{"id":7280,"date":"2011-07-01T00:00:50","date_gmt":"2011-06-30T22:00:50","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7280"},"modified":"2011-07-01T00:00:50","modified_gmt":"2011-06-30T22:00:50","slug":"pastoral-juvenil-y-pastoral-familiar","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/pastoral-juvenil-y-pastoral-familiar\/","title":{"rendered":"PASTORAL JUVENIL Y PASTORAL FAMILIAR"},"content":{"rendered":"
Fabio Attard, sdb.<\/strong> Creo que es importante volver a la GS para descubrir los elementos fundamentales y b\u00e1sicos que ayuden a una sana comprensi\u00f3n de la familia. Aunque hoy vemos m\u00e1s f\u00e1cilmente a la familia como sujeto de evangelizaci\u00f3n, no debemos olvidar que antes del Concilio Vaticano II, esa comprensi\u00f3n no hab\u00eda madurado todav\u00eda. El proceso se madura de manera muy clara con y despu\u00e9s del acontecimiento conciliar. En la estela de la GS, tenemos otro documento de notable importancia: la Exhortaci\u00f3n Apost\u00f3lica Familiaris Consortio<\/em>(FC) del Beato Juan Pablo II. Ofrezco algunos puntos de esa Exhortaci\u00f3n que deben leerse a la luz de la reflexi\u00f3n anterior basada en la GS. Esta doble dimensi\u00f3n, la familia como objeto de la atenci\u00f3n pastoral, junto a la familia como agente pastoral, est\u00e1 ya presente en la reflexi\u00f3n de Pablo VI en la Evangelii Nuntiandi<\/em> (EN), donde presenta los dos movimientos de una manera integrada. Escribe: \u201cla familia, como la Iglesia, debe ser un espacio en el que el Evangelio se transmite y desde la que el Evangelio se irradia\u201d (EN 71). La familia como el lugar donde se recibe, pero tambi\u00e9n donde se transmite la buena noticia. Los esfuerzos del Pontificio Consejo para la Familia<\/em>, indican cada vez m\u00e1s este doble inter\u00e9s: una atenci\u00f3n pastoral mayor a la familia en un contexto social muy secularizado y la conciencia de que se vea a la familia como protagonista en un escenario marcado por la urgencia evangelizadora. Al llegar aqu\u00ed se tiene la sensaci\u00f3n, naturalmente, de que hemos hablado muy poco de la pastoral juvenil. No es una omisi\u00f3n, es una opci\u00f3n. En muchas partes de la Iglesia y de nuestra Congregaci\u00f3n, estamos asistiendo a experiencias muy creativas en favor de la familia en el contexto de la misma acci\u00f3n pastoral juvenil. En la diversidad de la propuesta pastoral, hay siempre l\u00edneas fundamentales que son convergentes. Pero, como ya he se\u00f1alado, la reflexi\u00f3n sobre la metodolog\u00eda pastoral es hoy m\u00e1s actual que nunca, porque indica una preocupaci\u00f3n pastoral que tiene a las personas en el centro \u2013 su historia, su situaci\u00f3n, su b\u00fasqueda. Fabio Attard sdb<\/p>\n Fabio Attard, sdb. Consejero General para la Pastoral Juvenil S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO En la primera parte del art\u00edculo, el autor se acercar a la familia iluminado por textos del magisterio. Organiza su reflexi\u00f3n en estos puntos: familia que comprender, que acompa\u00f1ar y que acompa\u00f1a. Como conclusi\u00f3n de esta parte el autor propone una pastoral de […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1504,1315,94],"tags":[],"class_list":["post-7280","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-414_415","category-fabio-attard","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7280","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7280"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7280\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7280"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7280"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7280"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nConsejero General para la Pastoral Juvenil<\/strong>
\n <\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEn la primera parte del art\u00edculo, el autor se acercar a la familia iluminado por textos del magisterio. Organiza su reflexi\u00f3n en estos puntos: familia que comprender, que acompa\u00f1ar y que acompa\u00f1a. Como conclusi\u00f3n de esta parte el autor propone una pastoral de la verdad, de la santidad y de la misericordia. En la segunda parte, busca puntos de encuentro en la pastoral juvenil y la pastoral familiar. Concreta su reflexi\u00f3n en experiencias que evidencia los frutos pastorales que est\u00e1 relaci\u00f3n ofrece. Finaliza el art\u00edculo haciendo ver la necesidad de unos pastores y educadores realmente fortalecidos en su vida pastoral y espiritual.
\n
\nEl binomio pastoral juvenil y pastoral familiar<\/em> no es un binomio que acerque dos realidades lejanas. Logramos ver la gran convergencia entre las dos realidades sin hacer grandes esfuerzos. Pero hay que decir que normalmente no hemos puesto juntas muchas veces las dos realidades. Tanto a nivel de reflexi\u00f3n como a nivel pr\u00e1ctico, hasta hace algunos a\u00f1os, los puentes entre las dos eran raros.
\nEn esta reflexi\u00f3n querr\u00eda ofrecer algunas reflexiones que espero sirvan de ayuda para un acercamiento \u00fatil para una pastoral juvenil m\u00e1s lograda y para una pastoral familiar que, cada vez m\u00e1s, haga a la familia protagonista, como puede y debe ser.
\nLo hago en dos partes: la primera parte trata del camino teol\u00f3gico y pastoral de la familia hecho en el surco del Concilio Vaticano II, con atenci\u00f3n especial a la Constituci\u00f3n Gaudium et Spes<\/em> (GS). Junto a esta reflexi\u00f3n no podemos ignorar la gran aportaci\u00f3n del Beato Juan Pablo II por medio de la Exhortaci\u00f3n Apost\u00f3lica Familiaris Consortio<\/em> y todo su ministerio en favor de la familia. La segunda parte trata de explorar los puntos focales de una pastoral familiar y sus convergencias con los n\u00facleos de la espiritualidad juvenil salesiana. A continuaci\u00f3n hago una presentaci\u00f3n de algunas propuestas pastorales que favorezcan la convergencia entre las dos \u00e1reas: la juvenil y la familiar.
\n <\/p>\n\n
\nEn GS el matrimonio y la familia son el primer tema tratado despu\u00e9s de una primera parte que presenta una abundante y profunda reflexi\u00f3n sobre la dignidad de la persona humana. El matrimonio y la familia anticipan temas como: la cultura, la vida econ\u00f3mico-social, la vida pol\u00edtica, la solidaridad entre las naciones y la paz.
\nGS traza un perfil de la familia que para nosotros hoy, en su relaci\u00f3n con la pastoral juvenil, tiene todav\u00eda mucho que decirnos.
\n
\na) Ante todo, a la familia no se la ve como una entidad de tipo pasivo, no es un objeto para estudiar, un problema que resolver. Por el contrario, la familia es una condici\u00f3n esencial que promueve y asegura el bien de las personas:<\/strong> \u201cel bien de la persona y de la sociedad humana y cristiana est\u00e1 estrechamente ligado a una feliz orientaci\u00f3n de la comunidad conyugal y familiar\u201d (GS 47). Partiendo de estas afirmaciones, muy positivas para todos nosotros que estamos implicados en la pastoral juvenil, hoy es m\u00e1s urgente que nunca mantener viva esta visi\u00f3n: la familia es una experiencia que tiene la capacidad y la llamada a colaborar en el bien de la persona. Comprender a la familia en esta \u00f3ptica nos obliga a una visi\u00f3n de la pastoral en sentido amplio en la que la implicaci\u00f3n de la familia se convierte en una necesidad.
\nb) La segunda afirmaci\u00f3n que nos deja GS es que la familia es una experiencia de sacralidad que necesariamente interact\u00faa con la sociedad<\/strong>. En esta dial\u00e9ctica vive y debe encontrar su fuerza. El factor social, tambi\u00e9n con los retos que esto lleva consigo, no suprime, y en todo caso aumenta, el valor de la familia. Por consiguiente, se hace sentir m\u00e1s la necesidad de no abandonar esta dimensi\u00f3n sagrada suya: \u201cel Concilio\u2026 se propone iluminar y animar a los cristianos y a todos los hombres que se esfuerzan en salvaguardar y promover la dignidad natural y el alt\u00edsimo valor sagrado del estado matrimonial\u201d (GS 47).
\nDe estas primeras afirmaciones brota una visi\u00f3n de la familia, que en su acercamiento a la pastoral juvenil nos invita a un discernimiento cuidadoso para encontrar nuevas metodolog\u00edas pastorales. Metodolog\u00edas que nos hacen no s\u00f3lo apreciar a la familia por lo que es, sino a la familia por lo que puede ser todav\u00eda.
\nc) El tercer punto que nos ofrece la GS, est\u00e1 en el contexto de la santidad. El valor de la familia en su dial\u00e9ctica social, proclama a todos el mensaje de santidad.<\/strong> Todos los protagonistas de la familia, est\u00e1n comprometidos en una experiencia que no es s\u00f3lo humana, sino espiritual, m\u00edstica. La rica experiencia vivida por los que componen la familia, no puede mirarse como una experiencia herm\u00e9ticamente cerrada: es una experiencia que debe compartirse, que debe ofrecerse.
\nMe parece importante que notemos aqu\u00ed la l\u00f3gica que nos ofrece GS. La familia como condici\u00f3n para el bien de las personas, se convierte en una experiencia de sacralidad, una experiencia que debe proclamarse: \u201cLa familia pondr\u00e1 con generosidad en com\u00fan con las otras familias sus riquezas espirituales. Entonces la familia cristiana que nace del matrimonio, como imagen y participaci\u00f3n de la alianza de amor de Cristo y de la Iglesia manifestar\u00e1 a todos la viva presencia del Salvador en el mondo y la genuina naturaleza de la Iglesia\u201d (GS 48).
\nd) Por \u00faltimo, GS completa el cuadro indicando la dimensi\u00f3n humana bien realizada de la experiencia familiar<\/strong>: \u201cLa familia es una escuela de enriquecimiento humano. Pero para que pueda alcanzar la plenitud de su vida y de su perfeccionamiento es necesaria una cari\u00f1osa apertura mutua de grandeza entre los c\u00f3nyuges, y la consulta rec\u00edproca y una continua colaboraci\u00f3n entre los padres en la educaci\u00f3n de los hijos\u201d (GS 52).
\nGS no habla aqu\u00ed de una humanizaci\u00f3n solamente dentro de la vida familiar. La verdadera humanidad se experimenta dentro, pero para poder compartirla tambi\u00e9n fuera. La familia se convierte no s\u00f3lo en un espacio para los miembros de la familia, sino en un hogar que alimenta y ofrece ese fuego y esa luz de la que se goza y de la pueden gozar muchos m\u00e1s.
\nEn efecto, ya encontramos en la GS una alusi\u00f3n, muy clara y sin equ\u00edvocos, a lo que ser\u00e1 a su tiempo una verdadera primavera de la pastoral familiar: \u201cLas diversas obras de apostolado, especialmente los movimientos familiares, se dedicar\u00e1n a sostener con la doctrina y con la acci\u00f3n a los j\u00f3venes y a los mismos esposos, especialmente a las nuevas familias, y a formarlos en la vida familiar, social y apost\u00f3lica\u201d (GS 52).
\nLa familia nos la presenta el Concilio Vaticano II dentro de una visi\u00f3n de santidad din\u00e1mica, de contacto con la sociedad, y tambi\u00e9n de acci\u00f3n misionera. No tenemos una concepci\u00f3n cerrada, en la que quien forma la familia est\u00e1 llamado s\u00f3lo a defenderse. Tenemos un cuadro que abarca el car\u00e1cter m\u00edstico y el misionero, uniendo la dimensi\u00f3n social y la humana. Es fundamental captar esos rasgos, que muchas veces olvidamos, ya que la ausencia de esos cimientos puede ser la causa de muchas peligrosas improvisaciones, que van despu\u00e9s a da\u00f1ar el esfuerzo hacia una pastoral verdaderamente educadora y evangelizadora.
\nConcluye as\u00ed la GS la reflexi\u00f3n sobre la familia: \u201cPor \u00faltimo, los mismos esposos, creados a imagen de Dios vivo, e envestidos de una aut\u00e9ntica dignidad personal, est\u00e9n unidos por un mutuo afecto igual, por el mismo modo de sentir, por una com\u00fan santidad, de modo que, siguiendo a Cristo, principio de vida en las alegr\u00edas y en los sacrificios de su vocaci\u00f3n, a trav\u00e9s de su amor fiel, puedan convertirse en testigos del misterio de amor que el Se\u00f1or revel\u00f3 al mundo con su muerte y su resurrecci\u00f3n\u201d (GS 52).
\nSu testimonio es el fruto y, al mismo tiempo, la renovada energ\u00eda para una circularidad que da vida. Un testimonio del que hoy m\u00e1s que nunca sentimos la necesidad de descubrir, para hacer accesibles los tesoros de gracia y de felicidad de los que tantos sienten necesidad.
\n <\/p>\n\n
\nNaturalmente, existe una continuidad que no es s\u00f3lo de pensamiento teol\u00f3gico, sino de un enriquecimiento pastoral muy profundo. Me limito a comentar brevemente la cuarta parte que presenta la pastoral familiar: tiempos, estructuras, agentes y situaciones.
\nEl Beato Juan Pablo II ofrece dos indicaciones que son como faros para la pastoral familiar. Por el objetivo que aqu\u00ed nos proponemos, podemos tambi\u00e9n decir que esos faros iluminan tambi\u00e9n la pastoral juvenil.
\n
\na) Indicando a la Iglesia el camino que acompa\u00f1a a la familia cristiana, escribe: \u201cA la luce de la fe y en virtud de la esperanza, tambi\u00e9n la familia cristiana participa, en comuni\u00f3n con la Iglesia, en la experiencia de la peregrinaci\u00f3n terrena hacia la plena revelaci\u00f3n y realizaci\u00f3n del Reino de Dios\u201d (FC 65).
\nM\u00e1s claro y expl\u00edcito no pod\u00eda ser. La familia est\u00e1 llamada a encontrarse en primera l\u00ednea en la acci\u00f3n evangelizadora de la Iglesia. La familia es protagonista en la acci\u00f3n misionera de la Iglesia. No s\u00f3lo recibe, sino que da. El punto crucial para nosotros hoy, dir\u00eda tambi\u00e9n, el peligro m\u00e1s cercano, es este: \u00bfc\u00f3mo interpretar ese protagonismo? \u00bfpor medio de qu\u00e9 propuesta logramos implicar a la familia a encontrarse a s\u00ed misma? En otras palabras, \u00bfc\u00f3mo traducir la visi\u00f3n que nos ofrecen la Gaudium et Spes y la Familiaris Consortio?
\nEn la pastoral familiar encontramos los mismos retos que en las \u00faltimas d\u00e9cadas hemos encontrado algunas veces en la pastoral juvenil: es decir, que no se daba equilibrio entre la fuerza radical de la \u2018palabra\u2019 transmitida, recibida y vivida, dentro de caminos que han tratado de enlazar lo cultural y lo cotidiano con lo espiritual.
\nb) En esta \u00f3ptica, el segundo punto que nos ofrece la exhortaci\u00f3n es muy expl\u00edcito: \u201cHay que subrayar una vez m\u00e1s la urgencia de la intervenci\u00f3n pastoral de la Iglesia en sostener a la familia. Hay que hacer todos los esfuerzos para que la pastoral de la familia se afirme y se desarrolle, dedic\u00e1ndose a un sector verdaderamente prioritario, con la certeza de que la evangelizaci\u00f3n, en el futuro, depende en gran parte de la Iglesia dom\u00e9stica\u201d (FC 65).
\nLa indicaci\u00f3n para una pastoral de la familia, m\u00e1s consolidada y desarrollada, es un reto que no podemos afrontar con superficialidad y ligereza. Si el verdadero bien de la familia consiste en la capacidad de amplificar y compartir el bien, vivido con alegr\u00eda y ofrecido con amor, el reto que tenemos es el de ofrecer caminos que sean verdaderamente s\u00f3lidos.
\nLa realidad pastoral vivida por muchos de nosotros nos dice que hoy la familia est\u00e1 a la b\u00fasqueda de una fuerza que la acompa\u00f1e. Muchos padres se sienten perdidos por la falta de puntos de referencia que los ayuden a afrontar los nuevos retos educativos. Son muchas las experiencias en las parroquias y las escuelas, los oratorios y centros juveniles, donde la familia est\u00e1 aprovechando esta doble atenci\u00f3n: por una parte la conciencia de que la familia, por ser un sacramento eclesial, est\u00e1 acompa\u00f1ada en su crecimiento espiritual. Junto a esta atenci\u00f3n, tenemos testimonios en los que la familia est\u00e1 tambi\u00e9n viviendo una misi\u00f3n apost\u00f3lica real dentro de la Iglesia. Son varias las di\u00f3cesis que lo que hemos expuesto hasta ahora han sabido traducirlo en procesos de catequesis, pero tambi\u00e9n de acci\u00f3n misionera: una verdadera diacon\u00eda. Lo mismo podemos decir de muchas instituciones que han sabido ampliar la visi\u00f3n pastoral sobre la familia ofreciendo un recorrido de circularidad entre la familia y la escuela, entre la familia y el oratorio. Nos referiremos a estas experiencias m\u00e1s adelante.
\n <\/p>\n\n
\nEs la misma l\u00ednea que encontramos en el ministerio del Beato Juan Pablo II. La familia era como un clavo fijo en sus discursos, en su insistencia en torno al tema de la nueva evangelizaci\u00f3n. Estaba convencido, y nosotros hoy sabemos qu\u00e9 justificada estaba su insistencia, de que \u201cla pastoral familia debe situarse sin falta, en la perspectiva de una renovada evangelizaci\u00f3n, entre las prioridades. Aqu\u00ed est\u00e1 en juego el bien y el porvenir de la Iglesia en Europa no menos que el bien y el porvenir de la sociedad europea\u201d[1]<\/a>.
\nCito s\u00f3lo esta reflexi\u00f3n porque es muestra de todo su ministerio en relaci\u00f3n con el tema de la familia. Sobre la familia pon\u00eda un fort\u00edsimo acento. Los avances en el campo pastoral logrados en las tres \u00faltimas d\u00e9cadas confirman que ese es el camino que hay que recorrer. Es grande la necesidad de que la familia sea acompa\u00f1ada; y estimulante y sorprendente es la respuesta de muchos padres que, ante una atenci\u00f3n pastoral m\u00e1s cuidada, llegan a descubrir las ra\u00edces de una fe perdida, el consuelo de una fe abrazada, seguida por la alegr\u00eda de una fe compartida.
\n <\/p>\n\n
\nAntes de entrar detalladamente en esta \u00e1rea, hago un breve par\u00e9ntesis. Me apremia indicar en este momento una convergencia de naturaleza fundamental entre la pastoral familiar y la pastoral juvenil. Veremos que la prioridad que tenemos en la pastoral familiar es id\u00e9ntica a la que tenemos en el campo de la pastoral juvenil.
\nLo indico per dos motivos: ante todo porque no se puede olvidar que la ra\u00edz del reto pastoral es id\u00e9ntica. Es verdad que las propuestas son diferentes, pero s\u00f3lo porque estamos caminando con personas de diversos estados de vida. Sigue la misma sed y hambre de un camino trascendente. Y es igual la b\u00fasqueda de lo que tiene el poder de ofrecer significado a la vida. Segundo, para evitar el peligro de confundir la diversidad de la propuesta pastoral con el contenido fundamental, que sigue siendo siempre el mismo: esto es, el encuentro con la persona de Jesucristo, con \u00c9l, que es la Buena Noticia.
\nLas grandes l\u00edneas para la pastoral familiar se trazan en torno a la verdad, la santidad y a la misericordia. Son una \u00f3ptima base parar una pastoral familiar. Son tres pilares con cuya ayuda se pueden ofrecer caminos que, por una parte, contienen la totalidad de la propuesta de fe, y por otra tienen la flexibilidad de encontrar a las personas donde est\u00e1n, donde esas mismas personas piden que se las encuentre[2]<\/a>.
\nSi estamos convencidos de que la evangelizaci\u00f3n basa su fuerza en la irradiaci\u00f3n de la presencia de Cristo Salvador, la fuerza de Jes\u00fas que atrae a los hombres a s\u00ed, entonces es dentro de esa din\u00e1mica donde la familia encuentra su justo lugar.
\nEl Evangelio, al ser por su naturaleza una propuesta, pide que se encarne en los caminos de las personas, ofrecido a ellas en el pleno respeto a su historia, pero tambi\u00e9n en el pleno respeto a su sed y su hambre. Aqu\u00ed no est\u00e1n en juego tanto el modelo de la verticalidad pastoral, como el de estar cerca, ser peregrinos en la familia.
\nEn la l\u00f3gica de la escucha y de la comuni\u00f3n, el Evangelio no se traduce como contenido que asimilar, sino como propuesta que escuchar. El Evangelio, para los que lo acogen, se convierte en vida ofrecida: \u201cPara la evangelizaci\u00f3n no basta el Evangelio escrito: hace falta tambi\u00e9n el Evangelio vivido (No es suficiente la partitura musical escrita, dir\u00eda San Francesco de Sales, se requieren el sonido y el canto). No basta la santidad objetiva de los sacramentos; hace falta tambi\u00e9n la santidad subjetiva de los santos\u2026 No se trata s\u00f3lo de ejemplaridad de los buenos cristianos, sino de sacramentalidad eclesial; no s\u00f3lo de buen uso de la libertad humana, sino de acogida de la gracia divina; no s\u00f3lo de amor cristiano, sino del amor mismo de Cristo, acogido, llevado y manifestado a todos\u201d[3]<\/a>.
\nEsa es la primera columna, la de la verdad. No hablamos aqu\u00ed de una verdad ideol\u00f3gica, que debe memorizarse, sino de la verdad que se convierte en palabra, logos \u2013 raz\u00f3n que ilumina, luz que ayuda en el camino. La \u201cpastoral de la verdad\u201d, es el anuncio que ofrece sentido, valor y belleza. Nos invita a ver la realidad humana, apreci\u00e1ndola a la luz de la palabra. No es una verdad abstracta, recibida de manera fr\u00eda. Es una verdad en la que se ve la propia historia, con sus potencialidades, con sus grandes oportunidades.
\nEl segundo pilar, el de la santidad, est\u00e1 \u00edntegramente conectado con la verdad. La formaci\u00f3n de cristianos aut\u00e9nticos, el apoyo a las familias de s\u00f3lida espiritualidad, el incremento de grupos y de comunidades eclesiales unidas y vivas, que se dejan animar y guiar por el fuerte influjo del Evangelio, cambia la vida de las personas de una manera cualitativa. La entrega en favor del propio crecimiento, humano y espiritual, abre a la persona, su historia, a ese contacto con Cristo y con su Iglesia, que se convierte en experiencia positiva, asimilada como un camino hacia metas altas.
\nEste descubrimiento de la verdad que se convierte en experiencia de santidad, \u2018naturalmente\u2019 conduce al tercer pilar, que es el de una pastoral de la misericordia. El compromiso en el territorio por medio del testimonio personal, se convierte en la efusi\u00f3n natural de esa verdad asumida y hecha propia. Una verdad que se convierte en energ\u00eda dentro de la persona.
\nLa fe cristiana \u2013 lex credendi \u2013 lleva a perfecci\u00f3n su relaci\u00f3n con Jes\u00fas \u2013 lex orandi \u2013, a trav\u00e9s de una vida evang\u00e9licamente vivida con los hermanos y hermanas\u2013 lex vivendi. La regla de oro, traducida con estos t\u00e9rminos latinos de los Padres de la Iglesia, vale hoy m\u00e1s que nunca. Ser seguidores de Cristo significa vivir la m\u00edstica en la sencillez cotidiana. Todo lo que compone la vida social, se convierte en espacio de la acci\u00f3n del creyente \u2013 el aprecio de lo bello, la dimensi\u00f3n cultural, el di\u00e1logo y la colaboraci\u00f3n en la realidad social pol\u00edtica, el interrogante de una pobreza cada vez m\u00e1s grande en una sociedad cada vez m\u00e1s progresada, el ambiente educativo y el pastoral.
\n <\/p>\n\n
\nCreo que no podemos hablar de la convergencia entre las dos realidades sin una buena y s\u00f3lida comprensi\u00f3n de la familia, como se ha madurado en las \u00faltimas d\u00e9cadas. Creo tambi\u00e9n que es justo reconocer que muchos agentes en el campo de la pastoral juvenil, aunque tienen una buena comprensi\u00f3n de la pastoral juvenil, no siempre gozan de un buen conocimiento y comprensi\u00f3n de la realidad familiar. Aqu\u00ed me he limitado a una reflexi\u00f3n de tipo teol\u00f3gico y pastoral. Falta el espacio para hacer una lectura sociol\u00f3gica y cultural. Estoy convencido de que si queremos descubrir de un modo completo la convergencia entre la pastoral juvenil y la familiar, no podemos dejar esa lectura amplia sobre la familia.
\nPara crear una convergencia entre familia y j\u00f3venes, querr\u00eda interpretar los tres pilares que acabamos de exponer \u2013 verdad, santidad y misericordia \u2013 a la luz de la que nosotros llamamos la espiritualidad juvenil salesiana.
\nConocemos bien los cinco n\u00facleos fundamentales que nos ofrece el Cap\u00edtulo General 23. Son los siguientes: espiritualidad de lo cotidiano, espiritualidad de la alegr\u00eda y del optimismo; espiritualidad de la amistad con el Se\u00f1or Jes\u00fas; espiritualidad de comuni\u00f3n eclesial; espiritualidad de servicio responsable[4]<\/a>.
\nSi estudiamos bien estos cinco n\u00facleos, veremos una convergencia muy neta entre los tres pilares de la pastoral familiar y estos n\u00facleos. Hago presente esta convergencia, porque antes he insinuado, que nos encontramos en una situaci\u00f3n en la que cambia no tanto el contenido de la propuesta como la metodolog\u00eda de la misma. El reto de la metodolog\u00eda pastoral no es indiferente, porque la metodolog\u00eda es el medio humano a trav\u00e9s del cual saltan los procesos.
\nLo \u201ccotidiano\u201d en la espiritualidad juvenil no es s\u00f3lo \u201ccotidiano\u201d. Es una realidad que esconde g\u00e9rmenes de espiritualidad. La verdad est\u00e1 oculta en la historia de muchas personas. Nos toca a nosotros, los educadores \/educadoras, saber descubrirla, ofrecer espacios y caminos que converjan con la cotidianidad, con sus esperanzas y angustias, sus alegr\u00edas y sus dolores.
\nLa alegr\u00eda y el optimismo salesianos no son condiciones ef\u00edmeras: son dimensiones espirituales que, mientras se inspiran en la persona de Jes\u00fas \u2013 verdad \u2013, conducen a \u00c9l \u2013 santidad. He ah\u00ed entonces el tercer n\u00facleo de la espiritualidad juvenil salesiana. Un encuentro con Cristo como un camino \u201cnatural\u201d de un alma que de la b\u00fasqueda del sentido hace de su vida un camino verdadero. Los dos \u00faltimos n\u00facleos, comunidad eclesial y servicio responsable, convergen con el tercer pilar de la pastoral familiar \u2013 pastoral de la misericordia. \u00a1El que encuentra al Se\u00f1or no puede sino compartirlo con los dem\u00e1s!
\nEsta breve reflexi\u00f3n la ofrezco para afirmar un objetivo muy preciso, ya se\u00f1alado antes: esto es, existe una convergencia mucho m\u00e1s grande entre las dos realidades pastorales, la juvenil y la familiar, de lo que nosotros conocemos. Se trata de encontrar a las personas donde est\u00e1n, escuchar su sed y su hambre, acompa\u00f1arlas en la b\u00fasqueda del que es la vida y es la verdad. Dentro de ese encuentro se maduran esas decisiones y se toman esos caminos misioneros, obras de misericordia, que sorprenden a todos. Ese es el camino que ofrecer en los dos campos pastorales.
\nTodo esto nos invita a todos nosotros que estamos implicados en la pastoral juvenil a preguntarnos: \u00bfc\u00f3mo estamos mirando a la familia en nuestra acci\u00f3n pastoral?
\nDon Egidio Vigan\u00f2, en su carta, En el A\u00f1o de la Familia, escribe: \u201cPienso sinceramente que todos estamos convencidos de esta relaci\u00f3n evang\u00e9lica nuestra con las familias. El problema est\u00e1 hoy en las exigencias de la nueva evangelizaci\u00f3n que coloca en el primer puesto de los cuidados pastorales precisamente a la familia. Nosotros debemos revisar con especial atenci\u00f3n este sector de compromiso que afecta vitalmente a nuestras actividades educativas, el cuidado de los laicos de nuestras asociaciones y la colaboraci\u00f3n en las prioridades pastorales de la Iglesia local\u201d[5]<\/a>.
\nEl pensamiento de don E. Vigan\u00f2 refleja muy claramente la preocupaci\u00f3n de entonces, la de una atenci\u00f3n cada vez m\u00e1s orientada a la familia. \u00c9l indica algunas l\u00edneas, la de las asociaciones y la de los laicos comprometidos que, sin duda, siguen siendo actuales. Lo que hoy nosotros apreciamos es el ensanchamiento de esta frontera, fruto de un discernimiento pastoral que abre nuevas posibilidades pastorales.
\n <\/p>\n\n
\nSi comenzamos por la escuela, notamos dos grandes avances de notable inter\u00e9s. El primero se est\u00e1 verificando en la Comunidad Educativa Pastoral (CEP). Tenemos experiencias en las que la implicaci\u00f3n de los laicos corresponsables y de los Salesianos dentro de la esfera escolar est\u00e1 produciendo caminos de crecimiento integral. Por una parte, la atenci\u00f3n a la dimensi\u00f3n profesional y educativa debe estudiarse y proponerse en el \u00e1mbito de una profundizaci\u00f3n carism\u00e1tica y espiritual. La historia de las personas se eval\u00faa en su integralidad. Una convergencia de lo humano y de lo profesional que se deja iluminar por lo espiritual y lo carism\u00e1tico.
\nEn algunas inspector\u00edas la propuesta de la formaci\u00f3n en el esp\u00edritu salesiano, tanto de los laicos corresponsables como de los padres, abre el camino que explora la propia fe, su vivencia; pero tambi\u00e9n plantea la necesidad de una fe que, a su vez, debe compartirse. Es conocido que en algunas instituciones nuestras tenemos personas que a trav\u00e9s de su contacto con el esp\u00edritu salesiano, sienten en su coraz\u00f3n procesos de b\u00fasqueda y de interrogantes de significado. Le corresponde a la comunidad salesiana, como n\u00facleo animador, captar esos g\u00e9rmenes, escuchar ese grito silencioso por parte de muchos laicos que caminan con nosotros.
\nJunto a esta nueva frontera, que creo que hay que cuidar todav\u00eda m\u00e1s, est\u00e1n creciendo experiencias en varias escuelas en favor de los padres de nuestros muchachos. En muchas circunstancias es verdad el dicho de que con el muchacho \/ la muchacha que acude a la escuela salesiana, est\u00e1 implicada toda la familia. Esas experiencias adoptan formas diversas. Existen escuelas que ofrecen cursos de educaci\u00f3n a los padres de nuestros alumnos. Una experiencia como \u00e9sta hace ver la escuela no s\u00f3lo como espacio acad\u00e9mico para los estudiantes, sino como un espacio de referencia, educativa y pedag\u00f3gica, para toda la familia. Comienzan en algunas escuelas experiencias mensuales de la comunicaci\u00f3n de la palabra de Dios con momentos de reflexi\u00f3n, escucha y comuni\u00f3n. Son experiencias de lectio divina<\/em> que all\u00ed donde se proponen, no sin resistencia, est\u00e1n creando espacios in\u00e9ditos que son muy apreciados. Tenemos tambi\u00e9n escuelas que han incorporado en la CEP al grupo de padres que sostiene la escuela a trav\u00e9s de varias actividades de naturaleza social y tambi\u00e9n de naturaleza religiosa.
\nEn los lugares donde estas experiencias est\u00e1n en marcha, lo primero que sucede es que la comunidad salesiana y todos los que participan en ellas, ofrecen una imagen de la escuela como de una casa para toda la familia. Como tal, la misma familia que encuentra un espacio se siente apoyada de manera seria y cercana.
\nSer\u00eda interesante socializar esas experiencias para dar a conocer el bien que se est\u00e1 haciendo, pero que puede ser m\u00e1s por el inmenso bien que se puede hacer con propuestas sencillas, pero s\u00f3lidas y escogidas.
\nEl camino que se est\u00e1 haciendo en la escuela lo vemos tambi\u00e9n en varias partes del mundo en centros juveniles y oratorios. Tambi\u00e9n aqu\u00ed vemos que la experiencia de la implicaci\u00f3n de los padres con animadores y animadoras en la CEP est\u00e1 dando resultados muy apreciados. El oratorio o el centro juvenil se convierten en un espacio donde todos tienen la posibilidad de ser protagonistas, de encontrar el apoyo cuya necesidad se siente hoy tanto.
\nJunto a estas experiencias hay que se\u00f1alar todo el campo de los Salesianos Cooperadores. Debemos reconocer con alegr\u00eda que en muchas partes del mundo esta vocaci\u00f3n se toma muy en serio. Es deseable que esta propuesta se haga a muchos nuevos padres que descubren la experiencia salesiana a trav\u00e9s de la entrada de sus hijos en nuestras escuelas u oratorios. Nos corresponde a nosotros, educadores y educadoras dar con la b\u00fasqueda de significado, la mayor parte de las veces escondido, que tienen en lo hondo de su coraz\u00f3n y hacer que se les invite a beneficiarse con un ambiente sano y feliz como pueden y deben ser nuestras casas.
\n
\nConclusi\u00f3n<\/strong>
\nQuerr\u00eda concluir esta reflexi\u00f3n, poni\u00e9ndola en un contexto eclesial mucho m\u00e1s amplio. En la conferencia sobre Europa en la Crisis de las Culturas[6]<\/a>, el entonces cardenal Joseph Ratzinger comentaba as\u00ed los tiempos que estamos viviendo con sus conquistas pero tambi\u00e9n con sus ansiedades y preguntas: \u201cVivimos un momento de grandes peligros y de grandes oportunidades para el hombre y para el mundo, un momento que es tambi\u00e9n de gran responsabilidad para todos nosotros\u2026 La seguridad, de la que tenemos necesidad como premisa de nuestra libertad y de nuestra dignidad, no puede venir en \u00faltimo t\u00e9rmino de sistemas t\u00e9cnicos de control, sino que pero puede brotar s\u00f3lo, exactamente, de la fuerza moral del hombre: donde ella falta o no es suficiente, el poder que tiene el hombre se transformar\u00e1 cada vez m\u00e1s en un poder de destrucci\u00f3n.\u201d
\nOfreciendo esta lectura, tanto del tiempo como del profundo anhelo de la persona humana, Ratzinger trata el tema de la responsabilidad que nosotros, seguidores de Cristo, tenemos en este momento hist\u00f3rico, un periodo marcado por una agresiva b\u00fasqueda \u201cde construir la comunidad humana absolutamente sin Dios.\u201d
\nAl final de su discurso, despu\u00e9s de tratar profundamente del influjo de la ilustraci\u00f3n sobre la concepci\u00f3n actual de la persona y de su libertad, Ratzinger termina su conferencia refiri\u00e9ndose a la figura de san Benito y al reto que sus tiempos le presentaban. El autor presenta a san Benito como una persona que, en el pleno conocimiento de los retos de su tiempo, supo ofrecer una experiencia que ten\u00eda no s\u00f3lo l\u00edneas excepcionales sino, sobre todo, ra\u00edces s\u00f3lidas: \u201cTenemos necesidad de hombres que mantengan la mirada dirigida hacia Dios, aprendiendo de all\u00ed la verdadera humanidad. Tenemos necesidad de hombres cuya inteligencia est\u00e9 iluminada por la luz de Dios y a quien Dios abra el coraz\u00f3n, de modo que su inteligencia pueda hablar a la inteligencia de los otros y su coraz\u00f3n pueda abrir el coraz\u00f3n de los otros. S\u00f3lo por medio de hombres tocados por Dios, Dios puede volver junto a los hombres. Tenemos necesidad de hombres como Benito de Nursia que, en un tiempo de disipaci\u00f3n y de decadencia, se lanz\u00f3 a la soledad m\u00e1s extrema, logrando, despu\u00e9s de todas las purificaciones que debi\u00f3 sufrir, subir de nuevo a la luz, volver y fundar en Montecassino, la ciudad sobre el monte que, con tantas ruinas, uni\u00f3 las fuerzas con las que se fragu\u00f3 un mundo nuevo.\u201d
\nCerrar este art\u00edculo con esa cita es fundamental. El t\u00edtulo que se me ha propuesto, toca, por una parte, un reto pastoral muy grande: m\u00e1s a\u00fan, trata su convergencia entre dos retos. Por otra, sin embargo, esconde un peligro muy sutil y muy real. El peligro est\u00e1 en que la convergencia entre la pastoral juvenil y la familiar la podamos percibir s\u00f3lo a nivel te\u00f3rico y pr\u00e1ctico. Si nos quedamos en esos dos niveles, estoy seguro de que erramos el blanco, es decir, no llegamos a dar respuestas verdaderas que incidan profundamente en las historias de las personas de una manera duradera y profunda. No bastan una lectura y una propuesta que se basen solamente en la teor\u00eda y en el resultado pr\u00e1ctico de la misma.
\nUrge ofrecer caminos, es necesario proponer experiencias que se maduren a la luz de la presencia de Dios. Tenemos necesidad de pastores y de educadores cuya inteligencia se deje enamorar por el amor y la presencia real de Jes\u00fas en su vida. Dios vuelve a las personas, Dios vuelve a las familias en la medida en que haya pastores y educadores que se dejen tocar por Dios, por su palabra, por su misterio hecho presente en la eucarist\u00eda. Armados con la fuerza de esta experiencia m\u00edstica, podemos ser realmente profetas que anuncian la buena noticia, que acompa\u00f1an a los j\u00f3venes, padres y familias en su b\u00fasqueda de significado.
\n <\/p>\n
\n[1]<\/a> Desde la Familia, la Nueva Evangelizaci\u00f3n<\/em>, Discurso de Juan Pablo II, al VI Simposio del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, 11 de octubre de 1985.
\n[2]<\/a> Son puntos que ofrece el Cardenal Ennio Antonelli, en su introducci\u00f3n al Congreso Internacional, La familia cristiana, sujeto de evangelizaci\u00f3n<\/em>, Roma, 25-27 noviembre 2010.
\n[3]<\/a> Ibid.
\n[4]<\/a> Cap\u00edtulo General 23, Educar a los J\u00f3venes en la Fe<\/em>, Roma, 4 de marzo \u2013 5 de mayo de 1990.
\n[5]<\/a> ACG n. 349, Roma, 10 de junio de 1994.
\n[6]<\/a> Conferencia dada la tarde del viernes 1\u00ba de abril de 2005 en Subiaco, en el Monasterio de Santa Escol\u00e1stica, con la entrega al autor del Premio San Benito \u201cpara la promoci\u00f3n de la vida y de la familia en Europa\u201d. Todas las citas que siguen est\u00e1n tomadas de esa conferencia.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"