser captados en su totalidad por un adulto.
\nLos mundos de Coraline<\/em><\/strong> cuenta la historia de una ni\u00f1a que acaba de mudarse a una nueva casa en medio del campo. Sus padres est\u00e1n tan ocupados en sus trabajos que apenas tienen tiempo para ella. A trav\u00e9s de una misteriosa puerta, nuestra protagonista acceder\u00e1 a un mundo paralelo habitado por otra madre y otro padre, id\u00e9nticos en apariencia a los primeros, salvo porque sus ojos son botones y, lo que es m\u00e1s importante, porque siempre tienen tiempo para su hija y para la diversi\u00f3n. Poco a poco se descubrir\u00e1 que ese universo de maravilla es en el fondo una gran tela de ara\u00f1a tejida por una bruja, que ha asumido la apariencia de la madre de Coraline para atrapar su alma. Al final la ni\u00f1a protagonista lograr\u00e1 escapar de ese reino solo en apariencia seductor y aceptar la peculiar idiosincrasia de sus padres, con sus defectos\u00a0 y virtudes.
\nEn esta soberbia e inquietante pel\u00edcula de animaci\u00f3n una preadolescente solitaria y sensible que reside en un mundo gris vive un proceso interior de maduraci\u00f3n. En esencia, abandona la tentaci\u00f3n de la fantas\u00eda escapista para acomodar su existencia a los rigores de la realidad: en otras palabras, crece. Para habitar siempre en un mundo maravilloso Coraline deber\u00eda arrancarse los ojos y sustituirlos por botones: inspirada met\u00e1fora de un idealismo ingenuo e infantil que prefiere refugiarse en sue\u00f1os en lugar de asentarse en la realidad, por mucho que esta nos parezca insuficiente.
\nEn este mismo sentido, el conflicto familiar de Coraline, m\u00e1s que resolverse, se integra, se procesa, se naturaliza. Si sus padres estaban al principio puestos en cuesti\u00f3n, al final no han dejado de ser los mismos: solo la mirada de la protagonista ha evolucionado. Los dos se dedican a escribir libros sobre plantas, pero, como dice su hija, no soportan la tierra ni tienen tiempo para cultivar flores. En el sutil entramado simb\u00f3lico de la pel\u00edcula, uno de los mayores atractivos del mundo paralelo es un jard\u00edn maravilloso, cuyas sendas trazan un dibujo del rostro de Coraline: ese que unos padres ocupad\u00edsimos han dejado de lado y apenas cuidan. Pero no todo es una cr\u00edtica acerba: la pel\u00edcula termina con la fiesta del jard\u00edn, momento en el que entre todos los miembros de la familia comienzan a sembrar las tierras yermas que circundan la vivienda. Entre el mundo mon\u00f3tono, uniformado y aburrido que asfixiaba a Coraline y aquel para\u00edso multicolor pero tramposo en el que pretendi\u00f3 refugiarse se encuentra este peque\u00f1o huerto en construcci\u00f3n al que deben consagrarse las tres c\u00e9lulas de una unidad familiar bastante semejante a la que podemos encontrar hoy en muchos hogares.
\nDonde habitan los monstruos<\/em><\/strong> tambi\u00e9n nos habla de las dificultades de convivir en familia y de la necesidad de aceptar sus imperfecciones, sus limites, sus vacios. Max vive con su madre separada y con su hermana. La primera tambi\u00e9n, como los padres de Coraline, est\u00e1 muy ocupada con su trabajo. Por otra parte, intenta reconstruir su vida afectiva, algo que a Max le cuesta comprender. La segunda es una adolescente que apenas presta atenci\u00f3n a su hermano, incluso permite que sus amigos destruyan el igl\u00fa que Max ha construido sin salir en su defensa. En un determinado momento, el protagonista explota en casa y, despu\u00e9s de morder a su madre y de decirle que la odia, huye a refugiarse a una isla habitada por monstruos. All\u00ed lo coronan rey. Su misi\u00f3n ser\u00e1 intentar reconstruir la familia que ha perdido en su casa en este territorio fabuloso y salvaje. No obstante, sus denodados esfuerzos por crear una especie de para\u00edso de afecto y convivencia con sus amigos los monstruos chocar\u00e1n una y otra vez con dificultades, con problemas y desajustes, hasta que, al final, tras reconocer que solo es Max, no un rey, entienda y asuma las dificultades asociadas al hecho de formar una familia como parte consustancial de esta instituci\u00f3n. Entonces, por fin, perdona a su madre, se perdona a s\u00ed mismo y regresa a casa.
\nQuiz\u00e1s uno de los logros m\u00e1s interesantes de esta genial pel\u00edcula sea la maestr\u00eda con que los conflictos del protagonista (su mal comportamiento, su sensaci\u00f3n de soledad y abandono familiar, el miedo a la p\u00e9rdida del para\u00edso infantil y el consiguiente dolor de crecer\u2026) se materializan de forma imaginaria en esa isla a la que arriba tras una traves\u00eda nocturna. El lugar donde habitan los monstruos es la propia conciencia de Max, pues todo su mundo real y sus anhelos se encuentran reflejados en ese espacio mediante sutiles recurrencias, rimas, alusiones\u2026 Las situaciones y sentimientos de Max en su casa se corresponden con episodios, comentarios y motivos en este reino an\u00e1rquico creado a imagen y semejanza de sus propios conflictos. El l\u00edder de los monstruos, Karol, ser\u00eda el alter ego de Max: no en vano aparece por primera vez destruyendo todas las caba\u00f1as de sus cong\u00e9neres, pues pretende que todos vuelvan a vivir juntos, formando una pi\u00f1a, a fin de recuperar una supuesta armon\u00eda pret\u00e9rita perdida. K.V. representar\u00eda a la hermana de Max: tiene dos amigos, las lechuzas Bob y Terry, y eso ha provocado que Karol se sienta traicionado mientras percibe que todo se resquebraja\u2026 As\u00ed una y otra vez la pel\u00edcula conecta la aventura exterior con el conflicto interior de Max. El descubrimiento por parte del ni\u00f1o de que ni las circunstancias ni las personas se amoldan a nuestros deseos le permitir\u00e1 regresar a casa liberado de frustraciones, pero con ese melanc\u00f3lico poso de amargura en la conciencia que se llama, como en la pel\u00edcula anterior, crecimiento.
\nLos mundos de Coraline<\/em><\/strong> y Donde viven los monstruos <\/em><\/strong>presentan versiones duplicadas de familias (reflejos simb\u00f3licos, formas invertidas: otra madre \u2013 otro padre\/un clan de monstruos) con el fin de evidenciar los l\u00edmites y las virtudes de esta instituci\u00f3n en la realidad. En estas dos interesantes obras aparecen modelos familiares que no sacian las necesidades de los ni\u00f1os que en ellos se integran, pero a la vez los protagonistas acaban por reconocer que su insuficiencia no deja de resultar acogedora cuando se valora en ella lo que ofrece y no tanto aquello de lo que carece. Tambi\u00e9n coinciden ambas propuestas en vincular los procesos de sus protagonistas con el abandono de la inocencia infantil. Coraline y Max vivir\u00e1n sendas aventuras que, entre otras cosas, les obligar\u00e1n a reconocer que sus padres no act\u00faan de acuerdo a sus deseos absolutos, que en el mundo existen la soledad, la monoton\u00eda y la tristeza, y, lo m\u00e1s importante, que ser familia, adem\u00e1s de un legado, es un proceso costoso y conflictivo, sujeto tambi\u00e9n a la posibilidad del fracaso y a la pr\u00e1ctica del esfuerzo.
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\nFAMILIA EN VERSI\u00d3N SINIESTRA II<\/strong>
\nShrek IV<\/em><\/strong> y Enredados<\/em><\/strong>
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\nEn las dos pel\u00edculas con las que hemos iniciado este estudio se jugaba con el constructo imaginario del doble: tanto la familia de Coraline como la de Max eran diseccionadas mediante el procedimiento de \u201ccarearlas\u201d con sus propios reflejos, sus dobles subconscientes, pasados en ambos casos por los filtros expresivos de la imaginaci\u00f3n y la poes\u00eda. En Shrek IV<\/em><\/strong> se analizan las fortalezas y debilidades de la instituci\u00f3n familiar utilizando otro procedimiento que, sin embargo, consigue el mismo efecto, a saber, actuar como una especie de lente de aumento: si en los casos anteriores se recurr\u00eda al viaje al otro lado del espejo para entender a fondo la realidad, en la \u00faltima pel\u00edcula de la saga del ogro verde se opta por la alternativa radical de negar un elemento sustancial de esta: \u00bfqu\u00e9 ser\u00eda de una vida concreta si le cambiamos un constituyente clave en su configuraci\u00f3n o, por ejemplo, si transitamos un camino diferente en las bifurcaciones que van constituyendo su destino? En concreto, \u00bfqu\u00e9 pasar\u00eda con Shrek si no hubiera conocido a Fiona y no se hubiera casado con ella? No hace falta ser muy perspicaz para identificar en esta hip\u00f3tesis algunos de los motivos y obsesiones m\u00e1s candentes en nuestras modernas sociedades, a saber, la creencia de que la vida familiar agosta, recorta, zanja las posibilidades de realizaci\u00f3n personal de los individuos concretos.
\nShrek, casado y con tres hijos, pasa por una terrible crisis de identidad. Siente que ha llegado a construir una familia a costa del sacrificio tanto de su libertad como de sus verdaderos anhelos y fuentes de satisfacci\u00f3n. Como ocurr\u00eda al protagonista de la inolvidable \u00a1Qu\u00e9 bello es vivir!<\/em><\/strong> al protagonista de nuestra historia se le permitir\u00e1 revivir su existencia suprimiendo el hecho clave que la ha configurado: all\u00ed, su propio nacimiento, aqu\u00ed, el rescate de Fiona y su posterior matrimonio con ella. La odisea de Shrek al final le llevar\u00e1 a constatar que toda su existencia cobra verdadero sentido en el amor y en el resultante proceso de construcci\u00f3n de una familia. Para que la lecci\u00f3n resulte m\u00e1s contundente, no solo el propio mundo privado de nuestro entra\u00f1able monstruo, sino toda la realidad circundante padecer\u00eda una asfixiante grisura sin la intervenci\u00f3n clave de este h\u00e9roe tan singular. Sometidos al gobierno dictatorial deRumpelstiltskin y de sus secuaces, las brujas, los habitantes del reino de Muy Lejano, en este mundo hipot\u00e9tico sin el concurso de Shrek, sobreviven mal que bien, mientras los ogros, encabezados por la rebelde Fiona, luchan en guerrillas por una libertad casi imposible. Cuando Shrek se comprometa (en el doble sentido: por la causa pol\u00edtica de los ogros; por la historia emocional con Fiona) las aguas volver\u00e1n a su cauce y la realidad matrimonial, con sus aristas, podr\u00e1 ser apreciada en su justa y gratificante medida.
\nShrek IV<\/em><\/strong> plantea un conflicto eminentemente adulto y me atrever\u00eda a decir que sobre todo masculino: m\u00e1s all\u00e1 del \u201cy vivieron felices\u201d con el que rematan las historias rom\u00e1nticas se extiende la realidad cotidiana, y esa est\u00e1 forjada a menudo de situaciones que se repiten, peque\u00f1os incordios, mon\u00f3tonos h\u00e1bitos, aconteceres previsibles\u2026 Nuestro ogro considera ese d\u00eda eternamente repetido de la vida corriente no un para\u00edso perpetuo, sino una forma de condena. En la discusi\u00f3n que desatar\u00e1 el conflicto, Fiona pretende que su marido valore todo lo que ha conseguido (una mujer, unos hijos maravillosos, un mont\u00f3n de amigos\u2026), por contraposici\u00f3n a esa tendencia a recrearse en el recuento de lo que se ha sacrificado. Pero, como ocurr\u00eda con Coraline o Max, Shrek necesitar\u00e1 ver, tocar, sentir la ausencia de lo verdadero e importante para valorar en su justa medida su trascendencia. Las historias de aquellos dos ni\u00f1os supon\u00edan un rito de paso que les permit\u00eda franquear las puertas de la infancia; la de Shrek supondr\u00e1 que deje la inmadurez afectiva para ingresar en una madurez emocional aut\u00e9nticamente asumida\u2026
\nEnredados <\/em><\/strong>transita tambi\u00e9n la morfolog\u00eda del cuento de hadas. En este caso la familia siniestra, como contraposici\u00f3n a la real, se encarna en una falsa madre: Rapunzel es secuestrada, siendo un beb\u00e9, por la bruja Gothel, quien la encierra en una alt\u00edsima y rec\u00f3ndita torre. Se hace pasar por su madre, con el \u00fanico prop\u00f3sito de beneficiarse de las virtudes m\u00e1gicas de los cabellos de la princesa, capaces de proporcionarle la juventud. Para Rapunzel, Gothel es su verdadera madre y, en consecuencia, su historia consistir\u00e1, en parte, en alcanzar la libertad y desembarazarse del universo represivo al que aquella la ha condenado. No es balad\u00ed que la historia ocurra en torno al decimoctavo cumplea\u00f1os de la muchacha porque, de nuevo, la historia particular pretende desarrollar un conflicto vital com\u00fan a todos los seres humanos, en este caso, el paso de la juventud a la adultez, simbolizado en esta edad. Antes hemos hablado de pel\u00edculas que trazaban un recorrido de ida y vuelta: de familias en conflicto a sus reflejos inconscientes o siniestros (o a sus ausencias, en Shrek<\/em><\/strong>) para regresar con cierta paz reconquistada al punto de partida. En este caso se parte de una imagen perversa de familia para avanzar hacia una opci\u00f3n verdadera, insinuada tibiamente al principio y apuntada al final solo en bosquejo en la figura del matrimonio real, la aut\u00e9ntica familia de Rapunzel.
\nLa bruja\/madre Gothel persigue una y otra vez transmitir a Rapunzel la idea de que el mundo es un lugar oscuro, ego\u00edsta y cruel. Una de las canciones centrales de la pel\u00edcula desgrana esa idea: en su letra repite expresiones como \u201cmadre sabe m\u00e1s\u201d, \u201cmadre te protege\u201d, \u201cel mundo es siniestro\u201d, \u201csola no subsistir\u00e1s\u201d, \u201cte quiero mucho\u201d pero \u201cno me pidas que te saque jam\u00e1s de la torre\u201d\u2026 Esta manipulaci\u00f3n continua, que pretende la dependencia de la muchacha (mientras Rapunzel permanezca enclaustrada no descubrir\u00e1 su verdadero origen regio y Gothel tendr\u00e1 garantizada su juventud) guarda concomitancias con el modelo de familia actual ultraprotectora, temerosa de que sus miembros entren en contacto con una realidad trufada de supuestos peligros. En ambos casos, mientras se insiste en que la cara siniestra del mundo est\u00e1 fuera del reducto protector, en realidad se acaba descubriendo que son las cuatro paredes de la jaula de marfil levantada en casa las que configuran una opresiva y viciada realidad.
\nTampoco resulta casual la obsesi\u00f3n de Gothel por la juventud ni su egocentrismo desaforado,\u00a0 ni siquiera las tretas de chantaje emocional que una y otra vez utiliza con su supuesta hija para manipularla. De nuevo podr\u00edamos conectar estos elementos con tendencias reconocibles en la instituci\u00f3n familiar hoy en d\u00eda, como el miedo a envejecer, aguzado por el progresivo desarrollo de los propios v\u00e1stagos, la consagraci\u00f3n de los progenitores a su proyecto personal\/profesional en detrimento del cultivo de la vida familiar o la mala gesti\u00f3n de las emociones y de la comunicaci\u00f3n entre padres-madres e hijos. Aunque Gothel es una \u201cfalsa madre\u201d, sus comportamientos aluden a madres\/padres ciertos que, sin embargo, ejercen con torpeza sus responsabilidades. A este respecto, me gustar\u00eda recordar la escena de la presentaci\u00f3n de Gothel y Rapunzel en la torre. Mientras ambas se miran en el espejo, la madre comenta: \u201cveo a una joven bella, fuerte y segura de s\u00ed misma\u2026 Y tambi\u00e9n te veo a ti\u201d. Aunque Gothel pretende atenuar el calado corrosivo de su comentario con unas palabras que advierten de que se trata de una mera broma, me parece un momento revelador, que nos permite equiparar lo que estamos viendo en la pantalla con ciertas constantes de nuestro mundo, en el que cada vez resulta m\u00e1s dif\u00edcil ejercer una maternidad\/paternidad responsable cuando se siente que esta interfiere (recordemos Shrek<\/em><\/strong>) las\u00a0 potencialidades de realizaci\u00f3n personales. Si al mirar a los otros solo me veo a m\u00ed (Max en Donde viven los monstruos <\/em><\/strong>tambi\u00e9n padec\u00eda esa enfermedad\u2026, pero solo era un ni\u00f1o peleando por no dejar de serlo) la crisis de la instituci\u00f3n familiar est\u00e1 servida.
\n\u00a0<\/strong>
\nFAMILIAS EN CONFLICTO<\/strong>
\nFant\u00e1stico Mr. Fox<\/em><\/strong>
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\nLa operaci\u00f3n llevada a cabo con el material literario en el que se inspira esta brillante pel\u00edcula de animaci\u00f3n se encuentra muy cerca del proceso emprendido conDonde viven los monstruos.<\/em><\/strong> Una historia de partida netamente infantil se ha llenado de matices, conflictos y zonas de sombra de origen adulto. Al final en los dos casos se obtienen productos dirigidos\u00a0 al p\u00fablico menudo, pero cuya complejidad apela en muchos momentos a un espectador m\u00e1s experimentado.
\nEn concreto, la trama pr\u00edstina, directa, felizmente salvaje de El superzorro <\/em><\/strong>de Roald Dahl da paso a una pel\u00edcula en la que la historia se pliega y profundiza. Su personaje central, as\u00ed mismo, pierde su car\u00e1cter heroico, o al menos lo aten\u00faa. Lo mismo sucede con la familia del protagonista: la mam\u00e1 Zorra y los cuatro zorritos que viv\u00edan en arm\u00f3nica unidad pasan a ser ahora una esposa que debe torear con la irresponsabilidad de su marido o un hijo \u00fanico acomplejado por la fama del padre y las cualidades intachables de su primo, Kristofferson, al que han acogido en su madriguera.
\nMister Fox, el protagonista de la historia, no se resigna a una existencia buc\u00f3lica en una madriguera. \u00c9l quiere habitar en un \u00e1rbol con vistas al exterior y dar rienda suelta a sus instintos animales para la caza. Su afici\u00f3n a la rapi\u00f1a ocasionar\u00e1 que Boogis, Bunce y Bean, los terribles granjeros cuyas propiedades asalta, emprendan una caza inmisericorde que est\u00e1 a punto de acabar con todos los animales subterr\u00e1neos de la zona. A la par que se vive este proceso, Ash, su hijo, deber\u00e1 luchar por vencer sus propios miedos: la convivencia con Kristofferson motiva que se sienta distinto, inferior, casi rid\u00edculo. Llega a pensar que para su padre su primo encarna todas aquellas cualidades que \u00e9l no puede ofrecerle, como si en uno Mr Fox viera las trazas del joven excepcional que fue en el pasado, mientras en el otro solo pudiera hallar un rid\u00edculo y torpe proyecto de zorro.
\nEl \u201csuperzorro\u201d del original literario es aqu\u00ed un ser egoc\u00e9ntrico, irresponsable, caprichoso, insensible con su propio hijo, mentiroso e incapaz de cumplir sus compromisos. Es cierto que todo esto convive con el carisma, el optimismo, la valent\u00eda, la dignidad, el afecto o el ingenio, pero la fusi\u00f3n de esos rasgos de personalidad contradictorios complican esta figura paterna hasta l\u00edmites insospechados, algo muy acorde con las tumultuosas formas de paternidad que hoy en d\u00eda nos encontramos en la realidad. Del mismo modo, los celos de Ash, la relaci\u00f3n de admiraci\u00f3n y odio hacia su primo, aunque al final se corrijan en un ejercicio de superaci\u00f3n muy interesante, nos hablan sin tapujos de la presi\u00f3n que muchos v\u00e1stagos sienten hoy en d\u00eda por satisfacer la ambiciones de sus progenitores, agobiados por alcanzar las expectativas que los mismos han depositado en ellos. El miedo a defraudar, a ser menos que lo que el otro supuestamente espera de m\u00ed, act\u00faa como revulsivo insano, m\u00e1s bien como impedimento para la construcci\u00f3n de la persona. Aunque al final se descubre que todo ha sido un espejismo de Ash y que Mister Fox ama (o dice amar) a su hijo tal y como es, con sus debilidades y su fondo de grandeza, el recorrido de la relaci\u00f3n entre ambos est\u00e1 ba\u00f1ado de sombras y, en \u00faltimo extremo, apunta de nuevo a otras cuestiones sin duda palpitantes como la incomunicaci\u00f3n familiar, la necesidad de reconocimiento mutuo entre padres e hijos o la obligaci\u00f3n de ir ajustando nuestra mirada y nuestro concepto de aquellos con los que convivimos a medida que ellos evolucionan, crecen, maduran.
\nEl itinerario de Mister Fox y los suyos va de la madriguera al \u00e1rbol, para acabar de nuevo en el fondo de la tierra. En este proceso de ascensi\u00f3n y ca\u00edda, la ambici\u00f3n del protagonista ha terminado por ocasionar su ruina pero, a cambio de perderlo todo, ha logrado ganar una familia. Semejante odisea hacia el fondo f\u00edsico (los zorros cavan y cavan huyendo del acoso depredador de sus perseguidores) y an\u00edmico permite un viaje inici\u00e1tico tanto hacia la propia identidad (Mister Fox se pregunta una y otra vez por su condici\u00f3n) como a las entra\u00f1as de esa instituci\u00f3n, la familia, que se sostiene en el delicado equilibrio de los afectos puestos en juego.
\n
\nORFANDADES Y OTRAS CARENCIAS<\/strong>
\nGru, mi villano favorito, Up<\/em><\/strong>
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\nLa madre de Max, de Donde viven los monstruos, <\/em><\/strong>\u00a0estaba separada; los protagonistas de Astro boy <\/em><\/strong>o Como entrenar a tu drag\u00f3n <\/em><\/strong>son hu\u00e9rfanos de madre; Rapunzel convive solo con Gothel, su falsa madre;\u00a0 el ni\u00f1o de The secret of Kells <\/em><\/strong>vive en un monasterio con su t\u00edo, el abad, tras la p\u00e9rdida de su familia. En la saga de Toy story <\/em><\/strong>el ni\u00f1o due\u00f1o de los juguetes no aparece acompa\u00f1ado jam\u00e1s por la figura paterna\u2026 Sin af\u00e1n de ser exhaustivo, podemos concluir que no es un argumento extra\u00f1o al cine infantil actual el de las familias sin referente materno o paterno, algo que la realidad tambi\u00e9n ha vuelto com\u00fan de mil maneras diferentes.
\nGru, mi villano favorito<\/em><\/strong> desgrana la historia de c\u00f3mo tres ni\u00f1as hu\u00e9rfanas dejan de serlo a la par que un mal\u00e9volo supervillano descubre sus instintos paternos y adopta a esas tres criaturas con toda su alma. Esta previsible y no por ello menos divertida pel\u00edcula presenta, de nuevo, una versi\u00f3n siniestra de familia que, en este caso, va evolucionando hacia formas convencionales de relaci\u00f3n. Quiz\u00e1s el punto de llegada (el malvado Gru convertido en un padre ejemplar y afectuoso) peque de demasiado almibaramiento y apenas ofrezca nada de inter\u00e9s o de sorpresa, pero su arranque est\u00e1 trufado de corrosivos apuntes que nos revelan algunos detalles significativos sobre la tem\u00e1tica que estamos abordando. Adem\u00e1s, el juego de aproximar extremos irreconciliables, a saber, el criminal maligno e insensible y las tres dulces huerfanitas convergiendo en un canto a las mieles de la paternidad y de la familia, aunque se salda con un resultado harto blando, apuesta por proponer lo que tambi\u00e9n se postula en muchas otras pel\u00edculas: en un mundo cada vez m\u00e1s reacio a las diversas facetas del compromiso familiar (fidelidad conyugal, relaciones paterno \u2013 materno filiales\u2026) sigue siendo una fuente de satisfacci\u00f3n y plenitud incuestionable el correcto ejercicio de todas esas responsabilidades. Que se opte por caricaturas que van humaniz\u00e1ndose (en este caso quiz\u00e1s m\u00e1s de lo debido) vuelve m\u00e1s pl\u00e1stica y evidente la lecci\u00f3n.
\nEn la vertiente m\u00e1s provocadora de la pel\u00edcula destaca, por ejemplo, la relaci\u00f3n entre Gru y su madre. Este v\u00ednculo est\u00e1 dibujado a partir del modelo de maternidad opresiva y castrante. En los recuerdos de la infancia de Gru, esta lo humilla una y otra vez, se burla de su torpeza y de sus sue\u00f1os. La frase que m\u00e1s veces sale de su boca es \u201cBah\u201d, respuesta habitual a cualquier logro del muchacho. Cuando este, siendo a\u00fan un ni\u00f1o, le expresa su deseo de volar a la luna, la respuesta que escucha es algo as\u00ed como que no env\u00edan monos a nuestro sat\u00e9lite\u2026 A\u00f1os despu\u00e9s, esta mujer insiste una y otra vez en minusvalorar los \u00e9xitos delictivos de su hijo. Cuando la madre ha reblandecido en parte su \u00e1cido car\u00e1cter y ense\u00f1a fotos de Gru a sus reci\u00e9n conocidas nietas, este aparece vestido en los retratos de ni\u00f1a. La guinda c\u00ednicamente dulce de tan envenenado pastel se produce al final de la pel\u00edcula, cuando comenta a su hijo que est\u00e1 orgullosa de \u00e9l porque ha logrado ser casi tan buen padre \u00a1como ella madre!\u2026 De nuevo se reconduce hacia lo pol\u00edticamente correcto la escena con la inclusi\u00f3n por parte de la anciana de la coda \u201cmejor incluso\u201d, pero ya estaba todo dicho en su justa intensidad en los anteriores momentos.
\nTambi\u00e9n Margo, Agnes y Edith sufren su particular infierno afectivo. En el orfanato la encargada estirada y fr\u00eda las trata con una innecesaria distancia. Las ni\u00f1as no son nada m\u00e1s que vendedoras de dulces con que sanear las arcas de la entidad. Cuando no cumplen los objetivos comerciales previstos son encerradas en una caja, la llamada \u201cCasa de la Verg\u00fcenza\u201d\u2026
\nGru ha llegado a ser un hombre desafecto y en apariencia hostil a consecuencia de ese cruel proceso educativo. Bastar\u00e1 que tres ni\u00f1as dulces y cari\u00f1osas busquen las partes blandas de su coraza para que surja el afectuoso ser que se albergaba tras la parafernalia del ego\u00edsmo y el mal. Dos formas de orfandad, pues, la de Gru, con una madre tir\u00e1nica y de obscena brutalidad, y la de las tres ni\u00f1as, mal paradas en una instituci\u00f3n inhumana, al final se al\u00edan y permiten que unos afectos reprimidos afloren.
\nUp <\/em><\/strong>alcanza cotas de maestr\u00eda indiscutibles en todos los planos de su realizaci\u00f3n, tambi\u00e9n en el tem\u00e1tico. La valent\u00eda de situar en el protagonismo de la historia a un anciano y a un ni\u00f1o torpe o la apuesta decidida por cantar valores en desuso como la vida matrimonial, el hogar o el compromiso se integran en un argumento de una intensidad emotiva incuestionable, que fluye con la excelencia t\u00e9cnica a la que Pixar nos tiene acostumbrados.
\nEn Up<\/em><\/strong> se recrea la historia de Carl, un hombre que decide cumplir el sue\u00f1o eternamente aplazado que \u00e9l y su mujer concibieron de j\u00f3venes: construir una casa junto a las Cataratas Para\u00edso, un lugar id\u00edlico en Sudam\u00e9rica. En una escena de montaje soberbia se nos resume la vida matrimonial de Carl y Ellie: as\u00ed nos enteramos de que no pudieron tener hijos, de c\u00f3mo se han pasado la vida ahorrando para cumplir su anhelo, pero los imprevistos cotidianos les han obligado una y otra vez a romper el bote de cristal donde acumulaban sus ahorros\u2026 De ese modo envejecieron. Cuando Carl por fin compra los billetes para su viaje, Ellie enferma y su aventura compartida se frustra definitivamente. Un tiempo despu\u00e9s, el anciano viudo, a punto de ser trasladado a una residencia, se las ingenia para llevarse la casa por los aires y emprender la m\u00e1s incre\u00edble de las aventuras\u2026
\nCarl descubrir\u00e1 paulatinamente que, en realidad, aunque no lograron culminar esta fantas\u00eda, \u00e9l y su esposa compartieron una existencia plena. Con inspiraci\u00f3n magistral, desde el principio de la pel\u00edcula vemos en manos de Ellie un \u00e1lbum de recuerdos. Hay una secci\u00f3n del mismo reservada para ser cubierta con la gran aventura de sus sue\u00f1os. Al final de la pel\u00edcula Carl descubre que esas p\u00e1ginas no est\u00e1n vac\u00edas, como \u00e9l sospechaba: en esa parte su mujer ha a\u00f1adido innumerables im\u00e1genes de los peque\u00f1os momentos felices que ambos tuvieron la suerte de vivir juntos\u2026 En ese transcurrir cotidiano adornado de peque\u00f1as cosas, de fragmentos de felicidad, reside la dicha m\u00e1s profunda\u2026 No ha sido necesario el gran viaje, porque cada recodo del camino diario ha sido trazado con la intensidad del amor.
\nEste proceso de valoraci\u00f3n de los peque\u00f1os momentos tambi\u00e9n se produce en Russell, el muchacho que, por error, se ve embarcado en la traves\u00eda a\u00e9rea con el anciano hacia las Cataratas Para\u00edso. Su vocaci\u00f3n de Explorador Intr\u00e9pido, que debe ayudar a los mayores para obtener la insignia que le falta en la pechera, no es m\u00e1s que un subterfugio para acercarse a un padre ausente. En una escena capital, despu\u00e9s de intentar plantar sin ning\u00fan \u00e9xito una tienda de campa\u00f1a, le confiesa a Carl que nunca ha montado una porque su padre jam\u00e1s est\u00e1. El muchacho vive con una mujer, de quien dice que no es su madre, y espera con anhelo el momento de la ceremonia de imposici\u00f3n de insignias, pues conf\u00eda en que su padre aparezca. Al igual que Carl rememora la relaci\u00f3n con su mujer, Russell recuerda los momentos felices vividos con su padre, en concreto, cuando ambos se sentaban en el bordillo a comer helados y contar coches. \u201cMe encanta ese bordillo. Las cosas que m\u00e1s recuerdo son las cosas aburridas\u201d. En el ep\u00edlogo veremos a Carl y Russell mientras comen un helado sentados en el bordillo: el padre no acudi\u00f3 al acto de entrega de insignias, pero una nueva forma familiar, constituida por esta pareja tan singular, ha paliado esta carencia.
\nCarl y Russell padecen dos formas de abandono muy frecuentes en las sociedades modernas: unos, los mayores, porque han dejado de ser productivos y resultan solo un anacronismo andante; otros, los peque\u00f1os, porque deben sufrir la falta de atenci\u00f3n y el descuido de quienes est\u00e1n demasiado ocupados para prestarles su tiempo. En Up<\/em><\/strong> estas dos soledades se vuelven solidarias y se animan a construir una nueva entidad familiar, que remite sin duda a ese modelo, tan frecuente hoy en d\u00eda, de unidades parentales en manos de abuelos y abuelas abnegados.
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\nEN EL NOMBRE DEL PADRE<\/strong>
\nAstro boy, C\u00f3mo entrenar a tu drag\u00f3n, Ponyo<\/em><\/strong>
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\nToby es hijo del doctor Tenma, un brillante cient\u00edfico. A consecuencia de un desgraciado accidente muere cuando su padre est\u00e1 probando una nueva arma de combate. A fin de reemplazarlo, el doctor construye a Astro Boy, un robot id\u00e9ntico al muchacho, al que ha dotado de los mismos sentimientos, recuerdos y mundo interior que el original. Pero al cabo de un tiempo, Tenma acaba por renegar de la r\u00e9plica: a pesar de que es perfecto, tan inteligente como su hijo, indistinguible en apariencia, le recuerda tanto que Toby no volver\u00e1, que apenas soporta su presencia. Astro Boy tomar\u00e1 entonces conciencia de su verdadera naturaleza, pues hasta ese momento ha cre\u00eddo ser el propio Toby. Emprender\u00e1 la huida en busca de su lugar en el mundo que, descubriremos al final, es ser una poderosa arma de combate para la paz\u2026 En el desenlace previsible de la pel\u00edcula, el doctor Tenma acepta a Astro Boy, pues, aunque no sea Toby, \u00a0sigue de alguna manera siendo su hijo.
\nEn\u00a0 el recorrido de Astro a la b\u00fasqueda del sentido de su existencia este cae desde Monte Sof\u00eda, el lugar selecto en el que viven las \u00e9lites, a Metrocity, la superficie populosa donde habita la gran mayor\u00eda de la poblaci\u00f3n y de la que se desgaj\u00f3 hace a\u00f1os el monte flotante del que el robot proviene. All\u00ed entrar\u00e1 en contacto con una serie de ni\u00f1os abandonados que sobreviven en los vertederos, acogidos bajo la tutela de Hamegg. Este hombre se dedica a reparar robots para que se enfrenten en brutales combates. Para Hamegg los robots son solo m\u00e1quinas sin sentimientos, por eso Astro se ver\u00e1 obligado a ocultar su verdadera naturaleza\u2026 Aunque Hamegg aparenta ser una especie de padre acogedor para todos los muchachos a los que protege, su crueldad con los robots nos descubre a un hombre insensible y cruel que solo se mueve por intereses econ\u00f3micos
\nEn Astro Boy, <\/em><\/strong>m\u00e1s all\u00e1 de las consabidas elucubraciones sobre los l\u00edmites entre lo humano y lo no humano, tan del gusto de la ciencia ficci\u00f3n, aparecen dos figura paternas, Tenma y Hamegg, con un fuerte componente negativo. Por su importancia, destaca la figura del doctor. Tenma est\u00e1 obsesionado por el progreso intelectual continuo de su hijo, hasta el punto de que en su relaci\u00f3n con \u00e9l no cabe ni el humor ni otra forma de complicidad que no provenga de la m\u00e1s pura racionalidad. Cuando se dispone a crear a Astro Boy, las palabras que expresan su prop\u00f3sito no admiten ninguna duda sobre lo que busca en un hijo: \u201cSer\u00e1 perfecto, como lo era Toby\u201d. Al\u00a0 consagrarse a la educaci\u00f3n del ni\u00f1o-robot, surge un paulatino rechazo que en realidad no sabemos si proviene de la naturaleza de la criatura que ha concebido o del conocimiento profundo del ni\u00f1o, de Toby, cuya personalidad se ha asimilado en su integridad en ese ser cibern\u00e9tico. Para el espectador, Toby y Astro son id\u00e9nticos en su humanidad; a los ojos de Tenma que, probablemente, conoc\u00eda muy superficialmente a su hijo, Astro se presenta como alguien extra\u00f1o porque, en realidad, Toby era un desconocido para el cient\u00edfico enfrascado en su propio mundo. La creatividad del muchacho, su alegr\u00eda, su vitalismo provocan una extra\u00f1eza en el doctor que no proviene de la naturaleza mec\u00e1nica del muchacho, sino de su esencia humana\u2026 Las referencias, pues, al desconocimiento padres\/hijos, al autoritario deseo de concebir hijos a imagen y semejanza de nuestros proyectos o a la insana obsesi\u00f3n por el perfeccionismo que afecta a muchos progenitores pulsa candentes cuestiones sobre la familia contempor\u00e1nea\u2026
\nEn C\u00f3mo entrenar a tu drag\u00f3n <\/em><\/strong>tambi\u00e9n tenemos a un muchacho sin madre que, de una manera u otra, se esfuerza en saciar las expectativas de un padre enfrascado en sus propias obligaciones. Si en la pel\u00edcula anterior se trataba de satisfacer las ansias de progresi\u00f3n intelectual, ahora estamos en el mundo de los vikingos, un mundo b\u00e1rbaro en el que el mayor logro consiste en ser un musculado exterminador de dragones. Estoiko,\u00a0el padre de Hypo, \u00a0ha pensado siempre que su hijo es el peor vikingo de la historia. Y eso mismo le confiesa cuando el joven comienza a demostrar una destreza inusual e inesperada en la lucha y dominio de esos seres terror\u00edficos. Estoiko se enorgullece de su hijo cuando deja de ser Hypo y pasa a convertirse en uno m\u00e1s, el mejor, en la saga de los vikingos. En el momento en que se descubre que las dotes del muchacho con esas criaturas aladas m\u00edticas provienen, no tanto de su arrojo, su mano dura o su instinto guerrero, sino de una identificaci\u00f3n profunda con los miedos y limitaciones de esos seres solo en apariencia sanguinarios, el padre reniega del \u00fanico miembro de su prole, pues se siente traicionado. Lo acusa de haberse compinchado con los dragones a espaldas de \u00e9l y de todo su pueblo\u2026
\nEn una cinta de animaci\u00f3n, concebida como un gozoso divertimento, el desenlace debe ser feliz y cl\u00e1sico. Hypo al final, con sus compa\u00f1eros de formaci\u00f3n, adiestra a una flota de dragones, con los que colabora en la batalla final contra el monstruo que obligaba a estos a asolar el poblado vikingo cada dos por tres. El padre, en un final conciliador, acepta la peculiar idiosincrasia de su hijo, un vikingo inepto para matar, pero dotado de un ingenio, una sensibilidad y un arrojo que ha logrado la paz definitiva entre vikingos y dragones.
\nLa pel\u00edcula se articula, una vez m\u00e1s, alrededor de la figura del padre legislador que debe aprender a acomodar sus pretensiones absolutas a prop\u00f3sito de su hijo a la verdadera naturaleza del mismo. En un mundo regido por la ley del m\u00fasculo y la lucha logra hacerse hueco un muchacho que sin embargo maneja armas como el ingenio, la empat\u00eda y la apertura a lo desconocido: algo similar ocurre, aun en un tono m\u00e1s amable, en la historia de Vicky, el vikingo,<\/em><\/strong> donde de nuevo el ingenio vence a la fuerza, el padre debe pedir perd\u00f3n al hijo y reconquista un orgullo asentado m\u00e1s en la valoraci\u00f3n positiva de la diferencia que en el modelado del otro a imagen y semejanza de nuestras quimeras.
\nPonyo<\/em><\/strong>, la nueva obra maestra de Miyazaki, aborda de manera indirecta la tem\u00e1tica familiar. La incre\u00edble historia de amor entre Ponyo, una ni\u00f1a pez, y Sosuke, un muchachito de cinco a\u00f1os, es tanto un cuento de hadas oriental como una f\u00e1bula ecol\u00f3gica, un canto a la amistad o un desaforado poema en el que se fusionan la sensibilidad, el m\u00e1s gozoso de los absurdos y un humanismo de profunda raigambre cl\u00e1sica. En esta odisea de un ser m\u00e1gico que desea convertirse en humano para vivir su pasi\u00f3n, las figuras paternas est\u00e1n presentadas con ojo ir\u00f3nico en un universo indudablemente materno y femenino. El padre de Sosuke, Koichi, es capit\u00e1n de nav\u00edo y se pasa toda la pel\u00edcula en el mar, mientras, como le reprocha su mujer, ha dejado a su familia viviendo en una casa en medio de un acantilado. Solo al final lograr\u00e1 reunirse con su mujer y su hijo y esta ausencia transforma a Lisa, la madre de Sosuke, en el \u00fanico referente familiar activo para el peque\u00f1o. Por otra parte, Fujimoto, el padre de Ponyo, aborrece a los humanos y pretende en todo momento impedir que Ponyo entre en contacto con ellos porque los considera criaturas est\u00fapidas, sucias y repugnantes. Ante estos prejuicios, Ponyo y el resto de sus hermanas se burlan de \u00e9l, escapan a sus \u00f3rdenes y, en \u00faltimo extremo, reniegan de una autoridad incapaz de refrenar en ning\u00fan momento los arrebatos de vitalidad an\u00e1rquica de su prole. Al contrario, la Diosa del Mar, madre de Ponyo, es una criatura de una belleza sobrecogedora que, en su majestuosidad, apela por la conciliaci\u00f3n entre los dos mundos (el terrestre y el marino) y acierta a interpretar los deseos de su hija, aunque estos pongan en peligro el equilibrio del mundo. Las fuerzas femeninas constructoras (Lisa, la Diosa del Mar) frente a las energ\u00edas masculinas represivas (Fujimoto) o ausentes (Koichi) configuran un universo m\u00edtico que, a pesar de su car\u00e1cter atemporal, no deja de mantener profundas conexiones, una vez m\u00e1s, con ciertas \u00e1reas de nuestra\u00a0 actualidad m\u00e1s pr\u00f3xima.
\n\u00a0<\/strong>
\nCONCLUSIONES<\/strong>
\nNo tengo espacio para m\u00e1s, pero recomiendo revisar pel\u00edculas como Ga\u00b4Hoole<\/em><\/strong>, donde aparece el universal del enfrentamiento entre hermanos y el reemplazo de la familia biol\u00f3gica por colectivos, grup\u00fasculos o entidades que proponen la comuni\u00f3n en torno a un ideario com\u00fan (a veces de corte totalitario o segregacionista) como alternativa al debilitamiento de los v\u00ednculos familiares; la maravillosa y filigranesca historia medieval The secret of Kells<\/em><\/strong>, con otra figura paterna (aqu\u00ed, el t\u00edo abad del protagonista) puesta en parte en cuesti\u00f3n; El peque\u00f1o Nicol\u00e1s<\/em><\/strong>, simp\u00e1tica adaptaci\u00f3n del cl\u00e1sico literario que especula, entre otras cosas, sobre el miedo de los ni\u00f1os ante la llegada de un nuevo hermano; Los ni\u00f1os de Timpelbach,<\/em><\/strong> una f\u00e1bula amable a prop\u00f3sito de la impotencia de padres y madres para educar a sus hijos\u2026 Tambi\u00e9n hay pel\u00edculas que por renunciar a aludir en su desarrollo al tema de la familia al final abren con esa ausencia interesantes parcelas para la reflexi\u00f3n sobre esa misma tem\u00e1tica: Megamind, Toy Story 3 <\/em><\/strong>o N\u00famero 9<\/em><\/strong> sustituyen las figuras familiares por otro tipo de v\u00ednculos (camarader\u00eda, amistad, compromiso colectivo) que de alguna manera cumplen funciones que hoy en d\u00eda reemplazan los vac\u00edos de la instituci\u00f3n y que, por tanto, sin quererlo terminan por redundar en el tema que nos ocupa.
\n
\nA t\u00edtulo de conclusi\u00f3n podemos afirmar que:
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La tem\u00e1tica familiar se demuestra omnipresente y capital en el cine dirigido a la infancia.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Aunque en el desenlace de las pel\u00edculas se entone el canto cl\u00e1sico de las virtudes de la familia, los conflictos planteados en torno a ella destacan por una complejidad dif\u00edcilmente resoluble.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Muchas de estas obras, bajo el envoltorio de cine familiar, interpelan al p\u00fablico adulto. Esto se hace evidente en los proceso de adaptaci\u00f3n de cl\u00e1sicos infantiles (Donde viven los monstruos, Fant\u00e1stico Mr. Fox, Los mundos de Coraline<\/em><\/strong>) o en las obras que optan por aproximarse de forma desprejuiciada y par\u00f3dica al universo de los cuentos de hadas (Enredados, Shrek IV<\/em><\/strong>).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Una de las estrategias m\u00e1s frecuentes para atacar la tem\u00e1tica familiar consiste en presentar desdoblamientos significativos, es decir, traslaciones simb\u00f3licas de una familia a otro plano de realidad para verificar as\u00ed con m\u00e1s nitidez sus carencias y virtudes. Esto ocurre en Los mundos de Coraline, Donde viven los monstruos, Enredados, Gru <\/em><\/strong>o Shrek IV<\/em><\/strong>, de una u otra manera, mediante t\u00e9cnicas de aproximaci\u00f3n diversas al tema.
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Las familias incompletas o no tradicionales aparecen en numerosas ocasiones: de las diez pel\u00edculas comentadas, excepto en Fant\u00e1stico Mr Fox, Los mundos de Coraline <\/em><\/strong>o Shrek IV<\/em><\/strong>, el resto de estructuras familiares presentas diversas formas de orfandad (C\u00f3mo entrenar a tu drag\u00f3n, Astro Boy, Gru, Enredados<\/em><\/strong>), abandono (Up, Donde viven los monstruos<\/em><\/strong>) o separaci\u00f3n (Ponyo<\/em><\/strong>). En lo casos en los que aparece la familia cl\u00e1sica, esta suele estar en crisis o presentar carencias que se subrayan sin paliativos, aunque se corrijan al final del metraje (ver los tres casos citados).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Tanto las figura masculinas adultas (los padres de C\u00f3mo entrenar a tu drag\u00f3n, Astro Boy <\/em><\/strong>o Ponyo<\/em><\/strong>) como las figura femeninas (las madres de Gru, Enredados<\/em><\/strong>) est\u00e1n puestos en tela de juicio, aunque se insiste sobre todo en el t\u00f3pico del padre autoritario, que busca ver cumplidas en su hijo las expectativas personales. Se reconocen a la perfecci\u00f3n problemas contempor\u00e1neos como la desatenci\u00f3n de los hijos (Los mundos de Coraline, Up<\/em><\/strong>), el miedo a decepcionar las expectativas de los progenitores (Fant\u00e1stico Mr Fox, C\u00f3mo entrenar a tu drag\u00f3n<\/em><\/strong>), la idea de la familia como forma de limitaci\u00f3n de las propias potencialidades individuales (Shrek IV, Fant\u00e1stico Mr. Fox<\/em><\/strong>), el nuevo papel de los mayores en las estructuras familiares\u00a0 (Up<\/em><\/strong>)\u2026
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Tambi\u00e9n encontramos ejemplos de familias ultraprotectoras (Enredados<\/em><\/strong>), desbordadas (Donde viven los monstruos<\/em><\/strong>), hiperexigentes (Astro Boy<\/em><\/strong>).
\n–\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 En muchas ocasiones las tramas acontecen en momentos vitales clave de sus personajes, como el abandono de la infancia primera (Donde viven la monstruos<\/em><\/strong>), el paso de la ni\u00f1ez a la adolescencia (Los mundos de Coraline, Fant\u00e1stico Mr Fox<\/em><\/strong>), el ingreso en la adultez (Enredados<\/em><\/strong>), la crisis en la edad madura (Shrek IV, Gru) <\/em><\/strong>o incluso la vejez (Up<\/em>)<\/strong>. Verificar c\u00f3mo asimila cada individuo estos procesos en el interior de estructuras familiares debilitadas constituye uno de los centros de inter\u00e9s m\u00e1s sugerentes de todas estas pel\u00edculas.
\nAntes de cerrar este art\u00edculo quiero recordar que si bien mi estudio se ha circunscrito al sugerente \u00e1mbito del cine infantil, la tem\u00e1tica familiar en el cine adulto contempor\u00e1neo alcanza cotas de complejidad e inter\u00e9s similares o superiores. Por poner solo algunos ejemplos, Winter\u00b4s bone, The fighter<\/em><\/strong> o Los chicos est\u00e1n bien<\/em><\/strong> (que merece un visionado atento), de entre las nominadas a los Oscars, o Pan negro <\/em><\/strong>y Biutiful, <\/em><\/strong>en el panorama del cine que entr\u00f3 en la carrera por los Goyas, optan por situar en el centro de sus tramas el inter\u00e9s por diseccionar universos familiares riqu\u00edsimos. A ese elenco podr\u00edamos a\u00f1adir obras como Cisne negro, El discurso del rey <\/em><\/strong>o Valor de ley <\/em><\/strong>(seis, por tanto, de las diez nominadas a los premios de la Academia norteamericana) que, sin otorgar la misma centralidad a esta cuesti\u00f3n, articulan sus discursos atribuyendo a este forma de organizaci\u00f3n social una importancia capital a la hora de configurar las grandezas y miserias de sus personajes centrales.<\/p>\n
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\n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"