{"id":7271,"date":"2011-07-01T00:00:32","date_gmt":"2011-06-30T22:00:32","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7271"},"modified":"2011-07-01T00:00:32","modified_gmt":"2011-06-30T22:00:32","slug":"hay-diversidad-de-carismas-hay-diversidad-de-caminos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/hay-diversidad-de-carismas-hay-diversidad-de-caminos\/","title":{"rendered":"HAY DIVERSIDAD DE CARISMAS, HAY DIVERSIDAD DE CAMINOS,"},"content":{"rendered":"

PERO UN MISMO SE\u00d1OR<\/h1>\n

\u00c1lvaro Ginel Vielva, sdb.<\/strong>
\nDirector de la revista CATEQUISTAS<\/strong>
\n <\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl autor se acerca a la pastoral familiar desde la catequesis. Ante la dificultad para transmitir la fe a las nuevas generaciones, la catequesis est\u00e1 ensayando nuevos caminos. Son intentos de b\u00fasqueda del camino m\u00e1s adecuado. En este art\u00edculo, el autor, despu\u00e9s de hacer un recorrido hist\u00f3rico se detiene especialmente en la catequesis intergeneracional y en la pastoral del engendramiento.
\n 
\nEste n\u00famero de la revista Misi\u00f3n Joven<\/strong> pone la lupa sobre la pastoral familiar. Al decir \u201cpastoral familiar\u201d entendemos las acciones y propuestas que las comunidades cristianas ponen al servicio de las familias cristianas para avivar en ellas la conciencia bautismal y la celebraci\u00f3n cotidiana del sacramento del Matrimonio. El sacramento del Matrimonio no se celebra en la Iglesia. Su lugar de celebraci\u00f3n es la vida, el hogar, la relaci\u00f3n que entablan los esposos y los hijos.
\nLa familia cristiana vive y experimenta las mismas dificultades de todas las familias. No es un \u201cenclave\u201d protegido en medio del mundo. Es una porci\u00f3n de mundo regada por el Bautismo y donde el Reino de Dios puede actualizarse y visibilizarse.
\nAl escribir esta reflexi\u00f3n, orientada desde el \u00e1ngulo de la catequesis, quiero recoger dos aspectos fundamentales de la presencia de la familia en la actual preocupaci\u00f3n de la acci\u00f3n catequ\u00e9tica. No se trata de algo exhaustivo. Por una parte da noticia de algo que se est\u00e1 haciendo, con sus interrogantes, con su apertura a la aventura\u2026 Estamos ante un territorio que no conocemos muy bien. Salimos de una manera de hacer catequesis en la que las familias presentaban a sus hijos en la parroquia y m\u00e1s o menos dec\u00edan: \u201cAqu\u00ed se lo dejo; ya nos veremos el d\u00eda de la celebraci\u00f3n sacramental. Hagan con \u00e9l lo que ustedes crean, y cuanto menos me molesten, mejor. Ustedes son los profesionales de lo que hay que hacer\u201d.
\nDe pronto, desde la acci\u00f3n catequ\u00e9tica se ve la necesidad de aunar fuerzas, de sentir la necesidad de la complementariedad entre la acci\u00f3n de la comunidad cristiana y la acci\u00f3n de la \u201ccomunidad cristiana dom\u00e9stica\u201d. En unos casos es posible. En otros, impensable. Y empiezan a surgir propuestas que tienen como finalidad acabar con el esquema una cosa es la familia, otra la comunidad cristiana.
\nEn el punto de partida podemos situar dos polos: la dificultad de transmitir la fe[1]<\/a> que las comunidades cristianas experimentan no solo en el momento de hacer la transmisi\u00f3n, el acto catequ\u00e9tico, sino despu\u00e9s que la catequesis ha terminado y el sacramento para el que se preparaba el ni\u00f1o, el joven, el adulto se ha celebrado[2]<\/a>. Existe un abandono considerable en ni\u00f1os y j\u00f3venes (sacramentos de la Eucarist\u00eda y Confirmaci\u00f3n), j\u00f3venes que celebran el sacramento del Matrimonio. Despu\u00e9s de prepararse para el sacramento y celebrado este, no permanecen en la comunidad cristiana de manera regular. A\u00f1adamos como aclaraci\u00f3n que la dificultad de transmisi\u00f3n de la fe no es algo espec\u00edfico de la comunidad cristiana. Tambi\u00e9n la familia y otras entidades viven el mismo problema de transmisi\u00f3n de valores a las nuevas generaciones.
\nEl otro polo es la preocupaci\u00f3n y la b\u00fasqueda de soluciones alternativas a una pastoral catequ\u00e9tica que no da los frutos esperados, o que se la percibe como f\u00f3rmula que fue v\u00e1lida en unos momentos, pero que ya no lo es en la situaci\u00f3n actual.
\nEs normal que en tiempo de b\u00fasqueda haya diferentes intentos o formulaciones
[3]<\/a>. Ninguno de ellos se presenta con un car\u00e1cter unificador que lo abarque todo como pudieron ser los movimientos catequ\u00e9ticos del siglo pasado.
\nDe estas iniciativas os vamos a detener en la llamada catequesis intergeneracional
[4]<\/a> para saber cu\u00e1les son sus objetivos y en qu\u00e9 consiste.
\n <\/p>\n

    \n
  1. El momento presente en el marco de una larga historia de transmisi\u00f3n de la fe<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    Lo primero de todo, quisiera decir una palabra para aquellos que en la situaci\u00f3n presente de la transmisi\u00f3n de la fe ven un cataclismo universal y, sobre todo, pronostican un futuro oscuro para la fe y la Iglesia. Es posible que sea as\u00ed. No entrar\u00e9 en el juego de hacer pron\u00f3sticos. Prefiero asomarme a la realidad y ver que el Esp\u00edritu de Dios est\u00e1 con nosotros, aunque no est\u00e9 de la manera que nosotros quisi\u00e9ramos o le dictar\u00edamos. Para m\u00ed hoy las palabras de san Pablo recobran una vigencia especial: \u201cSabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien\u201d (Rom 8,28). Es la manera que Pablo tiene de concretar las palabras del Se\u00f1or: \u201cHasta los cabellos est\u00e1n contados\u201d (Lc 12,7). Estamos en las manos de un Dios providente y caminamos hacia el triunfo de la Resurrecci\u00f3n, aunque en el camino alguien siembre ciza\u00f1a mientras descans\u00e1bamos (Mt 13,25).
    \nCuando pasamos por la historia del proceso de evangelizaci\u00f3n de la Iglesia, desde nuestro horizonte cultural advertimos algunos elementos que nos hacen caer en la cuenta de acentuaciones diversas seg\u00fan el momento hist\u00f3rico.
    \nLa primera constataci\u00f3n es que la Iglesia siempre ha iniciado a los que quer\u00edan formar parte de la comunidad cristiana. No se llega a pertenecer al grupo de los seguidores de Jes\u00fas, su Iglesia, sino es despu\u00e9s de un proceso de iniciaci\u00f3n o noviciado. No basta inscribirse en el grupo o querer formar parte de \u00e9l. Hay que iniciarse.
    \nQuiz\u00e1 la falta de iniciaci\u00f3n suficiente ha sido la que nos ha conducido al momento actual. La iniciaci\u00f3n cristiana no ha sido practicada siempre con la misma intensidad y formas. Si bien su meta y objetivo han sido, en el fondo, id\u00e9nticos, la realizaci\u00f3n pr\u00e1ctica tuvo en la historia muchas manifestaciones o acentuaciones debido a las circunstancias sociales.
    \n 
    \n1.1. <\/strong>Antes de la paz constantiniana<\/strong>
    \nEgeria (siglo IV-V), al describir las catequesis mistag\u00f3gicas que ve en Jerusal\u00e9n, dice: \u201cCuando llegan los d\u00edas de Pascua, durante aquellos ocho d\u00edas, es decir, desde pascua hasta su octava, una vez hecha la despedida de la iglesia, se va con himnos a la An\u00e1stasis
    [5]<\/a>; luego se hace oraci\u00f3n, son bendecidos los fieles, y el obispo, de pie, apoy\u00e1ndose en el cancel interior que est\u00e1 en la gruta de la An\u00e1stasis, va exponiendo todo lo que se hace en el bautismo. Durante ese tiempo, ning\u00fan catec\u00fameno se acerca a la An\u00e1stasis: s\u00f3lo los ne\u00f3fitos y los fieles que quieren o\u00edr los misterios entran en la An\u00e1stasis. Ci\u00e9rranse las puertas, para que ning\u00fan catec\u00fameno vaya all\u00ed. Mientras el obispo expone y narra cada cosa, son tales los gritos de los que aclaman, que sus voces se oyen a\u00fan fuera de la iglesia. Porque en verdad expone todo los misterios de tal manera que nadie puede menos de conmoverse al o\u00edr lo que tan bien expone\u201d[6]<\/a>. Lo que percibe Egeria es una Iglesia de ne\u00f3fitos y de fieles que sabe, entiende, est\u00e1 instruida y que se instruye en la fe. \u201cSiguen\u201d la predicaci\u00f3n sin perderse. Es el fruto de una iniciaci\u00f3n cristiana realizada en el marco del catecumenado que da unos frutos de verdaderos iniciados. La importancia de la comunidad es absoluta. La comunidad participa como en \u201calgo suyo\u201d de la entrada de nuevos miembros en su seno.
    \n 
    \n1.2. <\/strong>Despu\u00e9s de la paz constantiniana<\/strong>
    \nCuando el grupo eclesial se fue identificando con el grupo sociol\u00f3gico civil y la religi\u00f3n del Estado fue el cristianismo, la iniciaci\u00f3n cristiana pierde el marco del catecumenado y pasa a depender de la familia, del ambiente social que impone unas leyes inspiradas en el cristianismo. Sucesivamente nos vamos a encontrar con documentos que hablan de la incultura religiosa del pueblo cristiano. Lutero, en el prefacio de su Gran Catecismo, exclama con pasi\u00f3n y dolor: \u201c\u00a1Qu\u00e9 cosa tan triste he visto! El hombre com\u00fan no sabe nada de la doctrina cristiana, especialmente en las aldeas. Y, por desgracia, muchos p\u00e1rrocos son ineptos e incapaces de ense\u00f1ar. Y todos se llaman cristianos, est\u00e1n bautizados y gozan de los santos sacramentos; pero no conocen ni el Padrenuestro, ni la fe, ni los diez sacramentos, y viven por eso como las pobres bestias\u2026\u201d.
    \nPasamos al siglo XX y tomamos un p\u00e1rrafo de la carta Acerbo Nimis del papa P\u00edo X (15 de abril de 1905): \u201c\u00a1Cu\u00e1n comunes y fundados son, por desgracia, estos lamentos de que existe hoy un crecido n\u00famero de personas, en el pueblo cristiano, que viven en suma ignorancia de las cosas que se han de conocer para conseguir la salvaci\u00f3n eterna! Al decir \u00abpueblo cristiano\u00bb, no Nos referimos solamente a la plebe, esto es, a aquellos hombres de las clases inferiores a quienes excusa con frecuencia el hecho de hallarse sometidos a due\u00f1os exigentes, y que apenas si pueden ocuparse de s\u00ed mismos y de su descanso; sino que tambi\u00e9n y, principalmente, hablamos de aquellos a quienes no falta entendimiento ni cultura y hasta se hallan adornados de una gran erudici\u00f3n profana, pero que, en lo tocante a la religi\u00f3n, viven temeraria e imprudentemente\u201d (n. 2).
    \n 
    \n1.3. <\/strong>Formas de combatir la ignorancia<\/strong>
    \nLa forma de combatir la ignorancia religiosa de los \u201cbautizados no iniciados\u201d tiene un denominador com\u00fan, aunque las concreciones sean plurales: la ense\u00f1anza de los contenidos de la fe. El Catecismo de Trento reconoce que los fieles de su tiempo \u201cnecesitan, como nunca, nutrirse de aut\u00e9ntica y sana doctrina, que les d\u00e9 fuerzas y vida\u201d
    [7]<\/a>.
    \nLa palabra doctrina y catecismo
    [8]<\/a>, pr\u00e1cticamente sin\u00f3nimos en muchas etapas de la historia de la Iglesia hasta el concilio Vaticano II, era la iniciaci\u00f3n o preparaci\u00f3n para la recepci\u00f3n de los sacramentos y para el m\u00ednimo exigible a un bautizado.
    \nEl presupuesto de esta praxis era considerar a la persona ya bautizada formando parte de una familia y sociedad fundamentada en el cristianismo. La familia y la sociedad pon\u00edan el humus de la vivencia religiosa de la fe, y la doctrina, que de ordinario era impartida en la comunidad cristiana por v\u00eda los presb\u00edteros, sobre todo en las homil\u00edas y otros actos, la sistematizaci\u00f3n y justificaci\u00f3n te\u00f3rica
    [9]<\/a>.
    \nEn la medida en que las sociedades modernas descubren su independencia y se fragmenta la sociedad basada en el cristianismo, algo comienza a crujir. La transmisi\u00f3n de la sola doctrina se hace insuficiente. Se abandona el t\u00e9rmino doctrina y catecismo. Toma m\u00e1s vigor el t\u00e9rmino catequesis. Pero al hablar de catequesis se siente la necesidad de enmarcarla en un \u00e1mbito superior dador de sentido: el proceso de evangelizaci\u00f3n
    [10]<\/a>. Y es ah\u00ed donde aparece la expresi\u00f3n iniciaci\u00f3n cristiana y con ella la importancia de la comunidad cristiana, de los adultos, de la familia que ser\u00e1 el origen de muchas iniciativas de pastoral catequ\u00e9tica en el momento presente.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. El momento presente<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      El profesor Enzo Biemmi tiene este comentario del momento actual de la catequesis: \u201cEl adjetivo m\u00e1s adecuado para definir la situaci\u00f3n actual de la catequesis europea es, a mi entender, este: \u201cDespistada\u201d. La catequesis europea tiene ahora el aspecto de aquellos misioneros que, despu\u00e9s de muchos a\u00f1os de ministerio en los pa\u00edses extraeuropeos vuelven a Europa: \u201cNo me reconozco m\u00e1s, dicen. Hab\u00eda dejado un mundo y he encontrado otro nuevo\u201d[11]<\/a>.
      \nCuando nos despistamos, es decir, cuando nos salimos de pista o no tomamos la verdadera salida de la autopista, es normal recorrer un camino de desorientaci\u00f3n, de b\u00fasqueda, de nervios, de no saber c\u00f3mo volver a la pista de nuevo, de decisiones apresuradas que quiz\u00e1s nos \u201cdespistan a\u00fan m\u00e1s\u201d. Intentando orientarnos, son posibles muchas iniciativas hasta err\u00f3neas. Todas ellas tienen algo de valioso: el deseo de volver al camino verdadero. Pero la buena voluntad no quita para que nos perdamos y \u201cdemos muchas vueltas\u201d sin lograr encontrar el camino adecuado.
      \nEsta imagen me parece sugerente para explicar el momento presente y para entender muchas de las propuestas que surgen. Quiz\u00e1 no es tiempo de decir: \u201cEste es el camino mejor\u201d. Lo que s\u00ed es cierto es que existe un intento de b\u00fasqueda del camino m\u00e1s adecuado a la realidad eclesial actual para transmitir la fe a las nuevas generaciones, y se advierte tambi\u00e9n una ruptura del modelo de catequesis \u201ctradicional
      [12]<\/a>\u201d que se fue imponiendo poco a poco en la primera mitad del pasado siglo XX[13]<\/a> y comenz\u00f3 a transformarse con la aparici\u00f3n del Directorio Catequ\u00edstico General de 1971. Pero por lo general, estamos a\u00fan hoy en el plano de las ideas. Las comunidades cristianas sienten miedo o se siente incapaces de pasar las ideas a la pr\u00e1ctica. Lo refleja bien esta cita de otro de los catequetas del momento actual: \u201cDespu\u00e9s de a\u00f1os y a\u00f1os, hemos tenido numerosas y buenas ideas sobre el futuro de la catequesis, pero decidme d\u00f3nde se han puesto por obra estas ideas sobre el futuro. Hemos renovado teor\u00edas referentes a la catequesis; ya no decimos m\u00e1s \u201ccatecismo\u201d, decimos \u201ccatequesis\u201d. No hablamos de catequesis de ni\u00f1os, sino de catequesis de adultos, de catequesis intergeneracional, de catequesis comunitaria. Ya no decimos que la catequesis es colorear o hacer trabajos manuales, decimos que la catequesis es b\u00edblica, hermen\u00e9utica, simb\u00f3lica. No hablamos de que la catequesis debe imitar la pedagog\u00eda escolar, sino que es mistag\u00f3gica, diferenciada, abierta, que es un itinerario atento a la singularidad de cada persona. Cada uno de estos desplazamientos era necesario, lo acepto totalmente, pero observad conmigo la realidad de encuentros de catequesis en nuestras ciudades y haced cuentas: raros son los lugares en los que realmente se haya cambiado y se hayan llevado a la pr\u00e1ctica las ideas\u201d[14]<\/a>.
      \nEl momento presente de la catequesis es un momento de b\u00fasqueda y contradictorio entre las reflexiones sobre la catequesis y la realidad pr\u00e1ctica de la catequesis. Vivimos pensando una cosa para el futuro y haciendo lo que sabemos hacer y que viene de lejos. Este \u201cmalestar\u201d entre el pensamiento y la acci\u00f3n pueden ser la causa que explique algunos comportamientos en el mundo de la catequesis o la cerraz\u00f3n a pensar la catequesis que hacemos
      [15]<\/a>.
      \n <\/p>\n

        \n
      1. La dimensi\u00f3n misionera de la catequesis<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        \u00bfPor qu\u00e9 tanta reflexi\u00f3n? \u00bfPor qu\u00e9 tanto \u201creflexionado y no practicado\u201d cambio? \u00bfD\u00f3nde est\u00e1 el problema? El problema est\u00e1 en la dimensi\u00f3n misionera de la comunidad y c\u00f3mo esta encuadra la catequesis dentro de su modo de comprenderse, de darse identidad. Las comunidades perciben, aunque no sepan explicarlo bien, que \u201ctocar la catequesis es tocar el sentido mismo de entenderse como comunidad[16]<\/a>\u201d.
        \nLa dimensi\u00f3n misionera de la comunidad cristiana
        [17]<\/a> consiste en que no solo tiene que pensar en los que vienen a ella, sino en los que no vienen. Tiene que actualizar el \u201cId a hacer disc\u00edpulos entre todos los pueblos\u201d (Mt 28,19).
        \nLa dimensi\u00f3n misionera de la catequesis que la comunidad deber\u00eda tener en cuenta consiste en que muchos de los que vienen a la comunidad, por lo que sea, est\u00e1n bautizados pero no catequizados, es decir, poseen una \u201ccultura religiosa\u201d de m\u00ednimos o insuficiente para sostenerse en la fe y dar raz\u00f3n de su fe. Los Obispos espa\u00f1oles lo hab\u00edan advertido con estas palabras: \u201cLa catequesis deber\u00e1 acentuar la funci\u00f3n misionera y tratar\u00e1 de suscitar, muy en primer t\u00e9rmino, la conversi\u00f3n al Evangelio. No es su funci\u00f3n propia, ya que la catequesis deber\u00eda seguir a la actividad misionera. Pero la situaci\u00f3n concreta de muchos cristianos est\u00e1 pidiendo una fuerte carga de primera evangelizaci\u00f3n en la actividad catequ\u00e9tica propiamente dicha\u201d
        [18]<\/a>.
        \nHay experiencias que consisten en \u201calargar\u201d el tiempo de catequesis. La argumentaci\u00f3n es sencilla: como con dos a\u00f1os no est\u00e1n preparados, vamos a a\u00f1adir uno m\u00e1s, y desde ahora ser\u00e1n tres a\u00f1os de preparaci\u00f3n. Despu\u00e9s se cae en la cuenta de que, a pesar de alargar un a\u00f1o m\u00e1s, siguen sin estar preparados cuando llegan al sacramento. \u00bfEst\u00e1, pues, la soluci\u00f3n en alargar? En algunos casos, posiblemente s\u00ed; en otros, no se ve claro.
        \nP\u00edo X, al abrir la puerta de la comuni\u00f3n de ni\u00f1os, fue muy realista y admiti\u00f3 que se pod\u00eda hacer la comuni\u00f3n sin \u201cestar del todo preparados\u201d, \u201csin conocer todo\u201d, \u201csin haber llegado a una perfecci\u00f3n de preparaci\u00f3n\u201d. Claro, esto despu\u00e9s ped\u00eda un sistema de catequesis continuado, que no siempre se dio
        [19]<\/a>.
        \nEl problema de \u201cestar preparados o no\u201d no lo podemos centrar en a\u00f1adir m\u00e1s tiempo de preparaci\u00f3n. Por otra parte, \u00bfqu\u00e9 significa estar bien preparados? \u00bfSaber cosa de memoria que no han entrado en la vida de la persona? Muchos catequizandos han recibido un sacramento \u201csabiendo cosas elementales\u201d, y despu\u00e9s, \u00bfqu\u00e9? \u00bfPodemos reducir la iniciaci\u00f3n cristiana al aspecto no\u00e9tico solo? La duraci\u00f3n y el saber (o cultura religiosa) de un proceso no son los \u00fanicos elementos que hay que tener en cuenta. M\u00e1s importante que la duraci\u00f3n es la calidad del itinerario propuesto, el protagonismo que la persona adquiere y su compromiso personal de dejar que Dios realice en ella el nacimiento a la vida nueva. \u201cEstar preparado o no\u201d es una pregunta, en muchos casos, sin respuesta. Mirando hacia atr\u00e1s, en muchas decisiones y opciones de la vida humana tenemos que convenir que \u201cno est\u00e1bamos preparados\u201d en el momento en que las tomamos las tomamos. Pero, a rengl\u00f3n seguido, hay que a\u00f1adir que eso lo vemos ahora; eso lo decimos ahora despu\u00e9s de a\u00f1os. Entonces est\u00e1bamos preparados \u201ccon los condicionamientos\u201d propios del momento. Quiz\u00e1s esperar a estar preparados del todo (\u00bfc\u00f3mo se puede saber esto? \u00bfC\u00f3mo se puede medir?) nos llevar\u00eda a no tomar jam\u00e1s una decisi\u00f3n firme en la vida, o a concebir la vida como cerrada y no como un camino donde, al recorrerlo, vamos haci\u00e9ndonos m\u00e1s por dentro y por fuera.
        \nEn la catequesis muchas veces prevalecen m\u00e1s los deseos de los catequistas que los deseos de los catequizandos. Ni nacemos cristianos ni nacemos en una sociedad de cristiandad. Nos hacemos cristianos por respuesta personal a una llamada interior de Dios escuchada y seguida en libertad. La catequesis tiene que alinearse con el don de la libertad, con la realidad y con la capacidad e historia personales. En este sentido, la catequesis consiste en ofrecer un dispositivo que haga que la persona se abra a la fe.
        \nDesde esta perspectiva comienzan a caerse muchos esquemas pr\u00e1cticos en los que la catequesis se mueve actualmente, sobre todo la catequesis de ni\u00f1os y de adolescentes: en tal curso comienza la preparaci\u00f3n de la primera comuni\u00f3n, en tal curso se hace la Comuni\u00f3n, la Confirmaci\u00f3n. Se reciben los sacramentos y se va a la catequesis \u201cporque toca\u201d, no porque se desee o se busque, al menos en una gran parte de nuestros actuales catequizandos y de sus familias. Pero viene la pregunta pr\u00e1ctica, \u00bfqui\u00e9n se atreve a romper la tradici\u00f3n? Y en la mayor parte de las comunidades las cosas siguen como siempre\u2026 aunque se tenga claro que \u201chay que cambiar el sistema\u201d.
        \n\u00bfQu\u00e9 es lo que pasa? Ante los resultados palpables, surgen no pocas preguntas y respuestas de cambiar las cosas. Pero estamos sometidos a dos fuerzas: la fuerza de la l\u00f3gica de lo que vemos y reflexionamos, y la fuerza de la costumbre, de lo que est\u00e1 clavado en el colectivo general y que nos da miedo tocar\u2026 Tenemos ideas, pero no nos atrevemos a ponerlas en pr\u00e1ctica.
        \nAlgunos s\u00ed se est\u00e1n lanzando a poner en marcha una catequesis diferente. Aqu\u00ed vamos a dar noticia de dos experiencias: la catequesis llamada catequesis intergeneracional y la pastoral de engendramiento.
        \n <\/em><\/p>\n

          \n
        1. La catequesis intergeneracional<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          La expresi\u00f3n \u201ccatequesis intergeneracional\u201d hace referencia a una forma de realizar la catequesis que pone el acento en los destinatarios de la catequesis considerados como comunidad, no en los contenidos para cada grupo. Los destinatarios no se estructuran por franjas de edades (catequesis seg\u00fan edades o por edades), sino que la catequesis intergeneracional[20]<\/a>pretende buscar una forma donde est\u00e9n presentes todas las edades a la vez, aportando cada una de ellas a los dem\u00e1s miembros de la comunidad o del grupo, aquello que le es espec\u00edfico.
          \n 
          \n4.1. Elementos en que se apoya y potencia<\/strong>
          \nLa catequesis de la que se quiere salir es esa catequesis que aparece como una actividad confiada a voluntarios en el \u201cterritorio o locales\u201d de la parroquia pero como una realidad cerrada: \u201cEso es cosa de los catequistas\u201d. \u201cEso lo lleva el cura con sus amigos\u201d. No existe una presencia significativa ni de las familias ni de las comunidad cristiana.
          \nLa catequesis intergeneracional surge del reconocimiento de la potencia formadora que tiene la vida de la comunidad cristiana y de la necesidad de una continua inmersi\u00f3n en la vida de la comunidad y en la profundizaci\u00f3n del sentido del Bautismo. Iniciarse ser\u00eda familiarizarse progresivamente unos con otros y por otros en la vivencia cada vez m\u00e1s plena del cristianismo. Se extraen estas reflexiones y opciones del pensamiento del Directorio General para la Catequesis. Por poner algunos ejemplos: \u201cLa parroquia es, sin duda, el lugar m\u00e1s significativo en que se forma y manifiesta la comunidad cristiana. Ella est\u00e1 llamada a ser una casa de familia, fraternal y acogedora, donde los cristianos se hacen conscientes de ser Pueblo de Dios\u201d (n. 257). En otro lugar, el DGC explicita: \u201cLas tareas de la catequesis corresponden a la educaci\u00f3n de las diferentes dimensiones de la fe, ya que la catequesis es una formaci\u00f3n cristiana integral, abierta a todas las esferas de la vida cristiana. En virtud de la misma din\u00e1mica interna, la fe pide ser conocida, celebrada, vivida y hecha oraci\u00f3n. La catequesis debe cultivar cada una de estas dimensiones. Pero la fe se vive en la comunidad cristiana y se anuncia en la misi\u00f3n: es una fe compartida y anunciada. Y etas dimensiones deben ser cultivadas por la catequesis\u201d (n. 84).
          \nAunque el mismo Directorio da importancia grande a la familia
          [21]<\/a> en la tarea de iniciaci\u00f3n de los hijos, son muchas las familias que hoy no est\u00e1n capacitadas para realizarla y es preciso acudir a la comunidad para paliar los d\u00e9ficits que presentan.
          \nLa catequesis intergeneracional quiere poner en pr\u00e1ctica, no solo formular te\u00f3ricamente, esta dimensi\u00f3n formativa de la comunidad muy valorada en el Directorio. De hecho, cuando se habla de la formaci\u00f3n de los catequistas se enumera como primer cauce de formaci\u00f3n la comunidad: \u201cEntre los cauces de formaci\u00f3n de los catequistas destaca, ante todo, la propia comunidad cristiana. Es en ella donde el catequista experimenta su vocaci\u00f3n y donde alimenta constantemente su sentido apost\u00f3lico. En la tarea de asegurar su maduraci\u00f3n progresiva como creyente y testigo, la figura del sacerdote es fundamental\u201d
          [22]<\/a>.
          \n 
          \n4.2. Consecuencias pr\u00e1cticas<\/strong>
          \n– La vida de la comunidad tiene un poder formativo<\/em>
          [23]<\/a> para todos sus miembros<\/em>.
          \nEste poder formativo no excluye reuniones espec\u00edficas para ni\u00f1os, j\u00f3venes o adultos. Pero estas reuniones no son el centro de la formaci\u00f3n, sino complemento de una formaci\u00f3n que es la vida de la comunidad en su conjunto. Toda reuni\u00f3n parroquial, bajo cualquier forma y por la raz\u00f3n que sea, constituye una ocasi\u00f3n de formaci\u00f3n. Un encuentro de catequistas o bien una reuni\u00f3n para elaborar el presupuesto del a\u00f1o, un encuentro de padres de ni\u00f1os de 10 a\u00f1os: cada vez que hay una reuni\u00f3n en la parroquia, se tiene la posibilidad de poner a los participantes en contacto con la vida y las ense\u00f1anzas de la Iglesia y as\u00ed alimentar su fe. Este contacto es particularmente claro y eficaz cuando existe enlace con la asamblea dominical.
          \n– La comunidad es lugar de iniciaci\u00f3n<\/em>.
          \n\u201cDesde los tiempos apost\u00f3licos, para llegar a ser cristiano se sigue un camino y una iniciaci\u00f3n que consta de varias etapas. Este camino puede ser recorrido r\u00e1pida o lentamente y comprende siempre algunos elementos esenciales: el anuncio de la Palabra de Dios, la acogida del Evangelio que lleva a la conversi\u00f3n, la profesi\u00f3n de la fe, el Bautismo, la efusi\u00f3n del Esp\u00edritu Santo, el acceso a la comuni\u00f3n eucar\u00edstica\u201d
          [24]<\/a>.
          \nFrente a otras concepciones de iniciaci\u00f3n procedentes del mundo de la antropolog\u00eda, de la educaci\u00f3n o de las ciencias de las religiones, la iniciaci\u00f3n cristiana tiene su propia originalidad: \u201cLa originalidad esencial de la iniciaci\u00f3n cristiana consiste en que Dios tiene la iniciativa y la primac\u00eda en la transformaci\u00f3n interior de la persona y en su integraci\u00f3n a la Iglesia, haci\u00e9ndole part\u00edcipe de la muerte y resurrecci\u00f3n de Cristo\u201d
          [25]<\/a>..
          \nCuando en catequesis y en pastoral hablamos de iniciaci\u00f3n cristiana, lo primero de todo es que no entendemos una acci\u00f3n pedag\u00f3gica propuesta por los agentes de pastoral para unos determinados destinatarios en orden a modificaciones de conducta personal o de destrezas, o de alcanzar la fe, sino que se trata de una acci\u00f3n cuyo protagonista primero y principal es Dios que llama y transforma interiormente el coraz\u00f3n de las personas. La iniciaci\u00f3n cristiana supone la participaci\u00f3n en el misterio del Se\u00f1or Resucitado, la integraci\u00f3n en la Iglesia, la decisi\u00f3n libre de la persona de aceptar y caminar hacia Dios bajo la acci\u00f3n del Esp\u00edritu. La iniciaci\u00f3n cristiana es una realidad compleja que no se puede reducir al cultivo de la dimensi\u00f3n doctrinal o comportamental.
          \nLa iniciaci\u00f3n en la fe dentro de la comunidad se desarrolla no solo en actividades formales, sino en peque\u00f1os detalles, en la vida misma de la comunidad. La iniciaci\u00f3n es de toda la comunidad y es algo complejo y multidimensional. Todo lo que coexiste en la parroquia no es algo yuxtapuesto, sino algo complementario.
          \n– El aspecto intergeneracional<\/em>.
          \nEsta manera de entender la catequesis da importancia a toda la comunidad y a la persona en cualquiera de sus edades. Todos son miembros sujetos de dar y de recibir. Todos son agentes y destinatarios de la acci\u00f3n catequ\u00e9tica y formativa de la comunidad. Todos aprenden de todos y todos se influyen en una circulaci\u00f3n de vida. La parroquia es el \u00e1mbito propio de la acogida de todos, sin distinci\u00f3n de edades. M\u00e1s que separar por edades, la perspectiva de la catequesis intergeneracional insiste en lo contrario, sobre todo en la celebraci\u00f3n dominical, lo cual no quita que haya que tener en cuenta a las diversas franjas de edades que componen la comunidad y la asamblea celebrante.
          \nLo intergeneracional comienza por la catequesis, pero supera el marco catequ\u00e9tico. Se comienza a partir de una invitaci\u00f3n dirigida a los padres de los ni\u00f1os catequizados, pero los itinerarios intergeneracionales llegan a ser el primer lugar de intercambio entre el despertar cristiano en familia y la socializaci\u00f3n religiosa en comunidad. La Eucarist\u00eda dominical se convierte en lugar que hace Iglesia, nutriendo a todas las generaciones en la Palabra de Dios que es proclamada; refuerza los lazos entre liturgia y catequesis
          [26]<\/a>.
          \n– Relevancia de la celebraci\u00f3n dominical.<\/em>
          \nHay muchas maneras de llevar adelante esta perspectiva de la catequesis intergeneracional. En Europa hay algunos ejemplos de catequesis intergeneracional muy relacionados con la celebraci\u00f3n eucar\u00edstica del domingo y, adem\u00e1s, muy unido a los ciclos lit\u00fargicos. Las lecturas de los domingos y las fiestas son pr\u00e1cticamente el esqueleto de catequesis del que beben tanto los adultos como los m\u00e1s peque\u00f1os de la comunidad.
          \n 
          \n4.3 Interrogaciones a esta propuesta<\/strong>
          \nA esta perspectiva catequ\u00e9tica se le pueden hacer algunas preguntas. Las tomamos del profesor H. Derroitte: \u201cLos autores anglosajones, que han descrito con todo detalle los beneficios de este proyecto intergeneracional, insisten en la importancia de la dimensi\u00f3n comunitaria. Hay comunidades que tienen reuniones frecuentes prolongando la misa de las familias e invitan a los padres a vivir una parte de las actividades catequ\u00e9ticas con sus hijos. El hilo conductor sigue siendo la catequesis de ni\u00f1os, a menudo en un recorrido marcado por los ni\u00f1os, un a\u00f1o de catequesis, una etapa hacia la confirmaci\u00f3n o la profesi\u00f3n de fe. De nuevo nos podemos preguntar: la catequesis intergeneracional, \u00bfno es una \u201cfalsa buena idea\u201d, en la medida que prolonga la vieja asociaci\u00f3n de la preparaci\u00f3n sacramental y la obligaci\u00f3n? \u00bfNo es simplemente buscar el apoyo de los padres que est\u00e1n implicados en la catequesis, no tanto sobre la base del deseo del adulto de profundizar la maduraci\u00f3n de su fe, sino por fidelidad a la educaci\u00f3n dada a sus hijos? \u00bfVienen a la catequesis intergeneracional como si fueran a un partido de futbol del ni\u00f1o el domingo por la ma\u00f1ana o como si fueran a ver un espect\u00e1culo preparado por los peque\u00f1os?\u201d
          [27]<\/a>.
          \nEs decir, algunos miran con recelo a esta propuesta de catequesis fundados en dos sospechas principales: que se est\u00e9 dando el nombre de catequesis intergeneracional a una catequesis de ni\u00f1os acompa\u00f1ados por los padres sin que los padres hayan decidido para s\u00ed mismos un proceso de catequesis. En segundo lugar, el acento que se pone en el poder formativo de la comunidad cristiana. Se desconf\u00eda de que las actuales comunidades cristianas, al menos en una gran mayor\u00eda, puedan ser punto de referencia de lo que tendr\u00eda que ser la comunidad cristiana. No faltan casos de que algunas comunidades cristianas \u201cespanten\u201d m\u00e1s que atraigan. Esto mismo lleva a preguntarse si es la comunidad cristiana la que hace la catequesis o \u00bfno ser\u00e1 la catequesis la que tenga que remover y rehacer las comunidades cristianas?
          \n <\/p>\n

            \n
          1. La pastoral de engendramiento<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

            Ante todo, precisemos que no se trata de una corriente catequ\u00e9tica. La expresi\u00f3n pastoral de engendramiento engloba mucho m\u00e1s que la sola catequesis[28]<\/a>. La cuna de esta reflexi\u00f3n est\u00e1 en Francia y no se postula como un nuevo modelo de pastoral que venga a eliminar otros. \u201cSe trata m\u00e1s bien de un estado de esp\u00edritu que puede animar todos los modelos pastorales existentes[29]<\/a>\u201d.
            \n 
            \n5.1. Significado de pastoral de engendramiento<\/strong>
            \nEngendrar, seg\u00fan el Diccionario de la Real Academia, significa \u201cprocrear, propagar la propia especie. Engendramiento es la acci\u00f3n y efecto de engendrar. Las palabras nos sit\u00faan ante un hecho de la vida humana que es \u201cadmiraci\u00f3n y poder de la vida\u201d y que es, a la vez, \u201cfragilidad\u201d.
            \nEngendrar nos sit\u00faa en un ambiente de amor, de entrega, de uni\u00f3n de vidas que hacen posible la vida; se engendra desde el darse mutuamente.
            \nAplicado a la realidad pastoral, nos situamos en primer lugar en poner toda nuestra atenci\u00f3n en el don de la vida, en suscitar la vida, en cuidar la vida del otro en aquello que tiene de m\u00e1s ordinario, de m\u00e1s b\u00e1sico en todas las dimensiones. Suscitar la vida es guardarla de los ataques que destruyen la vida humana o la degradan. El estilo del Evangelio es importante. Cuando Jes\u00fas encuentra al leproso (Mc 1,41), o a la viuda de Naim (Lc 7,13) o ve a la multitud que acude a \u00e9l (Mc 6,34) el siente compasi\u00f3n. De la compasi\u00f3n surgen gestos, palabras, acciones de vida. Se puede engendrar vida teniendo una disposici\u00f3n constante de atenci\u00f3n y cari\u00f1o hacia la vida. El modelo de referencia podr\u00eda ser el de los padres que \u201cest\u00e1n atentos\u201d a la vida del beb\u00e9 que no puede expresarse y al que hay que mirar mucho, sin anularlo, para \u201cintuir\u201d lo que necesita.
            \nNadie se engendra a s\u00ed mismo. Nadie se da la vida a s\u00ed mismo. La vida es don, es regalo. Somos un regalo. Somos y existimos por una donaci\u00f3n de dos personas, por una relaci\u00f3n \u00edntima. El t\u00e9rmino engendramiento nos env\u00eda a una manera de existir que es a cogida y don, acogida y donaci\u00f3n.
            \nLa pastoral de engendramiento \u201ctoca\u201d la identidad de las personas. Lo primero no es ofrecer una doctrina, un mensaje. Lo primero de todo es acoger la vida. Y la vida singular, la vida concreta, la de esta persona que est\u00e1 delante de m\u00ed en este momento. La vida de cada ser humano tiene identidad y \u201ccolor\u201d propio. En la acci\u00f3n pastoral, lo primero no es \u201cque me sigan\u201d, lo primero es que el otro est\u00e1 ah\u00ed, y est\u00e1 llamado a ser \u00e9l mismo, a gestionar su libertad, sus deseos, su identidad al ponerse en relaci\u00f3n con las identidades que le rodean y que le ayudan a ser \u00e9l mismo.
            \nLa transmisi\u00f3n, la proposici\u00f3n de la fe pueden inducir a objetivar el contenido de la fe y a preocuparnos m\u00e1s de \u00e9l que de la persona concreta, de su ritmo, de su originalidad, de su experiencia concreta de acoger a Dios en su vida
            \nLa pastoral de engendramiento no se pregunta en primer lugar \u201c\u00bfc\u00f3mo hacer para suscitar nuevos cristianos?\u201d, sino \u201c\u00bfqu\u00e9 ocurre entre Dios y la persona concreta cuando entran en relaci\u00f3n?\u201d \u201c\u00bfC\u00f3mo Dios se aproxima a esta persona y c\u00f3mo esta le acoge o rechaza, c\u00f3mo es ella misma en di\u00e1logo con Dios?\u201d
            \nEn esta orientaci\u00f3n y perspectiva pastoral adquieren una gran importancia los acompa\u00f1antes. Acompa\u00f1ar pide formar cristianos capaces de releer juntos su vida a la luz del Evangelio y descubrir que hay una nueva posibilidad de existencia que no nos inventamos, sino que se nos ofrece como don de Dios. Hay tambi\u00e9n una forma de hacer compa\u00f1\u00eda que consiste en ser referencia, en mostrar una vida ejemplar que provoque en el otro las ganas de decir: \u201cVivir as\u00ed, con esa alegr\u00eda y coherencia, merece la pena\u201d.
            \n 
            \n5.2. La propuesta viene de Dios<\/strong>
            \nSi nos detenemos en el pasaje de san Juan en el que propone a Nicodemo \u201csi uno no nace de nuevo no puede ver el reinado de Dios\u201d (Jn 3,3) vemos que la iniciativa de nacer de nuevo, la oferta de una nueva manera de engendramiento viene siempre de Dios. \u201cNadie puede arrogarse nada si no se lo concede Dios\u201d (Jn 3,27), responde Juan bautista a sus disc\u00edpulos.
            \nNo sabemos muy bien por qu\u00e9 y cu\u00e1ndo se hace la propuesta. \u201cEl viento sopla hacia donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni de d\u00f3nde viene ni a d\u00f3nde va. As\u00ed sucede con los nacidos por el Esp\u00edritu\u201d (Jn 3,8).
            \nY este Esp\u00edritu \u201cse mueve\u201d en todas partes y \u201clo llena todo\u201d (G\u00e9n 1,1) y en todas las partes produce y engendra novedad. Hay bienaventurados que lo son por ser pac\u00edficos, por ser pobres de esp\u00edritu, por haber dado de beber, de comer o vestido\u2026 y escuchar\u00e1n: \u201cVenid, benditos de mi Padre\u201d (Mt 25,34). Y son benditos sin ellos saberlo, sencillamente por haberse dejado guiar del viento que les llevaba a reconocer al otro como valioso y como alguien al que hab\u00eda que acoger y estar junto a \u00e9l.
            \n 
            \n5.3. Engendra una manera de ser<\/strong>
            \nLa pastoral de engendramiento supone una manera de ser que ata\u00f1e a las relaciones que las personas establecen entre ellas de proximidad, de respeto, de poner unos a disposici\u00f3n de otros los carismas recibidos.
            \nUna manera de ser ata\u00f1e a la capacidad de acogida del otro, de di\u00e1logo. Donde es posible decir la palabra y decirse hay siempre novedad y algo nuevo se crea como cuando la Palabra cre\u00f3 todo al principio. La palabra que se pronuncia en libertad y en verdad es siempre portadora y creadora de nueva vida. \u201cNo poder pronunciar ni palabra\u201d es encontrarme ante una actitud herm\u00e9tica donde nada puede nacer, y menos las personas libres y con palabra personal.
            \nUna manera de ser ata\u00f1e a todo aquello que puede hacer surgir la vida del otro en presencia de otro. Cuando mi presencia suscita y anima la vida del otro quiere decir que hay una manera de ser capaz de engendrar vida, se haga lo que se haga, se utilice el esquema pastoral que se utilice. Y la inversa tambi\u00e9n ser verdad. Hay maneras de ser que ahogan la vida se revistan del adjetivo que se revistan\u2026
            \n 
            \n5.4. Engendra una manera de actuar<\/strong>
            \n\u201cInsistir sobre la calidad de las relaciones es una manera renovada de encarar la evangelizaci\u00f3n. Sin embargo, el camino de engendramiento no es del orden de una nueva espiritualidad; se inscribe resueltamente en los dominios de la pastoral propiamente dicha. En efecto, no renuncia a elaborar \u201cproyectos de pastoral\u201d, pero est\u00e1 ante todo preocupada por establecer relaciones armoniosas y solidarias entre los actores que los realizar\u00e1n. En este esp\u00edritu, vigila que estos proyectos sean discernirlos, elaborados y puestos en obra por las personas implicadas. Se toma el tiempo para reunirlos, sensibilizarlos, pedirles sugerencias y propuestas\u2026\u201d
            [30]<\/a>.
            \nLa pastoral de engendramiento no comienza por querer cambiarlo todo. Comienza por acoger y reconocer las peque\u00f1as palabras y sugerencias que nos vienen de aqu\u00ed y de all\u00e1. Mois\u00e9s responde a los que protestan porque Eldad y Medad profetizan: \u201c\u00a1Ojal\u00e1 todo el pueblo del Se\u00f1or fuera profeta y recibiera el esp\u00edritu del Se\u00f1or!\u201d (N\u00fam 11,29). Y Pablo a los corintios les dir\u00e1 que hay diversidad de dones y de carismas, pero un mismo cuerpo y un mismo Esp\u00edritu. \u201cTodo lo ejecuta el mismo y \u00fanico Esp\u00edritu repartiendo a cada uno como quiere\u201d (1 Cor 12,11). Lo importante es reconocer ese soplo del Esp\u00edritu que est\u00e1 donde menos nos imaginamos, pero est\u00e1. Porque nos situamos con una perspectiva clara y bien evang\u00e9lica: \u201cMi Padre est\u00e1 actuando y yo tambi\u00e9n act\u00fao\u201d (Jn 11,17). No somos nosotros los que actuamos en solitario ni los \u00fanicos. Reconocemos que antes que nosotros y con nosotros y despu\u00e9s de nosotros el Padre y el Hijo est\u00e1n actuando\u2026 Presentarse como \u201ctocados\u201d por Dios y anunciar las obras del Se\u00f1or con sencillez es la manera de actuar que engendra vida porque sit\u00faa al otro en el camino de la Palabra y le da la oportunidad de dejarse alcanzar por Dios.
            \nEsta manera de situarse, de obrar, de presentar el Evangelio, de presentarse como grupo de seguidores de Jes\u00fas puede ser transformadora de la misma Iglesia.
            \nLa pastoral de engendramiento no es una pastoral de \u201cunificar\u201d para llegar a una uniformidad. Comienza por acoger la diversidad. El Evangelio puede llegar a m\u00ed o al otro de una manera \u201cin\u00e9dita\u201d. En la pr\u00e1ctica pastoral cada vez somos m\u00e1s conscientes de que los caminos del Se\u00f1or no son nuestros caminos.
            \nLa ex\u00e9gesis nos habla hoy de c\u00f3mo los relatos b\u00edblicos no proponen una manera uniforme de creer, bien cuadriculada, codificada\u2026 Hab\u00eda una manera de creer de los judeo-cristianos, de los paganos convertidos. Hay una convergencia esencial, y una diversidad de situaciones por la que pasa la vida de los hombres y mujeres de entonces y tambi\u00e9n de hoy. Podemos tener una celebraci\u00f3n en una iglesia rom\u00e1nica o g\u00f3tica o moderna o rupestre\u2026 Todas en s\u00ed bien diferentes\u2026 pero lo que importa m\u00e1s es c\u00f3mo se hacen las cosas, qu\u00e9 esp\u00edritu hay detr\u00e1s de lo que hacemos, qu\u00e9 \u201caliento\u201d dejamos entrever que nos alienta\u2026 No podemos proponer el Evangelio con formas no evang\u00e9licas\u2026
            \n 
            \n5.5. Inspirados en los relatos evang\u00e9licos<\/strong>
            \n\u201cPara aquellos y aquellas que se inspiren en la din\u00e1mica de engendramiento, los textos evang\u00e9licos llegan a ser la matriz misma del pensamiento teol\u00f3gico y de la acci\u00f3n pastoral. \u00bfPor qu\u00e9 razones? Son particularmente significativas en la sociedad postmoderna, que ha dado gran relieve a la autonom\u00eda de los sujetos y la experiencia personal. En nuestra cultura, cada uno est\u00e1 invitado a trazar su propio itinerario, con sus riesgos y peligros, entre m\u00faltiples elecciones vitales posibles\u2026 En este universo, los evangelios prestan un servicio inestimable. Son narraciones que ponen en escena actores que reaccionan de manera diferente a los mismos acontecimientos. Cristo y su manera tan personal de entrar en relaci\u00f3n con unos y otros, totalmente verdadero con \u00e9l mismo, construye la verdad a su alrededor comunicando la vida; libera, restaura, traza un camino de humanidad que interroga e interpela
            [31]<\/a>\u201d.
            \nEs sorprendente el legado que nos hacen las comunidades cristianas primeras. Nos podemos acercar a Cristo por caminos de evangelio diferentes. El anuncio de Cristo supera a lo que una comunidad pueda percibir y afirma de \u00e9l. M\u00e1s que excluir a unos, lo que se nos invita es a compartir unos con otros. Anunciar a Cristo hoy, en la cultura plural que es la nuestra, es tener en cuenta las diversas maneras de creer, bajo la pena de impedir a dios engendrar a la vida a una gran multitud de personas diferentes.
            \n 
            \nUna reflexi\u00f3n final<\/strong>
            \nHemos iniciado la reflexi\u00f3n con una preocupaci\u00f3n: la pastoral familiar. La terminamos sin poder decir hay que hacer as\u00ed. Pero esto no nos impide decir: algunos hacen as\u00ed, algunos ponen estos cimientos para sostener una manera de hacer. El panorama est\u00e1 abierto. Y las posibilidades son muchas. Nos tenemos que acostumbrar a buscar nuestra propia respuesta pastoral a las necesidades concretas. Compartir lo nuestro con lo que otros hacen para progresar en la vivencia del Evangelio es una de las tareas del momento presente. Esto exige tener dos polos bien cimentados: el polo de la experiencia personal y comunitaria del Evangelio que nos viene por la celebraci\u00f3n sacramental y la escucha de la Palabra de Dios, y el polo de la atenci\u00f3n a la vida de las personas, tom\u00e1ndolas en serio.
            \nEsta perspectiva es exigente. Nos invita a ser creativos y a ejercitar nuestras responsabilidades en la situaci\u00f3n concreta donde confesamos a Jes\u00fas como el Se\u00f1or. El Directorio General para la Catequesis dar orientaciones generales para la transmisi\u00f3n de la fe a las nuevas generaciones. Una de las orientaciones es la primac\u00eda que da en la pastoral catequ\u00e9tica a la Iglesia particular
            [32]<\/a>, a la comunidad cristiana local[33]<\/a>, y al catequista[34]<\/a>. Nada ni nadie nos ahorra el trabajo pastoral de responder a los hombres y mujeres concretos con los que nos encontramos.<\/p>\n

            \u00c1lvaro Ginel<\/p>\n

             
            \n 
            \n
            [1]<\/a> J. MART\u00cdN VELASCO, La transmisi\u00f3n de la fe en la sociedad contempor\u00e1nea, <\/em>Sal Terrae, Santander 2002, pp. 37-80. H. DERROITE, Por una nueva catequesis, <\/em>Sal Terrae, Santander 2004, p. 22. F. PAJER, La transmission religieuse interrompue, <\/em>en \u201cLumen Vitae\u201d, vol. LVI, 1(2001), pp. 5-14.
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            [2]<\/a> A. GINEL, Repensar la catequesis, <\/em>Editorial CCS, Madrid 2009, pp. 28-29.
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            [3]<\/a> Entre nosotros tenemos la llamada catequesis familiar<\/em> con muchas y diferentes versiones o concreciones seg\u00fan di\u00f3cesis, comunidades locales, catequistas que la llevan adelante. Se habla tambi\u00e9n de pastoral de engendramiento, cfr. <\/em>PHILIPPE BACQ, La pastoral de engendramiento, \u00bfqu\u00e9 quiere decir?, <\/em>en \u201cSinite\u201d, vol. L, n. 150 (enero-abril 2009), pp. 27-46. GILES ROUTHIER, Reinventar la catequesis en una sociedad plural, <\/em>en \u201cSinite\u201d, vol. L, (enero-abril 2009), pp. 47-66. HENRI DERROITTE, Reinventar la catequesis en un mundo en movimiento, <\/em>en \u201cSinite\u201d, vol. L, n. 150 (enero-abril 2009), pp. 67-91.
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            [4]<\/a> ISABEL AZEVEDO DE OLIVEIRA, Catequesis intergeneracional, <\/em>PPC, Madrid 2007.
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            [5]<\/a> Templo construido en el lugar donde el Se\u00f1or fue enterrado, y lugar, pues, del momento de la resurrecci\u00f3n. Exist\u00eda tambi\u00e9n el templo llamado Martirium, edificado sobre el lugar donde Jes\u00fas fue clavado en cruz. Unas celebraciones se realizaban en un templo y otras en otro.
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            [6]<\/a> A. ARCE, Itinerario de la Virgen Egeria (381-384), <\/em> Editorial Biblioteca Autores Cristianos. Segunda Edici\u00f3n, Madrid 1996, p. 317.
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            [7]<\/a> EL CATECISMO<\/em><\/b> ROMANO\u00bb DEL CONCILIO DE TRENTO<\/em><\/b>, traducci\u00f3n y notas de P. Pedro Mart\u00edn Hern\u00e1ndez. Biblioteca de Autores Cristianos (<\/strong>BAC), n. 158<\/em><\/b>, <\/strong>Madrid 1951, p. 10.
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            [8]<\/a> Doctrina<\/em> = contenido esencial de la fe. Catecismo<\/em> = libro que recog\u00eda y expon\u00eda la doctrina. El instrumento se convirti\u00f3 en sin\u00f3nimo de lo que conten\u00eda.
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            [9]<\/a> Cfr. Acerbo Nimis, <\/em>n.10\/I: \u201cTodos los p\u00e1rrocos, y en general cuantos ejercen cura de almas, han de instruir, con arreglo al Catecismo, durante una hora entera, todos los domingos y fiestas del a\u00f1o, sin exceptuar ninguno, a todos los ni\u00f1os y ni\u00f1as en lo que se debe creer y hacer para alcanzar la salvaci\u00f3n eterna\u201d.
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            [10]<\/a> La catequesis de la comunidad cristiana,<\/em> nn. 24-38 es un claro ejemplo de esta sensibilidad que intuye con fuerza la irreductibilidad de la IC a un elemento. O dicho en positivo, intuye que la catequesis necesita otros elementos que le den consistencia y a loes que ella dar consistencia.
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            [11]<\/a> ENZO BIEMMI, La catequesis en Europa, <\/em>en \u201cSinite\u201d, vol. L, n. 152(septiembre-diciembre 2009), p. 496.
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            [12]<\/a> Podemos definir aqu\u00ed como catequesis tradicional, aquella que se apoya en un maestro<\/em> (catequista), un libro<\/em> (catecismo o material catequ\u00e9tico que hab\u00eda que aprender), un tiempo<\/em> (uno o dos a\u00f1os antes de recibir la Primera Comuni\u00f3n, la Confirmaci\u00f3n; o unas reuniones previas al sacramento del Bautismo de ni\u00f1os o al sacramento del Matrimonio), un estilo<\/em> o m\u00e9todo<\/em> (el m\u00e9todo que calca al sistema escolar ya sea para la forma como para la estructuraci\u00f3n de las materias por edades).
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            [13]<\/a> La llamada catequesis tradicional se desarrolla a partir del Pontificado de P\u00edo X y de P\u00edo XI. Tiene, pues, un siglo de existencia. En los primeros a\u00f1os del siglo XX, el Papa P\u00edo X, publicaba la Exhortaci\u00f3n Acerbo Nimis, 15 de abril de 1905, sobre la ense\u00f1anza del catecismo. Exclamaba: \u201c\u00a1Cu\u00e1n comunes y fundados son, por desgracia, estos lamentos de que existe hoy un crecido n\u00famero de personas, en el pueblo cristiano, que viven en suma ignorancia de las cosas que se han de conocer para conseguir la salvaci\u00f3n eterna\u201d (Acerbo nimis 2). Por ello prescribe: \u201cTodos los p\u00e1rrocos, y en general cuantos ejercen cura de almas, han de instruir, con arreglo al Catecismo, durante una hora entera, todos los domingos y fiestas del a\u00f1o, sin exceptuar ninguno, a todos los ni\u00f1os y ni\u00f1as en lo que deben creer y hacer para alcanzar la salvaci\u00f3n eterna.\u201d (Acebo nimis 10,I). El mismo P\u00edo X, en el decreto Sacra tridentia synodus (20 de diciembre de 1905) supera las influencias jansenistas y promueve la comuni\u00f3n frecuente: \u201cD\u00e9se amplia libertad a todos los fieles cristianos, de cualquier clase y condici\u00f3n que sean, para comulgar frecuente y diariamente, pues as\u00ed lo desean ardientemente Cristo nuestro Se\u00f1or y la Iglesia Cat\u00f3lica\u201d (n. 10\/1\u00ba). El 8 de agosto de 1910, P\u00edo X promulga el decreto Quam singulari sobre la comuni\u00f3n de los ni\u00f1os. \u201cLa edad de discreci\u00f3n para la Comuni\u00f3n es aquella, en la cual el ni\u00f1o sepa distinguir el Pan Eucar\u00edstico del pan com\u00fan y material, de suerte que pueda acercarse devotamente al altar. As\u00ed, pues, no se requiere un perfecto conocimiento de las verdades de la fe, sino que bastan algunos elementos, esto es, alg\u00fan conocimiento de ellas; ni tampoco se requiere el pleno uso de la raz\u00f3n, pues basta cierto uso incipiente, esto es, cierto uso de raz\u00f3n. Por lo cual, la costumbre de diferir por m\u00e1s tiempo la Comuni\u00f3n y exigir, para recibirla, una edad ya m\u00e1s reflexiva, ha de reprobarse por completo\u201d (n. 9). Estos son los or\u00edgenes de la catequesis de la que venimos y que conocemos, centrada en los ni\u00f1os y adolescentes que se preparan ya sea para el sacramento de la Eucarist\u00eda o el de la sacramento de la Confirmaci\u00f3n. Obs\u00e9rvese que se insiste en que no se requiere un perfecto conocimiento de las verdades de fe. Esto indica que el campo de la catequesis queda abierto. Posteriormente se ir\u00edan organizando los Secretariados de catequesis diocesanos y dem\u00e1s. Pero partiendo siempre de este punto.
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            [14]<\/a> HENRI DERROITTE, Reinventrar la catequesis en un mundo en movimiento, <\/em>en \u201cSinite\u201d, vol. L, 150 (enero-Abril 2009), p. 68.
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            [15]<\/a> \u00c1LVARO GINEL, Repensar la catequesis, <\/em>Editorial CCS, Madrid 2009, pp. 114-116.
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            [16]<\/a> Ib\u00eddem, <\/em>p. 25.
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            [17]<\/a> Para una ampliaci\u00f3n de este tema de la dimensi\u00f3n misionera de la comunidad, Cfr. <\/em>pp. 127-139 del libro Repensar la catequesis<\/em> citado anteriormente.
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            [18]<\/a> La catequesis de la comunidad, <\/em>n. 49.
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            [19]<\/a> Cfr. <\/em>nota 13 de este mismo trabajo.
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            [20]<\/a> En algunos ambientes franc\u00f3fonos, especialmente en B\u00e9lgica, recibe el nombre familiar y cari\u00f1oso de \u201ccat\u00e9-tous\u201d: la catequesis de todos, catequesis para todos. La denominaci\u00f3n indica tambi\u00e9n el arraigo de esta catequesis en algunas regiones y di\u00f3cesis.
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            [21]<\/a> DGC, <\/em>nn. 226-227.
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            [22]<\/a> DGC, <\/em>n. 246.
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            [23]<\/a> Es sencillo y claro el art\u00edculo de JANE REGAN, Une cat\u00e9ch\u00e8se de toute la communaut\u00e9 pour tous les \u00e2ges de la vie, <\/em>en Lumen Vitae\u201d, vol. LXI, II(2008), pp. 5-17. Un resumen de este art\u00edculo en \u201cSelecciones de teolog\u00eda\u201d, 190(2009), pp. 151-160.
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            [24]<\/a> Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica, <\/em>n. 1229.
            \n
            [25]<\/a> La iniciaci\u00f3n cristiana. Reflexiones y Orientaciones, <\/em>n. 9.<\/em>
            \n
            [26]<\/a> Henri DERROITTE, La catequesis al servicio de los \u201cdesbloqueos pastorales\u201d, <\/em> en \u201cSinite\u201d, vol.
            \n
            [27]<\/a> Henri DERROITTE, Reinventar la catequesis en un mundo en movimiento, <\/em> en \u201cSinite\u201d, vol. L, 150 (enero-abirl 2009), p. 69.
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            [28]<\/a> Quienes deseen profundizar en este aspecto pueden encontrar m\u00e1s bibliograf\u00eda en PHILIPPE BACQ-CHRISTOPH THEOBALD, Une nouvelle chace pour l\u2019\u00c9vangile. Vers una pastorales d\u2019engendrement, <\/em>Lumen vitae-Novalis-Les \u00c9ditions de l\u2019Atelier, Bruselas 2004. PHILIPPE BACQ, La pastoral de engendramiento: \u00bfqu\u00e9 quiere decir?, <\/em>en \u201cSinite\u201d, vol. L, (Enero-Abril 2009), pp. 27-46.
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            [29]<\/a> PHILIPPE BACQ, La pastoral de engendramiento\u2026, <\/em>art. cit., p. 27.
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            [30]<\/a> PHILIPPE BACQ, art. cit., <\/em>p. 41.
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            [31]<\/a> PHILIPPE BACQ, art. cit., <\/em>p. 45-46.
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            [32]<\/a> DGC, <\/em>nn.217-219.
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            [33]<\/a> DGC, <\/em>nn.220-221.
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            [34]<\/a> DGC, <\/em>nn. 244-245.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

            PERO UN MISMO SE\u00d1OR \u00c1lvaro Ginel Vielva, sdb. Director de la revista CATEQUISTAS S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El autor se acerca a la pastoral familiar desde la catequesis. Ante la dificultad para transmitir la fe a las nuevas generaciones, la catequesis est\u00e1 ensayando nuevos caminos. Son intentos de b\u00fasqueda del camino m\u00e1s adecuado. En este art\u00edculo, […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[142,1504,94],"tags":[],"class_list":["post-7271","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-alvaro-ginel","category-estudios-414_415","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7271","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7271"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7271\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7271"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7271"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7271"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}