{"id":7343,"date":"2011-06-01T00:00:41","date_gmt":"2011-05-31T22:00:41","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7343"},"modified":"2011-06-01T00:00:41","modified_gmt":"2011-05-31T22:00:41","slug":"una-pastoral-calida-pros-y-contras","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/una-pastoral-calida-pros-y-contras\/","title":{"rendered":"\u00bfUNA PASTORAL C\u00c1LIDA? PROS Y CONTRAS."},"content":{"rendered":"
Jes\u00fas Rojano Mart\u00ednez<\/strong> Tambi\u00e9n en la acci\u00f3n pastoral nos podemos quedar en los medios y descuidar los fines. En una pastoral c\u00e1lida<\/em>desmesurada puede convertirse en un fin el agrado y comodidad de los destinatarios, con frecuencia a costa de rebajar o ignorar el evangelio. Sin embargo, no todo est\u00e1 dicho con lo anterior. Los enemigos de la pastoral c\u00e1lida<\/em>, con su propuesta de pastoral seria y fuerte, corren, a su vez, otros riesgos. Los extremos se tocan. Pueden parecerse a aquel personaje de El nombre de la rosa<\/em> que manten\u00eda que el buen humor es peligroso y que Cristo jam\u00e1s se hab\u00eda re\u00eddo. Por tanto, la pastoral c\u00e1lida<\/em> hunde sus ra\u00edces en la pedagog\u00eda del Jes\u00fas del evangelio y es muy necesaria, siempre que no confunda fines y medios, o sea, lo sustantivo<\/em> (llevar a Jesucristo vivo) y lo adjetivo<\/em> (la dulzura, el di\u00e1logo, la b\u00fasqueda de lo emotivo y de lo atractivo). Aprovechando las luces que nos llegan hoy de algunas ciencias humanas, ser\u00eda muy buena cosa contar con una especie de manual de buenas pr\u00e1cticas de pastoral c\u00e1lida<\/em>. Propongo ahora dos ejemplos positivos recientes que me han llamado la atenci\u00f3n. Jes\u00fas Rojano Mart\u00ednez Coordinador de Pastoral del Colegio Salesiano Paseo Extremadura (Madrid) y profesor en el CES Don Bosco y en el Instituto Superior de Pastoral. S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO El autor se acerca a las razones y argumentos de los cr\u00edticos y de los entusiastas de la pastoral c\u00e1lida. Se acerca a Jes\u00fas, buena noticia […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[1494,138,94],"tags":[],"class_list":["post-7343","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-413","category-jesus-rojano","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7343","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=7343"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/7343\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=7343"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=7343"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=7343"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nCoordinador de Pastoral del Colegio Salesiano Paseo Extremadura (Madrid)<\/strong>
\ny profesor en el CES Don Bosco y en el Instituto Superior de Pastoral.<\/strong>
\n <\/strong>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\nEl autor se acerca a las razones y argumentos de los cr\u00edticos y de los entusiastas de la pastoral c\u00e1lida. Se acerca a Jes\u00fas, buena noticia de mediaci\u00f3n y de mediador, que trae verdad y produce gozo. La pastoral c\u00e1lida es evang\u00e9lica, buena y necesaria, con tal que se parezca verdaderamente a la de Jes\u00fas, y evitemos as\u00ed que se convierta en superficial y superflua, y nos estorbe en vez de ayudar.
\n
\nINTRODUCCI\u00d3N<\/strong>
\nMisi\u00f3n Joven<\/strong> dedica este n\u00famero al estudio de la llamada pastoral c\u00e1lida<\/em>, es decir, aquella pastoral que privilegia la cercan\u00eda, acogida, di\u00e1logo y sinton\u00eda con los gustos de los destinatarios, as\u00ed como las dimensiones l\u00fadicas, emotivas y est\u00e9ticas. En este art\u00edculo trataremos de emitir un juicio sobre ella. Reconozco de entrada que voy a decir primero una cosa y luego su contraria. Lo hago aposta, para dejar constancia de la ambig\u00fcedad y complejidad de la cuesti\u00f3n. No se trata de decir pastoral c\u00e1lida s\u00ed o no<\/em>, sino pastoral c\u00e1lida, s\u00ed o no, seg\u00fan y c\u00f3mo\u2026<\/em>Por eso prefiero ofrecer los dos puntos de vista, con sus pros<\/em> y contras<\/em> e invitar a pronunciarse al lector.
\nComenzaremos con una peque\u00f1a digresi\u00f3n cinematogr\u00e1fica. La pel\u00edcula La red social<\/em>, de David Fincher, termina m\u00e1s o menos como empieza. Mark Zuckerberg, un estudiante genial pero con pocas habilidades emocionales, recibe calabazas de una compa\u00f1era, \u00c9rika. Para vengarse o compensar la frustraci\u00f3n, Zuckerberg pone en marcha uno de los grandes fen\u00f3menos de la primera d\u00e9cada del siglo XXI, la red social facebook<\/em>. Al final de la pel\u00edcula, tras un mont\u00f3n de peripecias y pleitos judiciales, Mark intenta in\u00fatilmente que su amor frustrado, \u00c9rika, le acepte como amigo en facebook<\/em>. El espectador se sorprende de que Mark haya montado todo ese jaleo para conseguir la admiraci\u00f3n de una chica: \u201cYa que no puedo conseguir mi objetivo esencial, el amor de \u00c9rika, como sustitutivo me saco de la manga la mayor red social del mundo\u201d. Vista su trayectoria, no nos extra\u00f1a la \u00faltima frase que Mark escucha de boca de su abogada: \u201cMira, Mark, en el fondo no eres mal chaval, pero eres un payaso<\/em>\u201d. Mark podr\u00eda ser un buen prototipo del ser humano actual, que con frecuencia mezcla lo instrumental y lo finalista, los medios (lucirse inventando facebook<\/em>) y los fines (conseguir la admiraci\u00f3n y el amor de su chica).
\n\u00bfQu\u00e9 tiene esto que ver con la pastoral c\u00e1lida? Creo que el lema publicitario de la pel\u00edcula, \u201cNo se pueden tener 50 millones de amigos sin ganarse alg\u00fan enemigo\u201d, <\/em>podr\u00eda parafrasearse desde el punto de vista de la pastoral c\u00e1lida<\/em> m\u00e1s o menos as\u00ed: \u201cNo se puede llegar a tantos destinatarios sin que se resienta un poco la exigencia o la profundidad\u201d. O bien: \u201cSi queremos que se sientan a gusto con nosotros, habr\u00e1 que bajar un poco el list\u00f3n de la exigencia\u201d. La pastoral c\u00e1lida<\/em> da mucha importancia al medio, al c\u00f3mo<\/em>, pero puede descuidar el fin, el para <\/em>qu\u00e9.
\n <\/p>\n\n
\nMuchos creen, recurriendo a la c\u00e9lebre expresi\u00f3n del libro de Bonhoeffer[1]<\/a>, que una pastoral que s\u00f3lo se preocupa por lo l\u00fadico, una pastoral cuya finalidad principal es ser atractiva y c\u00e1lida, se parece demasiado a lagracia barata<\/em>, que hace demasiadas rebajas o recortes al evangelio, corriendo el peligro de llegar a su banalizaci\u00f3n. Para los que hacen esta cr\u00edtica, la pastoral c\u00e1lida<\/em> s\u00f3lo ser\u00eda una excusa para rehuir o escamotear lo esencial.
\nAs\u00ed pues, los cr\u00edticos de la pastoral c\u00e1lida <\/em>se preguntan: \u00bfNo se estar\u00e1 haciendo de necesidad virtud? \u00bfNo ser\u00e1 lapastoral c\u00e1lida<\/em> una nueva versi\u00f3n de la f\u00e1bula de la zorra y las uvas? \u201cPuesto que no consigo las uvas (la evangelizaci\u00f3n integral), me enga\u00f1o y digo que est\u00e1n verdes\u201d,<\/em> o sea, \u201clos destinatarios no est\u00e1n a\u00fan maduros para o\u00edr hablar expl\u00edcitamente de Jesucristo\u201d<\/em>. Ante esta \u00faltima excusa, nos viene a la cabeza una respuesta de Moltmann, formulada en otro contexto: \u201c\u00bfCu\u00e1ndo, si no ahora? \u00bfD\u00f3nde, si no es aqu\u00ed? \u00bfQui\u00e9n, si no nosotros? <\/em>\u00a1Por Dios, que [esta urgencia] no nos sea arrebatada para sucumbir a un relativismo postmoderno!\u201d[2]<\/sup><\/a>.
\nPor tanto, una pastoral que s\u00f3lo busca agradar y pone el acento exclusivamente en ser c\u00e1lida suele caer en las medias tintas y en la falta de calidad y autenticidad. Se ponen condiciones al seguimiento radical de Jes\u00fas y el evangelio queda muy empobrecido. Se podr\u00eda aplicar aqu\u00ed la cr\u00edtica que hace San Juan de la Cruz en la Subida al Monte Carmelo<\/em> al alma que no logra desasirse<\/em>, o sea, cortar totalmente las amarras que le impiden avanzar en lanoche oscura<\/em>:
\n
\n\u201cCuando reparas en algo
\ndejas de arrojarte al todo.
\nPorque para venir del todo al todo,
\nhas de negarte del todo en todo.
\nY cuando lo vengas todo a tener,
\nhas de tenerlo sin nada querer.
\nPorque, si quieres tener algo en todo,
\nno tienes en Dios puro tu tesoro\u201d.
\n
\nCon palabras m\u00e1s modernas, Bonhoeffer viene a decir lo mismo que el santo abulense: \u201c\u00bfC\u00f3mo puedes pretender entrar en comuni\u00f3n con \u00e9l si en alg\u00fan aspecto de tu vida te est\u00e1s escapando de \u00e9l? Nadie ha de sorprenderse de que la fe se le haga dif\u00edcil mientras quede alguna parte en su vida en la que conscientemente siga resistiendo o desobedeciendo el mandamiento de Jes\u00fas\u201d. \u00bfY por qu\u00e9 la pastoral c\u00e1lida<\/em> puede favorecer que nuestro seguimiento de Jes\u00fas tenga demasiadas condiciones? Pues porque habitualmente tiende a edulcorar o pasar por alto los aspectos m\u00e1s exigentes del evangelio. Empieza por los aspectos agradables de la propuesta cristiana, pero nunca encuentra el momento de presentar tambi\u00e9n los m\u00e1s exigentes. En efecto, una pastoral excesivamente c\u00e1lida puede olvidar que el amor cristiano debe ser un amor sin medida, sin l\u00edmites, que no se queda a medias (cf. 1Cor 13), y que \u201cCristo no fue una ambigua mezcla de s\u00ed<\/em> y no<\/em>, sino siempre s\u00ed<\/em>\u201d (2Cor 1,18). As\u00ed pues, se corre el riesgo de olvidar que \u201cJes\u00fas no necesita admiradores, sino seguidores\u201d (Kierkegaard).
\nEl agente de la pastoral c\u00e1lida puede parecerse a esos padres actuales que nunca se atreven a poner l\u00edmites a sus hijos o a decirles que no<\/em> a alg\u00fan capricho de vez en cuando. De esa manera, se olvida la gran necesidad actual de educar en el imperativo de decir \u201cno\u201d o \u201cimperativo de disidencia\u201d (Jos\u00e9 Luis Segovia, Javier Muguerza) ante ciertas manifestaciones, expresiones o deseos injustos o inapropiados[3]<\/a>. As\u00ed, la pastoral c\u00e1lida<\/em> suele olvidar una dimensi\u00f3n cristiana irrenunciable, la denuncia prof\u00e9tica.<\/p>\n\n
\n
\nEl evangelio: buena noticia que transmite alegr\u00eda<\/strong>
\nResulta iluminador, en este sentido, el concepto de ortopat\u00eda<\/em> que defiende desde hace tiempo el te\u00f3logo Jon Sobrino. Sobrino insiste en que evangelio<\/em> quiere decir buena noticia<\/em> (en griego, eu-aggelion<\/em>), y que no se puede comunicar una buena noticia sin transmitir alegr\u00eda y gozo[4]<\/sup><\/a>. As\u00ed, hay una convergencia entre esta consideraci\u00f3n del evangelio como buena noticia y la llamada a la recuperaci\u00f3n de lo l\u00fadico, aunque hay matices y acentos distintos respecto a la fuente de donde surge el gozo: \u201cMuchos se alegran de que Jes\u00fas anunciase e iniciase la liberaci\u00f3n para los pobres de este mundo (el reino de Dios) y se alegran tambi\u00e9n de que el mediador (Jes\u00fas de Nazaret) fuese como fue. Es buena noticia la mediaci\u00f3n y es buena noticia el mediador\u201d[5]<\/sup><\/a>. Sobrino dice que Jes\u00fas fue un buen mediador<\/em>porque nos salv\u00f3 con su encarnaci\u00f3n, muerte y resurrecci\u00f3n, pero tambi\u00e9n fue un mediador bueno<\/em> por su modo de ser (tierno, misericordioso, solidario, veraz… c\u00e1lido<\/em>)[6]<\/sup><\/a>. Adem\u00e1s, seg\u00fan Sobrino, que el modo de ser de Jes\u00fas fuera buena noticia y produjera gozo no es un constructo te\u00f3rico elaborado a priori, sino constataci\u00f3n de una realidad f\u00e1ctica que de hecho<\/em> fue as\u00ed (cf. Hech 10,38; Heb 2,11; Tit 2,11…)[7]<\/sup><\/a>.
\nJes\u00fas es buena noticia en su mismo modo de ser<\/em> sobre todo por una serie de rasgos que nos lo mostraron cercano a los seres humanos: \u201cEn Jes\u00fas se capta \u2013con un cierto sabor a milagro- la aparici\u00f3n de lo verdaderamente humano y esto sigue siendo buena noticia\u201d[8]<\/sup><\/a>. Esos rasgos son, sobre todo, su honradez fundamental (asumir lo humano con todas sus consecuencias), la primariedad que dio a la misericordia, su voluntad de buscar y decir la verdad, su fidelidad en la historia a Dios y a los hombres, su libertad orientada desde y para la bondad, y su convicci\u00f3n gozosa de que Dios es esencialmente bueno (expresado en signos concretos y gozosos como las celebraciones de comidas compartidas con pecadores y con las personas despreciadas en aquella sociedad)[9]<\/sup><\/a>.
\nJon Sobrino cree que este modo de ser de Jes\u00fas fue olvidado en Occidente debido al acento puesto en lo intelectual: \u201cCa\u00ed en la cuenta de que el evangelio, eu-aggelion<\/em>, no es s\u00f3lo verdad (que hay que asentar en presencia de tantos cuestionamientos), sino que es, ante todo, buena noticia que produce gozo\u201d[10]<\/sup><\/a>. Cuando el evangelio se presenta as\u00ed, se encuentra la perla preciosa y el tesoro escondido que llenan de gozo a evangelizado y evangelizador, y este experimenta su tarea como carga ligera y que se lleva con alegr\u00eda[11]<\/sup><\/a>.
\nAs\u00ed pues, si a la verdad del evangelio se debe responder con una ortodoxia<\/em> adecuada y a sus exigencias pr\u00e1cticas con una praxis coherente (ortopraxis), <\/em>a su car\u00e1cter de buena noticia que produce gozo habr\u00eda que responder con unos sentimientos y afectos correctos, que Jon Sobrino ha denominado ortopat\u00eda<\/em>: \u201cHemos recalcado, con cierto intento de novedad, que buena noticia es el modo concreto de Jes\u00fas en su ser y en su hacer, lo cual hace que a la ortodoxia y a la ortopraxis haya que a\u00f1adir la ortopat\u00eda para relacionarnos con Jes\u00fas\u201d[12]<\/sup><\/a>. La necesidad de una respuesta sentimental y emocional al evangelio es una aportaci\u00f3n muy interesante de Jon Sobrino, que conecta con la inquietud del ser humano de hoy. As\u00ed pues, en las acciones y palabras de Jes\u00fas encontramos una pastoral muy c\u00e1lida, sin que ello conllevara, por supuesto, una rebaja de lo esencial o una emotividad superficial.
\nEsto tiene unas consecuencias evidentes para las comunidades cristianas: \u201cUna Iglesia transida de tristeza, que no mostrase y contagiase gozo, no ser\u00eda una Iglesia del eu-aggelion<\/em>. Una Iglesia triste es una triste Iglesia, y esa es la impresi\u00f3n que dan algunas iglesias envejecidas\u201d[13]<\/sup><\/a>. Eso mismo lo reconoc\u00eda hace a\u00f1os un te\u00f3logo europeo tan atento a la cultura moderna como Schillebeeckx: \u201cLa raz\u00f3n principal de que nuestras iglesias se vac\u00eden parece residir en que los cristianos estamos perdiendo la capacidad de presentar el evangelio a los hombres de hoy con una fidelidad creativa, junto con sus aspectos cr\u00edticos, como una buena nueva\u201d[14]<\/sup><\/a>.
\nNo obstante, Jon Sobrino no se refiere a una alegr\u00eda superficial o evasiva, y por ello precisa cu\u00e1ndo el gozo es verdaderamente profundo: \u201cUna Iglesia que no transmite gozo no es la del evangelio; ahora bien, no debe transmitir cualquier gozo, sino el que le es declarado en su carta magna de las bienaventuranzas y, entre ellas, la misericordia\u201d[15]<\/sup><\/a>. Traducido a nuestra cuesti\u00f3n: la pastoral debe ser c\u00e1lida, pero no con cualquier tipo de calidez<\/em>. A\u00fan con m\u00e1s claridad: \u201cQue la vida pueda ser \u201ccelebrada\u201d es fundamental para poder comprender y vivir la resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas. No se trata, desde luego, de diversi\u00f3n, en su doble acepci\u00f3n de divertimento y de alienaci\u00f3n. Se trata de una honradez primigenia con la realidad, seg\u00fan la cual, a pesar de todo, se es capaz de reconocer, junto con otros, lo bueno y lo positivo, en cosas peque\u00f1as y grandes, lo cual tiene su propia din\u00e1mica de ser celebrado. Esa honradez con lo bueno de la realidad es la de Jes\u00fas cuando se alegra de que los peque\u00f1os hubiesen entendido los misterios del reino, cuando celebra la vida con los marginados o cuando invita a llamar a Dios Padre de todos\u201d[16]<\/sup><\/a>. Estas palabras de Jon Sobrino nos ayudan a aclarar nuestro tema: la pastoral c\u00e1lida es evang\u00e9lica, buena y necesaria, con tal que se parezca verdaderamente a la de Jes\u00fas, y evitemos as\u00ed que se convierta en superficial y superflua, y nos estorbe en vez de ayudar.<\/em>
\n <\/strong>
\nLa pastoral c\u00e1lida como di\u00e1logo<\/strong>
\nOtra dimensi\u00f3n esencial de la pastoral c\u00e1lida<\/em> aut\u00e9ntica es el di\u00e1logo y el respeto a la libertad de los destinatarios. El di\u00e1logo no es s\u00f3lo una moda moderna, sino que, como ha recordado el Concilio Vaticano II, forma parte del modo de revelarse Dios: \u201cDios llama ciertamente a los hombres a servirle en esp\u00edritu y en verdad, y por eso \u00e9stos quedan obligados en conciencia, pero no coaccionados. Porque Dios tiene en cuenta la dignidad de la persona humana que El mismo ha creado, que debe regirse por su propia determinaci\u00f3n y gozar de libertad. Esto se hizo patente sobre todo en Cristo Jes\u00fas, en quien Dios se manifest\u00f3 perfectamente a s\u00ed mismo y descubri\u00f3 sus caminos. En efecto, Cristo, que es Maestro y Se\u00f1or nuestro, manso y humilde de coraz\u00f3n, atrajo pacientemente e invit\u00f3 a los disc\u00edpulos […]. Dio testimonio de la verdad, pero no quiso imponerla por la fuerza a los que le contradec\u00edan. Pues su reino no se defiende a golpes, sino que se establece dando testimonio de la verdad y prest\u00e1ndole o\u00eddo, y crece por el amor con que Cristo, levantado en la cruz, atrae a los hombres a S\u00ed mismo\u201d[17]<\/a>. El Papa Pablo VI escribi\u00f3 en 1964 una importante enc\u00edclica para favorecer dicho di\u00e1logo, pues \u201cla Iglesia debe ir hacia el di\u00e1logo con el mundo en que le toca vivir. La Iglesia se hace palabra; la Iglesia se hace mensaje; la Iglesia se hace coloquio\u201d[18]<\/sup><\/a>. Seg\u00fan Pablo VI, \u201cen el di\u00e1logo se descubre cu\u00e1n diversos son los caminos que conducen a la luz de la fe y c\u00f3mo es posible hacer que converjan a un mismo fin [\u2026]. La dial\u00e9ctica de este ejercicio de pensamiento y de paciencia nos har\u00e1 descubrir elementos de verdad aun en las opiniones ajenas, nos obligar\u00e1 a expresar con gran lealtad nuestra ense\u00f1anza y nos dar\u00e1 m\u00e9rito por el trabajo de haberlo expuesto a las objeciones y a la lenta asimilaci\u00f3n de los dem\u00e1s\u201d[19]<\/sup><\/a>.
\nAs\u00ed pues, el di\u00e1logo y la atenci\u00f3n esmerada a cada persona no es \u2013no debe ser- s\u00f3lo una mera t\u00e1ctica: \u201cCuando Jes\u00fas habla en sus par\u00e1bolas del pastor que va tras la oveja descarriada, de la mujer que busca el dracma, del padre que sale al encuentro del hijo pr\u00f3digo y lo abraza, no se trata s\u00f3lo de meras palabras sino que es la explicaci\u00f3n de su propio ser y actuar\u201d[20]<\/a>. La pastoral c\u00e1lida<\/em>, entendida como di\u00e1logo, forma parte de la pedagog\u00eda de Dios, seg\u00fan reconoce el Papa actual: \u201cGregorio Nacianceno habla de la paciencia de Dios, que no impone al hombre nada incomprensible: Dios act\u00faa como buen pedagogo o un m\u00e9dico. Abroga lentamente ciertas costumbres, tolera otras y as\u00ed lleva al hombre a hacer progresos\u201d[21]<\/a>. As\u00ed pues, \u201clas ideas no se imponen, sino que se proponen\u201d (Juan Pablo II), y esto exige una pastoral c\u00e1lida <\/em>bien entendida. En la Escritura encontramos numerosos testimonios que lo acreditan: el siervo de Yahv\u00e9 no quebrar\u00e1 la ca\u00f1a cascada ni apagar la mecha humeante (cf. Is 42,3) y Dios no quiere Dios la muerte del pecador, sino que se convierta y viva (cf. Ez 18,20-22). Jes\u00fas manda guardar la espada en la vaina a Pedro y renuncia a defenderse con violencia (cf. Mt 26, 52 par.), reprende a los disc\u00edpulos que ped\u00edan fulminar con un rayo a un pueblo que negaba posa a Jes\u00fas (cf. Lc 9,52-55) y prefiere dejar crecer la ciza\u00f1a con el trigo (cf. Mt 13,24-30). El te\u00f3logo dominico Bernard Rey dedic\u00f3 un breve e interesante libro a hablar de la discreci\u00f3n de Dios<\/em>[22]<\/a>: ni los milagros de Jes\u00fas ni la misma Resurrecci\u00f3n se imponen absolutamente. Sugieren, pero no avasallan, y por eso exigen la fe. Tambi\u00e9n Benedicto XVI habla de discreci\u00f3n de Dios<\/em>: \u201cEs propio del misterio de Dios actuar de manera discreta. S\u00f3lo poco a poco va construyendo su historia en la gran historia de la humanidad. Se hace hombre, pero de tal modo que puede ser ignorado por su contempor\u00e1neos, por las fuerza de renombre [\u2026]. \u00bfNo es \u00e9ste acaso el estilo divino? No arrollar con el poder exterior, sino dar libertad, ofrecer y suscitar amor\u201d[23]<\/a>.
\nSan Francisco de Sales tuvo bien presente en su predicaci\u00f3n esta necesidad de di\u00e1logo y dulzura, ese otro nombre de la calidez: \u201cSed siempre lo m\u00e1s amable que pod\u00e1is, porque se recogen m\u00e1s moscas con una cucharada de miel, que con cien barriles de vinagre. Si es preciso caer en alg\u00fan extremo, que sea en el de la dulzura\u201d. Mucho antes, en un texto muy citado, la primera carta de Pedro recomienda a las comunidades cristianas dar raz\u00f3n de su fe \u201ccon dulzura y respeto\u201d (cf. 1Pe 3,15).
\nMe parece oportuno recordar aqu\u00ed la \u00faltima frase del libro de Gianni Vattimo Creer que se cree<\/em>. Ante las acusaciones de presentar un cristianismo demasiado amigable, que se queda s\u00f3lo con la caridad, responde: \u201cUna norma tal \u2013la caridad, destinada a permanecer cuando la fe y la esperanza ya no sean necesarias, una vez realizado completamente el reino de Dios- justifica plenamente, me parece, la preferencia por una concepci\u00f3n \u201camigable\u201d de Dios y del sentido de la religi\u00f3n. Si esto es un exceso de ternura, es Dios mismo quien nos ha dado ejemplo de ello\u201d[24]<\/a>.
\nEn resumen, a\u00fan reconociendo el riesgo de que la pastoral c\u00e1lida<\/em> se convierta en fin en vez de en medio, hay algo mucho peor que una pastoral c\u00e1lida<\/em>, y es una pastoral r\u00edgida, inflexible y autoritaria<\/em>. En el fondo, seguimos necesitando acudir a una famosa distinci\u00f3n que formul\u00f3 hace a\u00f1os J. B. Metz: algunos confunden la necesariaradicalidad<\/em> con un nocivo rigorismo<\/em>[25]<\/a>. Y cuando piden una pastoral fuerte <\/em>y critican la pastoral c\u00e1lida<\/em>, con frecuencia lo \u00fanico que est\u00e1n haciendo es pedir una pastoral rigorista<\/em>, que no tiene nada que ver con una pastoral verdaderamente radical, que va a las ra\u00edces aut\u00e9nticas del seguimiento de Jes\u00fas. Aunque interpretando signos equ\u00edvocos se crean con el viento a favor, los partidarios de la pastoral rigorista le est\u00e1n haciendo un muy flaco favor a la pastoral actual y futura.
\n <\/p>\n\n
\n
\n3.1 La pastoral c\u00e1lida de los monjes retratados en la pel\u00edcula De dioses y hombres<\/strong>
\nEl director de cine franc\u00e9s Xabier Beauvois describe acertadamente, en mi opini\u00f3n, la vida de una comunidad de monjes franceses secuestrados y asesinados en Argelia en 1996. La comunidad vive integrada en un pueblo campesino. Participa de la vida de sus habitantes, incluso en sus celebraciones religiosas. Dialoga constantemente con aquellas personas, que les consideran \u201clas ramas en que ellos se posan\u201d. Atienden la salud del pueblo, por manos de uno de los monjes, que tiene conocimientos de medicina y lleva un dispensario. \u00bfQui\u00e9n se atrever\u00eda a decir que la pastoral de aquellos monjes no era exigente o entregada por no imponer el evangelio a los habitantes del pueblo? \u00bfPerdi\u00f3 el tiempo Carlos de Foucauld entre los tuaregs por no bautizarlos? La vida de esos monjes, entregada martirialmente, es un ejemplo pr\u00e1ctico y elocuente de que s\u00f3lo el amor es digno de fe <\/em>o de las obras del amor<\/em> que tan bien describiera Kierkegaard[26]<\/a>. Y es que \u201cla vida del creyente es el quinto evangelio<\/em>, testimonio de Dios donde los no creyentes pueden leer de manera cercana y comprensible los motivos de credibilidad del cristianismo\u201d[27]<\/sup><\/a>.
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\n3.2 Antonio Banderas y su Preg\u00f3n de Semana Santa 2011<\/strong>
\nEste segundo testimonio puede sorprender al lector, pero lo traigo aqu\u00ed como ejemplo de lenguaje religioso que comunica c\u00e1lidamente y con profundidad. Reconozco que fui a echar un vistazo, lleno de escepticismo y curiosidad, al texto y las im\u00e1genes del preg\u00f3n<\/a> de Semana Santa que hizo el s\u00e1bado 9 de abril de 2011 el popular actor Antonio Banderas en su ciudad natal, M\u00e1laga. Sin embargo, mi escepticismo en seguida se volvi\u00f3 admiraci\u00f3n ante el enfoque que dio al preg\u00f3n el actor malague\u00f1o. \u00c9l hab\u00eda anunciado que no har\u00eda una homil\u00eda. Y es verdad. No hizo una homil\u00eda, sino algo mucho mejor. Consigue transmitir emoci\u00f3n, vida, sentimientos. Lo contrario de la mayor\u00eda de las homil\u00edas. Antonio Banderas dio una lecci\u00f3n de lenguaje religioso comunicativo, vivo, c\u00e1lido<\/em>. Yo pondr\u00eda como lecci\u00f3n obligatoria para los que hoy quieran transmitir la fe como \u201cencuentro con una Persona Viva\u201d (BENEDICTO XVI,Deus caritas est<\/em>, n\u00ba 1) leer el texto y especialmente ver el v\u00eddeo<\/a> de dicho preg\u00f3n[28]<\/a>.
\nBanderas comenz\u00f3 diciendo que \u201cpodr\u00eda dedicar este preg\u00f3n a hablar de una Semana Santa de devoci\u00f3n profunda, de la que sit\u00faa en el centro de las celebraciones pasionales al verdadero protagonista, ese Jes\u00fas de Nazaret con el que cruzamos nuestras miradas en las calles de M\u00e1laga, el que nos abre la puerta a la reflexi\u00f3n profunda, el revolucionario del amor al pr\u00f3jimo, el amigo de la justicia, de la dignidad, de la libertad, el amigo del que no tiene nada\u201d.
\nSin embargo, aqu\u00ed da un giro a su discurso que, en mi opini\u00f3n, es su gran acierto: \u201cPero realmente, lo que me pide el cuerpo, de lo que yo quiero hablar esta noche aqu\u00ed es de la gente. De los que viven la Semana Santa de forma callada, del nazareno de la vela que renuncia a su identidad personal, para formar parte de la identidad colectiva. De la se\u00f1ora que, invisible entre la gente, en una esquina cualquiera, de una calle cualquiera, se santigua emocionada al paso de un Cristo o de una Virgen. De los que caminan detr\u00e1s de un trono en busca de alivio, o de una esperanza, o una respuesta. S\u00ed, hablar de esa gente que a veces observamos o a veces somos\u201d. Y creo que Banderas acierta porque sabe hablar de Dios y de Jes\u00fas a partir de la gente concreta.
\nAntonio Banderas consigue emocionar y transmitir un precioso testimonio de fe viva haciendo caso, supongo que sin saberlo, a este texto del fil\u00f3sofo madrile\u00f1o Ortega y Gasset: \u201cSosten\u00eda Malebranche que si nosotros conocemos alguna verdad es porque vemos las cosas en Dios, desde el punto de vista de Dios. M\u00e1s veros\u00edmil me parece lo inverso: que Dios ve las cosas a trav\u00e9s de los hombres, que los hombres son los \u00f3rganos visuales de la divinidad\u201d[29]<\/a>. Banderas nos habla de Dios a trav\u00e9s de la vivencia de unos personajes que retrata entra\u00f1ablemente. Os dejo con la descripci\u00f3n de uno de esos personajes seg\u00fan el texto que recit\u00f3 Banderas tal cual, porque habla solo. Se trata de un cantaor<\/em>, conocido como Vaquerito, venido a menos por culpa del alcohol, que tiene un encuentro verdaderamente salvador con una imagen de Cristo. \u00bfC\u00f3mo no recordar la famosa Saet<\/em>a de Machado y Serrat? Ojal\u00e1 aprendi\u00e9ramos algo m\u00e1s de buena pastoral c\u00e1lida<\/em> de este modo de narrar y transmitir:
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\nVAQUERITO.- \u201cVaquerito tiene sesenta y dos a\u00f1os pero aparenta muchos m\u00e1s. Esto se hace hoy m\u00e1s evidente, pues con las carreras de esta noche se ve obligado Vaquerito a pararse de vez en cuando para recuperar el aliento. Pero ni la falta de aire, ni esa maldita tos que en los \u00faltimos meses se ha convertido en su sombra, en su mala sombra, ser\u00e1n capaces de detenerlo. Vaquerito se ha impuesto a si mismo ejecutar una misi\u00f3n, y nada ni nadie le impedir\u00e1 cumplirla. El viaje desde aquellos a\u00f1os setenta en los que la vida le promet\u00eda un camino de \u00e9xitos y triunfos ha sido muy largo y demasiado duro. Como si se tratase de una pel\u00edcula, cruzan por su cabeza aquellos d\u00edas en los que cantaba en los mejores escenarios. Los d\u00edas de los aplausos, de las palmadas en la espalda, de las sonrisas, de las promesas. Cuando alternaba con Fosforito, Rafael Romero \u00abEl gallina\u00bb, los hermanos Habichuela y todo lo m\u00e1s florido del mundo del flamenco. Cuando, con s\u00f3lo abrir la boca, y dejar escapar el arte que llevaba dentro, se le abr\u00edan todas las puertas de la vida, y todo era posible. Pero eso cambi\u00f3, y se redujo a un espejismo, en el momento en el que se le cruz\u00f3 la bebida por delante. Desde entonces su existencia se transform\u00f3 en un chiste mal contado, y ya nunca dej\u00f3 de sentirse un juguete en manos de un destino cruel e hip\u00f3crita. Vaquerito resbal\u00f3, y fue a caer en una botella en la que qued\u00f3 atrapado el resto de su vida. Y all\u00ed vive, con sus manos apoyadas contra el cristal, mirando desde su soledad a un mundo deformado por el alcohol, que s\u00f3lo le devuelve olvido e indiferencia\u201d.
\n\u201cSe le acelera el coraz\u00f3n cuando se percata de que no debe de estar muy lejos aquello que va buscando, pues comienza a escuchar y sobre todo a sentir la cercan\u00eda de las pieles morenas de verde luna, los esp\u00edritus libres de las noches de Lunes Santo, y de repente los ve. All\u00ed en mitad de la calle est\u00e1n los hijos del pueblo gitano. Se mezcla con ellos, percibe el calor de sus almas dulcemente salvajes. Vuelve su cabeza al frente y clava sus ojos en la espalda ensangrentada del Se\u00f1or de la Columna. Echa a andar hacia el trono dorado. Y aunque es invitado, no acepta bailar bajo la luna, renuncia al rito de las palmas y el corro, de la guitarra y el clavel mordido. Se engancha al Moreno [una talla de Cristo] y siente como \u00e9ste tira de \u00e9l y lo lleva, flotando, hasta un punto preciso. M\u00e9ndez N\u00fa\u00f1ez con Plaza de Uncibay. Un lugar que ha estado esperando toda una vida. Un lugar lleno de gente que ser\u00e1n testigos de una cita que se hab\u00eda retrasado demasiado. La cita que ten\u00eda pendiente Vaquerito con el Se\u00f1or de los Gitanos\u201d
\n\u201cDe la garganta de este hombre solo sale un quejido desesperado que parece salir del pozo profundo de la noche de los tiempos. La Plaza, una tumba. S\u00f3lo rebotan en las paredes de \u00e9sta, los trozos de vida rota que salen vomitados en forma de saeta de la boca del cantaor<\/em>, que poco a poco va siendo rodeado por los gitanos que se abren paso hasta llegar frente al trono. La magia de la Semana Santa se apodera de este hombre de ojos vidriosos y voz destrozada por el aguardiente, porque mientras canta \u00e9l no ve a nadie, all\u00ed est\u00e1n el Moreno y \u00e9l, los dos solos en mitad de la calle. Y puede o\u00edr el ruido de la sangre corriendo por sus venas, y de las olas tranquilas de la Malagueta, y siente el calor suave del sol de invierno. Y a pesar de eso le es dif\u00edcil controlar el temblor de su mano cuando sus ojos se encuentran con los de Nuestro Padre Jes\u00fas de la Columna, y mientras sigue cant\u00e1ndole desea ser estatua, para no temblar, y desea ser fuego para purificarse, y desea ser nube, y agua, y aire. La misi\u00f3n que ha llevado a Vaquerito hasta este momento de su vida se est\u00e1 cumpliendo\u201d.
\n\u201cSe da cuenta este hombre antiguo, que all\u00ed, de pie, plantado sobre este cruce de caminos, se est\u00e1n desatando los nudos que lo han tenido preso de sus propios demonios. Nota que alguien le quita el tremendo peso que hab\u00eda acarreado sobre su cuerpo cansado durante muchos a\u00f1os que a \u00e9l le parecieron siglos. Cuando ya salen de su garganta los \u00faltimos golpes de voz, los \u00faltimos latigazos de su saeta, baja la mirada y repara en las manos de Jes\u00fas atadas a la columna. Un cicl\u00f3n de preguntas eternas se le vienen a la cabeza. Se pregunta Vaquerito el por qu\u00e9 de todos los enigmas, de todos los misterios, de todas las tribulaciones, y sobre todo el por qu\u00e9 del sufrimiento de ese Sagrado gitano envuelto por el halo m\u00e1gico de esta noche de Lunes Santo. La respuesta viene flotando suave, en forma de viento c\u00e1lido, o quiz\u00e1s de aliento, o de susurro. Se le mete a Vaquerito en el cuerpo y all\u00ed se quedar\u00eda hasta el fin de sus d\u00edas. Se concreta en una palabra, en un concepto, en una idea. La m\u00e1s simple, la m\u00e1s profunda, la m\u00e1s dif\u00edcil. Amor, esa es la clave, la respuesta a todas las preguntas\u201d.
\n\u201cY perdona Vaquerito a todos los que le hab\u00edan hecho da\u00f1o, a los que lo dejaron atr\u00e1s, a los que se rieron de \u00e9l, y sobre todo se perdona a s\u00ed mismo. Y el susurro comienza a crecer, se va haciendo tan grande que despierta a Vaquerito de su sue\u00f1o breve, de su di\u00e1logo \u00edntimo con el Moreno, para encontrarse con una calle que lo ovaciona, con un ol\u00e9 emocionado cuyo eco permanecer\u00e1 en el coraz\u00f3n de aquellos afortunados que han tenido la suerte de presenciar este momento. Se pierde Vaquerito entre la masa de gente, guardando para siempre, con humildad, esos cinco minutos de gloria merecida, y la esperanza de una vida a la que le ha puesto un parche, un remiendo que lo anima a seguir la ruta de su existencia. Los que le abren camino para dejarle pasar escuchan que \u00e9ste va diciendo \u00abgracias Se\u00f1or, gracias Dios m\u00edo, gracias, gracias\u00bb. Un alma agradecida. Eso es lo que se lleva hoy Vaquerito. Pero detr\u00e1s de \u00e9l deja la estela de su grito apasionado que queda suspendido en el aire limpio de la noche. Ha recorrido las aceras, las terrazas y los balcones\u201d.
\nAntonio Banderas consigue transmitir c\u00e1lidamente lo que supone un encuentro con Jes\u00fas, las preguntas por el sentido de la vida que brota de ese encuentro, y la transformaci\u00f3n salvadora que ah\u00ed se experimenta. Dif\u00edcilmente se puede hacer mejor. Y gracias a la emoci\u00f3n y calidez<\/em> que se transmiten no como obst\u00e1culo, sino como medio para llegar al fondo del evangelio. Recomiendo al lector buscar el v\u00eddeo de la lectura de este preg\u00f3n y no limitarse a este texto escrito. \u00bfY por qu\u00e9 no puede ense\u00f1arnos un actor famoso a mejorar la calidez<\/em> en nuestra acci\u00f3n pastoral?
\nJes\u00fas Rojano
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\n
\n[1]<\/a> Cf. D. BONHOEFFER, El precio de la gracia<\/em>, Salamanca, S\u00edgueme, 1995, 4\u00aa ed.
\n[2]<\/a> J. MOLTMANN, Teolog\u00eda latinoamericana,<\/em> en L. C. SUSIN (ed.), El mar se abri\u00f3. Treinta a\u00f1os de teolog\u00eda en Am\u00e9rica Latina,<\/em> Santander, Sal Terrae, 2001,<\/em> p. 208.
\n[3]<\/a> Cf. J. L. SEGOVIA, La injusticia y el sufrimiento interpelan a la Iglesia,<\/em> en INSTITUTO SUPERIOR DE PASTORAL, Cuatro prioridades de la Iglesia en Espa\u00f1a. XX Semana de Estudios de Teolog\u00eda Pastoral<\/em>, Estella, Verbo Divino, 2009, pp. 197-239. Cf. Tambi\u00e9n S. HESSEL, \u00a1Indignaos!,<\/em>Barcelona, Ed. Destino, 2011.
\n[4]<\/a> Cf. J. SOBRINO, Jes\u00fas como Buena Noticia. Repercusiones para un talante evang\u00e9lico,<\/em> en Sal Terrae <\/em>76 (octubre 1988), pp. 715-726; ID.,Jesucristo liberador. Lectura hist\u00f3rico-teol\u00f3gica de Jes\u00fas de Nazaret,<\/em> Madrid, Trotta, 2001, 4\u00aa ed., pp. 108-110, 139-142; ID., La fe en Jesucristo. Ensayo desde las v\u00edctimas,<\/em> Madrid, Trotta, 1999,<\/em> pp. 301-313.
\n[5]<\/a> J. SOBRINO, Cristolog\u00eda sistem\u00e1tica. Jesucristo, el mediador absoluto del reino de Dios,<\/em> en I. ELLACUR\u00cdA \u2013 J. SOBRINO (ed.), Mysterium liberationis. Conceptos fundamentales de teolog\u00eda de la liberaci\u00f3n,<\/em> vol. I, Madrid, Trotta, 1990, <\/em>p. 593. Cf. tambi\u00e9n ID., Jes\u00fas como Buena Noticia,<\/em> pp. 717-718; ID., La fe en Jesucristo,<\/em> pp. 302-303.
\n[6]<\/a> Cf. J. SOBRINO, La fe en Jesucristo,<\/em> pp. 303-304; ID., Jesucristo liberador,<\/em> p. 88, 209.
\n[7]<\/a> Cf. J. SOBRINO, Jes\u00fas como Buena Noticia,<\/em> p. 723.
\n[8]<\/a> J. SOBRINO, Jes\u00fas como Buena Noticia,<\/em> p. 719. Cf. tambi\u00e9n ID., La fe en Jesucristo,<\/em> pp. 306.
\n[9]<\/a> Cf. J. SOBRINO, Jes\u00fas como Buena Noticia,<\/em> pp. 719-723; ID., La fe en Jesucristo,<\/em> pp. 308-313.
\n[10]<\/a> J. SOBRINO, El principio-misericordia. Bajar de la cruz a los pueblos crucificados,<\/em> Santander, Sal Terrae, 1992,<\/em> p. 16.
\n[11]<\/a> Cf. J. SOBRINO, Liberaci\u00f3n con esp\u00edritu. Apuntes para una nueva espiritualidad, <\/em>Santander, Sal Terrae, 1985, <\/em>pp. 123, 156, 167.
\n[12]<\/a> J. SOBRINO, Teolog\u00eda desde la realidad, <\/em>en L. C. SUSIN (ed.), El mar se abri\u00f3,<\/em> p. 150. Cf. tambi\u00e9n ID., La fe en Jesucristo,<\/em> p. 302.
\n[13]<\/a> J. SOBRINO, Jesucristo liberador,<\/em> p. 140.
\n[14]<\/a> E. SCHILLEBEECKX, Jes\u00fas. <\/em>La historia de un viviente,<\/em> Madrid, Cristiandad, 1981, p. 103.
\n[15]<\/a> J. SOBRINO, El principio-misericordia,<\/em> p. 45.
\n[16]<\/a> J. SOBRINO, La fe en Jesucristo,<\/em> p. 121.
\n[17]<\/a> Dignitatis humanae,<\/em> n\u00ba 11.
\n[18]<\/a> PABLO VI, Ecclesiam suam<\/em>, 6 de agosto de 1964, n\u00ba 27. Cf. tambi\u00e9n JUAN PABLO II, Novo millennio ineunte<\/em>, 6 de enero de 2001, n. 55-56.
\n[19]<\/a> PABLO VI, Ecclesiam suam<\/em>, n. 32.
\n[20]<\/a> BENEDICTO XVI, Deus caritas est<\/em>, n\u00ba 12.
\n[21]<\/a> J. RATZINGER\/BENEDICTO XVI, Jes\u00fas de Nazaret. Desde la Entrada en Jerusal\u00e9n hasta la Resurrecci\u00f3n<\/em>, Madrid, Encuentro, 2011, p. 48.
\n[22]<\/a> Cf. B. REY, La discreci\u00f3n de Dios. Espacio para la libertad y la misi\u00f3n, <\/em>Santander, Sal Terrae, 1998.
\n[23]<\/a> J. RATZINGER\/BENEDICTO XVI, op. cit.,<\/em> p. 321.
\n[24]<\/a> G. VATTIMO, Creer que se cree<\/em>, Barcelona, Paid\u00f3s, 1996, p. 127.
\n[25]<\/a> Cf. J. B. METZ, M\u00e1s all\u00e1 de la religi\u00f3n burguesa,<\/em> Salamanca, S\u00edgueme, 1982.
\n[26]<\/a> Cf. H. U. VON BALTHASAR, S\u00f3lo el amor es digno de fe<\/em>, Salamanca, S\u00edgueme, 1971; S. KIERKEGAARD, Las obras del amor<\/em>, S\u00edgueme, Salamanca, 2006.
\n[27]<\/a> S. GARC\u00cdA MOURELO, Signos de credibilidad del cristianismo en la sociedad actual<\/em>, en http:\/\/www.salesianos-madrid.com\/posplamostrar.asp?id=418&comunidad=16
\n[28]<\/a> cf. http:\/\/www.youtube.com\/watch?v=OCsQPh2qmSY&feature=related<\/a>.
\nhttp:\/\/www.diariosur.es\/v\/20110410\/semana-santa\/banderas-cautiva-publico-relato-20110410.html
\n[29]<\/a> J. ORTEGA Y GASSET, El tema de nuestro tiempo<\/em>, cap\u00edtulo X, texto tomado de UNIVERSIDADES DE MADRID, Textos LOE Filosof\u00eda, Madrid, Ed. Coloquio, 2009, p. 247.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"