{"id":7348,"date":"2011-05-01T00:00:29","date_gmt":"2011-04-30T22:00:29","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=7348"},"modified":"2011-05-01T00:00:29","modified_gmt":"2011-04-30T22:00:29","slug":"juan-pablo-ii-beato-que-puede-decir-a-los-jovenes-hoy","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/juan-pablo-ii-beato-que-puede-decir-a-los-jovenes-hoy\/","title":{"rendered":"JUAN PABLO II \u201cBEATO\u201d. \u00bfQU\u00c9 PUEDE DECIR A LOS J\u00d3VENES HOY?"},"content":{"rendered":"

Cesare Bissolli, sdb<\/strong>
\nNote de pastorale giovanile, mayo 2011<\/strong>
\n 
\nMe pongo en la situaci\u00f3n de un educador que quiere hablar de la beatificaci\u00f3n de Juan Pablo II a los j\u00f3venes. S\u00e9 muy bien que antes de hablar a los j\u00f3venes, hay que encontrarse con ellos y mantener una buena relaci\u00f3n con ellos\u2026 D\u00e9mosla por hecha. Mi aportaci\u00f3n\u00a0 es un input, que puede servir para hacerlo mejor\u2026
\n 
\n\u00bfPor qu\u00e9 hablar de ello?<\/strong>
\nRespondo partiendo de algo especial, por no decir extraordinario, que sucedi\u00f3. La noche en que muri\u00f3 el Papa, el 2 de abril de 2005, a las tres de la noche me encontraba en fila para ir a \u201cver\u201d a Juan Pablo II en S. Pedro.
\nNo soport\u00e9 el cansancio, me volv\u00ed con un poco de verg\u00fcenza. En cambio, decenas de miles de j\u00f3venes caminaron hasta siete y ocho horas para una breve mirada, pero sumamente intensa, como cuando se quiere estar por \u00faltima vez con una persona amiga de verdad.
\nSe sabe que aquello, m\u00e1s que un cortejo f\u00fanebre, era una procesi\u00f3n pensativa y serena, que qued\u00f3 en la \u00a0memoria colectiva como un acontecimiento hist\u00f3ricamente \u00fanico.
\nImpresionaron los solemnes funerales en la Plaza de S. Pedro, con todos los llamados ‘Grandes’ de la tierra. Impresion\u00f3 especialmente una expresi\u00f3n usada varias veces a continuaci\u00f3n por \u00a0Benedicto XVI, que entonces, como cardenal presidente de la celebraci\u00f3n, calific\u00f3 a Juan Pablo II: \u201cNuestro amado Papa\u201d, nunca hasta entonces usada oficialmente referida a un pont\u00edfice. \u2018Amado\u2019 traduce el \u2018geliebte\u2019 alem\u00e1n, \u00a1es la palabra de los enamorados!
\nY finalmente en la \u00a0plaza reson\u00f3 aunque dulcemente aquel grito por otra parte fuerte e intenso: John Paul Two, we love you!, desde siempre repetido en Buenos Aires, en Santiago, en Czestokowa, en Manila, en Denver, en Par\u00eds, en Roma, en Toronto, en Colonia\u2026
\nEs aqu\u00ed, en este resumen de historia viva, donde se radica la raz\u00f3n de hablar de Juan Pablo a los j\u00f3venes de hoy, como por una memoria a la que tiene derecho y pueden tener necesidad. En resumen no est\u00e1 equivocado, conociendo los sentimientos que se hab\u00edan creado entre el Papa y los j\u00f3venes, pensar en una transmisi\u00f3n de herencia.
\n 
\n\u00bfC\u00f3mo actualizar esta relaci\u00f3n singular entre los j\u00f3venes y el Papa \u201cbeato\u201d?<\/strong>
\n\u00bfPrecisamente llamarle \u2018beato\u2019, es decir, envuelto por la gloria de Dios, tendr\u00e1 tambi\u00e9n la capacidad, el carisma de suscitar la participaci\u00f3n juvenil? No sabr\u00eda responder a priori.
\nEs justo recordar que el entusiasmo del que estamos hablando tuvo su n\u00facleo generador especialmente en las Jornadas Mundiales de la Juventud, y m\u00e1s ampliamente gracias a los encuentros con los j\u00f3venes que Juan Pablo II quer\u00eda siempre en su agenda en cualquier lugar de la tierra que fuese, entre cristianos, musulmanes, y budistas.
\nEs obvio que aquellos j\u00f3venes de entonces se han hecho adultos, y ser\u00eda una buena se\u00f1al que se asomasen a S. Pedro o ante el monitor en las plazas de las ciudades o de la TV de su casa. Veremos lo que pasa, pero con esperanza motivada. Los a\u00f1os pasado no son muchos \u00a1y las ra\u00edces del coraz\u00f3n son cada vez m\u00e1s dif\u00edciles de arrancar!
\nTal vez haya que verificar si ha cambiado la direcci\u00f3n del viento de la fe, si el contexto social no favorable a un futuro de empleo no ha producido escepticismo y des\u00e1nimo, as\u00ed como tambi\u00e9n si las orientaciones culturales dominantes, tan fragmentadas y miopes, no bloquean ideales de cambio y la misma posibilidad de hacerlo, no olvidando por otra parte la incoercible b\u00fasqueda de sentido, tambi\u00e9n en el \u00e1mbito religioso, y sin duda para una humanidad diferente, que precisamente estos j\u00f3venes van manifestando.
\nEs pues en este clima de claroscuro donde se sit\u00faan las generaciones m\u00e1s j\u00f3venes \u2013 las que llegan hoy a los 18-20 a\u00f1os \u2013 que han o\u00eddo hablar del Papa y tal vez lo han visto en la TV, pero no han estado con \u00e9l en ninguna concentraci\u00f3n. \u00bfEs dif\u00edcil aventurar una previsi\u00f3n de participaci\u00f3n por su parte, falt\u00e1ndoles precisamente una experiencia de compromiso? Desde luego \u2013 como se est\u00e1 verificando \u2013 que se dar\u00e1 el la presencia de masas de creyentes de todas las edades y los j\u00f3venes de ayer y de hoy se preguntar\u00e1n qu\u00e9 est\u00e1 sucediendo.
\nCreo que aqu\u00ed aparece nuestra tarea como educadores: hacer reverdecer la memoria, de plantear una reflexi\u00f3n con los j\u00f3venes haciendo descubrir la persona de Juan Pablo II. \u00bfC\u00f3mo? Dejando que hable \u00e9l mismo en las grandes intervenciones (\u00bfc\u00f3mo olvidar\u00a0 su gran discurso a los Centinelas de la ma\u00f1ana en la \u00a0JMJ del 2000 en Roma en la \u00a0noche de aquella inolvidable vigilia?), sirvi\u00e9ndose de tantos subsidios medi\u00e1ticos, y haciendo hablar a los testigos, esos del \u201ctambi\u00e9n estaba yo\u201d, \u00a0en las JMJ y en otras ocasiones. S\u00f3lo as\u00ed puede revivir Juan Pablo II.
\n 
\n\u00bfQu\u00e9 puede recibir – gracias a los educadores – la generaci\u00f3n joven de un Papa beatificado amigo suyo?<\/strong>
\n\u00bfQu\u00e9 a\u00f1ade la beatificaci\u00f3n a una relaci\u00f3n tan viva como la que hubo entre ellos? La respuesta es relativamente sencilla: beatificaci\u00f3n quiere decir confirmaci\u00f3n solemne, inspirada por el Esp\u00edritu Santo, del valor de la vida del beatificado, de su causa, de sus pensamientos, de sus decisiones y por tanto y en nuestro caso, del modo de Juan Pablo II de pensar, amar, querer, tratar a los j\u00f3venes y acercarse a ellos. Aqu\u00ed habr\u00eda que abrir el ancho frente de la b\u00fasqueda, sabiendo que se han publicado varios estudios y muy poco sobre la totalidad de su ministerio pastoral entre los j\u00f3venes. T\u00e9ngase en todo caso presente su Carta a los J\u00f3venes del mundo en marzo de 1985.
\n 
\nLas JMJ, un observatorio especial<\/strong>
\nLas JMJ son el camino indiscutiblemente primario (\u00a1aunque no \u00fanico!) para su herencia. En efecto, estas Jornadas \u2013 que comienzan en 1986, pero fueron pensadas ya en 1984 \u2013 por inspiraci\u00f3n interior e implantaci\u00f3n estructural en las que particip\u00f3 directamente el Papa, por la extensi\u00f3n en el tiempo y la variedad de los ingredientes, por el contacto continuado de varias horas entre el Papa y los j\u00f3venes son el acontecimiento m\u00e1s rico para tratar nuestro tema.
\nPor otra parte no hay que olvidar que precisamente la excepcionalidad del acontecimiento determina la singularidad de la experiencia y su no f\u00e1cil repetici\u00f3n, sino a distancia de un a\u00f1o (es la JMJ anual, pero que se celebra en cada di\u00f3cesis) o de varios a\u00f1os (son las cl\u00e1sicas JMJ). A\u00f1\u00e1dase tambi\u00e9n la alta tasa de emotividad que se desencadena, por la fuerza del trinomio que act\u00faa como eje soporte y clave del \u00e9xito: \u201cMuchos, en fiesta, juntos\u201d. Es sin duda un factor extremadamente comprometedor, pero necesitado de una pastoral juvenil permanente. Por lo dem\u00e1s lo dec\u00eda el mismo Juan Pablo II al alguien que le objetaba en contra: \u201cYo enciendo el fuego, a otros les toca mantenerle encendido\u201d. Honrar a Juan Pablo II beato supone tomar como v\u00e1lida su intuici\u00f3n pastoral de las JMJ.
\n 
\nHechos para encontrarse<\/strong>
\nEs ciertamente uno de los cap\u00edtulos m\u00e1s asombrosos. Donde Juan Pablo II se encontraba con los j\u00f3venes, los j\u00f3venes respond\u00edan al Papa en un crescendo que aument\u00f3\u00a0 a lo largo de los a\u00f1os, tanto que despu\u00e9s de su muerte, bastaba con que Benedicto XVI nombrase a Juan Pablo, para que estallase un aplauso irrefrenable con el estribillo: John Paul Two, we love you. No hay tampoco necesidad de buscar pruebas ya que fue tan evidente esta singular relaci\u00f3n de estima, de amistad y de confianza rec\u00edproca. Dec\u00eda uno de los muchos carteles enarbolados ante sus ojos. \u00abEntre j\u00f3venes y Juan s\u00f3lo hay una n de \u00a0diferencia (giovani – Giovanni)\u00bb.
\n\u00bfQu\u00e9 hay de verdad dentro? \u00bfS\u00f3lo \u00abseducci\u00f3n carism\u00e1tica\u00bb, nostalgia del \u00abgran s\u00edmbolo\u00bb paterno\/materno, o percepci\u00f3n, tal vez enfatizada, de Uno al que se espera y que ahora est\u00e1 ah\u00ed, capaz de una verdadera palabra de verdad y de amor? \u00bfPero qui\u00e9n es verdaderamente ese \u00abEsperado\u00bb?
\nExpresamos algunas notas, \u00a0afrontando una sospecha extendida.
\n 
\n\u00bfPapalatr\u00eda?<\/strong>
\nHay quien ha le\u00eddo en todo esto una papalatr\u00eda (papaboys). M\u00e1s que adhesi\u00f3n de fans, la actitud de los j\u00f3venes hay que interpretarla como un grito de ayuda y al mismo tiempo un \u00abgracias\u00bb por recibirlo. El papa nunca bloqueaba los aplausos que le dirig\u00edan, pero los refer\u00eda a Cristo: \u00ab\u00bfA qui\u00e9n busc\u00e1is?\u00bb, fue su pregunta en su primer encuentro de la JMJ en S.\u00a0 Pedro. \u00abA Jes\u00fas, a Jes\u00fas… \u00bb fue la respuesta n\u00edtida.
\nSe sigue diciendo que la adhesi\u00f3n se daba porque el Papa tiene carisma de gran comunicador. Sin duda, ver y o\u00edr hablar a un personaje como Juan Pablo II, el del Muro de Berl\u00edn y del Muro del llanto, del viaje a Cuba y a Sarajevo, que encuentra y lo encuentran las m\u00e1ximas autoridades de la tierra, pero que es el \u00fanico que puede elevar la voz como inocente en favor de la vida y para los m\u00e1s d\u00e9biles, no pod\u00eda dejar de despertar atracci\u00f3n, simpat\u00eda, escucha. Pero, como observ\u00f3 un periodista, \u00abel Papa es un gran comunicador porque tiene un gran mensaje que comunicar, en su d\u00e9bil voz no hay m\u00e1s que la sencillez del mensaje evang\u00e9lico. No hay fanatismos ret\u00f3ricos en su discursos, no nos reclama para s\u00ed, sino que nos invita a ir a Cristo\u00bb.
\nLos j\u00f3venes mostraban que estaban dando ese paso, es decir, indicando de ese modo que la primera Palabra de Dios pasa a trav\u00e9s del testimonio de las personas, testimonio pedido y, gracias a Dios, encontrado en los v\u00e9rtices de la Iglesia, en el Papa, visto verdaderamente como servidor de Cristo \u00a1y por eso \u00edntimo amigo suyo!
\nResulta interesante desplegar esta doble relaci\u00f3n desdoblada: c\u00f3mo vivieron el Papa la relaci\u00f3n con los j\u00f3venes y los j\u00f3venes con el Papa.
\n 
\nC\u00f3mo vivi\u00f3 el Papa la relaci\u00f3n con los j\u00f3venes<\/strong>
\n\u00abMi gozo y mi corona<\/em>\u00bb, lleg\u00f3 a decir en \u00a0Roma en el 2000 en el saludo final. Expresaba, en t\u00e9rminos de madurez tambi\u00e9n afectiva, la que fue su actitud profunda y constante hacia los j\u00f3venes. Una estima radical, un compromiso alto, una apertura de cr\u00e9dito para el futuro. El Papa sabe de las condiciones de los j\u00f3venes, de los males que los rodean, en los que est\u00e1n envueltos, que ellos mismos pueden provocar. Y sin embargo, como dijo uno de los organizadores, Don Sigalini, hoy obispo, \u00abel Papa no llora por ello, sabe que los j\u00f3venes pueden asumir las responsabilidades de crecer, y les da pistas de marcha\u00bb. Claramente en Tor Vergata, en la \u00a0JMJ del 2000, el Papa pudo dar lo mejor de s\u00ed, con l\u00e1grimas, el abrazo y el beso a los j\u00f3venes, a los \u00abreglamentarios\u00bb y a los \u00abirregulares\u00bb, qued\u00e1ndose en vuelo con el helic\u00f3ptero para ver mejor la masa interminable, a lo que a\u00f1adi\u00f3 aquel grito inolvidable: \u00abSaludo especialmente a los que est\u00e1n m\u00e1s atr\u00e1s, en la sombra, y no ven nada. Pero si no han podido ver, ciertamente han podido o\u00edr este clamor que no olvidar\u00e1n nunca <\/em>\u00bb.
\nSi \u00e9sta es en cierto modo la \u2018fides qua\u2019 del Papa hacia los j\u00f3venes, no falta la \u2018fides quae\u2019, es decir, un mensaje enunciado, cuidado, teol\u00f3gicamente alto y exigente, que en cada JMJ se encuentra estrat\u00e9gicamente elaborado en las tres grandes intervenciones de la acogida, de la Vigilia y de la Misa final. En todas sus intervenciones, el Papa centraba el tema de la fe no como una cosilla devocional, marginal, sino como sal de la vida, para vivirla con valent\u00eda y decisi\u00f3n en la experiencia cotidiana (confesi\u00f3n, eucarist\u00eda, peregrinaci\u00f3n, oraci\u00f3n) en el hervidero de la fiesta como en el tono distendido de los d\u00edas ordinarios. Para \u00e9l la JMJ hab\u00eda de entenderse como un camino formativo original, por lo que un d\u00eda dijo: \u00ab\u00a1Gracias a Dios por los muchos j\u00f3venes a los que han implicado en estos diecis\u00e9is a\u00f1os! Son j\u00f3venes que ahora, hechos adultos, siguen viviendo en la \u00a0fe all\u00ed donde residan y trabajen. Estoy seguro de que tambi\u00e9n vosotros, queridos amigos, estar\u00e9is a la altura de los que os han precedido. \u00a1Vosotros llevar\u00e9is el anuncio de Cristo en el nuevo milenio<\/em>\u00bb!
\nHoy \u2013 y seguimos la JMJ de Roma, \u2018madre\u2019 de todas las JMJ \u2013 disponemos de una imagen para decir lo que el Papa pon\u00eda en el centro de su relaci\u00f3n con los j\u00f3venes y les ped\u00eda firmemente: el \u00ablaboratorio de la fe centrado en Jesucristo bajo la gracia del Padre<\/em>\u00bb, siguiendo la pista de tres preguntas: \u00ab\u00bfA qui\u00e9n busc\u00e1is<\/em>?\u00bb (o la b\u00fasqueda como camino hacia Cristo); \u00ab\u00bfQui\u00e9n dec\u00eds que soy yo<\/em>?\u00bb (o el reconocimiento de su identidad); \u00ab\u00bfTambi\u00e9n vosotros quer\u00e9is iros? Se\u00f1or, \u00bfa qui\u00e9n iremos…?\u00bb<\/em> (la afirmaci\u00f3n de pertenencia). Brota de ello una ley de vida: \u201cSois santos del tercer milenio<\/em>\u201d.
\nEsta comunicaci\u00f3n ven\u00eda a romper los riesgos de una \u00abcaptura\u00bb selectiva del Papa por parte de los j\u00f3venes, situados como estaban ante una propuesta seria, m\u00e1s a\u00fan, severa, pero donde se superaba el foso del distanciamiento de contenido con el puente de la bondad y del aliento. Expresa cosas grandes, una visi\u00f3n que fascina pero no desalienta, propone pero no impone; a los j\u00f3venes nunca les reconviene, sino que los pone en la ocasi\u00f3n de mirarse dentro con verdad, no los aterroriza con los fantasmas del infierno ni de aqu\u00ed ni de all\u00ed, sino que los anima con el amor de Dios que nunca decepciona: \u00ab\u00a1Cristo nos ama tambi\u00e9n cuando le fallamos<\/em>!\u00bb.
\nCon acierto el Card. Martini pudo afirmar: \u00abEs m\u00e9rito de este Papa haber entendido que con los j\u00f3venes se puede atreverse a m\u00e1s y se atrevi\u00f3; y los j\u00f3venes han correspondido\u00bb.
\n 
\nC\u00f3mo vivieron los j\u00f3venes la relaci\u00f3n con el Papa<\/strong>
\nM\u00e1s all\u00e1 de banderas y de esl\u00f3ganes, una agudeza sintetiza bien la profundidad de la relaci\u00f3n. A la periodista norteamericana que en una conferencia de prensa pregunt\u00f3 a un joven qu\u00e9 regalo quer\u00edan hacer los j\u00f3venes al Papa, el joven interpelado respondi\u00f3 escuetamente: \u00abUn mill\u00f3n y medio de j\u00f3venes, a nosotros mismos<\/em>\u00bb. Fue la respuesta m\u00e1s bella y certera.
\nLa verificaci\u00f3n seria del afecto tan reiterado pasa por la inteligente y paciente capacidad de escucha. Por este camino puede reconocerse la casta de eclesialidad de estos j\u00f3venes: no est\u00e1n en absoluto prevenidos ni son desconfiados hacia la Iglesia, la aceptan tambi\u00e9n como instituci\u00f3n (ritualidad, jerarqu\u00eda, gobierno), pero est\u00e1n implicados s\u00f3lo a trav\u00e9s de mediaciones cre\u00edbles, de las que Juan Pablo II se ha convertido en su figura emblem\u00e1tica, precisamente por su modo de relacionarse con los mismos j\u00f3venes.
\n\u00abSon los j\u00f3venes los que hacen al Papa joven\u00bb, dijo el Card. Ruini, a\u00f1adiendo que con ellos \u00c9l \u00ablogra dar lo mejor de s\u00ed \u00bb. Y el Papa m\u00e1s de una vez trat\u00f3 \u00e9l mismo la calidad de ser joven junto a los j\u00f3venes, como hizo en Tor Vergata, recordando tambi\u00e9n el proverbio polaco: \u00abSi vives con los j\u00f3venes, tendr\u00e1s que ser tambi\u00e9n t\u00fa joven. As\u00ed vuelvo rejuvenecido \u00bb.
\nL\u00edneas de acci\u00f3n educativa<\/strong>
\nVolviendo al t\u00edtulo del comienzo \u2013 \u00bfqu\u00e9 puede decir Juan Pablo II \u201cbeato\u201d a los j\u00f3venes de hoy? \u2013, despu\u00e9s de haber reflexionado deteni\u00e9ndonos en la fuente m\u00e1s rica que son las JMJ, podemos reunir las consignas que el nuevo Beato deja a los educadores.
\nDel magisterio de Juan Pablo II hacia los j\u00f3venes se extrae ante todo un concepto clave: los j\u00f3venes son un bien com\u00fan<\/strong>: son \u2013 como ya aparece en la\u00a0Biblia \u2013 el patrimonio mejor. Quienquiera\u2013 sociedad e Iglesia \u2013 que quiera futuro debe querer a los j\u00f3venes. Lo dec\u00eda ya el Vaticano II.
\n\u00bfPero qu\u00e9 supone esto? El Papa habla de j\u00f3venes m\u00e1s que de mundo juvenil. Y, en efecto, hay una tendencia a una objetivaci\u00f3n sociol\u00f3gica que los separa de la subjetividad personal, para homologarlos como objeto que perseguir con vistas a un mercado del disco, de la diversi\u00f3n, de los productos de consumo. Se tiende a componer una cultura juvenil cerrada cuando diferentes soci\u00f3logos tienden a decir que de por s\u00ed no existe una cultura juvenil en sentido estricto, si acaso una subcultura. En realidad deber\u00edamos verlos come miembros del pueblo en edad m\u00e1s joven y en clara fase evolutiva, evitando encerrarlos en el per\u00edmetro estrecho que va desde los 18 a\u00f1os en adelante, como si antes viviesen en el limbo, negando con ello la atenci\u00f3n a preadolescentes y adolescentes.
\n 
\nEl secreto de la acogida<\/strong>
\nOtro elemento fundamental deriva del ejemplo de Juan Pablo II: no es por su cargo por lo que se le acepta, sino que su cargo, en todo caso, les hace reflexionar y ver que los acepta. Es la aceptaci\u00f3n abierta, sin prejuicios ni suspicacias<\/strong>, la que provoca el buen funcionamiento del cargo y por tanto del influjo papal. Ellos saben distinguir muy bien la diferencia del cargo, pero al final aceptan a quien los acepta aunque sean malos maestros, porque el que desempe\u00f1a un papel significativo como los padres, maestros, \u00a0los pastores no da ese paso decisivo de la acogida.
\nSentirse acogidos, amparados sin m\u00e1s t\u00edtulo que el de ser pobres personas humanas o, tal vez mejor, dotadas de recursos inexplorados, capaces de destruir, de hacer el v\u00e1ndalo, pero tambi\u00e9n de ofrecer una amistad c\u00e1lida y sincera.
\nSignifica realizar la proximidad seg\u00fan el buen samaritano de la par\u00e1bola: \u201c\u00bfQui\u00e9n es mi pr\u00f3jimo? Ve y convi\u00e9rtete en pr\u00f3jimo\u201d. Creo que fue el motor decisivo de la actuaci\u00f3n de Juan Pablo II. Se lleg\u00f3 a la situaci\u00f3n en la que el Papa y los j\u00f3venes se acog\u00edan rec\u00edprocamente.
\n 
\nHe esperado tanto poder encontraros…<\/strong>
\nJuan Pablo II nos entrega al joven en s\u00ed mismo<\/strong>. Los j\u00f3venes son personas que gozan del bien de la juventud, saben mostrarse creyentes, practicantes, pero tambi\u00e9n son fr\u00e1giles, expuestos a lo contrario de lo que querr\u00edan ser. Juan Pablo II se ha encontrado con ellos en la \u00a0estima y en la confianza, con una perspectiva alta de futuro: \u00ab Vosotros, j\u00f3venes, estar\u00e9is a la altura de los retos del nuevo milenio\u00bb. Les habla como un \u00e1rbol que crece, no como a un sauce llor\u00f3n. Ellos se han sentido aceptados y animados tambi\u00e9n cuando fallan: \u00ab\u00a1El Se\u00f1or nos ama tambi\u00e9n cuando lo decepcionamos<\/em>!\u00bb. Estimarlos, amarlos, escucharlos, acompa\u00f1arlos, ayudarles a crecer: esto es educar seg\u00fan nuestro futuro beato.
\n 
\nHacerse educadores de lo cotidiano<\/strong>
\nTengamos en cuenta que la JMJ es una forma excepcional de experiencia cristiana, de algo no cotidiano que los j\u00f3venes han llegado a querer, una utop\u00eda milagrosamente alcanzada para un momento. Pero enseguida viene lo cotidiano.
\nEn una entrevista despu\u00e9s de las diversas JMJ en las que he participado, los j\u00f3venes expresaban un cierto temor por el \u00abdespu\u00e9s\u201d o, mejor, expresaban al m\u00e1ximo el deseo de continuar las opciones hecha all\u00ed, pero ped\u00edan en las parroquias un camino eclesial correspondiente, en cuanto a contenidos y lenguaje.
\nAqu\u00ed resulta oportuna una reflexi\u00f3n de F. Garelli, que considera la vida del asociacionismo cat\u00f3lico juvenil como un motor de dos tiempos: el extraordinario, del tipo de las JMJ, y el ordinario, que debe cuidarse igualmente y que hoy sufre de debilidad. Y anota: \u00abEl proceso educativo est\u00e1 en general en dificultad. Por ejemplo no nos cuesta mucho encontrar voluntarios. En cambio nos cuesta much\u00edsimo encontrar adultos que sepan hacerse educadores, y no para una ocasi\u00f3n epis\u00f3dica; y sacerdotes j\u00f3venes capaces de estar con los j\u00f3venes; y el problema eterno de los muchachos de 14-15 a\u00f1os que desaparecen. Si no se afrontan estos problemas vinculados a lo ordinario, no querr\u00eda que la extraordinaria JMJ tuviese una especie de \u00abefecto anestesia\u00bb. La pregunta que debemos hacernos es: \u00bfhace bastante la Iglesia italiana para atreverse con el problema de la pastoral juvenil? \u00bfDedica a ello suficiente pasi\u00f3n y energ\u00edas?\u00bb.
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\nLa compa\u00f1\u00eda educativa<\/strong>
\nEl Papa en las JMJ ha puesto en evidencia con la fuerza del ejemplo un principio pedag\u00f3gico-religioso que se podr\u00eda definir como la \u2018compa\u00f1\u00eda entre personas\u2019: \u00abEl problema esencial de la juventud es profundamente personalista… Es importante darse cuenta de que entre las muchas preguntas que dan vuelta en vuestro esp\u00edritu, las decisivas no son sobre \u00abqu\u00e9\u00bb. La pregunta fundamental es \u00abqui\u00e9n\u201d: hacia qui\u00e9n ir, a qui\u00e9n seguir, a qui\u00e9n confiar la vida<\/em>\u00bb. Al decir estas palabras, Juan Pablo II tiene presente la figura de Jes\u00fas, cuya compa\u00f1\u00eda o amistad es el fundamento de todas las dem\u00e1s. Pero aqu\u00ed entran los necesarios signos o mediadores de Jes\u00fas, el Papa mismo, y, naturalmente, los animadores educadores. Nos viene al recuerdo \u2013 nos repetimos felizmente \u2013 la presencia continua, trabajosa y sumamente determinante de j\u00f3venes sacerdotes y laicos que han vivido literalmente el calor, la sed, el cansancio, el camino, la oraci\u00f3n, la tienda de los mismos muchachos. Ahora en lo diario, el criterio de estar juntos \u00abeducadores y j\u00f3venes\u00bb tendr\u00e1 otros signos, pero no se le puede mandar al trastero.
\nAqu\u00ed se unen tres aspectos que desde el Beato Juan Pablo II dan sin duda un nuevo perfil a la educaci\u00f3n juvenil:<\/p>\n