{"id":7262,"date":"2011-07-01T00:00:28","date_gmt":"2011-06-30T22:00:28","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7262"},"modified":"2011-07-01T00:00:28","modified_gmt":"2011-06-30T22:00:28","slug":"pastoral-juvenil-y-primer-anuncio","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/pastoral-juvenil-y-primer-anuncio\/","title":{"rendered":"PASTORAL JUVENIL Y PRIMER ANUNCIO"},"content":{"rendered":"

Ubaldo Montisci, sdb.<\/strong>
\nCatequeta y docente di Teolog\u00eda de la Educaci\u00f3n en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma<\/strong>
\n 
\nHasta hace muy poco, probablemente, no se podr\u00eda haber escrito un art\u00edculo en nuestras regiones de \u00abantigua cristiandad\u00bb con el t\u00edtulo propuesto, sencillamente, \u00a1no tendr\u00eda sentido! Entre nosotros[1]<\/a>, en efecto, la pastoral y la catequesis se conceb\u00edan de modo est\u00e1tico, organizadas a trav\u00e9s de intervenciones dirigidas a los practicantes, a los no creyentes, a los \u00abcercanos\u00bb o a los \u00abalejados\u00bb, conforme a una r\u00edgida distinci\u00f3n entre actividad misionera, iniciaci\u00f3n cristiana y pastoral. En tal \u00f3ptica, el \u00abprimer anuncio\u00bb (PA) se destinaba a los no creyentes que habitaban las tierras de misi\u00f3n, sin que nuestra pastoral se pensara para semejantes destinatarios puesto que en nuestros pa\u00edses apenas si exist\u00edan.
\nLa progresiva descristianizaci\u00f3n de Europa, junto a los recientes y numerosos flujos migratorios, trae una serie de cambios profundos en el modo de creer y de vivir de los cristianos en nuestros ambientes. El panorama religioso se ha vuelto mucho m\u00e1s complejo y la pastoral, si quiere que su acci\u00f3n sea eficaz, est\u00e1 obligada a repensarse bajo un modo nuevo.
\nAnte una realidad religiosa complicada, donde no se puede dar nada por descontado, descubrimos la actualidad y necesidad del PA tambi\u00e9n dentro de nuestras comunidades cristianas. Con todo, \u00bfqu\u00e9 se entiende exactamente por PA y c\u00f3mo empuja hacia la renovaci\u00f3n de la pastoral, m\u00e1xime cuanto \u00e9sta tiene a los j\u00f3venes como interlocutores privilegiados?
\n <\/p>\n

    \n
  1. Definici\u00f3n del \u00abprimer anuncio\u00bb<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    Es posible distinguir dos modos fundamentales de entender el PA: como \u00abestilo\u00bb seg\u00fan el cual se propone la Iglesia y como pr\u00e1ctica evangelizadora concreta.
    \nAntes de nada, m\u00e1s que una acci\u00f3n entre tantas otras, con el PA se indica \u201cun principio organizativo, un estilo, una especie de elemento paradigm\u00e1tico que describe y define el comportamiento de la Iglesia en su conjunto asume en las situaciones de frontera, de encuentro con la realidad, personas y situaciones externas a sus c\u00edrculos habituales\u201d
    [2]<\/a>. As\u00ed el PA remite a una mentalidad y a un estilo de presentarse y de intervenir que la Iglesia como instituci\u00f3n ha de asumir en la actual situaci\u00f3n de postcristiandad a partir de sus manifestaciones p\u00fablicas, las cuales han de ser particularmente cuidadas puesto que, casi sin quererlo, son la imagen y el primer anuncio que el mundo percibe. En tal sentido, el PA es una actividad representativa de lo que es la Iglesia y de cuanto deber\u00eda hacer; un dispositivo comunicativo, una interconexi\u00f3n entre la Iglesia y el ser humano contempor\u00e1neo.
    \nPor otro lado, el PA puede ser entendido como acci\u00f3n pastoral concreta en la pr\u00e1ctica cotidiana con personas y grupos particulares. Desde este punto de vista, una de las definiciones mejor acogidas entre los expertos en la materia es la ofrecida por Andr\u00e9 Fossion: \u201cEl PA designa los enunciados de la fe cristiana, bajo formas variables, que \u2013en contextos determinados\u2013 favorecen y hacen posibles los primeros pasos en la fe de quienes est\u00e1n lejos de ella\u201d
    [3]<\/a>. En las conclusiones del \u00abXI Congreso de los Obispos europeos y de los Directores nacionales de Catequesis\u00bb sobre la comunidad cristiana y el \u00abprimer anuncio\u00bb (Roma, 4-7 Mayo 2009) se emplea la siguiente definici\u00f3n: \u201cCon la expresi\u00f3n \u00abprimer anuncio\u00bb nos referimos a aquellas acciones evangelizadoras espec\u00edficas, espont\u00e1neas u organizadas, realizadas por personas o grupos con el fin de proponer el mensaje nuclear del Evangelio \u2013Cristo resucitado, mediador de la comuni\u00f3n con Dios\u2013 a quienes no conocen a Jes\u00fas, a los habi\u00e9ndole conocido se han alejado y a quienes piensan que lo conocen pero viven con una fe superficial; lo proponen, en fin, con la intenci\u00f3n de suscitar en ellos ese inter\u00e9s por Jesucristo que puede conducir a una primera conversi\u00f3n y adhesi\u00f3n a la fe o a un despertar y renovaci\u00f3n de la fe en \u00c9l\u201d[4]<\/a>.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Elementos cualificadores del \u00abprimer anuncio\u00bb<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      Los diversos momentos del proceso evangelizador son todos ellos complementarios (Evangelii Nuntiandi, n. 24) y no es una operaci\u00f3n sencilla \u2013tampoco oportuna\u2013 hacer distinciones netas entre los mismos (Directorio General para la Catequesis, n. 62). Sin embargo, conviene examinar algunos aspectos caracter\u00edsticos del PA para, por una parte, no correr el peligro de reducir su significado y, sobre todo \u2013por otra\u2013, para no realizar una aproximaci\u00f3n hist\u00f3rica peligrosa a la hora del an\u00e1lisis te\u00f3rico y crear la confusi\u00f3n en el momento operativo.
      \nAunque se trata solo de un momento del proceso global de la evangelizaci\u00f3n, el PA tiene su importancia como fundamento permanente de la experiencia cristiana y clave de su comprensi\u00f3n: no estamos solamente ante \u00abel inicio\u00bb, sino en \u00abel centro\u00bb y el \u00abel coraz\u00f3n\u00bb de nuestro creer. En suma, m\u00e1s que una constataci\u00f3n de verdades doctrinales, nos referimos a un anuncio solemne del Evangelio de Dios que es Jesucristo: \u201cNo se comienza a ser cristiano por una decisi\u00f3n \u00e9tica o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientaci\u00f3n decisiva\u201d (Deus caritas est, n. 1). En el anuncio, el primado no reside en la informaci\u00f3n sino en la relaci\u00f3n vital que justamente se puede definir como engendramiento o \u00abgeneraci\u00f3n\u00bb.
      \nMientras la catequesis presenta una caracterizaci\u00f3n m\u00e1s org\u00e1nica y sistem\u00e1tica, el PA consiste en una experiencia, por su propia naturaleza, parcial
      [5]<\/a>: el PA remite a \u00abprimeros pasos\u00bb en la fe, constituye simplemente \u00abel inicio\u00bb del proceso evangelizador; detenta una prioridad cronol\u00f3gica que, sin embargo, no se prolonga en el tiempo, es decir, la prioridad se debe a su objetivo \u2013\u201csuscitar [en quien escucha] un inter\u00e9s por Jesucristo que pueda conducirle a una primera adhesi\u00f3n o a un revitalizaci\u00f3n de la fe \u00e9l\u201d[6]<\/a> y al deseo de profundizar el conocimiento del mismo, de ah\u00ed que remande inmediatamente al proceso sucesivo de maduraci\u00f3n de la fe.
      \nEl sujeto del PA, a la hora de realizar la misi\u00f3n en un contexto concreto, es la comunidad cristiana en cuanto tal y en tanto que presencia real de Cristo en la historia a trav\u00e9s de sus miembros: en esta perspectiva, cada creyente puede y debe ser un sujeto activo del PA en su ambiente cotidiano; existir\u00e1n despu\u00e9s ciertas personas de la comunidad a las que se confiar\u00e1 espec\u00edficamente dicha misi\u00f3n.
      \nToda comunidad cristiana, si quiere ser fiel al mandato del Se\u00f1or, est\u00e1 obligada o, mejor, existe para anunciar permanentemente a Jesucristo (Evangelii Nuntiandi, n. 14); con esta afirmaci\u00f3n, se debe tambi\u00e9n precisar que el PA es el primer paso para el hombre o la mujer que, en determinadas circunstancias, frente a palabras o gestos especialmente significativos y por la acci\u00f3n del Esp\u00edritu Santo, sienten resonar la Buena Noticia del amor de Dios expresado en el Hijo que se encarna, muere en la cruz y resucita para salvarnos.
      \nNo existe una sola forma de PA
      [7]<\/a> y, de ordinario, su contenido se centra en una narraci\u00f3n breve, alegre y envolvente sobre Jes\u00fas que con su muerte en el cruz, con su resurrecci\u00f3n y la donaci\u00f3n del Esp\u00edritu Santo ha respondido a las esperas y esperanzas de las mujeres y de los hombres de cualquier tiempo, a las preguntas sobre el sentido de la vida y de la historia; en definitiva, ha salvado la humanidad del mal y de la muerte, haciendo posible la comuni\u00f3n vital con Dios, as\u00ed que Jes\u00fas es para todos el Se\u00f1or, el Cristo, el \u00fanico Salvador y la Palabra definitiva e irrevocable de Dios. Este anuncio no puede ser separado del testimonio existencial y positivo de quien lo lleva adelante.
      \nEl PA tiene la finalidad inmediata de suscitar en el destinatario una curiosidad e inter\u00e9s por Jes\u00fas capaces de llevarlo a una adhesi\u00f3n vital a \u00c9l, a una verdadera conversi\u00f3n y opci\u00f3n de fe a trav\u00e9s de las cuales reconocerlo por primera vez como su Salvador personal. Su finalidad \u00faltima, en cambio, reside en la invitaci\u00f3n \u2013a quien ya ha manifestado una primera adhesi\u00f3n a Jes\u00fas\u2013 a su seguimiento como disc\u00edpulo y al compromiso por la vida del mundo
      [8]<\/a>.
      \nLa exhortaci\u00f3n apost\u00f3lica Ecclesia in Europa, al respecto de los destinatarios, habla de \u00abprimer anuncio\u00bb (n. 46) y de \u00abanuncio renovado\u00bb tambi\u00e9n para quien ya est\u00e1 bautizado (n. 47). En definitiva, el PA est\u00e1 destinado a quienes, por diversas razones, son extra\u00f1os a la fe, alejados de la misma o alejados de la pr\u00e1ctica religiosa. Cualesquiera que sean los interlocutores, en el PA nos encontramos ante una propuesta que respeta la libertad del destinatario y no se refiere a una relaci\u00f3n forzosa o de conquista.
      \nLa aceptaci\u00f3n del PA no tiene una visibilidad formal (lit\u00fargica, por ejemplo), se relaciona m\u00e1s bien con algo que acontece fundamentalmente en la conciencia e interioridad del destinatario, de modo que a veces resultar\u00e1 dif\u00edcil a quien realiza el anuncio verificar el proceso. Es m\u00e1s, la actitud del mensajero debe contener este rasgo de no buscar de inmediato resultados ciertos.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Consecuencias para la pastoral juvenil<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        Se necesita lucidez y coraje para reconocer que en nuestras comunidades la atenci\u00f3n al PA casi no existe. En consecuencia, toda la actividad eclesial se resiente del dato, vi\u00e9ndose privada del coraz\u00f3n de la evangelizaci\u00f3n, del que cualquier otro servicio recibe el sentido y posibilidad. Antes de educar la fe, hace falta suscitarla; de lo contrario, se condena la pastoral a cultivar una fe jam\u00e1s sembrada: \u201cNuestra acci\u00f3n pastoral actual se parece, a veces, al trabajo del agricultor enamorado de la propia tierra; la cava, la abona, la riega empleando todas sus energ\u00edas\u2026, pero ninguno se preocupa de sembrar en ese terreno, por lo que todos esos esfuerzos resultan est\u00e9riles\u201d[9]<\/a>.
        \nLas reflexiones que siguen, sin la pretensi\u00f3n de exhaustividad, pretenden ofrecer algunas indicaciones para superar el impasse que paraliza hoy la pr\u00e1ctica eclesial ordinaria, con la convicci\u00f3n de que el anuncio \u2013\u201cdimensi\u00f3n transversal de toda propuesta pastoral, tambi\u00e9n de las dirigidas a los creyentes y practicantes\u201d
        [10]<\/a>\u2013 es una verdadera y propia actitud pastoral, capaz de revitalizar las comunidades eclesiales e inspirar una aut\u00e9ntica pastoral evangelizadora.
        \n 
        \n3.1. <\/strong>Elaborar estrategias para una pastoral al servicio del PA<\/strong>
        \nOrientaciones eclesiales no faltan; se trata m\u00e1s bien de lograr una progresiva y concreta actuaci\u00f3n a los diversos pronunciamientos existentes en los documentos oficiales, los cuales indican con claridad que no se puede posponer para m\u00e1s tarde la conversi\u00f3n misionera del conjunto de la pastoral. Con m\u00e1s o menos \u00edmpetu, todas las Conferencias Episcopales europeas se mueven en esta direcci\u00f3n
        [11]<\/a>. Opciones de tal g\u00e9nero exigen no s\u00f3lo meros correctivos o ajustes que, sin embargo, dejan inalterada la organizaci\u00f3n pastoral; se requiere un nuevo marco general de referencia, fruto de una atenta coordinaci\u00f3n y planificaci\u00f3n.
        \nDe esta suerte, el Directorio General para la Catequesis pide a las Iglesia particulares \u201cuna intervenci\u00f3n institucionalizada del primer anuncio\u201d (n. 62). Queriendo hacer operativa dicha disposici\u00f3n, las preferencias se orientan hacia una pastoral que, m\u00e1s que \u00abproyectar el PA\u00bb, se ponga \u00abal servicio del PA\u00bb: el proyecto se pone en marcha a partir de la definici\u00f3n existente, reconociendo aquellas situaciones en las que el PA ya se act\u00faa, para favorecer la maduraci\u00f3n de esos \u00abbrotes\u00bb que ya est\u00e1n germinando. Todo, con esp\u00edritu de fe, es decir, creyendo que el Esp\u00edritu nos precede acompa\u00f1ando el proyecto y esas experiencias de PA
        [12]<\/a>.
        \nCon raz\u00f3n se ha insistido en los \u00faltimos a\u00f1os en la mentalidad de proyecto. No obstante, los proyectos fundados en intervenciones unitarias y org\u00e1nicas, cuya sucesi\u00f3n se establece desde el inicio y a partir de criterios de coherencia interna, cuando se trata del \u00e1mbito del PA, muestran su debilidad: el espacio del PA se caracteriza, en particular, por su car\u00e1cter aleatorio y por la diversidad de situaciones, por lo que resulta indispensable sobre todo la flexibilidad. De ah\u00ed que sea preferible, pues, hablar de estrategias, esto es, de indicaciones sobre prioridades y secuencias en grado de posibilitar operaciones diferenciadas, dentro de las cuales \u201clo ya consolidado y las hip\u00f3tesis de partida se consideran importantes, pero no representan un dato seguro ni la referencia para juzgar su coherencia. El elemento calificante se encuentra en la atenci\u00f3n al hoy, al presente (en clave educativa y, por eso, lejos de cualquier resignaci\u00f3n\u2026), a la capacidad de inventar y de apostar por caminos nuevos para el futuro\u201d
        [13]<\/a>.
        \n 
        \n3.2. <\/strong>Prestar atenci\u00f3n a la inculturaci\u00f3n y a la centralidad de la persona<\/strong>
        \nEl kerigma, como cualquier narraci\u00f3n del Nuevo Testamento, est\u00e1 estrechamente ligado a un ambiente cultural que lo sustenta y explica
        [14]<\/a>; al mismo tiempo, toda formulaci\u00f3n del PA se realiza dentro de un contexto hist\u00f3rico-teol\u00f3gico determinado, en consecuencia, \u201cel principio de inculturaci\u00f3n resulta [\u2026] un postulado fundamental: es imposible no tomar en cuenta la situaci\u00f3n existencial, la pertenencia a un grupo social, la edad, la capacidad de acoger el anuncio\u201d[15]<\/a>.
        \nLa atenci\u00f3n a las situaciones concretas de los interlocutores \u2013tan heterog\u00e9neas cuando se trata del PA\u2013 comporta distanciarse de las respuestas inmediatas y tradicionales, de las exigencias de la vida y de las comunidades cristianas tal como est\u00e1bamos hasta ahora habituados a considerarlas.
        \nMuchas veces en las parroquias, por ejemplo, todav\u00eda clasificamos a las personas a trav\u00e9s de una especia de c\u00edrculos conc\u00e9ntricos como fieles practicantes, simples bautizados, no creyentes, etc. En realidad, dichas separaciones resultan hoy demasiado dr\u00e1sticas; tienen un valor pragm\u00e1tico de cara a la acci\u00f3n pastoral
        [16]<\/a>, pero son dif\u00edciles de aceptar porque los indicadores sobre los que se basan (pertenencia, creencia, pr\u00e1ctica\u2026) se revelan cada vez m\u00e1s incoherentes, hasta en la misma realidad individual. El nuevo estilo pastoral nos invita a poner en el centro a las personas, y no unas meras respuestas a sus necesidades, a trav\u00e9s de una relaci\u00f3n humanizante en cuanto pensada como \u00fanica y singular: la escucha, la acogida y la relaci\u00f3n, que se suceden como respuesta a las diversas demandas, en muchos casos, constituyen el punto de partida para el inicio o re-inicio de un camino de fe.
        \nDesde el punto de vista antropol\u00f3gico, la aplicaci\u00f3n correcta de este nuevo estilo pastoral obliga a prestar atenci\u00f3n a los lugares donde se construye la identidad y el sentido de la vida; ese dinamismo hace al cristianismo capaz de \u201chabitar dentro de las experiencias antropol\u00f3gicas fundamentales, descubriendo en ellas significados nuevos\u201d, a trav\u00e9s de la activaci\u00f3n de las din\u00e1micas simb\u00f3licas que dichas experiencias contienen, pero que a menudo permanecen inactivas
        [17]<\/a>.
        \nSalta a la vista que han de tenerse muy en cuenta las vicisitudes inmediatas de la existencia, puesto que pueden acercarnos \u00abal umbral de acceso a la fe\u00bb
        [18]<\/a>, lo mismo que hay que prestar una particular atenci\u00f3n a algunas condiciones espirituales del ser humano contempor\u00e1neo en las que emerge con fuerza la necesidad de sentido y de salvaci\u00f3n \u2013entre todas ellas, merece una especial relevancia la figura de los \u00abbuscadores de Dios\u00bb[19]<\/a>\u2013, todas ellas representan una oportunidad para el PA.
        \nEn consecuencia, la pastoral ha de empe\u00f1arse continuamente al objeto de reconocer los lugares y las pr\u00e1cticas que cada cultura elabora para expresar las dimensiones fundamentales de la vida humana; debe, adem\u00e1s, estudiar esas pr\u00e1cticas, descubrir su capacidad de apertura al sentido, las salidas que ofrecen para escuchar el mensaje cristiano; y, en fin, debe saberse situar con la suficiente autoridad como para poder custodiar dicho mensaje.
        \nLa comunidad cristiana, en el PA, es convocada para realizar una \u00abcontaminaci\u00f3n\u00bb mutua entre el Evangelio y las diversas culturas. Se trata de un proceso transformante dado que ninguno de los elementos que entran en juego permanece igual a como era antes: no queda inalterable la cultura, que al t\u00e9rmino del recorrido resulta beneficiada y transfigurada por el encuentro con la memoria cristiana; tampoco permanece invariable el cristianismo, que se descubre enriquecido con una nueva forma, a trav\u00e9s de la cual comunicar su identidad profundo, su naturaleza originaria dentro de la historia de los hombres
        [20]<\/a>.
        \nLa pr\u00e1ctica del PA, entonces, se presenta como \u201cese estilo con el que el cristianismo construye una relaci\u00f3n muy singular, con los siguientes elementos: escoge los contextos de proximidad como lugares antropol\u00f3gicos en los que organizarse; acepta el reto de la diversidad y de la ambig\u00fcedad como puntos de partida y posibles lugares para reconocer los diversos actores de la relaci\u00f3n; realiza una custodia celosa de la propia memoria, de la diferencia cristiana que le empuja como est\u00edmulo para habitar esos territorios, para tejer tales relaciones. Gracias a todos estos elementos, el cristianismo puede hacer de sus fronteras, de sus confines, un lugar verdaderamente significativo para el primer anuncio\u201d
        [21]<\/a>.
        \n 
        \n3.3. <\/strong>Promover experiencias que abran a la \u00abinvocaci\u00f3n\u00bb y a la conversi\u00f3n<\/strong>
        \n 
        \nLos distintos \u00abbuscadores de Dios\u00bb han de ser ayudados para permitir que se abran a la invocaci\u00f3n, o sea, a una actitud personal de confianza \u2013entre la experiencia y la esperanza\u2013 en alguien que est\u00e1 m\u00e1s all\u00e1 de la propia vivencia. Es necesario descubrir, por tanto, \u201cun estilo de existencia: ese que supera los l\u00edmites, reconocidos y acogidos, para sumergirse \u2013de forma m\u00e1s o menos consciente\u2013 en el abismo del misterio de Alguien o Algo que est\u00e1 m\u00e1s all\u00e1, de quien uno se f\u00eda y a quien se conf\u00eda. Con frecuencia, esta \u00abrealidad\u00bb no ha sido todav\u00eda encontrada de manera expl\u00edcita, pero s\u00ed ha sido impl\u00edcitamente reconocida como capaz de sostener los deseos personales de vida y de felicidad, y de fundamentar las condiciones para una aut\u00e9ntica cualidad de vida\u201d
        [22]<\/a>.
        \nLa invocaci\u00f3n no remite a cualquier experiencia de vida, sino que tiene el car\u00e1cter de experiencia unificadora de todas las otras: una especie de nueva y radical experiencia que interpreta e integra las experiencias cotidianas.
        \nLa invocaci\u00f3n es una experiencia de frontera. Por un lado, es una experiencia personal, vinculada a la alegr\u00eda y a la fatiga de existir, libre y responsablemente, buscando razones consistentes para cada decisi\u00f3n y opci\u00f3n importantes; por otro, la invocaci\u00f3n es ya una experiencia de transcendencia que apunta hacia el misterio de la existencia. La invocaci\u00f3n, al inicio, puede indicar sobre todo una tensi\u00f3n hacia algo ulterior, capaz de proporcionar razones y fundamento a la existencia personal; en un nivel m\u00e1s o menos maduro, la invocaci\u00f3n es ponerse en las manos de una \u00abpresencia\u00bb fuente de vida para quien la demanda
        [23]<\/a>.
        \nEl PA concreta con claridad esa presencia en la persona del Dios de Jesucristo. Lo esencial del mismo consiste en conducir al oyente hacia una relaci\u00f3n personal de amor y confianza en Dios: un proceso sugerido tanto por la experiencia paulina con los paganos, como tambi\u00e9n favorecido por el hecho de que, en la pr\u00e1ctica, la mayor\u00eda de las personas que se encuentran en la hora del primer anuncio de la fe no s\u00f3lo son conscientes de la existencia de Dios sino que, en numerosas ocasiones, \u00a1est\u00e1n precisamente buscando a Dios! Un trabajo imprescindible para el evangelizador contempor\u00e1neo ser\u00e1 el de desestructurar el imaginario religioso de las personas, porque el anuncio no se realiza en un terreno virgen sino fuertemente contaminado de presuntos conocimientos, de malentendidos y prejuicios importantes en relaci\u00f3n con el cristianismo.
        \nLa conversi\u00f3n es el primer paso del desarrollo espiritual del ser humano, una experiencia fundante y transformante. Quien anuncia, sin embargo, debe ofrecer una idea correcta sobre el significado del ser creyentes en la Iglesia. Justamente a trav\u00e9s de la profundizaci\u00f3n en la relaci\u00f3n personal con Dios, los oyentes han de ser ayudados a percibir que la fe \u201cno es la religi\u00f3n entendida como forma y espacio de los \u00abdeberes\u00bb, sino una relaci\u00f3n cualitativamente diferente que llena toda la trama de la existencia
        [24]<\/a>. La fe es un inicio nuevo, construido sobre una existencia que se abre a la Palabra y asentado sobre el riesgo de confiarse a Dios para descubrir su Misterio. Todo esto orienta hacia un diverso modo de ser y una \u00abpensar diversamente\u00bb, con la responsabilidad derivada, puesto que la opci\u00f3n de fe es el gesto tan personal que excluye cualquier tipo de delegaci\u00f3n de responsabilidades.
        \n 
        \n3.4. <\/strong>Valorar los lugares del PA<\/strong>
        \nLas posibilidades concretas para realizar el PA son numerosas porque un \u00ablugar de evangelizaci\u00f3n\u00bb \u201cno es tanto un espacio geogr\u00e1fico cuanto un espacio experiencial, al mismo tiempo concreto y relacional, en el que el Evangelio puede ser anunciado, escuchado y experimentado\u201d
        [25]<\/a>. El anuncio de la Buena Noticia puede realizarse en todos las \u00abencrucijadas\u00bb de la vida de la gente, tanto en lugares sagrados como en los profanos[26]<\/a>.
        \nLa liturgia es un lugar donde los cristianos expresamos, vivimos y celebramos la belleza de nuestra fe: puede llegar a ser tambi\u00e9n una ocasi\u00f3n para el PA, no s\u00f3lo para las personas lejanas a la fe sino para quienes ya pertenecen a la comunidad. Asimismo, las diversas formas de religiosidad popular (procesiones, visitas a santuarios, devociones y novenas\u2026), debidamente purificadas, pueden constituir una preciosa ocasi\u00f3n de PA. Otro tanto ocurre con el arte sagrado \u2013tan abundante en el mundo occidental\u2013, que puede conducir a las personas, cuando se organizan recorridos guiados, al descubrimiento del gusto por la fe y por el anuncio cristiano. La escuela, con su funci\u00f3n de educaci\u00f3n integral de la persona, y \u2013en especial\u2013 la ense\u00f1anza de la religi\u00f3n cat\u00f3lica pueden ser igualmente una ocasi\u00f3n de PA cuando ofrecen la oportunidad de comprender los fundamentos de la experiencia cristiana, en un contexto relacional donde existe espacio para los anhelos y los problemas de la vida.
        \nLos lugares, en fin, de la sociabilidad, de la participaci\u00f3n, del trabajo, de la diversi\u00f3n y de la cultura, de la formaci\u00f3n y de la ciencia, son espacios donde las personas se realizan y promueven la cualidad de la vida. Una presencia cualificada de cristianos en tales ambientes puede contribuir a dar valor a la memoria y a la tradici\u00f3n cristiana, ofrecidas como recursos disponibles para todos.
        \n 
        \n3.5. <\/strong>\u00abEstar presentes\u00bb para ofrecer la \u00abbuena noticia\u00bb<\/strong>
        \nEl mensaje es \u00fanico y siempre el mismo; sin embargo, m\u00e1s que nunca hace falta elaborar y experimentar modalidades diferentes \u2013e in\u00e9ditas quiz\u00e1\u2013 a la hora de proponer la fe, porque \u201cel Evangelio no puede ser repetido mec\u00e1nicamente; ha de ser siempre inculturado y insignemente re-expresado\u201d
        [27]<\/a>.
        \nConviene distinguir entre formas \u00abocasionales\u00bb y \u00aborg\u00e1nicas\u00bb de acci\u00f3n pastoral. Las primeras representan \u00abla v\u00eda com\u00fan y ordinaria\u00bb para el primer anuncio (Questa \u00e8 la nostra fede, n. 19), pero son tambi\u00e9n problem\u00e1ticas puesto que dif\u00edcilmente se puede programar y se prestan a reducciones o acentuaciones vinculadas a perspectivas individuales del evangelizador; para evitar esto \u00faltimo, cuando lo permite la situaci\u00f3n del interlocutor (y de la comunidad), es oportuno favorecer una presentaci\u00f3n m\u00e1s organizada de los puntos fundamentales del anuncio.
        \nDe cualquier forma, no se ha evitar nunca el car\u00e1cter de \u00abbuena noticia\u00bb del anuncio, que debe resultar significativo para los hombres y mujeres, esto es, capaz de entrelazarse con sus problemas hasta hacer emerger l\u00edneas de soluci\u00f3n, perspectivas para potenciar su humanidad y orientar hacia aquella felicidad plena que empuja su b\u00fasqueda.
        \nLa evangelizaci\u00f3n se fundamenta en la propuesta de fe en Dios y en Jesucristo: los dos elementos son imprescindibles e inseparables. Pero, mientras se da por descontado que se ha de realizar el anuncio de Jesucristo, aqu\u00ed querr\u00eda subrayar que la preocupaci\u00f3n del aut\u00e9ntico evangelizador debe suscitar, en primer lugar, la fe en el \u00fanico Dios verdadero, que ama al ser humana y se da a conocer, favoreciendo as\u00ed en el interlocutor una relaci\u00f3n personal con \u00c9l
        [28]<\/a>.
        \nEsa especial atenci\u00f3n resulta indispensable, m\u00e1xime trat\u00e1ndose de un contexto neopagano y plurirreligioso como el nuestro; en cambio, a veces, dicho aspecto se descuida en favor de un tosco e inmediato inicio con el discurso sobre Jesucristo o estanc\u00e1ndose en las demostraciones filos\u00f3ficas de la existencia de Dios. Creer, en efecto, \u201cno es la consecuencia de un razonamiento, no descansa sobre el vac\u00edo del sinsentido o sobre el improbable deseo de quietud\u201d; m\u00e1s bien \u201ces la atracci\u00f3n y la seducci\u00f3n de la Palabra que nos pone en crisis\u201d
        [29]<\/a>.
        \nEn cualquier caso, la presencia es la condici\u00f3n b\u00e1sica y, al mismo tiempo, la primera modalidad del anuncio del Evangelio. No es posible determinar modalidades un\u00edvocas en la intervenci\u00f3n, pero se ha de recordar que la presencia debe estar caracterizada por un doble movimiento: el \u00abId\u00bb (Mt 28,19-20) y el \u00abvenid y ver\u00e9is\u00bb (Jn 1,38-39).
        \nTrat\u00e1ndose de pastoral, estar en medio de la gente en la vida cotidiana constituye un compromiso indispensable, aunque no f\u00e1cil dado el clima refractario \u2013cuando no hostil\u2013 que caracteriza la actitud social frente al cristianismo. La presencia ser\u00e1 tanto m\u00e1s eficaz cuanto mejor se caracterice por la actitud de escuchar y participar en la vida de la gente, por la apertura, la acogida y la estima mutua con los interlocutores; todo unido a un conocimiento serio de la cultura y de las religiones de esas personas. El \u00abestilo evangelizador\u00bb debe cualificarse por la \u00abpropuesta\u00bb del Evangelio m\u00e1s que por el inter\u00e9s proselitista
        [30]<\/a>.
        \nLos lenguajes pueden ser varios; entre todos ellos, se ha de redescubrir la \u00abnarraci\u00f3n\u00bb: contar lo que hemos llegado a ser, por gracia de Dios, se presenta como una manera aut\u00e9nticamente respetuosa para anunciar la verdad cristiana. La narraci\u00f3n de historias personales de vida permite una relaci\u00f3n que se propone sin imponerse.
        \nTodo esto, sin embargo, no es suficiente; el testimonio de la persona individual necesita ser sostenido por una comunidad que haga cre\u00edble su anuncio: el oyente necesita lugares comunitarios donde experimentar la verdad y la bondad de cuanto ha escuchado.
        \n 
        \n3.6. <\/strong> Una mirada de predilecci\u00f3n por el mundo juvenil<\/strong>
        \nLas comunidades cristianas tienen ante s\u00ed el reto de generar y formar cristianos capaces de estar presentes en los decisivos momentos de paso de la existencia, cuando el misterio de la vida interroga con especial provocaci\u00f3n. Existen contextos, experiencias y situaciones personales que suponen otras tantas ocasiones preciosas para el PA. Quiero dedicar una palabra al mundo particular de los adolescentes y de los j\u00f3venes.
        \nEl tiempo de la juventud representa un momento de relevancia excepcional en la vida a la hora de determinar ciertas orientaciones existenciales de fondo, tanto en el aspecto personal como social. La construcci\u00f3n de la identidad para el adolescente y de la intimidad para el joven, la fatigosa decisi\u00f3n de las propias opciones de vida, son el lugar donde ciertamente asoman los interrogantes sobre la verdad y el sentido de la vida. Es en esta etapa vital que se colocan las bases m\u00e1s estables para una fe con la que vivir despu\u00e9s como personas adultas. Las comunidades cristianas, por el momento, no parecen \u00abpreparadas\u00bb para hacer frente a tales empe\u00f1os.
        \n 
        \n3.7. <\/strong>Los evangelizadores<\/strong>
        \n 
        \nHay un tema que toca todos los puntos se\u00f1alados y no puede eludirse; se trata del asunto referido a la formaci\u00f3n humano-cristiana de los creyentes. En efecto, la experiencia nos lo dice: m\u00e1s que las cualidades humanas y \u00abt\u00e9cnicas\u00bb, siempre \u00fatiles, lo que da fruto, en el primer anuncio, es la explicitaci\u00f3n en la vida del creyente de la consciencia del don de la fe recibido y madurado con una vida cristiana comprometida: \u201cTampoco en la comunicaci\u00f3n en forma p\u00fablica y colectiva, se puede prescindir nunca de la relaci\u00f3n de persona a persona, conforme claramente nos indica el ejemplo de Jes\u00fas y los primeros misioneros\u201d (Questa \u00e8 la nostra fede, n. 19).
        \nNo parece que las comunidades adviertan suficientemente este hecho de que ser cristiano y misionero es la misma cosa; que el cristiano no vive por s\u00ed mismo o para salvar el alma, son que es un \u00abenviado\u00bb (Mt 28,19-20). Sin esa consciencia, prevalecen la falta de entusiasmo o la timidez que conducen inevitablemente a \u00abl\u00f3gicas de delegaci\u00f3n\u00bb o a la resignaci\u00f3n e impiden dar raz\u00f3n de la propia fe (1Pt 3,15), tal como se requiere a todo bautizado. Para que pueda existir un anuncio franco y feliz del Evangelio se necesita la convicci\u00f3n interior que debe poseer todo creyente y cada comunidad cristiana dado que \u201cla comunicaci\u00f3n de la fe adviene por irradiaci\u00f3n, antes que por iniciativas o actividades espec\u00edficas\u201d (Questa \u00e8 la nostra fede, n. 9).
        \nFinalmente, si tuviera que cerrar con una conclusi\u00f3n, sirvan estas palabras: \u201cS\u00f3lo se puede encender un fuego con algo que est\u00e9 ya encendido\u201d (Ecclesia in Asia, n. 23).
        \n <\/p>\n

        Ubaldo Montisci<\/p>\n

         
        \n
        [1]<\/a> A lo largo del art\u00edculo me refiero espec\u00edficamente a la realidad italiana, pero estimo que las reflexiones pueden hacerse extensivas, al menos, a la situaci\u00f3n religiosa de los pa\u00edses mediterr\u00e1neos de la Europa occidental.
        \n
        [2]<\/a> Luca BRESSAN, Quali esperienze di annuncio proporre?<\/em>, in \u201cNotiziario dell\u2019Ufficio Catechistico Nazionale\u201d 36 (2007) 1, 61-68; 61.
        \n
        [3]<\/a> Andr\u00e9 FOSSION, Proposta della fede e primo annuncio<\/em>, in \u201cCatechesi\u201d 78 (2008-2009) 4, 29-34; 30.
        \n
        [4]<\/a> Walter RUSPI\u2013Xavier MORLANS, Conclusioni<\/em>, 1-9; 6. Cfr. http:\/\/www.ccee.ch\/index.php?&na=2,3,0,0,e,113777<\/a>.
        \n
        [5]<\/a> Algunos lo paragonan a la \u00abmarcha primera\u00bb en el arranque de los coches, que se utiliza en el breve espacio de tiempo necesario para pasar a \u00abla segunda\u00bb.
        \n
        [6]<\/a> Xavier MORLANS, El primer anuncio. El eslab\u00f3n perdido,<\/em> Madrid, PPC, 2009, 29.
        \n
        [7]<\/a> Cfr., por ejemplo y en referencia a la realidad italiana, Maurizio VIVIANI, Esperienze di primo annuncio in Italia<\/em>, en \u201cCatechesi\u201d 79 (2009-2010) 4, 56-67.
        \n
        [8]<\/a> Cfr. RUSPI \u2013 MORLANS, Conclusioni<\/em>, 3.
        \n
        [9]<\/a> UFFICIO CATECHISTICO REGIONALE\u2013LAZIO, Linee per un progetto di Primo Annuncio<\/em>, Leumann (TO), Elledici, 2002, 3.
        \n
        [10]<\/a> COMMISSIONE EPISCOPALE PER LA DOTTRINA DELLA FEDE, L\u2019ANNUNCIO E LA CATECHESI, Annuncio e catechesi per la vita cristiana. Lettera alle comunit\u00e0, ai presbiteri e ai catechisti nel quarantesimo del Documento base Il rinnovamento della catechesi<\/em>, n. 10, in \u201cNotiziario CEI\u201d 14 (2010<\/a>) 3, 91-102; 95-96.
        \n
        [11]<\/a>Podemos encontrar los principales documentos de las Conferencias Episcopales europeas, testimoniando el cambia apuntado, en la obra de Enzo BIEMMI, \u00abLa dimensi\u00f3n misionera de la catequesis. El Congreso del Equipo Europeo de Catequesis en el coraz\u00f3n de la problem\u00e1tica del primer anuncio\u00bb, en EQUIPO EUROPEO DE CATEQUESIS (EEC), La conversi\u00f3n misionera de la catequesis<\/em>. Relaci\u00f3n entre fe y primer anuncio en Europa. Congreso del Equipo Europeo de Catequesis (Lisboa, 28 de mayo \u2013 2 de junio 2008), Madrid, PPC, 2009,15-23; 16-17. Por lo que respecta al \u00e1mbito local, sirva el ejemplo, un documento importante como el de los obispos italianos contiene esta afirmaci\u00f3n imperativa: \u201cTodas las acciones pastorales han de moverse en torno al nervio del primer anuncio\u201d (Il volto missionario delle parrocchie in un mondo che cambia<\/em>. Nota pastorale dell\u2019episcopato italiano, n. 6, in \u201cNotiziario della Conferenza Episcopale Italiana\u201d (2004) 5\/6, 127-162; 140).
        \n
        [12]<\/a> Cfr. Maurizio VIVIANI, Come servire oggi il nascere della fede. Un\u2019esperienza di riflessione di alcuni preti di Verona sul primo annuncio<\/em>, in \u201cCatechesi\u201d 76 (2006-2007) 6, 15-23; 20.
        \n
        [13]<\/a> Riccardo TONELLI, \u00abFare pastorale giovanile\u00bb, in ISTITUTO DI TEOLOGIA PASTORALE DELL\u2019UPS (a cura di), Pastorale giovanile: sfide, prospettive ed esperienze<\/em>, Leumann (TO), Elledici, 2003, 161-182; 178.
        \n
        [14]<\/a> Cfr. Cesare BISSOLI, Il primo annuncio nella comunit\u00e0 cristiana delle origini<\/em>, in \u201cCatechesi\u201d 78 (2008-2009) 3, 48-60; 49.
        \n
        [15]<\/a>Cettina CACCIATO, \u00abPrassi catechistica: Documento base, catechismi e nuove indicazioni per l\u2019iniziazione cristiana\u00bb in:ASSOCIAZIONE ITALIANA CATECHETI, Il primo annuncio: tra \u201ckerigma\u201d e catechesi<\/em>, a cura di Cettina CACCIATO, Leumann (TO), Elledici, 2010, 68.
        \n
        [16]<\/a> En Italia, las \u00abOrientaciones Pastorales\u00bb para el decenio apenas terminado distingu\u00edan dos categor\u00edas de destinatarios: \u201cPara imprimir un dinamismo misionero, queremos delimitar dos niveles espec\u00edficos, a los que se debe dirigir la atenci\u00f3n en nuestras comunidades locales. Nos referimos, en primer lugar, a la que podr\u00edamos llamar \u00abcomunidad eucar\u00edstica\u00bb, <\/em>es decir, a los que se re\u00fanen asiduamente en la eucarist\u00eda dominical y, en particular, a quienes colaboran regularmente en la vida de nuestras parroquias. En segundo lugar, nos referimos a ese amplio grupo de personas que, estando bautizadas,<\/em> tienen una relaci\u00f3n con la comunidad eclesial limitada a alg\u00fan encuentro, m\u00e1s o menos espor\u00e1dico, en ocasiones particulares de la vida, y que corren el peligro de olvidarse de su bautismo, viviendo en la indiferencia religiosa\u201d (Comunicare il Vangelo in un mondo che cambia<\/em>, n. 46).
        \n
        [17]<\/a> BRESSAN, Quali esperienze di annuncio proporre?<\/em>, 63.
        \n
        [18]<\/a> Un documento reciente de los obispos lombardos se\u00f1ala las siguientes experiencias: el nacimiento de un ni\u00f1o o una ni\u00f1a, el camino de la adolescencia, las opciones de la juventud, el amor entre un hombre y una mujer, la fidelidad a la familia y a la profesi\u00f3n, la experiencia de dolor y de fragilidad (VESCOVI LOMBARDI, Le sfide della fede: il primo annuncio<\/em>, Bologna, Dehoniane, 2009).
        \n
        [19]<\/a> En Italia ha tenido una acogida positiva inesperada la Lettera ai cercatori di Dio <\/em>(12 abril 2009), escrita por iniciativa de la \u00abComisi\u00f3n Episcopal de la Doctrina de la fe, el anuncio y la catequesis\u00bb y publicada por las principales editoriales cat\u00f3licas. \u00abBuscadores de Dios\u00bb son \u201ctodos aquellos [\u2026] que est\u00e1n buscando el rostro del Dios vivo. Lo son los creyentes, los cuales crecen en el conocimiento de la fe precisamente a partir de preguntas siempre in\u00e9ditas, y los que, a\u00fan sin creer, advierten la profundidad de los interrogantes sobre Dios y las realidades \u00faltimas. La \u00abCarta\u00bb quiere suscitar atenci\u00f3n e inter\u00e9s tambi\u00e9n en quienes no se sienten en estado de b\u00fasqueda, respetando plenamente la conciencia de cada cual, como amistad y simpat\u00eda por todos\u201d (Introduzione).<\/em>
        \n
        [20]<\/a> Cfr. BRESSAN, Quali esperienze di annuncio proporre?<\/em>, 67.
        \n
        [21]<\/a> BRESSAN, Quali esperienze di annuncio proporre?<\/em>, 68.
        \n
        [22]<\/a> TONELLI, \u00abFare pastorale giovanile\u00bb, 175.
        \n
        [23]<\/a> Cfr. TONELLI, \u00abFare pastorale giovanile\u00bb, 175-176.
        \n
        [24]<\/a> DOTOLO, \u00abLa fede\u00bb, 89.
        \n
        [25]<\/a> Enzo BIEMMI, Come e quando il catechista educa i catechizzandi all\u2019incontro con Ges\u00f9 risorto oggi<\/em>, in \u201cQuaderni della Segreteria della CEI\u201d (1997), 74-83; 79. Ah\u00ed propone el autor cuatro lugares:<\/em> la Palabra de Dios (a la que se da el primado en cualquier forma de evangelizaci\u00f3n); la realizaci\u00f3n personal (de ah\u00ed la necesidad de situar el anuncio en el \u00e1mbito de las relaciones personales, sobre experiencias de relaciones interpersonales, y siempre menos sobre estructuras); la hospitalidad (la actitud de la hospitalidad cambia lenguaje y contenido); la formaci\u00f3n expl\u00edcita a la fe (con la necesidad de no renunciar a proponer experiencias fuertes de formaci\u00f3n, bien estructuradas y cuidadas).
        \n
        [26]<\/a> Utilizo, en el elenco parcial apuntado, el estudio de Maurizio VIVIANI, Il \u201cprimo annuncio\u201d oggi in Italia. Istanze, problemi, prospettive<\/em>, Estratto della tesi di Dottorato, Roma, Universit\u00e0 Pontificia Salesiana, 2010, 35-46.
        \n
        [27]<\/a> COMMISSIONE EPISCOPALE PER LA DOTTRINA CRISTIANA, L\u2019ANNUNCIO E LA CATECHESI, Questa \u00e8 la nostra fede<\/em>.Nota pastorale sul primo annuncio del Vangelo, n. 4, in \u201cNotiziario della Conferenza Episcopale Italiana\u201d (2005) 5, 209-247; 220.
        \n
        [28]<\/a> Cfr. Joseph GEVAERT, La proposta del Vangelo a chi non conosce Cristo<\/em>. Finalit\u00e0, destinatari, contenuti, modalit\u00e0 di presenza, Leumann (TO), Elledici, 2001, 77-105.
        \n
        [29]<\/a> Carmelo DOTOLO, \u00abLa fede\u00bb, in Luciano MEDDI (a cura di), Diventare cristiani<\/em>. La catechesi come percorso formativo, Napoli, Luciano Editore, 2002, 87-95; 93.
        \n
        [30]<\/a> Cfr. VESCOVI DI FRANCIA, Proporre la fede nella societ\u00e0 attuale<\/em>, Leumann (TO), Elledici, 1996.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

        Ubaldo Montisci, sdb. Catequeta y docente di Teolog\u00eda de la Educaci\u00f3n en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma   Hasta hace muy poco, probablemente, no se podr\u00eda haber escrito un art\u00edculo en nuestras regiones de \u00abantigua cristiandad\u00bb con el t\u00edtulo propuesto, sencillamente, \u00a1no tendr\u00eda sentido! Entre nosotros[1], en efecto, la pastoral y la catequesis se […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1498,94,1499],"tags":[],"class_list":["post-7262","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-colaboraciones-414_415","category-mision-joven-2","category-ubaldo-montisci"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7262","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7262"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7262\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7262"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7262"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7262"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}